martes, 11 de octubre de 2011

Plácido domingo, jodido lunes: jornada 5

Al Davis murió el pasado sábado. Davis era hall of famer del fútbol americano profesional, exentrenador, socio mayoritario y presidente ejecutivo de los Oakland Raiders, excomisionado de la American Football League y, en general, figura clave (para bien y para mal) en la historia de la NFL. Davis murió con las botas puestas. No abandonó sus tareas de gestión de los Raiders hasta su último día. Él representaba la esencia de los Oakland Raiders, que comienzan una nueva vida. La vida sin Al Davis, territorio desconocido para los Raiders. Esta semana, los nombres de las secciones del Plácido domingo, jodido lunes están dedicadas a Al Davis.


Música. Back in black fue el primer disco de AC/DC sin Bon Scott. Marcaba el inicio de una nueva (y buena) etapa sin su histórico cantante. El Black Hole empieza una etapa sin Davis. Back in black.



Just win, baby! (lo más comentado)

Al Davis es probablemente el ejecutivo que más ha dado que hablar en la historia de la NFL. Últimamente contaba con un duro rival en Jerry Jones, pero Davis llevaba décadas de ventaja. Muchos años en los que las palabras y actuaciones de Al Davis han acaparado titulares. Siempre polémico. Resulta complicado quedarse con solo una de sus declaraciones estelares, pero la más típica y conocida es el resumen de lo que pedía Davis a sus Raiders.


Los Raiders ganan y las polémicas apuestas de Davis funcionan. La muerte de Al Davis convertía a su equipo en protagonista de la jornada. Los grandes titulares del fin de semana se centran en su emotiva victoria en Houston. Los Raiders visitaban un estadio muy complicado, del que hasta ahora ningún visitante había salido victorioso. Y ganaron. El partido fue toda una reivindicación de Al Davis, ya que algunos de sus fichajes más polémicos resultaron determinantes para conseguir la victoria. Solo faltaba JaMarcus Russell comandando un drive victorioso en el último cuarto. Después de todos los palos que se le dieron a Davis por algunas decisiones... Hablo de Sebastian Janikowski y Darrius Heyward-Bey, fundamentalmente. El fichaje de Janikowski fue duramente criticado. A quién se le ocurre elegir a un kicker en primera ronda del draft. La respuesta es evidente, solo a Al Davis. Ahora ese kicker, el más caro de la historia de la NFL, tanto por lo que cobra como por lo que costó su contratación (una primera ronda), es una de las sensaciones de la NFL. El domingo, nada menos que tres field goals de al menos 50 yardas, una locura. La elección del receptor Darrius Heyward-Bey como número 7 del draft de 2009 también fue muy criticada. Lo sorprendente no es solo el lugar en el que fue elegido, sino que otros receptores que parecían bastante mejores estaban también disponibles (Michael Crabtree y Jeremy Maclin). El rendimiento de Heyward-Bey, además, fue desastroso. En su primer año consiguió un total de 124 yardas. La temporada psasada estuvo mejor, pero muy lejos de su coste. Esta temporada, por fin, empieza a responder. La semana pasada, frente a los Patriots, con 115 yardas de recepción. El domingo, en Houston, consiguió 7 recepciones para 99 yardas y este touchdown.


Es una pena que Davis no pueda disfrutar de estos Raiders. Porque molan. A quién no le gustan las carreras explosivas de Darren McFadden, los goles desde el centro del campo de Sebastian Janokowski o decisiones que requieren un buen par como este fake punt en el último cuarto, cuando Oakland ganaba por 5 puntos en el último cuarto.


Con todo, los Raiders sufrieron hasta el último segundo. Schaub tuvo el balón para ganar el partido, pero le faltó lo que hay de cintura para abajo: piernas y un par de huevos. Oakland hizo lo que ordenaba su jefe: just win, baby.


Revancha en el Georgia Dome. El partido de la jornada era el Atlanta-Green Bay. Por muchos motivos. Se enfrentaban dos de los favoritos de la NFC: el campeón y el mejor clasificado en la pasada temporada regular. Lo hacían en el mismo escenario en el que se enfrentaron el pasado enero en ronda divisional, cuando los Falcons fueron aplastados por los Packers. Y se enfrentaban dos equipos que se tenían muchas ganas. Llegaban muy picados, muy pasados de revoluciones. Atlanta por su evidente sed de venganza. Green Bay por algunas declaraciones de los Falcons que, quizá de modo poco acertado y muy interesado, habían sido interpretadas como faltas de respeto a los Packers. Eso es lo que decía entender Rodgers de las palabras de Roddy White, que declaró tras aquel enfrentamiento de enero que los Falcons eran mejores que los Packers, pero que en ese partido no rindieron a su máximo nivel. B.J. Raji echaba más leña al fuego aludiendo a que los jugadores de la línea ofensiva de Atlanta eran sucios, ya que acostumbraban a repartir hostias gratuitas cuando el balón ya no estaba en juego (lejos de rectificar, los jugadores de la línea defensiva de los Packers repitieron acusación al terminar el partido del domingo). Vamos, que el partido lo tenía todo: dos equipos con mucho talento, que se tenían muchas ganas y emisión en prime time.

El resultado fue algo parecido al del pasado enero. La diferencia esta vez fue corta, pero la estructura del partido similar: los Falcons empezaron arrolladores, anotando en sus dos primeras posesiones y forzando un fumble en el primer ataque de Green Bay. 14-0, incluso mejor que el 14-7 de enero. El ataque de Atlanta parecía imparable, tanto de pase como de carrera. Por si fuera poco, se lesionó Chad Clifton, con lo que la ya mermada y poco profunda línea ofensiva de Green Bay se veía forzada a recurrir a un novato para suplir al veterano tackle.

Sin embargo, sorprendentemente, a partir de ahí se apagaron totalmente las luces del ataque de los Falcons y el de Green Bay volvió a rendir como suele. Poco a poco, esa línea ofensiva de circunstancias fue corrigiendo errores y mejorando en la protección a Aaron Rodgers. Solo algunos errores poco frecuentes de Jermichael Finley en la recepción impidieron que la diferencia fuese superior. Quizá con John Abraham el resultado habría sido diferente, ya que los Falcons podrían haber explotado mejor la debilidad de la línea de Green Bay. No lo sabemos. El hecho es que Matt Ryan nos volvió a dejar fríos, y solo el eterno Tony Gonzalez era una opción fiable para el juego de pase. Los Packers siguen invictos, mientras que los Falcons dejan dudas sobre si estamos realmente ante un aspirante al título. Algunos dicen que no son contenders (aspirantes) sino pretenders (impostores). Veremos. Que a nadie le extrañe que este duelo se repita en enero, probablemente en Lambeau Field.

Los drafts de Al Davis (la sorpresa)

Si había un tío capaz de desafiar todos los pronósticos en un draft, ese era Al Davis. Con él era complicado saber qué iba a pasar, por disparatada que pudiera parecer una elección. Los casos de Janikowski o Heyward-Bey son los dos ejemplos más claros. Ningún kicker aparte de Janikowski ha sido elegido en primera ronda durante las últimas dos décadas. El anterior caso se remontaba a 1979. Y qué decir de JaMarcus Russell. Bueno, a toro pasado es fácil hablar, porque en su momento se hablaba de él como un "jugador total", un superdotado, que hasta podría jugar de defensive lineman (vete tú a saber si esta era realmente la posición en la que debería haber jugado). Entre JaMarcus y Calvin Johnson, los Raiders eligieron al primero. Con la marcha de Davis, ¿volveremos a vivir momentos como este?


Seattle gana en New Meadowlands a los Giants. El revientaquinielas de la jornada. Era seguramente el partido con pronóstico más claro. A favor de los Giants, claro. Si vuestra vida dependiese de acertar el resultado de un partido de esta jornada (acabo de resumir la mecánica de las quinielas survival), muchos habríais apostado por que los Giants ganan a los Seahawks. Peligroso, no obstante, poner tu vida en las manos de Eli Manning. Da igual que esté enfrente Seattle, un equipo que fuera de casa baja mucho su ya de por sí pobre rendimiento. Cuando parecía que Eli Manning empezaba a corregir sus errores, vuelta a las andadas. El otro Manning volvió a ser el que nos tiene acostumbrados: un tío que consigue una barbaridad de yardas, unos cuantos touchdowns y otras cuantas intercepciones. 420, 3 y 3, respectivamente. La victoria de los Seahawks llegó, además, a pesar de perder a su quarterback titular. Sí, es Tarvaris Jackson, uno de los peores titulares de toda la NFL (con lo que la pérdida tampoco parece especialmente grave), pero el suplente tampoco es un tipo mucho más fiable. No lo suele ser, mejor dicho. El domingo, Whitehurst fue el mejor quarterback del partido. El único que no cometió errores. 11/19, 149 yardas y 1 touchdown. Por si acaso, Carroll ya ha dicho que no hay lugar para la polémica: Jackson seguirá siendo titular si se recupera a tiempo para el siguiente partido. Podríamos estar ante la quarterback controversy más lamentable de la historia: Tarvaris Jackson frente a Charlie Whitehurst. Susto o muerte.

Resulta sorprendente que no sorprenda que los Bills ganen a los Eagles. Sí, es bastante rebuscado, pero si hace un par de semanas os dicen que no os sorprenderéis de que Buffalo gane a Philadelphia, seguro que os habríais sorprendido. Pues eso.

Pionero en integración de minorías (todo cambia)

Al Davis siempre fue un revolucionario. Le gustaba desafiar las estructuras establecidas. Como comisionado de la American Football League, no dudó en enfrentarse a la NFL. Implantó una agresiva estrategia de oposición a la liga tradicional, a la que arrebató algunas de sus estrellas. También estuvo en contra de la fusión entre AFL y NFL, hasta tal punto que las negociaciones sobre la fusión tuvieron que realizarse en secreto, para que Davis no tuviese conocimiento de ellas. Confirmada la fusión, y aunque la AFL todavía subsistía formalmente, Al Davis dimitió como comisionado. Pero, con todo, quién sabe si sin Al Davis la fusión habría tenido lugar. Porque, no nos engañemos, la NFL persiguió la fusión porque veía en la AFL una amenaza. Era una amenaza porque competía por los mismos jugadores que la NFL, porque le quitaba cuota de mercado. Y Al Davis era uno de los culpables de esa situación.

Además, Al Davis fue el primero en contratar para puestos de relevancia a personas procedentes de colectivos hasta entonces discriminados en el fútbol americano profesional. Cambió la política de contratación de la liga. Fue el primero en contratar a un head coach negro (Art Shell), latino (Tom Flores) y a la primera mujer con cargo ejecutivo (chief executive officer), Amy Trask. El compromiso social de Davis es incuestionable. No solo en cuanto a contratación de personal, sino también en la oposición a los estados que mantenían políticas racistas: en 1963 se negó a que los Raiders jugasen un partido en Alabama, estado que mantenía en vigor leyes racistas. Un par de años después, pidió que el All-Star de la liga dejase de disputarse en Nueva Orleáns, puesto que ahí seguía discriminándose a la gente por el color de su piel.

Primera victoria de Minnesota, conservando su ventaja. Los Vikings consiguieron su primera victoria de la temporada. Esta vez no desperdiciaron la importante ventaja que tenían al descanso. El guion (sin tilde, atendiendo las recomendaciones de la RAE) fue el mismo que en todos los partidos disputados en el Metrodome: amplia ventaja de Minnesota al descanso (esta vez, 28-3), con un Adrian Peterson imparable y un Jarred Allen excelente. La segunda mitad empezó como solía: con pérdida de balón de los Vikings y touchdown del rival. La diferencia, que esta vez la defensa de Minnesota pudo parar al ataque de Arizona.

Los Steelers aplastan a los Titans. Cambio de tendencias en Pittsburgh. Los maltrechos Steelers recibían a los Titans del renacido Matt Hasselbeck, que habían arrasado en sus anteriores partidos frente a rivales de la AFC Norte (Baltimore y Cleveland). Roethlisberger llegaba renqueante, y los Steelers se veían obligados a recuperar a Max Starks (despedido en verano) para su mermada línea. Fin de la racha positiva de los Titans, que acumulaban tres victorias consecutivas, y cambio de tendencia en Pittsburgh. Roethlisberger solamente recibió un sack. La protección de su línea mejoró significativamente, y Big Ben se hinchó a lanzar pases de touchdown, nada menos que 5. Ya llueve menos por Pittsburgh.

¡Es James Jones! Cuando James Jones renovó por Green Bay este verano, muchos nos sorprendimos. Muchos dábamos por segura su baja, ya que Jones podría ser primer o segundo receptor en muchos equipos, que podrían ofrecerle más dinero y balones. Rodgers tiene demasiadas bocas que alimentar y es complicado mantener a todos contentos. Las recepciones se reparten entre muchos jugadores. Este domingo, nada menos que 12. Sin embargo, y contra todo pronóstico, ante la insistencia de Aaron Rodgers, los Packers renovaron a James Jones. Una decisión sorprendente e incluso cuestionable (ya que hay otras posiciones que convendría que los Packers reforzasen).

El caso es que en vista del inicio de temporada de James Jones, esta decisión resultaba todavía más incomprensible. Jones estaba ausente de muchos snaps ofensivos. Se contaba con que Jermichael Finley robase buena parte del protagonismo a los demás receptores, y la aparición estelar de Randall Cobb agravaba todavía más la situación de ostracismo de Jones. Algunas alarmas saltaban en la prensa local de Wisconsin. Preguntaban a Jones y a Rodgers por la situación. Ambos pedían paciencia. Habría tiempo para todos. El protagonismo de Jones fue creciendo progresivamente, como muestra su registro de yardas de recepción: 1, 15, 24, 48 y ¡140! Si nos dicen que un J. Jones consigue ese número de yardas, mientras que el otro se queda en 17, todos habríamos apostado por que el de las 140 es Julio. Pero no, fue James. Un cambio radical con respecto del primer cuarto de temporada. Esta fue su jugada estelar. El quarterback no la tira mal.


Siempre a la gresca contra todos (todo sigue igual)

El cambio es la constante en la carrera de Al Davis, por lo que resultaba complicado encontrar algo que no cambiase. Tanto es así que podríamos hablar del cambio como lo que no cambia. También decía Davis que once a Raider, always a Raider, pero no creo que esa sea la constante más representativa de la franquicia ahora de Oakland (no en vano, los cambios de personal se vienen produciendo con excesiva frecuencia). Hay otra constante: la guerra que ha mantenido este tío con todo el mundo. Al Davis nunca ha dejado de llevar la contraria, de enfrentarse a todo el mundo, y no ha dudado en acudir a los tribunales para poder llevar a cabo los proyectos que pretendía emprender (esencialmente, mudanzas).


Los Panthers pierden cuando Newton y Smith más brillan. Nueva victoria moral de los Carolina Panthers. La misma historia de siempre: Cam Newton amasa un número significativo de yardas de pase con el inestimable apoyo de Steve Smith, con jugadas espectaculares y brillantes como esta:


Sin embargo, y a pesar de que Carolina en algún momento ve muy cerca la victoria, acaba perdiendo. La historia de siempre. Esta vez, pierden por culpa de un último drive magistral del ataque de los Saints (qué poco se habla de ellos con lo bien que están, recordemos que llevan cuatro victorias consecutivas tras la derrota del primer partido en Green Bay). Newton sigue jugando a un nivel excepcional, muy por encima de las expectativas. Smith, también. Pero su equipo sigue cosechando derrotas.

Los Detroit Lions son un equipo ganador. Qué miedo. La costumbre de ganar va calando en los Lions. Este equipo, tan susceptible de cagarla el año pasado, no falla cuando más importa. No se derrumba cuando le vienen mal dadas, y sabe explotar muy bien sus fortalezas. Dos ejemplos de oficio que ilustran la madurez de este equipo: el 4.º down en el que paran a los Bears y el último drive ofensivo en el que matan el partido. Además, mientras otros van perdiendo efectivos, ellos van ganando a jugadores para la causa. Ayer debutó Nick Fairley, que aporta todavía más pass rush a un equipo al que no le faltaban devoradores de quarterbacks. La línea ofensiva de los Bears cometió ayer 9 salidas falsas. El ruido del Ford Field tiene parte de culpa, sí, pero creo que el temor a los pass rushers de Detroit ayuda mucho. Con esas bestias enfrente, los protectores del quarterback tienden a saltar antes de tiempo. La otra "incorporación" es Jahvid Best. 163 yardas de carrera y un touchdown. Si el ataque de Detroit consigue provocar daños también con la carrera, el juego de pase será aún más peligroso. Lo que les faltaba. Porque los de siempre tampoco fallan: Calvin Johnson, Matthew Stafford y Ndamukong Suh siguen a su nivel habitual.

Commitment to excellence (lo mejor)

Comprometidos con la excelencia. Ese es el lema de los Oakland Raiders. Un lema que durante muchos años reflejó la realidad de esta franquicia. Una franquicia temible, porque eran muy buenos, pero también porque eran demasiado violentos. Los Oakland Raiders eran sinónimo de excelencia, pero también de agresión.


Sebastian Janikowski. Cuando ayer entré en Zona Roja pensé, mierda, se me han adelantado. Ahora pareceré un copión, pero prometo que tenía asignado este lugar a Janikowski antes de leer esa entrada. Me remito a lo allí dicho sobre el orondo kicker polaco. Las consideraciones sobre el MVP no las termino de compartir, porque soy más de hechos que de sensaciones. Los números son medios para comprender los hechos, y creo que solamente en hechos debe basarse el MVP.

Aaron Rodgers. El mejor quarterback de la NFL hoy en día. Está jugando mejor que Brady y que Brees. Como no está de moda remitirse a números para soportar este tipo de afirmaciones, solo diré que un tal Kurt Warner tuiteó el pasado domingo que si él hubiese tenido el brazo de Rogers, habría sido realmente bueno. Si le dejas tiempo en el pocket, te destroza; en carrera fuera del pocket, te destroza; contra el blitz, te destroza; y contra coberturas pobladas, te destroza. ¿Qué se puede hacer contra él? Esperar que a sus receptores se les caiga el balón, poco más.

Con Jim Harbaugh, Alex Smith es otro (y los 49ers, también). Ningún equipo ha jugado tan bien esta jornada como los San Francisco 49ers. Excelentes en ataque, por tierra y aire, y en defensa. Además jugaban contra un rival muy serio, unos Tampa Bay Buccaneers que desde que Raheem Morris es su head coach jamás habían sido superados de ese modo. Llama especialmente la atención el rendimento de Alex Smith, un quarterback sobre el que pesaban todas las sospechas (negativas) posibles. Algunos veían en él una solución de compromiso, meramente transitoria, hasta que Colin Kaepernick estuviese suficientemente maduro para asumir la titularidad. Por otro lado, la llegada de Jim Harbaugh también se veía como la última tabla de salvación de Alex Smith. Harbaugh es un especialista en el desarrollo de quarterbacks. El último en pasar por sus manos es Andrew Luck, the next big thing. Con él, Smith no está decepcionando. El partido del otro día es la prueba. Alex Smith es otro. Ahora mismo, muy buen quarterback.

Adrian Peterson. No por repetido deja de ser destacable. Minnesota suple la inoperancia de su quarterback con el excelente rendimiento de Adrian Peterson. 122 yardas de carrera y 3 touchdowns, que tienen más mérito cuando la defensa es consciente de que el peligro no viene por el aire.

Brian Cushing. Por dejarnos esta épica imagen, más propia de otros tiempos.


Bowe consigue una de las recepciones de la temporada. Los Kansas City Chiefs ya tienen mejor pinta. Remontaron en Indianápolis un partido que parecía que tenían perdido tras remontar 17 puntos de desventaja con un excelente Sam Matt Cassel y un espectacular Dwayne Bowe. Esta recepción no estuvo mal.


El traspaso de Jon Gruden (lo regulero)

Al Davis traspasó a Jon Gruden a los Tampa Bay Buccaneers a cambio de mucho. Un precio que parecía exorbitante: las primeras rondas de los Bucs de 2002 y 2003, las segundas rondas de 2002 y 2004 y 8 millones de dólares. Buen negocio para Oakland, en principio, que además enviaba a su antiguo head coach a un equipo de otra conferencia, por lo que su enfrentamiento era improbable. Mirad este Monday morning quarterback de enero de 2003, en el que Peter King analiza el traspaso. Concluía que Oakland salía ganando, pero que el precio pagado por Tampa no era excesivo. Ese artículo se escribió en la semana previa a la Super Bowl que enfrentó a Gruden contra su antiguo equipo. Ya es casualidad. En esa Super Bowl, la última a la que han llegado los Raiders y la única de los Bucs, Tampa Bay aplastó a Oakland.
Victor Cruz. No hay semana que no hablemos de él. Cruz estaba completando otro partido excepcional, con recepciones inverosímiles para un total de 161 yardas de pase y este touchdown tan espectacular, afortunado y salsero:


Pero llegado el momento en el que se decidía el partido, Cruz cometió un error que acabó con las opciones de los Giants. New York se había plantado en la 9 de Seattle en 1.ª y goal. Manning lanza un pase a Cruz, que estaba en triple (casi cuádruple) cobertura. El pase era demasiado bajo y fuerte, y un tanto alejado del receptor, que intenta recibir a una mano. La especialidad de Cruz. Pero esta vez no le fue bien. El principal culpable del desastre es Manning por lanzar ese pase a un lugar tan arriesgado en una situación todavía no desesperada (era la primera de las cuatro oportunidades que tenían los Giants para anotar). Y si Cruz no toca el balón, también habría sido interceptado. Pero la manía de usar una de sus manos de adorno acaba pasándole factura. Con dos defensive backs en sus narices, mantiene vivo el balón hasta que Brandon Browner decide aprovechar el favor. Sí, creo que esta jugada empaña otro gran partido de Cruz. Con ella, los Seahawks sellaban su sorprendente victoria.


Michael Vick. El domingo vimos las dos caras del quarterback de los Eagles. Por un lado, consiguió más de 400 yardas totales: 315 de pase (con 2 touchdowns) y 90 de carrera. Vick batió el récord de yardas de carrera de un quarterback. Ya es el que más ha avanzado por tierra en toda la historia de la NFL. Supera a Randall Cunningham, antiguo jugador de Eagles y Vikings, sobre el que hace unos días Raúl C. Cancio Fernández publicaba un artículo en Zona Roja que nadie se debe perder. Ese es el lado bueno. Importante, sí. Pero quizá no tanto como para compensar las cagadas. Y es que Vick lanzó 4 intercepciones, que resultaron decisivas para el nuevo fracaso de su equipo. Especialmente graves el pick-six del segundo cuarto y la intercepción en el último drive de los Eagles cuando Philadelphia atacaba para empatar el partido.


Vick no es el máximo responsable de la derrota, porque aunque haya cometido errores graves también fue el principal causante de que los Eagles mantuviesen sus opciones. Por eso está en la sección dedicada a lo regulero, mientras que su nightmare team ocupa un lugar entre lo peor.

Curtis Painter. Con este tío me he equivocado casi tanto como con Cam Newton. Está jugando mucho mejor de lo que esperaba, aunque sus equipos están rindiendo como esperaba con ellos al mando. Obviamente, no por su culpa. 15/27, 277 yardas, 2 touchdowns y ninguna intercepción. Cuando tiene tiempo y cierta tranquilidad para lanzar, este quarterback no es tan malo. Es un quarterback.

Disparidad de criterio arbitral. Esto son ideas claras, sí señor. Un pequeño homenaje a las típicas escenas de comedia sin gracia, que cuando se dan en la vida real sí la tienen.


La década desastrosa (lo peor)

No es exactamente una década, sino 7 años, pero el título queda mejor así. Los últimos años de Davis como gestor de los Raiders fueron los peores. Se caracterizan por pésimas elecciones en el draft, cambios constantes en el equipo técnico y pago de salarios récord a jugadores que no rendían para tanto. El nombre que resume este desastre es JaMarcus Russell, uno de los mayores estafadores que ha jugado en la NFL. El número 1 del draft de 2007.


Tampa Bay Buccaneers. Desde aquella derrota contra los Steelers a principios de la temporada pasada, nunca habíamos visto a los jóvenes Bucs de Raheem Morris perder de manera tan contundente. Nunca con Morris como head coach. Josh Freeman desconocido, cometiendo errores a los que no nos tenía acostumbrados, un equipo indisciplinado y desquiciado cometiendo penalizaciones constantes por la frustación de la abultada derrota y, para cerrar el círculo vicioso, la lesión de Gerald McCoy. Parece que la lesión es leve, y por el bien de los Bucs esperemos que así sea. La semana que viene Tampa se enfrenta en su estadio a los Saints en un partido muy importante para volver a reengancharse al liderato de la NFC Sur.

Nightmare teams. Sé que soy poco original, pero es lo que hay. Los dream teams, equipos de ensueño, ya son conocidos como nightmare teams, equipos de pesadilla. Creo que ninguno de los dos motes es adecuado para describirlos. Ni antes parecían imbatibles ni ahora son tal desastre. Sí, su margen de error es casi nulo, pero están  a tiempo. A los Eagles se les apareció la Virgen con la derrota de los Giants. Tres derrotas de diferencia, incluyendo una derrota frente a los propios Giants, habría sido demasiado. Tienen suerte de seguir a dos victorias de ellos y de los Redskins, con dos partidos pendientes de disputar tanto frente a ellos como frente a los Cowboys. Necesitan mejorar en casi todos los aspectos del juego: protección de la línea ofensiva, pérdidas de balón en ataque, drops de sus receptores, errores en placajes, field goals fallados, falta de solidez de los linebackers, defensa de la carrera, penalizaciones, gestión del reloj... Un panorama deprimente, pero por suerte para ellos son el equipo con más talento de su división.

En cuanto a los Falcons, los más oportunistas ya han aprovechado el primer mal partido de Julio Jones para decir que pronto comienza su camino para que sea considerada como la peor decisión de un draft de la historia. Es lo que dice Kerry J. Byrne, de Cold, hard football facts, en su Twitter. Una estupidez, por mucho que puede que la decisión de Atlanta renunciando a todo por este recepción no haya sido la mejor. Julio Jones tiene pinta de receptor de elite, y aunque en su partido más importante hasta la fecha se haya quedado en solamente una recepción para 16 yardas. No es para alarmarse que su receptor novato haya tenido un mal partido. Lo anormal es que siempre supere las 100 yardas de recepción. Lo más preocupante es la mediocre producción ofensiva (un ataque que se suponía imparable ocupa el 21.º lugar de la NFL en puntos anotados) y la inconsistencia de su defensa (27.ª en yardas permitidas). Otros con escaso margen de error.

El ataque aéreo de Arizona no funciona con Kolb al mando. Tras un buen inicio de temporada, Kevin Kolb ha ido empeorando progresivamente su rendimiento hasta el desastre de este domingo en Minnesota. Aunque sé que a muchos no les gusta juzgar a un pasador por su rating, creo que este caso sirve para mostrar que Kolb va a peor. Esta es su evolución, desde la primera jornada a la quinta: 130,0, 92,5, 69,6, 67,9 y 46,9. Ni terminó el partido en Minnesota. Sin lesión que lo justificase, Kevin Kolb dejó su lugar a Richard Bartel, que tuvo tiempo suficiente para superar el rating de Kolb al lanzar una intercepción en uno de los 6 pases que intentó.

¿Por qué los receptores cobran menos y nunca son MVP? Porque dependen de su quarterback. Larry Fitzgerald, el wide receiver mejor pagado de la historia de la NFL, que cobra más que su quarterback, poco puede hacer si no se la ponen. Ayer se quedó en 66 yardas, escasas para la calidad de ese receptor. Es que se la tienen que poner.

Kyle Orton. Que se dé por jodido. Por bien jodido. Él y Brady Quinn, el supuesto segundo quarterback de los Broncos. La maquinaria mediática ya está a pleno rendimiento. Con la afición volcada con Tebow, muy valiente tiene que ser John Fox para que el mesiánico quarterback deje de ser titular. Su titularidad la próxima semana ya está confirmada. Una decisión que me parece poco justa, porque creo que Orton sigue siendo mejor quarterback que Tim Tebow. A pesar del pésimo partido que completó frente a los Chargers (6/13, 34 paupérrimas yardas y 1 intercepción). Esto no quita que Fox deba tener preparadas unas cuantas jugadas para Tebow, un jugador peligrosísimo en la red zone por su capacidad para correr con el balón. Esta es la formación wildcat de los Broncos:


Por desgracia, las opiniones sobre Tim Tebow siempre se ven condicionadas por factores político-religiosos. Lo que no termino de entender, por cierto. Porque en la NFL abundan los jugadores que antes de responder a cualquier pregunta dan las gracias a Jesucristo. Por ejemplo, Kurt Warner. Pero al evaluar a Kurt Warner, nadie aludía a cuestiones religiosas. Sin embargo, si se critica a Tebow, sus fans dicen que es por su militancia religiosa. Eso, a su vez, hace parecer que esa militancia proTebow está contaminada por factores extradeportivos. Un sinsentido. Sobre este tema, recomiendo este artículo que publicaba Rick Reilly en agosto. Personalmente, creo que Tebow es un arma muy valiosa si no se abusa de ella: conviene usarla con precaución. No usarla es absurdo, pero confiarle la dirección del ataque de Denver me parece temerario.

AFC Sur. Pleno de derrotas de los equipos de esta división. 0-4. A pesar de que tres de sus cuatro equipos jugaba en casa, ninguno de ellos fue capaz de conseguir la victoria. Buena jornada para los Titans, único equipo que jugaba fuera y que nunca tuvo opciones de ganar el partido. Los otros tres tuvieron el partido de cara, pero acabaron cayendo en el último cuarto. Además, los grandes rivales de Tennessee por el título de división, los Houston Texans, pierden a Mario Williams para lo que resta de temporada. Una baja que puede ser devastadora para la defensa de los Texans. Este linebacker había conseguido 10 de los 21 sacks de Houston desde 2010, en jugadas sin blitz (es decir, en las que cuatro o menos jugadores van a por el quarterback). Los Texans perdían la pasada semana a su estrella ofensiva, Andre Johnson, por un periodo indeterminado. Esta semana pierden definitivamente a su líder defensivo. Contra unos Colts sin Manning, unos Titans con un Chris Johnson decepcionante y un quarterback supuestamente de vuelta de todo, y unos Jaguars sin Garrard y con poco criterio, parecía que solo una hecatombe podría impedir el acceso, por primera vez en su historia, de los Texans a playoffs. Pues ya no está tan claro. Lo que también puede suceder es que la AFC Sur tome el relevo a la NFC Oeste como la división más barata de la NFL.

6 comentarios:

  1. Coño el articulo es igual que Digital+, se olvida del Patriots - Jets

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  2. Joder, 4 semanas seguidas echando por Digital+ a los Patriots y ¿te quejas de que no lo pusieran esta semana? Flipo.

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  3. Excelente tu articulo un muy buen resumen de la semana, gracias!

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  4. Muchísimas gracias por tu generosa cita. Y absolutamente de acuerdo contigo; podrá ser ya el mejor QB corredor de la historia, pero ello no compensa su insoportable irregularidad. Un abrazo y felicidades por tu ya imprescindible resumen semanal.

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  5. Vaya, los drafts no volverán a ser lo mismo, snif snif. Ah bueno, wait a minute, ¡que Josh McDaniels todavía está en la NFL!
    Todavía nos queda diversión para rato :-)

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  6. Por cierto, sobre la renovación de James Jones con GB, yo lo veo totalmente claro por la parte del jugador. Nadie mejor que los jugadores sabe que tal está el equipo, y que nivel tiene, y si ve un grupo con posibilidades para el futuro, igual prefiere quedarse en GB para estar cerca de ganar anillos o incluso ganarlos, que irse a otro equipo con un piernas de QB y a comerse la mierda año tras año siendo el WR número 1... Cuando las cosas funcionan en un equipo suelen funcionar todas, ¿O acaso alguien quiere irse del Barça de hoy en día?

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