martes, 29 de junio de 2010

Mis absurdas predicciones: NFC Oeste

El otro día se me olvidó algo que pretendía hacer en todos los pronósticos divisionales para darle algo de ambiente a la lectura: incluir una canción que tenga alguna relación con los equipos implicados. Para la NFC Norte, qué mejor que una canción de Hüsker Dü, influyente e infravalorada banda que en la década de los 80 fue precursora del hardcore/punk. Bueno, un grupo que me gusta mucho y que no es demasiado conocido. ¿Qué tiene que ver con la NFC Norte? Que son de Minnesota. In A Free Land, que la disfruten. Más adelante pondré la canción relativa a la NFC Oeste, división sobre la que hago absurdas predicciones hoy; incrustaré la canción cuando según mis cálculos hayáis terminado de escuchar esta (no vale lectura en diagonal).


Seguimos la ronda de predicciones por la NFC Oeste. Pensaba hablaros antes de la NFC Este, pero la incertidumbre acerca del futuro de un jugador importante, el defensive tackle de los Redskins Albert Haynesworth, me hace posponer el análisis de esta división. A ver si en los próximos días se aclara su futuro, que puede afectar también al de otras franquicias si es intercambiado por otro jugador o futuras elecciones del draft. Además, ese intercambio podría afectar a jugadores de categoría, ya que Haynesworth es un jugador importante. Su salario es suficiente para darse cuenta de ello o, mejor dicho, de que lo era cuando firmó su contrato: 100 (cien) millones de dólares por siete años. Por si fuera poco, los Redskins le pagaron un bonus de 21 millones de dólares el pasado abril. El hombre no está contento, porque quieren cambiar el esquema de la defensa de 4-3 a 3-4. Es decir, que la línea de la que forma parte estará formada por 3 en vez de 4 jugadores y tendría que jugar de nose tackle. Pues que no quiere y ha pedido a través de su agente que le manden a otro sitio. En esas estamos ahora. Hay que ver, pobrecillo, la de cosas denigrantes que le piden hacer a uno los malvados jefes. Ah, los propios Redskins han protagonizado el último movimiento del mercado, reforzando su línea ofensiva con el tackle Jammal Brown, procedente de los Saints.

Pues eso, que dejamos la NFC Este para dentro de unos días y nos vamos al salvaje oeste. ¿Salvaje? Uf, pues en principio no parece que demasiado. La NFC Oeste será, probablemente, la división más floja de la NFL un año más. Lo ha sido los dos últimos años, por mucho que los Cardinals llegasen a la Super Bowl hace un par de temporadas. La temporada 2010 cabe esperar lo mismo. ¿Por qué? Porque ninguno de los cuatro equipos parece un equipo claramente dominante. Es probable que termine ganando el menos malo, y este año hay unos cuantos en reconstrucción. Tres de los cuatro equipos, claramente: Cardinals, Seahawks y Rams. En cuanto al cuarto, no sé si ya la ha terminado o si se puede considerar que continúa su particular travesía del desierto, su búsqueda de El Dorado (el nombre del equipo me obliga a hacer esta gracia; sí, es una gracia, con poca gracia, pero gracia). Si es que los Niners son los raritos de la división: todos los equipos tienen nombre de animal (animal que aparece de perfil mirando hacia la derecha en todos los casos) menos ellos.


No tengo nada claro qué pasará en la NFC Oeste. Ganará el menos malo. En principio me parece que el único equipo que descartaría para ganar la división son los Rams. Si es que les pilla lejos, que Saint Louis no está ni en el oeste (lo estaba la anterior sede del equipo, Los Ángeles). Sin embargo, Lindy's Sports predice en su guía de la próxima temporada que los Rams serán segundos, solo por detrás de los 49ers (por cierto, si alguno piensa comprarse alguna de las guías para la próxima temporada, de las tres que he leído, Pro Football Weekly, Sporting News y Lindy's, os recomiendo esta última). También sería una gran sorpresa que los Seahawks de Pete Carroll la ganaran. Entre los otros dos equipos de la NFC Oeste, parece que San Francisco es la apuesta más segura, ya que es el que presenta menos novedades y, por tanto, menos incógnitas. Además, el año pasado ya empezó a apuntar buenas maneras. Incluso los augures de Lindy's los ven en la final de la NFC. Veremos. Analicemos los equipos uno a uno para fundamentar la absurda predicción.


Arizona Cardinals. Los Cardinals han perdido jugadores muy importantes en relación con la temporada pasada. Fundamentalmente uno, su jugador franquicia, el principal culpable de su viaje a Tampa en febrero de 2009. Hablo de Kurt Warner, claro. La pérdida del quarterback titular es de por sí preocupante, pero además los Cardinals han perdido a otros jugadores importantes, como el receptor Anquan Boldin y el linebacker Karlos (no, no es de Vallekas) Dansby. Además, sus gobernantes han perdido la razón (en un país de inmigrantes se persigue a los inmigrantes; ¿no se han leído ningún libro de historia? ¿cómo llegaron ellos? bueno, quizá es por eso, que cuando ellos llegaron se cargaron a todos los nativos, cree el ladrón que todos son de su condición) ¿Serán estas bajas lo suficientemente importantes como para que los Cardinals dejen de ser el tuerto en el reino de los ciegos?

En cuanto a la posición de quarterback, Matt Leinart y Derek Anderson son los aspirantes a la titularidad. Ambos jugadores son comparables a Warner: los dos son muchísimo peores. El descenso de calidad en la posición de mando del ataque es, pues, considerable. Quién sabe si durante las dos últimas temporadas Leinart ha aprendido algo del maestro Kurt. Leinart iba para estrella. Fue una leyenda universitaria, ganó el Heisman Trophy en 2004 y campeonatos nacionales consecutivos al mando de las operaciones del equipo de la universidad de Southern California (USC). Tan famoso era que los saraos le perdieron. Solo tenéis que buscar "Matt Leinart" en Google y ver los resultados de las imágenes que os salen. Su rendimiento en los Cards no fue ni mucho menos el esperado, y un Kurt Warner que parecía ya destinado a empresas menores le comió la tostada y volvió a sorprender, otra vez, a todo el mundo llevando a los Cardinals a la Super Bowl.

La próxima temporada Leinart tendrá una nueva oportunidad para demostrar que puede dirigir el ataque de un equipo en la NFL con solvencia. Si no lo hace, seguramente Derek Anderson tendrá su oportunidad. En cualquier caso, la principal virtud de los Cardinals durante las dos últimas temporadas, su explosivo juego de pase, es una incógnita para la temporada que viene. La baja de un receptor de la talla de Anquan Boldin contribuye un poco más a debilitar el juego de pase. Dicho esto, el cuerpo de receptores de los Cards es excepcional: estará de nuevo liderado por Larry Fitzgerald, el (para mí) mejor wide receiver de la NFL (algunos creen que es Andre Johnson, pero por mi parte, hasta que me lo demuestre en los playoffs, no me lo creeré), y cuenta con Steve Breaston, otro gran receptor que tendrá mayor protagonismo la próxima temporada sin Boldin.

En cualquier caso, la próxima temporada el juego de carrera de los Cardinals debería dar un paso adelante. La carrera en Arizona ha tenido un papel casi marginal las dos últimas temporadas. Sin embargo, tienen dos corredores jóvenes (21 y 23 años) y de calidad en Beanie Wells y Tim Hightower. A ese juego de carrera debería ayudar la incorporación en la línea ofensiva del veterano con apellido de pez que pica a los bañistas en las costas gallegas, Alan [no "Adam" como decía por error el artículo original, gracias a Anónimo por advertirlo] Faneca. No entendí por qué los Jets lo cortaron este verano. Vale que se está haciendo viejo, pero su trabajo la temporada pasada fue más que notable, que se lo digan a Shonn Greene y a Thomas Jones (también fuera de los Jets para la temporada que viene). Aunque su rendimiento empeore, Faneca seguirá picando a los contrarios, bloqueando y abriendo valiosos huecos para los corredores de los Cardinals. En cualquier caso, parece que los Cardinals no serán los pájaros locos que fueron las pasadas temporadas, y que su ataque, más terrestre, será menos peligroso.

En cuanto a la defensa, no es esta una de las principales virtudes de los Cardinals. No lo fue durante estos últimos y buenos años y no parece que vaya a serlo tampoco en la temporada 2010. Han perdido a Karlos Dansby, un buen linebacker (y autor del touchdown con el que los Cardinals ganaron el partido de wild card más wild de la historia). La línea defensiva volverá a estar liderada por Darnell Docket, un tío que no puede caer mal, ya que tiene la sensatez que le faltan a muchos divos del football. Dos de sus tweets sobre el asunto Haynesworth: “Did I just hear this correctly? Albert Haynesworth will not be (at) mandatory minicamp? And he wants a trade? After signing 100 millon dollar contract?”; “That’s why I tell y’all I’m nothing like these dudes. For 100 million my ass will play 4-3, 3-4, 5-9, 4-8 and still whip ass!”.

La secundaria era en teoría la parte más decente de la defensa de Arizona, con el Pro Bowler Dominique Rodgers-Cromartie (cómo mola su nombre), pero para la próxima temporada pierden a dos titulares (Antre Rolle y Bryant McFadden) y aunque Kerry Rhodes, procedente de los Jets, es un buen sustituto, la otra plaza deberá ser ocupada por el sophomore Greg Toler. Vamos, que tampoco están para tirar cohetes.

En cuanto a los equipos especiales, los Cards han cambiado a su kicker. Se despiden del tío que no supo meter un field goal ganador en casa, en un dome, a una distancia más que asequible, en el partido de wild card ante los Packers y fichan al veterano Jay Feely, veterano pateador muy fiable.

Finalmente, sobre la dureza del calendario, hay que advertir que los equipos de esta división tienen los calendarios (considerando la temporada pasada) teóricamente más fáciles de toda la liga. La razón es fácil de comprender: son la peor división de la NFL y juegan 6 veces entre ellos. Así, el calendario de los Cards sería el más fácil de la NFL. Previsible, dado que ellos fueron los mejores de su división y no pueden jugar contra sí mismos. En comparación con los 49ers, que tienen el 28.º más duro, un punto a favor de los de Arizona.

En general, parece que los Cardinals han perdido un par de puntos tanto en ataque como en defensa, por lo que su trono en la NFC Oeste está más amenazado que nunca. Tanto, que todas las predicciones dan por favoritos a San Francisco, aunque yo no descartaría, ni mucho menos, que Arizona vaya a revalidar el título de su división. Deberían estar en la pelea, y como Leinart funcione (esto es mucho decir, pero bueno), ojito con ellos.


San Francisco 49ers. Todas las predicciones que he visto hasta ahora dan a San Francisco como campeón de división. Algunas van más lejos, como la de Lindy's Sports, que cree que los 49ers llegan a la final de la NFC (es increíble que pronostiquen no solo el resultado final de los equipos en la regular season, sino también los resultados de cada partido de playoffs). Candlestick Park volvería a acoger, quizá por última vez, un partido de  playoffs. Y es que en el equipo más consolidado de la división, el principal cambio puede referirse a su hogar. Los 49ers van camino de aprobar definitivamente su mudanza 60 km al sur de la ciudad de San Francisco, a la ciudad de Santa Clara. Sería una mudanza light, parecida a la de los Jets y los Giants a East Rutherford, NJ. De hecho, probablemente el tiempo que se tarde en llegar desde el downtown de Nueva York a Meadowlands sea parecido al necesario para llegar de San Francisco a Santa Clara. 44 minutos en coche desde Candlestick Park, según Google Maps. Echad un ojo a este vídeo. El equipo seguiría llamándose "San Francisco" 49ers. Sin embargo, a alguno le ha horrorizado esta mudanza, y le ha hecho evocar profundos sentimientos. Mira que a mí no me gustan las mudanzas, pero es que en este caso es tan light que me resulta bastante indiferente. Por no abandonar, no abandonan ni la santidad de su sede. Hablando de mudanzas, aunque sea temporales, hay que decir que el 31 de octubre los Niners jugarán como locales en Wembley, contra los Broncos en las llamadas International Series. Oportunidad para que el aficionado europeo vea en directo un partido de la NFL. Experiencia sumamente recomendable. Sale caro, pero merece la pena. Por cierto, este es otro factor que hay que tener en cuenta: San Francisco juega un partido menos en casa que sus rivales. Por mucho que se intente crear un ambiente favorable al teórico local en Londres, no es lo mismo. Es un partido en campo neutral. Económicamente buen negocio; deportivamente, cuanto menos, dudoso.

Como adelantaba, la principal fortaleza de los 49ers de cara a la temporada que viene puede ser su estabilidad. Son un buen equipo con un año más de experiencia, lo que normalmente, salvo vejez acuciante, significa mejor rendimiento. Considerando que el año pasado terminaron 8-8 y que este serán mejores y los Cards algo peores, cabe concluir que ganarán algo más y que será suficiente para liderar la división. Esto sobre el papel, pero ya veremos. Veamos la pinta que tiene la plantilla.

San Francisco es un equipo áspero, rocoso; hasta analizar su plantilla resulta algo complicado. No hay nada especialmente bueno, pero tampoco especialmente malo. Joder, qué difícil. A ver si aguantáis la lectura de los siguientes párrafos. Espero que no os hastíen (qué manera de incitar a la lectura, queridos lectores).

El quarterback es Alex Smith. Puede que esta temporada tenga su última oportunidad para demostrar que es un QB OK para SF (que vivan las abreviaturas, que tanto gustan en los Iueséi). Smith está en una situación en cierto modo similar a la de Leinart. Smith fue el número 1 del draft de 2005. Aaron Rodgers fue el 24. Las comparaciones son odiosas, claro. Hasta ahora Smith no ha justificado su lugar de elección. Ha sufrido lesiones que le han hecho perderse dos temporadas casi completas, sí, pero su progresión es un poco lenta. No es JaMarcus Russell, pero tampoco un quarterback titular de garantías. Su segunda mitad de temporada 2009 fue razonablemente buena. Y esta temporada termina contrato, así que cabe esperar que lo dé todo. En cualquier caso, parece el QB titular más fiable de toda la división (esto tampoco es decir demasiado).

Entre el equipo de receptores, Michael Crabtree deberá confirmar en su segundo año lo que se esperaba de él. En su año de rookie, consiguió el mayor número de recepciones de un novato desde Jerry Rice. Y eso a pesar de que por discrepancias en cuanto a su contrato se perdió toda la pretemporada y los primeros cinco partidos. No importó. El otro objetivo principal de los pases de Smith debería ser el tight end Vernon Davis, en palabras de sus rivales el más rápido de la NFL. Dos receptores de primera categoría, aunque en este apartado los Cardinals tienen a priori la ventaja.

El juego de carrera ha llevado el peso del ataque de los 49ers la pasada temporada, gracias a Frank Gore, un jugador capaz de conseguir yardas no solo de carrera sino también de pase. Eso sí, preocupa su tendencia a las lesiones. Desde 2006 no juega una temporada completa. Y los Niners lo intentan proteger limitando sus carreras: solo una vez corrió más de 20 veces la temporada pasada. Gore rinde a pesar de su línea ofensiva. Si en Green Bay hay queja, en San Francisco también tienen lo suyo: los Niners son el equipo que permitió más sacks considerando las últimas tres temporadas. Punto débil.

La defensa debería ser la mejor de la división. No creo que sea una defensa para tirar cohetes, sobre todo su secundaria, pero cumple. Muchos consideran al linebacker Patrick Willis como el mejor jugador de los de San Francisco. Su línea defensiva es decente, sin más. Y su secundaria, mediocre. Les cuesta defender el pase profundo decentemente.

Bueno, leyendo el análisis cuesta un poco comprender por qué todos dan como favoritos a los de San Francisco, si línea por línea, jugador por jugador, no se ve una ventaja competitiva clara en relación con Arizona. Como apuntaba al principio, quizá sea su estabilidad la que contribuye a su favoritismo.

El tema del calendario ya lo apuntábamos cuando hablábamos de los Cards: fácil, pero menos que el de Arizona y, sobre todo, un partido menos en casa (Wembley). Bueno, ese partido de menos en casa no es contra el equipo más fuerte de la NFL, pero como es otro equipo que ha sufrido grandes cambios es una incógnita cómo responderá. Su calendario es el más duro de la división, juegan contra teóricos gallitos como Packers o Saints y tres de los cuatro primeros partidos de la temporada son fuera de Candlestick Park.

Conclusión: favoritos para ganar su división porque no han experimentado cambios traumáticos, pero no lo tendrán tan fácil como parece leyendo a muchos.


Seattle Seahawks. Los Seahawks intimidan tanto como el personaje de la foto anterior. Su temporada pasada fue desastrosa. Tanto, que rodó la cabeza de Jim Mora en su primera y única temporada como entrenador del equipo de Seattle. Llega Pete Carroll al banquillo desde la sancionada universidad de Southern California. Dicen que su (buena) mano se notó ya en el draft. Aún así, el equipo es muy malo. Debería luchar por no ser el peor equipo de su división, y que sus jóvenes progresen.

Veamos por qué.

El quarterback titular, Matt Hasselbeck, está totalmente de vuelta. Sus mejores años ya pasaron, y aunque en su día condujo a Seattle a la Super Bowl, no parece que esté ni física ni mentalmente preparado para estos trotes. Lleva 10 años en Seattle. Está como el que lleva de botellón 6 horas en una casa sentado en un sillón: apalancado y desmotivado. No puedes esperar ya nada excepcional de él. Sí, igual caen un par de copillas más, pero más por inercia que por otra cosa. Así está Hasselbeck. Para intentar motivarlo un poco, meterle un poco de presión a ver si despabila (mi profesor de lengua decía que era "despabilar", aunque nunca se lo escuché a nadie más; también decía que era "pelandusca" en vez de "pelandrusca", aunque así lo escribía Cela en La Colmena y eso da un poco más de caché, ¿no?) han fichado a un QB de los Chargers cuyo currículum impresiona: su nombre es Charlie Whitehurst y en sus 4 años de carrera profesional todavía no ha lanzado un pase en la NFL. Como que mucho no acojona. A pesar de su falta de experiencia, ha firmado un contrato de 2 años por un total de 8 millones de euros (sí, el mundo es muy injusto). Quién sabe, igual le vemos lanzar algún pase y nos asombra. Bueno, que la posición de mando en ataque es floja.

Los receptores tampoco son nada excepcional. Excepcionalmente bueno, quiero decir. Destaca la presencia del impronunciable y sobrepagado Houshmandzadeh. Nate Burleson se fue a Detroit. Tienen en John Carlson a un tight end decente, pero poco más potable, al menos que se sepa.

En cuanto al juego de carrera, Justin Forsett es su corredor titular. Ninguna maravilla. Eso sí, habrá unos cuantos jugadores listos para acarrear el football. Dicen que es lo que le gusta a Carroll, tener una tropa de corredores que se repartan las carreras para que todo el mundo esté hambriento y dé lo mejor de sí. El otro implicado es Leon Washington, tras la firma y despido en una semana de LenDale White [corregido, gracias a Anónimo por su comentario]. A ese juego de carrera deberá ayudar en la línea de ataque la primera elección del draft de la franquicia de Paul Allen: Russell Okung. Buen nombre. Suena contundente. Deberá hacerse grande, ya que pese a su condición de novato, el nivel de la línea de los Seahawks hará que seguramente sea titular desde el principio.

La defensa también es muy mejorable. Su línea defensiva es normalilla tirando a mala. Ningún playmaker en el plantel. Detrás de estos gorditos, Lofa Tatupu (otro buen nombre) y Aaron Curry deberán responder a las expectativas. El primero fue Pro Bowler y el segundo hizo una buena temporada el año pasado. Por último, la secundaria no funcionó el año pasado, como prueba el dato de que Seattle fue el tercer equipo que más yardas de pase permitió en 2009. Marcus Trufant, otro ex-Pro Bowler, deberá ponerse las pilas para que la cosa mejore.

Lo mejor de Seattle, incluso desde el punto de vista antroponímico, en el kicker: Olindo Mare. No es Osole Mio, pero no está mal. Sobre todo para un equipo costero que tiene a un halcón marino en su nombre. Coñas sin gracia aparte, Mare es un muy buen kicker, que para su desgracia tiene pocas oportunidades de demostrarlo. El punter, Jon Ryan, también lo hizo bastante bien el año pasado. En su caso, le dan más oportunidades de las que desearía para demostrarlo.

El calendario no es malo, es muy asequible. Están en la NFC Oeste. Seguro que arañan algunas victorias, además su estadio es cojonudo, malo será que no den alguna alegría al Jugador Número 12. Todo lo que sea más que ganar cuatro o cinco partidos sería un exitazo. No sé por qué, pero los veo por encima de los Rams. Es que los de Seattle desprenden un cierto halo de optimismo que me da algo de buena espina. Los Rams, en medio de otro lío extradeportivo de cambio de dueños, no tanto. Terminemos el análisis de la división con ellos.


St. Louis Rams. Los Rams fueron el peor equipo de la NFL la temporada pasada. Esta deberían luchar por el honor de no elegir en primera posición en el draft de 2011. Bueno, los de Lindy's Sports los dan como el segundo equipo de la división, aunque yo no termino de entender por qué. Su guerra debería librarse contra los Seahawks, pero no creo que tengan suficientes recursos para amenazar a 49ers y Cardinals. Bueno, tienen al quizá mayor talento individual, al menos ofensivo, de la división: Steven Jackson. Pero no mucho más.

Supongo que ya habréis terminado de escuchar la canción de Hüsker Dü, así que os dejo la canción que tiene que ver con la NFC Oeste. He elegido una canción de un grupo de la costa oeste. Esa es la única relación. Son los Dickies. La canción seleccionada es una versión que hacen los Dickies de un tema infantil de un programa estadounidense. Me he acordado de ella porque el pasado sábado vi un peliculón que os recomiendo a todos, Kick Ass. Esta canción suena en uno de los muchos momentos cojonudos de la película. La mejor película que he visto en mucho tiempo, si os gusta el cine tarantiniano, esta os encantará. Bueno, la canción se llama Banana Splits. Aquí la tenéis.



Sigamos con los Rams. El jugador que palpará el culo del center será el novato Sam Bradford. Número 1 del draft. Lo normal es que no esté todavía preparado, pero la falta de presión por ganar y la confianza de su equipo pueden hacer que el tío esté cómodo y haga una temporada decente. Una incógnita, en cualquier caso. Bulger ya se ha ido de St. Louis. Lo que no se espera que sea de mucha ayuda para Bradford es el cuerpo de receptores. De los peor valorados de la liga. Poco que rascar.

Lo que sí ayudará a Bradford, atrayendo la atención de las defensas rivales y liberándole de algo de presión, es Steven Jackson, el running back titular de los Rams. Estamos hablando del líder de yardas de carrera de la NFC. En un equipo que fue el peor de la liga, que ganó un solo partido. El chico tiene mérito, pero le falta ayuda. La línea ofensiva está plagada de primeras rondas del draft, y muy altas, pero que todavía tienen mucho que demostrar. Aunque, por lo menos, la línea de St. Louis puede presumir de haber permitido que Jackson fuese el segundo mejor corredor de la liga, sólo por detrás del omnipotente Chris Johnson.

La defensa en principio es para echarse a llorar. No hay presión al pasador (pass rush, que le llaman). Les crujen también por tierra. Qué más decir, si no pueden parar el ataque terrestre ni el aéreo, la invasión es inevitable. Si es que tampoco hay que analizar tanto, ganaron un mísero partido en la temprorada 2009, no es casualidad, sino causalidad.

Una vez más, como en el caso de Seattle, encontramos a la unidad más competente de la plantilla en los equipos especiales. Los dos futbolistas, el kicker y el punter, son más que decentes. Josh Brown, pocas veces, y Donnie Brown, demasiadas, han demostrado que valen.

Y con este panorama tan desolador, ¿cómo es que hay quien se atreve a pronosticar que quedarán por encima de un equipo decente como Arizona? Pues los señores de Lindy's Sports consideran que tienen lo que hay que tener para quedar segundos en su división sin justificar muy bien por qué. Halagan con fruición a Steven Jackson y dicen que los receptores no son tan malos como parece; que están aprendiendo y ojito con ellos. Además se sorprenden de que nadie votase al linebacker Laurinaitis como Defensive Rookie of the Year, a pesar de liderar al equipo en placajes por encima de Atogwe, un tío con renombre aunque menos del que parece, o por lo menos nadie ha acudido desesperado a ficharlo cuando los Rams decidieron no volverse locos al no ofrecerle la renovación por el precio que pedía. Bueno, que son jóvenes y tienen a una estrella como líder. Quién sabe. Ejemplos de "rebotes" de temporadas desastrosas a ganadoras hay muchos en el deporte norteamericano y en la NFL en particular, sobre todo si hay jóvenes talentos de por medio, pero a mí me da que no es el caso.

No sé, yo creo que pelearán el último puesto con Seattle y se quedarán con la cuchara de madera. Que el equipo esté en venta tampoco da buen rollito. Que Steven Jackson sume muchas yardas y Bradford se vaya curtiendo. Y de paso, que ganen más de un partido, pero poco más.

Absurda predicción final. La NFC Oeste volverá a ser la peor división de toda la liga. El liderato estará barato y no habrá plazas de wild card para los no-campeones. Ganará San Francisco (apuesto por este) aunque Arizona le peleará la victoria. Los otros dos, a evitar el deshonroso derecho a elegir los primeros lugares del draft 2011.

4 comentarios:

  1. Bueno el artículo, sólo dos precisiones: Es Alan, no Adam Faneca, y creo que a White ya lo echaron de Seattle.
    Me gustó el video del nuevo estadio de los 49ers, pero con mucho mis favoritos siguen siendo el lambeau y el quest
    Muy bueno el blog.

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  2. Corregido, tienes toda la razón, Anónimo. Muchas gracias.

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  3. Aqui un Seahawk.
    Desgraciadamente tengo que estar de acuerdo con gran parte de tu analisis. Aunque creo que al menos podrias haber nombrado a nuestros segundo y tercer picks del draft, Earl Thomas (S) y Golden Tate (WR), que creo que pueden destacar.
    Ah, y lo que me parece imperdonable es que en el analisis de la NFC oeste no pongas musica de Seattle, hombreeeeee... que ahi si que ganamos de paliza

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  4. Muy bueno el artículo, como de costumbre. Yo también creo que la cosa andará entre los 49ers y los Cardinals, aunque apuesto más por los primeros (tal vez por son más míticos jeje). Tambiém tengo ganas de ver a Sam Bradford en acción, aunque no creo que vea demasiados partidos de esta división.

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