miércoles, 23 de noviembre de 2011

Plácido domingo, jodido lunes: jornada 11

Qué poco me gusta que el Estu juegue el domingo a las 6 de la tarde. Bueno, realmente qué poco me gusta cómo juega el Estu, pero ese es otro tema. Me ahorro comentarios sobre el atentado al baloncesto que presencié el domingo por la tarde por parte de mi equipo. Demasiado deprimente. Comparados con el Estu, los actuales Colts son maestros de su deporte. El partido (o sucedáneo de) terminaba hacia las 8, por lo que me perdí la primera hora de NFL. Bueno, no realmente. Lo que veía en la cancha era tan descorazonador que no pude resistir la tentación de echar un vistazo a lo que estaba pasando en la NFL. Qué pasada la aplicación del Game Pass para Android. Con una conexión 3G normalilla ves la NFL en directo y de puta madre. Alucinante. Sí, sé que en ese momento batí récords de frikismo, y mi novia me ponía mala cara, pero para lo que se veía en el parqué... Total, que después del partido nos tomamos unas cañas con unos colegas de los Bucs viendo el segundo cuarto del Packers-Bucs en el puto móvil. Para hacernos una foto mientras discutíamos mirando un móvil si el onside kick que hacen los Bucs en el segundo cuarto lo toca antes el kicker o el inteligente jugador de los Packers que va a por el balón cuando aún no ha avanzado 10 yardas.

La música. Llegan oscuros tiempos de ayatolismo, de imposición de criterios, de dominio del Imperio Galáctico, de las hordas del Señor Oscuro. Era de ayatolas. Hasta en la NFL se atribuyen victorias a eventos pretendidamente milagrosos protagonizados por supuestos elegidos por el Señor. Cuánto iluminado. Que no nos toquen la pirola. Aunque será difícil.



Lo más comentado

La defensa de Denver se impone a los Jets. Comenzamos por el partido del jueves. Queda ya lejos, pero suscitó muchos titulares. Distintos del que he apuntado, lo sé. Pero como creo que la principal causa de la victoria de Denver es una vez más su excelente defensa, me centraré en ello. No cabe duda de que los ataques de los Chiefs y de los Jets no están entre los mejores de la NFL. Y sus quarterbacks son menos fiables que los auriculares de la Renfe. Es cierto. Pero con prácticamente estos mismos mimbres, los Jets llevan dos temporadas consecutivas plantándose en finales de conferencia. Son un equipo peligroso.

El jueves, la defensa de los Broncos, con un Von Miller colosal, concedió únicamente 13 puntos. No solo permitió pocos puntos, sino que con una intercepción retornada para touchdown, anotó 7 (realmente 6, pero incluyamos el extra point). Total, que 13 en contra, 7 a favor. 6 puntos de diferencia. Con anotar un mísero touchdown (y no permitir anotaciones) el ataque de Denver tenía el partido ganado. Un touchdown en 60 minutos. No es mucho pedir. Pues parecía que el ataque de los Broncos había obrado un milagro. Oh, que anotaron 10 puntos. Tremendo, eh. Un ataque demoledor. En fin. Lo realmente brillante de los Broncos está siendo su defensa. ¿Por qué no se habla más de Von Miller? Ojo a este novato. El 58. En el momento más importante del partido. Brutal:


Con una defensa a este nivel o, mejor dicho, si las lesiones la respetan, los Broncos aspiran a todo en la AFC Oeste. A pesar de su paupérrimo ataque. Así están las cosas por esa división.

Por cierto, mientras escribo esto me entero del despido de Kyle Orton. Jugosísimo pasador para equipos necesitados. Entre ellos, el equipo del que voy a hablar ahora.

La lesión de Cutler. En estos momentos, los Chicago Bears son uno de los mejores equipos de la NFL. Puede que incluso el mejor. Desde luego, están entre los tres primeros en cuanto a estado de forma. Su defensa ha recuperado el nivel del año pasado, y su ataque funciona mucho mejor. Los problemas de protección al quarterback parecen razonablemente resueltos, el juego de carrera ya resulta creíble, y cuando la carrera no termina de funcionar el ataque aéreo te puede destrozar. Por si fuera poco, los equipos especiales de Chicago están entre los más peligrosos de la NFL. Los retornos de Devin Hester y Johnny Knox proporcionan excelentes posiciones de campo a los Bears, cuando no directamente puntos.

Un escenario casi idílico. Hasta que se conoció, tras el partido del domingo, que Cutler puede perderse lo que queda de temporada regular. Se ha roto el pulgar de la mano que usa para lanzar. Terrible noticia. Jay Cutler está jugando a un nivel excepcional. Salvo en el partido de Wembley, donde estuvo mal, el rendimiento de Cutler está siendo una de las claves del éxito de los Bears. Contra los Chargers estuvo otra vez inmenso. La recuperación de Earl Bennett y el renacer de Roy Williams también estaba ayudando a la causa. La armonía se acabó cuando Johnny Knox se resbaló y Cutler fue interceptado. Entonces, intentando evitar que el retorno de Anthony Cason terminase en touchdown, Cutler fue bloqueado y resultó lesionado. Una intercepción carísima.

¿Ahora qué? Pues mucha incertidumbre. Es el turno de Caleb Hanie (salvo fichaje de Orton), el casihéroe de la pasada final de la NFC. Matt Forté y Marion Barber tendrán que ser todavía más protagonistas. Seguro que Mike Martz está encantado. Por lo menos el calendario es relativamente asequible. Solamente las visitas a Oakland y Green Bay parecen realmente complicadas. La lesión de Cutler puede haber acabado con las remotas esperanzas de ganar la división, pero no debería poner en peligro la plaza de wild card.

La sorpresa

Los Eagles ganan en New Meadowlands. En otro de los partidos de la jornada, unos Eagles mermados por lesiones se impusieron a los Giants en su propio estadio. Creo que podemos calificarlo como sorpresa. Aunque, todo sea dicho, en una jornada en la que la he cagado a base de bien en mi quiniela, este resultado lo acerté. No sé por qué, pero me lo olía. Entre que me fío poco de estos Giants, capaces de lo mejor y de lo peor, las toneladas de talento individual que tienen los Eagles (aun con las lesiones) y la segura sed de venganza de Philadelphia tras el primer choque de la temporada en el que vencieron los Giants, tenía el pálpito de que Philadelphia iba a ganar este partido.

La baja más importante era la de Michael Vick. Tras casi un año sin jugar, volvía Vince Young. Vuelta poco sorprendente, porque cuando un quarterback se expone tanto a la colisión como Vick, lo extraño es que sus costillas no se rompan. El partido de Young fue bastante mediocre. Muy parecido al típico partido de otro quarterback del que mucho se habla, mal juega y se atribuyen poderes sobrenaturales. Porque, como él, tras cascarse un partido regulero (aunque, eso sí, mostrando que sabe pasar el balón) dirige un último drive con el que su equipo gana el partido. Un partido feo, en el que se impusieron las defensas y no exento de gilipolleces. Hablo de DeSean Jackson, por supuesto.


Se iguala la NFC Este. La semana pasada, con razón, Martintxo me recordaba mi apuesta por los Eagles. Pues vuelvo a ella, hombre. Que están a dos victorias del liderato, con el mejor balance intradivisional (3-1) y un partido pendiente frente a Dallas. Sí, complicado, y la semana que viene visitan a los Patriots, pero ojo con el calendario de Cowboys y Giants que se las trae.

Pocas sorpresas en el resto de la jornada. Tampa estuvo cerca de dar la campanada en Green Bay, pero se quedaron en un casi. Igual que Cincinnati en Baltimore. La victoria de Seattle en St. Louis también podría considerarse una sorpresa tras los recientes buenos resultados de los Rams, pero tampoco es algo totalmente inesperado. De hecho, el spread (diferencia de puntos que asignan las casas de apuestas al partido) era de solo 1,5 puntos para los Rams. Supongo que el fútbol americano había agotado su cupo de sorpresas el sábado, cuando se sucedieron las derrotas de los favoritos universitarios. Ahí sí que están locos, locos.

Se habla de NFL en medios españoles. Bueno, más o menos. El lunes elmundo.es nos sorprendía con un artículo sobre la NFL que no trataba de cuestiones morbosas (crímenes o tipas semidesnudas) ni de gilipolleces. En la portada del diario digital. Lo nunca visto, oye. Otros medios españoles se hicieron eco de esta jugada, aunque no extraña tanto. Si se produce en la liga islandesa de bobsleigh o en el parlamento italiano, supongo que también la habrían puesto.


Todo sigue igual

(Vamos a ganarnos unos cuantos es una mierda) Podríamos llamar a esta sección el número de votos del PP. No falla, eh. Diez millones. Esta vez valen una mayoría absoluta. Hace cuatro años, con los votos de ahora, habrían palmado. Adhesión inquebrantable a la causa. Aunque les cuesta convencer a más adeptos para ella. Por ese motivo, lo de que "España confía en el PP" y demás titulares del estilo me resulta difícil de entender. Coño, si confían en ellos prácticamente los mismos que en 2008. No son ni un cuarto de la población española. No son ni la mitad de los que votaron el domingo. Pero bueno, que podemos estar tranquilos, no nos quedaremos sin diputaciones provinciales.

Otra cuestión que no cambia es el absurdo de la normativa electoral de reparto de escaños en el Congreso. Es totalmente incomprensible e injustificable que un voto en Melilla no valga lo mismo que uno en Móstoles. Es injustificable que el estado no sea una circunscripción única en la elección de los diputados. Las elecciones al Congreso son estatales, todos los votos tienen que valer exactamente lo mismo, un ciudadano no puede ser más o menos por el lugar donde resida. Entendería un régimen diferente para el Senado (la "cámara de representación territorial" según la Constitución; un gasto inútil en la realidad), pero no es el caso. No nos representan, no cabe ninguna duda. Porque no representan lo que dicen los votos. Tampoco esto cambiará. Dile tú a los privilegiados que renuncien a sus prebendas.

Más música, en consonancia con los tiempos en los que estamos:



Packers y Niners siguen ganando. Green Bay y San Francisco siguen a lo suyo. Ninguna de sus victorias pasará a la historia. Ninguno de los equipos estará totalmente satisfecho con su rendimiento esta jornada. Síntoma de que tienen la inmensa fortuna de estar acostumbrados a ganar. Si no lo estuvieran, la sensación tras sus partidos del domingo sería muy positiva. Los Niners ganaron cómodamente a un rival divisional, pero su ataque no estuvo muy inspirado (se quedó en "solo" 23 puntos) y Alex Smith recordó por momentos al de la era preHarbaugh. Su actual head coach tuvo que recordarle que estaba ahí.


Con todo, la victoria fue aplastante, y la diferencia en tiempo de posesión muy reveladora (ojo): 44:16 contra 15:44. Ni el Barça. Eso sí, los Niners tienen que mejorar mucho en la red zone. Llegan con relativa facilidad, pero ahí les cuesta horrores anotar un touchdown. Como la semana pasada contra los Giants, hasta el tercer cuarto no consiguieron rematar la faena atravesando la goal line. En fin, bendito problema. 9-1.

En cuanto a Green Bay, nueva victoria aunque con sabor agridulce por ciertas dudas que siembra (o confirma, en cuanto a la defensa --aunque si confirma, no hay duda--). Manda huevos, por otra parte. Creo que este fake punt de Masthay resume el partido de los Packers: consiguen el objetivo, pero el estilo no termina de convencer. Hasta Aaron Rodgers lanzó una intercepción de la que fue plenamente culpable (y no su recepción).

Redskins y Chargers siguen palmando. Si no contamos a los Colts, ¿sabéis qué dos equipos llevan más partidos seguidos perdiendo? Bueno, es obvio que ya lo sabéis, salvo que seáis analfabetos (en cuyo caso no estaríais entendiendo esto) o poco avispados. Washington y San Diego. Los Redskins jugaron como nunca y perdieron como siempre en el derbi frente a Dallas. Rex Grossman volvió a ser el quarterback titular de Washington y completó un partido más que aseado, con un drive en el final del 4.º cuarto de 89 yardas (todas ellas aéreas) para empatar el partido. En la prórroga, los Redskins chutaron un field goal de 52 yardas para llevarse la victoria, pero Graham (no) Gano lo falló. Por lo menos, los Redskins dieron señales de vida, tras varias jornadas sin comparecer.

San Diego sigue en plena implosión. Durante tres cuartos plantaron cara en Soldier Field, pero este equipo comete demasiados errores como para llevarse una victoria. 3 pérdidas de balón en esta ocasión. Pero, más allá de lo tangible, estos Chargers transmiten una sensación constante de derrota, de que la van a cagar, de que van a tirar por la borda todo lo que consiguen. Porque talento no les falta, y este domingo lo volvieron a demostrar, pero lo que de verdad les sobran son maneras de palmar. De 4-1 a 4-6. Menudo mesecito.

Todo cambia

Cruce de caminos en Miami. Antes comentaba un acierto en mi quiniela, este fue mi mayor error. Aposté bastante por la victoria de los Bills en Miami. Qué capullo, si es que se veía venir. Bills y Dolphins han cambiado. Radicalmente. Buffalo ya no es el equipo explosivo en ataque y oportunista en defensa del primer tercio de temporada. Miami ya no es el equipo inepto en todos los apartados del juego de la primera mitad de liga. Son todo lo contrario. Los nombres de ambos equipos empiezan a hacer gala de su fama. Mucha en Miami, poca en Buffalo. Fitzpatrick y Fred Jackson, inoperantes. La defensa de los Dolphins, contundente. Y hasta Matt Moore, como comentaremos después, rindiendo a un nivel estelar. Qué transformación la de este jugador. Está ganándose un contrato para la temporada que viene, aunque no sea de titular. Por desgracia para él, el próximo draft será rico en quarterbacks. Hay vida más allá de Andrew Luck. En cualquier caso, Dolphins y Bills representan tendencias opuestas. Uno de los equipos más en forma de la NFL, que venía de un inicio pésimo, contra otro de los que peor está jugando, tras un excelente inicio. Y yo apuesto por los últimos. Anda que...

Las mil caras de los Lions. En el partido de este domingo pudimos disfrutar de un equipo tan cambiante y divertido como Detroit. Tras una mala primera mitad, que nos recordó a los Lions malos que vimos en Chicago, aparecieron los Lions buenos. Tras unas semanas en las que el juego de carrera no funcionaba, apareció Kevin Smith para llegar a las 140 yardas de carrera. Tras los dos primeros drives del partido, en los que Matthew Stafford lanzó sendas intercepciones, el quarterback de los Lions consiguió cinco touchdowns de pase. Tras permitir anotaciones en cinco de los seis drives del ataque de Carolina en la primera mitad, la defensa de los Lions interceptó en tres ocasiones a Cam Newton, forzó tres punts y permitió solamente una anotación en la segunda mitad. El touchdown que certificó la remontada nos dejó, además, este peazo baile de Tony Scheffler.


El chico está imitando el baile de este anuncio. No lo hace mal.


Lo mejor

Matt Moore. No nos vamos de Miami. Este lunes Peter King hablaba de ello en su Monday Morning Quarterback. Si tenemos en cuenta las tres últimas jornadas, las estadísticas de pase de Matt Moore son las mejores de la NFL si obviamos a Aaron Rodgers (el puto amo, no olvidemos). A mí Moore me parecía un jugador aprovechable en vista de su rendimiento hace un par de temporadas en Carolina. Pero el año pasado fue uno más en ese desastre que fueron los Panthers. El domingo ante los Bills completó el 70% de sus pases y logró 3 touchdowns de pase. Su passer rating, 133,3, fue el mejor de la jornada. Como anticipaba antes, es improbable que Moore sea un quarterback titular en la NFL la próxima temporada, porque la nueva hornada viene fuerte. Pero si contribuye a conseguir unas cuantas victorias más y los Dolphins caen en el draft, y antes seleccionan a los Luck, Barkley, Griffin III y Jones, habrá que ver si conserva su puesto. Que le quiten lo pasado.

Kevin Smith. No soy muy de pelis de Kevin Smith. Mallrats me divierte, pero sin más. Jay y Silent Bob me parecen cargantes. Pero vamos a hablar de otro Kevin Smith. Tan poco conocido, que si pones "Kevin Smith" en la Wikipedia te lleva directamente al cineasta, sin posibilidad de desambiguación. Este es running back. Tras ser elegido en la tercera ronda del draft de 2008 por los Lions, pasó sin pena ni gloria por la NFL. No fue renovado el pasado mes de marzo y, sin equipo, fue recontratado hace un par de semanas ante la baja de Jahvid Best. Este domingo hizo el partido de su vida. Entre yardas de carrera y de recepción superó las 200. 140 yardas de carrera con 2 touchdowns terrestres y 61 de recepción con otro touchdown aéreo. A los Lions les salen sorprendentemente bien las cosas. ¿Señales del advenimiento del fin del mundo?


Torrey Smith. Otro Smith. Parece que por fin los Ravens encuentran la amenaza profunda que llevan siglos necesitando. El problema (para mí) sigue estando en el pasador, de quien me fío tanto como de un político patrio. Pero la conexión, bastante a menudo, funciona.


Además ese touchdown, 165 yardas de pase. Eso sí, Smith debe considerar la conveniencia de cortarse un poquito. El pelo. Si no, puede que se repita placajes tan legales y dolorosos como el siguiente. Ay, qué carita.


Hernández y Fernández. Ya que Tintín está de moda, qué mejor manera para referirnos al letal dúo de tight ends de los Patriots que como Hernández y Fernández. Por cierto, para mí la peli de Tintín es regulera siendo generosos. En el cine donde la vi terminaron aplaudiendo, pero a mí me aburrió soberanamente. Volvamos al tema, que nos perdemos. Encima los llamo Hernández y Fernández cuando el protagonista de la jornada es Gronkowski y no Hernandez (cuando hablo del de los Patriots no pongo tilde, porque él lo escribe así). Veamos parte de lo que hizo en el Monday Night en la tele de unos colegas asombradizos.


Creo que la palabra que define la llegada de Gronkowski a línea de meta es whoa!

Lo regulero

A una sesión buena le sigue una mala. No falla. ¿Que los partidos de las 7 son un coñazo sin emoción? Los de las 10 serán un frenesí de emociones. ¿Que los de las 7 rebosan tensión hasta el último segundo? Los de las 10 estarán decididos antes de llegar al último cuarto. Matemático (no sé si la expresión matemático es realmente adecuada para lo que quiero expresar; probablemente automático es mejor, pero se usa tanto lo de matemático con este sentido que me tiro a la piscina --lo sé, soy un osado de la hostia--). Este domingo, a una sesión infestada de espectáculo y emoción (a saber, en el derbi Redskins-Cardinals, en el Lions-Panthers, en el Ravens-Bengals, en el Packers-Bucs y en el Vikings-Raiders) le siguió otra exenta de tensión. Los cuartos cuartos (no me he equivocado repitiendo la palabra) fueron perfectamente prescindibles en toda la segunda sesión. Ojo, que los partidos no fueron malos. El Bears-Bolts estuvo bastante bien. Pero no me digáis que no os sentís algo vacíos cuando no tenéis ni un mísero final igualado. Snif.

Vincent Jackson. Creo que la temporada de Vincent Jackson está a la altura de la fama que acompañaba a este jugador hace un par de años. Es un jugadorazo. Una de las amenazas profundas más temibles de la NFL. Los números cantan. Jackson es 4.º de la liga en touchdowns de pase y 8.º en yardas de recepción. Su partido en el Soldier Field fue excelente, y eso que se enfrentaba a una de las secundarias más complicadas de la NFL. 165 yardas de recepción y un touchdown. La calidad del vídeo es pésima, pero seguro que intuís lo que pasa. Tremendo:


La pena es que como en anteriores partidos, la brillante actuación de Jackson no sirve para que su equipo gane. Como contra Patriots y Packers. Qué regulero, ¿no?

¿Victoria moral? Los Bucs recordaron esta jornada al equipo de la temporada pasada. Moscas cojoneras. En un partido en el que no se esperaba mucha guerra por su parte, ante unos Packers invictos y en plena decadencia de juego, Tampa dio un buen susto a Green Bay (no digo "Tampa Bay" porque, como recuerda Easterbrook, Tampa Bay no existe, la ciudad se llama "Tampa" a secas). Y eso que los Bucs comenzaron muy mal, palmando por 14-0. Hasta que apareció la locomotora Blount, para que admirásemos cómo arrollaba a cuantos defensores se ponían por delante. Probablemente, el mejor touchdown de carrera de lo que llevamos de temporada. Eso sí, una jugada que retrata a la defensa de los Packers.


El buen partido de Tampa fue insuficiente. Tuvieron el balón para empatar en el inicio del 4.º cuarto, pero Kellen Winslow dejó caer inexplicablemente el balón que Freeman había colocado en sus manos. Ese y otros errores perfectamente evitables (un par de intercepciones a Freeman y una penalización en un tercer down del ataque de los Packers que se convirtió en primero y terminó en touchdown) les costaron el partido. Jugamos como nunca, perdimos como siempre.

Lo peor

Mala jornada para los quarterbacks novatos. Uno de los motivos por los que estamos en la era del pase, además de la constante evolución de las normas de la liga en favor de esta faceta del juego, es la abundancia de talentosos pasadores. Tradicionalmente, un quarterback necesitaba un tiempo de cocción antes de estar listo para ser servido a las hambrientas bestias que pueblan la NFL. Hay casos excepcionales, por supuesto, pero el caso paradigmático es el de Aaron Rodgers. Nada mejor que unos años a la sombra de un pasador experto para comprender el juego profesional y estar listo para saltar a la arena. Lo contrario puede resultar contraproducente. Caso paradigmático, el de Alex Smith. Un tipo muy quemado, porque desde pronto ha asumido la responsabilidad del ataque de su franquicia.

Sin embargo, este año asistíamos a la aparición de un grupo de precoces pasadores que sorprendentemente doblegaban como veteranos a las defensas rivales. Cam Newton, Andy Dalton, Christian Ponder. Menos Blaine Gabbert, que parece responder más al "modelo antiguo" y corre grave riesgo de quemazón (en su descargo hay que decir además que dispone de la peor unidad de receptores de toda la NFL), todos los quarterbacks novatos superaban las expectativas. No esta jornada. Algunos lo llaman rookie wall. El muro del novato. El bajón de rendimiento que llega a mitad de temporada, cuando pierden la frescura y se topan de bruces con el duro mundo profesional. Esta jornada es el exponente de ese muro.

Entre Newton, Dalton y Ponder, esta jornada, 4 pases de touchdown, 10 intercepciones. Más allá de los números, la cagaron en los momentos decisivos. Mala jornada para ser un quarterback novato. Salvo Jake Locker. Vamos a hablar de la nota positiva en la jornada más negativa para el pasador rookie.


Chris Johnson. Qué vergüenza, macho. Tras el atisbo de esperanza de la semana pasada, Johnson ha caído un poquito más bajo. Todavía más. 12 intentos de carrera, 13 yardas totales. Espeluznante.

Philip Rivers. La gente pone a parir a Norv Turner, pero creo que el principal responsable de la honda crisis que atraviesan los Chargers es su quarterback. Está desconocido. Turner es el último responsable del rendimiento de su equipo, sin duda, pero no es Norv Turner el que pierde el snap decisivo en el partido de Arrowhead, ni el que lee las defensas y ejecuta los lanzamientos. ¿Que el playcalling no será adecuado? Vale. Pero el que ejecuta, y en última instancia decide a quién pasar es el quarterback. A Rivers se le suponía en la elite. Por elite me refiero a los cinco magníficos, todos ellos ya campeones, Peyton Manning, Brady, Rodgers, Roethlisberger y Brees [editado, se me había olvidado meter a Brees]. Hace un par de meses casi todos habríamos incluido a Rivers en este selecto grupo. Hoy no. Pasa al grupo de los dudosos. El de los Romo, Eli Manning, Cutler o Ryan. Capaces de lo mejor y de lo peor. Esta temporada, ni siquiera en ese grupo. Todos los citados lo están haciendo mejor. Este domingo, el colmo de los colmos llegó, ya con el partido decidido, cuando intentando esquivar un sack, ya fuera del pocket, Rivers lanza a la banda el balón. Su intención era deshacerse de él. Y también lo interceptan. Eso era una anécdota, porque el partido ya estaba decidido. Entre otros motivos, por errores garrafales de Rivers. Como este. ¿Alguien me puede explicar a dónde lanza? [antes aquí venía un vídeo con buena calidad de imagen; la NFL lo ha ordenado retirar de YouTube, así que hay que conformarse con esta mierda]


John Skelton. Se acabó la posible quarterback controversy en Arizona. Kolb puede respirar tranquilo. En este caso los números no engañan: 6/19, 3 intercepciones, 10,5 de passer rating.

Oltra. No pensaba compartir mis penas deportivistas esta semana, pero ya que me lo pedía Damián por Twitter, lo comento. Este tipo ya me ha terminado de sacar de mis casillas. Durante las primeras jornadas le das un margen de confianza. Que sí, que tenemos la plantilla con mayor presupuesto de Segunda y con nombres de solvencia probada, y vamos dando pena en muchos partidos (Alcorcón, Alcoyano, Nástic...) mientras el entrenador asiste impasible al bochornoso espectáculo, pero hay que darle tiempo. Bueno, catorce partidos son más que suficientes. Suficientes para confiar en Oltra. Para confiar en que se pire pronto. Lo del domingo fue (para mí) la gota que colmó el vaso. Cuando los jugadores se tocan los huevos ellos son los principales responsables, pero el entrenador tiene parte de culpa por no corregir la situación. Y tiene toda la culpa de no alinear a los mejores. Este año tenemos tres cánceres: Jesús Vázquez, Ayoze y Aythami. Uno parece ya extirpado. El tocayo del presentador de televisión se tuvo que ausentar del partido contra el Celta por sanción y este domingo no volvió. Su sustituto, sin hacer nada del otro mundo, aportó algo. Espero que Vázquez no vuelva. Nos quedan los otros dos. Ayoze es la nulidad hecha lateral izquierdo. El amigo del rival. Inoperante en ataque, un coladero en defensa. Dejo lo peor para el final. El problema central. Aythami. Si no hubiese alternativa, podría entender su alineación. Pero las hay. Este tipo es un terrorista defensivo. El colmo, el del domingo. Palmando 2-1, Oltra decide retirar a un central para dar entrada a Valerón. En vez de mandar a tomar por culo al inepto de Aythami, sustituye a Colotto, que no daba crédito. El resultado, el previsible: el Elche consigue el gol de la victoria tras marear a Ayoze y Aythami. El culpable, el que los alinea. Qué panorama, Oltra, qué panorama. Los medios que tienes y el resultado que ofreces. Haciendo buenos a tus predecesores (y mira que era complicado).

Cómo está la clasificación para playoffs y cómo creo que quedará

La jornada deparó pocas sorpresas, salvo la citada victoria de Philadelphia en New Meadowlands, así que en la AFC todo ha seguido el curso previsto (por lo que no veréis cambios con respecto de mis previsiones de la pasada semana) y en la NFC he tenido dudas. Porque el Este está que arde.

Así están las cosas en la Nacional



Y así creo que terminan:

1.- Green Bay Packers. Creo que serán primeros a pesar de que creo que el jueves palman en Detroit.

2.- San Francisco 49ers. Porque también creo que los Niners palman en Baltimore en la Harbaugh Bowl.

3.- New Orleans Saints. Tras unos cuantos insulsos, el próximo Monday Night promete. Saints-Giants.

4.- Philadelphia Eagles. Ahí, con un par lo digo. Ya veréis como palman en Foxboro el próximo domingo y Martintxo me recuerda lo equivocado que estaba.

5.- Detroit Lions. Miedo me da su front seven este jueves. Mucho.

6.- Chicago Bears. A pesar de la baja de Cutler. Let the Caleb Hanie era begin...


En la Americana, así vamos.


Y así creo que terminaremos:

1.- Baltimore Ravens. Este equipo rinde mejor contra rivales difíciles, cuando no se puede relajar. El jueves es uno de esos días.

2.- Houston Texans. Si fichan a Orton, Leinart se inmola.

3.- New England Patriots. Supongo que ahora pocos dudan de su supremacía en la AFC Este.

4.- Oakland Raiders. Si Palmer sigue así, no ganarán por menos malos, sino por buenos. Que lo demuestren ante los Bears.

5.- Pittsburgh Steelers. Esta semana de descanso le debería de haber venido bien a su convaleciente defensa.

6.- Cincinnati Bengals. El próximo domingo, un must-win ante los Browns.

* * *

Ojo, que este jueves es Acción de Gracias y para festejarlo la NFL ha preparado un menú suculento. Tanto, que merece una previa. A ver si me da tiempo a publicarla.

3 comentarios:

  1. Veo que me la guardas. Ya sabes que mi única intención era tocarte los cojones, no dudar de tus conocimientos o predicciones.
    Creo que Orton irá a Chicago, que es realmente el que lo necesita.
    Hay que reconocer que Tebow tiene algo. No sé el que, pero algo tiene.

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  2. El amigo de Tom Rathman23 de noviembre de 2011, 12:21

    No te agobies con el Dépor. La cosa se solucionará. El domingo no nos creíamos en Elche la suerte que tuvimos, yendo dos a cero contra un equipo muy superior. De medio campo hacia delante, el Dépor es netamente mejor que todos los demás. Salomao, Lassad y, sobre todo, Guardado, están varios cuerpos por delante del resto de la categoría. El problema está en la defensa, muy blandita, y me parece que en la actitud. No puede ser que, cuando se deciden a jugar, en la segunda parte, bailen al contrario, hagan una ocasión después de otra, puedan meter cuatro en veinte minutos... mientras que la primera parte la regalen, sin la actitud necesaria. También hay que reconocer que el árbitro nos echó una mano. Sinceramente, creo que, a poco que se ajuste el equipo a la categoría, estará arriba seguro. Esta Segunda es muy, muy floja.

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  3. A que te has quedado a gusto dándole un poco de caña a Oltra jejeje.
    Estoy totalmente de acuerdo con El amigo de Tom Rathman, lo que falta es actitud. Aun nos pensamos que por ser el Depor ya vamos a ganar y no nos damos cuenta hasta que vamos perdiendo de que no es asi, sobre todo fuera, cuando no tienen al público encima.
    Lo de Jesús Vázquez espero que encuentre un sitio cómodo en el banquillo por que hay que cambiar el centro del campo, pero la defensa... ahí ya no hay tanto donde elegir y toca capear el temporal con lo que tenemos. Eso si, si solo vamos a jugar con un central por favor que sea Colotto que debe de ser el mejor de toda Segunda.
    Y pasando ahora al Football, gracias por confiar de nuevo en los Eagles. Yo la semana ya lo daba todo por perdido, pero después de ganar a los Giants y comparar los calendarios me han vuelto las esperanzas de que aun es posible entrar en PlayOff. Tenemos un calendario relativamente sencillo y el de Cowboys y NYG es un poco más jodido, por lo menos a priori.
    Estoy viendo que voy a sufrir muchisimo de aquí al final de temporada (aunque ya llevo bastante sufriendo).
    Y para rematar, la idiotez de DeSean Jackson, me cagué en su madre, que no tiene culpa, mil veces. Se pone a celebrar con su chulería cuando estaba clarisimo que le iba a caer el pañuelo, y lo peor es que estábamos pegados a nuestra goal line!! Lo dicho, en ese momento dejaría que cayese sobre el una horda de aficionados de los Giants. Y mira que me gusta el tio, es un crack, pero si se dejase de esas gilipolleces aun lo sería más.
    Ala, que vaya bien la semana a todos, que el fin de semana ya sufriré el viernes en Riazor y el domingo contra los Patriots

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