miércoles, 11 de abril de 2012

Asuntos (y palos) varios

Llevo bastante tiempo sin escribir y desde la última vez han pasado bastantes cosas. Hablemos de ellas. También de las que no tienen que ver con la NFL. Toca también repartir palos. Este blog está tocando últimamente muchos temas ajenos al fútbol americano. Quizá debería redefinirlo como un blog de NFL y otros muchos temas.

Para ambientar musicalmente el artículo, y al hilo de la subida de tarifas del metro de Madrid (de la que no podemos dejar de hablar), Charlie in the M.T.A., en la versión del Kingston Trio. Escuchad la advertencia de uno de los miembros de la banda antes de interpretar la canción: "the Metropolitan Transport Authority, better known as the MTA, is attempting to levy a burdensome tax on the population in the form of a subway fare increase. Citizens hear me out: this could happen to you".


La letra de la canción:

Let me tell you the story
Of a man named Charlie
On a tragic and fateful day
He put ten cents in his pocket,
Kissed his wife and family
Went to ride on the MTA

Estribillo:
Did he ever return,
No he never returned
And his fate is still unlearn'd
He may ride forever
'neath the streets of Boston
He's the man who never returned.

Charlie handed in his dime
At the Kendall Square Station
And he changed for Jamaica Plain
When he got there the conductor told him,
"One more nickel."
Charlie could not get off that train.

[Estribillo]

Charlie's wife goes down
To the Scollay Square station
Every day at quarter past two
And through the open window
She hands Charlie a sandwich
As the train comes rumblin' through.

[Estribillo]

Now you citizens of Boston,
Don't you think it's a scandal
How the people have to pay and pay
Fight the fare increase!
Vote for Tyrie O'Brien!
Get poor Charlie off the MTA.

[Estribillo]

Veamos. Desde mi último artículo, Tebow fichó por los Jets, se ha conocido la sanción a los Saints y Nike ha revelado los nuevos uniformes de la NFL. Vayamos por partes.


El fichaje de Tim Tebow por los Jets resulta un tanto desconcertante. Me da la sensación de que esa franquicia navega sin un rumbo claro. Todos sabemos cómo terminaron la temporada pasada. El ambiente del vestuario era irrespirable. Y dos de los discutidos jugadores que no se aguantaban, Mark Sanchez y Santonio Holmes, siguen. A pesar de que la dirección deportiva pregonaba su confianza en Sanchez, los Jets se postularon como pretendientes de Peyton Manning. Pero en cuanto vieron que les iban a dar calabazas, presentan su declaración de amor por Sanchez en forma de renovación. El mismo papelón que posteriormente protagonizaron los 49ers con Alex Smith. Uf, no sé, poco convincente. Pero es que en cuanto se presenta la siguiente opción (Tebow), van con todo a por ella.

Cuando los Broncos ficharon a Manning me abstuve de hacer apuestas sobre el destino de Tebow. Con razón. Jamás habría apostado por los Jets. Lo habría hecho por Jacksonville o Miami. ¿Cuál será el papel de Tebow en los Jets?

Como he dicho muchas veces, Tebow me parece un jugador muy aprovechable, pero no como every-down-quarterback. Sí como arma ofensiva en determinadas jugadas. No puedes hacer la read-option en todas las jugadas, pero sí en algunas. Y la presencia de Tebow en algunas formaciones seguro que sembrará la zozobra en las defensas rivales. Con moderación, ayuda. Si se abusa de él, puede resultar perjudicial.

Lo que tengo menos claro es si Tebow aceptará un rol secundario y cómo encajará con el head coach que más blasfema de toda la NFL. Si algo le sobra a los Jets es ruido mediático, y de eso Tebow trae toneladas. Veremos. Lo único seguro es que la historia va a dar que hablar, y un hipotético Hard Knocks (documental de HBO) en el training camp seguro que sería espectacular. De todos modos, parece que este año Rex Ryan no está por la labor.


Sobre las sanciones a los Saints por las primas por lesionar, poco puedo opinar. Poco puede opinar nadie, realmente. Mientras la NFL carezca de un sistema de infracciones y sanciones predeterminadas, toda sanción será arbitraria. Lo que a Goodell le dé la gana, básicamente. Primar por lesionar está mal. Debe ser castigado. ¿Pero cuánto? Nadie lo sabe. Pues eso.

En cualquier caso, los Saints tienen un problema serio. Comenzaban la offseason como uno de los máximos favoritos al próximo anillo, y tras toda esta movida sus aspiraciones se reducen considerablemente. No contar con Sean Payton es un golpe duro. Payton tiene prohibido incluso el contacto con jugadores y cuerpo técnico. Las sanciones a entrenadores en la NFL, a diferencia del fútbol europeo, son de verdad. En el fútbol europeo, las sanciones a entrenadores no se cumplen jamás. El supuestamente sancionado puede ver el partido en la grada y comunicarse por teléfono con su sustituto. Un fraude. La NFL no lo permite, por lo que la sanción es real. Además, Bill Parcells parece que les ha dicho que no. Problema gordo.

En cuanto al tema uniformes, tan trivial como interesante, he de decir que me ha gustado que Nike hiciera caso (o le impusieran hacer caso) a mi mensaje de hace año y medio. Pese a que anunciaban cambios drásticos, solo un equipo lo ha hecho. Un equipo que, además, necesitaba un cambio de imagen.

Los Seattle Seahawks han renovado su vestimenta. Creo que ha mejorado. No era difícil. Con todo, no termina de entusiasmarme. Como uniforme reflectante está genial. Pero como uniforme de mi equipo, no me gusta. Este es el vídeo de la esperadísima presentación. Mucho ruido y, afortunadamente, pocas nueces.



El mejor análisis de este asunto lo podéis leer en este blog imprescindible en asuntos estéticos, el Uni Watch. Este artículo desgrana, equipo por equipo, los cambios en sus uniformes.

Como veréis, casi todos se han negado a introducir cambios apreciables y algunos (entre ellos, los Packers) rechazan cualquier tipo de cambio, incluso las supuestas mejoras tecnológicas  (en cursiva porque me parece algo más de marketing que real). Creo que las franquicias no se fiaban de Nike en vista de algunas experiencias transgresoras en fútbol americano universitario (en particular, la de los Oregon Ducks).

En cualquier caso, por ahora solo hemos visto los uniformes primarios. Quién sabe si algún uniforme alternativo o throwback esconde alguna sorpresa.

Además, hay que tener en cuenta que la NFL prohíbe que se cambie de uniforme más de una vez cada cinco años. Por ese motivo, algunas franquicias estaban obligadas a quedarse como están. Qué diferente es la NFL del deporte europeo. Aún recuerdo cómo, hace unos cuantos años, los equipos no cambiaban cada temporada de uniforme. Ahora, como hay que vender, se cambia irremediablemente todos los años. Cuanto más exprimamos el bolsillo del aficionado, mejor. Las prioridades en la NFL son otras. La identidad corporativa es importante. No hay que marear. Y, además, son conscientes de que no todo el mundo se compra una camiseta nueva cada año. Con cinco años vale. Mucho que aprender.

Vayamos a los temas aparte.

Dilema profundo este domingo por la mañana. A casi la misma hora, Celta-Dépor y Estu-Granca. Como estoy en Madrid, siempre que coincide partido del Estu en casa con partido del Dépor, voy al Palacio a sufrir. Nunca he dejado de ir al Estu, aunque coincidiese con partido del Dépor. Este fin de semana no lo tengo tan claro. Recuerdo que el anterior Celta-Dépor que me perdí coincidió con un memorable Estu-Unicaja (que presenció el mismísimo Larry Bird). No me dolió nada perderme la victoria del Dépor en Vigo. Este fin de semana creo que me quedaré en casa viendo los dos partidos a la vez.

Quizá no debería hacerlo. El partido del Estu es menos dramático que el del Dépor, aunque el del Dépor tiene matices que lo convierten en imprescindible. No sé, alguno ya me está echando en cara que no vaya el domingo al Palacio.

Es que es un derbi. Una nueva cita con la rivalidad mal entendida, en el peor de los sentidos. A ver qué sucede, pero me temo lo peor. Se prevé que 4000 seguidores del Dépor acudan a Balaídos. De esos 4000, solo 1700 van con entrada destinada a seguidores del Dépor. Y ninguno irá en viaje organizado. Porque ninguna empresa de transportes ha aceptado el encargo. Como saben que reventarán las lunas de todos los autobuses que transporten seguidores del Dépor (como pasó con los del Celta que vinieron a Coruña en la primera vuelta), se niegan rotundamente a prestar sus buses. En fin, que se va a liar seguro. Una pena. Pero hay que verlo.


Por cierto, parece que el Celta retirará algunas de las lonas que cubren habitualmente el estadio de Balaídos. Al más puro estilo Montjuïc, el Celta cubría con lonas publicitarias parte de sus gradas para maquillar el triste aspecto de su estadio. Su afición abandonaba al equipo en Segunda. Eso sí, como buen equipo pequeño, las gradas de Balaídos se llenarán cuando juegue el Dépor. Parte de las famosas lonas se retirarán. No todas, porque el acuerdo publicitario con Estrella Galicia impide que algunas se retiren. Eso es afición, sí señor. Lo siento, pero no podía evitar la maldad.

En estos sombríos días de crisis y recortes a mansalva, de socialización de pérdidas (que no de beneficios, eso no lo veréis), la tristeza también llega al baloncesto. Por lo menos para mí. El Estu, salvo milagro, se nos va a la mierda. Sé que abundarán las tópicas explicaciones de los que no tienen ni puta idea. Gente que no ha visto ni un puto partido del Estu esta temporada nos dirá por qué nos vamos al hoyo. Algunos dirán que es por culpa de la "filosofía romántica" de la institución. Otros dirán que es por apartarnos de esa filosofía. Gilipolleces. Si bajamos, simple y llanamente, es porque somos peores que otros 16 equipos. Y si somos peores es porque los fichajes (que, dicho sea de paso, a todos nos ilusionaban antes de empezar la temporada) fueron un fiasco. Nadie esperaba que dos números 15 del draft de la NBA, uno de ellos además máximo reboteador de la liga griega, iban a ser los cánceres que son. Todos esperábamos mucho más de Pepu. Y de Jiménez. Y de Jaime Fernández, que nos ilusionaba en sus fugaces apariciones de la temporada pasada. Pero no nos anticipemos.

A pesar de los pesares, debemos seguir intentándolo hasta el final. En 2008, tras perder contra el Fuenlabrada, también parecía que estábamos desahuciados. Y entonces, hicimos algo que no habíamos hecho en toda la temporada. Ganar tres partidos seguidos y salvarnos. Ahora tenemos que hacer más o menos lo mismo que entonces: ganar todo lo que nos queda hasta el final. Entonces eran tres partidos; ahora son siete. Improbable (mucho), no imposible.

No me gusta nada cómo encaramos estos últimos partidos: fichando y desfichando con el dinero que no tenemos a quien no debemos. El episodio Bullock está siendo esperpéntico. El exjugador de los cornudos, cuasirretirado y medio lisiado, Louis Bullock, llega, pasa el reconocimiento médico, y cuando parece que ficha, se echa atrás porque no tiene buenas sensaciones. En fin. De patio de colegio.

No me resisto a comentar el último "incidente" entre Demencia y periodistas. Hace unos días, un aficionado del Estu colgó este vídeo en YouTube:


Habrá a quien le haga gracia y a quien le parezca una puta mierda. A mí me mola. En cualquier caso, nada para poner el grito en el cielo. A alguna gente en el Estu le gustó y lo colgó en la web oficial. Minutos después, la pandilla basura que escribe sobre baloncesto en Marca expresaba en Twitter su indignación por este vídeo. Gravísimo, en el vídeo se subtitula petemos al Marca. ¡Vive Dios, qué vergüenza! Las huestes marquistas hablaban del vídeo como de "mal gusto", que era "lamentable", que "demuestra que hay gente con problemas", y era "soez y violento". Todo esto salía de la pluma de las brigadas oligofrénico-baloncestísticas del Marca, que siempre se han caracterizado por su dignidad y brillantez profesional. El vídeo no tardó en retirarse de la web oficial del Estu. La pandilla basura agradecía públicamente al Departamento de Comunicación del Estudiantes que hubiese sido borrado de la web del club. En fin.

Los especialistas en baloncesto del Marca son fáciles de caracterizar en cuatro pinceladas. Su desconocimiento del deporte es profundo (como ejemplo, uno de los cabecillas de esta banda escribía hace unos años que si el M*****, tras perder el primer partido de playoffs, perdía también el segundo partido de una eliminatoria al mejor de tres partidos, "se complicaría su clasificación"), su prosa mediocre, lamen el culo a todo lo que huela a selección española de baloncesto, sobre todo a los dirigentes de la federación (hasta las últimas consecuencias), pregonan el patrioterismo barato, se creen muy competentes e importantes y son unos tontos del culo. Se creen que sus contactos con baloncestistas derivan de su capacidad profesional y no de, pura y simplemente, ser empleados del diario con mayor difusión de España. Vamos, que no son conscientes de lo bobos e incompetentes que son. Creen que Pau Gasol les da entrevistas porque son muy guays, en vez de por ser los empleados del Marca. Así de brillantes son. Eso sí, no se puede decir que no estén a la altura de la calidad de su periódico.

Con la Demencia la tienen tomada. ¿Por qué? Aparte de por la cornamenta que, por mucho que quieran, son incapaces de ocultar, porque a sus limitadas entendederas les ofende mucho todo insulto que se aparte del tradicional "hijo de puta" o "puta [insértese nombre del equipo visitante]". Unos cánticos que estamos tan acostumbrados a escuchar a las aficiones locales que ya casi ni ofenden. Y claro, como la Demencia elabora un poco las burlas al rival, ofende. Mucho. A Navarro, en vez de llamarle "hijo de puta" (lo cual seguramente no ofendería a estos ilustres plumillas), se le canta "no es una bomba, es un petardo". Un ultraje para esta gente. No pueden evitar escribir líneas de indignación al día siguiente en su panfleto. A Marc Gasol se le cantaba "tengo una vaca lecheeera, no es una vaca cualquieeera...". ¡Oprobio! Denunciemos a estos niñatos pijos de la Demencia. Estos son solo un par de ejemplos. Eso sí, cuando los aprendices de ultras (pobrecicos, qué pena da verlos) de la sección deficitaria de sus amores insultan al contrario, ellos callan como putas. Qué raro, ¿verdad?

Como adelantaba, el vídeo anterior fue retirado de la web oficial del Estu debido a las quejas de los periodistas marquistas. Más o menos, como si Pol Pot acusa a otro de genocida. Habló de putas la tacones. Están estos para dar lecciones de buen gusto. Los más firmes exponentes del periodismo basura. Unos tipos que trabajan para un diario que colocó a un árbitro bajo una diana. Además, se dice que uno de ellos es el responsable del blog Fuera de juego, en Marca.com. Una sección dedicada a colgar fotos de tipas en pelotas. ¿Y este es el que me viene a decir qué es o no de buen gusto? Mira tío, vete a tomar por el puto culo, estudia, aprende a escribir, y luego intenta ejercer la profesión de periodista con un poquito de dignidad y no tocar los cojones al personal. Soez y violento es que esa gente cobre por su trabajo.

Que bastante tenemos como para que esta panda de bobos venga a darnos lecciones de dignidad.


Sigamos con los palos. Libertad. Qué palabra tan bonita. Cuánto se abusa de ella. Qué poético resulta decir que eres liberal. La pena es que detrás de esa declaración, en la práctica, la conductas de los que ondean la bandera de la libertad no es muy respetuosa con la libertad de los demás. Siempre recomiendo el capítulo de Futurama A taste of freedom, del que está tomado el anterior vídeo y el siguiente. Viva la libertad, pero cuidado con usarla para tocar algo que no se puede tocar libremente. ¿Por qué? Pues porque no les sale de los cojones a los defensores de la libertad.


Estados Unidos, según su himno, es the land of the free. La tierra de los libres. El paraíso de las libertades. Un ejemplo para los que aquí se autodenominan liberales (que en Estados Unidos no pueden llamarse así, porque allí liberals son los que aquí los liberales detestan, los progres). En Estados Unidos, se supone, sus ciudadanos son libres de opinar lo que les venga en gana y de expresar sus opiniones (libertad de opinión y de expresión, respectivamente). Eso no sucede en los territorios de los enemigos de la libertad. En Cuba, por ejemplo. Uno de los estados más malvados del universo. Debe de serlo, sin duda, porque a ese régimen dictatorial se le aplican sanciones que los Estados Unidos no imponen a otras dictaduras como la china.

La diferencia entre Cuba y Estados Unidos está clara: en Cuba te pueden castigar por expresar libremente tus opiniones (sobre todo si molestan al régimen dictatorial); en Estados Unidos, sus ciudadanos son libres para expresar sus opiniones. Freedom of speech.

Bueno, quizá no tanto. Hace unos días, la revista Time publicaba una entrevista con el nuevo manager de los Miami Marlins (qué raro suena, hasta ahora se llamaban Florida Marlins) de la Major League Baseball. Aquí la podéis leer el principio. Es suficiente para que os deis cuenta de la causa de la polémica.

"I love Fidel Castro".

Eso dice en entrenador del equipo de Miami, cuyo estadio está situado en el barrio de Little Havana.

Sacrilegio. ¡A la mierda la libertad de expresión! ¡Ah, no, eso sí que no! ¿¡Cómo se atreve a elogiar a Fidel!? Con la de pasta que dedican los exiliados cubanos de Miami a joderle.

El castigo no ha tardado en producirse. A pesar de que Ozzie Guillén pidió inmediatamente disculpas y declaró su odio al régimen castrista, su propio equipo le ha impuesto una sanción de cinco partidos de suspensión de empleo y sueldo. Toma ya. La MLB podría tomar también medidas. ¿Por qué? Simplemente, por expresar su opinión. Muchos piden su despido.

Tócate las pelotas. Así que en la tierra de las libertades no puedes decir lo que piensas. Curioso, ¿no? Creía que si decías algo que disgustaba al pensamiento oficial solo en Cuba te sancionaban. Parece que Cuba y Miami no están tan lejos en cuanto a libertades. Cada uno tiene su respectivo pensamiento oficial y se castiga al disidente. Te cagas.

Con esto no pretendo defender la dictadura castrista. Aunque no debería hacer ni falta, lo aclaro: estoy en contra de esa dictadura. Totalmente. Creo que los cubanos deben ser libres para tomar sus decisiones. Que les gobierne quien ellos decidan, sea mejor o peor que Fidel. Ahora bien, los exiliados de Miami siempre me han caído bastante mal, y esto no hace sino reforzar esa idea.

Qué queréis que os diga, me parece que son unos cabrones. Estuve en Cuba hace unos años. Durante la carrera, en el viaje de ecuador. El país está bastante jodido. Mucha miseria. La Habana está en la ruina. Literalmente. Sin embargo, a pesar de la pobreza, a la gente se le ve bastante feliz. Por lo menos, da esa impresión. Eso sí, los alimentos no abundan. Cartilla de racionamiento y alimentos con no muy buena pinta es lo que tienen. Su educación y sanidad son muy buenas, pero la escasez de prestaciones esenciales para una vida digna es evidente. Como también lo es que ese país infringe flagrantemente los Derechos Humanos, y opinar diferente es peligroso. Una cosa no quita la otra.

Creo que de su miseria buena parte de culpa tiene el embargo de los Estados Unidos. Seguro que les perjudica. Grosso modo, el embargo impide a las empresas estadounidenses comerciar con Cuba, y limita los envíos de remesas y viajes a Cuba desde Estados Unidos. Las sanciones por infracción del embargo pueden llegar a la cárcel. Otras dictaduras comunistas, que tampoco muestran excesivo respetos con los Derechos Humanos (léase China) reciben un trato bien diferente.

Del embargo son principalmente responsables los cubanos exiliados en los Estados Unidos. No cabe ninguna duda de ello. Es acojonante. Para triunfar entre el electorado de Florida, un candidato a la presidencia de los Estados Unidos debe prometer dureza contra Cuba. Intensificar el embargo da votos. En otras palabras, los cubanos de Miami están a favor de joder a la gente que vive en Cuba. Obviamente, no son las elites de la dictadura las que más sufren. Es la población civil. Igual que me habría parecido inadmisible que los exiliados españoles promoviesen un embargo contra la España franquista (puesto que los que lo sufrirían no serían los dirigentes), me parece lamentable este embargo a Cuba. Mucho. Así quieren los exiliados cubanos a su tierra.

Se ve que los ciudadanos libres de Miami no tienen suficiente con limitar la libertad de los que residen en Cuba, sino que también restringen la de los que residen en la propia ciudad de Miami. Eso sí, cuando les escuchéis decir que ellos defienden la libertad, recordad que es mentira. Ellos defienden la libertad de pensar lo mismo que ellos. Si piensas diferente, ten cuidado. Es mentira que defiendan la libertad. Mentira.

Sigamos en los Estados Unidos. Sigamos en the land of the free. Supongo que conocéis el último escándalo del fútbol americano universitario: el despido de Bobby Petrino de la universidad de Arkansas. Aunque el motivo oficial de su destitución es la irregularidad en la contratación de su amante por la universidad (hecho que ocultó), el trasfondo del asunto es claramente moral. Ese tío era un adúltero. Inmoral. El caso me recuerda a mi gran descubrimiento audiovisual del último mes: la trilogía de documentales de Paradise lost.

Os recomiendo encarecidamente que los veais. Sobre todo el primero. Imprescindible. Esencial. El suceso me recuerda un poco al caso Petrino porque se desarrolla en el estado de Arkansas y la sanción a los protagonistas también está contaminada por juicios de (in)moralidad. Pero tiene poco que ver.

El caso que muestra Paradise lost trata del brutal asesinato de tres niños de ocho años en West Memphis, Arkansas. El retrato de la sociedad del lugar es increíble. Uno tiende a pensar que los clichés de los paletos del sur que muestran películas y series son exagerados. Que no pueden ser tan paletos, ignorantes y desdentados. Pues lo que se ve en este documental es aún peor. Pa cagarse. Este es el tráiler.


Hay que ver cómo funciona la justicia y la policía del lugar. En la tierra de las libertades, no eres tan libre de ser diferente. Vestir diferente, tener gustos diferentes, te puede convertir en sospechoso de asesinato. Qué digo sospechoso, puede convertirse en prueba para condenarte a cadena perpetua o a pena de muerte. Tal cual.

Ah, no está de más recordar que la pena de muerte es incompatible con los Derechos Humanos. El derecho a la vida, nada menos. No puede ser más contradictorio condenar el aborto y defender la pena de muerte. Sin embargo, no resulta infrecuente. Pero bueno, la coherencia es algo que no se estila mucho.

Estos días están emitiendo los tres documentales de la saga Paradise lost en Digital+. Si sois abonados, no os lo podéis perder. Si no sois abonados, intentad verlo, seguro que por Internet hay algún modo de conseguirlo.

Solo un dato: si no es por ese documental, un tipo que hoy es libre habría sido ejecutado. Es tremendo.

Hablemos de otra ilustre liberal. Esperanza Aguirre. Seguramente, la principal exponente del palabro liberal en España. Una caradura como cualquier otro, por otro lado. La lideresa madrileña defiende la reducción de impuestos (en pro de la libertad del individuo, por supuesto) y el fin del despilfarro público. Palabras que repite machaconamente, a pesar de que no predica con el ejemplo.

Esto decía ayer, horas antes del anuncio de subida de tarifas.


Mientras la tipa elimina algunos impuestos que paga todo quisqui (ricos y pobres) y reduce algún impuesto progresivo (que pagan más los ricos), sube el precio de otras prestaciones que pagan fundamentalmente los que tienen menos. Mira, Esperancita, vete a tomar por el culo. Hay que tener la cara pétrea para ir de liberal y hacer lo que has hecho con el metro. Claro, al bajar los impuestos y agravarse la crisis, la recaudación se resiente. Y qué mejor manera de ingresar más siendo fiel a tus principios que subiendo el precio de un servicio que no es un impuesto. El metro solo lo paga quien lo usa. Casualmente, los que usan el metro no suelen ser los que más tienen. Y la gente no lo usa por capricho, sino por necesidad. En la práctica funciona como un impuesto. Un impuesto regresivo, por supuesto, de los que gustan a los buenos liberales: que pague el pobre.

Algunos dicen es que el metro de Madrid es muy barato comparado con el de otras ciudades europeas. Falso. Hay que comparar precios reales, no simplemente nominales. Así:


Y sí, es verdad que el metro de Madrid es mucho mejor que el de Londres, París o Nueva York. Lo sé por experiencia propia. Pero en tiempos de crisis subir de este modo las tarifas es indecente.

Yo los tengo muy calados. Ser liberal significa déjame hacer lo que me salga de los huevos, que me sobran los medios, pero no hagas nada que me toques los cojones. Son los más fuertes en la ley de la selva. Normal que defiendan la ley de la selva, si son los más fuertes. Ni control ni hostias. Eso sí, no les toques sus símbolos, que por eso no pasan. ¡¡Ofensa!! ¡¡Oprobio!! Que no, hombre, que no. Que estáis más que calados. Por muy bonita que sea la palabra libertad, los atropellos que cometéis en su nombre no tienen justificación.

Pero qué decir de la aplicación de fondos públicos madrileños. Ahí tenemos a Telemadrid. Ríanse ustedes del Granma, diario oficial del régimen castrisita. Meros aprendices al lado de Telemadrid. Me da la risa cuando los caraduras del PP hablan de que TVE no es objetiva. TVE es un ejemplo de objetividad al lado de Telemadrid. Telemadrid es un canal público. Perdón, un instrumento de propaganda aguirrista (ni siquiera pepero). Un medio de manipulación pública sin igual. Una auténtica vergüenza. No hay problema en que un canal de televisión sea parcial. Es perfectamente legítimo que la Sexta o Intereconomía, cada uno en su bando, digan lo que quieran. Son medios privados. Que se gasten el dinero en lo que les dé la gana. En eso consiste la libertad de empresa y la libertad de expresión. Pero Telemadrid no debe hacerlo.

El ridículo de Telemadrid no termina ahí. Su gestión del dinero público es lamentable. Mientras sube significativamente el precio del transporte, el canal se gasta una MILLONADA en derechos de retransmisión de partidos de fútbol que da al mismo tiempo y en abierto otro canal de televisión. Los tontos del culo que gestionan Telemadrid pagan un pastón por emitir un partido de liga que está poniendo a la vez la Sexta. ¿¿Pero en qué cabeza cabe??

No, no hay un puto duro, pero para dar una mierda de partido que se ve a la vez en otro canal sí. Oligofrenia al poder. Ah, también se paga un dineral por la Champions. Y al inepto de Hugo Sánchez, que bate récords de ridículo cada vez que coge un micrófono. Quique Estebaranz no le va a la zaga. Eso sí, los comentaristas van muy en la línea editorial del canal: mintiendo y manipulando en pro de su bando. Si en política es el aguirrismo, en fútbol es mourinhismo (ni siquiera digo m*****ismo, porque sé que hay bastantes m*****istas que discrepan de la vergonzosa basura que defeca su entrenador). Muy de Telemadrid. Y es una pena, porque el narrador de los partidos, José María del Toro, es probablemente el mejor del país junto con Carlos Martínez.

Antes de subir el precio del metro, reduce los gastos superfluos de Telemadrid. Hay que tener la cara muy, pero que muy dura. Paguemos entre todos el sueldo de Hugo Sánchez y de Quique Estebaranz, claro que sí. Cojonudo.

Qué a gusto me he quedado, oye.