miércoles, 16 de febrero de 2011

La lucha de clases nos deja sin opio

I.- La plusvalía

¡Ciudadanos!

Antes de entrar en el tema, permitidme hacer algunas observaciones preliminares.

En el continente reina ahora una verdadera epidemia de huelgas y se alza un clamor general pidiendo aumento de salarios. El problema ha de plantearse en nuestro Congreso. Vosotros, como dirigentes de la Asociación Internacional, debéis tener un criterio firme ante este problema fundamental. Por eso, me he creído en el deber de tratar a fondo la cuestión, aun a trueque de someter vuestra paciencia a una dura prueba.

(...)

Pero nuestro hombre es un obrero asalariado. Por tanto, tiene que vender su fuerza de trabajo a un capitalista. Si la vende por tres chelines diarios o por dieciocho chelines semanales, la vende por su valor. Supongamos que se trata de un hilador. Si trabaja seis horas al dia, incorporará al algodón diariamente un valor de tres chelines. Este valor diariamente incorporado por él representaria un equivalente exacto del salario o precio de su fuerza de trabajo que se le abona diariamente. Pero en este caso no afluiría al capitalista ninguna plusvalía o plusproducto. Aquí es donde tropezamos con la verdadera dificultad.


(Karl Marx, 1865)

Desde luego que nos tropezamos ante la verdadera dificultad. ¿A cuánto debería ascender la plusvalía a la que tienen derecho los empresarios? En otras palabras, ¿qué parte del valor generado por el trabajador debe ser percibido por el capitalista? O, más que eso, qué plusvalía están dispuestos los jugadores de la NFL a conceder a los propietarios de las franquicias. En la solución a este dilema, grosso modo, está la clave para que a partir de septiembre de 2011 volvamos a disfrutar de la NFL. Porque, por mucho que sean necesarios unos propietarios que organicen el cotarro, los aficionados pagan por ver lo que hacen los jugadores. Ni más ni menos.

Por si no ha quedado suficientemente claro qué es la plusvalía, el siguiente vídeo lo explica de manera detallada:


Como apuntaba antes, en la determinación de la plusvalía que corresponde a los empresarios está el principal escollo para llegar a un acuerdo sobre el convenio colectivo y que, en consecuencia, tengamos NFL la próxima temporada.

El pacto sobre la plusvalía se plasma en el convenio colectivo, que firma la patronal (NFL) y el sindicato de jugadorse (NFLPA). En ese documento, en el convenio colectivo, se regulan además los términos y condiciones que rigen el traspaso de jugadores y, en general, los derechos y obligaciones de estos respecto de sus equipos. Se trata de un maquiavélico documento, de imposible lectura, cuya versión todavía en vigor consta de 299 páginas. Si queréis desesperaros un poco intentando comprenderlo, podéis leerlo aquí.

Como podéis comprobar en ese enlace, el convenio colectivo no contiene una regla ni mucho menos sencilla sobre el reparto de los ingresos generados en la competición. Tras una extensísima definición de los "Total Revenues" (ingresos totales), el documento entra en una sucesión de mínimos, máximos, topes salariales y otros conceptos que dependen unos de otros. No se entiende absolutamente nada. El caso es que según dice la prensa, y parecen confirmar los implicados, actualmente el convenio otorga un 60% de los Total Revenues a los jugadores.

Vaya por delante mi elogio del sistema. Es un sistema que garantiza la viabilidad económica de la competición y que retribuye a sus jugadores de manera acorde al dinero que generan. No olvidemos que hablamos del 60% de los ingresos, no de los beneficios. Si quieren confeccionar competiciones deportivas viables por Europa, que aprendan de este sistema. Eso sí, la parte mala es que sin acuerdo no pueden convivir. Y los acuerdos son temporales, no para siempre. Y cada vez que un acuerdo expira, la lucha de clases se reabre.

La lucha de clases en la NFL amenaza sin dejarnos a nosotros, el pueblo, sin nuestro opio.

II.- Música

Lo que se nos avecina no es una huelga. No, una huelga la instan los trabajadores. Aquí, en España, somos muy dados a hablar con poca propiedad. En todos los ámbitos, y el deportivo no iba a ser menos. Habréis leído y escuchado estos días que la liga de fútbol "irá a la huelga". No hace falta un título de licenciado en Derecho (ahora graduado) para darse cuenta de que la palabreja está mal empleada. Un empresario no puede ir a la huelga. Solo los trabajadores. Si los empresarios cierran el chiringuito por motivos laborales, estamos ante un cierre patronal. Pero en el caso del fútbol, ni eso. Si la liga decide parar la competición, será un parón, una suspensión de la competición a instancias de los clubes. Ni siquiera un cierre patronal, porque no reivindican nada frente a sus empleados y dudo mucho que los trabajadores dejen de cobrar los salarios si no hay liga una determinada jornada.

Lo que se avecina en la NFL se llama, en español, cierre patronal. Lockout en inglés. Esta canción se llama Gardens after lockout, de No Second Troy.



III.- Puntos conflictivos: plusvalía, escala salarial, jornada laboral, controles

Aunque el punto de conflicto esencial para llegar a un nuevo acuerdo es el reparto de los ingresos, hay otras cuestiones conflictivas que entorpecen todavía más la consecución del acuerdo. Estas son, esencialmente, las cuestioenes pendientes de acuerdo:

1.- Escala salarial fija para novatos. Cuando una franquicia elige a un novato en el draft, el novato no se convierte automáticamente en jugador de esa franquicia. La franquicia se hace con sus derechos para la NFL, pero debe firmar un contrato laboral con el jugador. Los términos no están predeterminados, las partes son libres para negociar. En particular, la determinación del salario es libre entre las partes. Un jugador, sin haber jugado siquiera un partido como profesional, puede pedir un sueldo mayor que el de profesionales de probada valía.

En los últimos años, el tema estaba pasando de castaño oscuro. Mirad la galería de los 20 jugadores mejor pagados de la NFL que publicó hace poco Sports Illustrated. En la lista figuran Ndamukong Suh (7.º lugar), Sam Bradford (10.º), Gerald McCoy (12.º), Mark Sanchez (15.º) y Matthew Stafford (17.º). Los salarios de todos estos jugadores se pactaron antes de que hubiesen disputado un solo snap en la NFL. Que Bradford, por muy bueno que prometa ser, sea el 6.º quarterback mejor pagado de la NFL es un sinsentido. Sanchez y Stafford cobran más que Drew Brees o Aaron Rodgers, los MVP de las últimas dos Super Bowls. Gerald McCoy, defensive tackle novato de los Buccaneers, cuya primera temporada ha sido bastante discretita, cobre la barbaridad de 12,6 millones de dólares por temporada es otro absurdo.

Las franquicias se han dado cuenta de que este desmadre tiene que cesar. Cierto es que otros atracos los perpetran jugadores ya conocidos (Haynesworth o Palmer), pero por lo menos estos tienen una experiencia profesional que puede justificar sus contratos. Los novatos y sus agentes se estaban subiendo a la parra de manera desproporcionada.

En la NBA, a los jugadores seleccionados en primera ronda del draft se les aplican unas condiciones económicas predeterminadas en función del lugar específico en el que son seleccionados. La NFL quiere algo similar para sus rookies. Los jugadores se niegan, visto lo que están consiguiendo últimamente. Con todo, han de tener en cuenta que lo que "de más" gane un novato en primera ronda "de menos" lo ganará el resto del equipo. El límite salarial volverá, y si un novato se lleva un trozo grande de la tarta menos quedará para el resto.

En estos momentos, no hay acuerdo sobre este punto.

2.- 18 partidos de temporada regular. Cuando Roger Goodell anunció su intención de ampliar la temporada regular a 18 partidos me pareció un buen mecanismo para desatascar el conflicto con los jugadores. Ahora que los ingresos serán mayores, ya que un 12,5% más de partidos podría generar otro tanto de ingresos adicionales, ambas partes podrían flexibilizar sus posturas. Sin embargo, los dueños, al más puro estilo del capitalista decimonónico, parecen poco dispuestos a abrir la mano a los jugadores.

18 partidos porque sí, y sin que tengáis derecho a más pasta. Al contrario, los dueños exigen un trozo más grande de la tarta porque la economía ya no va tan bien. Tócate las pelotas.

En principio los jugadores se oponen frontalmente a esta ampliación de la temporada regular. Si les ofreciesen más dinero, supongo que sería otro cantar. Goodell repite hasta la saciedad que el motivo de la ampliación que pretende es que los aficionados no están contentos con la actual pretemporada y quieren más partidos. Que eso es lo que le transmiten los aficionados con los que él habla. Puto mentiroso de mierda. Todas las encuestas muestran lo contrario. Se lo dicen en todas las entrevistas y ruedas de prensa, pero él hace oídos sordos, erre que erre. Una aplastante mayoría de aficionados prefiere la actual estructura de 16 partidos de temporada regular.

De lo que no cabe duda es de que esta es una contradicción más de Roger Goodell en su fingida preocupación por la seguridad y la salud de los deportistas. Cuantos más partidos haya, más lesiones se producirán. Esto es evidente. Cuanto más larga sea la temporada regular, en peores condiciones llegarán los equipos a los playoffs. Evidente. No sé qué sería de los Packers la pasada temporada con dos partidos más. Igual que piden voluntarios para achicar nieve de Lambeau Field, terminarían pidiendo voluntarios para salir a jugar. Demencial.

De todos modos, tampoco tengo ninguna duda de que en cuanto se les ofrezca una atractiva cantidad de dinero, los jugadores aceptarán.

3.- Controles de sustancias prohibidas. Se ha dicho que este es otro de los caballos de batalla. Seguramente es el menos importante de todos. Aunque no se ha precisado con qué alcance lo pretenden, los propietarios y la liga quieren intensificar los controles de sustancias prohibidas y establecer sanciones más severas. Seguramente este es el menor de los problemas, pero es una chinita más en el camino

4.- Qué ingresos computan como ingresos. Otro caballo de batalla, aparte del reparto de los propios ingresos, es determinar qué computa como "ingreso repartible". Con el paso de los años surgen nuevas fuentes de ingresos. Desde que el anterior convenio se firmó en 2006 surgieron nuevas vías de dinero para la NFL. Por ejemplo, el Game Pass. Seguro que en el futuro surgen otras que todavía desconocemos. Los propietarios intentan no solo que todo siga como en 2006, sino que se minoren los ingresos en determinados importes que irían destinados a la construcción de nuevos estadios. Los jugadores no tragan, como no podía ser de otro modo.

Otro tema conflictivo es si se minorarán los "ingresos repartibles" en determinados costes que los propietarios quieren detraer. Son, fundamentalmente, costes asociados a la construcción o renovación de estadios. Los jugadores son muy reticentes a ello, ya que esta puede ser la vía de escape masivo de su dinero.

Tema casi tan importante como el siguiente.

5.- Reparto de ingresos. La madre del cordero. La fijación de la plusvalía. Qué parte de los ingresos generados por la NFL corresponde al proletariado, qué parte al capital. El actual reparto, grosso modo, grossisimo modo, es 60% para jugadores, 40% para franquicias.

Los propietarios, y en particular Roger Goodell, están muy insatisfechos con ese reparto. Por eso ejecutaron la cláusula de salida del convenio que les permite anticipar su expiración al próximo 3 de marzo. Alegan los ricachones multimillonarios titulares de las franquicias que durante los últimos años los beneficios están descendiendo significativamente, que se ven obligados a emprender importantes inversiones (remodelación y construcción de nuevos estadios) y que, en definitiva, el actual reparto resulta insuficiente para ellos.

No obstante, los propietarios no aportan pruebas concluyentes. La realidad es que la NFL bate récords de popularidad temporada tras temporada. Las retransmisiones televisivas tienen cada vez más audiencia, las dos últimas Super Bowls son los programas más vistos de la historia audiovisual estadounidense, y el fútbol americano profesional es claramente el deporte preferido en Estados Unidos según las encuestas. Nunca la demanda fue tan grande.

Otra cosa es que la demanda cuantitativamente tan numerosa sea menos pudiente, menos gastiza que en el pasado. La crisis puede haber provocado una caída del gasto medio en NFL y del desembolso total. Pero no lo sabemos. Como anticipaba, los propietarios no abren su contabilidad. Los jugadores la desconocen. El sindicato pide una revisión de las cuentas, pero lo único que se ofrece es los estados financieros de los Green Bay Packers, unos estados financieros saludables, que presentan beneficios (no susceptibles de reparto, según establecen sus estatutos) pero menos que antaño. Se aprecia, pues, en uno de los treinta y dos casos, un ligero deterioro de la situación patrimonial. Lo demás, secreto.

Goodell se niega rotundamente a revelar nada al sindicato de jugadores. Dice que los jugadores conocen la evolución de los ingresos, porque tienen derecho a un tanto por ciento (60%) de esos ingresos totales, datos a los que tienen acceso. No obstante, es una información a todas luces insuficiente. Goodell se escuda en que, en el pasado, la apertura de las cuentas a los jugadores no ha solucionado nada. Dice que la concesión se hizo en la NBA y el resultado fue nulo.

Los propietarios deben dar a conocer sus cuentas a los jugadores. Si su argumento es que el beneficio es cada vez menor, deben probarlo. La muestra más elemental de buena fe.

IV.- Qué pasará si el 3 de marzo no hay acuerdo

Si el 3 de marzo no tenemos acuerdo, los propietarios decretarán el cierre patronal. Sin convenio puede haber liga, que quede claro. En ausencia de convenio puede haber competición, pero los propietarios no están dispuestos a ello.

Es paradójico. Ya comenté hace tiempo lo paradójico y contradictorio que resulta el mercado deportivo norteamericano. En la tierra de los defensores del libre mercado, encontramos el mercado deportivo con más rigideces del universo. El mercado en el que la autonomía de la voluntad de todos los agentes está más limitada. Eso sí, autolimitada. El caso es que no se atreven a competir en un mercado libre. No lo harán. Si el 3 de marzo no hay convenio, los propietarios decretarán el cierre patronal. La suspensión de la actividad en la NFL y de los acuerdos de trabajo con todos los empleados.

Sin convenio, y decretado el cierre patronal, no habrá actividades oficiales de ningún equipo. No habrá organized team activities ni sesiones de pretemporada. No se podrá firmar ni un solo contrato con jugadores. Los jugadores no estarán sometidos a la disciplina de sus franquicias. Sus obligaciones laborales cesarán momentáneamente. Dejarán de cobrar sus salarios, pero también de estar obligados a respetar las instrucciones de sus equipos. Si quieren atiborrarse a esteroides, anabolizantes o a cualquier otra sustancia dopante, pueden hacerlo libremente. Ninguna norma les obliga. Del mismo modo, pueden organizar su propia liga, sus propios partidos. Anarquía total.

Tampoco habrá agencia libre. Traducción literal del inglés, probablemente inapropiada. Pero me entendéis. Sin convenio, los jugadores cuyos contratos expiraban a fin de la pasada temporada no podrán negociar con cualquier franquicia un nuevo contrato. Ningún contrato con jugadores, recordad. Si el acuerdo llega demasiado tarde, se está barajando el remedio: que los jugadores se queden en sus actuales equipos a cambio de una compensación adicional.

Pero sí habrá draft. Eso es seguro. Con o sin acuerdo. Habrá draft pero los equipos no se intercambiarán unas elecciones por otras, ni jugadores a cambio de elecciones, ni jugadores por otros jugadores. El mercado estará paralizado. Lo único que se producirá de forma segura es la celebración del draft. Un draft más descafeinado que ninguno, probablemente sin la presencia de los propios jugadores. Eso sí, aunque haya draft no se podrán firmar contratos con los novatos seleccionados. La negociación y firma de estos acuerdos quedará suspendida hasta que haya convenio. Las franquicias tendrán derechos sobre jugadores, pero no relación laboral.

También es probable que haya combine. Las pruebas físicas que realizan un grupo de jugadores seleccionables para el próximo draft. El sindicato de jugadores quiere boicotearlo, pero todavía no está claro si se hará. La idea es que hagan todos boicot o no lo haga ninguno. Y la unanimidad es complicada. Hay que tener en cuenta que el lugar de elección de muchos jugadores depende de su rendimiento en la combine. Los que no vayan perderán la ocasión de mostrar sus cualidades, y pueden verse relegados por otros que sí las muestren. En cualquier caso, es una putada de dimensiones siderales para los jugadores a los que les toca o han decidido ser elegidos este año en el draft.

Conclusión: sin acuerdo, parálisis total, excepto el draft y (quizás) la combine.

V.- Motivos para el pesimismo

Mi principal motivo para el pesimismo es que una de las partes está formada por avaros multimillonarios que no necesitan del dinero de la NFL para llegar a fin de mes. Tienen margen de sobra para esperar a que los jugadores digan "basta" y se plieguen a sus exigencias. Y ese "basta" probablemente llegará más tarde que pronto. Por este motivo soy pesimista desde hace tiempo.

Los propietarios pueden aguantar mucho tiempo. Sí, comenzarán a perder ingresos si la actividad no prosigue en marzo, que serán mayores si tras la fecha teórica de inicio de la temporada no hay partidos, pero seguro que han hecho sus cuentas. Son los que piden cambios, son los que saben lo que quieren y el dinero que pueden dejar de ganar sin que deje de compensarles. Me explico: si aspiran a, pongamos, un 15% más a lo largo de 6 años, eso representará, inventemos, 100.000 millones de dólares. Pues bien, hasta que hayan perdido esa cantidad, no se pondrán nerviosos. No necesitan la pasta para vivir y saben bien que los jugadores, con una vida profesional corta, sí. El tiempo y el dinero juegan a su favor, y hasta que consigan lo que desean no cederán. El sindicato de jugadores ya ofreció rebajar su parte al 50%. A Goodell no le pareció suficiente. Sobra comentar que creo que al líder de los propietarios los aficionados se la sudan.

Por si esto fuera poco, los líderes de ambos bandos no son las personas más razonables y dispuestas para llegar a un entendimiento. De un lado, tenemos al Señor del Mal, cínico como pocos, que parece incapaz de dialogar o de modificar un ápice su discurso. No atiende a razones, él erre que erre con su mierda. Del otro lado está DeMaurice Smith. No tan irrazonable como Goodell, pero no es el adalid del entendimiento. Tampoco es un antiguo jugador, es un abogado, elegido precisamente para negociar con los propietarios. Cuando el cargo de una persona se juzga exclusivamente por lo que obtiene en una negociación, su empeño personal será conseguir el máximo de ella. La flexibilidad no será una de sus virtudes, no le valdrá con cualquier mierda, querrá un resultado digno. Si el líder de los jugadores fuese un jugador al que le urgiese jugar, la solución probablemente llegaría antes.

La semana después de la Super Bowl se programaron dos sesiones de negociación entre ambos bandos. La segunda ni se produjo. Decían las partes que tenían posturas tan alejadas que no merecía la pena. No lo entiendo. Si estás lejos, razón de más para reunirte. Es el mejor modo de intentar acercar posturas. En fin. Motivos para el pesimismo.

También habréis leído que la NFL ha denunciado al sindicato de jugadores ante un órgano laboral por prácticas contrarias a la buena fe. El propósito de la NFL no es disolver el sindicato, sino evitar precisamente que se disuelva. Según la normativa estadounidense, si el sindicato se disuelve los jugadores pueden denunciar por conducta anticompetitiva a la NFL en caso de cierre patronal. Una argucia legal para intentar impedir el lockout por parte de los jugadores, que la NFL ha denunciado. Dice que la campaña de abandono del sindicato (decertification) emprendida por los jugadores hace meses revela su mala fe, su falta de voluntad de alcanzar acuerdos. No sé qué sucederá, pero veo difícil que tenga éxito la demanda de la NFL, más aún cuando los jugadores ofrecieron una rebaja de su parte al 50%. La NFL dice que el abandono del sindicato está planeado, ya que desde el principio de temporada lo lleva solicitando a los propios jugadores. La clave es que para que el sindicato se disuelva la decisión ha de ser unánime por todos los jugadores. En tal caso, los jugadores dejarían de estar representados por un sindicato (union) sino por una organización comercial (trade organization), que en caso de cierre patronal puede denunciar a la NFL por conducta restrictiva de la competencia. Mal rollito, en todo caso.

Después están los precedentes. El seguro que no tienen huevos con el deporte profesional estadounidense no vale. Hay muchos precedentes. En todas las Grandes Ligas. MLB, NBA, NHL y, cómo no, NFL, han sufrido las consecuencias de la lucha de clases en más de una ocasión. En todas estas competiciones se produjeron temporadas acortadas, que no empezaban en el momento programado. Hasta ahora, los aplazamientos en NFL los habían causado los jugadores. Huelgas. Este sería el primer cierre patronal. Pero no la primera vez en que la lucha de clases deja al pueblo sin su opio favorito.

Primera huelga, en 1982. La causa, el porcentaje de ingresos que recibían los jugadores. La huelga duró 57 días, periodo durante el cual no se jugó ningún partido de NFL. La temporada regular quedó en 9 partidos.


Segunda huelga, en 1987. Duró un mes, pero solo se canceló una jornada. Eso sí, durante 3 de ellas las plantillas de los equipos se componían de jugadores cortados durante el training camp y algunos esquiroles. Noticiario de la época que habla de los esquiroles:


Por cierto, en ambas ocasiones los Redskins terminaron ganando la Super Bowl. Si la NFL no comienza el 6 de septiembre según lo previsto, los aficionados de los Redskins tendrán un motivo histórico para la esperanza.

VI.- ¿Quiénes son los malos?

Todos son malos, pero creo que los propietarios son peores. Y Roger Goodell, el Señor del Mal. No creo que los aficionados debamos tomar partido por ninguna de las partes, más allá de presionar lo que esté en nuestras manos para que se sienten y lleguen a un acuerdo de una vez. Ya, poco o nada podemos hacer, pero es lo que hay.

Creo que los propietarios son los peores de la película porque son los que inician las hostilidades. Son los que las inician y los que menos están dispuestos a ceder. Ya comenté que el sindicato de jugadores ofreció un 50-50. Los propietarios no cedieron en absolutamente nada. Flexibilidad nula por parte de la patronal. Si no estás dispuesto a conceder nada a la otra parte, no estás dispuesto a negociar. Lamentable actitud de las tropas de Goodell.

El sindicato de jugadores tampoco es el paradigma de la razonabilidad. Llevan preparando la estrategia de confrontación desde hace tiempo (véase la planeada disolución del sindicato), y también intentan manipular al personal como pueden. La campaña publicitaria Let us play (dejadnos jugar) fue rechazada por la Fox. Pretendían incluirla en un descanso en la Super Bowl. Otro burdo intento de manipulación.


VII.- Otras opiniones autorizadas

Actualmente, el pesimismo impera. Si hace un mes los partidarios del con tanto dinero en juego, terminarán llegando a un acuerdo eran mayoría, hoy cada vez son menos. El cierre patronal parece inevitable. La lucha de clases parece que va a prolongarse. Algunos incluso especulan con la posibilidad de que no haya temporada 2011. Especulan sobre qué podría pasar si llegamos al draft 2012 sin temporada previa, sobre qué criterios se aplicarían para establecer el orden de selección. Deprimente.

Como ya llevo escrito mucho, dejo hablar a uno de los mejores analistas de la NFL, el mejor comentarista televisivo, Cris Collinsworth. No es optimista, ni mucho menos. Apuesta por un acuerdo en octubre y un inicio de la liga a mediados de octubre o principios de noviembre. Que conste que yo lo firmaba ahora mismo.


VIII.- Metadona

Queridos yonquis de la NFL, mientras ya echamos de menos nuestro opio, contentémonos con un poco de sucedáneo, con la metadona, en forma de recuerdos, que nos deja la temporada que acaba de terminar. La semana pasada NFL Films publicó su Sound FX de la Super Bowl, el programa que resume lo recogido en los micrófonos que plantaron a algunos de los protagonistas del partido.

Aquí lo tenéis. La Super Bowl en palabras de Greg Jennings, Clay Matthews, LaMarr Woodley y Walt Anderson, el árbitro principal. Espectacular. Lo mejor, la parte de Matthews: cómo le dice a Mike Wallace que esta vez no volverá a conseguir jugadas de 80 yardas porque ya le conocen y no es un rookie y, sobre todo, la jugada en la que fuerza el fumble de Rashard Mendenhall. Cuando los Steelers están todavía en el huddle, comenta a sus compañeros que presiente que van a correr por su lado porque le están mirando. Y cuando el ataque ya está formado, reconoce la jugada y advierte a Ryan Pickett de que van a correr por ahí. El resultado lo conocéis, la jugada más importante del partido. Aquí lo tenéis.

Primera parte:


Segunda parte:


Tercera parte:


IX.- Alternativas al opio

Existen otras drogas alternativas a nuestro opio preferido, nuestra querida NFL. Si a principios de septiembre no tenemos fútbol americano profesional, podemos conformarnos con el universitario. No es lo mismo, el nivel de juego es inferior, pero hay mucha gente que lo prefiere. Hay muchos que lo consideran un deporte más puro, en el que los jugadores actúan por amor a sus colores y no al dinero, y donde los aficionados muestran más pasión. Yo todavía no me he metido en este mundo. He visto muy poquito.

Si vais a probar esta droga, tened mucho cuidado. Dicen que es muy adictiva. Cuando te metes en football universitario, dicen que estás perdido. Avisados estáis.

7 comentarios:

  1. Genial artículo camarada quesero :)

    Por cierto, te paso la pelota para que hagas un artículo de introducción a la NCAA porque la verdad es que visto el panorama voy a empezar a buscarme las castañas en otra parte y no sé ni como va la competición ni nada de nada.

    Un abrazo.

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  2. E N O R M E artículo. Qué bien se entienden las cosas explicadas con ganas y sencillez.
    ¡Quiero METADONA este año!

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  3. HOLA visiten estoesnfl.blogspot.com
    saludos

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  4. 555 como metadona ¿qué opinas del arena football? Pachanga?? Divertido?? Shit like a fist?

    Pancho

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  5. Tendremos que empezar a buscar donde ver el futbol universitario.
    Excelente reportaje. Ah! enhorabuena por tu Depor.
    Saludos

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  6. Gracias 555!!! Que facil era entenderlo todo...

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  7. Gracias por las explicaciones y por los vídeos.
    He pasado un buen rato leyéndolo! :-)

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