Me ahorro la introducción porque todos sabréis a estas alturas la que se ha montado. Ay, las primas.
Como también hablaremos del décimo aniversario de un magno evento, escuchemos a Ten Years After. I'd love to change the world.
En el deporte europeo se habla más de las primas a (y de) terceros. Las que pagan unos equipos a otros por vencer a su rival o (lo que sería realmente grave) por dejarse ganar. Ambas prohibidas, aunque las primas por ganar se toleran. Se sabe que existen y nadie persigue su pago. Por lo menos si es por ganar. Primas polémicas y un tanto puñeteras, en cualquier caso.
Más recientemente, en el ámbito financiero, la prima de riesgo. En el contexto de las emisiones de deuda pública, este término designa la diferencia de interés que ofrecen los bonos emitidos por un determinado estado en comparación con los del bono alemán. Los estados necesitan dinero para financiar sus operaciones (más dinero del que pueden obtener mediante tributos). Los banqueros particulares de los estados reclaman un interés por prestarles dinero a los estados. Cuanto mayor es el riesgo de impago que presenta un estado, mayor es el interés que exige el mercado (en cursiva, porque el mercado no existe, existen los agentes económicos, muchos de los cuales son unos hijos de la gran puta, uno de los motivos fundamentales por los que el liberalismo económico —la ausencia de normas que restrinjan la libertad de los agentes del mercado— NO FUNCIONA, a ver si nos enteramos). Los "titulares de la deuda de los estados", los que en primer término prestan dinero en las emisiones de deuda, pueden "vender" la posición deudora a otros individuos. En los mercados secundarios. Por eso la prima de riesgo varía constantemente. Porque la deuda se renegocia. Y si la diferencia entre lo que se paga por la deuda alemana (supuestamente la más segura) y la que se paga por un determinado estado es alta, señal de que la confianza del mercado en que ese estado pague a tiempo sus deudas es baja. Señal de que su economía va mal. Y como en estos días lo más importante no es que las condiciones de vida de los ciudadanos de un estado sean las mejores, sino que los acreedores de esos estados cobren, a apretarse el cinturón. Otra prima puñetera, la prima de riesgo.
La NFL tiene también su prima puñetera. La prima por lesión. O, mejor dicho, por excluir al rival del partido. La historia es conocida. La NFL ha descubierto que durante las tres últimas temporadas en la defensa de los Saints se había establecido un programa de incentivos económicos en virtud del cual si un jugador conseguía que un rival abandonase temporalmente un partido, se ganaba diez mil dólares. Si el abandono del partido era definitivo, la prima ascendía a quince mil dólares. El cerebro de la trama, que diría un periodista de investigación, era el coordinador defensivo, Gregg Williams. Ahora parece que Williams había implantado el mismo sistema en anteriores equipos (señaladamente, Bills y Redskins). Formaba parte de su filosofía de trabajo. Una filosofía que el head coach, Sean Payton, y el general manager, Mickey Loomis, conocían y consentían.
El escándalo es de una dimensión mayúscula. Las sanciones que podrían imponerse a Williams, Payton, Loomis y a los Saints son muy importantes. Además de las multas económicas correspondientes, a los tres primeros se les podría inhabilitar, mientras que los Saints podrían perder elecciones en el draft. Como dice Peter King, es un mal momento para estar en el lado equivocado en asuntos relacionados con la salud de los jugadores.
Si es que hay que ser primo.
No pretendo defender a los Saints, aunque al final va a salir un poco así. La conducta de los responsables del asunto es deplorable. Pero tampoco hay que ser iluso. Cuántas veces habremos escuchado a un defensor decir antes de un partido que su objetivo es sacar a un determinado jugador (a golpes) de un partido. En particular, a un quarterback. Sin dinero de por medio, eso sí. Pero lo dicen igualmente. Y no pasa nada. Cuidado, con esto no quiero decir que si lo hacen todos está bien. No. Que una conducta sea peor que otra no mejora la condición de la segunda, que puede ser igualmente mala.
Pero no olvidemos que la NFL es un deporte de colisión, y el defensor está habilitado para golpear. Es más, está obligado a hacerlo. Dentro de unos límites (los que marca el reglamento), sin duda, pero no pequemos de ilusos: cualquier defensor presumirá de mandar a un jugador rival a la grada. Seguro.
¿Es censurable que se ofrezcan incentivos económicos por lesionar a un rival? Sí. Es desleal con el compañero. Pero tampoco nos rasguemos las vestiduras, porque el noqueo es un trofeo que todo defensor persigue y celebra. Lo realmente censurable es que se utilicen malas artes. Que los golpes sean ilegales. La marrullería es el principal problema. El dinero también, pero el juego sucio es lo peor. Lo que debemos ahora analizar es si la defensa de los Saints ha sido marrullera durante estas tres temporadas.
Dicho esto, me hace gracia el doble rasero de algunos. No pocos admiraban a los Oakland Raiders de los setenta. Un equipo que no se caracterizaba precisamente por el respeto al rival ni al reglamento. Atención a este vídeo, en especial desde el minuto 1:33.
¿Son aquellos Raiders un equipo despreciado hoy en día? Creo que más bien al revés. Se trata de un equipo que se recuerda más bien con admiración.
Ojo, no pretendo defender a los Saints. Insisto, sus primas por lesión son despreciables. De una bajeza moral totalmente deleznable. Pero no nos pasemos, o por lo menos midamos a todos con el mismo rasero. Si bien hoy se sabe hacer mucho más daño que entonces, el juicio que deben merecer las acciones antideportivas debería ser el mismo.
Pero es que además los Saints son unos primos. Hoy todo el mundo habla del sucio golpe a Brett Favre en la célebre final de la NFC. Esa fue, supuestamente, la primera temporada en la que el programa de primas por lesión estuvo vigente. Entonces la defensa de los Saints, sin ser ni mucho menos gran cosa, por lo menos funcionaba decentemente. Su oportunismo la salvaba.
En las dos temporadas siguientes, ni siquiera. Si de algo es ejemplo la defensa primada por lesionar es de ineptitud defensiva. De ineptitud de la hostia. Nada tiene que ver con aquellos sucios Raiders. Aquellos Raiders por lo menos eran efectivos. Estos Saints, no. De hecho, la defensa es la principal culpable del fracaso de su equipo en las dos últimas temporadas. Un ejemplo de cómo no se debe placar. Un chollo para los rivales. Un puto chollo.
¿O es que ya nos hemos olvidado del touchdown de Marshawn Lynch en la wild card de hace un par de temporada?
Esa jugada es solo una muestra. Una muestra muy representativa de lo que viene siendo estos años la defensa de los Saints. Un auténtico desastre incapaz de placar.
Unos primos, eso es lo que son.
Ahora algunos pongan en duda la legitimidad de su anillo. Vamos, no me jodas. ¿Su anillo se debió a su abuso de golpes ilegales? Rotundamente, no. Su anillo fue más que merecido. No tengo ninguna duda de ello. Fueron campeones porque esa temporada fueron los mejores, y no fueron los mejores porque su defensa estuviese primada para lesionar. Quien defienda lo contrario, que muestre por favor acciones que lo prueben. Y no me vale un golpe a un jugador. Los Vikings perdieron aquella final principalmente por errores propios. Recordemos los doce jugadores en el huddle (¡viniendo de un tiempo muerto!) y la intercepción subsiguiente. Lo demás, milongas.
No es mi intención defender lo indefendible, pero creo que hay que poner las cosas en su contexto. Parecía que en los últimos años veíamos partidos de la National Flag Football League, que este ya no era un deporte de homres sino de nenazas, y ahora nos damos cuenta de que cuando veíamos a los Saints contemplábamos a un equipo sanguinario. Perdonad que, visto lo visto, lo dude.
Iba a decir que ahora lo suyo es que a los responsables les caigan las sanciones correspondientes, pero en el peculiar sistema sancionador de la NFL, en el que las infracciones y sanciones no están escritas, predeterminadas, el amo Goodell es el que hace y deshace a su antojo. Pues nada, que sea lo que Goodell quiera.
* * *
Mañana martes hace ya diez años de esto. Diez años después.
No diré que parece que fue ayer, porque las cosas han cambiado tanto que parece que ha pasado una eternidad desde entonces. Hace diez años jugábamos una final de Copa y disputábamos la Champions. Después de aquella final jugamos en Highbury, en otro partido inolvidable (la crónica que enlazo está a la altura de ese partido). Ahora estamos en Segunda y los escenarios son muy diferentes.
Pero ojo, que tampoco estamos tan mal. De hecho, creo que estamos mejor que durante las cinco temporadas anteriores. ¿Por qué? Porque este era el aspecto de la grada de Riazor el pasado viernes en el partido contra el Alcorcón.
Durante las últimas temporadas en Primera, los años de Caparrós y Lotina, la asistencia no llegaba ni a la mitad de lo que veis ahí. Riazor era uno de los estadios más desangelados de España. Muy triste. Los aficionados también tuvimos mucha culpa de la decadencia, no pretendo ahora presumir de lo que no corresponde. Nada que ver con lo que muestra la anterior imagen. Por suerte, en este aspecto, para mí muy importante, hemos mejorado mucho.
No sé si representaré el sentimiento de más gente, pero creo que este descenso, por contradictorio que parezca, nos ha devuelto la ilusión en el Dépor. Quien no se consuela es porque no quiere, quizá penséis. Probablemente llevéis razón, pero a las pruebas de la grada me remito. El ajuste de los precios de las entradas de Riazor a su valor real tiene mucho que ver, sin duda. Pero con casi los mismos precios en los abonos, el número de abonados es hoy muy superior al las últimas temporadas de Primera. Lo mismo en los desplazamientos a otros estadios. Al partido del próximo domingo en Guadalajara creo que iremos más de mil deportivistas. Muchos iremos desde Madrid, pero la mayoría desde Galicia y por carretera. No está precisamente cerca. Y por mucho que nos desvivamos por estos temas, que lo hacemos, no son más que una alternativa de ocio. Y como alternativa de ocio, el Dépor ha mejorado mucho esta temporada.
Es más, el viernes pasado engañé a unos compañeros de curro para quedar a tomar unas cañas en un bar en el que sabía que iban a poner el partido del Dépor. Lo que no sabía es que, en pleno centro de Madrid, cerca de la glorieta de Bilbao, me iba a encontrar con un bar abarrotado —casi ni se podía entrar— de gente con camisetas del Dépor y absolutamente abducida por un Dépor-Alcorcón. Ojo, un Dépor-Alcorcón. Mis compañeros fliparon. Con un ambiente que no encontraríamos diez años antes (en Madrid) ni de coña.
Eso sí, que el Estu no siga el mismo rumbo —mucho me temo que suceda—, porque en ese caso desaparecemos seguro. El baloncesto no es el fútbol. El descenso implica la desaparición. El plan de viabilidad aprobado tras el concurso de acreedores es insostenible en LEB. Y si el plan no se cumple, la sociedad desaparece.
Cualquier tiempo pasado fue anterior, pero merece la pena brindar por ese tiempo anterior cuyas cotas probablemente no volvamos a alcanzar jamás. O sí. Quién sabe.
En un día como hoy, recordemos cómo entrábamos en aquel estadio como corderos que llegaban al matadero. Recordemos aquel cumpleaños feliz que cantábamos en los últimos minutos de la primera parte. Recordemos aquellos abrazos con desconocidos. Recordemos el sufrimiento de la segunda parte cuando parecía que no íbamos a llegar a la meta. Recordemos la explosión de euforia cuando terminó el partido. Recordemos a qué equipo derrotábamos, en qué lugar y en qué fecha. Solo recuerdos, pero qué recuerdos.
Y como de recuerdos no se vive, el sábado viajaremos a Guadalajara a pasárnoslo de puta madre. Quién sabe si saldremos escaldados, como de otros estadios de Segunda. Aunque eso no es lo más importante. Porque, mal que bien, aún nos lo podemos pasar de puta madre.
lunes, 5 de marzo de 2012
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Gran artículo como siempre. La parte del Depor me recuerda a mi Tenerife (unidos por Oltra). Este último domingo 13 500 personas en el estadio para ver un partido de segunda B, y promediando 8000 espectadores durante toda la temporada con abonos y entradas a precio de segunda. Una racha horrible para ambos equipos, pero estas cosas son las que hacen afición
ResponderEliminarHola tío. No estoy de acuerdo con tu argumento respecto a saltar al campo queriendo lesionar a un rival. Los jugadores pueden pensar lo que quieran pero una cosa es que un zumbado piense en lesionar a otro compañero -y luego a ellos mismos se les llena la boca pidiendo mayor protección- y otra, que sea un plan dirigido por el DC, consentido por el HC y no atajado por el Gerente & Propietario.
ResponderEliminarSi relativizamos que una defensa profesional salga al campo con la instrucción clara de lesionar a este, ese o aquel, superamos una línea roja. En el fútbol, puedes placar con la contundencia que el reglamento te permita, pero es inadmisible que haya una voluntad de lesión. Que ahí no se juegan 2 puntos de sutura sino una grave lesión, incluso sus vidas. Si relativizamos esta práctica, luego aceptemos que esto se convierta en una carnicería. Pon a tu peor Lb con la única misión de matar al Qb rival incluso en una jugada ilegal, y a ver dónde llegamos.
Hay que tener claras ciertas cosas y no caer en la ambigüedad. ¿Qué todos lo hacen?, no lo creo. No siguiendo instrucciones de un DC. Y si ocurre, pues que les sancionen con igual dureza. Espero y exijo sanciones ejemplares para todos los implicados porque lo que Gregg Williams hizo en Buffalo, Washington & Saints -y me refiero no a los programas por desempeño sino lo de poner una diana de lesión sobre algún profesional-, está muy lejos del football. Saludos!.
Gracias a los dos por vuestros comentarios. Es una pena lo del Tenerife. Aficiones como esa, la del Cádiz o la del Oviedo no merecen estar en Segunda B, pero es lo que hay.
ResponderEliminarJordi, yo tengo las cosas muy claras. Tengo muy claro que está mal primar por excluir a un rival de un partido y que todos los implicados en el asunto (quienes pagaban, quienes cobraban, quienes organizaban y quienes consentían o asentían) deben ser sancionados.
También tengo muy claro que hay que juzgar los hechos como suceden, y lo que he visto es a un equipo que no ha defendido de forma más marrullera que los demás. Muy al contrario, enfrentarse a la defensa de los Saints era un auténtico chollo. ¡UN CHOLLO! Más tiernos que el Día de la Madre. También tengo muy claro que el defensor sale al campo a golpear. Está obligado a hacerlo. Y que si noquea a un rival, se cobra un trofeo y presume de ello. No es que "lo hagan todos", es que es fútbol americano. Ayer Aaron Rodgers (un quarterback) retuiteaba un mensaje de un seguidor suyo que decía "ppl saying a thousand dollars would make a NFL defender wanna hit someone harder then they normally would... #CmonMan".
El tema se está saliendo de madre. Muchísimo. Llegar a poner en duda la legitimidad del anillo es un disparate. Que me digan por qué jugadas ese anillo deja de ser legítimo. Pónganme ejemplos. Que salieron a por Favre en la final de la NFC. ¡Toma, como todas las defensas contra el quarterback rival en un partido así! ¿Pero esto no es fútbol americano?
No soy ambiguo, no, lo tengo muy claro. Que está mal pagar por sacar a un jugador a golpes del campo y que a los defensores les pagan por dar golpes a los atacantes. Siempre dentro del reglamento, eso sí.
Saludos.
Lesionar a un rival puede ser una consecuencia de un placaje, pero nunca, nunca, nunca un objetivo y mucho menos remunerado.
ResponderEliminarUn saludo.
Obeliz
Entiendo que los del Depor estéis ilusionados con este resurgir, pero creo que eso es algo a corto plazo y creo que deberíais mirar más a medio/largo plazo. Te cuento. El VCF bajó a 2ª División al final de los 80 por los desmanes de los dirigentes de aquella época. Entró D. Arturo Tuzón y además de conseguir subir a 1ª en un año saneó la economía del club para dejarlo prácticamente sin deuda. Tiró de cantera y acertó en la mayoría de los fichajes. ¿Sirvió para algo? Pues para poco, porque cuando el VCF volvió a ser apetecible entraron a por él los típicos presidentes del fútbol español (constructores, especuladores, ...) para dejarlo a día de hoy con una deuda inmensa, un campo a mitad construir que es el símbolo de esta época, malvendiendo el actual campo a los bancos para poder subsistir, vendiendo a cualquier jugador que destaque, .... un desastre. Por eso te digo que tenéis que pensar en el equipo a medio/largo plazo.
ResponderEliminarVenga, un saludo. Y enhorabuena por el blog; me permite aprender de fútbol americano.
A la referencia que haces de que el descenso unió más al deportivismo te voy a contar mi caso, que creo que refleja bastante bien esta situación.
ResponderEliminarNunca me ha gustado demasiado el fútbol, veía los partidos del Depor, pero no es que lo viviera demasiado. Siempre fui más de baloncesto. Tengo 21 años y nunca había sido socio del Deportivo, ni en los grandes tiempos de Champions. Veía los partidos y celebré la liga y el Centeniarazo, pero al ser demasiado niño tampoco los recuerdo demasiado.
Mi padre si los disfrutó y mucho,vivió la liga, fue a Madrid a la final, a Oporto en la Champions y me llevaba de vez en cuando a Riazor. Se empeñó en que fuera a ver un partido de Champions diciéndome que era algo histórico y quién sabría si lo volveríamos a ver. Yo le decía que ya iría que al ser por semana tenía que entrenar y estudiar y no podía. Solo fui a ver uno, contra la Juventus de Zidane. Ahora mismo me arrepiento muchísimo de no ir a más ya que sus palabras cobran todo el sentido del mundo.
El año pasado el no pudo ir al partido contra el Valencia, y como ese sitio en Riazor no podía quedar vacío fui yo. Al acabar el partido y consumarse el descenso me prometí que la próxima temporada me haría socio. No solo por el equipo, si no por la ciudad y todos los que disfrutan con el Depor.
Yo creo que el descenso unió mucho al deportivismo y que se han renovado las ganas de la aficion. Las últimas temporadas entre que se jugaban poco (zona media de tabla) y mal (el fútbol brillaba por su ausencia) la afición dejó de seguir tanto al equipo, pero ahora que se lucha por algo pues estamos mucho más pendientes. Tenemos ilusión en volver a primera (creo que estamos en muy buen camino para conseguirlo). En el futuro ya se verá como sigue el equipo, pero por lo menos en lo que la afición se refiere creo que hasta el descenso ha sido positivo.
Yo por ahora seguiré yendo a animar cada fin de semana hasta que volvamos a Primera.
Respecto a los Saints lo único que tengo que decir es que pagar una prima a un deportista por que lesione al rival esta muy feo y hay que sancionar ejemplarmente.Está claro que es un deporte de choques y que puede haber accidentes y causar graves lesiones, pero que los entrenadores lo inciten y recompensen económicamente pues no. Y sobre lo que dices que la defensa era un chollo no me parece una excusa. Si lo hacían mal es su problema.
Muy buen post, como siempre!
ResponderEliminarLo irónico es que los que pagaban por lesionar sean los Santos, a partir de ahora deberían llamarlos los Demonios, o los Hijos de Puta, directamente.