He aquí el Plácido domingo, jodido lunes con menos sentido de cuantos llevo publicado. Por tardío. Sí, la información debe ser puntual. Y puntual en el sentido de la definición del Diccionario de la lengua española, es decir, pronto, diligente, exacto en hacer las cosas a su tiempo y sin dilatarlas. El término es esencial. Time is of the essence, que dicen los ingleses. Una mierda, pero el puto curro me ha colapsado esta semana.
Precisamente me tenían que joder esta semana, en la que muy amablemente @javierchipi me ha remitido vía Twitter sus sugerencias de títulos de secciones, ahorrándome un tiempo considerable en escribir este artículo. Ya lo siento. Y muchas gracias de nuevo al proveedor de sugerencias.
Música. I can't make it on time.
Hacer el Braulio (lo más comentado)
No solo en la NFL tienen los jugadores problemas con la justicia. Por aquí, nuestros deportistas también dan mal ejemplo. El peor, el del delantero del Zaragoza que, como todos sabréis, se ha declarado culpable de agresión sexual. Aunque en la NFL hacen mucho el Braulio, no siempre lo más comentado es negativo. Esta semana tenemos de todo.
Rebelión en la granja. Tras años de opresión, de humillaciones y abusos, se han rebelado. Y son portada de todos los medios estadounidenses. Ellos son ahora la noticia de la semana. Se han cansado de que nos riamos de ellos, de que sus rivales tomen su partido como una victoria asegurada. O de que capullos como yo predigamos que serán los últimos de división (como este año, nuevamente, he hecho). Ni siquiera se rinden cuando van por debajo en el marcador. Antes, cuando Bills o Lions perdían por 20 puntos de diferencia (situación muy frecuente) se daban por vencidos. Ya no. Los eternos primeros electores en el draft son dos de los tres únicos equipos invictos que quedan en la NFL. Antes ignorados, ahora acaparan titulares en la prensa estadounidense. Tienen muchas cosas en común. Entre otras, que la temporada pasada apuntaban maneras, pero se solían quedar cortos. ¿Van ahora en serio? ¿Tienen de verdad aspiraciones?
Diría que los Detroit Lions sí. Stafford aún conserva su salud, Calvin Johnson sigue al nivel estelar que nos tenía acostumbrados (pero en un equipo ganador) y la defensa, mal que bien, responde cuando más hace falta. Este domingo vencieron en Minnesota, algo que llevaban mucho tiempo sin hacer. Victoria en la prórroga, mostrando mucho carácter y capacidad de sufrimiento. 20-0 perdían al descanso, consiguieron empatar el partido, y ganarlo en la prórroga. Mirad lo que dice su head coach cuando consiguen el field goal de la victoria, muestra de la rabia e intensidad con la que juega este equipo:
(para quien le cueste leer los labios, dice boooom! motherfuckers!!, es decir, ¡¡boooom!! ¡¡hijos de puta!!)
Más mediática aún la victoria de los Bills. Igual que los Lions, vencieron cuando perdían por una diferencia que parecía insalvable. Pero lo suyo era más difícil. Palmaban contra los Patriots, no contra los Vikings, y por un punto más, 21-0. Como la semana pasada, cuando perdían por 18 puntos frente a los Raiders. El partido fue increíble, en todos los sentidos. Los Patriots comenzaron en modo rodillo, como suelen, con un Brady imparable, asociándose con facilidad con Wes Welker (que batió su récord personal de recepciones en un partido) y Rob Gronkowski. Brady disponía del tiempo que le daba la gana gracias a la excelente protección de su línea. Mucho se halaga al quarterback de los Patriots (con razón), pero lo de su línea y sus tight ends es para nota. Todo cambió poco antes del descanso. Los Bills no perdieron la fe, y se vieron beneficiados por varias jugadas muy afortunadas que terminaron en intercepción. Esto no quita un ápice de mérito a lo que hicieron los Bills. El equipo de los despojos. Todos comentan que su quarterback es de Harvard, de su running back no drafteado o de sus receptores anónimos. Si hasta juegan en Buffalo, uno de los menores mercados de la NFL. Final apoteósico y los Bills liderando la durísima AFC Este, 3-0.
Moda es lo que pasa de moda. En el polo opuesto a Bills y Lions están Eagles y Falcons. Eran dos de los equipos de moda antes de empezar la competición. El que se había llevado a todo lo mejorcito de la agencia libre y el que había añadido la última pieza que necesitaba para conseguir un ataque de ensueño. Importantes decepciones este fin de semana y lo que llevamos de temporada. Estos teóricos dream teams ocupan el último puesto de sus respectivas divisiones y acumulan solamente una victoria. Son últimos pese a estar empatados con el tercero de la división por haber perdido un partido divisional. Esas derrotas son las más graves, porque son las que sirven para desempatar en caso de igualdad a victorias.
Aún más preocupante la de Philadelphia, que cayó con claridad en su casa frente a unos mermados Giants. Y Vick volvió a recibir de lo lindo. Se queja, creo que con algo de razón, de que los árbitros no aplican los mismos criterios protectores con él que con otros quarterbacks. Es así, pero también es cierto que en cuanto un jugador atraviesa la línea de scrimmage con el balón debe recibir el mismo tratamiento. Vick volvió a salir del partido antes de tiempo, Kafka tuvo que dirigir el ataque de los Eagles en los instantes finales y esta vez la cagó.
En cuanto a los Falcons, su ataque de ensueño sigue sin carburar. Se quedó en 13 puntos en Tampa. Muy poquita cosa para lo que se espera de ellos. Muy mal en el juego de carrera. Eso sí, en los entrenamientos, espectaculares. Atención a esta recepción de Julio Jones en el calentamiento de la anterior jornada, antes del partido contra Chicago:
Ah, los Falcons llevan en tres partidos casi las mismas derrotas que en toda la pasada temporada regular.
Un diario deportivo español lleva noticias a su portada (la sorpresa)
Sabéis que considero que la prensa deportiva española es basura. Como media, que hay excepciones. Bueno, no solo la deportiva, pero esta especialmente. Sobre esto ya he escrito mucho, así que para qué ahondar. Sin embargo, parece que un diario deportivo empieza a enderezar el rumbo. Desde que se ha ido (bueno, le han ido) el clon del King de Burger King, parece que recupera algo de sensatez. Aunque siempre fue algo forofillo, el Marca era el diario deportivo español más neutral. O por lo menos con más vocación de neutralidad. Aún quedan personajes detestables que sirven para ilustrar que el mundo es injusto: que peña como Hernáez o Serrano cobren por escribir la puta mierda que escriben es demencial. Pero es lo que hay. Con todo, el medio va mejorando. Incluso llevan a portada noticias. Sí, no solo lamen el culo al entrenador del equipo-que-no-debe-ser-nombrado y a su presidente, el sinvergüenza que gobierna Madrid con el asentimiento borreguil del electorado. Ahora, hasta hemos podido ver otros deportes en portada. Me emociono, de verdad. Lejos de lo que sucede en Estados Unidos, el edén de la prensa deportiva, donde hay que ser competente y saber escribir para trabajar en un medio de comunicación de masas. Pero algo es algo. Hemos visto ciclismo, tenis, baloncesto, ¡y hasta otros equipos! Hace poco el Atleti fue portada.
¡Victor Cruz! ¡Torrey Smith! Aunque en esta sección podríamos hablar de temas como la victoria de Buffalo ante New England o de que tras el mes de septiembre Falcons y Eagles ocupan las últimas posiciones de sus divisiones, mejor cambiar de tema. Vamos con sorpresas individuales. Dos receptores que han sido sorprendentes protagonistas esta jornada.
El primero, Victor Cruz, un viejo conocido del que hablamos de este blog. Hace ya tiempo, eso sí. Fue durante la pretemporada de 2010. Este desconocido, novato no drafteado, consiguió 6 recepciones, 3 de ellas de touchdown, y 145 yardas, en un partido contra los Jets. Así lo sufrían desde el punto de vista de los Jets, según se vio en Hard knocks.
Poco más se supo de él desde aquel día de agosto de 2010. Hasta este pasado domingo. Debido a las lesiones, los Giants se vieron forzados a echar mano de suplentes. Cruz era uno de ellos. Tenía la muy complicada misión de enfrentarse a la secundaria más prestigiosa de la NFL, al glamour y a las hostias de Nnamdi Asomugha, Asante Samuel y Dominique Rodgers-Cromartie. ¿Preocupado? No, los veía venir e, imitando a la cantante Celia del mismo apellido que el suyo, bailaba salsa para zafarse de aquellos. Mirad qué arte:
Pero Cruz no solo se desenvuelve bien after the catch. También sabe conseguir complicadas recepciones contra doble cobertura, Asomugha incluido:
El otro protagonista, el receptor novato de los Ravens Torrey Smith. Impresionante. En su primer partido como titular de Baltimore, consiguió 3 recepciones de touchdown y más de 150 yardas de recepción. Los Ravens llevaban tiempo buscando una amenaza de big play. Puede que sea este tío. Flacco, te ha tocao la lotería.
Tennessee, por los aires. Los Titans tienen a Matt Hasselbeck como quarterback y a Chris Johnson como running back. Con estos mimbres, lo lógico es que el peso del ataque lo lleve la carrera, y limitar a lo imprescindible las aportaciones de un tipo ya en declive como Hasselbeck. Pues no, muy sorprendentemente, estos Titans, que presentan un buen balance de 2-1, superan las 300 yardas de pase por partido (7.º lugar de la NFL) y solamente 50 de carrera. Son el peor equipo de la NFL en ataque terrestre. El passer rating de Matt Hasselbeck es ahora mismo un excelente 119,1, mientras que Johnson presenta unas pésimas 2,1 yardas por intento de carrera, menos de la mitad de la media de su hasta ahora brillante carrera. Nadie lo habría predicho.
Cómo conocí a vuestra madre (todo cambia)
En cuanto a este título, admito que no sé qué decir. Comentaba hace poco que no soy un experto en series, y muchas de las "esenciales" las tengo pendientes todavía. En casa tengo, todavía casi sin estrenar, las cajas de DVD de Los Soprano y de Perdidos. Tampoco he visto jamás Cómo conocí a vuestra madre. @javierchipi dice que ha pasado de grandísima serie a normalita. Algún día la veré para confirmarlo.
Tom Brady. Tras dos semanas impresionándonos, recibiendo honores como lo mejor de la jornada, Brady nos ha mostrado que también se equivoca. Cambio radical desde el segundo cuarto de partido en Buffalo. El fiabilísimo quarterback Patriot lanzó en 3 cuartos de partido tantas intercepciones como en la pasada temporada completa. 4 intercepciones, pick six decisivo incluido. La mala suerte también influyó, pero si el lanzamiento no tiene la altura necesaria, estas cosas pueden pasar.
Matt Cassel. Si es que el destino ha unido su nombre al de Brady. Fue su sucesor temporal en New England, fue su "sucesor" en el ranking de touchdowns por intercepción de la pasada temporada, y comparte con él lugar en esta sección, también por motivos negativos. Cómo ha cambiado el rendimiento de este jugador de una temporada a otra. Desde que se topó con los Ravens, esos ogros aguafiestas de ilusionados e inocentes equipos que disputan el partido de wild card en su estadio, Cassel no da pie con bola. Bueno, no le da bien al balón con su brazo, se entiende. 27 pases de touchdown, 7 intercepciones la temporada pasada. 3 pases de touchdown, 5 intercepciones, esta. Cuando creíamos que quizá no estaba tan sobrepagado este chico, se empieza a desinflar
Rachas rotas. Esto lo leí en el TMQ del pasado martes. Los Buffalo Bills, Tampa Bay Buccaneers y New York Giants acumulaban entre todos ellos un balance de 0-26 frente a New England Patriots, Atlanta Falcons y Philadelphia Eagles, pero les ganaron.
(Intento de) manipulación de informativos de TVE (todo sigue igual)
El título sugerido no incluía paréntesis. Lo he añadido yo porque creo que por ahora la manipulación se queda en intento. Es cierto que todos los gobiernos influyen en mayor o menor medida en la línea editorial de las televisiones que están bajo su competencia. Pero hay que distinguir entre grados de influencia. Ahí el PP se lleva la palma. Comparado con lo que hace el PP con Telemadrid, el Granma (diario oficial del régimen cubano) es prensa libre e independiente. Qué digo Telemadrid, qué me decís de Canal 9. Una puta vergüenza, y una demostración más de que los que se gustan denominar como liberales son unos hipócritas de mierda. Liberales sí, pero para lo que les da la gana. Para lo que les gusta controlar bien que influyen. Que digo influyen, controla. TVE tendrá sus defectos, pero creo que su grado de objetividad está a años luz de lo que vemos en las autonómicas populares. Hace no mucho, la caradura de Cospedal acusaba a Ana Pastor de que TVE era parcial. Acusación defendible, hasta que lo primero que hace esa tipa cuando es nombrada presidenta de Castilla-La Mancha es poner a Ignacio Villa como director de la cadena autonómica. Tócate las pelotas. Pero tócatelas durante un buen rato. La mano de Villa ya se nota en Castilla-La Mancha Televisión. ¿Que hay recortes en educación pública? Preguntemos a un director de un centro público. Ah, mira, que dice que le parece bien lo que pretende hacer Cospedal. Claro que en la cadena no advierten de que el tipo es un cargo del ejecutivo del PP de Toledo. A la mierda, hombre. Todos. Qué panda de sinvergüenzas. Siempre igual.
Minnesota Vikings. Cuando lo tuiteaba al descanso del Vikings-Lions, creía casi imposible que volviesen a cagarla. Lo decía más como coña marinera que en serio.
Creo que todos aprendemos de los errores, y que nada resulta más "formativo" que una cagada. Eso te hace tener especial cuidado en la siguiente situación y, normalmente, evitar repetir errores. Sí, tropezamos con la misma piedra. Pero no me jodáis. Si llego a ser de los Vikings (que no lo soy, sino todo lo contrario, recordad niños que los vikingos siempre son los malos) estaría bramando como un descosido, acordándome de las madres, padres y de la concha de la hermana de jugadores y cuerpo técnico. ¿¡Pero cómo pueden superarse cada semana!? No salgo de mi asombro, de verdad.
Que dan a los Patriots en el Plus. ¿Veremos la temporada completa de New England en Digital+? Cuatro de cuatro, por ahora. Uno de ellos era en horario de madrugada (el que jugaron en Miami), pero los dos siguientes, elecciones de la plataforma. La semana que viene los tenemos de nuevo, se emitirá su partido en Oakland. Lo digo por meter un poco de cizaña, porque creo que es el partido más atractivo de la franja horaria (el resto de opciones son Packers-Broncos, Chargers-Dolphins, Cardinals-Giants y Seahawks-Falcons). Eso sí, cansa siempre ver a los mismos.
Vuelve The Big Bang Theory (lo mejor)
Otra serie de la que he visto poco. Alguna vez que la he pillado en Neox me ha hecho gracia. ¡Celebremos su vuelta como lo mejor de la semana!
Frenesí dominguero. Prometo que no lo digo por llevar la contraria y que lo tenía escrito antes de leer esto. Si hasta lo tuiteé. Que la jornada fue la hostia. Muy divertida. No todos los partidos, por supuesto, pero sí gran parte de ellos, sobre todos los de la primera sesión. Un subidón ver a la peña como loca celebrando las remontadas y los finales épicos. El Bills-Patriots, memorable, con alternativas y decidido en el último segundo, con victoria del equipo pobre y explosión de júbilo en las gradas. Algo parecido sucedió en Nueva Orleáns, aunque en este caso no ganó el pobre. Quién iba a decir que los partidos de los Saints iban a ser una explosión de puntos, eh. No tanto espectáculo, pero sí final cojonudo en el Browns-Dolphins. Y jugadas espectaculares por doquier. Estas, por ejemplo.
Para mí, una jornada cojonuda. Eso sí, obviamente no todos salen contentos. Los aficionados de los equipos derrotados, y sobre todo los que han muerto en la orilla, son los más irritados. Mirad a este de los Dolphins.
Fred Jackson y Darren McFadden. Estos son los running backs de la jornada y de lo que llevamos de temporada. El nombre de McFadden no sorprende tanto, aunque también, pero sobre todo el de Fred Jackson. McFadden lidera la NFL en yardas de carrera en lo que llevamos de temporada. Acumula 393, nada menos que 131 por partido. Fred Jackson es el líder en yardas por intento de carrera, empatado con McFadden y Vick, con 6,4. Bueno, el wide receiver de los Chiefs Dexter McCluster lleva 6,6 por intento, pero con muchos menos que Jackson y McFadden.
McFadden consiguió la barbaridad de 171 yardas de carrera contra los Jets. Nunca nadie le había cascado tantas yardas por tierra a Rex Ryan. Qué destrozo. Buena parte de culpa también es de su línea, que abría autopistas, pero cuando McFadden coge velocidad no hay quien lo pare. La narración también es espectacular.
Fred Jackson consiguió 74 yardas de carrera, 1 touchdown incluido, 87 de recepción, incluida la de la jugada que decide el partido. Una jugada que, afortunadamente para los Bills, no fue touchdown. Jackson parecía haber conseguido llegar a la end zone, pero se quedó corto. Gracias a eso, los Bills pudieron agotar el tiempo y chutar el field goal sin dejar ni un segundo a la tribu de Brady para empatarlo. Así vivieron la jugada decisiva desde la grada. Joder, cómo molan los Bills y su afición.
Jermichael Finley. El enorme tight end de los Packers está recuperando el nivel que apuntaba hace un par de temporadas, lo que supone una terrible noticia para las defensas que se enfrentan a Green Bay. En inglés lo definen como un matchup problem. Un enorme matchup problem. Que los emparejamientos defensivos son inadecuados para contener a este jugador. Es que es muy alto, muy rápido, y con muy buenas manos. Tiene cuerpo de tight end, grande y fuerte, pero movimientos y aptitudes de receptor. Y en esta posición, abierto, se alinea cada vez con mayor frecuencia. Contra la temible defensa contra el pase de Chicago estuvo imparable. Recibió 7 pases, 3 de ellos de touchdown, para un total de 85 yardas.
Remakes de Balonazo en la entrepierna. Supongo que conoceréis esa obra maestra del séptimo arte que es Balonazo en la entrepierna.
Pues bien, esta jornada hemos tenido la suerte de ver un par de remakes, aunque no llegan a la altura de la original (es lo que tienen los refritos, que suelen ser peores). En cualquier caso, suficiente como para considerarlo de lo mejor de la jornada, por supuesto. El primero lo protagoniza Matthew Stafford, cuya interpretación es notable al principio de la escena, pero el final es un poco decepcionante.
El segundo remake tiene por protagonista a Tony Romo. Como personaje risible que es este tipo, resulta mucho más adecuado para el papel, sin todavía llegar a la altura de Hans Topo, aunque tiempo le queda para progresar en su interpretación. Estamos seguros de que esta no será la última ocasión en el que Romo se vea envuelto en una de estas.
El hormiguero 3.0 (lo regulero)
Incluyo este título en lo regulero por respeto al autor de la sugerencia. Oye, que es respetable. Pero a mí el programa este me resulta cargante hasta la saciedad y, por decirlo suavemente, Pablo Motos me cae como una patada en los cojones. Qué tío, cómo le gusta ser protagonista. ¡Que el entrevistado es otro, no tú, pesao! En la parte positiva, he de decir que las hormigas me hacen cierta gracia.
Brian Urlacher. Su estado físico genera dudas (cada año que pasa más), pero Urlacher muestra semana a semana que sigue siendo un jugador de elite. Es el líder de una muy buena defensa, a la que le tocó bailar con la más fea el pasado domingo. Urlacher suele jugar partidas de ajedrez con Rodgers. Ambos jugadores van moviendo las piezas de que disponen en función de lo que ven que sucede al otro lado de la línea de scrimmage. Gritan y ordenan a sus compañeros que varíen su posición, dan consignas reales o ficticias para engañar al contrario... No creo que Urlacher recuerde con especial cariño el partido del pasado domingo. Es el tercer partido consecutivo que pierde Chicago ante Green Bay, la defensa de los Bears permitió casi 400 yardas al ataque de los Packers, 100 de ellas de carrera, y recibió 27 puntos. Incluso fueron puteados al inicio del partido, cuando Green Bay respondió al cover 3 que planteaba Chicago pasando una y otra vez, con mucha facilidad, hasta llegar a la end zone de los Bears. Pero Urlacher nunca se dio por vencido. En el 4.º cuarto se la clavó bien a Rodgers. El quarterback creía que iba a presionarle, pero decidió agazaparse detrás de la trinchera, siguiendo a Finley, y consiguió la primera intercepción a Aaron Rodgers de la temporada. Un jugadón defensivo que en ese momento volvió a meter a los Bears en el partido.
Decía antes que es la primera intercepción de toda la temporada a Aaron Rodgers, el quarterback que lidera la NFL en passer rating. Rodgers llevaba bastante tiempo sin ser interceptado. ¿Sabéis quién fue el último jugador en conseguir esta hazaña tan complicada? El único que pudo interceptar a Rodgers durante los pasados playoffs, el mismo que lo consiguió esta jornada.
San Diego Chargers. No siempre vamos a hablar en esta sección de jugadores que lo hacen muy bien, pero sus equipos pierden. Los equipos que ganan también pueden hacerse hueco por aquí. Como los Chargers. Recibían en casa al peor equipo de la NFL hasta ahora (sí, llevamos poco, pero bueno), muy mermado por las lesiones y de bajón. Los Chargers se van ganando por 10-0 al descanso, que no es una diferencia importante, pero sí cómoda, sobre todo teniendo en cuenta el pésimo partido que perpetran los Chiefs, incapaces de conseguir avanzar en ataque. Y, de repente, esos derrochadores profesionales de talento que son los Chargers la empiezan a cagar, Kansas City se crece y terminan salvándose por una intercepción en el último drive de los Chiefs. No es una victoria para sacar pecho, sino para preocuparse.
Vasile, mecenas del Teatro Real (lo peor)
Paolo Vasile es consejero delegado de Telecinco. El máximo responsable de lo que se emite en los canales del grupo. Aunque probablemente son el único medio de comunicación español rentable, también son el de más dudosa calidad. Su apuesta por la basura, siempre que dé pasta, es innegable. Producto barato, idiotizante y cutre. Y el tío se hace mecenas del Teatro Real. Bueno, que tampoco me las quiero dar de culto. En mi puta vida he ido al Teatro Real, y en mi puta vida he ido a la ópera. De pequeño me llevaban con el colegio a los ensayos de la Orquesta Sinfónica de Galicia y me parecía un coñazo insufrible. Así que, probablemente tampoco sufriré con el potencial deterioro de la programación del Real. ¿Que hacen un Sálvame? Pues mal, muy mal.
St. Louis Rams. Los Rams encaraban la temporada con optimismo, tras un primer año de la era Bradford bastante positivo y con fundadas esperanzas de ganar su barata división. Tres semanas después, el equipo acumula derrotas, lesiones y pesimismo. El rendimiento de Sam Bradford, el futuro de la franquicia, está siendo pésimo. Su passer rating es el tercero peor de la liga, solo "superado" por Matt Cassel y Kerry Collins (no cuento a Luke McCown porque este jugador ya es pasado). Un puto desastre. Esta jornada, sin ir más lejos, cayeron humillados en su estadio frente a los Baltimore Ravens. Sí, los Ravens son uno de los mejores equipos de la NFL, pero no es de recibo que te vayas al descanso palmando por 27-0. Bueno, mientras tu rival no sean los Vikings, en cuyo caso sigues teniendo serias opciones de victoria.
Por si los aficionados de los Rams no tuviesen suficiente, hace poco la franquicia tuvo la feliz iniciativa de publicar este vídeo en el que se dan consignas a los fans sobre cómo deben animar a su equipo. La expresión vergüenza ajena no resulta suficiente para expresar la impresión que me causa este vídeo. Bueno, qué coño, me descojono. Pero pobres aficionados de St. Louis, que los toman por retrasados mentales.
Bueno, como no podía ser de otro modo, ante un material tan jugoso no podían dejar de hacerse parodias.
Los Colts de Curtis Painter. Si se pretende defender que el nombre del premio tiene algún sentido, creo que el most valuable player (jugador más valioso) de la temporada no puede ser otro que Peyton Manning. Está quedando totalmente demostrado. Todos sabemos lo que son capaces de hacer los Colts con él. Son capaces de ser el mejor equipo de la NFL. Quedó acreditado hace un par de temporadas, cuando marchaban invictos y solo cuando Manning fue suplente perdieron partidos (bueno, y la Super Bowl, claro). Esta temporada vuelve a demostrarse. Sin Peyton Manning son una puta mierda. Quizá esta sea la jornada más inoportuna para decirlo, porque el lunes plantaron cara a los Steelers, gracias sobre todo a un partido estelar de Dwight Freeney, pero ni con esas. Kerry Collins, que parecía un sustituto medianamente aseado de Manning (no olvidemos que en estos momentos es el jugador en activo con mayor número de yardas de pase, solo por detrás de Peyton), estaba naufragando y el domingo le llegó la puntilla. Collins lesionado y el ilustre Curtis Painter al mando de las operaciones. Bueno, Painter lo hizo mal, pero no tan rematadamente mal como suele. Pero es que no nos lo podemos tomar en serio. Si hasta se tropieza con las cámaras, qué tío.
Jugada estúpida de la semana
Me cago en todos sus muertos. Eso es lo que pensé, censurando improperios mayores, cuando vi cómo los equipos especiales de los Packers perpetraban otra de sus demenciales actuaciones. Este tipo de gilipolleces te pueden acabar costando un partido, pero la suerte se alineó con Green Bay. La jugada es fácil de explicar, pero es difícil de entender cómo coño unos profesionales pueden cagarla.
También hay quien lo ve como una maestría de los Bears, pero no. No, ni de coña. Si la unidad de equipos especiales ha recibido instrucciones de que se chuta hacia la izquierda, y el punter chuta hacia la izquierda, no sé qué dificultad hay en correr en defender hacia la izquierda. Asumo que los profesionales de la NFL tienen la capacidad mental necesaria para distinguir entre izquierda y derecha, sobre todo cuando les va el sueldo en ello. Sí, muy bien Hester y el equipo de retorno de Chicago alineándose como si el balón fuese a Hester, pero hay que ser cafre, por favor.
Para rematar la estupidez de jugada, nada más patear (puntear) Masthay, un jugador de Chicago agarra a otro de Green Bay (holding), por lo que la jugada queda anulada. Despropósitos everywhere.
* * *
¿Se publicará algún Plácido domingo, jodido lunes, un lunes, como solía? Quién sabe. Estén atentos a sus pantallas.
jueves, 29 de septiembre de 2011
miércoles, 21 de septiembre de 2011
Plácido domingo, jodido lunes: jornada 2
La NFL mueve tanto análisis, se vomitan tantas y tantas palabras sobre cada partido, que transcurrida una jornada parece que tenemos ya una visión clara del rendimiento de cada equipo: los Ravens son la hostia, los Steelers están flojos y pagarán la resaca del perdedor de la Super Bowl, los Cowboys vuelven a ser un puto desastre, etc. E incluso nos lo creemos un poquito. Así, ya hay algunos que llegan a la segunda jornada con urgencias: como no gane Atlanta, a ver qué pasa; si Dallas vuelve a caer, que echen de este mundo a Romo...
En fin, que cada jornada es importante (más que en cualquier otro deporte, que por algo hay solamente 16 --realmente 17, pero cada equipo juega 16 partidos--), pero tampoco hay que volverse locos.
La semana pasada esto iba de series. Esta también, pero vamos a introducir una ligera modificación: solo series de animación. A ver qué mierdas se me ocurren.
Música. La serie animada por la que más grupos musicales han pasado es seguramente Los Simpsons (mira que he dudado cómo escribir el nombre de la serie, aquí decimos Los Simpson --sin s final--, pero son The Simpsons, así que he hecho un refrito de ambas opciones). Muchos han pasado, pero solamente unos son los mejores. Jackie's a punk, Judy's her runt, they both went down to Berlin joined the Ice Capades (ieee)...
La muerte de David el gnomo (lo más comentado)
La semana pasada la de Chanquete, esta la de David el gnomo. Traumáticos episodios, eh. Y también muy comentados. Hay quien (exagerando, claro) dice que el capítulo de la muerte de David el gnomo marcó su infancia. Si es que los dibujos de antes cómo eran: mataban a la madre de Bambi, mataban a Mufasa, mostraban la angustia de Marco en busca de su madre. Y (siento destripar el final) David el gnomo muere. Este es el afamado y ¿triste? final a tan ilustre gnomo.
#NFLesp. Sí, empezamos con algo que no tiene que ver con la jornada en sí, pero que dio lugar a muchos comentarios. Como muchos sabréis, desde Football Speech se propuso a la gente que tuitease sobre NFL el uso en todos sus mensajes (tweets) el hashtag #NFLesp. ¿Para qué? Bueno, hay que explicar un poco en qué consiste y para qué sirve eso del hashtag. En Twitter, si se antepone la almohadilla (#) a una palabra, se la "etiqueta" y se facilita su búsqueda. Así, si en un tweet se incluye el hashtag #NFLesp, el mensaje completo figurará entre los resultados de búsqueda dicho hashtag. Para realizar estas búsquedas, basta con pinchar encima de la palabra hashtagueada, que aparecerá destacada en forma de vínculo.
Además, el uso de hashtags contribuye a la creación de trending topics (temas de moda), que se destacan periódicamente en Twitter e indican qué es lo que está siendo objeto de mayores comentarios en la red social. Por tanto, es además un medio para facilitar la promoción del tema en cuestión: si "#NFLesp" llega a tema de moda en España, algunos curiosos pincharán para ver de qué va y, en cualquier caso, se amplificará la importancia de la NFL en España.
Todo esto para decir que por favor utilicéis el hashtag #NFLesp cuando tuiteéis sobre el tema. Tras dos semanas de uso, el número de tweets sobre la NFL en español es considerable. El domingo se podían leer chorrocientos tweets con el hashtag, y eso que la competencia deportiva era dura.
Aprovecho también para repartir flores (elogios) y obleas (hostias) por Tres Cantos. Como también todos sabréis, ya que esto es muy mainstream, desde Digital+ se promueve que los comentarios sobre los partidos de la NFL se realicen en la página personal de Facebook de Andrea Zanoni. Nada que objetar, por supuesto, que hagan lo que mejor les parezca (aunque no deja de ser, digamos, extraño, que los comentarios se tengan que hacer en la cuenta personal de Facebook de uno de los comentaristas y no del programa o departamento). Además, se ve que tiene mucho mucho éxito (lo cual es una gran noticia), dado que las iniciativas que se promueven desde esa página de Facebook tienen numerosísimos adeptos (para su quiniela creo que eran más de 1300). Que está muy bien, oye.
Pero Facebook no es para eso. Facebook no es público. Lo que se cuelga en Facebook no lo puede leer cualquiera. En Facebook no puede comentar cualquiera. Y Facebook, así en general, no se usa para debates públicos. Se usa para otros fines. Para debates públicos se usa Twitter. Por varios motivos. El primero, (obvio) porque Twitter es público. Todos podemos leer el Twitter de Andrea Zanoni, pero no todos podemos leer su página de Facebook, que solo pueden leer (1) los que tienen Facebook y (2) son amigos de Andrea Zanoni. Y, el segundo motivo, porque la movida está en Twitter. Ahí es donde se parte el bacalao. Facebook es la caverna, un coto cerrado, mientras que Twitter es el mundo de las ideas.
Llegan flores y obleas. Flores a Miguel Ángel Calleja (MAC) por tratar de promocionar el tema del hashtag #NFLesp en la transmisión del Patriots-Chargers. Obleas para Zanoni por no haber permitido a MAC hacerlo. Dice Zanoni que si se abre otro canal de debate el tema se dispersa y todo queda muy diluido. Entiendo que le mole centrar el debate sobre la NFL en su página personal, pero creo que esa no es la vía. Si queremos que la NFL tenga un mínimo de visibilidad en España, que salga de la caverna, debe usarse el Twitter. En Twitter no solo pueden comentar los amigos de Zanoni, sino que, además de ellos, también leemos las opiniones de Peter King, Adam Schefter, Mariano Tovar, Willy Bistuer, MAC, Jordi, Chris Collinsworth, Mike Silver, y tantos y tantos otros. El debate es mucho más rico e interesante, sin (ni mucho menos) desmerecer a la alternativa Facebook.
Lo dicho, #NFLesp.
Romo se redime. El chico estuvo en la sección de lo peor del pasado Plácido domingo, jodido lunes y este no fue el único lugar donde le llovieron caricias. Durante toda la semana se comentaron sus cagadas. Estaba en el ojo del huracán. En NFL Network planteaban el por otra parte absurdo debate de si es un ganador o no. Michael Irvin decía que sí es un ganador, aunque no un campeón. Bah, gilipolleces. Que era el blanco de todas las iras, porque cuando la cagas en un equipo tan mediático como los Cowboys quedas muy expuesto al escarnio público. Pero el domingo se redimió.
Y eso que el partido no comenzó bien para Romo ni para los Cowboys. Los 49ers se pusieron 14-0. Más tarde, con 14-7, se rompió una costilla y sufrió un neumotórax (pinchazo en el pulmón, para entendernos). Tuvo que salir Kitna, que no estuvo excesivamente inspirado, ya que a pesar de conseguir un pase de touchdown, también lanzó 2 intercepciones. Mostrando un comportamiento totalmente antiCutleriano, Romo volvió al campo con su costilla fracturada. Entonces, todos apostábamos por su éxito y nos asombrábamos ante su épico gesto. Mentira. Nadie daba un duro por él. No nos engañemos. Llevábamos una semana poniéndolo a parir, esperando otro fiasco de Dallas (a pesar de que en la primera jornada estuvieron a punto de conseguir algo nada fácil, como es ganar a los Jets en su casa), y entonces Romo se rió de nosotros. Primero, consiguiendo el empate in extremis (bueno, realmente fue el kicker el que lo hizo, pero Romo contribuyó a alcanzar la posición de campo), y luego en la prórroga.
El protagonista de la historia no solo es Romo, que pasa en cuestión de minutos de hazmerreír a héroe, sino el tipo que consigue esta recepción:
El receptor se llama Jesse Holley ¿Qué tiene de especial este jugador? Que es el ganador de un reality televisivo organizado por Michael Irvin, un casting de wide receivers en el que su vencedor, como premio, consiguió una invitación al training camp de los Cowboys. Ahí lo hizo lo suficientemente bien para conseguir plaza en el practice squad, y el domingo le llegó su momento de gloria. Como si del cutreshow Football Cracks hispano sale un tipo que marca un gol decisivo en Primera. Algo así.
Vick noqueado en Atlanta. Probablemente el partido más esperado de la jornada, aparte del New England-San Diego (aunque este por motivos estrictamente deportivos) era el Atlanta-Philadelphia. Vick volvía por primera vez como titular a Atlanta, donde fue idolatrado y posteriormente liberado para ser apresado (vamos, que lo dejaron libre --contractualmente-- para ir a la cárcel). No era su primer partido en el Georgia Dome tras su paso por la penitenciaría, pero sí el primero en el que volvía con la categoría de estrella. Volvía con el dream team del momento, los Philadelphia Eagles, y ante unos Falcons necesitados (es un decir), tras haber caído estrepitosamente en su estreno en Chicago. Vick aguantó tres cuartos. Cuando abandonó el campo, su equipo ganaba por 10 puntos. 31-21, situación relativamente controlada. Había sufrido una conmoción cerebral. Era algo con lo que muchos contábamos. Que, por su estilo de juego, Vick se lesionase en algún momento y los Eagles se viesen forzados a recurrir a un plan B. Por eso tenía tanto sentido el fichaje de Vince Young. Claro, Vick juega casi como un running back, los árbitros no le protegen como a otros quarterbacks, y le caen unas hostias finas. Bueno, pues se lesionó, pero no por su arriesgado estilo de juego, sino por una acción fortuita en la que chocó contra un jugador de la línea ofensiva de su propio equipo. Conmoción cerebral, la tercera en la carrera del jugador, y fin del partido (y a ver si no es lo único que se pierde). Al abandonar el dome, Vick fue abucheado. Pese a la conmoción (y no creo que por ella), Vick respondió a los abucheos señalando al marcador. 31-21, entonces. Por desgracia para él y sus Eagles, los Falcons culminaron la enésima escapatoria milagrosa (con altas dosis de suerte y algún que otro favor arbitral) y terminaron ganando el partido por 35-31. No estaba Vince Young, sino el tercer quarterback, Mike Kafka, que no lo hizo nada mal durante el tiempo que estuvo en el campo y si Maclin no comete un drop imperdonable, posiblemente habría comentado una reremontada (la remontada de la remontada) memorable.
Buarns (la sorpresa)
El resultado excepcional, por el que nadie en la muchedumbre alzaba su voz, no puede ser otro que el de la mítica escena de Hans Topo. Únicamente una solitaria voz en la multitud podría emitir tan improbables e increíbles palabras (joder, me ha quedado pillado por los pelos, pero puede que cuele; y qué coño, la escena es la hostia).
Tennessee gana en Baltimore. Primera gran sorpresa de la temporada. En toda regla. Los Ravens venían de arrasar a los Steelers, jugaban en casa y lo hacían frente a un equipo que venía de perder ante los Jaguars de Josh McCown. Unos Titans liderados por Matt Hasselbeck y con un Chris Johnson en baja forma, según él mismo reconocía. Partido con poca historia, se preveía, y victoria clara de Baltimore. Ningún indicio apuntaba a una victoria de los deprimidos Titans ante los imponentes Ravens. ¿Ninguno? No, había un poderoso indicio de que los Ravens iban a caer. Algo que sin duda hacía presagiar el fiasco de los de Baltimore: su aparición en la última portada de Sports Illustrated, que como sabéis maldice a quien la protagoniza:
El gafe ha vuelto a surtir efecto. Era uno de los partidos con un pronóstico más claro de la jornada y, tal y como se preveía, no tuvo ninguna emoción. Los Titans ganaron el partido con comodidad, gracias a una gran segunda parte. No solo sorprendió el qué, sino también el cómo: la victoria de Tennessee se basó en el juego de pase, en los pases de Matt Hasselbeck. No, esta vez tampoco Chris Johnson fue el héroe, sino que el dúo Hasselbeck-Britt fue el que destrozó a Baltimore.
Ah, el amigo Flacco ha vuelto a las andadas. Pero eso (por desgracia) no sorprende.
Inciso no footballístico de la semana: unos tenemos a Botín, otros tienen a Buffet
No todo va a ser football. Si Easterbrook lo hace en su TMQ, por qué aquí no. No será una sección fija, ni mucho menos, pero esta semana me apetecía comentar el tema. Porque manda huevos, que ya está bien.
Camisas de once varas, here we go.
Un tipo que hace poco pagaba 200 millones en impuestos porque se le había olvidado hacerlo en su momento, viene ahora a emitir opiniones sobre justicia tributaria. TÓCATE LAS PELOTAS. El tipo ese, que tenía sus fondos a buen recaudo en un banco suizo, que como todos sabemos son un ejemplo de transparencia y legitimidad, protestaba públicamente por el establecimiento de un impuesto que grava el patrimonio de las personas cuando supere el millón de euros (700.000 más 300.000 adicionales de vivienda habitual).
En primer lugar, lo que nos tenemos que preguntar es cómo un tipo que se olvida de pagar 200 millones en impuestos no está en la cárcel. Pero bueno, los estándares penales en España son muy diferentes a los de los países nórdicos, donde defraudar al erario público se paga de verdad. Por aquí se lleva lo de cobrar en negro y maricón el último.
En segundo lugar, debemos preguntarnos cómo un tipo puede tener la pétrea cara de siquiera opinar sobre temas tributarios después de ese ligero olvido declaratorio. Dice que le parece "muy mal" que se establezca el impuesto sobre patrimonios superiores al millón de euros, aunque sea de forma temporal.
En tercer lugar, el tema resulta más sonrojante si atendemos a lo que hacen multimillonarios afincados en otros territorios. No sabemos si estos multimillonarios extranjeros tienen cuentas en bancos suizos como los Botín (nótese lo apropiado que resulta el apellido: según la RAE, Botín significa "beneficio que se obtiene de un robo, atraco o estafa"). Pero lo que sí sabemos es que mientras Botín pide que se eliminen los tributos sobre patrimonios exorbitados, otros magnates piden que sus patrimonios sean gravados con impuestos, porque es una injusticia que eso no suceda.
Hablo de Warren Buffet y de Howard Schultz, que no solo no tienen problema en que se imponga dar uso al dinero que no usan, sino que lo piden públicamente. El caso de Buffet es el más significativo. Ya en 2007 criticaba la puta mierda de sistema impositivo que existe en todos los lugares del mundo, en donde los que más tienen son los que menos pagan. Y hablo en términos relativos, que es lo que tiene sentido, no de términos absolutos. Decía, ya en 2007, que el infame sistema provocaba situaciones tan justas como que su secretaria pagase más impuestos que él. Buffet es la tercera persona más rica del mundo. Es bastante más rico que Botín, y está infinitamente mejor considerado desde un punto de vista empresarial e intelectual. Eso sí, no hace tanta gracia hablando en inglés como Botín:
Volvamos al tema, que nos desviamos.
Seguramente sea injusto, pero si tomamos a Botín como ejemplo del empresariado (y del multimillonariado) español y a Buffet del estadounidense, uno se explica por qué a unos les va mucho mejor que a otros. Pero bueno, como toda generalización, es una gilipollez. El hecho es que algunos de los de allí muestran su tierno corazoncito y alguno de los de aquí su duro rostro.
El caso es que, aunque los afectados estén a favor o en contra, el impuesto sobre las grandes riquezas debe existir. ¿Por qué? Porque la utilidad marginal del dinero es decreciente. Dicho de otro modo, las primeras unidades de nuestro dinero sirven para más de lo que sirven las últimas, según va aumentando nuestro patrimonio, las nuevas unidades de dinero van sirviendo cada vez para menos. Dicho de otro modo más, mi primer euro me vale para mucho más que mi millonésimo euro, porque el primero lo uso para cubrir necesidades esenciales y el millonésimo (probablemente) ni lo uso, lo tengo muerto de risa en una cuenta corriente. Por ese motivo los impuestos deben ser progresivos (eso creo yo y eso dice la Constitución Española, que muchos se pasan por el forro a pesar de que dicen ser constitucionalistas --concepto absolutamente vacío--): porque hay que gravar más las últimas unidades de dinero, las que valen para menos a su propietario, que las últimas, que valen para mucho. Por eso las primeras unidades de renta tributan a un % inferior que las siguientes, y así sucesivamente.
Existen varios "hechos" que pueden ser sometidos a tributación: ganar pasta (la renta, IRPF o, en el caso de sociedades, IS), gastar pasta (IVA e impuestos indirectos) y, hasta hace unos años y ahora de nuevo, tenerla ahorrada (Impuesto sobre el Patrimonio).
En una lamentable intervención en la Ser, Rajoy, defensor de los muchimillonarios y, en general, de los intereses de los que mucho tienen y poco quieren aportar, decía que el Impuesto sobre el Patrimonio era injusto porque si alguien se gastaba el dinero no pagaba impuestos y si lo ahorraba se le penalizaba.
Mis cojones.
¡¡Mis cojones!!
(esta expresión tan soez e impertinente quiere expresar indignación por la mentira que nos quieren colar)
¿¡Cómo que el que se gasta la pasta no paga impuestos!? El gasto está sometido al impuesto más injusto que existe, que es el indirecto. El que grava proporcionalmente más al que tiene menos. Siempre pongo el mismo ejemplo chorra, pero cuando un mendigo va a un McDonald's y se compra una hamburguesa por 1 euro, se deja el 8% de su patrimonio en esa adquisición, se le grava una necesidad vital; mientras, cuando Cristiano Ronaldo (rico, guapo y gran jugador) acude a un restaurante, paga un 0,00000% de su patrimonio en impuestos (tendría que haber añadido demasiados ceros para llegar a escribir un 1). Y el peso relativo de la tributación indirecta, la injusta, sobre la directa, no hace más que crecer. Con las rebajas de IRPF e IS, seguirá creciendo. Y lo que prevé la Constitución, que el sistema tributario respete el principio de progresividad, se quedará en una declaración de intenciones tan inútil como la de la vivienda digna. Ah, y que nadie dude que el 20 de noviembre se votará masivamente a la opción que pretende eliminar fulminantemente el Impuesto sobre Patrimonio (por si alguien malinterpreta lo que escribo, no pido que se vote al PSOE, y de hecho, creo que no se debe hacer, pero ese es otro tema; como hay que andarse con más ojo que un ciego en una orgía con estos temas, dejo constancia de la aclaración).
¿Es injusto que por importes superiores al millón de euros (700.000 más 300.000 adicionales por vivienda habitual) deba pagarse un impuesto? NO. Es justísimo. Es lógico y racional, porque esas cantidades reportan una utilidad ínfima a su titular. Discutamos luego qué tipo impositivo es el justo, y es verdad que no debe ser confiscatorio, pero ese es otro debate. De principio, la riqueza debe tributar.
Bien, el primer paso de este particular Robin Hood está dado: quitarle a los ricos. Luego viene el segundo y más difícil: darle a los pobres. Aquí chocamos con el terrible problema de la incompetencia y caradura de los poderes públicos, que administran de forma lamentable el erario público. Incurren en gastos innecesarios (cuando no ilegales) y en inversiones penosas. Sí, ese es otro gran problema, pero su existencia no debe servir como argumento para evitar el primer paso. Si las administraciones no saben gastar, hay que controlar su gasto, hay que fomentar la transparencia de las cuentas y que todos sepamos en dónde se invierten los impuestos. Solucionemos ese problema, y no nos escudemos en él para eximir a los forrados de pagar unos importes que ni les duelen. Como si para evitar los incendios forestales talamos los bosques.
De los esquemas fraudulentos diseñados para evitar el pago de impuestos (SICAV, sociedades interpuestas, residencias en paraísos fiscales y similares) ni hablo. Bueno sí, tres palabras: hijos de puta.
Conclusión: ojalá un día tenga que pagar el impuesto sobre el patrimonio. Qué suerte la de los que tienen que pagarlo.
Fin del excurso, y ya está bien. Camisa de once varas bien abrochada.
Han matado a Kenny ¡hijos de puta! (todo sigue igual)
Creo que el título de este epígrafe para lo que siempre sucede del mismo modo merece poca explicación. ¡Hijos de puta!
Raiders: fuertes en su división, débiles fuera. Me repito más que los callos, sí. Es mi estilo. Como el de los Raiders, empeñados en perder fuera de la AFC Oeste lo que ganan en ella. La temporada pasada consiguieron la complicada hazaña de ganar los 6 partidos intradivisionales y, aún así, no ganar su división. Esta temporada (lo muy poco que llevamos de ella) siguen el mismo camino: una victoria en su división, una derrota fuera de ella. McFadden sigue al mismo nivel que la primera jornada, pero la defensa de Oakland hizo aguas por todas partes, permitiendo casi 500 yardas al ataque de Buffalo. Especialmente ineptos estuvieron los Raiders contra la carrera, con 217 yardas recibidas. En cualquier caso, el balance no es malo a estas alturas para Oakland: dos partidos fuera de casa, una victoria (en el partido más importante de los dos, por ser contra un rival de la misma división) y sensación de buen equipo.
Los Bucs remontan en el último cuarto. Seguro que el tema os suena familiar (y no me refiero al chiste del que entra en la pizzería con dos putas y le preguntan "¿familiares?" y responde "no, son putas, pero también comen"). Josh Freeman comandando una remontada en el último cuarto. Y quien dice Josh Freeman dice también LaGarrete Blount y Mike Williams. Los de siempre. Al descanso, parecía que los Bucs no tenían nada que hacer. Estos jovenzuelos, que tan bien lo hicieron la temporada pasada, se desinflan ahora que todos los conocen. Pues no. Tampa, esta jornada, no se esTampa. Si hay un equipo del que no te puedes fiar aunque vaya palmando, esos son los Buccaneers. Especialmente desde que Freeman es su quarterback. De las 14 victorias que ha cosechado el joven jugador, 8 han llegado después de ir perdiendo en el último cuarto.
Las pérdidas matan a los Chargers. No aprenden. Siempre la misma historia. Take care of the football!!! Con poner un poco más de cuidado en no perder el balón, los Chargers podrían haberse llevado el partido en New England. La historia de siempre. El partido fue un calco del de la primera jornada. San Diego a remolque, pero facilidad para avanzar en ataque, penalizada constantemente por pérdidas de balón. Pero esta vez el final no fue feliz, porque los errores no cesaron hasta el final. 2 intercepciones a Rivers y, sobre todo, el fumble final de Mike Tolbert (el segundo de la noche) acabaron con las opciones de los Chargers. El mejor equipo en ataque y en defensa de la temporada pasada, que aún así ni se clasificó para playoffs, volvió a condenarse por culpa de las pérdidas de balón. La historia de siempre, que más les vale corregir si quieren pelear por el anillo (que deberían, por el equipo que tienen).
Hostias a mansalva a Jay Cutler. Lo de siempre. Defensores golpeando a Jay Cutler. Lo raro es que no se lesione con más frecuencia. El jugador con fama de más nenaza de la liga por su retirada en la final de la NFC, es constantemente apaleado por los defensores rivales. Esta semana 6 sacks y múltiples golpes de los defensores de los Saints. Y no va a cambiar, porque todos sabemos que esto va de suyo en un ataque dirigido por Martz.
Érase una vez la vida (todo cambia)
Me resultaba complicado encontrar una serie de dibujos animados en la que se produjese algún cambio significativo, así que me decido por esta cojonuda serie en la que se explicaban los cambios del organismo. Sí, bastante pillado por los pelos, pero la serie molaba bastante, una maravilla comparada con la puta mierda deformativa que abunda ahora.
Es obvio que el cambio ha sido radical en Ravens, Cowboys (y, en particular, Romo) y Titans, pero como ya lo hemos comentado, abordamos otros temas en esta sección.
Bills, Lions y Redskins, 2-0. Corren aires triunfales por Buffalo, Detroit y Washington. Tras años de profunda frustración, estos tres equipos comienzan la temporada con dos victorias. Ni los más viejos del lugar. ¿Van en serio? Bueno, está por ver.
Los más felices deben de ser los Redskins, porque ellos son los únicos que son líderes en solitario de su división y además ya llevan una victoria contra un rival divisional. Sin embargo, la ventaja es ínfima y todavía está por ver cómo funciona este equipo fuera de casa y si Rex Grossman, Sexy Rexy, vale para liderar a un equipo con aspiraciones (¿pero qué digo, si con él los Bears ya llegaron a la Super Bowl?).
Los Bills han ganado tanto fuera como en casa. Contra los deprimentes Chiefs y los Raiders, que asustan más pero tampoco (todavía) impresionan. Eso sí, el ataque de Buffalo se ha mostrado intratable, con un Ryan Fitzpatrick muy seguro e inspirado en los momentos decisivos. Fred Jackson está corriendo como nunca, y algunos empiezan a avisar del peligro de este equipo de despojos. Creo que es por el cambio de uniforme, que han salido ganando y mucho. La prueba de fuego (frase hecha probablemente tomada de las ordalías o juicios de dios) llega la próxima semana: reciben a los Patriots. Enorme desafío, sobre todo para su defensa.
Dejo para el final a los que creo que van más en serio. Madre mía, que son los Lions. En fin, que parece que van en serio. Bueno, como los he incluido en la sección dedicada a lo mejor de la jornada, dejo de hablar de ellos aquí.
Ni un touchdown de equipos especiales. La semana pasada ocho, esta ninguno. La semana pasada Randall Cobb consigue un touchdown increíble, y esta comete un fumble en su primer retorno. En una entrevista en NFL Network le preguntaban si no tenía miedo de la bronca que le podía esperar en la banda. Cobb dijo que no, que sentía que el Señor guiaba su camino y que no iba a fallar. Se ve que esta semana lo guió Satanás. Esta semana sí podemos decir que se confirma la prevista tendencia al no retorno de kickoff: la mayoría de los que salían de su end zone terminaban cayendo antes de llegar a la yarda 20. Es decir, que más les valía conceder el touchback.
La NFC Sur reacciona. La terrible NFC Sur de la pasada jornada vuelve a ser la temible NFC Sur en esta. Solo los Panthers (y estuvieron cerca) se quedaron sin victoria. Como en la semana pasada, tres duelos entre NFC Sur y NFC Norte. La semana pasada ganaron los norteños todos los duelos. Esta, solamente los Packers vencieron a los Panthers. Los Saints ganaron con holgura a los Bears del golpeado Cutler y los Bucs protagonizaron la remontada en Minnesota que ya comentábamos. Los Falcons, con bastante presión por los dos resultados anteriores y el mal inicio, volvieron a ganar in extremis en el Georgia Dome. Esto es más lo que nos esperábamos de esta división.
Dr. Slump e Arale (lo mejor)
Esta serie, no muy conocida, es la favorita de mi infancia. El otro día vi un DVD recopilatorio en la Fnac de Plaza Norte, pero estaba doblada solamente al castellano y al catalán. Supongo que si la hubiese visto en alguno de esos idiomas me seguiría gustando, pero yo estaba acostumbrado a verla en gallego y todo lo que no sea eso me parecerá una puta mierda. Míticas sus cacas y Sopaman, que menuda cara se le quedaba cuando comía albaricoques en escabeche. Canela fina.
Detroit Lions. Con permiso de los Patriots, el mejor equipo de lo poquísimo que llevamos de temporada. Parece que van en serio. No sé si creérmelos todavía, que son los Detroit Lions, pero la verdad es que su victoria del domingo fue incontestable. 48 puntos cascaron a los Chiefs, con todas las piezas del equipo funcionando perfectamente: el ataque, consiguiendo más de 400 yardas, con un Matthew Stafford aún sano y muy inspirado; la defensa, forzando 6 pérdidas de balón y limitando a los Chiefs a solamente 3 puntos. No sé, demasiado bien les van las cosas. La próxima semana, primer partido divisional. Es contra los Vikings, pero creo que servirá para
Aunque canse, Tom Brady. Sí, es el mismo pesado de todas las semanas. Pero por repetidas que sean, sus actuaciones no dejan de ser brillantes. Este tío está imparable. Lleva casi 1000 yardas de pase en solamente 2 partidos, a ritmo de destrozar todos los récords, y dando impresión de que bien podría hacerlo. El domingo, otra actuación monstruosa frente a los Chargers: 31/40, 423 yardas, 3 pases de touchdown, ninguna intercepción y 135,7 de passer rating. Brutal. Los siguientes son los Buffalo Bills.
Fred Jackson. Segundo partido consecutivo del corredor de los Bills por encima de las 100 yardas de carrera. Esta vez, 117 Absolutamente nadie lo esperaba, probablemente tampoco los Raiders. Un tipo un tanto ninguneado hasta por su propio equipo, pues es complicado interpretar de otro modo los fichajes de Marshawn Lynch (ahora en Seattle) y de C.J. Spiller (primera ronda del draft 2010 y que está resultando un fiasco en relación con las expectativas creadas). Fred Jackson lidera en estos momentos la clasificación de yardas de carrera de la NFL. Su mejor jugada del partido, detalladamente diseccionada por un aficionado Raider:
American Dad (también conocida como Padre made in USA) (lo regulero)
Un colega me insiste en que esta serie mola, pero no acabo de verle el punto. No sé, no termina de hacerme gracia, mala copia de Padre de familia, con mucha menos gracia. Aunque admito que esto sí que me hizo gracia:
Cam Newton, Steve Smith y los Panthers. Antes de que comenzase el Panthers-Packers especulaban en NFL Network sobre si Carolina conseguiría su segunda victoria moral. La consiguieron. Ya cuentan con un balance de 2-0 en cuanto a victorias/derrotas morales. Eso sí, en el balance real están 0-2. Y bien podrían estar 2-0. Con un par de errores graves menos, con haber sido un poco más eficientes en la red zone, habrían ganado el partido. En toda la temporada pasada, Green Bay jamás había ido perdiendo por más de 7 puntos, en ningún momento de ningún partido. El partido de Carolina empezó 13-0 para los Panthers, y bien podría haber sido 21-0. No fue así. Los errores ofensivos lastraron a Carolina: 3 intercepciones, 1 fumble perdido y 1 conversión de cuarto down que no consiguieron. Regulera sensación del equipo en general y para Cam Newton y Steve Smith en particular.
Smith consiguió de nuevo una barbaridad de yardas de recepción (156), rememorando viejos tiempos,
En cuanto a Cam Newton, creo que convendría que se moderasen los elogios. Ha batido el récord de yardas de pase de un novato que él mismo había fijado la semana pasada, sí. 432 yardas, esta vez (y 53 de carrera, con 1 touchdown incluido). Pero 3 intercepciones, todas ellas evitables y que ponen de manifiesto errores graves. No solo suyos, sino del equipo técnico de Carolina por hacer descansar en él tanto peso del ataque. En términos de passer rating, Newton consiguió un mediocre 72,0. Y es que las yardas totales no son lo único que permite medir el rendimiento de un quarterback. De hecho, en teoría el passer rating es la medida más fiable para estos fines. Grosso modo, esa es la clasificación que debemos tener en cuenta para ver qué tal lo ha hecho un quarterback.
Y, oh sorpresa, (lo pongo en párrafo aparte para que se vea mejor), Cam Newton ni siquiera es el mejor novato de lo que llevamos de NFL en términos de passer rating. Es, oh sorpresa, Andy Dalton, que sin hacer nada de ruido lleva un rating de 105,7, 3 pases de touchdown y todavía no ha lanzado ninguna intercepción. Ah, también sabe lo que es ganar un partido, algo que Newton desconoce. Newton acumula un rating de 89,1, el 16.º de la NFL.
La defensa de los Packers. Cuando comenzaba a escribir esto aún no se sabía que Nick Collins se iba a perder lo que queda de temporada. Una noticia devastadora para los Packers, una baja que me parece más grave que las de Finley o Grant de la pasada temporada. Mucho peor. Si algo le sobra a los Packers son receptores, y como quedó finalmente demostrado, el juego de carrera es algo hoy en día accesorio para lograr un título. La defensa del pase no lo es. De hecho, como dicen machaconamente en Cold, Hard Football Facts, el diferencial de passer rating es la estadística más importante para conseguir un anilllo en la NFL. Dicho de otro modo, la diferencia entre lo bien que pasas y lo bien que defiendes el pase es lo que resulta más determinante para el éxito final. Los Packers atacan muy bien por el aire. Pero que muy bien. Pero en los dos partidos que llevamos (muestra poco representativa, es cierto), defienden el pase de manera horrenda. Terrible. No solo ante ataques potentes como el de los Saints, sino ante otros menos exigentes como el de los Panthers. La culpa no es solo de la secundaria, sino también de los que presionan al pasador. No creía que la baja de Cullen Jenkins se fuese a notar tanto. Bueno, no sé si es solo por eso, pero el hecho es que el pass rush de los Packers deja mucho que desear. Y la secundaria tiene problemas. El pasado domingo no estuvo Tramon Williams, el corner titular. Pieza importante que volverá. Pero aún con Nick Collins, un Pro Bowler, los Packers ocupan el último lugar de la NFL en yardas de pase permitidas. Eso con Collins. Sin Collins, echémonos a temblar. Charlie Peprah hará lo que pueda por sustituirle, pero está lejos del nivel de Collins.
Regulero el rendimiento de la defensa de Green Bay, y no malo, por tres motivos: porque el partido de Charles Woodson, con 2 intercepciones y 1 fumble recuperado, no puede ser más que excelente considerando simplemente esos números; porque está defendiendo muy bien la carrera (de forma excelente, y eso que se ha enfrentado a equipos con backfield potente); y porque ha sido muy oportunista: en los momentos clave ha frenado al ataque rival. Eso con Nick Collins. Sin él...
Adrian Peterson. Monstruoso partido de Adrian Peterson ante los Buccaneers que no sirve para nada. El corredor de los Vikings lideró la jornada en yardas terrestres (120, 2 touchdowns incluidos), pero su gran actuación no vino acompañada de una victoria. A pesar de humillar a la defensa de Tampa.
Receptores frustrados. Normalmente en esta sección abundan los quarterbacks que acumulan yardas de pase que no sirven para alcanzar la victoria. No es el caso de esta jornada, en la que los cuatro primeros receptores por yardas conseguidas perdieron sus partidos. El quinto, Miles Austin, no lo perdió de milagro. Hablo de Vincent Jackson (172 yardas), Jeremy Maclin (171), Steve Smith (156) y Denarius Moore (146). Esta de Jackson es la rehostia:
El show de Cleveland (lo peor)
Esta serie es la involución absoluta de Padre de familia. American dad tiene un pase, pero esto...
Kansas City Chiefs. Tras dos jornadas de competición, este es el equipo al que peor le ha ido, y con mucha diferencia. Y no por haber perdido los dos partidos que llevan disputado, ni siquiera por haber caído apalizados en ambos, sino porque a las derrotas y al mal juego se les une la pérdida para toda la temporada de dos de sus mejores jugadores en ataque y en defensa. La semana pasada perdían a Eric Berry. Esta semana perdieron a Jamaal Charles. Por el camino, han anotado 10 puntos y recibido 89. Ningún otro equipo ha sufrido palizas de tal calibre en lo poquísimo que llevamos de temporada. Mis condolencias a los aficionados de los Chiefs. Salvo milagro improbable (quizá esto es redundante, todos los milagros son por definición improbables, ¿no?), el mes de enero lo tendrán libre.
Luke McCown. McCown es el quarterback de los Jacksonville Jaguars. Los Jaguars despidieron por sorpresa a su anterior pasador titular, David Garrard, pocos días antes del comienzo de la temporada. Y aquí llegó McCown. El novato Blaine Gabbert (número 10 del pasado draft) está aún demasiado verde para estas tareas. ¿Demasiado? Bueno, quizá no sea esa la excusa, sino simplemente no quemarlo. Porque es imposible que lo haga peor que McCown contra los Jets. Completó 6 de sus 19 pases, no llegó a las 60 yardas de pase y cometió 4 intercepciones. Su rating, difícilmente empeorable: 1,8. No llega a 0, al alcance de unos pocos privilegiados como el mítico Terry Bradshaw (que tiene el récord de ocasiones con rating nulo en tres), Joe Namath o Johnny Unitas. Todos ellos consiguieron alguna vez un rosco. Claro que, bastantes más, ratings perfectos. Creo que eso le falta a McCown.
NFC Worst. Tras una buena jornada, la NFC Oeste vuelve a la dura realidad. Con todo, es pronto para cebarse con esta división, porque salvo el caso de los Seahawks (que sí que dan auténtica pena) tanto Cardinals como 49ers se quedaron a las puertas de la victoria. Los Rams cayeron ante los Giants, pero en su caso la plaga de lesiones y la baja de Steven Jackson les sirve de excusa. En cualquier caso, 0-4 en la jornada y primeras voces que empiezan a apuntar a que con 8 victorias se puede ganar la división.
En fin, que cada jornada es importante (más que en cualquier otro deporte, que por algo hay solamente 16 --realmente 17, pero cada equipo juega 16 partidos--), pero tampoco hay que volverse locos.
La semana pasada esto iba de series. Esta también, pero vamos a introducir una ligera modificación: solo series de animación. A ver qué mierdas se me ocurren.
Música. La serie animada por la que más grupos musicales han pasado es seguramente Los Simpsons (mira que he dudado cómo escribir el nombre de la serie, aquí decimos Los Simpson --sin s final--, pero son The Simpsons, así que he hecho un refrito de ambas opciones). Muchos han pasado, pero solamente unos son los mejores. Jackie's a punk, Judy's her runt, they both went down to Berlin joined the Ice Capades (ieee)...
La muerte de David el gnomo (lo más comentado)
La semana pasada la de Chanquete, esta la de David el gnomo. Traumáticos episodios, eh. Y también muy comentados. Hay quien (exagerando, claro) dice que el capítulo de la muerte de David el gnomo marcó su infancia. Si es que los dibujos de antes cómo eran: mataban a la madre de Bambi, mataban a Mufasa, mostraban la angustia de Marco en busca de su madre. Y (siento destripar el final) David el gnomo muere. Este es el afamado y ¿triste? final a tan ilustre gnomo.
#NFLesp. Sí, empezamos con algo que no tiene que ver con la jornada en sí, pero que dio lugar a muchos comentarios. Como muchos sabréis, desde Football Speech se propuso a la gente que tuitease sobre NFL el uso en todos sus mensajes (tweets) el hashtag #NFLesp. ¿Para qué? Bueno, hay que explicar un poco en qué consiste y para qué sirve eso del hashtag. En Twitter, si se antepone la almohadilla (#) a una palabra, se la "etiqueta" y se facilita su búsqueda. Así, si en un tweet se incluye el hashtag #NFLesp, el mensaje completo figurará entre los resultados de búsqueda dicho hashtag. Para realizar estas búsquedas, basta con pinchar encima de la palabra hashtagueada, que aparecerá destacada en forma de vínculo.
Además, el uso de hashtags contribuye a la creación de trending topics (temas de moda), que se destacan periódicamente en Twitter e indican qué es lo que está siendo objeto de mayores comentarios en la red social. Por tanto, es además un medio para facilitar la promoción del tema en cuestión: si "#NFLesp" llega a tema de moda en España, algunos curiosos pincharán para ver de qué va y, en cualquier caso, se amplificará la importancia de la NFL en España.
Todo esto para decir que por favor utilicéis el hashtag #NFLesp cuando tuiteéis sobre el tema. Tras dos semanas de uso, el número de tweets sobre la NFL en español es considerable. El domingo se podían leer chorrocientos tweets con el hashtag, y eso que la competencia deportiva era dura.
Aprovecho también para repartir flores (elogios) y obleas (hostias) por Tres Cantos. Como también todos sabréis, ya que esto es muy mainstream, desde Digital+ se promueve que los comentarios sobre los partidos de la NFL se realicen en la página personal de Facebook de Andrea Zanoni. Nada que objetar, por supuesto, que hagan lo que mejor les parezca (aunque no deja de ser, digamos, extraño, que los comentarios se tengan que hacer en la cuenta personal de Facebook de uno de los comentaristas y no del programa o departamento). Además, se ve que tiene mucho mucho éxito (lo cual es una gran noticia), dado que las iniciativas que se promueven desde esa página de Facebook tienen numerosísimos adeptos (para su quiniela creo que eran más de 1300). Que está muy bien, oye.
Pero Facebook no es para eso. Facebook no es público. Lo que se cuelga en Facebook no lo puede leer cualquiera. En Facebook no puede comentar cualquiera. Y Facebook, así en general, no se usa para debates públicos. Se usa para otros fines. Para debates públicos se usa Twitter. Por varios motivos. El primero, (obvio) porque Twitter es público. Todos podemos leer el Twitter de Andrea Zanoni, pero no todos podemos leer su página de Facebook, que solo pueden leer (1) los que tienen Facebook y (2) son amigos de Andrea Zanoni. Y, el segundo motivo, porque la movida está en Twitter. Ahí es donde se parte el bacalao. Facebook es la caverna, un coto cerrado, mientras que Twitter es el mundo de las ideas.
Llegan flores y obleas. Flores a Miguel Ángel Calleja (MAC) por tratar de promocionar el tema del hashtag #NFLesp en la transmisión del Patriots-Chargers. Obleas para Zanoni por no haber permitido a MAC hacerlo. Dice Zanoni que si se abre otro canal de debate el tema se dispersa y todo queda muy diluido. Entiendo que le mole centrar el debate sobre la NFL en su página personal, pero creo que esa no es la vía. Si queremos que la NFL tenga un mínimo de visibilidad en España, que salga de la caverna, debe usarse el Twitter. En Twitter no solo pueden comentar los amigos de Zanoni, sino que, además de ellos, también leemos las opiniones de Peter King, Adam Schefter, Mariano Tovar, Willy Bistuer, MAC, Jordi, Chris Collinsworth, Mike Silver, y tantos y tantos otros. El debate es mucho más rico e interesante, sin (ni mucho menos) desmerecer a la alternativa Facebook.
Lo dicho, #NFLesp.
Romo se redime. El chico estuvo en la sección de lo peor del pasado Plácido domingo, jodido lunes y este no fue el único lugar donde le llovieron caricias. Durante toda la semana se comentaron sus cagadas. Estaba en el ojo del huracán. En NFL Network planteaban el por otra parte absurdo debate de si es un ganador o no. Michael Irvin decía que sí es un ganador, aunque no un campeón. Bah, gilipolleces. Que era el blanco de todas las iras, porque cuando la cagas en un equipo tan mediático como los Cowboys quedas muy expuesto al escarnio público. Pero el domingo se redimió.
Y eso que el partido no comenzó bien para Romo ni para los Cowboys. Los 49ers se pusieron 14-0. Más tarde, con 14-7, se rompió una costilla y sufrió un neumotórax (pinchazo en el pulmón, para entendernos). Tuvo que salir Kitna, que no estuvo excesivamente inspirado, ya que a pesar de conseguir un pase de touchdown, también lanzó 2 intercepciones. Mostrando un comportamiento totalmente antiCutleriano, Romo volvió al campo con su costilla fracturada. Entonces, todos apostábamos por su éxito y nos asombrábamos ante su épico gesto. Mentira. Nadie daba un duro por él. No nos engañemos. Llevábamos una semana poniéndolo a parir, esperando otro fiasco de Dallas (a pesar de que en la primera jornada estuvieron a punto de conseguir algo nada fácil, como es ganar a los Jets en su casa), y entonces Romo se rió de nosotros. Primero, consiguiendo el empate in extremis (bueno, realmente fue el kicker el que lo hizo, pero Romo contribuyó a alcanzar la posición de campo), y luego en la prórroga.
El protagonista de la historia no solo es Romo, que pasa en cuestión de minutos de hazmerreír a héroe, sino el tipo que consigue esta recepción:
El receptor se llama Jesse Holley ¿Qué tiene de especial este jugador? Que es el ganador de un reality televisivo organizado por Michael Irvin, un casting de wide receivers en el que su vencedor, como premio, consiguió una invitación al training camp de los Cowboys. Ahí lo hizo lo suficientemente bien para conseguir plaza en el practice squad, y el domingo le llegó su momento de gloria. Como si del cutreshow Football Cracks hispano sale un tipo que marca un gol decisivo en Primera. Algo así.
Vick noqueado en Atlanta. Probablemente el partido más esperado de la jornada, aparte del New England-San Diego (aunque este por motivos estrictamente deportivos) era el Atlanta-Philadelphia. Vick volvía por primera vez como titular a Atlanta, donde fue idolatrado y posteriormente liberado para ser apresado (vamos, que lo dejaron libre --contractualmente-- para ir a la cárcel). No era su primer partido en el Georgia Dome tras su paso por la penitenciaría, pero sí el primero en el que volvía con la categoría de estrella. Volvía con el dream team del momento, los Philadelphia Eagles, y ante unos Falcons necesitados (es un decir), tras haber caído estrepitosamente en su estreno en Chicago. Vick aguantó tres cuartos. Cuando abandonó el campo, su equipo ganaba por 10 puntos. 31-21, situación relativamente controlada. Había sufrido una conmoción cerebral. Era algo con lo que muchos contábamos. Que, por su estilo de juego, Vick se lesionase en algún momento y los Eagles se viesen forzados a recurrir a un plan B. Por eso tenía tanto sentido el fichaje de Vince Young. Claro, Vick juega casi como un running back, los árbitros no le protegen como a otros quarterbacks, y le caen unas hostias finas. Bueno, pues se lesionó, pero no por su arriesgado estilo de juego, sino por una acción fortuita en la que chocó contra un jugador de la línea ofensiva de su propio equipo. Conmoción cerebral, la tercera en la carrera del jugador, y fin del partido (y a ver si no es lo único que se pierde). Al abandonar el dome, Vick fue abucheado. Pese a la conmoción (y no creo que por ella), Vick respondió a los abucheos señalando al marcador. 31-21, entonces. Por desgracia para él y sus Eagles, los Falcons culminaron la enésima escapatoria milagrosa (con altas dosis de suerte y algún que otro favor arbitral) y terminaron ganando el partido por 35-31. No estaba Vince Young, sino el tercer quarterback, Mike Kafka, que no lo hizo nada mal durante el tiempo que estuvo en el campo y si Maclin no comete un drop imperdonable, posiblemente habría comentado una reremontada (la remontada de la remontada) memorable.
Buarns (la sorpresa)
El resultado excepcional, por el que nadie en la muchedumbre alzaba su voz, no puede ser otro que el de la mítica escena de Hans Topo. Únicamente una solitaria voz en la multitud podría emitir tan improbables e increíbles palabras (joder, me ha quedado pillado por los pelos, pero puede que cuele; y qué coño, la escena es la hostia).
Tennessee gana en Baltimore. Primera gran sorpresa de la temporada. En toda regla. Los Ravens venían de arrasar a los Steelers, jugaban en casa y lo hacían frente a un equipo que venía de perder ante los Jaguars de Josh McCown. Unos Titans liderados por Matt Hasselbeck y con un Chris Johnson en baja forma, según él mismo reconocía. Partido con poca historia, se preveía, y victoria clara de Baltimore. Ningún indicio apuntaba a una victoria de los deprimidos Titans ante los imponentes Ravens. ¿Ninguno? No, había un poderoso indicio de que los Ravens iban a caer. Algo que sin duda hacía presagiar el fiasco de los de Baltimore: su aparición en la última portada de Sports Illustrated, que como sabéis maldice a quien la protagoniza:
El gafe ha vuelto a surtir efecto. Era uno de los partidos con un pronóstico más claro de la jornada y, tal y como se preveía, no tuvo ninguna emoción. Los Titans ganaron el partido con comodidad, gracias a una gran segunda parte. No solo sorprendió el qué, sino también el cómo: la victoria de Tennessee se basó en el juego de pase, en los pases de Matt Hasselbeck. No, esta vez tampoco Chris Johnson fue el héroe, sino que el dúo Hasselbeck-Britt fue el que destrozó a Baltimore.
Ah, el amigo Flacco ha vuelto a las andadas. Pero eso (por desgracia) no sorprende.
Inciso no footballístico de la semana: unos tenemos a Botín, otros tienen a Buffet
No todo va a ser football. Si Easterbrook lo hace en su TMQ, por qué aquí no. No será una sección fija, ni mucho menos, pero esta semana me apetecía comentar el tema. Porque manda huevos, que ya está bien.
Camisas de once varas, here we go.
Un tipo que hace poco pagaba 200 millones en impuestos porque se le había olvidado hacerlo en su momento, viene ahora a emitir opiniones sobre justicia tributaria. TÓCATE LAS PELOTAS. El tipo ese, que tenía sus fondos a buen recaudo en un banco suizo, que como todos sabemos son un ejemplo de transparencia y legitimidad, protestaba públicamente por el establecimiento de un impuesto que grava el patrimonio de las personas cuando supere el millón de euros (700.000 más 300.000 adicionales de vivienda habitual).
En primer lugar, lo que nos tenemos que preguntar es cómo un tipo que se olvida de pagar 200 millones en impuestos no está en la cárcel. Pero bueno, los estándares penales en España son muy diferentes a los de los países nórdicos, donde defraudar al erario público se paga de verdad. Por aquí se lleva lo de cobrar en negro y maricón el último.
En segundo lugar, debemos preguntarnos cómo un tipo puede tener la pétrea cara de siquiera opinar sobre temas tributarios después de ese ligero olvido declaratorio. Dice que le parece "muy mal" que se establezca el impuesto sobre patrimonios superiores al millón de euros, aunque sea de forma temporal.
En tercer lugar, el tema resulta más sonrojante si atendemos a lo que hacen multimillonarios afincados en otros territorios. No sabemos si estos multimillonarios extranjeros tienen cuentas en bancos suizos como los Botín (nótese lo apropiado que resulta el apellido: según la RAE, Botín significa "beneficio que se obtiene de un robo, atraco o estafa"). Pero lo que sí sabemos es que mientras Botín pide que se eliminen los tributos sobre patrimonios exorbitados, otros magnates piden que sus patrimonios sean gravados con impuestos, porque es una injusticia que eso no suceda.
Hablo de Warren Buffet y de Howard Schultz, que no solo no tienen problema en que se imponga dar uso al dinero que no usan, sino que lo piden públicamente. El caso de Buffet es el más significativo. Ya en 2007 criticaba la puta mierda de sistema impositivo que existe en todos los lugares del mundo, en donde los que más tienen son los que menos pagan. Y hablo en términos relativos, que es lo que tiene sentido, no de términos absolutos. Decía, ya en 2007, que el infame sistema provocaba situaciones tan justas como que su secretaria pagase más impuestos que él. Buffet es la tercera persona más rica del mundo. Es bastante más rico que Botín, y está infinitamente mejor considerado desde un punto de vista empresarial e intelectual. Eso sí, no hace tanta gracia hablando en inglés como Botín:
Volvamos al tema, que nos desviamos.
Seguramente sea injusto, pero si tomamos a Botín como ejemplo del empresariado (y del multimillonariado) español y a Buffet del estadounidense, uno se explica por qué a unos les va mucho mejor que a otros. Pero bueno, como toda generalización, es una gilipollez. El hecho es que algunos de los de allí muestran su tierno corazoncito y alguno de los de aquí su duro rostro.
El caso es que, aunque los afectados estén a favor o en contra, el impuesto sobre las grandes riquezas debe existir. ¿Por qué? Porque la utilidad marginal del dinero es decreciente. Dicho de otro modo, las primeras unidades de nuestro dinero sirven para más de lo que sirven las últimas, según va aumentando nuestro patrimonio, las nuevas unidades de dinero van sirviendo cada vez para menos. Dicho de otro modo más, mi primer euro me vale para mucho más que mi millonésimo euro, porque el primero lo uso para cubrir necesidades esenciales y el millonésimo (probablemente) ni lo uso, lo tengo muerto de risa en una cuenta corriente. Por ese motivo los impuestos deben ser progresivos (eso creo yo y eso dice la Constitución Española, que muchos se pasan por el forro a pesar de que dicen ser constitucionalistas --concepto absolutamente vacío--): porque hay que gravar más las últimas unidades de dinero, las que valen para menos a su propietario, que las últimas, que valen para mucho. Por eso las primeras unidades de renta tributan a un % inferior que las siguientes, y así sucesivamente.
Existen varios "hechos" que pueden ser sometidos a tributación: ganar pasta (la renta, IRPF o, en el caso de sociedades, IS), gastar pasta (IVA e impuestos indirectos) y, hasta hace unos años y ahora de nuevo, tenerla ahorrada (Impuesto sobre el Patrimonio).
En una lamentable intervención en la Ser, Rajoy, defensor de los muchimillonarios y, en general, de los intereses de los que mucho tienen y poco quieren aportar, decía que el Impuesto sobre el Patrimonio era injusto porque si alguien se gastaba el dinero no pagaba impuestos y si lo ahorraba se le penalizaba.
Mis cojones.
¡¡Mis cojones!!
(esta expresión tan soez e impertinente quiere expresar indignación por la mentira que nos quieren colar)
¿¡Cómo que el que se gasta la pasta no paga impuestos!? El gasto está sometido al impuesto más injusto que existe, que es el indirecto. El que grava proporcionalmente más al que tiene menos. Siempre pongo el mismo ejemplo chorra, pero cuando un mendigo va a un McDonald's y se compra una hamburguesa por 1 euro, se deja el 8% de su patrimonio en esa adquisición, se le grava una necesidad vital; mientras, cuando Cristiano Ronaldo (rico, guapo y gran jugador) acude a un restaurante, paga un 0,00000% de su patrimonio en impuestos (tendría que haber añadido demasiados ceros para llegar a escribir un 1). Y el peso relativo de la tributación indirecta, la injusta, sobre la directa, no hace más que crecer. Con las rebajas de IRPF e IS, seguirá creciendo. Y lo que prevé la Constitución, que el sistema tributario respete el principio de progresividad, se quedará en una declaración de intenciones tan inútil como la de la vivienda digna. Ah, y que nadie dude que el 20 de noviembre se votará masivamente a la opción que pretende eliminar fulminantemente el Impuesto sobre Patrimonio (por si alguien malinterpreta lo que escribo, no pido que se vote al PSOE, y de hecho, creo que no se debe hacer, pero ese es otro tema; como hay que andarse con más ojo que un ciego en una orgía con estos temas, dejo constancia de la aclaración).
¿Es injusto que por importes superiores al millón de euros (700.000 más 300.000 adicionales por vivienda habitual) deba pagarse un impuesto? NO. Es justísimo. Es lógico y racional, porque esas cantidades reportan una utilidad ínfima a su titular. Discutamos luego qué tipo impositivo es el justo, y es verdad que no debe ser confiscatorio, pero ese es otro debate. De principio, la riqueza debe tributar.
Bien, el primer paso de este particular Robin Hood está dado: quitarle a los ricos. Luego viene el segundo y más difícil: darle a los pobres. Aquí chocamos con el terrible problema de la incompetencia y caradura de los poderes públicos, que administran de forma lamentable el erario público. Incurren en gastos innecesarios (cuando no ilegales) y en inversiones penosas. Sí, ese es otro gran problema, pero su existencia no debe servir como argumento para evitar el primer paso. Si las administraciones no saben gastar, hay que controlar su gasto, hay que fomentar la transparencia de las cuentas y que todos sepamos en dónde se invierten los impuestos. Solucionemos ese problema, y no nos escudemos en él para eximir a los forrados de pagar unos importes que ni les duelen. Como si para evitar los incendios forestales talamos los bosques.
De los esquemas fraudulentos diseñados para evitar el pago de impuestos (SICAV, sociedades interpuestas, residencias en paraísos fiscales y similares) ni hablo. Bueno sí, tres palabras: hijos de puta.
Conclusión: ojalá un día tenga que pagar el impuesto sobre el patrimonio. Qué suerte la de los que tienen que pagarlo.
Fin del excurso, y ya está bien. Camisa de once varas bien abrochada.
Han matado a Kenny ¡hijos de puta! (todo sigue igual)
Creo que el título de este epígrafe para lo que siempre sucede del mismo modo merece poca explicación. ¡Hijos de puta!
Raiders: fuertes en su división, débiles fuera. Me repito más que los callos, sí. Es mi estilo. Como el de los Raiders, empeñados en perder fuera de la AFC Oeste lo que ganan en ella. La temporada pasada consiguieron la complicada hazaña de ganar los 6 partidos intradivisionales y, aún así, no ganar su división. Esta temporada (lo muy poco que llevamos de ella) siguen el mismo camino: una victoria en su división, una derrota fuera de ella. McFadden sigue al mismo nivel que la primera jornada, pero la defensa de Oakland hizo aguas por todas partes, permitiendo casi 500 yardas al ataque de Buffalo. Especialmente ineptos estuvieron los Raiders contra la carrera, con 217 yardas recibidas. En cualquier caso, el balance no es malo a estas alturas para Oakland: dos partidos fuera de casa, una victoria (en el partido más importante de los dos, por ser contra un rival de la misma división) y sensación de buen equipo.
Los Bucs remontan en el último cuarto. Seguro que el tema os suena familiar (y no me refiero al chiste del que entra en la pizzería con dos putas y le preguntan "¿familiares?" y responde "no, son putas, pero también comen"). Josh Freeman comandando una remontada en el último cuarto. Y quien dice Josh Freeman dice también LaGarrete Blount y Mike Williams. Los de siempre. Al descanso, parecía que los Bucs no tenían nada que hacer. Estos jovenzuelos, que tan bien lo hicieron la temporada pasada, se desinflan ahora que todos los conocen. Pues no. Tampa, esta jornada, no se esTampa. Si hay un equipo del que no te puedes fiar aunque vaya palmando, esos son los Buccaneers. Especialmente desde que Freeman es su quarterback. De las 14 victorias que ha cosechado el joven jugador, 8 han llegado después de ir perdiendo en el último cuarto.
Las pérdidas matan a los Chargers. No aprenden. Siempre la misma historia. Take care of the football!!! Con poner un poco más de cuidado en no perder el balón, los Chargers podrían haberse llevado el partido en New England. La historia de siempre. El partido fue un calco del de la primera jornada. San Diego a remolque, pero facilidad para avanzar en ataque, penalizada constantemente por pérdidas de balón. Pero esta vez el final no fue feliz, porque los errores no cesaron hasta el final. 2 intercepciones a Rivers y, sobre todo, el fumble final de Mike Tolbert (el segundo de la noche) acabaron con las opciones de los Chargers. El mejor equipo en ataque y en defensa de la temporada pasada, que aún así ni se clasificó para playoffs, volvió a condenarse por culpa de las pérdidas de balón. La historia de siempre, que más les vale corregir si quieren pelear por el anillo (que deberían, por el equipo que tienen).
Hostias a mansalva a Jay Cutler. Lo de siempre. Defensores golpeando a Jay Cutler. Lo raro es que no se lesione con más frecuencia. El jugador con fama de más nenaza de la liga por su retirada en la final de la NFC, es constantemente apaleado por los defensores rivales. Esta semana 6 sacks y múltiples golpes de los defensores de los Saints. Y no va a cambiar, porque todos sabemos que esto va de suyo en un ataque dirigido por Martz.
Érase una vez la vida (todo cambia)
Me resultaba complicado encontrar una serie de dibujos animados en la que se produjese algún cambio significativo, así que me decido por esta cojonuda serie en la que se explicaban los cambios del organismo. Sí, bastante pillado por los pelos, pero la serie molaba bastante, una maravilla comparada con la puta mierda deformativa que abunda ahora.
Es obvio que el cambio ha sido radical en Ravens, Cowboys (y, en particular, Romo) y Titans, pero como ya lo hemos comentado, abordamos otros temas en esta sección.
Bills, Lions y Redskins, 2-0. Corren aires triunfales por Buffalo, Detroit y Washington. Tras años de profunda frustración, estos tres equipos comienzan la temporada con dos victorias. Ni los más viejos del lugar. ¿Van en serio? Bueno, está por ver.
Los más felices deben de ser los Redskins, porque ellos son los únicos que son líderes en solitario de su división y además ya llevan una victoria contra un rival divisional. Sin embargo, la ventaja es ínfima y todavía está por ver cómo funciona este equipo fuera de casa y si Rex Grossman, Sexy Rexy, vale para liderar a un equipo con aspiraciones (¿pero qué digo, si con él los Bears ya llegaron a la Super Bowl?).
Los Bills han ganado tanto fuera como en casa. Contra los deprimentes Chiefs y los Raiders, que asustan más pero tampoco (todavía) impresionan. Eso sí, el ataque de Buffalo se ha mostrado intratable, con un Ryan Fitzpatrick muy seguro e inspirado en los momentos decisivos. Fred Jackson está corriendo como nunca, y algunos empiezan a avisar del peligro de este equipo de despojos. Creo que es por el cambio de uniforme, que han salido ganando y mucho. La prueba de fuego (frase hecha probablemente tomada de las ordalías o juicios de dios) llega la próxima semana: reciben a los Patriots. Enorme desafío, sobre todo para su defensa.
Dejo para el final a los que creo que van más en serio. Madre mía, que son los Lions. En fin, que parece que van en serio. Bueno, como los he incluido en la sección dedicada a lo mejor de la jornada, dejo de hablar de ellos aquí.
Ni un touchdown de equipos especiales. La semana pasada ocho, esta ninguno. La semana pasada Randall Cobb consigue un touchdown increíble, y esta comete un fumble en su primer retorno. En una entrevista en NFL Network le preguntaban si no tenía miedo de la bronca que le podía esperar en la banda. Cobb dijo que no, que sentía que el Señor guiaba su camino y que no iba a fallar. Se ve que esta semana lo guió Satanás. Esta semana sí podemos decir que se confirma la prevista tendencia al no retorno de kickoff: la mayoría de los que salían de su end zone terminaban cayendo antes de llegar a la yarda 20. Es decir, que más les valía conceder el touchback.
La NFC Sur reacciona. La terrible NFC Sur de la pasada jornada vuelve a ser la temible NFC Sur en esta. Solo los Panthers (y estuvieron cerca) se quedaron sin victoria. Como en la semana pasada, tres duelos entre NFC Sur y NFC Norte. La semana pasada ganaron los norteños todos los duelos. Esta, solamente los Packers vencieron a los Panthers. Los Saints ganaron con holgura a los Bears del golpeado Cutler y los Bucs protagonizaron la remontada en Minnesota que ya comentábamos. Los Falcons, con bastante presión por los dos resultados anteriores y el mal inicio, volvieron a ganar in extremis en el Georgia Dome. Esto es más lo que nos esperábamos de esta división.
Dr. Slump e Arale (lo mejor)
Esta serie, no muy conocida, es la favorita de mi infancia. El otro día vi un DVD recopilatorio en la Fnac de Plaza Norte, pero estaba doblada solamente al castellano y al catalán. Supongo que si la hubiese visto en alguno de esos idiomas me seguiría gustando, pero yo estaba acostumbrado a verla en gallego y todo lo que no sea eso me parecerá una puta mierda. Míticas sus cacas y Sopaman, que menuda cara se le quedaba cuando comía albaricoques en escabeche. Canela fina.
Detroit Lions. Con permiso de los Patriots, el mejor equipo de lo poquísimo que llevamos de temporada. Parece que van en serio. No sé si creérmelos todavía, que son los Detroit Lions, pero la verdad es que su victoria del domingo fue incontestable. 48 puntos cascaron a los Chiefs, con todas las piezas del equipo funcionando perfectamente: el ataque, consiguiendo más de 400 yardas, con un Matthew Stafford aún sano y muy inspirado; la defensa, forzando 6 pérdidas de balón y limitando a los Chiefs a solamente 3 puntos. No sé, demasiado bien les van las cosas. La próxima semana, primer partido divisional. Es contra los Vikings, pero creo que servirá para
Aunque canse, Tom Brady. Sí, es el mismo pesado de todas las semanas. Pero por repetidas que sean, sus actuaciones no dejan de ser brillantes. Este tío está imparable. Lleva casi 1000 yardas de pase en solamente 2 partidos, a ritmo de destrozar todos los récords, y dando impresión de que bien podría hacerlo. El domingo, otra actuación monstruosa frente a los Chargers: 31/40, 423 yardas, 3 pases de touchdown, ninguna intercepción y 135,7 de passer rating. Brutal. Los siguientes son los Buffalo Bills.
Fred Jackson. Segundo partido consecutivo del corredor de los Bills por encima de las 100 yardas de carrera. Esta vez, 117 Absolutamente nadie lo esperaba, probablemente tampoco los Raiders. Un tipo un tanto ninguneado hasta por su propio equipo, pues es complicado interpretar de otro modo los fichajes de Marshawn Lynch (ahora en Seattle) y de C.J. Spiller (primera ronda del draft 2010 y que está resultando un fiasco en relación con las expectativas creadas). Fred Jackson lidera en estos momentos la clasificación de yardas de carrera de la NFL. Su mejor jugada del partido, detalladamente diseccionada por un aficionado Raider:
American Dad (también conocida como Padre made in USA) (lo regulero)
Un colega me insiste en que esta serie mola, pero no acabo de verle el punto. No sé, no termina de hacerme gracia, mala copia de Padre de familia, con mucha menos gracia. Aunque admito que esto sí que me hizo gracia:
Cam Newton, Steve Smith y los Panthers. Antes de que comenzase el Panthers-Packers especulaban en NFL Network sobre si Carolina conseguiría su segunda victoria moral. La consiguieron. Ya cuentan con un balance de 2-0 en cuanto a victorias/derrotas morales. Eso sí, en el balance real están 0-2. Y bien podrían estar 2-0. Con un par de errores graves menos, con haber sido un poco más eficientes en la red zone, habrían ganado el partido. En toda la temporada pasada, Green Bay jamás había ido perdiendo por más de 7 puntos, en ningún momento de ningún partido. El partido de Carolina empezó 13-0 para los Panthers, y bien podría haber sido 21-0. No fue así. Los errores ofensivos lastraron a Carolina: 3 intercepciones, 1 fumble perdido y 1 conversión de cuarto down que no consiguieron. Regulera sensación del equipo en general y para Cam Newton y Steve Smith en particular.
Smith consiguió de nuevo una barbaridad de yardas de recepción (156), rememorando viejos tiempos,
En cuanto a Cam Newton, creo que convendría que se moderasen los elogios. Ha batido el récord de yardas de pase de un novato que él mismo había fijado la semana pasada, sí. 432 yardas, esta vez (y 53 de carrera, con 1 touchdown incluido). Pero 3 intercepciones, todas ellas evitables y que ponen de manifiesto errores graves. No solo suyos, sino del equipo técnico de Carolina por hacer descansar en él tanto peso del ataque. En términos de passer rating, Newton consiguió un mediocre 72,0. Y es que las yardas totales no son lo único que permite medir el rendimiento de un quarterback. De hecho, en teoría el passer rating es la medida más fiable para estos fines. Grosso modo, esa es la clasificación que debemos tener en cuenta para ver qué tal lo ha hecho un quarterback.
Y, oh sorpresa, (lo pongo en párrafo aparte para que se vea mejor), Cam Newton ni siquiera es el mejor novato de lo que llevamos de NFL en términos de passer rating. Es, oh sorpresa, Andy Dalton, que sin hacer nada de ruido lleva un rating de 105,7, 3 pases de touchdown y todavía no ha lanzado ninguna intercepción. Ah, también sabe lo que es ganar un partido, algo que Newton desconoce. Newton acumula un rating de 89,1, el 16.º de la NFL.
La defensa de los Packers. Cuando comenzaba a escribir esto aún no se sabía que Nick Collins se iba a perder lo que queda de temporada. Una noticia devastadora para los Packers, una baja que me parece más grave que las de Finley o Grant de la pasada temporada. Mucho peor. Si algo le sobra a los Packers son receptores, y como quedó finalmente demostrado, el juego de carrera es algo hoy en día accesorio para lograr un título. La defensa del pase no lo es. De hecho, como dicen machaconamente en Cold, Hard Football Facts, el diferencial de passer rating es la estadística más importante para conseguir un anilllo en la NFL. Dicho de otro modo, la diferencia entre lo bien que pasas y lo bien que defiendes el pase es lo que resulta más determinante para el éxito final. Los Packers atacan muy bien por el aire. Pero que muy bien. Pero en los dos partidos que llevamos (muestra poco representativa, es cierto), defienden el pase de manera horrenda. Terrible. No solo ante ataques potentes como el de los Saints, sino ante otros menos exigentes como el de los Panthers. La culpa no es solo de la secundaria, sino también de los que presionan al pasador. No creía que la baja de Cullen Jenkins se fuese a notar tanto. Bueno, no sé si es solo por eso, pero el hecho es que el pass rush de los Packers deja mucho que desear. Y la secundaria tiene problemas. El pasado domingo no estuvo Tramon Williams, el corner titular. Pieza importante que volverá. Pero aún con Nick Collins, un Pro Bowler, los Packers ocupan el último lugar de la NFL en yardas de pase permitidas. Eso con Collins. Sin Collins, echémonos a temblar. Charlie Peprah hará lo que pueda por sustituirle, pero está lejos del nivel de Collins.
Regulero el rendimiento de la defensa de Green Bay, y no malo, por tres motivos: porque el partido de Charles Woodson, con 2 intercepciones y 1 fumble recuperado, no puede ser más que excelente considerando simplemente esos números; porque está defendiendo muy bien la carrera (de forma excelente, y eso que se ha enfrentado a equipos con backfield potente); y porque ha sido muy oportunista: en los momentos clave ha frenado al ataque rival. Eso con Nick Collins. Sin él...
Adrian Peterson. Monstruoso partido de Adrian Peterson ante los Buccaneers que no sirve para nada. El corredor de los Vikings lideró la jornada en yardas terrestres (120, 2 touchdowns incluidos), pero su gran actuación no vino acompañada de una victoria. A pesar de humillar a la defensa de Tampa.
Receptores frustrados. Normalmente en esta sección abundan los quarterbacks que acumulan yardas de pase que no sirven para alcanzar la victoria. No es el caso de esta jornada, en la que los cuatro primeros receptores por yardas conseguidas perdieron sus partidos. El quinto, Miles Austin, no lo perdió de milagro. Hablo de Vincent Jackson (172 yardas), Jeremy Maclin (171), Steve Smith (156) y Denarius Moore (146). Esta de Jackson es la rehostia:
El show de Cleveland (lo peor)
Esta serie es la involución absoluta de Padre de familia. American dad tiene un pase, pero esto...
Kansas City Chiefs. Tras dos jornadas de competición, este es el equipo al que peor le ha ido, y con mucha diferencia. Y no por haber perdido los dos partidos que llevan disputado, ni siquiera por haber caído apalizados en ambos, sino porque a las derrotas y al mal juego se les une la pérdida para toda la temporada de dos de sus mejores jugadores en ataque y en defensa. La semana pasada perdían a Eric Berry. Esta semana perdieron a Jamaal Charles. Por el camino, han anotado 10 puntos y recibido 89. Ningún otro equipo ha sufrido palizas de tal calibre en lo poquísimo que llevamos de temporada. Mis condolencias a los aficionados de los Chiefs. Salvo milagro improbable (quizá esto es redundante, todos los milagros son por definición improbables, ¿no?), el mes de enero lo tendrán libre.
Luke McCown. McCown es el quarterback de los Jacksonville Jaguars. Los Jaguars despidieron por sorpresa a su anterior pasador titular, David Garrard, pocos días antes del comienzo de la temporada. Y aquí llegó McCown. El novato Blaine Gabbert (número 10 del pasado draft) está aún demasiado verde para estas tareas. ¿Demasiado? Bueno, quizá no sea esa la excusa, sino simplemente no quemarlo. Porque es imposible que lo haga peor que McCown contra los Jets. Completó 6 de sus 19 pases, no llegó a las 60 yardas de pase y cometió 4 intercepciones. Su rating, difícilmente empeorable: 1,8. No llega a 0, al alcance de unos pocos privilegiados como el mítico Terry Bradshaw (que tiene el récord de ocasiones con rating nulo en tres), Joe Namath o Johnny Unitas. Todos ellos consiguieron alguna vez un rosco. Claro que, bastantes más, ratings perfectos. Creo que eso le falta a McCown.
NFC Worst. Tras una buena jornada, la NFC Oeste vuelve a la dura realidad. Con todo, es pronto para cebarse con esta división, porque salvo el caso de los Seahawks (que sí que dan auténtica pena) tanto Cardinals como 49ers se quedaron a las puertas de la victoria. Los Rams cayeron ante los Giants, pero en su caso la plaga de lesiones y la baja de Steven Jackson les sirve de excusa. En cualquier caso, 0-4 en la jornada y primeras voces que empiezan a apuntar a que con 8 victorias se puede ganar la división.
miércoles, 14 de septiembre de 2011
Game Pass gratis esta semana
Aunque no sé si el tema da para artículo, si lo publico como entrada separada seguro que se entera más gente. Así que lo hago. Que nadie diga que no puede ver el partido que quiere el próximo fin de semana. Mejor dicho, que ningún residente fuera de Norteamérica diga que se queda sin verlo: el Game Pass es gratis durante esta semana (lo que incluye la segunda jornada de liga).
Esta es la página en la que os tenéis que registrar. Sí, hay que registrarse, dar datos bancarios y esas cosas, y si no avisáis de que no queréis renovar igual os calzan la temporada entera, pero con estar un poco atentos es suficiente.
Las preguntas frecuentes se responden aquí.
Que sí, que está bien pelearse porque en Digital+ no ponen el partido que te gusta (Vikings-Bucs, manda huevos), pero no nos quejemos tanto porque este finde tendremos lo que queramos, aunque no lo den en el Plus.
Hala, avisado todo el mundo.
Como esto está quedando un poco corto para lo que es normal en este blog, os traigo unas imágenes exclusivas del último entrenamiento de los Rams. Su defensa sigue teniendo problemas para frenar la carrera (el fin de semana pasado permitieron 236 yardas a los Eagles). El joven sustituto del lesionado Steven Jackson arrasa con ellos:
Ah, música. Hoy he estado todo el día con esta canción en la cabeza:
Esta es la página en la que os tenéis que registrar. Sí, hay que registrarse, dar datos bancarios y esas cosas, y si no avisáis de que no queréis renovar igual os calzan la temporada entera, pero con estar un poco atentos es suficiente.
Las preguntas frecuentes se responden aquí.
Que sí, que está bien pelearse porque en Digital+ no ponen el partido que te gusta (Vikings-Bucs, manda huevos), pero no nos quejemos tanto porque este finde tendremos lo que queramos, aunque no lo den en el Plus.
Hala, avisado todo el mundo.
Como esto está quedando un poco corto para lo que es normal en este blog, os traigo unas imágenes exclusivas del último entrenamiento de los Rams. Su defensa sigue teniendo problemas para frenar la carrera (el fin de semana pasado permitieron 236 yardas a los Eagles). El joven sustituto del lesionado Steven Jackson arrasa con ellos:
Ah, música. Hoy he estado todo el día con esta canción en la cabeza:
martes, 13 de septiembre de 2011
Plácido domingo, jodido lunes: jornada 1
Comienza la temporada, comienza la serie de plácidos domingos, jodidos lunes. Los asiduos del blog la conocerán. También sabrán que los nombres de las secciones van variando cada cierto tiempo, en función de diferentes temas. Siempre hablamos de lo más comentado de la semana, de las sorpresas, de lo que sigue como siempre, de lo que ha cambiado, de lo mejor, de lo regulero y de lo peor. Algunas veces, cuando dan pie a ello, también comentamos decisiones estúpidas, pues pocas cosas son tan reconfortantes para el ser humano como reírse del mal ajeno. Y como hablaba de esta serie de artículos, hoy va a ir de series. No es que sea un gran aficionado a las series, de hecho hay miles de ellas (míticas) que no he visto, pero bueno. Que no se me ocurría otra cosa.
Hablando de series, mítico tema de serie es Baba O'Riley, de The Who.
La muerte de Chanquete (lo más comentado)
¿Momentos más míticos, más comentados, que la muerte de Chanquete? Seguramente pocos. Por eso nos referimos a ella para dar nombre a la sección sobre lo más comentado de la jornada.
El 11 de septiembre. Voy a meterme en un charco. Ah, camisas de once varas, cómo me gustan. Cuánto daño ha hecho la nación. Por si los seres humanos tuvieran pocos motivos para matarse entre ellos --en gran parte gracias al concepto religión--, a finales del siglo XVIII, unos iluminados se inventan este nuevo concepto que arrasa por dondequiera que va. No veas. Los seres humanos (y los demás seres), mal que bien, vivieron durante siglos y siglos sin naciones. No hacían falta. No se partía arbitrariamente el territorio con líneas inventadas imaginarias. Por supuesto que existían divisiones políticas y comunidades sociales. Pero entonces llegó la nación. Un invento de mierda, de eficacia cegadora, y al que se vinculan los sentimientos de mayor intensidad. El 11 de septiembre encontramos varios ejemplos.
Por una parte, en la península Ibérica (entidad real), algunas personas de Cataluña (entidad arbitrariamente delimitada, lo mismo que España o Portugal) dedican el día a proclamar el carácter de nación de su arbitraria delimitación territorial. Enarbolan su trapo y queman el del contrario, movidos por la pasión. Lo mismo me da que me da lo mismo: que nadie entienda esto como algo anticatalanista sino contra el concepto general que encierra: la exaltación de la nación, de la diferencia, de la exclusión. Lo mismo hacen otros enarbolando un trapo con menos franjas de la bandera de la Corona de Aragón que la catalana. Supongo que se entenderá. Reconfortante espectáculo. Inevitable, por otro lado, ya que el concepto de nación lleva inherente la exclusión: el tú no. Es un concepto violento.
En los Estados Unidos, el 11 de septiembre se recuerda el atroz crimen de 2001. Obviamente, y por si alguien va por el mal camino interpretativo, nada que criticar a los homenajes a sus víctimas. En absoluto. Hay que recordarlo y condenarlo para intentar evitar que no se repita. Hay que recordarlo también para darse cuenta de lo malo que puede llegar a ser un ser humano. No hay peor animal que ese, no cabe duda. Hay que recordarlo para lamentar la pérdida de tantas vidas y honrar su memoria. Por supuesto. Ahora, ¿cómo hacen esto los estadounidenses? Pues sacando el trapo. La nación. Creo que en los Estados Unidos la nación es incluso más fuerte que la religión. Fe ciega. Amor irracional e incondicional por el trapo. Las barras y estrellas. Las inocentes víctimas del 11 de septiembre, los casi 3000 muertos, no murieron por los Estados Unidos. No eran militares. Sí, no cabe duda de que quienes los asesinaron vilmente no estaban atacando personalmente a esas víctimas, sino a la nación. Ese era el ánimo de los terroristas. Pero lo lamentable, lo realmente lamentable, no es lo irreal, lo ideal (en el sentido de que no es más que una idea, la de nación) sino lo real: la destrucción de vidas reales.
Las referencias a lo real fueron escasas. Secundarias. Irrelevantes. Lo importante era Iuesei. La bandera más grande que quepa, el himno en el tono más alto y grandielocuente.
Propaganda nacional. Incontestable, irracional, tabú. Que nadie ose criticarla porque no se puede. En fin.
Como nada es blanco o negro, sino más bien Jason Kidd, aprovecho para aclarar que (obviamente) soy consciente de que la idea tiene aspectos positivos. Que estimula a mucha gente a hacer el bien y que representa algo positivo en sus vidas. Sí, sí, no lo dudo. Como otras ideas distintas de nación, que ayudan a mucha gente a vivir.
De paso, aunque ya lo he comentado repetidas veces, aprovecho para recordar que creo que esta vinculación del fútbol americano (ea, así se llama) al trapo de las barras y estrellas es muy perjudicial para su expansión internacional. Da pie a todos los prejuicios que escucharéis a las personas a las que este deporte solamente les suena de oidas. Pero ese es otro tema y mucho menos importante.
Hala, ya tengo puesta la camisa de once varas. Sigamos.
Ataques oxidados. Hablamos ya de football. Lo comentaba el pasado viernes. Una de las cantinelas de la pretemporada era que por culpa del lockout los equipos no habían podido celebrar sus entrenamientos de offseason y que eso iba a redundar en un peor funcionamiento de los ataques. Receptores y pasadores iban a estar poco coordinados, los novatos iban a estar más perdidos que Carracuca. Pues bien, el jueves empezamos a ver que la cantinela quizá estaba un poco equivocada. 5 touchdowns anotó el ataque de Green Bay; 4 el de los Saints, que pasó de las 450 yardas. Un shootout (tiroteo), que le llaman. El domingo y el lunes la tónica se repitió. Ni lockout ni leches. Si acaso los que han salido agilipollaos son los defensores. 7842 yardas de pase netas en la primera jornada. Récord histórico de la NFL. Sí, lo repito, la jornada en la que pasadores y receptores iban a estar "dessincronizados", se consiguen más yardas de pase que nunca. Confiad en los analistas, confiad.
¿El fin del juego de retorno? Otra cantinela de la pretemporada. Y yo fui el primero en defenderla. Con la nueva regla se cargan el juego de retorno. Como ahora los kicks se chutan desde la 35 en vez de la 30, el juego de retorno dejaría de ser importante. Un recuerdo del pasado. Bueno, Randall Cobb nos hizo ver el jueves que todavía era posible hacer pupa retornando, aunque fuese desde la -8. Otros cuantos lo han confirmado durante el domingo y el lunes. ¿Qué digo confirmado? ¡Esta jornada se ha batido el récord histórico de kicks y punts (en total) retornados para touchdown, con 8! Mirad, mirad:
Percy Harvin en San Diego:
Ted Ginn Jr. contra los Seahawks (aparte del kick, también retornó un punt para touchdown; en 59 segundos, anotó dos touchdowns de retorno consiguiendo un total de 157 yardas; todo esto, poco después de haber aceptado un recorte de salario):
No, la nueva regla no ha acabado con los retornos. Aunque parece que sí con su defensa. Manda huevos. Se retorna menos que nunca, pero también más lejos. Lo dicho: confiad en lo que leéis en este y otros lugares más ilustres, que ya veréis.
Todo fue un sueño de Resines (la sorpresa)
La verdad es que el título de esta sección dedicada a la sorpresa de la jornada bien podría usarse para denominar lo peor del fin de semana, porque solo en una mente bien podrida podría concebirse un final tan ridículo para una serie como el de Los Serrano. No obstante, es cierto que el final está a la altura de la calidad de la serie. Y que es sorprendente. Así pues, el sueño de Resines (siento destriparos el final de esa mierda puta) sirve para comentar las sorpresas de la jornada.
Durante las primeras jornadas el concepto de sorpresa es relativo, porque no tenemos mucha idea de cuán bueno (o malo) es cada equipo. Como esto es un blog, y por tanto refleja opiniones personales, comentaré lo que más me sorprendió personalmente.
Victoria de Buffalo en Kansas City. Arrowhead era un feudo casi inexpugnable. Lo era la temporada pasada. Y recibían la visita de unos Buffalo Bills que solamente habían vencido en dos de sus ocho partidos fuera de casa la temporada pasada. Un rival teóricamente asequible para un equipo teóricamente poderoso en su estadio. Teóricamente, teóricamente. Qué paliza. De los Bills ya no solo mola su uniforme y Ryan Fitzpatrick (este tipo mola), también su juego. Y Fitzpatrick consiguió el mejor passing rating de una jornada en la que abundaron las actuaciones estratosféricas de quarterbacks. Contra una supuesta buena defensa, con una secundaria sólida y con un pass rush consistente. Pues los destrozó (Eric Berry, además, se destrozó, pésima noticia). 4 touchdowns, 0 intercepciones, 133,0 de rating. Ah, también era un partido entre el mejor ataque terrestre y la segunda peor defensa terrestre. El equipo con la teóricamente mala defensa consiguió más yardas de carrera que el equipo con el teóricamente potente ataque de carrera.
Los Bears aplastan a los Falcons. Podréis decir que nada tiene de sorprendente que el actual subcampeón de la NFC derrote en su estadio a un equipo que cayó antes que ellos en los últimos playoffs. Visto desde ese punto de vista es verdad, pero como esto es personal, he de decir que no esperaba ni por asomo que los Bears ganasen y, menos aún, de esa forma. Es que son un equipo que no me convence nada. Te dejan turulato. No los termino de pillar. Y veía a un ataque dubitativo, dirigido por el heroico Jay Cutler, y una defensa que, aunque muy buena, se enfrentaba a un ataque que se suponía imparable. Decían que Julio Jones, el jugador a cambio del cual se dieron 5 elecciones del draft (lo siento, este estigma le perseguirá durante el resto de su carrero) completaba un ataque de ensueño. No voy a ocultarlo, yo también creía que era uno de los mejores ataques de la NFL. Pero, avanzado el 4.º cuarto, había anotado 6 paupérrimos puntos y estaba totalmente a merced de la defensa de Chicago. Ah, y Atlanta había recibido nada menos que 30 puntos. Una paliza en toda regla, que se explica sobre todo por el dominio de la defensa de los Bears sobre ese teóricamente imparable ataque. Me quedé a cuadros, sinceramente.
Cam Newton. Aquí me tengo que apuntar otro acierto en mis predicciones. Dudaba entre incluirlo en la sección dedicada a lo regulero de la jornada o en esta. Regulero porque, por muy buena que sea una actuación individual, la derrota de tu equipo termina empañándola. La alegría no es completa, la sensación es agridulce. En cualquier caso, creo que a todos ha sorprendido mucho la espectacular actuación de Newton. En su primer partido como profesional, bate dos récords (uno realmente lo iguala): (i) el de mayor número de yardas de pase de un quarterback novato en su debut en la NFL (que estaba en manos de un tal Peyton Manning); y (ii) el de mayor número de yardas de un novato en su primera temporada (que está en manos de Matthew Stafford, ahora también de Newton, ya que se iguala). 24/37, 422 yardas, 2 TD, 1 intercepción, 110,4 de passer rating. Coño, hasta ayer ese número de yardas era superior al máximo de Tom Brady en un partido de temporada regular (subrayo que, hasta ayer). Que no, que no nos lo esperábamos. Tremendo, la verdad. Hasta Steve Smith ha recordado sus mejores días. Sorpresa muy positiva, a ver si dura.
¿Son esos los Washington Redskins? Diría más: ¿quién es ese quarterback que lanza pases tan cojonudos? Joder, y esa defensa que aplasta al rival, ¿es la que terminó en penúltima posición la temporada pasada? Otra sorpresa positiva, muy positiva. Partidazo de los Redskins a los dos lados del campo.
Batman de Adam West (todo sigue igual)
La serie de Batman de los 60 era la hostia. Qué risión. Y serión. Una comedia no intencionada. Una serie de acción que seguía siempre la misma estructura: el capítulo "inicial" terminaba con Batman y Robin (este último, opcional) en peligro de muerte y el capítulo siguiente continuaba con la milagrosa salvación de los héroes en aprietos. Siempre igual. Lo más previsible que podéis ver.
(En gallego mola más. Bastante más gracioso)
¿Los San Diego Chargers? Entre interrogantes porque no comenzaron la temporada como suelen (perdiendo), pero se quedaron a las puertas de la derrota y por los mismos motivos que siempre. Sabéis que la temporada pasada los Chargers lideraron la NFL en yardas de ataque (yardas conseguidas) y de defensa (yardas permitidas). Podría decirse que fueron el mejor ataque y la mejor defensa. A pesar de ello, ni se clasificaron para los playoffs. ¿Por qué? Pues por sus errores. Por sus pérdidas de balón (ah, qué importantes son, ya volveremos sobre ello) y por la ineptitud de sus equipos especiales. El domingo vimos los mismos signos. El partido comienza con el touchdown de retorno de Percy Harvin que ya hemos comentado. Ineptitud de equipos especiales. Y aunque el ataque de San Diego parece imponerse con relativa facilidad a la defensa vikinga (lo mismo la defensa de San Diego al ataque de Minnesota) los Chargers siguen a remolque. El motivo: las pérdidas de balón. 2 intercepciones. Todo sigue igual. Las mismas constantes de la temporada pasada. Por suerte para ellos, eran demasiado buenos y los Vikings demasiado malos.
McFadden en Denver. Menudos festines que se pegan los Raiders contra los Broncos. El año pasado, un par de palizas sonrojantes, sostenidas fundamentalmente por el juego de carrera. Más de lo mismo para empezar la temporada. 150 yardas de carrera del animalito. Los Raiders siguen arrasando en la AFC Oeste. Lo hicieron la temporada pasada, consiguiendo 6 victorias en 6 encuentros, y comienzan haciéndolo este. El ataque de los Raiders, una vez más y con McFadden a la cabeza, pasó por encima de la defensa de Denver.
Siete vidas (todo cambia)
Esta serie se suponía que trataba del despertar del coma de Toni Cantó. Por ahí estaba Paz Vega y otra peña. Del inicio de la serie a lo que terminó siendo, aunque todavía era una comedia, un mundo. Sí, estaba Sole, pero los demás protagonistas cambiaban más que el head coach de los Raiders.
Detroit Lions. ¡Los Lions con récord positivo! ¡El mineralismo va a llegar! ¡Es el fin del mundo! Ya, alguno dirá que no es un cambio, que el año pasado también vencieron en Tampa. Que no, que no me convence, que eso de que Detroit esté con un balance positivo es muy raro. Venciendo fuera de casa. Qué cambio. Leía hoy en el TMQ, que después de una racha fuera de casa de 0-24 (rota precisamente en Tampa), llevan otra de 3-0. Cambiemos el chip, los Lions son buenos, ya no nos tienen que dar penita.
Plaxico Burress. A este sí que le ha cambiado la vida. De ídolo de masas a presidiario (cómo me mola esta palabra), de presidiario a ídolo de masas. Bueno, todavía no es de nuevo ídolo de masas, pero tras su paso por la penitenciaría (otra palabra que me gusta), vuelve a la NFL.
Chris Johnson. 24 yardas de carrera. Sí, sí, 24. Solamente lo intentó 9 veces, pero el promedio es pésimo, 2,9 yardas por carrera. Este era el que iba a batir el récord de Eric Dickerson y el que cobra como si realmente fuese a pasar. No es a lo que nos tiene acostumbrado.
The Wire (lo mejor)
No veréis ninguna serie mejor que The wire. Es la auténtica hostia puta. Es cierto que el arranque se hace un poquito difícil de digerir, pero cuando entras en la trama... Joder, es que es brutal. Y no trata de disfrazar la realidad, es cruda. Y con unos personajes, joder, cómo molan algunos personajes. Después de ver esta serie, seguro que vuestra percepción de Baltimore cambiará. Esto es lo que no es The wire:
Tom Brady. Para valorar la excepcionalidad, en todos los sentidos del término, de lo que hizo Brady ayer, quedémonos con un dato: solamente 11 veces en toda la historia un quarterback ha pasado de las 500 yardas de pase. Entre jugadores en activo, nadie ha llegado a las 517 de Brady de ayer. Es la quinta mejor marca de la historia. Eso sí, él no fue el único culpable. Lo de su línea ofensiva también merece ser valorado. Mirad el tiempo que le daban para lanzar (precisamente en este caso no completa el pase):
32/48, 517 yardas de pase, 4 touchdowns y (ay) 1 intercepción. Precisamente esa intercepción pone fin a la racha de pases consecutivos de Brady en temporada regular sin intercepción. Récord histórico que se queda en 358 pases. Una máquina.
Baltimore Ravens. Probablemente los Ravens son el equipo que más fortalecido sale de esta jornada. Su defensa confirmó lo que sabíamos de ella: que es temible. Ed Reed nos advirtió de que va a seguir dando guerra. Ray Lewis también. Y Haloti Ngata y Terrell Suggs nos recordaron que aunque no tienen tanto nombre como los anteriores, son tan buenos como ellos o más. Forzaron 7 pérdidas de balón ante un buen ataque. Acojonante. En ataque Joe Flacco nos hizo callar a muchos (ni un pero se puede poner a su actuación del domingo) y Ray Rice completó un partido excepcional con más de 100 yardas de carrera y casi 50 de recepción (contra la defensa de Pittsburgh, recordemos). Todo un golpe encima de la mesa que les sirve además para desterrar viejos fantasmas y obsesiones: con Roethlisberger en el campo, jamás el equipo de Flacco había vencido (estaba 0-6). Hasta este domingo.
La defensa de los Chicago Bears. Como en el caso de los Ravens, el valor de una victoria debe calibrarse por la altura del contrincante. El de los Ravens era de primera categoría, y también el de los Bears. En particular, el ataque al que se enfrentaba la defensa de Chicago. Lo considerábamos casi imparable. Pues bien, ese temible ataque no logró anotar ni un solo TD contra la defensa de los Bears. Ni uno solo. Es más, por puntos anotados, el marcador es ataque de Atlanta 6 - defensa de Chicago 7 (si contamos el extra point). 3 pérdidas de balón forzaron los Bears, con 2 fumbles y 1 intercepción. Un clásico, Brian Urlacher:
Field goal de récord. Que sí, que los kickers son unos pringadillos, pero hay que reconocer sus méritos. Los Raiders ganaron por 3 puntos en Denver, y 3 puntos valió este field goal de Sebastian Janikowski. El más largo de la historia (empatado con otro). Desde 61 yardas de distancia. Récord de este orondo chutador (lo siento, no hay vídeo, pero os aseguro que estaba muy lejos).
Flash Forward (lo regulero)
Cuando veais la primera y única temporada de esta serie os daréis cuenta de por qué es regulera. No desvelo nada, pero digamos que dices "joder, mola", pero también en algún momento piensas "qué estafa".
La primera sesión del domingo. Me refiero a los partidos de las 7 de la tarde, hora peninsular. Un poco mierda, ¿no? A mí me dejaron bastante frío. Muy poca emoción. ¡Ravens-Steelers, partidazo! Pues bueno, a los dos minutos de la segunda parte, finiquitado. ¡Lions-Bucs, equipos en alza! Pse, pues jugaron (los dos) bastante mal. Detroit menos mal, sí. ¡Rams-Eagles, a ver qué tal se le da al dream team contra los Rams! Pues lesiones a mansalva en St. Louis y partido fácil para los Eagles, que corrieron lo que quisieron. ¿Igualdad? Poca. Poca emoción. Meabuuuuuuuuuuurro.
No sé, es una percepción personal, pero esperaba mucho más. Por suerte, la segunda sesión fue mucho más entretenida.
Pasadores frustrados. Sección típica semana a semana. Si el quarterback de vuestro equipo está entre los líderes en yardas de pase, desconfiad. Lo más probable es que vuestro equipo haya perdido. Si no es por Tom Brady, habria pleno en el top-5. El equipo de 5 de los 6 quarterbacks que lideran la clasificación semanal de yardas de pase ha perdido. Solo el de Brady ha ganado. De poco sirvieron a sus equipos las 422 yardas de pase de Cam Newton, las 419 de Drew Brees, las 416 de Chad Henne (aunque sí le habrán servido a él para ganar crédito ante su afición) y las 342 del tonto de Romo (véase abajo). Advertidos estáis porque no será la primera vez. Tampoco debe sorprender: cuando un equipo va perdiendo tiende a usar más el pase (la probabilidad de avanzar rápido es mayor). Sin embargo, los 6 primeros corredores juegan en equipos ganadores.
El barco (lo peor)
Poner El barco como ejemplo de mierda es justo e injusto a partes iguales. Es justo porque es una puta mierda. Es injusto porque hay tantas putas mierdas de series emitiéndose en la televisión española, que escoger precisamente a esta puede considerarse arbitrario. Hay tanto donde elegir... Pero bueno, ya que está de actualidad vamos a hacerle algo de publicidad.
Bueno, igual esta entrada bate récords de visitas, que el vídeo anterior enseña mucha carnaza.
Omito referencias a Falcons y Chiefs, de los que ya hablamos antes, pero cuya presencia en esta sección es más que merecida.
NFC Sur. Coño, que decía que no hablaba de los Falcons, y les va a tocar de nuevo, aunque sea de modo colectivo. Anda que no se les llenaba la boca a los aficionados de equipos de la NFC Sur hablando de lo fuerte que era su división. De lo cara que estaba, y patatín y patatán. Claro, como el año pasado se cruzaban con la NFC Oeste y tenían que jugar dos veces contra el peor equipo de la NFL (los Panthers) amasaban victorias con facilidad. Pero la dura realidad es que cuando juegan contra equipos de verdad, se esTampan. 0 victorias, 4 derrotas. Abusones contra los débiles, ineptos contra los (relativamente) fuertes.
(el párrafo anterior está escrito desde el cinismo y el oportunismo más absoluto; realmente sigo pensando que los equipos de la NFC Sur son competitivos y su división de las más duras de la liga, pero me apetecía atizarlos)
El ataque de los Steelers. Uno de los tópicos más básicos e importantes del fútbol americano es take care of the football. Cuida el balón, no lo pierdas. Puede sonar a gilipollez, pero no hay nada más devastador que los temidos turnovers. Muchos partidos acaban decantándose por ligeros detalles, los 7 o 3 puntos de diferencia pueden explicarse por estas pérdidas. Véase el ejemplo de la última Super Bowl, que los Steelers pierden por 6 puntos, que probablemente no habrían cedido si no hubiesen cometido 2 pérdidas de balón (por 0 de su rival). Las pérdidas son devastadoras. El turnover differential (diferencial de pérdidas), que indica qué equipo ha perdido o recuperado más balones, suele estar a favor del equipo vencedor. Pues bien, el ataque de los Steelers mostró el domingo lo que no se debe hacer. Descuidar el balón. 7 pérdidas de balón, una bestialidad. Especialmente grave si se produce cerca de la propia end zone. Pues dos de estas cayeron en el primer minuto del tercer cuarto. Un auténtico despropósito. Los melones que lanzaba Roethlisberger, absolutamente lamentables. Errores de coordinación con su línea, de concentración... Un curso acelerado de todo lo que no se debe hacer en ataque.
Tony Romo. Si ganas por 7 puntos y tienes el balón cerca de la goal line contraria (3 puntos casi asegurados), esto es lo que no debes hacer:
Si el partido está empatado a falta de menos de un minuto y tienes la posesión del balón, esto es lo que tu quarterback no debe jamás hacer, lanzar al lugar cubierto por el mejor cornerback de la NFL:
Hay que ser bobo, digo, Romo. Qué pena. Tanto talento y tan poca cabeza.
Donovan McNabb. En un fin de semana en el que un quarterback ha sobrepasado (nunca mejor dicho) las 500 yardas de pase y otro novato las 400, lo que más me ha impresionado es que un Pro Bowler e ilustre de la liga (aunque vaya perdiendo lustre cada semana) haya perpetrado estos números: 7/15, 39 yardas. ¡39 yardas!
Los Colts. Pobrecillos. Reitero lo escrito. Sin Manning son una mierda.
* * *
Disculpen por el retraso en la publicación. Me da que no va a ser la única vez que publique este artículo un martes. No creo que por eso el lunes deje de ser jodido, así que el título, con independencia del día de publicación, se mantendrá.
Hablando de series, mítico tema de serie es Baba O'Riley, de The Who.
La muerte de Chanquete (lo más comentado)
¿Momentos más míticos, más comentados, que la muerte de Chanquete? Seguramente pocos. Por eso nos referimos a ella para dar nombre a la sección sobre lo más comentado de la jornada.
El 11 de septiembre. Voy a meterme en un charco. Ah, camisas de once varas, cómo me gustan. Cuánto daño ha hecho la nación. Por si los seres humanos tuvieran pocos motivos para matarse entre ellos --en gran parte gracias al concepto religión--, a finales del siglo XVIII, unos iluminados se inventan este nuevo concepto que arrasa por dondequiera que va. No veas. Los seres humanos (y los demás seres), mal que bien, vivieron durante siglos y siglos sin naciones. No hacían falta. No se partía arbitrariamente el territorio con líneas inventadas imaginarias. Por supuesto que existían divisiones políticas y comunidades sociales. Pero entonces llegó la nación. Un invento de mierda, de eficacia cegadora, y al que se vinculan los sentimientos de mayor intensidad. El 11 de septiembre encontramos varios ejemplos.
Por una parte, en la península Ibérica (entidad real), algunas personas de Cataluña (entidad arbitrariamente delimitada, lo mismo que España o Portugal) dedican el día a proclamar el carácter de nación de su arbitraria delimitación territorial. Enarbolan su trapo y queman el del contrario, movidos por la pasión. Lo mismo me da que me da lo mismo: que nadie entienda esto como algo anticatalanista sino contra el concepto general que encierra: la exaltación de la nación, de la diferencia, de la exclusión. Lo mismo hacen otros enarbolando un trapo con menos franjas de la bandera de la Corona de Aragón que la catalana. Supongo que se entenderá. Reconfortante espectáculo. Inevitable, por otro lado, ya que el concepto de nación lleva inherente la exclusión: el tú no. Es un concepto violento.
En los Estados Unidos, el 11 de septiembre se recuerda el atroz crimen de 2001. Obviamente, y por si alguien va por el mal camino interpretativo, nada que criticar a los homenajes a sus víctimas. En absoluto. Hay que recordarlo y condenarlo para intentar evitar que no se repita. Hay que recordarlo también para darse cuenta de lo malo que puede llegar a ser un ser humano. No hay peor animal que ese, no cabe duda. Hay que recordarlo para lamentar la pérdida de tantas vidas y honrar su memoria. Por supuesto. Ahora, ¿cómo hacen esto los estadounidenses? Pues sacando el trapo. La nación. Creo que en los Estados Unidos la nación es incluso más fuerte que la religión. Fe ciega. Amor irracional e incondicional por el trapo. Las barras y estrellas. Las inocentes víctimas del 11 de septiembre, los casi 3000 muertos, no murieron por los Estados Unidos. No eran militares. Sí, no cabe duda de que quienes los asesinaron vilmente no estaban atacando personalmente a esas víctimas, sino a la nación. Ese era el ánimo de los terroristas. Pero lo lamentable, lo realmente lamentable, no es lo irreal, lo ideal (en el sentido de que no es más que una idea, la de nación) sino lo real: la destrucción de vidas reales.
Las referencias a lo real fueron escasas. Secundarias. Irrelevantes. Lo importante era Iuesei. La bandera más grande que quepa, el himno en el tono más alto y grandielocuente.
Propaganda nacional. Incontestable, irracional, tabú. Que nadie ose criticarla porque no se puede. En fin.
Como nada es blanco o negro, sino más bien Jason Kidd, aprovecho para aclarar que (obviamente) soy consciente de que la idea tiene aspectos positivos. Que estimula a mucha gente a hacer el bien y que representa algo positivo en sus vidas. Sí, sí, no lo dudo. Como otras ideas distintas de nación, que ayudan a mucha gente a vivir.
De paso, aunque ya lo he comentado repetidas veces, aprovecho para recordar que creo que esta vinculación del fútbol americano (ea, así se llama) al trapo de las barras y estrellas es muy perjudicial para su expansión internacional. Da pie a todos los prejuicios que escucharéis a las personas a las que este deporte solamente les suena de oidas. Pero ese es otro tema y mucho menos importante.
Hala, ya tengo puesta la camisa de once varas. Sigamos.
Ataques oxidados. Hablamos ya de football. Lo comentaba el pasado viernes. Una de las cantinelas de la pretemporada era que por culpa del lockout los equipos no habían podido celebrar sus entrenamientos de offseason y que eso iba a redundar en un peor funcionamiento de los ataques. Receptores y pasadores iban a estar poco coordinados, los novatos iban a estar más perdidos que Carracuca. Pues bien, el jueves empezamos a ver que la cantinela quizá estaba un poco equivocada. 5 touchdowns anotó el ataque de Green Bay; 4 el de los Saints, que pasó de las 450 yardas. Un shootout (tiroteo), que le llaman. El domingo y el lunes la tónica se repitió. Ni lockout ni leches. Si acaso los que han salido agilipollaos son los defensores. 7842 yardas de pase netas en la primera jornada. Récord histórico de la NFL. Sí, lo repito, la jornada en la que pasadores y receptores iban a estar "dessincronizados", se consiguen más yardas de pase que nunca. Confiad en los analistas, confiad.
¿El fin del juego de retorno? Otra cantinela de la pretemporada. Y yo fui el primero en defenderla. Con la nueva regla se cargan el juego de retorno. Como ahora los kicks se chutan desde la 35 en vez de la 30, el juego de retorno dejaría de ser importante. Un recuerdo del pasado. Bueno, Randall Cobb nos hizo ver el jueves que todavía era posible hacer pupa retornando, aunque fuese desde la -8. Otros cuantos lo han confirmado durante el domingo y el lunes. ¿Qué digo confirmado? ¡Esta jornada se ha batido el récord histórico de kicks y punts (en total) retornados para touchdown, con 8! Mirad, mirad:
Percy Harvin en San Diego:
Ted Ginn Jr. contra los Seahawks (aparte del kick, también retornó un punt para touchdown; en 59 segundos, anotó dos touchdowns de retorno consiguiendo un total de 157 yardas; todo esto, poco después de haber aceptado un recorte de salario):
No, la nueva regla no ha acabado con los retornos. Aunque parece que sí con su defensa. Manda huevos. Se retorna menos que nunca, pero también más lejos. Lo dicho: confiad en lo que leéis en este y otros lugares más ilustres, que ya veréis.
Todo fue un sueño de Resines (la sorpresa)
La verdad es que el título de esta sección dedicada a la sorpresa de la jornada bien podría usarse para denominar lo peor del fin de semana, porque solo en una mente bien podrida podría concebirse un final tan ridículo para una serie como el de Los Serrano. No obstante, es cierto que el final está a la altura de la calidad de la serie. Y que es sorprendente. Así pues, el sueño de Resines (siento destriparos el final de esa mierda puta) sirve para comentar las sorpresas de la jornada.
Durante las primeras jornadas el concepto de sorpresa es relativo, porque no tenemos mucha idea de cuán bueno (o malo) es cada equipo. Como esto es un blog, y por tanto refleja opiniones personales, comentaré lo que más me sorprendió personalmente.
Victoria de Buffalo en Kansas City. Arrowhead era un feudo casi inexpugnable. Lo era la temporada pasada. Y recibían la visita de unos Buffalo Bills que solamente habían vencido en dos de sus ocho partidos fuera de casa la temporada pasada. Un rival teóricamente asequible para un equipo teóricamente poderoso en su estadio. Teóricamente, teóricamente. Qué paliza. De los Bills ya no solo mola su uniforme y Ryan Fitzpatrick (este tipo mola), también su juego. Y Fitzpatrick consiguió el mejor passing rating de una jornada en la que abundaron las actuaciones estratosféricas de quarterbacks. Contra una supuesta buena defensa, con una secundaria sólida y con un pass rush consistente. Pues los destrozó (Eric Berry, además, se destrozó, pésima noticia). 4 touchdowns, 0 intercepciones, 133,0 de rating. Ah, también era un partido entre el mejor ataque terrestre y la segunda peor defensa terrestre. El equipo con la teóricamente mala defensa consiguió más yardas de carrera que el equipo con el teóricamente potente ataque de carrera.
Los Bears aplastan a los Falcons. Podréis decir que nada tiene de sorprendente que el actual subcampeón de la NFC derrote en su estadio a un equipo que cayó antes que ellos en los últimos playoffs. Visto desde ese punto de vista es verdad, pero como esto es personal, he de decir que no esperaba ni por asomo que los Bears ganasen y, menos aún, de esa forma. Es que son un equipo que no me convence nada. Te dejan turulato. No los termino de pillar. Y veía a un ataque dubitativo, dirigido por el heroico Jay Cutler, y una defensa que, aunque muy buena, se enfrentaba a un ataque que se suponía imparable. Decían que Julio Jones, el jugador a cambio del cual se dieron 5 elecciones del draft (lo siento, este estigma le perseguirá durante el resto de su carrero) completaba un ataque de ensueño. No voy a ocultarlo, yo también creía que era uno de los mejores ataques de la NFL. Pero, avanzado el 4.º cuarto, había anotado 6 paupérrimos puntos y estaba totalmente a merced de la defensa de Chicago. Ah, y Atlanta había recibido nada menos que 30 puntos. Una paliza en toda regla, que se explica sobre todo por el dominio de la defensa de los Bears sobre ese teóricamente imparable ataque. Me quedé a cuadros, sinceramente.
Cam Newton. Aquí me tengo que apuntar otro acierto en mis predicciones. Dudaba entre incluirlo en la sección dedicada a lo regulero de la jornada o en esta. Regulero porque, por muy buena que sea una actuación individual, la derrota de tu equipo termina empañándola. La alegría no es completa, la sensación es agridulce. En cualquier caso, creo que a todos ha sorprendido mucho la espectacular actuación de Newton. En su primer partido como profesional, bate dos récords (uno realmente lo iguala): (i) el de mayor número de yardas de pase de un quarterback novato en su debut en la NFL (que estaba en manos de un tal Peyton Manning); y (ii) el de mayor número de yardas de un novato en su primera temporada (que está en manos de Matthew Stafford, ahora también de Newton, ya que se iguala). 24/37, 422 yardas, 2 TD, 1 intercepción, 110,4 de passer rating. Coño, hasta ayer ese número de yardas era superior al máximo de Tom Brady en un partido de temporada regular (subrayo que, hasta ayer). Que no, que no nos lo esperábamos. Tremendo, la verdad. Hasta Steve Smith ha recordado sus mejores días. Sorpresa muy positiva, a ver si dura.
¿Son esos los Washington Redskins? Diría más: ¿quién es ese quarterback que lanza pases tan cojonudos? Joder, y esa defensa que aplasta al rival, ¿es la que terminó en penúltima posición la temporada pasada? Otra sorpresa positiva, muy positiva. Partidazo de los Redskins a los dos lados del campo.
Batman de Adam West (todo sigue igual)
La serie de Batman de los 60 era la hostia. Qué risión. Y serión. Una comedia no intencionada. Una serie de acción que seguía siempre la misma estructura: el capítulo "inicial" terminaba con Batman y Robin (este último, opcional) en peligro de muerte y el capítulo siguiente continuaba con la milagrosa salvación de los héroes en aprietos. Siempre igual. Lo más previsible que podéis ver.
(En gallego mola más. Bastante más gracioso)
¿Los San Diego Chargers? Entre interrogantes porque no comenzaron la temporada como suelen (perdiendo), pero se quedaron a las puertas de la derrota y por los mismos motivos que siempre. Sabéis que la temporada pasada los Chargers lideraron la NFL en yardas de ataque (yardas conseguidas) y de defensa (yardas permitidas). Podría decirse que fueron el mejor ataque y la mejor defensa. A pesar de ello, ni se clasificaron para los playoffs. ¿Por qué? Pues por sus errores. Por sus pérdidas de balón (ah, qué importantes son, ya volveremos sobre ello) y por la ineptitud de sus equipos especiales. El domingo vimos los mismos signos. El partido comienza con el touchdown de retorno de Percy Harvin que ya hemos comentado. Ineptitud de equipos especiales. Y aunque el ataque de San Diego parece imponerse con relativa facilidad a la defensa vikinga (lo mismo la defensa de San Diego al ataque de Minnesota) los Chargers siguen a remolque. El motivo: las pérdidas de balón. 2 intercepciones. Todo sigue igual. Las mismas constantes de la temporada pasada. Por suerte para ellos, eran demasiado buenos y los Vikings demasiado malos.
McFadden en Denver. Menudos festines que se pegan los Raiders contra los Broncos. El año pasado, un par de palizas sonrojantes, sostenidas fundamentalmente por el juego de carrera. Más de lo mismo para empezar la temporada. 150 yardas de carrera del animalito. Los Raiders siguen arrasando en la AFC Oeste. Lo hicieron la temporada pasada, consiguiendo 6 victorias en 6 encuentros, y comienzan haciéndolo este. El ataque de los Raiders, una vez más y con McFadden a la cabeza, pasó por encima de la defensa de Denver.
Siete vidas (todo cambia)
Esta serie se suponía que trataba del despertar del coma de Toni Cantó. Por ahí estaba Paz Vega y otra peña. Del inicio de la serie a lo que terminó siendo, aunque todavía era una comedia, un mundo. Sí, estaba Sole, pero los demás protagonistas cambiaban más que el head coach de los Raiders.
Detroit Lions. ¡Los Lions con récord positivo! ¡El mineralismo va a llegar! ¡Es el fin del mundo! Ya, alguno dirá que no es un cambio, que el año pasado también vencieron en Tampa. Que no, que no me convence, que eso de que Detroit esté con un balance positivo es muy raro. Venciendo fuera de casa. Qué cambio. Leía hoy en el TMQ, que después de una racha fuera de casa de 0-24 (rota precisamente en Tampa), llevan otra de 3-0. Cambiemos el chip, los Lions son buenos, ya no nos tienen que dar penita.
Plaxico Burress. A este sí que le ha cambiado la vida. De ídolo de masas a presidiario (cómo me mola esta palabra), de presidiario a ídolo de masas. Bueno, todavía no es de nuevo ídolo de masas, pero tras su paso por la penitenciaría (otra palabra que me gusta), vuelve a la NFL.
Chris Johnson. 24 yardas de carrera. Sí, sí, 24. Solamente lo intentó 9 veces, pero el promedio es pésimo, 2,9 yardas por carrera. Este era el que iba a batir el récord de Eric Dickerson y el que cobra como si realmente fuese a pasar. No es a lo que nos tiene acostumbrado.
The Wire (lo mejor)
No veréis ninguna serie mejor que The wire. Es la auténtica hostia puta. Es cierto que el arranque se hace un poquito difícil de digerir, pero cuando entras en la trama... Joder, es que es brutal. Y no trata de disfrazar la realidad, es cruda. Y con unos personajes, joder, cómo molan algunos personajes. Después de ver esta serie, seguro que vuestra percepción de Baltimore cambiará. Esto es lo que no es The wire:
Tom Brady. Para valorar la excepcionalidad, en todos los sentidos del término, de lo que hizo Brady ayer, quedémonos con un dato: solamente 11 veces en toda la historia un quarterback ha pasado de las 500 yardas de pase. Entre jugadores en activo, nadie ha llegado a las 517 de Brady de ayer. Es la quinta mejor marca de la historia. Eso sí, él no fue el único culpable. Lo de su línea ofensiva también merece ser valorado. Mirad el tiempo que le daban para lanzar (precisamente en este caso no completa el pase):
32/48, 517 yardas de pase, 4 touchdowns y (ay) 1 intercepción. Precisamente esa intercepción pone fin a la racha de pases consecutivos de Brady en temporada regular sin intercepción. Récord histórico que se queda en 358 pases. Una máquina.
Baltimore Ravens. Probablemente los Ravens son el equipo que más fortalecido sale de esta jornada. Su defensa confirmó lo que sabíamos de ella: que es temible. Ed Reed nos advirtió de que va a seguir dando guerra. Ray Lewis también. Y Haloti Ngata y Terrell Suggs nos recordaron que aunque no tienen tanto nombre como los anteriores, son tan buenos como ellos o más. Forzaron 7 pérdidas de balón ante un buen ataque. Acojonante. En ataque Joe Flacco nos hizo callar a muchos (ni un pero se puede poner a su actuación del domingo) y Ray Rice completó un partido excepcional con más de 100 yardas de carrera y casi 50 de recepción (contra la defensa de Pittsburgh, recordemos). Todo un golpe encima de la mesa que les sirve además para desterrar viejos fantasmas y obsesiones: con Roethlisberger en el campo, jamás el equipo de Flacco había vencido (estaba 0-6). Hasta este domingo.
La defensa de los Chicago Bears. Como en el caso de los Ravens, el valor de una victoria debe calibrarse por la altura del contrincante. El de los Ravens era de primera categoría, y también el de los Bears. En particular, el ataque al que se enfrentaba la defensa de Chicago. Lo considerábamos casi imparable. Pues bien, ese temible ataque no logró anotar ni un solo TD contra la defensa de los Bears. Ni uno solo. Es más, por puntos anotados, el marcador es ataque de Atlanta 6 - defensa de Chicago 7 (si contamos el extra point). 3 pérdidas de balón forzaron los Bears, con 2 fumbles y 1 intercepción. Un clásico, Brian Urlacher:
Field goal de récord. Que sí, que los kickers son unos pringadillos, pero hay que reconocer sus méritos. Los Raiders ganaron por 3 puntos en Denver, y 3 puntos valió este field goal de Sebastian Janikowski. El más largo de la historia (empatado con otro). Desde 61 yardas de distancia. Récord de este orondo chutador (lo siento, no hay vídeo, pero os aseguro que estaba muy lejos).
Flash Forward (lo regulero)
Cuando veais la primera y única temporada de esta serie os daréis cuenta de por qué es regulera. No desvelo nada, pero digamos que dices "joder, mola", pero también en algún momento piensas "qué estafa".
La primera sesión del domingo. Me refiero a los partidos de las 7 de la tarde, hora peninsular. Un poco mierda, ¿no? A mí me dejaron bastante frío. Muy poca emoción. ¡Ravens-Steelers, partidazo! Pues bueno, a los dos minutos de la segunda parte, finiquitado. ¡Lions-Bucs, equipos en alza! Pse, pues jugaron (los dos) bastante mal. Detroit menos mal, sí. ¡Rams-Eagles, a ver qué tal se le da al dream team contra los Rams! Pues lesiones a mansalva en St. Louis y partido fácil para los Eagles, que corrieron lo que quisieron. ¿Igualdad? Poca. Poca emoción. Meabuuuuuuuuuuurro.
No sé, es una percepción personal, pero esperaba mucho más. Por suerte, la segunda sesión fue mucho más entretenida.
Pasadores frustrados. Sección típica semana a semana. Si el quarterback de vuestro equipo está entre los líderes en yardas de pase, desconfiad. Lo más probable es que vuestro equipo haya perdido. Si no es por Tom Brady, habria pleno en el top-5. El equipo de 5 de los 6 quarterbacks que lideran la clasificación semanal de yardas de pase ha perdido. Solo el de Brady ha ganado. De poco sirvieron a sus equipos las 422 yardas de pase de Cam Newton, las 419 de Drew Brees, las 416 de Chad Henne (aunque sí le habrán servido a él para ganar crédito ante su afición) y las 342 del tonto de Romo (véase abajo). Advertidos estáis porque no será la primera vez. Tampoco debe sorprender: cuando un equipo va perdiendo tiende a usar más el pase (la probabilidad de avanzar rápido es mayor). Sin embargo, los 6 primeros corredores juegan en equipos ganadores.
El barco (lo peor)
Poner El barco como ejemplo de mierda es justo e injusto a partes iguales. Es justo porque es una puta mierda. Es injusto porque hay tantas putas mierdas de series emitiéndose en la televisión española, que escoger precisamente a esta puede considerarse arbitrario. Hay tanto donde elegir... Pero bueno, ya que está de actualidad vamos a hacerle algo de publicidad.
Bueno, igual esta entrada bate récords de visitas, que el vídeo anterior enseña mucha carnaza.
Omito referencias a Falcons y Chiefs, de los que ya hablamos antes, pero cuya presencia en esta sección es más que merecida.
NFC Sur. Coño, que decía que no hablaba de los Falcons, y les va a tocar de nuevo, aunque sea de modo colectivo. Anda que no se les llenaba la boca a los aficionados de equipos de la NFC Sur hablando de lo fuerte que era su división. De lo cara que estaba, y patatín y patatán. Claro, como el año pasado se cruzaban con la NFC Oeste y tenían que jugar dos veces contra el peor equipo de la NFL (los Panthers) amasaban victorias con facilidad. Pero la dura realidad es que cuando juegan contra equipos de verdad, se esTampan. 0 victorias, 4 derrotas. Abusones contra los débiles, ineptos contra los (relativamente) fuertes.
(el párrafo anterior está escrito desde el cinismo y el oportunismo más absoluto; realmente sigo pensando que los equipos de la NFC Sur son competitivos y su división de las más duras de la liga, pero me apetecía atizarlos)
El ataque de los Steelers. Uno de los tópicos más básicos e importantes del fútbol americano es take care of the football. Cuida el balón, no lo pierdas. Puede sonar a gilipollez, pero no hay nada más devastador que los temidos turnovers. Muchos partidos acaban decantándose por ligeros detalles, los 7 o 3 puntos de diferencia pueden explicarse por estas pérdidas. Véase el ejemplo de la última Super Bowl, que los Steelers pierden por 6 puntos, que probablemente no habrían cedido si no hubiesen cometido 2 pérdidas de balón (por 0 de su rival). Las pérdidas son devastadoras. El turnover differential (diferencial de pérdidas), que indica qué equipo ha perdido o recuperado más balones, suele estar a favor del equipo vencedor. Pues bien, el ataque de los Steelers mostró el domingo lo que no se debe hacer. Descuidar el balón. 7 pérdidas de balón, una bestialidad. Especialmente grave si se produce cerca de la propia end zone. Pues dos de estas cayeron en el primer minuto del tercer cuarto. Un auténtico despropósito. Los melones que lanzaba Roethlisberger, absolutamente lamentables. Errores de coordinación con su línea, de concentración... Un curso acelerado de todo lo que no se debe hacer en ataque.
Tony Romo. Si ganas por 7 puntos y tienes el balón cerca de la goal line contraria (3 puntos casi asegurados), esto es lo que no debes hacer:
Si el partido está empatado a falta de menos de un minuto y tienes la posesión del balón, esto es lo que tu quarterback no debe jamás hacer, lanzar al lugar cubierto por el mejor cornerback de la NFL:
Hay que ser bobo, digo, Romo. Qué pena. Tanto talento y tan poca cabeza.
Donovan McNabb. En un fin de semana en el que un quarterback ha sobrepasado (nunca mejor dicho) las 500 yardas de pase y otro novato las 400, lo que más me ha impresionado es que un Pro Bowler e ilustre de la liga (aunque vaya perdiendo lustre cada semana) haya perpetrado estos números: 7/15, 39 yardas. ¡39 yardas!
Los Colts. Pobrecillos. Reitero lo escrito. Sin Manning son una mierda.
* * *
Disculpen por el retraso en la publicación. Me da que no va a ser la única vez que publique este artículo un martes. No creo que por eso el lunes deje de ser jodido, así que el título, con independencia del día de publicación, se mantendrá.
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