Estos días abundan las previas, pronósticos y augurios sobre la Super Bowl, por lo que no estaba seguro de si tenía sentido hacer otra en este blog. Sé menos de fútbol americano que todos los analistas que andan por ahí emitiendo sus pronósticos, pero como en español no hay tantas (o, mejor dicho, tantísimas) previas, he pensado que quizá sí tiene algo de sentido que dé mi punto de vista de lo que se avecina. Intentaré aplacar mis nervios, que ante la inminencia del Gran Evento empiezan a llegar a niveles insoportables, y hacer una previa lo más racional posible. De todos modos, en el fondo, todas las previas tienen bastante de absurdo.
Son absurdas porque, por mucho que queramos predecir, no tenemos ni idea de qué va a pasar. Como escribía allá por septiembre en Illegal Return, el blog de Jordi, uno de los principales atractivos del deporte, o mejor dicho, de "ver deportes" consiste en que es el único espectáculo cuyo desarrollo y desenlace nadie conoce (ya, existe el teatro improvisado, las improvisaciones musicales, y quién sabe qué mas, pero no es comparable porque la improvisación no forma parte de la esencia ni del teatro ni de la música). La incertidumbre, la emoción, ni sus propios protagonistas saben qué va a suceder.
En algunos deportes el desenlace es tan previsible que la incertidumbre queda bastante desvirtuada. Eso va en perjuicio del propio acontecimiento deportivo, que pierde uno de sus atractivos esenciales: la emoción. El deporte se desnaturaliza. Esto no sucede en el fútbol americano. Los Packers eran favoritos para llegar al partido en agosto, pero casi nadie habría apostado por ellos a finales de diciembre. En cuanto a los Steelers, basta con recordar la que le cayó a Peter King cuando predijo en agosto que la final sería Pittsburgh-Green Bay. El ciberpueblo se le echó encima, e incluso se dudaba de su salud mental.
Tampoco resulta mucho más sencillo predecir únicamente el resultado del partido. Basta con recordar que dos de las Super Bowls teóricamente más desniveladas de la historia acabaron con victoria de la cenicienta. Me refiero a la Super Bowl III, que ganan los Jets de Joe Namath a los Baltimore Colts, y a la Super Bowl que ganan los Giants de Eli, Tyree y Plaxico a los invencibles, hasta entonces, New England Patriots. La NFL, el reino de lo desconocido. Y este año estamos ante, teóricamente, una de las Super Bowls más igualadas de la historia. Preveamos, pues.
2.- La música
Todos somos conscientes de que este es el momento de la temporada. The Time of the season. Mítica canción de los Zombies.
3.- Planteamiento: los tres escenarios
Creo que la forma más correcta de analizar lo que puede pasar es pensar en lo que va a pasar. Os parecerá una obviedad esto que escribo, pero cada vez que me meto en las webs de los principales medios estadounidenses (y en la de los no tan principales), o cuando veo NFL Network (precisamente mientras escribo esto), uno de los principales temas de conversación es el duelo entre Aaron Rodgers y Ben Roethlisberger. Que si Big Ben, porque tiene la experiencia, ya ganó dos anillos, que si Rodgers porque está en racha, y patatín y patatán. Rodgers o Big Ben, esa parece ser la cuestión.
Pues me temo que Rodgers y Roethlisberger no se enfrentarán este domingo. Discusión teórica interesante, sí, para vender el partido no está mal, pero que de poco sirve para analizar lo que sucederá. Lo que tendremos que ver es cómo atacará Green Bay frente a la defensa de Pittsburgh y qué puede hacer el ataque de los Steelers frente a la defensa de los Packers. Esos son los enfrentamientos clave. Eso, y las situaciones de equipos especiales.
Por ese motivo, dividiré el análisis en tres escenarios: el que se dará cuando ataque Pittsburgh, el que se dará cuando ataque Green Bay y el que veremos cuando los special teams salgan al campo. Es decir, lo que va a suceder este domingo.
Una vez más, tened en cuenta que soy de los Packers. Eso, supongo, vicia algo el análisis, como ya comenté antes de la final de la NFC.
4.- Cuando atacan los Steelers: defensa de Green Bay vs. ataque de Pittsburgh
He incluido vs., abreviatura de versus a pesar de que, en contra de lo que seguramente creeréis, y yo hasta hace poco creía, versus no significa contra, sino que significaba hacia en latín. Como la Nueva gramática no tiene versión online y paso de copiar lo que dice "manualmente", que lleva tiempo, os copio lo que dice el Panhispánico de dudas, una obra anterior:
Versus. Esta preposición, que en latín significaba ‘hacia’, adquirió en el lenguaje jurídico inglés, ya en el siglo xv, el valor de ‘contra’, y con este sentido se usa frecuentemente en el español de hoy: «Kaspárov ‘versus’ Deep Blue: ¿quién ganará la partida?» (País [Esp.] 21.5.97); «Odiosas dicotomías: habla popular versus lengua de cultura, lenguas primitivas versus lenguas avanzadas» (Ninyoles Idiomas [Esp. 1977]). Aparece a menudo en la forma abreviada vs.: «Para hoy se prevé igualmente la confirmación de los escenarios de los partidos Colegiales vs. Olimpia y San Lorenzo vs. Guaraní» (Abc [Par.] 7.11.00). Aunque no es censurable su empleo —pues palabras españolas como adversario, procedentes en latín de la misma raíz que versus, presentan el rasgo semántico de confrontación—, se recomienda sustituir este latinismo anglicado por la preposición española contra o por la locución preposicional frente a.
Desoiré los consejos académicos, me quedo con vs.
Duelo de pesos pesados. En todos los sentidos. Una gran defensa plagada de tipos obesos (pero en forma) contra un buen ataque con un peso por encima del habitual. Por partes:
Carrera. para mí, uno de los factores más importantes del partido. La principal baza de los Steelers para ganar debería ser Rashard Mendenhall. La defensa de Green Bay, sobre todo su front seven, termina bastante cansada los partidos. Se ha visto a lo largo de toda la temporada y en playoffs. En el último cuarto se vuelve muy vulnerable. Las imágenes de los defensores de Green Bay, exhaustos, con la lengua fuera, es habitual en finales de partido. Eso, en parte, explica por qué se les dan tan mal a los Packers los finales igualados. Para lograr que la defensa de Green Bay termine baldada, el ataque de Pittsburgh tiene que conseguir que los defensores de los Packers estén mucho tiempo en el campo. Necesitan drives largos y muchas, muchas carreras. Miedo me da.
Con todo, la defensa de Green Bay ha mejorado bastante a la hora de parar la carrera rival en playoffs. Durante la temporada regular fue la 24.ª en defensa contra la carrera, pero en postemporada ni LeSean McCoy ni Michael Turner ni Matt Forté provocaron daños graves. Pero también hay que tener en cuenta que en esos tres partidos los Packers ya iban ganando en el tercer cuarto por más de un touchdown de ventaja, lo que obliga a los rivales a darse prisa y a arriesgar. A pasar.
El éxito de la defensa de Green Bay frente a la carrera pasa por que los híper gordos (Raji, Jenkins, Pickett, Green) colapsen el pocket, tapen huecos y permitan a los linebackers apoyar los placajes. A.J. Hawk será muy importante en estas funciones.
¿Cambiarán mucho las cosas en funcíón de que Pouncey esté o no? No deberían. Pouncey, si está, estará muy mermado. Es una baja importante para la linea ofensiva de los Steelers, pero, por lo menos la semana pasada frente a los Jets, no se notó demasiado. [EDITADO: Pouncey está definitivamente descartado para el domingo]. La defensa de los Packers debería acceder al backfield contrario con relativa facilidad, pero eso no garantiza el éxito frente a Mendenhall, un corredor especializado en conseguir muchas yardas tras contacto.
¿Qué pasa si los Steelers cobran una ventaja importante y recurren a la carrera? No lo sabemos, ya que los Packers no han ido perdiendo por más de 7 puntos en toda la temporada. Algo que no sucedía desde 1962. Si sucede, preveo problemas.
Pase: la temporada pasada los Steelers consiguieron más de 500 yardas de pase frente a Green Bay. Entonces Jarret Bush era el nickelback de los Packers, cosa que por fortuna no sucede ahora. Ahora está un jugador mucho más fiable, Sam Shields. Green Bay tiene, probablemente, la mejor secundaria de la NFL. Charles Woodson, Nick Collins y Tramon Williams están rindiendo a nivel estelar. Charlie Peprah, Sam Shields (héroe en Chicago) y Atari Bigby son jugadores fiables. Precisamente, la fiabilidad de Woodson y Shields en las coberturas al hombre uno contra uno permite a Woodson ir a por el quarterback con relativa confianza. Ojo con los blitzes de Charles Woodson.
Otra diferencia con respecto a la temporada pasada es que ya no está Santonio Holmes.
Se está hablando mucho de lo difícil que es tirar al gordo de Big Ben al suelo, de su facilidad para extender las jugadas tras contacto y lo peligroso que resulta fuera del pocket. Todo esto es cierto, pero creo que los Packers cuentan con buenos placadores (Clay Matthews, Woodson) que ya están sobre aviso.
Por último, los Steelers tienen otra arma importante en su tight end, Heath Miller. Peligroso receptor. También los Eagles (Brent Celek), los Falcons (Tony Gonzalez) y los Bears (Greg Olsen, héroe ante Seattle) contaban con tight ends peligrosos que la defensa de Green Bay supo anular. Si también lo consiguen este domingo, y creo que pueden hacerlo, tendrán mucho ganado.
Situaciones similares. ¿Enfrentamientos parecidos esta temporada? Seguramente no los haya habido. La mejor defensa a la que se han enfrentado los Steelers es la de los Ravens, pero sus características son algo diferentes a la de Green Bay, ya que su punto más vulnerable era el pase. La de los Jets era otra muy buena defensa, también 3-4 pero especializada en contener la carrera. Cosa que no consiguieron, porque Mendenhall hizo el partido de su vida.
Creo que el ataque de los Steelers va a cometer alguna pérdida de balón. Cometió más de una contra los Jets y contra los Ravens. La defensa de Green Bay ha recuperado balones en todos sus partidos de playoffs. Creo que en este también lo hará. En definitiva, que confío en la defensa de Green Bay en este duelo particular. Dicho esto, si Mendenhall corre, puede sufrir mucho. Gordos verdes, comeos a los blancos.
5.- Cuando atacan los Packers: defensa de Pittsburgh vs. ataque de Green Bay
Carrera. Seguramente muchos, entre los que me incluyo, tendréis la sensación de que el juego de carrera de Green Bay ha resurgido, o surgido, durante estos playoffs. Las estadísticas indican otra cosa. 3,7 yardas por intento de carrera en playoffs, 3,8 en regular season. Las yardas por intento de carrera son prácticamente las mismas en temporada regular, la era Brandon Jackson, que en playoffs, la era James Starks. Incluso ha empeorado ligeramente el registro. Sin embargo, sí es verdad que James Starks ha rendido a un nivel lo suficientemente fiable para darle muchas oportunidades. Por ahora, no ha cometido ni un solo fumble (en justicia habría que decir que Jackson tampoco los comete normalmente), y es un tío que atrae la atención de los defensores.
En los Packers la carrera no es un fin, los tiempos de run to daylight han pasado hace mucho; la carrera es un medio para abrir espacios para el pase y para que las jugadas de play action (fintas de carrera) resulten creíbles para las defensas rivales. Hay que hacer jugadas de carrera porque sí, no para ganar yardas. La principal diferencia entre temporada regular y postemporada es el número de intentos de carrera, no el éxito de esos intentos. 26,3 intentos de carrera por partido en temporada regular, 31,6 en postemporada. Últimamente se corre más, y eso beneficia al pase. Quizá el número esté un poco inflado por el abuso de las carreras en Atlanta, pero más allá de esos números, Starks da miedo. Por lo menos un poquito.
Los Packers, cuya fortaleza no es la carrera, pero que cuentan con una línea ofensiva que pone muy buenos bloqueos para correr, no se han enfrentado hasta ahora a una defensa tan temible frente a la carrera. Los Steelers lideran la NFL no solo en puntos permitidos, sino también en yardas de carrera permitidas: 62,8 por partido.
Espero pocas yardas de carrera de Starks. Ante la Steel Curtain ni los mejores corren. Pero los Packers necesitan que consiga algo. Un poquito, un mínimo, para abrir el juego de pase. En cualquier caso, lo principal, lo más importante, es que no se pierdan balones. Take care of the football. Como aficionado de Green Bay, casi me conformo con eso.
La batalla de las trincheras. Meto esto a medio camino entre el apartado dedicado a la carrera de Green Bay y el dedicado al pase. La clave del partido, cuando el ataque de los Packers esté en cancha, será la batalla de las trincheras. La lucha entre la línea ofensiva de Green Bay y los defensores de la Steel Curtain que pretendan derribarla. Y tiemblo. Este será, con diferencia, el mayor desafío para los Clifton, Colledge, Wells, Sitton, Bulaga y Lang. Hasta ahora no se han enfrentado a pass rushers tan temibles como los de los Steelers. ¿Quién va a parar a ese peligro público llamado James Harrison? No te puedes centrar en él, porque luego viene el de la barba, Keisel, o cualquiera de los otros tres linebackers, Woodley, Farrior y Timmons.
La vía de agua, de bulagua, puede ser el novato Bryan Bulaga. El offensive lineman seleccionado con la primera elección de los Packers en el pasado draft está todavía muy verde. Su temporada no ha sido desastrosa, ni mucho menos, pero sí ha sido el jugador más flojo de la línea ofensiva de Green Bay. El que en alguna ocasión se equivoca de bloqueo. Y el que comete más salidas falsas. Muchas por los nervios, el temor ante las bestias que se le vienen encima. Ningunas despiertan más temores que las de la Steel Curtain.
No descartemos ver a B.J. Raji en ataque más de una vez, en tareas de fullback, para abrir huecos, en más de una ocasión en la que los Packers necesiten un par de yardas. El gordito, the freezer, puede ser de mucha ayuda en la batalla de las trincheras.
Pase: Decir pase es tanto como decir ataque en Green Bay. Uno de los mejores quarterbacks de la liga, casi imparable cuando está en racha, con el mejor equipo de receptores de la NFL. Con todo el crédito que se le da a Rodgers, que se lo merece, no debemos olvidar lo bien que lo están haciendo sus receptores. Siempre que no se les cae el balón de las manos (que de vez en cuando les pasa), se convierten en un auténtico peligro público. Ese equipo de receptores consigue una barbaridad de yardas tras recibir el balón. La secundaria de los Steelers no solo debe preocuparse de que no reciba, sino que cuando reciban, tienen un duro trabajo para conseguir placarlos. Gregg Jennings, Donald Driver, James Jones y Jordy Nelson. Vaya cuatro. Cualquiera de ellos puede romper el partido con un big play. Todos han conseguido big plays memorables esta temporada. El que más me preocupa es Driver, que no se ha entrenado este jueves ni el viernes por una lesión de cuádriceps. Dice McCarthy que estará casi seguro, pero a ver cómo. Frente a una defensa tan física como la de los Steelers, con heavy hitters como Ryan Clark o el propio Harrison, más vale estar al 100%.
Si la carrera no funciona, si el backfield de Green Bay se ve invadido por defensores de los Steelers, veremos muchas formaciones plagadas de receptores. Ningún equipo utiliza tanto ni tan bien las formaciones con 5 receptores o 4 receptores y 1 tight end como los Packers. Pero ojo con la defensa de Pittsburgh. La defensa de los Steelers provoca el segundo peor quarterback rating (69,1) cuando los ataques rivales alinean a 3 o más receptores. Los Packers los alinean en el 75% de los snaps ofensivos, y Rodgers completa el 65,3% de los pases, ha conseguido 25 touchdowns de pase y concedido 9 intercepciones con esas formaciones.
Contra Rodgers, ¿es mejor dejar a muchos jugadores en cobertura, o enviar a defensores adicionales a por él? Pues no está claro. Es bueno en cualquier caso, pero cuando más sufre, como casi todos los quarterbacks, es cuando se le confunde, cuando se le desconcierta. Los Jets lo hicieron con Brady. Seguro que LeBeau prepara formaciones raras, movimientos previos a cada snap, para que Rodgers se coma el coco y se desconcierte. Todo un desafío.
El ataque de Green Bay se enfrenta, además, a un animal desconocido, que atemoriza a rivales esté o no en plena forma. Sabéis de qué hablo:
Por cierto, prepararía bien a Matt Flynn de cara al partido. Flynn, para quien no le suene mucho, es el quarterback suplente de los Packers. No me extrañaría nada que los Steelers sacrificasen 15 yardas para dejar fuera de combate a Rodgers. 15 yardas es la penalización por un golpe ilegal al QB. No tengo dudas de que Harrison y cía. intentarán emular a Peppers. A los Bears les dio resultado, en la final de la NFC desde el helmet-to-helmet hit Rodgers no dio pie con bola (mejor dicho, los balones que lanzó no dieron con mano). ¿Os imagináis que, después de Favre, Flynn es el quarterback que lidera la vuelta del Lombardi a casa?
6.- Equipos especiales
Aquí no voy a hacer un análisis separado de las diferentes situaciones de equipos especiales (field goals, punts y kickoffs de cada equipo). Los kickers y punters no tienen excusa. Jugarán en condiciones óptimas. Quizá los punters no tanto, porque el mastodóntico marcador de alta definición que preside el Cowboys Stadium está a una altura a la que puede llegar un punt. No creo que el Jumbotron sea un factor importante, en cualquier caso.
Los equipos especiales de Green Bay llevan una temporada muy irregular. Alternan excelentes actuaciones (por ejemplo, en la final de la NFC) con otras regulares (por ejemplo, con el touchdown de 102 yardas de retorno de Eric Weems en Atlanta). Pittsburgh cuenta con retornadores peligrosos, por lo que preveo al menos un big play de los Steelers en jugadas de retorno. Cuando retorne Green Bay, lo mejor que puede pasar es que el retornador no cometa ningún muff o fumble, porque desde que decidieron apartar a Jordy Nelson de las labores de retorno (porque tenía un serio problema de fumbling) a los retornadores de Green Bay les cuesta conseguir más de un par de yardas.
Sobre los kickers, Mason Crosby no me da demasiada confianza. En dos de los tres partidos de playoffs (Philadelphia y Chicago) no intentó ni un solo field goal. En Atlanta, 1/2. Prácticamente inédito. Los Steelers llegan a la Super Bowl con un kicker que sustituye al mítico Jeff Reed. Saun Suisham llegó a mitad de temporada y por ahora apenas ha fallado.
Les dedico pocas líneas y parece que les doy poca importancia, pero que a nadie le extrañe que, si el partido está igualado, se decida por un field goal fallado o por la ventaja posicional (trabajo de los punters).
7.- Técnicos
Los dos equipos cuentan con gurús de la estrategia defensiva y con head coaches (y coordinadores ofensivos) no tan halagados. La clave del éxito táctico de estas dos franquicias ha estado en sus respectivos coordinadores defensivos, Dick LeBeau y Dom Capers. Creo que ambos equipos han llegado al Partido gracias a sus defensas. La de Green Bay no ha fallado ni una sola vez esta temporada. En el partido en que más puntos encajan los Packers, en New England, 14 de ellos se deben a cagadas del ataque o de los equipos especiales. Precisamente contra New England, por única vez, la Steel Curtain se vio claramente superada. Seguro que los entrenadores de los Packers han revisado detenidamente el vídeo de ese partido.
En el deporte más parecido al ajedrez, la importancia de los técnicos es crucial. La ejecución e improvisación son importantes, pero en ningún otro deporte es tan relevante la estrategia. Aquí los maestros no son los jefes, McCarthy y Tomlin, sino los que deciden las jugadas defensivas. El caso es que, además, los sistemas son bastante parecidos. Capers y LeBeau comparten orígenes, beben de las mismas fuentes. Defensas con 3 defensive linemen y 4 linebackers, querencia por el zone blitz (cuya importancia ha quedado muy amplificada en los medios, y seguramente exagerada, por el pick-six de Raji en la final de la AFC).
Tanto se conocen LeBeau y Capers, que los dos coordinadores defensivos jugarán también un papel importante en el ataque de sus equipos. No dudéis que los responsables de la ofensiva han pedido ayuda a los coordinadores defensivos para saber cómo se ataca ese sistema defensivo tan efectivo.
¿Capers o LeBeau? Pues quizá el segundo, pero solo porque el primero, como su jefe McCarthy, se hace un poco de caquita en los últimos cuartos de partido. Sacamos la prevent, la defensa más conservadora, centrada en impedir big plays, y a rezar. Con una táctica más agresiva, quizá los Packers se presentarían en Arlington sin haber perdido ni un solo partido. Seguramente estoy exagerando, pero me da la sensación de que McCarthy y su equipo no aprende de los errores.
La debilidad estratégica de los Steelers creo que está en el ataque. Me parece que Mike Tomlin y Bruce Arians (uno de los personajes más odiados por algunos aficionados de los Steelers, como sabréis si escucháis el podcast de Football Speech) desaprovechan el enorme talento de Rashard Mendenhall. Demasiados intentos de pase, demasiadas bombas a ver qué pasa hacia Mike Wallace (que es un gran jugador, pero a veces se pasan), pocas oportunidades para Mendenhall. Supongo que en la final de la AFC se habrán dado cuenta de ello. A saber.
Por cierto, no me sorprendería ver algún onside kick o jugadas de fake en field goals o punts. La Super Bowl es un escaparate muy goloso para intentar una genialidad estratégica, y después del éxito de los Saints la temporada pasada con el onside kick al principio del tercer cuarto (y los halagos mediáticos correspondientes), seguro que vemos alguna idea de bombero. Tomlin ya intentó un onside kick en el enfrentamiento entre Packers y Steelers de la temporada pasada.
8.- Otros temas: el partido de la temporada pasada, la experiencia, el dome y la simulación del Madden
El partido de la temporada pasada. Muchas cosas han cambiado en ambos equipos desde la temporada pasada. Varios jugadores importantes no estarán, pero otros también importantes sí lo harán. En el primer grupo, Santonio Holmes, Jermichael Finley o Ryan Grant. En el segundo, Troy Polamalu o Sam Shields (quien, sin ser una estrella, mejora ostensiblemente el rendimiento de Jarret Bush). Las condiciones de juego también serán totalmente diferentes, pero esto ya lo comentaremos en el apartado dedicado al dome. ¿Sirve de referencia? Muy limitada. Dos partidos entre los mismos equipos no suelen parecerse ni durante la misma temporada, menos aún una temporada después y con diferentes protagonistas. Recordemos lo diferente que fue el Patriots-Jets en el que los de New England aplastaban a los de Rex Ryan por 45-3 del de la ronda divisional. Los equipos aprenden, la batalla estratégica es esencial.
Eso sí, sirve para añadir ingredientes a la partida de ajedrez. Comentaba Easterbrook en su último TMQ que en aquel partido los Steelers frieron a los Packers a base de pases a receptores que completaban rutas profundas pegadas a la banda (deep sideline routes). Por tanto, decía Easterbrook, los Packers esta vez se centrarán en cubrir esas rutas. Los Packers esperarán que los Steelers intenten explotar el centro del campo para sorprenderles. Pero, a su vez, los Steelers pensarán que los Packers piensan que como en su anterior choque tuvieron tantos problemas en cubrir las bandas y los Steelers lanzarán al centro, cubrirán más el centro que la banda. Para sorprender, pues, lanzarán hacia las bandas. Psicología inversa. Del mismo modo, Rodgers se forró a pases delante de los safeties de los Steelers, por lo que los Steelers esperarán...
La experiencia. O dicho de otro modo, been there, done that. Mucho se comenta sobre la ventaja que tienen los Steelers porque la mayoría de su plantilla ha disputado ya dos Super Bowls (y las ha ganado). Para casi todos los jugadores de los Packers, este sería su primer anillo (John Kuhn tiene un anillo, pero como miembro del equipo de entrenamiento --ni siquiera de la plantilla-- de los Steelers de 2005), y también para casi todos es la primera Super Bowl que disputarán (creo que Charles Woodson va a por su segunda oportunidad, los demás están ante la primera). ¿Hasta qué punto esto supone una ventaja tan grande? No creo que demasiado. Una pequeña ventaja, sin duda. Sobre todo durante las dos semanas previas al partido, como decía Mike McCarthy, en las que los Steelers saben qué pueden hacer (beber, ir a clubes de striptease, etc.) y qué no. Pero nada ni mucho menos definitivo. Pocos equipos tenían más experiencia que los perfectos Patriots de 2007, y perdieron contra un equipo que carecía de ella, los Giants (equipo que, como los Packers, jugó todos los playoffs fuera de su estadio).
Don Banks, dentro de sus cinco razones que harán que los Packers se lleven la Super Bowl, habla de que el equipo con quarterback novato en Super Bowl ha ganado 6 de las últimas 9 Super Bowls: Brady en 2001, Brad Johnson en 2002, Roethlisberger en 2005, Peyton Manning en 2006, Eli Manning en 2007 y Drew Brees en 2009.
Finalmente, hay un factor también importante y que suele ser inversamente proporcional a la experiencia o, más bien, al éxito en este tipo de eventos: el hambre. We want it more than they do. Rick Reilly publicaba un artículo espectacular esta semana en la ESPN. Espectacular para los seguidores de los Packers, claro. Empieza con estas frases: You root for the Green Bay Packers in this Super Bowl because Steelers fans want their team to win but Packers fans need their team to win. They need it like air. Animas a los Green Bay Packers en esta Super Bowl porque los aficionados de los Steelers quieren que su equipo gane, pero los aficionados de los Packers necesitan que su equipo gane. Lo necesitan como el aire. Lo mismo debería decirse de los jugadores. Tanto jóvenes como sobre todo veteranos saldrán a comerse a los Steelers.
El dome. El Cowboys Stadium tiene techo retráctil. El domingo estará tapado. El tiempo en Dallas está siendo duro. Fuertes nevadas que mientras escribo estas líneas han provocado el cierre de su aeropuerto. Claro, ningún aficionado de los Packers quiere perderse el evento. Ni siquiera el tiempo. Ya les han dicho a los fans de Green Bay en Dallas que en cuanto termine el partido se lleven su tiempo de vuelta a Wisconsin.
El caso es que la Super Bowl se disputará en condiciones óptimas para la práctica del football. Dicen que esto beneficia a los Packers, que cuentan con dome-field advantage (juego de palabras con home-field advantage, ventaja por jugar en casa). Se comenta que el ataque de los Packers, el juego de pase, se vuelve mucho más peligroso en un dome. El viento, la lluvia o la nieve no molesta al pasador, y la superficie de juego es más rápida, lo que favorece a los veloces receptores de los Packers y a su quarterback, que puede llevar el calzado que le resulta más cómodo.
Hay datos que apoyan esta creencia. Durante su carrera profesional, Rodgers completa el 66,8% de sus pases, promedia 8,62 yardas por intento de pase, 265 yardas por partido y 1,8 pases de touchdown cuando juega en un estadio cubierto. La mayor diferencia está en las intercepciones: solo 5 en 10 partidos en domes. Cuando juega a descubierto, Rodgers promedia un 3% menos de pases completados, casi 1 yarda por intento de pase menos, y 27 intercepciones en 44 partidos. Con todo, creo que lo que más pesa es el recuerdo de los últimos partidos de los Packers en playoffs a cubierto. En Arizona, su ataque anotó 45 puntos; en Atlanta, 48.
Sin embargo, como preocupado seguidor de los Packers que soy, no me olvido de lo que sucedió en el último partido que jugó Green Bay en un dome durante la temporada regular. En Detroit, el ataque de los Packers se quedó en 3 paupérrimos puntos. Ante una defensa de Detroit que venía de recibir 35, 45 y 24 puntos en domes. Cierto es que Rodgers se lesionó (sufrió su segunda conmoción cerebral de la temporada) y se perdió toda la segunda parte, pero durante el tiempo que Rodgers estuvo en el campo, el primer cuarto completo y el tercero casi completo, los drives ofensivos de Green Bay se resumen en lo siguiente (atención):
- Primer drive, 1 jugada, 2 yardas, termina con fumble recuperado por Detroit.
- Segundo drive, 3 jugadas, 4 yardas, termina con punt.
- Tercer drive, 3 jugadas, -3 yardas, termina con punt.
- Cuarto drive, 1 jugada, 17 yardas, termina con intercepción.
- Quinto drive, 3 jugadas, 2 yardas, termina con punt.
- Sexto drive, 5 jugadas (primera conversión de primer down al sexto drive), 16 yardas, termina con punt.
- Séptimo drive, 5 jugadas, 20 yardas, termina con punt.
Aaron Rodgers dirigió el ataque de Green Bay durante 7 drives ofensivos, en los que consiguió tan solo 2 primeros downs y, en el mejor de ellos, 20 yardas. Sufrió, en el séptimo de ellos, una conmoción cerebral. En un dome, en condiciones perfectas para su ataque. En un escenario propicio para un shootout, la primera mitad terminó 0-0 y el partido, 7-3.
¿Pero no habíamos quedado en que el ataque de los Packers es imparable en un dome? No, no lo es, no tiremos las campanas al vuelo. El dome no solo ayuda a que los receptores puedan correr más y mejor, sino también a que los pass rushers, los perros de presa que van a por el quarterback, sean más rápidos, su tracción sea mejor y puedan llegar antes al pasador. Y pocos equipos tienen perros de presa más temibles y líneas ofensivas más dudosas que Steelers y Packers.
¿Y si el shootout, el partido de alta anotación, se convierte precisamente en lo contrario, gracias al dome? Las dos mejores defensas de la NFL en puntos permitidos estarán sobre el campo, por lo que tampoco debería ser tan raro.
La simulación del Madden. Mal rollito que te cagas. Antes de cada Super Bowl, EA Sports realiza una simulación de lo que va a pasar. Actualiza las plantillas, los playbooks, tiene en cuenta el estado de forma de los jugadores, las estadísticas de toda la temporada, etc. Esto es lo que prevé para esta Super Bowl:
Sí, es un videojuego, pero el muy jodío ha acertado el resultado en 6 de las últimas 7 Super Bowls. Aquí tenéis el historial de la puta maquinita:
Super Bowl XXXVIII
Madden: Patriots 23, Panthers 20
Resultado real: Patriots 32, Panthers 29
Super Bowl XXXIX
Madden: Patriots 47, Eagles 31
Resultado real: Patriots 24, Eagles 21
Super Bowl XL
Madden: Steelers 24, Seahawks 19
Resultado real: Steelers 21, Seahawks 10
Super Bowl XLI
Madden: Colts 38, Bears 27
Resultado real: Colts 29, Bears 17
Super Bowl XLII
Madden: Patriots 20, Giants 10
Resultado real: Giants 17, Patriots 14
Super Bowl XLIII
Madden: Steelers 28, Cardinals 24
Resultado real: Steelers 27, Cardinals 23
Super Bowl XLIV
Madden: Saints 35, Colts 31
Resultado real: Saints 31, Colts 17
Solo falló en el sorpresón de los Giants. Ni una máquina podía prever que Eli Manning escaparía de ese modo de un sack seguro y que David Tyree sabría recibir pases apoyándose en su casco.
9.- Más música
Iba a hablaros del duelo de versiones hip-hoperas, entre Black and yellow y Green and yellow pero la verdad es que Dani Hidalgo lo cuenta en Zona Roja y él sabe mucho más de ese género, que yo conozco poco y que no me gusta demasiado (aunque las dos canciones citadas me parecen muy buenas).
Por eso, cambiaré de género musical. Para apoyar a los Steelers, este clon de Polamalu hace su particular versión de I'm yours, canción del blandito como la mierda de pavo Jason Mraz:
Del lado de los Packers, Mr. Rodgers Neighborhood (parodia de la canción de una serie infantil estadounidense de los 60, Mr. Rogers Neighborhood)
10.- Conclusión
Si no fuera de los Packers, apostaría por ellos. Creo que son mejor equipo y lo normal es que el mejor equipo gane. Pero como soy de los Packers, estoy acojonado. La mayoría de especialistas está dando a los Steelers como favoritos. Desde Peter King a Mariano Tovar, la apuesta más repetida entre los que más saben es "los Steelers en un partido ajustado". Casi todos, además, prevén muchos puntos. Un shootout, que le llaman.
Voy a desmarcarme. ¿Qué os parece un partido como el que los Packers jugaron en Detroit? Un dome, condiciones de juego perfectas. Y 0-0 al descanso. Pues eso, tanteo bajo y victoria ajustada de Green Bay, casi cagándola al final por no saber administrar la ventaja y empezar a jugar a lo amarrategui. Si encima termina Matt Flynn en el campo ya sería la leche.
Durante la última década, casi todas las Super Bowls han sido grandes partidos. Casi todas han tenido momentos memorables. Muchos dicen eso, que esperan que se vea un gran partido y que hay todos los ingredientes necesarios para ello. No os voy a engañar, yo no quiero ver un gran partido. No voy a disfrutar de él. Lo único que quiero es que gane Green Bay. Go Pack go!
Entradaca, como todas las últimas! Que ganacas de que llegue el domingo, pero que dure para siempre! XDDDD
ResponderEliminarCojonuda previa, como siempre.
ResponderEliminarCada hora que pasa estoy mas nervioso. Llevo toda la mañana leyendo previas, analisis y la madre del cordero y tengo ahora mismo, cronometradas, 90 pulsaciones. Mañana ni te cuento. GO PACKS!
No me gusta demasiado esa opinion de los Steelers son muy malos y querran hace daño a Rodgers, como si los Packers fueran muy buenos y no quisieran dañar a BigBen. Victimismo impropio de ti.
ResponderEliminarHablas de que no crees que tenga mucha importancia la experiencia previa en Superbowls.Yo creo que sí la tendrá y creo que es el motivo por el que la mayoria de analistas apuestan por Steelers.
Ataque de GB vs. defensa Steelers: Dudo mucho que Starks haga daño. No sera un factor. Rodgers en estado de gracia, pero el parón de dos semanas quizás le haya quitado la magia. Es muy bueno siempre, pero hay quien piensa que si le presionas y tiene que salir del pocket se vuelve mas peligroso. Ademas sabe leer las defensas bastante bien por lo que no apuesto por los blizzes de los Steelers. Por otro lado decir que Rodgers y sus receptores estan sabiendo controlar el tiempo y tener a su defensa sentada mucho tiempo para descansar. Si no recuerdo mal en Atlanta los dos o tres primeros drives fueron larguisimos y acabaron en anotacion.
Ataque Steelers vs. defensa Packers: Seguramente no se esta dando a BigBen el valor que tiene, llevando al equipo a su tercera SB. Siempre ha estado rodeado de grandes jugadores y de una defensa extraordinaria.Él es un pistolero. Creo que si los Packers van a por él con blizzes le pueden hacer daño, estando la secundaria de GB al nivel al que esta. Como escribia Mariano, BigBen hace que las cosas salgan por sus cojones. Usar la cabeza a veces tampoco esta demas.Dependiendo de los cojones de Roethlisberger veremos a Mendenhall mas o menos. Para los de Green Bay lo mejor será verlo poco. La defensa de los Packers es fantastica, no le veo fisuras, creo que pueden hacer daño a los Steelers.
Ya dije que para mi aunque juega mejor a football Green Bay creo que la experiencia me hace apostar por Pittsburgh. Ademas los jugadores de los Steelers son de lso que no fallan en grandes citas. No dejan caer balones, no suelen fallar placajes y no suelen hacer prisioneros.
Creo que vamos a disfrutar.
Gracias a los tres por vuestros comentarios. A quien no lo haya hecho todavía, recomiendo que se lea las previas de la Super BRowl que Nuere y Gartzo están publicando estos días en Monday Night Blog.
ResponderEliminarAmra, creo que somos muchos los que andamos con unos nervios de la hostia. No es para menos, cada vez que pienso lo difícil que es que tu equipo llegue a la Super Bowl me pongo más nervioso aún.
Martintxo, no pretendo ir de víctima. No he dicho que los Steelers sean malos malísimos. Pero sí digo que Harrison es tan bueno (buenísimo) como sucio. Muy sucio. Desde siempre. Basta con recordar su anterior Super Bowl, capaz de lo mejor (el épico pick-six desde su end zone) y lo peor (una lamentable agresión que debería haberle costado la expulsión). Lo mismo esta temporada, partidos excelentes y golpes asesinos a mansalva (recordemos su partido contra Cleveland, sobre todo el golpe a Massaquoi). Ningún jugador de los Packers ha protagonizado una jugada similar, ni su juego se caracteriza por esos golpes. El de Harrison sí.
También discrepo en lo de que "Big Ben lleva a los Steelers a su tercera SB". He escrito muchas veces que los QB no ganan partidos, pero en este caso además creo que la clave, sin duda, fue la defensa. Mucho más que su QB. Y recordemos que en su primera SB, Big Ben se convirtió en el QB ganador con peores números de la historia en una SB. Los QB no ganan ni pierden solos.
Saludos.
Lo de BigBen es una forma de hablar, evidentemente equivocada. Los QB no ganan ni pierden partidos solos, pero hay jugadores que sí son fundamentales en sus equipos, sean QB o no.Los GB no están en la Superbowl solo por Rodgers, pero sin él, seguro que no estarían. Creo que es el único de los Packers cuya ausencia sería insuperable para ellos, a pesar de su extraordinaria defensa. Con Flynn no estaríais aquí. También esta temporada hemos visto estadísticas de los Steelers con o sin Polamalu, en las que se ve su aportacion capital al equipo.
ResponderEliminarEntiendo tu pasión por los Packers 555 y desde ese punto de vista leo tú análisis, por éso espero que entiendas que tengo que romper una lanza a favor de mi equipo. Yo tengo la misma sensación leyendo la mayoría de las previas y todo éso, que llevo teniendo toda la temporada. A todo el mundo se le hace agua el chirri con los Packers, son perfectos, atacan de puta madre, defienden de puta madre, la ciudad vive para su equipo, son la utopía de un equipo de los aficionados y para los aficionados, una franquicia histórica y son limpios y caballerosos, que son la puta hostia. Bueno, nosotros no somos tampoco los Jaguars precisamente. Y luego parece que los Steelers son una excelente defensa plagada de jugadores sucios y matones, y en ataque no se sabe muy bien por qué a veces su mediocre, golfo y estúpido QB da algún pase de chiripa a la endzone. Joder, que en agosto se nos daba fuera de playoffs fijísimo en muchísimos análisis. Dices que el hambre de títulos de los Packers será clave, al tener los jugadores de Pitsburgh dos SB, bueno, pues yo creo que un equipo sin hambre no salva la tremenda papeleta que había a principios de temporada. Tomlin está muy cuestionado (y tienes sus cosas como todos), sin embargo Belichick es dios (éste genio táctico es el mismo que le pillaron espiando a los Jets creo, y que no gana en playoffs desde hace 3 años), me lo expliquen. La temporada de Pittsburgh si te fijas ha sido todo una sucesión de escalar montañas, la sanción a Big Ben, luego ha jugado lesionado, y muchos partidos nos ha costado mucho esfuerzo ganarlos. Yo creo que un buen ejemplo del año puede ser el partido contra Baltimore de temporada regular en Baltimore. Todo cuesta arriba, perdiendo, con el QB cojo y con la nariz rota y ganamos. Hay que proteger a todos los QB pero como Big Ben es grande pues le pueden coser a hostias, que no las siente supongo. O la remontada de divisionales, tremenda. Eliminamos en playoffs, (y dejemos lo de los seeds aparte, que creo que todos sabemos que ni Seattle era el 4º mejor de su conferencia ni Green Bay el 6º precisamente, más bien al revés por lo menos) a Ravens (claros aspirantes a la SB y a los Jets, duros como ellos solos, que habían eliminado a los también idílicos Patriots). Creo que sólo intento conseguir un poco de reconocimiento a nuestra temporada, y si ganamos la SB serán 3 anillos en pocos años y sin embargo el año que viene Tomlin seguirá siendo cuestionado y nuestro QB seguirá siendo mediocre para la mayoría de la gente.
ResponderEliminarUna vez desahogado, que disfrutemos todos del espectáculo que cuando acabe nos queda una muy larga travesía por le desierto.
Un saludo
FELICIDADES! PACKERS CAMPEONES!!
ResponderEliminar¡Campeones!
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