Este marzo, el del baloncesto universitario no es el único gran baile. La NFL se une a la danza. Esta offseason está deparando un baile de jugadores casi sin precedentes. El movimiento está siendo muy intenso. Un terremoto. El epicentro, el factor desencadenante, el despido de Manning. Menudo baile. Hasta quienes menos esperábamos responden que sí a la pregunta. Do you wanna dance?
La NFL no es solo el reino de la incertidumbre durante la temporada deportiva. No es solo la competición profesional más impredecible de cuantas se disputan en el planeta. Por eso despierta tanto interés. Es la mejor novela de misterio. Ni sus autores conocen el desenlace, siempre diferente, muchas veces sorprendente y plagado de momentos inolvidables. Esa es una de las principales claves de su éxito. Éxito deportivo y económico. Es la competición más rentable del mundo. Cada año más. Eso no sorprende.
Esta offseason también viene plagada de sorpresas. ¿Recordáis este momento?
Quién les iba a decir a los extasiados aficionados de los Broncos que ese pase es (probablemente) el último de Tim Tebow como local en Mile High. Igual que no daban crédito a lo que estaban entonces contemplando, no darían crédito a lo que estoy ahora mismo escribiendo.
Peyton Manning ha fichado por los Denver Broncos. Un auténtico sorpresón. Os lo decía cuando fue despedido de los Colts. Para qué vamos a hacer predicciones, si al final terminará donde menos sospechamos. No tengo ni idea, decía. Y tanto.
Pensaba en equipos sin un quarterback de confianza y con pocas opciones de cubrir la posición vía draft. Seattle, Miami, Arizona... Incluso, si me apuras, los Jets, de los que se habló mucho en principio. Nada, que no teníamos ni puta idea. Ninguno de esos teóricos favoritos de alzarse con el trofeo Manning llegaron siquiera a la final.
Los dos finalistas que se quedaron con la miel en los labios fueron Tennessee y San Francisco. Los Titans no eran una opción descabellada, pero tenían en plantilla a Jake Locker, a quien habían elegido en el 8.º puesto de la primera ronda del pasado draft. Y lo poco que se le vio la temporada pasada fue bastante prometedor. No era uno de los contendientes más claros por Manning. Y sin embargo fue el que apostó más fuerte por su fichaje. Básicamente, le dieron un cheque en blanco. Pide lo que quieras, que te lo damos. Después de tantos años sufriendo la tiranía de Peyton Manning, los Titans querían hacerse con sus servicios a toda costa. Claro que, me parece, daban por sentado algo sobre lo que todavía no existe certeza. Que el actual Peyton Manning es como aquel Peyton Manning. O parecido. Porque el actual es más viejo, más débil y más fragil que aquel.
El segundo soprendente finalista, que de hecho parecía el mejor postor por potencial de plantilla, era San Francisco. ¡Los 49ers! Con estos si que nadie contaba. Y conocimos su nombre al final del proceso. A toro pasado todos decían que tenía sentido, pero no nos engañemos, porque nadie contaba con ellos. Los 49ers contaban con un quarterback que había cumplido más que sobradamente esta temporada. Jim Harbaugh parecía haber recuperado para la causa a Alex Smith. Un jugador válido, que había demostrado tener lo que hay que tener en los momentos más importantes. Que se lo digan si no a los Saints. Pues bien, los 49ers han mostrado claramente que Alex Smith no les convence. Su comportamiento es más propio de un equipo desesperado que de un equipo que realmente confía en su quarterback. Smith ya estaba buscándose la vida lejos de San Francisco, así que con eso queda todo dicho. Harbaugh tiene el mismo trabajo que la temporada pasada: recuperar la confianza de un quarterback despreciado. Muy sorprendente. ¡Pero qué necesidad tenían los 49ers de meterse en este berenjenal! Después de encontrar una ruta hacia la victoria, deciden cambiar radicalmente su estilo. En fin.
Y llegamos al vencedor. ¡¡Los Denver Broncos!! Increíble. Sabéis que no soy de Tebow. No lo querría para mi equipo ni en pintura. Pero también resulta innegable que la gran mayoría de la afición de Denver lo adoraba. Y, aunque fuera ilusorio e injustificado, él había devuelto la ilusión a muchos aficionados por su equipo. Sigo pensando que él no fue el principal causante de las victorias de la segunda mitad de temporada en Denver, pero estaba ahí y muchos veían en él a un ganador. Un tipo con místicas cualidades que hacían a su equipo ganar. Sus compañeros, dicen los que le adoran, son mejores con él. Y sus rivales peores, también parecía. En cualquier caso, y aunque era notorio que no era santo de la devoción (nunca mejor dicho, aunque Tebow no crea en los santos) de John Elway, no podíamos esperar un movimiento de este calibre para dar la patada a Tebow.
Elway se la ha jugado. La apuesta no puede ser más arriesgada. Insisto, no sabemos cómo es este Peyton Manning. Este no es aquel. Este cumple 36 años el próximo sábado. Este viene de cuatro delicadas operaciones cervicales. Este ha tenido que someterse a las más innovadoras técnicas de curación para rehabilitar su dañado cuello. Este es de cristal. Aquel era de acero. Aquel no se había perdido ni un solo partido en toda su carrera por lesión. Aquel no tenía un cuello de cristal. Aquel tenía una franquicia entregada a él. Aquel tenía guardaespaldas y receptores de plena confianza. Aquel jugaba en un dome, en una atmósfera perfecta para un ataque aéreo. Este tendrá que enfrentarse a los elementos. Los Broncos juegan un solo partido a cubierto la temporada que viene, en Atlanta. Demasiadas incógnitas.
Hace un año, Denver contaba con tres quarterbacks que aspiraban a la titularidad. Kyle Orton, Tim Tebow y Brady Quinn. Os gustarán más o menos, pero Orton era un titular consolidado en la NFL y los otros dos habían sido elegidos en primera ronda del draft y habían completado carreras universitarias brillantes. Superávit de quarterbacks. Ahora, si (como parece) se confirma el traspaso de Tebow, los Broncos se verán en déficit de quarterbacks. Antes había una multitud de tres. De esos tres, en menos de un año, no quedará ni uno. Quedará solo un hombre de cristal. Como se lesione, veréis qué risas. En la vorágine por Manning, en el frenesí pujador, no eran los equipos los que entrevistaban al jugador para evaluar su fichaje. Nada de eso. Al contrario, era el jugador el que entrevistaba a los equipos. Las exigencias venían de Manning. Los que pujaban por él se rendían a sus pies. Y no sé si siendo plenamente conscientes de que Peyton Manning lleva una temporada completa sin jugar y con serias dudas sobre su rehabilitación. Unas dudas que no se han podido despejar todavía. ¿Resistirá el cuello de Peyton Manning a la embestida de las bestias? Aunque no estén primados por lesionar, os aseguro que para los Tamba Hali, Richard Seymour, Antonio Garay y demás cazadores, el trofeo Peyton Manning será muy apetecible. Es parte del fútbol americano. Tienes que estar listo para recibir.
Riesgo, mucho riesgo.
No solo se la ha jugado Elway. También el propio Peyton Manning. No creo que Denver sea la mejor opción. Para mí, era Arizona. Un equipo que juega en un dome. En la NFC Oeste, que a pesar de la espectacular pasada temporada de los 49ers sigue siendo una división flojilla. Con un tal Larry Fitzgerald para atrapar pases imposibles. Con promesas emergentes como Patrick Peterson que están revitalizando la franquicia. Con una presión mediática nula. En un destino que ya sirvió a un ilustre veterano como Kurt Warner para reeditar páginas brillantes. Pero los Cardinals no fueron ni finalistas. Ellos sabrán. Tampoco otros teóricos aspirantes como Seahawks o Dolphins.
En Denver, Manning se encontrará con la presión de ser el sustituto de Tebow. Este Manning es el que da la patada a Tebow. A poco que falle, se lo recordarán. Se lo recordará la prensa. Tebow es el fenómeno mediático más importante de la NFL en los últimos tiempos. Se lo recordará la afición. Recordemos que para que jugase Tebow los aficionados pagaban anuncios de su propio bolsillo. Denver viene de ser campeón de división. Sí, con 8-8, pero campeón de división. Y viene de ganar un partido de playoffs. Vamos, que los Broncos no están sumidos en una profunda depresión. No hay nada que perder. Además, el sistema ofensivo de Denver estaba basado casi exclusivamente en la carrera. Nada que ver con un Manningsistema. Completamente opuesto. Por eso se había prescindido de jugadores poco útiles para estos planteamientos como Brandon Lloyd. Ahora, además de adaptar la estrategia, de entrenar las nuevas jugadas, hay que fichar jugadores válidos para estos fines. Hacen falta receptores.
Como veis, mucha sorpresa y mucho riesgo. Hablando de riesgos y de sorpresas, el otro quarterback estrella de la agencia libre ha encontrado destino. Matt Flynn ha fichado por los Seattle Seahawks. Este jugador también presentaba un riesgo importante: solo había disputado dos partidos en su carrera profesional. Muy buenos, pero solo dos. Ante dos defensas muy flojas, como las de New England y Detroit. Y con un grupo de compañeros de ataque excepcional. Eso sí, el chico lo hizo de puta madre en esos dos partidos. Tanto, que le han dado un contratazo de 10 millones de dólares anuales. Matt Flynn va a ganar más dinero que Aaron Rodgers la próxima temporada. Sorprende.
Y hay otro tema que también sorprende mucho en el desenlace del tema Flynn. Una sorpresa que alimenta las sospechas sobre el grado de riesgo que conlleva el fichaje de este jugador: que los Miami Dolphins, entrenados por su antiguo coordinador ofensivo, no lo hayan fichado. Joe Philbin no ha echado el resto por el fichaje de Matt Flynn. Ni mucho menos. Y nadie conocía a Flynn mejor que Philbin. Él era el responsable del día a día de Flynn en Green Bay. Pero no lo quiso. O no lo quiso mucho. Dicho esto, también puede uno hacerse la pregunta inversa: ¿será tan bueno Joe Philbin si Matt Flynn, que tanto lo conocía, no ha querido irse con él? Otra sorpresa más. Eso sí, entre unas cosas y otras los Dolphins son los grandes perdedores de este gran baile. Ni Luck (esto lo sabíamos), ni Robert Griffin III, ni Manning, ni Flynn. Y si me apuras, ni Kyle Orton (fichado por Dallas), que visto el panorama parecería ahora una muy buena opción para Miami.
Ah, Miami. Equipo de Florida. Que necesita un quarterback. ¿Qué quarterback ahora en el mercado fue un ídolo en Florida? Bueno, hay otra franquicia de Florida, también necesitada de quarterback, que juega todavía más cerca de donde lo hacía ese afamado quarterback.
¿Veis? El baile no ha terminado, ni mucho menos.
martes, 20 de marzo de 2012
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Gran artículo 555, he leido en el blog Zona Roja lo que ha pasado con Flynn y los Dolphins y aquí te dejo un párrafo en el que lo explica Mariano Tovar.
ResponderEliminarLa pregunta de las últimas semanas era de cajón. ¿Por qué no pujan por él los Dolphins? Si de verdad es tan bueno, Joe Philbin lo ficharía sin dudarlo. Ha sido su coordinador ofensivo en Green Bay desde que es profesional. En las últimas horas se ha desvelado el misterio. Los Dolphins han estado coqueteando con todo QB viviente solo buscando bajar el caché de Flynn, su auténtico objetivo desde el primer día. El tema es que el jugador no acepta un contrato a la baja y se ha puesto a negociar con los Seahawks, con lo que en Miami se han quedado todos con los huevecillos encogidos.
Y al final se va a Seattle... como diría Espeonza: Me desorino.
Si lo que dice Mariano Tovar es cierto, es como para darle una patada en el culo a todo el front office de Miami por incompetente. Si Flynn es lo que quieres, lo que te soluciona la vida y tu futuro QB franquicia, márcate una como la de los Skins y echa el resto. Si te sale mal, pues ajo y agua, pero lo has intentado.
ResponderEliminarAhora van a tener que vivir con David Garrard, al que han firmado por un año. Otro tío que no ha jugado un snap en 2011, que tiene 34 años y una operación de hernia discal. Parche cutre.
Creo que te equivocas con lo del contrato de Flynn, son 3 años 26 millones, solo 10 garantizados. No conozco el contrato de Rodgers, pero dudo mucho que tenga menos de 3'3 garantizados al año.
ResponderEliminarDe hecho creo que hasta el contrato de Tarvaris Jackson es más alto. Desde luego es más bajo que el de Kevin Kolb, Matt Cassell, Mark Sanchez, Alex Smith... vamos que si la cosa sale mal, los Seahawks podrían darle la patada el año que viene y les habría salido bien barato.
Lo de Miami no tiene explicación logica desde fuera, pero los fans de los Dolphins están que trinan.
Un saludo!
Por favor, un buen samaritano que responda a la última pregunta (¿Qué quarterback ahora en el mercado fue un ídolo en Florida?). Para los que somo más novatos en esto. Me corroe la curiosidad.
ResponderEliminarGracias por adelantado.
Jeje, esa es fácil. Tim Tebow, ídolo de los Gators de la universidad de Florida, donde comenzó su leyenda. Algunos incluso se atreven a decir que ha sido el mejor jugador universitario de football de la historia.
ResponderEliminarAunque ya no está en el mercado, claro.
Hola un gusto saludarle ,
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