En fin, que cada jornada es importante (más que en cualquier otro deporte, que por algo hay solamente 16 --realmente 17, pero cada equipo juega 16 partidos--), pero tampoco hay que volverse locos.
La semana pasada esto iba de series. Esta también, pero vamos a introducir una ligera modificación: solo series de animación. A ver qué mierdas se me ocurren.
Música. La serie animada por la que más grupos musicales han pasado es seguramente Los Simpsons (mira que he dudado cómo escribir el nombre de la serie, aquí decimos Los Simpson --sin s final--, pero son The Simpsons, así que he hecho un refrito de ambas opciones). Muchos han pasado, pero solamente unos son los mejores. Jackie's a punk, Judy's her runt, they both went down to Berlin joined the Ice Capades (ieee)...
La muerte de David el gnomo (lo más comentado)
La semana pasada la de Chanquete, esta la de David el gnomo. Traumáticos episodios, eh. Y también muy comentados. Hay quien (exagerando, claro) dice que el capítulo de la muerte de David el gnomo marcó su infancia. Si es que los dibujos de antes cómo eran: mataban a la madre de Bambi, mataban a Mufasa, mostraban la angustia de Marco en busca de su madre. Y (siento destripar el final) David el gnomo muere. Este es el afamado y ¿triste? final a tan ilustre gnomo.
#NFLesp. Sí, empezamos con algo que no tiene que ver con la jornada en sí, pero que dio lugar a muchos comentarios. Como muchos sabréis, desde Football Speech se propuso a la gente que tuitease sobre NFL el uso en todos sus mensajes (tweets) el hashtag #NFLesp. ¿Para qué? Bueno, hay que explicar un poco en qué consiste y para qué sirve eso del hashtag. En Twitter, si se antepone la almohadilla (#) a una palabra, se la "etiqueta" y se facilita su búsqueda. Así, si en un tweet se incluye el hashtag #NFLesp, el mensaje completo figurará entre los resultados de búsqueda dicho hashtag. Para realizar estas búsquedas, basta con pinchar encima de la palabra hashtagueada, que aparecerá destacada en forma de vínculo.
Además, el uso de hashtags contribuye a la creación de trending topics (temas de moda), que se destacan periódicamente en Twitter e indican qué es lo que está siendo objeto de mayores comentarios en la red social. Por tanto, es además un medio para facilitar la promoción del tema en cuestión: si "#NFLesp" llega a tema de moda en España, algunos curiosos pincharán para ver de qué va y, en cualquier caso, se amplificará la importancia de la NFL en España.
Todo esto para decir que por favor utilicéis el hashtag #NFLesp cuando tuiteéis sobre el tema. Tras dos semanas de uso, el número de tweets sobre la NFL en español es considerable. El domingo se podían leer chorrocientos tweets con el hashtag, y eso que la competencia deportiva era dura.
Aprovecho también para repartir flores (elogios) y obleas (hostias) por Tres Cantos. Como también todos sabréis, ya que esto es muy mainstream, desde Digital+ se promueve que los comentarios sobre los partidos de la NFL se realicen en la página personal de Facebook de Andrea Zanoni. Nada que objetar, por supuesto, que hagan lo que mejor les parezca (aunque no deja de ser, digamos, extraño, que los comentarios se tengan que hacer en la cuenta personal de Facebook de uno de los comentaristas y no del programa o departamento). Además, se ve que tiene mucho mucho éxito (lo cual es una gran noticia), dado que las iniciativas que se promueven desde esa página de Facebook tienen numerosísimos adeptos (para su quiniela creo que eran más de 1300). Que está muy bien, oye.
Pero Facebook no es para eso. Facebook no es público. Lo que se cuelga en Facebook no lo puede leer cualquiera. En Facebook no puede comentar cualquiera. Y Facebook, así en general, no se usa para debates públicos. Se usa para otros fines. Para debates públicos se usa Twitter. Por varios motivos. El primero, (obvio) porque Twitter es público. Todos podemos leer el Twitter de Andrea Zanoni, pero no todos podemos leer su página de Facebook, que solo pueden leer (1) los que tienen Facebook y (2) son amigos de Andrea Zanoni. Y, el segundo motivo, porque la movida está en Twitter. Ahí es donde se parte el bacalao. Facebook es la caverna, un coto cerrado, mientras que Twitter es el mundo de las ideas.
Llegan flores y obleas. Flores a Miguel Ángel Calleja (MAC) por tratar de promocionar el tema del hashtag #NFLesp en la transmisión del Patriots-Chargers. Obleas para Zanoni por no haber permitido a MAC hacerlo. Dice Zanoni que si se abre otro canal de debate el tema se dispersa y todo queda muy diluido. Entiendo que le mole centrar el debate sobre la NFL en su página personal, pero creo que esa no es la vía. Si queremos que la NFL tenga un mínimo de visibilidad en España, que salga de la caverna, debe usarse el Twitter. En Twitter no solo pueden comentar los amigos de Zanoni, sino que, además de ellos, también leemos las opiniones de Peter King, Adam Schefter, Mariano Tovar, Willy Bistuer, MAC, Jordi, Chris Collinsworth, Mike Silver, y tantos y tantos otros. El debate es mucho más rico e interesante, sin (ni mucho menos) desmerecer a la alternativa Facebook.
Lo dicho, #NFLesp.
Romo se redime. El chico estuvo en la sección de lo peor del pasado Plácido domingo, jodido lunes y este no fue el único lugar donde le llovieron caricias. Durante toda la semana se comentaron sus cagadas. Estaba en el ojo del huracán. En NFL Network planteaban el por otra parte absurdo debate de si es un ganador o no. Michael Irvin decía que sí es un ganador, aunque no un campeón. Bah, gilipolleces. Que era el blanco de todas las iras, porque cuando la cagas en un equipo tan mediático como los Cowboys quedas muy expuesto al escarnio público. Pero el domingo se redimió.
Y eso que el partido no comenzó bien para Romo ni para los Cowboys. Los 49ers se pusieron 14-0. Más tarde, con 14-7, se rompió una costilla y sufrió un neumotórax (pinchazo en el pulmón, para entendernos). Tuvo que salir Kitna, que no estuvo excesivamente inspirado, ya que a pesar de conseguir un pase de touchdown, también lanzó 2 intercepciones. Mostrando un comportamiento totalmente antiCutleriano, Romo volvió al campo con su costilla fracturada. Entonces, todos apostábamos por su éxito y nos asombrábamos ante su épico gesto. Mentira. Nadie daba un duro por él. No nos engañemos. Llevábamos una semana poniéndolo a parir, esperando otro fiasco de Dallas (a pesar de que en la primera jornada estuvieron a punto de conseguir algo nada fácil, como es ganar a los Jets en su casa), y entonces Romo se rió de nosotros. Primero, consiguiendo el empate in extremis (bueno, realmente fue el kicker el que lo hizo, pero Romo contribuyó a alcanzar la posición de campo), y luego en la prórroga.
El protagonista de la historia no solo es Romo, que pasa en cuestión de minutos de hazmerreír a héroe, sino el tipo que consigue esta recepción:
El receptor se llama Jesse Holley ¿Qué tiene de especial este jugador? Que es el ganador de un reality televisivo organizado por Michael Irvin, un casting de wide receivers en el que su vencedor, como premio, consiguió una invitación al training camp de los Cowboys. Ahí lo hizo lo suficientemente bien para conseguir plaza en el practice squad, y el domingo le llegó su momento de gloria. Como si del cutreshow Football Cracks hispano sale un tipo que marca un gol decisivo en Primera. Algo así.
Vick noqueado en Atlanta. Probablemente el partido más esperado de la jornada, aparte del New England-San Diego (aunque este por motivos estrictamente deportivos) era el Atlanta-Philadelphia. Vick volvía por primera vez como titular a Atlanta, donde fue idolatrado y posteriormente liberado para ser apresado (vamos, que lo dejaron libre --contractualmente-- para ir a la cárcel). No era su primer partido en el Georgia Dome tras su paso por la penitenciaría, pero sí el primero en el que volvía con la categoría de estrella. Volvía con el dream team del momento, los Philadelphia Eagles, y ante unos Falcons necesitados (es un decir), tras haber caído estrepitosamente en su estreno en Chicago. Vick aguantó tres cuartos. Cuando abandonó el campo, su equipo ganaba por 10 puntos. 31-21, situación relativamente controlada. Había sufrido una conmoción cerebral. Era algo con lo que muchos contábamos. Que, por su estilo de juego, Vick se lesionase en algún momento y los Eagles se viesen forzados a recurrir a un plan B. Por eso tenía tanto sentido el fichaje de Vince Young. Claro, Vick juega casi como un running back, los árbitros no le protegen como a otros quarterbacks, y le caen unas hostias finas. Bueno, pues se lesionó, pero no por su arriesgado estilo de juego, sino por una acción fortuita en la que chocó contra un jugador de la línea ofensiva de su propio equipo. Conmoción cerebral, la tercera en la carrera del jugador, y fin del partido (y a ver si no es lo único que se pierde). Al abandonar el dome, Vick fue abucheado. Pese a la conmoción (y no creo que por ella), Vick respondió a los abucheos señalando al marcador. 31-21, entonces. Por desgracia para él y sus Eagles, los Falcons culminaron la enésima escapatoria milagrosa (con altas dosis de suerte y algún que otro favor arbitral) y terminaron ganando el partido por 35-31. No estaba Vince Young, sino el tercer quarterback, Mike Kafka, que no lo hizo nada mal durante el tiempo que estuvo en el campo y si Maclin no comete un drop imperdonable, posiblemente habría comentado una reremontada (la remontada de la remontada) memorable.
Buarns (la sorpresa)
El resultado excepcional, por el que nadie en la muchedumbre alzaba su voz, no puede ser otro que el de la mítica escena de Hans Topo. Únicamente una solitaria voz en la multitud podría emitir tan improbables e increíbles palabras (joder, me ha quedado pillado por los pelos, pero puede que cuele; y qué coño, la escena es la hostia).
Tennessee gana en Baltimore. Primera gran sorpresa de la temporada. En toda regla. Los Ravens venían de arrasar a los Steelers, jugaban en casa y lo hacían frente a un equipo que venía de perder ante los Jaguars de Josh McCown. Unos Titans liderados por Matt Hasselbeck y con un Chris Johnson en baja forma, según él mismo reconocía. Partido con poca historia, se preveía, y victoria clara de Baltimore. Ningún indicio apuntaba a una victoria de los deprimidos Titans ante los imponentes Ravens. ¿Ninguno? No, había un poderoso indicio de que los Ravens iban a caer. Algo que sin duda hacía presagiar el fiasco de los de Baltimore: su aparición en la última portada de Sports Illustrated, que como sabéis maldice a quien la protagoniza:
El gafe ha vuelto a surtir efecto. Era uno de los partidos con un pronóstico más claro de la jornada y, tal y como se preveía, no tuvo ninguna emoción. Los Titans ganaron el partido con comodidad, gracias a una gran segunda parte. No solo sorprendió el qué, sino también el cómo: la victoria de Tennessee se basó en el juego de pase, en los pases de Matt Hasselbeck. No, esta vez tampoco Chris Johnson fue el héroe, sino que el dúo Hasselbeck-Britt fue el que destrozó a Baltimore.
Ah, el amigo Flacco ha vuelto a las andadas. Pero eso (por desgracia) no sorprende.
Inciso no footballístico de la semana: unos tenemos a Botín, otros tienen a Buffet
No todo va a ser football. Si Easterbrook lo hace en su TMQ, por qué aquí no. No será una sección fija, ni mucho menos, pero esta semana me apetecía comentar el tema. Porque manda huevos, que ya está bien.
Camisas de once varas, here we go.
Un tipo que hace poco pagaba 200 millones en impuestos porque se le había olvidado hacerlo en su momento, viene ahora a emitir opiniones sobre justicia tributaria. TÓCATE LAS PELOTAS. El tipo ese, que tenía sus fondos a buen recaudo en un banco suizo, que como todos sabemos son un ejemplo de transparencia y legitimidad, protestaba públicamente por el establecimiento de un impuesto que grava el patrimonio de las personas cuando supere el millón de euros (700.000 más 300.000 adicionales de vivienda habitual).
En primer lugar, lo que nos tenemos que preguntar es cómo un tipo que se olvida de pagar 200 millones en impuestos no está en la cárcel. Pero bueno, los estándares penales en España son muy diferentes a los de los países nórdicos, donde defraudar al erario público se paga de verdad. Por aquí se lleva lo de cobrar en negro y maricón el último.
En segundo lugar, debemos preguntarnos cómo un tipo puede tener la pétrea cara de siquiera opinar sobre temas tributarios después de ese ligero olvido declaratorio. Dice que le parece "muy mal" que se establezca el impuesto sobre patrimonios superiores al millón de euros, aunque sea de forma temporal.
En tercer lugar, el tema resulta más sonrojante si atendemos a lo que hacen multimillonarios afincados en otros territorios. No sabemos si estos multimillonarios extranjeros tienen cuentas en bancos suizos como los Botín (nótese lo apropiado que resulta el apellido: según la RAE, Botín significa "beneficio que se obtiene de un robo, atraco o estafa"). Pero lo que sí sabemos es que mientras Botín pide que se eliminen los tributos sobre patrimonios exorbitados, otros magnates piden que sus patrimonios sean gravados con impuestos, porque es una injusticia que eso no suceda.
Hablo de Warren Buffet y de Howard Schultz, que no solo no tienen problema en que se imponga dar uso al dinero que no usan, sino que lo piden públicamente. El caso de Buffet es el más significativo. Ya en 2007 criticaba la puta mierda de sistema impositivo que existe en todos los lugares del mundo, en donde los que más tienen son los que menos pagan. Y hablo en términos relativos, que es lo que tiene sentido, no de términos absolutos. Decía, ya en 2007, que el infame sistema provocaba situaciones tan justas como que su secretaria pagase más impuestos que él. Buffet es la tercera persona más rica del mundo. Es bastante más rico que Botín, y está infinitamente mejor considerado desde un punto de vista empresarial e intelectual. Eso sí, no hace tanta gracia hablando en inglés como Botín:
Volvamos al tema, que nos desviamos.
Seguramente sea injusto, pero si tomamos a Botín como ejemplo del empresariado (y del multimillonariado) español y a Buffet del estadounidense, uno se explica por qué a unos les va mucho mejor que a otros. Pero bueno, como toda generalización, es una gilipollez. El hecho es que algunos de los de allí muestran su tierno corazoncito y alguno de los de aquí su duro rostro.
El caso es que, aunque los afectados estén a favor o en contra, el impuesto sobre las grandes riquezas debe existir. ¿Por qué? Porque la utilidad marginal del dinero es decreciente. Dicho de otro modo, las primeras unidades de nuestro dinero sirven para más de lo que sirven las últimas, según va aumentando nuestro patrimonio, las nuevas unidades de dinero van sirviendo cada vez para menos. Dicho de otro modo más, mi primer euro me vale para mucho más que mi millonésimo euro, porque el primero lo uso para cubrir necesidades esenciales y el millonésimo (probablemente) ni lo uso, lo tengo muerto de risa en una cuenta corriente. Por ese motivo los impuestos deben ser progresivos (eso creo yo y eso dice la Constitución Española, que muchos se pasan por el forro a pesar de que dicen ser constitucionalistas --concepto absolutamente vacío--): porque hay que gravar más las últimas unidades de dinero, las que valen para menos a su propietario, que las últimas, que valen para mucho. Por eso las primeras unidades de renta tributan a un % inferior que las siguientes, y así sucesivamente.
Existen varios "hechos" que pueden ser sometidos a tributación: ganar pasta (la renta, IRPF o, en el caso de sociedades, IS), gastar pasta (IVA e impuestos indirectos) y, hasta hace unos años y ahora de nuevo, tenerla ahorrada (Impuesto sobre el Patrimonio).
En una lamentable intervención en la Ser, Rajoy, defensor de los muchimillonarios y, en general, de los intereses de los que mucho tienen y poco quieren aportar, decía que el Impuesto sobre el Patrimonio era injusto porque si alguien se gastaba el dinero no pagaba impuestos y si lo ahorraba se le penalizaba.
Mis cojones.
¡¡Mis cojones!!
(esta expresión tan soez e impertinente quiere expresar indignación por la mentira que nos quieren colar)
¿¡Cómo que el que se gasta la pasta no paga impuestos!? El gasto está sometido al impuesto más injusto que existe, que es el indirecto. El que grava proporcionalmente más al que tiene menos. Siempre pongo el mismo ejemplo chorra, pero cuando un mendigo va a un McDonald's y se compra una hamburguesa por 1 euro, se deja el 8% de su patrimonio en esa adquisición, se le grava una necesidad vital; mientras, cuando Cristiano Ronaldo (rico, guapo y gran jugador) acude a un restaurante, paga un 0,00000% de su patrimonio en impuestos (tendría que haber añadido demasiados ceros para llegar a escribir un 1). Y el peso relativo de la tributación indirecta, la injusta, sobre la directa, no hace más que crecer. Con las rebajas de IRPF e IS, seguirá creciendo. Y lo que prevé la Constitución, que el sistema tributario respete el principio de progresividad, se quedará en una declaración de intenciones tan inútil como la de la vivienda digna. Ah, y que nadie dude que el 20 de noviembre se votará masivamente a la opción que pretende eliminar fulminantemente el Impuesto sobre Patrimonio (por si alguien malinterpreta lo que escribo, no pido que se vote al PSOE, y de hecho, creo que no se debe hacer, pero ese es otro tema; como hay que andarse con más ojo que un ciego en una orgía con estos temas, dejo constancia de la aclaración).
¿Es injusto que por importes superiores al millón de euros (700.000 más 300.000 adicionales por vivienda habitual) deba pagarse un impuesto? NO. Es justísimo. Es lógico y racional, porque esas cantidades reportan una utilidad ínfima a su titular. Discutamos luego qué tipo impositivo es el justo, y es verdad que no debe ser confiscatorio, pero ese es otro debate. De principio, la riqueza debe tributar.
Bien, el primer paso de este particular Robin Hood está dado: quitarle a los ricos. Luego viene el segundo y más difícil: darle a los pobres. Aquí chocamos con el terrible problema de la incompetencia y caradura de los poderes públicos, que administran de forma lamentable el erario público. Incurren en gastos innecesarios (cuando no ilegales) y en inversiones penosas. Sí, ese es otro gran problema, pero su existencia no debe servir como argumento para evitar el primer paso. Si las administraciones no saben gastar, hay que controlar su gasto, hay que fomentar la transparencia de las cuentas y que todos sepamos en dónde se invierten los impuestos. Solucionemos ese problema, y no nos escudemos en él para eximir a los forrados de pagar unos importes que ni les duelen. Como si para evitar los incendios forestales talamos los bosques.
De los esquemas fraudulentos diseñados para evitar el pago de impuestos (SICAV, sociedades interpuestas, residencias en paraísos fiscales y similares) ni hablo. Bueno sí, tres palabras: hijos de puta.
Conclusión: ojalá un día tenga que pagar el impuesto sobre el patrimonio. Qué suerte la de los que tienen que pagarlo.
Fin del excurso, y ya está bien. Camisa de once varas bien abrochada.
Han matado a Kenny ¡hijos de puta! (todo sigue igual)
Creo que el título de este epígrafe para lo que siempre sucede del mismo modo merece poca explicación. ¡Hijos de puta!
Raiders: fuertes en su división, débiles fuera. Me repito más que los callos, sí. Es mi estilo. Como el de los Raiders, empeñados en perder fuera de la AFC Oeste lo que ganan en ella. La temporada pasada consiguieron la complicada hazaña de ganar los 6 partidos intradivisionales y, aún así, no ganar su división. Esta temporada (lo muy poco que llevamos de ella) siguen el mismo camino: una victoria en su división, una derrota fuera de ella. McFadden sigue al mismo nivel que la primera jornada, pero la defensa de Oakland hizo aguas por todas partes, permitiendo casi 500 yardas al ataque de Buffalo. Especialmente ineptos estuvieron los Raiders contra la carrera, con 217 yardas recibidas. En cualquier caso, el balance no es malo a estas alturas para Oakland: dos partidos fuera de casa, una victoria (en el partido más importante de los dos, por ser contra un rival de la misma división) y sensación de buen equipo.
Los Bucs remontan en el último cuarto. Seguro que el tema os suena familiar (y no me refiero al chiste del que entra en la pizzería con dos putas y le preguntan "¿familiares?" y responde "no, son putas, pero también comen"). Josh Freeman comandando una remontada en el último cuarto. Y quien dice Josh Freeman dice también LaGarrete Blount y Mike Williams. Los de siempre. Al descanso, parecía que los Bucs no tenían nada que hacer. Estos jovenzuelos, que tan bien lo hicieron la temporada pasada, se desinflan ahora que todos los conocen. Pues no. Tampa, esta jornada, no se esTampa. Si hay un equipo del que no te puedes fiar aunque vaya palmando, esos son los Buccaneers. Especialmente desde que Freeman es su quarterback. De las 14 victorias que ha cosechado el joven jugador, 8 han llegado después de ir perdiendo en el último cuarto.
Las pérdidas matan a los Chargers. No aprenden. Siempre la misma historia. Take care of the football!!! Con poner un poco más de cuidado en no perder el balón, los Chargers podrían haberse llevado el partido en New England. La historia de siempre. El partido fue un calco del de la primera jornada. San Diego a remolque, pero facilidad para avanzar en ataque, penalizada constantemente por pérdidas de balón. Pero esta vez el final no fue feliz, porque los errores no cesaron hasta el final. 2 intercepciones a Rivers y, sobre todo, el fumble final de Mike Tolbert (el segundo de la noche) acabaron con las opciones de los Chargers. El mejor equipo en ataque y en defensa de la temporada pasada, que aún así ni se clasificó para playoffs, volvió a condenarse por culpa de las pérdidas de balón. La historia de siempre, que más les vale corregir si quieren pelear por el anillo (que deberían, por el equipo que tienen).
Hostias a mansalva a Jay Cutler. Lo de siempre. Defensores golpeando a Jay Cutler. Lo raro es que no se lesione con más frecuencia. El jugador con fama de más nenaza de la liga por su retirada en la final de la NFC, es constantemente apaleado por los defensores rivales. Esta semana 6 sacks y múltiples golpes de los defensores de los Saints. Y no va a cambiar, porque todos sabemos que esto va de suyo en un ataque dirigido por Martz.
Érase una vez la vida (todo cambia)
Me resultaba complicado encontrar una serie de dibujos animados en la que se produjese algún cambio significativo, así que me decido por esta cojonuda serie en la que se explicaban los cambios del organismo. Sí, bastante pillado por los pelos, pero la serie molaba bastante, una maravilla comparada con la puta mierda deformativa que abunda ahora.
Es obvio que el cambio ha sido radical en Ravens, Cowboys (y, en particular, Romo) y Titans, pero como ya lo hemos comentado, abordamos otros temas en esta sección.
Bills, Lions y Redskins, 2-0. Corren aires triunfales por Buffalo, Detroit y Washington. Tras años de profunda frustración, estos tres equipos comienzan la temporada con dos victorias. Ni los más viejos del lugar. ¿Van en serio? Bueno, está por ver.
Los más felices deben de ser los Redskins, porque ellos son los únicos que son líderes en solitario de su división y además ya llevan una victoria contra un rival divisional. Sin embargo, la ventaja es ínfima y todavía está por ver cómo funciona este equipo fuera de casa y si Rex Grossman, Sexy Rexy, vale para liderar a un equipo con aspiraciones (¿pero qué digo, si con él los Bears ya llegaron a la Super Bowl?).
Los Bills han ganado tanto fuera como en casa. Contra los deprimentes Chiefs y los Raiders, que asustan más pero tampoco (todavía) impresionan. Eso sí, el ataque de Buffalo se ha mostrado intratable, con un Ryan Fitzpatrick muy seguro e inspirado en los momentos decisivos. Fred Jackson está corriendo como nunca, y algunos empiezan a avisar del peligro de este equipo de despojos. Creo que es por el cambio de uniforme, que han salido ganando y mucho. La prueba de fuego (frase hecha probablemente tomada de las ordalías o juicios de dios) llega la próxima semana: reciben a los Patriots. Enorme desafío, sobre todo para su defensa.
Dejo para el final a los que creo que van más en serio. Madre mía, que son los Lions. En fin, que parece que van en serio. Bueno, como los he incluido en la sección dedicada a lo mejor de la jornada, dejo de hablar de ellos aquí.
Ni un touchdown de equipos especiales. La semana pasada ocho, esta ninguno. La semana pasada Randall Cobb consigue un touchdown increíble, y esta comete un fumble en su primer retorno. En una entrevista en NFL Network le preguntaban si no tenía miedo de la bronca que le podía esperar en la banda. Cobb dijo que no, que sentía que el Señor guiaba su camino y que no iba a fallar. Se ve que esta semana lo guió Satanás. Esta semana sí podemos decir que se confirma la prevista tendencia al no retorno de kickoff: la mayoría de los que salían de su end zone terminaban cayendo antes de llegar a la yarda 20. Es decir, que más les valía conceder el touchback.
La NFC Sur reacciona. La terrible NFC Sur de la pasada jornada vuelve a ser la temible NFC Sur en esta. Solo los Panthers (y estuvieron cerca) se quedaron sin victoria. Como en la semana pasada, tres duelos entre NFC Sur y NFC Norte. La semana pasada ganaron los norteños todos los duelos. Esta, solamente los Packers vencieron a los Panthers. Los Saints ganaron con holgura a los Bears del golpeado Cutler y los Bucs protagonizaron la remontada en Minnesota que ya comentábamos. Los Falcons, con bastante presión por los dos resultados anteriores y el mal inicio, volvieron a ganar in extremis en el Georgia Dome. Esto es más lo que nos esperábamos de esta división.
Dr. Slump e Arale (lo mejor)
Esta serie, no muy conocida, es la favorita de mi infancia. El otro día vi un DVD recopilatorio en la Fnac de Plaza Norte, pero estaba doblada solamente al castellano y al catalán. Supongo que si la hubiese visto en alguno de esos idiomas me seguiría gustando, pero yo estaba acostumbrado a verla en gallego y todo lo que no sea eso me parecerá una puta mierda. Míticas sus cacas y Sopaman, que menuda cara se le quedaba cuando comía albaricoques en escabeche. Canela fina.
Detroit Lions. Con permiso de los Patriots, el mejor equipo de lo poquísimo que llevamos de temporada. Parece que van en serio. No sé si creérmelos todavía, que son los Detroit Lions, pero la verdad es que su victoria del domingo fue incontestable. 48 puntos cascaron a los Chiefs, con todas las piezas del equipo funcionando perfectamente: el ataque, consiguiendo más de 400 yardas, con un Matthew Stafford aún sano y muy inspirado; la defensa, forzando 6 pérdidas de balón y limitando a los Chiefs a solamente 3 puntos. No sé, demasiado bien les van las cosas. La próxima semana, primer partido divisional. Es contra los Vikings, pero creo que servirá para
Aunque canse, Tom Brady. Sí, es el mismo pesado de todas las semanas. Pero por repetidas que sean, sus actuaciones no dejan de ser brillantes. Este tío está imparable. Lleva casi 1000 yardas de pase en solamente 2 partidos, a ritmo de destrozar todos los récords, y dando impresión de que bien podría hacerlo. El domingo, otra actuación monstruosa frente a los Chargers: 31/40, 423 yardas, 3 pases de touchdown, ninguna intercepción y 135,7 de passer rating. Brutal. Los siguientes son los Buffalo Bills.
Fred Jackson. Segundo partido consecutivo del corredor de los Bills por encima de las 100 yardas de carrera. Esta vez, 117 Absolutamente nadie lo esperaba, probablemente tampoco los Raiders. Un tipo un tanto ninguneado hasta por su propio equipo, pues es complicado interpretar de otro modo los fichajes de Marshawn Lynch (ahora en Seattle) y de C.J. Spiller (primera ronda del draft 2010 y que está resultando un fiasco en relación con las expectativas creadas). Fred Jackson lidera en estos momentos la clasificación de yardas de carrera de la NFL. Su mejor jugada del partido, detalladamente diseccionada por un aficionado Raider:
American Dad (también conocida como Padre made in USA) (lo regulero)
Un colega me insiste en que esta serie mola, pero no acabo de verle el punto. No sé, no termina de hacerme gracia, mala copia de Padre de familia, con mucha menos gracia. Aunque admito que esto sí que me hizo gracia:
Cam Newton, Steve Smith y los Panthers. Antes de que comenzase el Panthers-Packers especulaban en NFL Network sobre si Carolina conseguiría su segunda victoria moral. La consiguieron. Ya cuentan con un balance de 2-0 en cuanto a victorias/derrotas morales. Eso sí, en el balance real están 0-2. Y bien podrían estar 2-0. Con un par de errores graves menos, con haber sido un poco más eficientes en la red zone, habrían ganado el partido. En toda la temporada pasada, Green Bay jamás había ido perdiendo por más de 7 puntos, en ningún momento de ningún partido. El partido de Carolina empezó 13-0 para los Panthers, y bien podría haber sido 21-0. No fue así. Los errores ofensivos lastraron a Carolina: 3 intercepciones, 1 fumble perdido y 1 conversión de cuarto down que no consiguieron. Regulera sensación del equipo en general y para Cam Newton y Steve Smith en particular.
Smith consiguió de nuevo una barbaridad de yardas de recepción (156), rememorando viejos tiempos,
En cuanto a Cam Newton, creo que convendría que se moderasen los elogios. Ha batido el récord de yardas de pase de un novato que él mismo había fijado la semana pasada, sí. 432 yardas, esta vez (y 53 de carrera, con 1 touchdown incluido). Pero 3 intercepciones, todas ellas evitables y que ponen de manifiesto errores graves. No solo suyos, sino del equipo técnico de Carolina por hacer descansar en él tanto peso del ataque. En términos de passer rating, Newton consiguió un mediocre 72,0. Y es que las yardas totales no son lo único que permite medir el rendimiento de un quarterback. De hecho, en teoría el passer rating es la medida más fiable para estos fines. Grosso modo, esa es la clasificación que debemos tener en cuenta para ver qué tal lo ha hecho un quarterback.
Y, oh sorpresa, (lo pongo en párrafo aparte para que se vea mejor), Cam Newton ni siquiera es el mejor novato de lo que llevamos de NFL en términos de passer rating. Es, oh sorpresa, Andy Dalton, que sin hacer nada de ruido lleva un rating de 105,7, 3 pases de touchdown y todavía no ha lanzado ninguna intercepción. Ah, también sabe lo que es ganar un partido, algo que Newton desconoce. Newton acumula un rating de 89,1, el 16.º de la NFL.
La defensa de los Packers. Cuando comenzaba a escribir esto aún no se sabía que Nick Collins se iba a perder lo que queda de temporada. Una noticia devastadora para los Packers, una baja que me parece más grave que las de Finley o Grant de la pasada temporada. Mucho peor. Si algo le sobra a los Packers son receptores, y como quedó finalmente demostrado, el juego de carrera es algo hoy en día accesorio para lograr un título. La defensa del pase no lo es. De hecho, como dicen machaconamente en Cold, Hard Football Facts, el diferencial de passer rating es la estadística más importante para conseguir un anilllo en la NFL. Dicho de otro modo, la diferencia entre lo bien que pasas y lo bien que defiendes el pase es lo que resulta más determinante para el éxito final. Los Packers atacan muy bien por el aire. Pero que muy bien. Pero en los dos partidos que llevamos (muestra poco representativa, es cierto), defienden el pase de manera horrenda. Terrible. No solo ante ataques potentes como el de los Saints, sino ante otros menos exigentes como el de los Panthers. La culpa no es solo de la secundaria, sino también de los que presionan al pasador. No creía que la baja de Cullen Jenkins se fuese a notar tanto. Bueno, no sé si es solo por eso, pero el hecho es que el pass rush de los Packers deja mucho que desear. Y la secundaria tiene problemas. El pasado domingo no estuvo Tramon Williams, el corner titular. Pieza importante que volverá. Pero aún con Nick Collins, un Pro Bowler, los Packers ocupan el último lugar de la NFL en yardas de pase permitidas. Eso con Collins. Sin Collins, echémonos a temblar. Charlie Peprah hará lo que pueda por sustituirle, pero está lejos del nivel de Collins.
Regulero el rendimiento de la defensa de Green Bay, y no malo, por tres motivos: porque el partido de Charles Woodson, con 2 intercepciones y 1 fumble recuperado, no puede ser más que excelente considerando simplemente esos números; porque está defendiendo muy bien la carrera (de forma excelente, y eso que se ha enfrentado a equipos con backfield potente); y porque ha sido muy oportunista: en los momentos clave ha frenado al ataque rival. Eso con Nick Collins. Sin él...
Adrian Peterson. Monstruoso partido de Adrian Peterson ante los Buccaneers que no sirve para nada. El corredor de los Vikings lideró la jornada en yardas terrestres (120, 2 touchdowns incluidos), pero su gran actuación no vino acompañada de una victoria. A pesar de humillar a la defensa de Tampa.
Receptores frustrados. Normalmente en esta sección abundan los quarterbacks que acumulan yardas de pase que no sirven para alcanzar la victoria. No es el caso de esta jornada, en la que los cuatro primeros receptores por yardas conseguidas perdieron sus partidos. El quinto, Miles Austin, no lo perdió de milagro. Hablo de Vincent Jackson (172 yardas), Jeremy Maclin (171), Steve Smith (156) y Denarius Moore (146). Esta de Jackson es la rehostia:
El show de Cleveland (lo peor)
Esta serie es la involución absoluta de Padre de familia. American dad tiene un pase, pero esto...
Kansas City Chiefs. Tras dos jornadas de competición, este es el equipo al que peor le ha ido, y con mucha diferencia. Y no por haber perdido los dos partidos que llevan disputado, ni siquiera por haber caído apalizados en ambos, sino porque a las derrotas y al mal juego se les une la pérdida para toda la temporada de dos de sus mejores jugadores en ataque y en defensa. La semana pasada perdían a Eric Berry. Esta semana perdieron a Jamaal Charles. Por el camino, han anotado 10 puntos y recibido 89. Ningún otro equipo ha sufrido palizas de tal calibre en lo poquísimo que llevamos de temporada. Mis condolencias a los aficionados de los Chiefs. Salvo milagro improbable (quizá esto es redundante, todos los milagros son por definición improbables, ¿no?), el mes de enero lo tendrán libre.
Luke McCown. McCown es el quarterback de los Jacksonville Jaguars. Los Jaguars despidieron por sorpresa a su anterior pasador titular, David Garrard, pocos días antes del comienzo de la temporada. Y aquí llegó McCown. El novato Blaine Gabbert (número 10 del pasado draft) está aún demasiado verde para estas tareas. ¿Demasiado? Bueno, quizá no sea esa la excusa, sino simplemente no quemarlo. Porque es imposible que lo haga peor que McCown contra los Jets. Completó 6 de sus 19 pases, no llegó a las 60 yardas de pase y cometió 4 intercepciones. Su rating, difícilmente empeorable: 1,8. No llega a 0, al alcance de unos pocos privilegiados como el mítico Terry Bradshaw (que tiene el récord de ocasiones con rating nulo en tres), Joe Namath o Johnny Unitas. Todos ellos consiguieron alguna vez un rosco. Claro que, bastantes más, ratings perfectos. Creo que eso le falta a McCown.
NFC Worst. Tras una buena jornada, la NFC Oeste vuelve a la dura realidad. Con todo, es pronto para cebarse con esta división, porque salvo el caso de los Seahawks (que sí que dan auténtica pena) tanto Cardinals como 49ers se quedaron a las puertas de la victoria. Los Rams cayeron ante los Giants, pero en su caso la plaga de lesiones y la baja de Steven Jackson les sirve de excusa. En cualquier caso, 0-4 en la jornada y primeras voces que empiezan a apuntar a que con 8 victorias se puede ganar la división.
Es que Marianico Rajoy se lo gasta todo en putas y en drogas, por eso dice que no paga impuestos cuando gasta
ResponderEliminarLo del favor arbitral a los Falcons no lo termino de ver...
ResponderEliminarEn serio, el arbitraje fue escandaloso, durante todo el partido, pero en favor de los Eagles. 2 ejemplos: helmet to helmet de Cullen Jenkins a Ryan que ni pitan (luego sí pitan el de Robinson), un roughing the passer que le pitan a John Abraham de auténtica risa...
Creo que fue un partidazo y que los Falcons ganaron con una gran remontada en el último cuarto
sobre Warren Buffet, es aquél que dijo. "Claro que la lucha de clases existe, y la van ganando los ricos" (más o menos).
ResponderEliminarHasta Escolar lo reconoce: http://www.escolar.net/MT/archives/2011/09/matematicas-y-lucha-de-clases.html
Sobre football, en lo que respecta a los Chargers, como dices otra vez las pérdidas. Pero me hubiese gustado ver a la defensa durante todo el partido como en la segunda parte. Vale que hacen falta los ajustes y todo eso. Pero parece que hasta que no le vieron las orejas a lobo no se pusieron las pilas.
No recuerdo un derroche de talento como el que dilapidan los Chargers en ningún deporte profesional. Y viene de lejos: ya con Marty Shottenheimer perdían partidos increíbles. (Y que conste que soy fan de los Patriots, pero es que lo de San Diego es más que increíble).
ResponderEliminarHace tiempo que leo el blog pero es la primera vez que escribo, felicidades, es sin duda visita obligada para todos los amantes del football aunque realmente es tu forma de escribir lo que me hace seguirlo, enhorabuena de verdad. Lo del ciego en una orgía ha sido la gota que ha colmado el vaso y me he dicho a mi mismo, escrbíbele y dale la enhorabuena por el blog!!
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo con lo de Cam Newton. Ok, si ha hecho un huevo de yardas pero se marcó 3 intercepciones tremendas, dos sobretodo eran la típica intercepción de rookie, lanzando un pase forzadísimo, en movimiento, a punto de recibir un golpe...a uno de los mejores CB de la liga...pero parece que todo lo haga bien, aunque siendo realistas, nos ha sorprendido a casi todos, que esperábamos mucho menos. Eso si, yo vi el partido y es cierto que no tenían juego de carrera, pero al coordinador ofensivo y Rivera es para colgarlos, porque cargaron todo el peso del equipo en él, jugando contra los campeones, ganas de quemar a un rookie...
Otra cosa, como soy de los Broncoss, vi jugar a Andy Dalton...vaya fenómeno, jugó como un veterano.
Un saludo!