Antes de empezar con las predicciones, si la semana pasada os recomendaba la web de NFL Media, esta os recomiendo un nuevo blog en español, The Hail Mary, que acabo de descubrir. Da gusto ver que cada día somos más y que, poco a poco (muy poco a poco, pero se hace lo que se puede), el football va siendo menos minoritario por estos lares.
Comienzo el penúltimo augurio divisional anunciando que por falta de tiempo me veo obligado a aligerar un poco el peso de las absurdas predicciones. Muchos pensarán que qué bien, que los tochos que escribía para predecir cada división se hacían demasiado indigestos. La verdad es que cuando empecé no pensaba que fuese a escribir tales mamotretos. Como decía, como ando un poco liado estos días, creo que voy a reducir un poco el detalle del análisis de cada uno de los equipos, y, así, hacer un poco más absurdas las predicciones (por falta de base).
Releyendo los augurios, la verdad es que me han quedado muy sosos. No digo nada sorprendente, todo se ajusta más o menos a la teoría. Me he propuesto arriesgar en las divisiones que me faltan, aunque no termino de ver cómo. En la AFC Sur, que es la que toca hoy, arriesgar sería decir que no ganan los Colts. La verdad es que me cuesta pensarlo. Si Manning no se lesiona, Indianápolis tiene todas las de ganar. Houston y Tennessee no son malos equipos, pero no están a la altura de la franquicia traída de Baltimore. Y si quiero sorprender en la AFC Este, tengo que decir que ganan los Bills, porque decir que ganan Patriots, Jets o Dolphins, dentro de lo que cabe, no resulta sorprendente. Los Bills no ganan la división ni de coña.
Si estamos hablando del sur habrá que poner algo de música sureña. Un topicazo, bueno, un clásico. No hace falta presentación.
Por si os ha parecido demasiado típico, también tenéis la adaptación galaica, que cuando estudiaba en el colegio tuve ocasión de traducir al latín ("Mea tellus gallaeca", que comenzaba "In illam Caribis / migraturus fuit / et laboraturus ut cubicularius / procul procul meo lare, meo lare". Hay que ver qué tonterías cuento). Está curiosa, sin más.
¿No es curioso que la AFC Sur la domine un equipo que no está en el sur? Cincinnati está en casi a la misma latitud que Indianápolis y sus Bengals están en la AFC Norte. No os fiéis de los nombres de las divisiones para saber dónde están las ciudades de cada equipo. Te vuelves "turulato".
El equipo del norte ha ganado esta división en seis de los ocho años de historia que acumula. Muy dura división, por cierto. La temporada pasada, hasta casi el último partido, todos sus equipos tenían opciones de obtener plaza de playoffs, aunque solo lo consiguieron los Colts. Es de las divisiones con menos tradición de toda la liga. Probablemente la que menos. Solo tiene a una franquicia histórica de la liga, aunque "con asterisco". Como muchos habréis adivinado, digo esto porque los Colts se mudaron de Baltimore a Indianápolis. Una mudanza implica siempre una nueva etapa que poco tiene que ver con la anterior. Como he dicho muchas veces, un equipo es su afición. Sin ella, no tiene razón de ser. Y seguro que la mayor parte de los aficionados de los Baltimore Colts no lo son hoy de los Indianapolis Colts, sino de los Baltimore Ravens. ¿Quién siente más suyo a Johnny Unitas, los aficionados de los Ravens o los de los actuales Colts? ¿Y a quién se siente más suyo, a los aficionados de Baltimore o a los de Indianápolis? Tiendo a creer que a la ciudad del pastel de cangrejo (para los que no hayáis visto Cecil B. Demented --tampoco os perdéis gran cosa--, esa ciudad es Baltimore).
Bueno, realmente la AFC Sur tiene dos equipos históricos, pero es que el segundo no solo se mudó a otra ciudad, sino que cambió su nombre, por lo que asimilarla a los históricos Houston Oilers no me parece de recibo. Hablo de los Tennessee Titans, clarostá. ¿Hay alguien que crea que los aficionados de los Oilers no son hoy de los Texans?
Por todo lo anterior, y me repito más que los callos, cuando un equipo se muda debería cambiar su nombre y hacer borrón y cuenta nueva en cuanto a su palmarés. Desvinculación total. Y que la ciudad "guarde" el nombre y palmarés. Como han hecho los Cleveland Browns. De ese modo, los Ravens de hoy seguirían siendo los Colts en vez de aves carroñeras, y los Texans seguirían siendo Oilers. Guau, "Tejanos de Houston", qué buen nombre, tan ridículo como un hipotético "Españoles de Madrid"... eh, bueno, creo que existe el "Espanyol de Barcelona", una especie de filial del equipo-que-no-debe-ser-nombrado (por cierto, el otro día leí en el Foro ACB una predicción sobre la próxima temporada del Espanyol que me hizo mucha gracia, la copio: El equipo pasará sin pena ni gloria y tendrá que volver a cambiar de estadio para cobrar protagonismo en la prensa. El cubregradas de Conservas Dani seguirá siendo el principal apoyo del equipo en las gradas. [me parto con el cubregradas de Conservas Dani]). Como veis aprovecho todos mis artículos para hacer amigos, hoy tocaba la afición del Espanyol.
Siguiendo con curiosidades nominales, Texans y Titans, dos de los nombres hoy empleados por equipos de la AFC Sur, fueron utilizados en el pasado por otras franquicias. Deberían estar vetados. Ya, fueron franquicias de corta vida o, mejor dicho, que durante poco tiempo utilizaron esa denominación, pero deberían ser más originales. Hablo de los Dallas Texans, hoy Kansas City Chiefs (gran nombre, con mucho gancho, me encanta) y de los Titans of New York, hoy New York Jets (molaba más Titans of New York, dónde va a parar).
Joder, anticipaba que iba a abreviar en esta entrada y me estoy enrollando como una persiana. Vamos a ver qué tenemos en la AFC Sur.
Indianapolis Colts. Mientras Peyton Manning sea quarterback de los Colts, será difícil que dejen de ser un equipo competitivo y ganador. Eso sí, me cuesta imaginar una franquicia más dependiente de un solo jugador que la de Indianápolis de Manning. Con él, aspiran a todo; sin él, son uno de los peores equipos de la liga. Con todo lo perfecto que Manning es, tiene algunos puntos débiles o "manchas" en su carrera. La evidente, es que "sólo" tiene un anillo. En otras palabras, que flojea a la hora de la verdad. Ese es el principal argumento de quienes defienden que el Jugador de la Década, con mayúsculas, es Tom Brady, que tiene tres anillos (cuatro con el que le impuso Gisele Bündchen). Obviamente esto no es únicamente culpa de Manning, ya que bastante hace con lo que hace, pero también es verdad que en su última y reciente oportunidad, si comparamos su partido con el del quarterback rival, Drew Brees, este sale ganando. En cualquier caso, estamos ante un jugador del que existen argumentos para defender que es el mejor de la historia, y que, hoy por hoy, es el mejor quarterback de la liga (en la actualidad, muy superior a Brady).
Esta temporada entra en vigor una nueva regla que va a crear problemas a los Colts. Ya se ha puesto de manifiesto en pretemporada y ha enfadado mucho a Manning y a Caldwell. Se trata de la norma que dice que el árbitro que deja el balón en la línea de scrimmage listo para el snap (el umpire) tiene que estar 12 yardas por detrás de la línea cuando se realiza el snap (en principio la norma decía que el número de yardas debía ser entre 14 y 17, pero tras el partido del Hall of Fame Weekend se redujo a 12 para agilizar el juego). Si el balón se pone en juego antes, se invalida la jugada y se sanciona al ataque con 5 yardas de penalización por illegal snap. La norma está pensada para proteger la seguridad de los árbitros, que no están físicamente preparados para recibir hostiacas y las reciben de vez en cuando (con la diversión que conlleva). En la práctica, la norma ralentiza el juego, dilatando el tiempo necesario para comenzar la jugada. Por ello, no se aplica durante los dos últimos minutos del segundo y último cuarto, cuando los ataques suelen tener más prisa y recurren más a la no-huddle offense. Sin embargo, si hay un equipo que utiliza la no-huddle, esos son los Colts. Leía hace tiempo en el Willybitorium la muy sarcástica infografía sobre Manning que os copio en el margen. Una de las maldades que dicen de él es que piensa que la línea de scrimmage es donde se ordenan las jugadas, y los huddles donde hablas sobre películas y otras movidas. Con todos los audibles (modificaciones sobre la jugada originalmente ordenada que hacen los quarterbacks en la línea de scrimmage en vista del posicionamiento de la defensa) que hace Manning en un partido, quién sabe hasta qué punto ese sarcasmo es verdadero. Volviendo al tema de la nueva norma, a los Colts les perjudica mucho porque usan muy frecuentemente el no-huddle, no solo cuando tienen que remontar y darse prisa en los últimos minutos de cada mitad, sino regularmente durante el partido para, por ejemplo, evitar que la defensa se organice o cuando se produce una jugada dudosa a su favor, para impedir que el entrenador rival pida un challenge. Precisamente esto les pasó en el último partido de pretemporada en Green Bay. Tras una recepción discutible que los árbitros habían dado como válida, se apresuraron para iniciar la siguiente jugada de modo que la anterior no fuese revisable. Se apuraron tanto que el árbitro no había llegado a las 12 yardas anteriores al punto donde estaba el balón y se les sancionó. El cabreo de Manning y de Caldwell era considerable. Ya se sabe, el que no llora no mama, y más les vale ir montando el pollo en pretemporada, cuando no se juegan nada, para que luego en los partidos de verdad el umpire se dé más prisa. Las quejas ya han surtido efecto: el asunto está en boca de todos. Peter King dedica la primera parte de su último Monday Morning Quarterback a esta cuestión, y en el Shutdown Corner ya hay dos artículos sobre el temita (este y este). Y parece que la NFL va a modificar la norma. Según los últimos rumores, bastará con que el umpire se sitúe por detrás del último jugador del ataque para que el snap pueda realizarse. ¿Se habría cambiado la norma si el principal perjudicado (o por lo menos, el que más se quejaba) fuese, pongamos, Jake Delhomme en vez de Peyton Manning?
Pues eso, que estando Manning al frente cómo vamos a apostar en contra de los Colts. Si es un psicópata del football, un obseso del ataque, que disecciona poco a poco a la defensa rival hasta aniquilarla en pedazos. Ah, pero cuando llegue el día en que Manning no esté, este equipo se va a la mierda. Estuve tentado a absurdamente predecir que Manning se lesiona gravemente y los Colts quedan últimos de división. Con todo lo excelente que es la gerencia de los Colts, no sé cómo pueden tener a un suplente tan inepto como Curtis Painter.
El cuerpo de receptores que tiene Manning a su disposición es espectacular. Y lo maneja a la perfección, como marionetas. Comentaba el pasado jueves Jon Gruden en el partido de pretemporada entre Packers y Colts (por cierto, qué gozada es escuchar los comentarios de este tío, aprendes una barbaridad) que pocas profesiones deben de ser más estresantes que la de receptor en los Colts. Si es que desde que te ordenan la jugada en el huddle, te la cambia catorce veces en la línea de scrimmage. Y es que todo (o al menos eso comentan sus receptores) lo que grita Manning significa algo. Como te despistes, la cagaste. Como adelantaba, los receptores de Indianápolis son excepcionales. Reggie Wayne, Pierre Garçon, Austin Collie, Anthony Gonzalez o el tight end Dallas Clark (principal objetivo de los pases de Peyton) son auténticos seguros de vida.
La línea ofensiva cumple. Manning recibió sólo 10 sacks la temporada pasada. Y eso es lo más importante, preservar la salud del líder. No sé hasta qué punto el bajo número de sacks se debe a al eficacia de la línea o a lo que se llama pocket awareness (¿conciencia en el pocket?), la capacidad de Manning para percibir cuándo llegan los problemas y reaccionar con rapidez. Este año habrá novedades. Tras las críticas del propietario de la franquicia al rendimiento de la línea en la Super Bowl, los Colts se han deshecho de Ryan Lilja. Aparte de Jeff Saturday, toda una garantía los Sundays, tampoco es que la línea sea excepcional, pero hace lo suficiente para que el ataque de los Colts funcione como Manning desea.
Terminaríamos el ataque hablando de algo que recuerda al vídeo de Ricky Martin: el juego de carrera de los Colts. Todo el mundo dice que conoce alguien que lo ha visto, pero nadie lo ha visto de verdad. ¿El equipo de Manning ataca por tierra? Si la respuesta es afirmativa, más que ante el vídeo de Ricky Martin estaremos ante el vídeo de Pedro Jota. Creo que es más este último caso: los Colts pueden correr, aunque el año pasado fueron el peor equipo de la liga en yardas de carrera. Total para qué, si no lo necesitan, ¿no? Joseph Addai, sin ser un running back de elite, es un jugador decente. Una primera ronda. También lo es su compañero de carreras, Donald Brown. Veremos si la temporada que comienza intentan percutir (bonito verbo) por tierra.
La defensa de los Colts me deja un poco frío. Puede que esté entre las diez mejores de la NFL, pero no me da sensación de seguridad. Vamos, que los equipos con un ataque potente (y hay muchos en la NFL) le pueden meter mano. Como el ataque, es bastante dependiente de que no haya lesiones, aunque en este caso de dos jugadores en vez de uno: Dwight Freeney y Robert Mathis, los defensive ends de la 4-3. Si Freeney no tiene problemas físicos en la Super Bowl, quién sabe lo que habría pasado. Sí, es deporte-ficción, pero probablemente Brees habría estado bastante más incómodo y quizá menos eficaz. En cualquier caso, la defensa no es una lacra.
Al par de jugadores citados, auténticos líderes de la defensa, puede unírseles Bob Sanders, un gran refuerzo para la secundaria. Sanders es un jugador que pega muy duro, aunque las lesiones le han pegado más duro a él. Decían el pasado jueves en el partido contra los Packers (donde, por cierto, jugó muy bien) que desde que es profesional se había perdido más partidos de los que había jugado. Con las dudas que genera su tendencia a lesionarse, podría ser una muy buena incorporación para una defensa aseada.
Cuando hablamos de equipos especiales muchas veces nos fijamos únicamente en sus cagadas. Digo esto porque al pensar en los equipos especiales de los Colts lo primero que me viene a la cabeza es el onside kick que les colaron en la Super Bowl. Vale que no es una cagada inexcusable, en el sentido de que fue algo totalmente inesperado en donde tiene más mérito el que lo hace bien (los Saints) que los que lo sufren, pero les cogieron totalmente desprevenidos. Este año deberán andar más espabilados. Comento esto por ponerles alguna pega, ya que en general los equipos especiales de Indianápolis son bastante correctos. Ahí está Adam Vinatieri a sus 37 años, y en cuanto al punter (Pat McAfee) y al juego de retorno... que estamos hablando del equipo de Peyton Manning, ¿eso realmente importa?
Finalmente, el calendario. Los equipos de la AFC Sur afrontan los calendarios teóricamente más duros de toda la NFL. El motivo es obvio: juegan seis veces entre ellos y todos acumularon muchas victorias la temporada pasada. Los que más, los Colts, que como no juegan contra sí mismos tienen el calendario en teoría más sencillo de la división y el décimo en dureza de la liga. Así pues, en este apartado, la ventaja teórica también es para los Colts. De todos modos, tres de sus cuatro primeros partidos serán fuera de casa, aunque no en estadios inexpugnables (Houston, Denver y Jacksonville).
Favoritos de división y candidatos, de nuevo, al anillo. Y qué largo me ha quedado su análisis, si decía que iba a abreviar. Lo intentaré con los otros tres.
Houston Texans. Cuando parece que por fin va a ser el año de los Texans, siempre terminan cagándola. Es un equipo que me gusta bastante, pero le faltan tablas. Son más tiernos que el Día de la Madre. Este equipo todavía no ha alcanzado su mayoría de edad. Y no lo hará hasta que no gane de una puñetera vez a los Colts. Nunca lo ha hecho, y ya es hora porque desde su fundación juegan dos veces por temporada. El año pasado lo tuvieron cerca en las dos ocasiones.
Lo mejor de los Texans, aparte de su logo y sus equipaciones, es su ataque aéreo. Que fue el mejor de la liga el año pasado, ahí es nada. Creo que el hecho de que estén en Houston hace que se infravalore, o no se tome en toda la consideración que debería, a algunos jugadores. No me refiero a Andre Johnson, que goza de una merecida excelente reputación, sino a Matt Schaub. Schaub no suele estar nunca en las discusiones sobre los mejores quarterbacks de la liga, sino en la "parte mediocre" de los rankings de la posición. En parte lo entiendo porque es un tío que no ha podido llevar a su equipo a playoffs hasta ahora, y cuenta con un socio de la categoría de Andre Johnson, para muchos el mejor receptor de la liga (a quien se atribuye la mayor parte del mérito) pero el año pasado fue el líder de la NFL en yardas de pase. Hay que valorarlo. Estamos, pues, ante un muy buen QB cuya asignatura pendiente es la postemporada, pero seguro que le llegará.
Schaub tiene unos socios de primera. Adelantaba el nombre de Andre Johnson, desde este verano el receptor mejor pagado de la liga, a iniciativa propia de los Texans. Aquí no hubo holdout. Ya pueden imponerle dobles coberturas, que el tío se las arregla para superar las 100 recepciones todas las temporadas. Además, libera espacio para otros receptores como Kevin Walter, David Anderson, Jacoby Jones o, sobre todo, el tight end Owen Daniels. Joel Dreessen será el suplente de Daniels, que últimamente ha tenido problemas de lesiones.
La línea, correcta pero no dominante, y con el juego de carrera pasa algo parecido a lo que hablábamos en el caso de los Colts. Los Texans tienen el mejor ataque aéreo de la NFL y el vigésimo noveno ataque terrestre. Arian Foster y Steve Slaton volverán a ser los corredores. No espero un cambio sustancial para el año que viene.
Si un equipo tiene un ataque tan bueno (el cuarto de la liga) y no llega a playoffs, los problemas deben de venir de la defensa. Sin embargo, la defensa de los Texans tampoco es un desastre. Es la décimo tercera de la NFL, aunque flojea más contra el pase (décimo séptima) que contra la carrera. La 4-3 de Houston tiene su punto fuerte en los linebackers, aunque deberán superar la baja durante los cuatro primeros partidos de Brian Cushing por sanción. El mejor novato en defensa de la temporada pasada dio una de las excusas más imaginativas para justificar su positivo en el control antidoping: que entrenaba muy duro. Toma ya. Afortunadamente Cushing no se gana la vida como abogado. Xavier Adibi sustituirá a Cushing durante su sanción. Junto a él, DeMeco Ryans y Zach Diles, dos buenos jugadores.
La contención de la carrera va bien, pero deben mejorar la defensa del pase. Mario Williams es un muy buen defensive end, lo mejor de la línea, que debe dar otro paso más para presionar más al pasador. La secundaria no pasa de correcta y debe mejorar. A ello debe contribuir el novato de primera ronda Kareem Jackson y el jugador de segundo año Glover Quin. En cualquier caso, necesitan mejorar.
Los Texans tienen un problema en los equipos especiales. Concretamente con su kicker. El año pasado Kris Brown completó una temporada lamentable: falló 11 field goals, algunos de ellos decisivos. Los fallos de Brown costaron partidos. Llega otro kicker que la cagó en un momento decisivo para competir con Brown por el puesto: Neil Rackers. La cagada de Rackers no tuvo consecuencias, ya que los Cardinals ganaron en la prórroga a los Packers, pero cómo olvidar la relativamente sencilla patada que falló, encima en un dome, y que permitió que el inolvidable partido de Wild Card llegase a la prórroga. Como no arreglen su problema con los kickers, los Texans volverán a tener disgustos. Por ahora, ninguno ha fallado en pretemporada, 8 de 8. Con el punter, Matt Turk, no tienen tantos problemas.
Por último, el calendario: el más duro de toda la liga, empatados con los Titans. Teórica desventaja en este apartado. Si quieren madurar, qué mejor ocasión que ante estos rivales. Los Steelers ya ganaron la Super Bowl hace un par de temporadas tras tener el calendario más complicado, quién sabe si los Texans podrán crecerse ante esta adversidad.
¿Será este el año en el que, por fin, los Texans alcancen la mayoría de edad? No lo descartemos. Si mantienen el nivel en ataque, mejora un poco su defensa y su kicker no la caga, puede que su temporada dure más de dieciséis partidos.
Tennessee Titans. Hasta ahora, el único equipo que ha discutido la supremacía de los Colts en el sur han sido los Titans. La temporada pasada les lastró su pésimo inicio, tan malo como bueno fue el de la temporada anterior. Este año me parecen un equipo muy peligroso. Ya no habrá dudas en el puesto de quarterback, aunque Vince seguirá disfrutando de juergas nocturnas (la noche es Young). Si los Colts y los Texans se caracterizan por su excelente ataque aéreo y flojo juego de carrera, a los otros dos equipos de la AFC Sur les pasa lo contrario: su fuerte es la carrera, el juego de trincheras.
No, no puedo hacerlo. Cómo voy a empezar el breve análisis de los Titans hablando del quarterback. Sería una falta de respeto a la estrella y alma de este equipo, Chris Johnson. CJ hace de todo. Prueba de ello, su récord en yardas totales la temporada pasada. No es sólo un corredor puro, sino también una amenaza como receptor (50 recepciones para más de 500 yardas son buena prueba de ello). Supongo que habréis leído las supuestas propuestas de carreras entre CJ y Usain Bolt. Buena campaña de publicidad para Johnson. Tras un aborto de holdout esta offseason, CJ comandará de nuevo el ataque de Tennessee.
A pesar de la expectación creada en torno a él, y de su voluntad de seguir batiendo récords, creo que los Titans deberían diversificar un poco su ataque. Nunca es bueno depender en exceso de un jugador, porque las lesiones en la NFL son muy frecuentes, pero cuando estamos ante running backs, los altibajos son más habituales que en otras posiciones. Que no lo quemen, porque aunque el chico es joven, puede acusar el sobreesfuerzo. Por eso, y como creo que Jeff Fisher es un tío inteligente, preveo menos carreras de CJ la temporada que viene. Con ello no quiero decir que no vaya a seguir siendo un jugador demoledor para las defensas, sino que sus números individuales no deben de ser tan estratosféricos como el año pasado. Javon Ringer debería asumir un mayor protagonismo en el juego de carrera para dar descanso a CJ.
Hay que reconocer también la buena labor de la línea ofensiva. ¿Hasta dónde llega el mérito del corredor y hasta dónde el de la línea cuando un equipo corre bien? Pues no lo sé, pero está claro que el mérito es compartido. Los Titans tienen una muy buena línea a la que se une en la labor de bloqueo el fullback Ahmard Hall. La línea sabe abrir camino a la carrera y proteger al quarterback. El año pasado concedieron 15 sacks, buena cifra.
Si el juego de carrera es estelar, el de pase tampoco me parece despreciable. Evidentemente, carece de una estrella de la talla de CJ, pero creo que Vince Young es un buen quarterback. De cabeza no anda sobrado, pero ahora que tendrá la confianza del entrenador desde principio de temporada creo que puede cumplir bien. Curiosamente otra de las virtudes de Young es su habilidad para correr. Es el sino de los Titans, Run To Daylight. Cuando está con confianza, Young es capaz de lo mejor. Me refiero a esto:
Nate Washington y Justin Gage, los receptores titulares, tienen ya el culo pelao (¿qué expresión es mejor para describir que una persona tiene experiencia, "tiene el culo pelao" o "tiene los huevos negros"? la segunda quizá resulta un tanto desagradable) de recibir balones, pero no son los wideouts más fiables de la NFL. Seguro que Kenny Britt, primera ronda el año pasado, tiene más oportunidades. El novato de tercera ronda Damian Williams aportará profundidad a la unidad. Los tight ends Bo Scaife y Jared Cook, también ayudarán a mejorar el pase.
En cuanto a la defensa, los Titans tienen un grave problema: son incapaces de defender el pase. Repitamos por enésima vez que hoy en día la clave del éxito de un equipo está en su juego de pase. Vamos, que es una guerra de "a ver quién pasa más", y ahí Tennessee sale perdiendo. Los Titans fueron el peor equipo de la AFC defendiendo el pase. Si no mejoran en este apartado, en una división con Colts y Texans, están abocados al fracaso.
Los malos resultados defendiendo el pase la temporada pasada resultan un tanto sorprendentes teniendo en cuenta que los safeties Chris Hope y Michael Griffin y el cornerback Cortland Finnegan fueron elegidos para la Pro Bowl en 2008. Si este año vuelven a un nivel parecido, los Titans lo agradecerán.
La línea no está para tirar cohetes. No cabe duda de que, por muy despreciable que sea como persona, ha notado mucho la baja de Haynesworth, y quién sabe si también notarán la de Kyle Vanden Bosch. La línea genera muchas dudas y el cuerpo de linebackers no pasa de mediocre. Menudo panorama defensivo.
Los equipos especiales no fallan en Tennessee, fieles a la tradición (lo digo por el Music City Miracle). Tienen un muy buen kicker en Rob Bironas y un punter que cumple en Brett Kern.
Adelantaba cuando hablábamos del calendario de Houston que Titans y Texans comparten el honor de tener los rivales más duros de toda la liga. Dentro de lo que cabe, los Titans tienen un comienzo algo más suave, ya que sus dos primeros partidos son en casa contra Oakland y Pittsburgh (sin Roethlisberger).
Jacksonville Jaguars. Si hay unos apestados en la NFL, esos son los Jaguars. Escoria maldita. Según Forbes, cuyas valoraciones de franquicias de la NFL están recién salidas del horno, el equipo menos valioso de la liga. El objetivo preferente, junto a los Vikings, de las ciudades que quieren robar una franquicia. ¿Los Angeles Jaguars? ¿Las Vegas Jaguars? ¡No, yo quiero una franquicia en Albuquerque!
Estadio vacío, mercado "pequeño", oscuro futuro el de los Jaguars en Jacksonville. Su plantilla tampoco es para tirar cohetes, pero a pesar de todo, el año pasado hicieron un papel más que digno.
Igual que en el caso de los Titans, el análisis de los Jaguars debe comenzar por su corredor estelar, Maurice Jones-Drew (MJD). No es CJ, pero MJD es uno de los grandes. A mí me encanta. Un tío bajito pero duro como una piedra, que va minando sin cesar a las defensas rivales. Él fue el principal artífice del relativo éxito de los Jaguars la temporada pasada. MJD también colabora con el juego de pase, tanto como receptor como de bloqueador. Un jugadorazo.
Al mando del ataque está David Garrard. Garrard es uno de los fieles exponentes de la mierda en la que se ha convertido la Pro Bowl en los últimos años. Que Garrard, un quarterback mediocre, esté en ese partido, es un auténtico fraude a lo que debería ser. Por no enumerar los QBs que son mejores que él, pensemos en QBs titulares de la AFC peores... Mark Sanchez, Trent Edwards, ¿Jake Delhomme? y ¿Chad Henne? Sanchez y Henne deberían mejorar a Garrard en el corto-medio plazo, y Delhomme no tengo tan claro que sea pero que el Jaguar (esta pretemporada, con todas las precauciones que hay que tomar en pretemporada, Delhomme parece volver a sus mejores tiempos). Madre mía, qué basura es la Pro Bowl. Creo que lo anterior es suficiente para que sepienso de Garrard.
En descargo de Garrard hay que decir también que los receptores de los Jaguars no son los mejores de la NFL. Tienen a Mike Sims-Walker, un muy buen jugador que explotó la temporada pasada, pero a su alrededor no hay mucho más. Mike Thomas puede ser el número 2, ya que parece que ha hecho buenas migas con Garrard durante el training camp y puede beneficiarse del exceso de atención que se preste a Sims-Walker. Del tight end titular, últimamente renqueante, me encanta su nombre: Marcedes Lewis. Lewis, una elección de primera ronda en 2006, es también un buen bloqueador, colaborando al éxito de las carreras de MJD.
La línea cumple, y cuenta con jóvenes en la posición de tackle que todavía deben mejorar, aunque los principales problemas vienen en la zona interior, donde la veteranía y la mediocridad son preocupantes.
En cuanto a la defensa, su principal problema venía siendo la presión al pasador. Llega un ex-Packer, el bueno de Aaron Kampman, que seguro que funcionará mejor en la 4-3 de Jacksonville que el año pasado, el primero de la 3-4 que Dom Capers implantó en Green Bay. Otra novedad destacable es el novato de primera ronda Tyson Alualu. Ellos dos, y un Derrick Harvey con más experiencia deben incrementar la eficiencia en la presión al pasador de los Jaguars. Terrance Knighton completa la línea titular.
Detrás de la línea, los Jaguars también obtuvieron refuerzos. En el día del draft, se hicieron con Kirk Morrison a cambio de una cuarta ronda. En los extremos, estarán Justin Durant y Daryl Smith, correctos pero ninguna maravilla.
La secundaria también debe mejorar. Por debajo de la media de la liga. Manning no ha tenido excesivos problemas para destrozarla. Reggie Nelson deberá centrarse y justificar su elección en primera ronda. Además, termina contrato, más le vale. Mathis y Cox, en los corners, simplemente cumplen. Mediocres.
En cuanto a los equipos especiales, el kicker, Josh Scobee estuvo muy fallón el año pasado, aunque muchos de los errores vinieron desde más allá de la yarda 50. El punter, Adam Podlesh, las deja un poco cortas, pero la cobertura es muy buena, la que menos yardas de retorno permite. Ah, MJD también retorna, aunque deben limitar su uso para no quemarlo.
Finalmente, el calendario de los Jaguars es teóricamente algo más fácil que el de Houston y Tennessee, aunque no demasiado. Afrontan el quinto más duro de la NFL. De los cuatro primeros, tres en casa.
Mi absurda predicción final. Dividamos la predicción en dos escenarios. Si no se lesiona el 18 de los Colts, gana Indianápolis la división, con Houston y Tennessee muy igualados por detrás; los Jaguars son últimos. Si se lesiona el 18 de los Colts (y por "se lesiona" quiero decir que se pierde al menos cinco partidos, Houston y Tennessee son primeros (quién sea primero dependerá de si se han enfrentado a los Colts con o sin el 18), los Jaguars terceros y, si Manning se pierde más de media temporada, los Colts últimos.
Ya solo queda la AFC Este y la recapitulación de la AFC. Entretanto, intentaré usurpar espacio en algún otro blog.
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Raro será que se le escape la división a Indy. Ya no solo por Manning, es que detras hay un equipazo. Casi podrian ganarla hasta con Painter de titular.
ResponderEliminarSi ademas tuvieran entrenador ya seria la ostia.
Gracias por el link, y muy buena la previa. No te negaré que me las leo en 3 o 4 veces, pero en esta el tamaño ya se hacía más llevadero. :)
ResponderEliminarMe gusta tu predicción de los dos escenarios. El único problema es que Manning no se ha perdido un partido en toda su carrera...
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