lunes, 20 de septiembre de 2010

Plácido domingo, jodido lunes: jornada 2

Llegaba la segunda jornada de NFL con urgencias inesperadas en muchos equipos. Solo había pasado una semana, pero algunas franquicias parecían haber tirado por la borda todas sus esperanzas. Los Jets ya eran una mentira, los Colts parecían haber llegado al manido fin de ciclo y el experimento T.Ocho perpetrado por los Bengals era un fracaso. Ah, los Patriots volvían a ser los de 2007. Una jornada nos resultaba más que suficiente para llegar a tales conclusiones.

Veamos si el plácido domingo ha refrendado tan concluyentes conclusiones.

Hacía tiempo que no ponía música. Desolate City, una canción que me gusta mucho. De Gluecifer:



Qué pude ver. Esta vez el fútbol se impuso al football en la tele grande. De 7 a 9 de la tarde, el Atleti-Barça en la tele y la NFL en el ordenador. Con todo, la verdad es que ayer pude seguir con mayor detalle más partidos que en la primera jornada. La pantalla del ordenador, dividida en cuatro ventanas: parte superior izquierda, Packers-Bills; superior derecha, NFL RedZone; inferior izquierda, Titans-Steelers; e inferior derecha, Vikings-Dolphins. En cuanto terminó el fútbol, el Titans-Steelers se fue a la tele y su lugar lo ocupó el Cowboys-Bears. En la sesión de las 22.15, Jets-Patriots en la tele y alternancia de RedZone y Redskins-Texans en el ordenador, sin pantalla partida. El Jets-Patriots comenzó en Sportmanía con un ligero diferido de unos 5 minutos, debido al intento infructuoso de Music City Miracle II de los Titans, lo que me obligó a cerrar el RedZone por unos momentos. El final del Washington-Houston, prórroga incluida, también lo vi entero. En cuanto al Sunday Night, me levanté a las 5 de la mañana para no perderme el final de la Manning Bowl, pero al ver el marcador, 38-7, volví rápidamente a la cama, que hoy tocaba madrugar. De la esperada Manning Bowl, solo highlights y crónicas.

El vomitorio. Esta semana no ha habido una polémica semejante a la no recepción de Calvin Johnson. De hecho, la jornada no nos deja ninguna historia o polémica especialmente vomitoria ajena a lo estrictamente deportivo. De lo que más se ha escrito hasta el momento es del Jets-Patriots. De la transformación del ataque de los Jets, de cómo Mark Sanchez, muy sorprendentemente para casi todos, superó a Tom Brady en su duelo particular y, en el otro lado, de cómo el ataque de los Patriots fue incapaz de superar a la defensa de los Jets en la segunda parte.

En general, creo que la historia de este fin de semana ha sido el "desmentido" de muchas de las prematuras conclusiones que habíamos alcanzado en la primera jornada: que estos Patriots no son los invencibles de 2007, que los Jets no están muertos y tienen ataque, que los Bengals también tienen intactas sus opciones, y que mientras Peyton Manning sea el quarterback de los Colts resulta temerario hablar de fin de ciclo. Ha sido, pues, la jornada de las anticonclusiones.

En cualquier caso, pensándolo fríamente, lo escrito y dicho tras tan solo un partido no dejaba de ser un poco absurdo. Un partido. ¿Cómo vas a llegar a conclusiones después de un mísero partido? Un día bueno o malo lo tiene cualquiera, hace falta más. Y por un partido, un primer partido, una temporada no se echa por la borda.

Admito que soy el primero que me creía algunas de las conclusiones. En el partido de New Meadowlands me parecía imposible una victoria de los Jets. Imposible. ¿Cómo iban a responder los Jets a los veintimuchos puntos que aseguraba el ataque de New England? No, no podían. Con ese amago de quarterback que tienen al mando del ataque, con suerte llegarían a la decena de puntos, pero por muy buena que fuese su defensa, jamás podrían plantar cara a los Brady, Moss o Welker. Y durante la primera parte pareció que iba a ser así. Pero en la segunda todo cambió. Toma ya. Zas, en toda la boca.

En cuanto al resto de las conclusiones, he de decir que no creía que los Colts hubiesen llegado ya al fin de ciclo ni que los Bengals estuviesen muertos (de hecho, apostaba por ellos en el duelo frente a los Ravens en las quinielas en las que participo).

Conclusión tras la segunda jornada: paciencia. Ni los Vikings están ya muertos (sobre todo teniendo en cuenta que sus rivales más duros son los del inicio de temporada; en el tramo final el calendario se suaviza considerablemente), ni la temporada de los Cowboys será necesariamente un nuevo fracaso (recordemos que el penúltimo anillo de los Chicos Vaca se produce en 1993 tras comenzar la regular season 0-2 --eso sí, les faltaba un tal Emmit Smith, que las dos primeras jornadas andaba de holdout--).

No, no voy a hacer ningún chiste sobre Vick y los perros.
El vomitorio para los días venideros, y que lo ha sido en cierta medida la semana pasada, será la polémica sobre el quarterback titular de Philadelphia. Kolb ya está recuperado de la conmoción que sufrió en el primer partido contra los Packers y Andy Reid ha anunciado que volverá a la titularidad el próximo fin de semana. Ello a pesar de que el rendimiento de Michael Vick ha sido más que notable. La mayoría de voces defienden la permanencia de Vick y el rendimiento del equipo mientras ha estado en el campo lo refrenda, pero parece que Reid no tiene pensado modificar los planes con los que comenzó la temporada. No le esperan pocos quebraderos de cabeza al orondo y entrañable head coach de los Eagles. Entre esto y lo que está haciendo McNabb en Washington, vomitorio asegurado en Philadelphia.

Premio Ana Blanco (la vida sigue igual). No sé, empiezo a plantearme si tiene sentido que este galardón se otorgue con periodicidad semanal. Siempre habrá cosas que no cambien, como que Troy Polamalu vale tanto o más que el seguro de su pelo o que Manning es Peyton y su hermano es el hermano. Además, esta sección se solapará muy frecuentemente con otras. Por ejemplo, Polamalu puede estar aquí, pero también debe estar en The first Ramones album.

¿Qué os parece si le damos el premio a las franquicias que tuvieron el honor de realizar las dos primeras elecciones del draft esta temporada? Sí, aunque sus equipos tienen bastante mejor pinta que el año pasado, y desde luego muchos de sus jóvenes dan motivos para la esperanza a medio plazo (qué me decis de Jahvid Best), Rams y Lions comienzan 0-2. Compitiendo, sí, pero con el habitual balance tras las dos primeras jornadas. Seguro que dan más de algún susto esta temporada, no pierdan la fe.

Premio Armin Tamzarian (la vida cambia). En menos de siete días, Mark Sanchez ha pasado de ser el quarterback mediocre de siempre (siendo generosos) a ser un quarterback competente. Pero no nos precipitemos otra vez. El de ayer fue un cambio radical, sí. Sanchez hizo el mejor partido de su corta carrera. 21/30, 220 yardas, 3 TD. Como decía ayer Bill Simmons en Twitter, "Tom Brady just got outplayed by Mark Sanchez. I feel like my whole life has been a lie". En efecto, menudo cambio. De todos modos, igual que hicimos mal en sacar conclusiones la semana pasada, tampoco debemos fiarnos de lo visto ayer.

La temporada pasada, este pase habría
sido interceptado.

No obstante, creo que debemos otorgar este premio a Jay Cutler. Cómo han cambiado las cosas de un inicio de temporada a otro. El Cutler de 2010 sí parece lo que los Bears habían comprado en 2009. La llegada de Mike Martz como coordinador ofensivo parece que le ha sentado muy bien. Los Bears están 2-0. Tras un primer triunfo muy polémico, dan la sorpresa en el rancho de Jerry Jones. No les faltó su dosis de suerte en forma de field goal fallado, pero, a lo que íbamos, nada ensombrece el partidazo de Cutler. 21/29, 277 yardas, 3 TD. Cuando los Bears enviaron a Orton y varias elecciones del draft a Denver, esperaban que Cutler rindiese a un nivel como este.  Mayor mérito tiene la actuación de Cutler si tenemos en cuenta que la línea ofensiva de los Bears no está al nivel que debería. La semana que viene, el partido más repetido en la historia del fútbol americano profesional. Chicago-Green Bay. Clay Matthews acecha.

En el apartado colectivo, la distinción iría destinada a dos equipos cuyas iniciales son dos y no tres y cuyo topónimo se compone de dos palabras. TB y KC. Me comentaba hoy un colega bucanero que la franquicia de Florida no comenzaba la temporada con dos victorias desde 2005. Y que el año pasado a Freeman le interceptaron 5 veces frente a Carolina. Ayer 102 puntos de rating y 43 yardas de carrera. No obstante, abundaremos en la idiosincrasia de estas escuadras en el apartado reservado al Peperoni. Eso sí, ¿cuántos apostabais por que el Bucs-Steelers de la semana que viene fuese a ser un duelo de invictos? No me perderé ese partido. Aficionados de ambos equipos se encargarán de amenizarlo en mi salón. Ya están preparadas la Terrible Towel y las banderas (un poco cutrillas, eso sí) de los Buccaneers para presidir tan magno evento.

Ah, sí, que no se me olvide. Si los Texans demostraron la semana pasada que ellos también podían correr, esta jornada lo hicieron los Colts. 92 yardas de carrera para Joseph Addai y 69 para Donald Brown. ¿Los Colts corriendo? ¿Qué será lo próximo, Telecinco emitiendo un documental?

Premio Javier Sotomayor (al salto de altura). Ni va a ser un premio que vaya a otorgar todas las semanas ni se lo otorgo a ningún jugador de la NFL, pero vi este vídeo el pasado viernes por el Interné y decidí meterlo como fuera en el blog. No os lo perdáis. Lo gracioso no es el error en el snap, sino la acción por la que comparo al protagonista con la persona que da nombre a este premio.


Peperoni (¡sorpresa!). No insistiré en la sorpresa que para mí ha sido el partido de los Jets y en particular la segunda parte. Pasemos de página. Démosle el premio, ex aequo, a dos equipos por los que muy pocos a estas alturas apostarían como invictos: Tampa Bay Buccaneers y Kansas City Chiefs. ¿Ex aequo? ¿Cómo que a los dos por igual? Venga, vale, decantémonos por uno: premio para Tampa. Porque por los Chiefs algunos ya apostaban como equipo revelación de la temporada y porque su victoria sorprendente se produjo en casa (y Arrowhead es mucha casa) y en unas condiciones meteorológicas excepcionales. Ambos equipos tienen en común la fortuna de jugar contra los Browns, aunque ninguno de los dos los derrotó con holgura. La victoria de los Bucs en Carolina, muy meritoria. Algunos augures, y Peter King en particular, predecían que los Buccaneers no conseguirían más de dos victorias en toda la temporada. "Tell Peter King we already got our two wins" decía ayer Ronde Barber. Pues eso. Que en el momento en el que escribo estas líneas los Buccaneers son los líderes de una de las divisiones más duras de la NFL, la NFC Sur, con 2 victorias y ninguna derrota. Los Saints pueden igualar el registro en pocas horas, eso sí.

Mención especial para los Bears. No optan al premio porque son un equipo con mucho talento y su primera victoria se produce gracias a la ignorancia de Calvin Johnson (cada día estoy más convencido de que, por muy absurda que sea la norma, que lo es, Johnson tiene buena parte de culpa), pero sus dos victorias me preocupan como aficionado de Green Bay.

Igual pero al revés, sorprende que Dallas esté 0-2. Redskins y Bears no son los rivales más duros que te puedes encontrar. Los otros teóricos gallitos con el casillero de victorias a cero tienen mayor coartada. Me refiero a Minnesota. Aparte de que su quarterback está de pretemporada (porque le ha dado la gana y se lo han consentido, eso sí), han sufrido las bajas de importantes receptores y sus rivales no eran peritas en dulce. Perder en Nueva Orleáns entra dentro de lo normal, y hacerlo contra los Dolphins, un equipo muy duro, entra dentro de lo posible.

The first Ramones album (lo mejor). En el plano colectivo, qué partidazo el Redskins-Texans. Los aficionados de los Skins estarán decepcionados por perder un partido que tuvieron tres veces prácticamente ganado. Incluso Moisés Molina llegó a decir que los Redskins tenían ya 2 victorias (bueno, Andrea le paró los pies rápidamente, ya que sólo ganaban por 10 puntos y quedaba casi toda la segunda mitad por jugar). Pero cuando ganaban por 17 puntos en el tercer cuarto; cuando los Texans estaban en 4.ª y 10 quedando menos de dos minutos (y Matt Schaub sometido a una intensa presión) y cuando su kicker pateó el field goal interruptus en la prórroga, pocos habrían apostado por la victoria tejana.

Aunque Matt Schaub y Andre Johnson son dignos acreedores de esta distinción en el plano individual, se la daré a su head coach, Gary Kubiak. Por pedir un tiempo muerto cuando más duele. Justo cuando ese manojo de nervios que es el kicker rival se dispone a patear el field goal decisivo. El primer intento fue invalidado por el tiempo muerto solicitado instantes antes del snap. Ese primer intento había tenido éxito. En el segundo, en el que valía, la patada fue wide right. Qué listo, Kubiak. O dicho de otro modo, qué cabrón. Aquí lo tenéis:


También McNabb merece una mención en esta sección. Qué gran idea, gerencia de los Eagles, traspasarlo a un rival divisional. En fin. Ni es la primera vez que pasa ni será la última. Los Redskins van a dar mucha guerra este año. Tienen quarterback. El rival de McNabb en la distancia, Matt Schaub, se quedó a 3 yardas de logar entrar en el club de las 500. 497 yardas. No está mal. Aclaro: digo rival en la distancia porque los quarterbacks nunca se enfrentan directamente. Por eso no logro entender por qué el hermano mayor de los Manning decía que no podía ver el Colts-Giants. Joder, si uno atacase y otro defiendese lo entendería, porque tiene que ser duro ver cómo un hermano atiza al otro (aunque, por otro lado, quién no se ha peleado alguna vez con sus hermanos), pero en un partido en el que no coinciden nunca en el campo no entiendo tal sentimiento. Si estuviese en su lugar, desearía que anotasen en todos los ataques. En fin.

En respuesta a las presiones recibidas por medios telemáticos, destaco también a Josh Freeman. Reconozco queno tenía mucha fe en él. De hecho, creo que salvo a Trent Edwards, habría elegido para mi equipo a cualquier otro QB titular de la NFL. Para este año, eso sí. 22 años Freeman, 23, 24 y 25 sus receptores. Si a tan tierna edad consiguen victorias, mucho cuidado con ellos cuando maduren. Bueno, no termino de creerme lo que escribo. Lo siento, pero Browns y Panthers no son los rivales más duros que uno puede tener (aunque esperaba mucho más de Carolina). Si ganan a los Steelers reconsideraré mi visión de estos Bucs.

No es Rafa Nadal. Se nota porque Clay no está tan moreno.
Al otro lado del campo, desde el punto de vista defensivo, dos son los acreedores del galardón. El mejor de la jornada, individualmente, Clay Matthews. Otra vez. 3 sacks. Con los 3 que consiguió en la primera jornada lleva 6. Menuda bestia. Matthews se ha convertido en la pieza clave de la defensa de Green Bay. Ni Woodson ni hostias, este tío es la leche. Como dije la semana pasada, a pesar de perderse toda la pretemporada y no estar en su mejor forma física (¿puedo decir esto en vista de la foto de la izquierda?) Matthews está a un nivel estelar.

En cuanto al colectivo, la defensa de los Steelers. Qué espectáculo. Pobres Titans. Pobre Vince Young. La Steel Curtain ha estado a la altura del desafío que supone competir sin quarterback. El ataque de los Steelers a día de hoy es prácticamente nulo. Ayer terminó jugando el cuarto quarterback. Con Big Ben sancionado, Leftwich lesionado (y cortado) y Dixon lesionado durante el partido ayer, Batch tuvo que ser el encargado de darle el balón al corredor. Así es difícil correr, cuando la amenaza de pase es casi inexistente. La defensa Steeler se creció y pese a conceder un par de oportunidades de remontada a Tennessee en los dos últimos minutos de partido, resistió y humilló al ataque de los Titans. ¿Chris Johnson? No me suena, ¿es bueno? Al frente del ataque, Polamalu. Big Ben no es el líder de este equipo. Los números son contundentes: el importante es Polamalu. Cuando está, los Steelers son casi invencibles. Si falta, puede pasar de todo. Los que se reían de Peter King cuando apostaba por los Steelers como ganadores del anillo seguro que ahora no ven tan descabellada esa apuesta.

La mejor jugada de la jornada desde un punto de vista meramente estético (digo "meramente estético" porque al final no sirvió de nada) fue la recepción a una mano para touchdown de Randy Moss. Una obra de arte. Algún malpensado me decía hoy que a lo mejor Revis se hizo el lesionado tras ver el desenlace de la jugada. Qué malpensado, ¿no?


Sandinista (lo regulero). Nunca he sido un gran fan de Joe Flacco. Dije en su día que es un quarterback que me deja muy frío. En sus dos primeras temporadas tenía doble coartada: que era novato (o casi, en la segunda) y que carecía de receptores de nivel. Eso, unido a que el juego de carrera de los Ravens era de los mejores de la NFL, servía de excusa para Flacco. Esta temporada sus coartadas ya no valen. Inicia su tercera temporada como titular de la franquicia de Baltimore. Ya no es un novato. Y cuenta con unos receptores de primera categoría: Boldin y Houshmandzadeh dan un salto de calidad importante al juego de pase. Por ahora, ni frío ni calor. No podemos hablar de fracaso (paciencia, recordemos) pero tras dos jornadas el ataque de los Ravens ha logrado anotar 20 puntos, 10 en cada partido. Un aspirante al anillo no puede permitirse esos guarismos. Contra los Jets les salvó la ineptitud ofensiva de Sanchez y sus secuaces; contra los Bengals ni el mediocre rendimiento del ataque de Cincinnati les salvó. Aplíquese, Flacco. A pesar de la victoria, también metería aquí a Palmer y a T.Ocho. Por ahora, mucho ruido y pocas nueces.

¿A la NFC Oeste, en bloque, la metemos aquí o en Pignoise? Venga, dejamos a esa tropa aquí, que los Niners todavía pueden defender el honor de la división. No tiene pinta de que los miembros de este selecto club vayan a ganar muchos partidos, aparte de los que les enfrentan entre sí. Por ahora, los Cardinals han caído estrepitosamente contra los Falcons y los Seahawks perdieron en Denver ante los poco temibles Broncos. No hace falta recordar lo que hizo San Francisco en Qwest Field la semana pasada para imaginarse lo que puede suceder esta madrugada. Dicho esto, San Francisco destrozará a los Saints.

Te creemos, Brett, te creemos. Un Wrangler guy.
Pignoise (lo peor). Decía Zanoni ayer que era un mal día para "las figuras". Se refería a Favre y a Brady. Pues sí. El mal día de Favre comenzó antes del inicio del partido contra los Dolphins. La gente, que es muy malvada. Como muchos sabréis, y si no os lo cuento, Favre es la imagen publicitaria de los pantalones vaqueros Wrangler. "I'm a Wrangler guy. Always have been, always will be. I was wearing Wrangler long before I went pro and I've stuck with them ever since ... I gotta say, nothing beats Wrangler comfort". Aunque todos sabemos que pocas personas tienen menos credibilidad que Brett Favre, no deja de sorprender que un tío que declara su amor eterno a esos jeans se deje ver con los de otra marca. Un poquito de cuidado, hombre. Que nadie se cree que las madres de Villa o Ronaldinho les diesen desde pequeños natillas Danone, perdón, Danet, pero no cuesta nada seguir un poco el paripé. Esta metedura de pata fue solo la primera de unas cuantas.

Quizá el training camp vale para algo. Quizá no se trata de un capricho de los entrenadores. Quién sabe. El año pasado el maestro de la elusión de los entrenamientos de no- y pre- temporada (ríanse de Romario) no acusó apenas esta falta de preparación. Esta temporada quizá le hubiese convenido lanzar pases a sus compañeros en los Vikings en vez de a los chicos del instituto de su pueblo. Nunca lo sabremos. Lo cierto es que el 4 perdió ídem balones en el partido de ayer (tres intercepciones y un fumble). Uno de esos turnovers (¿debería decír "esas turnovers"? probablemente, pero en el Plus hablan de turnovers en masculino y me gusta como queda) acabó costando el partido a Minnesota. Hablo del fumble en la propia end zone vikinga. Empiezan a afilarse los cuchillos por Minneapolis. Cierto corredor estrella reclama protagonismo. Comprensible el cabreo. El cuarentón le apartó del estrellato y mientras él recibía reprimendas por no ir a los entrenamientos de pretemporada, al 4 no le dedicaban más que mimos. En cualquier caso, como fichen a Vincent Jackson (como aficionado de los Packers he de decir: por favor, que no lo hagan), mucho ojito con los Vikings.

El ataque de Tennessee también merece su lugar en este apartado. Cómo han cambiado las cosas de una semana a otra. El principal damnificado de la masacre perpetrada por la defensa de los Steelers fue Vince Young. A su pésimo partido se le unió el decente rendimiento de Kerry Collins (aunque también fue víctima de las iras de la defensa Steeler consiguió un TD, la conversión de 2 puntos y envió un pase a la end zone que si no es por el buen trabajo de la secundaria de Pittsburgh habría terminado también en TD). Quarterback controversy en Tennessee. Chris Johnson completó uno de sus peores partidos en la NFL: 16 carreras, 34 yardas. Se rompió así su racha de partidos consecutivos de al menos 100 yardas.

Cerramos este apartado con otros quarterbacks en apuros: Matt Moore, que tuvo que dejar ya paso a Jimmy Clausen; Jason Campbell, que vio como los Raiders con Gradkowski al mando superaban a los Rams; y Trent Edwards, que no pudo hacer mucho ante la defensa de los Packers. En el caso de Edwards, el head coach de los Bills ya ha anunciado que la semana que viene el QB titular será Ryan Fitzpatrick. Semana difícil para todos ellos y para Kolb y Delhomme, que aunque no jugaron esta jornada ven también seriamente amenazada su titularidad.

Ah, se me olvidaba. No tiene nada que ver con la NFL, pero no podía dejar de hablar de esto. El viernes pasado fui a ver El Americano, la última de George Clooney. Quizá su factura técnica es impecable. No lo sé. De lo que estoy seguro es de que nunca me había aburrido tanto en un cine. Alguien hizo un amago de aplaudir cuando terminó la proyección. Los demás espectadores nos reímos. Quedáis avisados.

Esta madrugada, 49ers-Saints en Candlestick Park. Despertador puesto a las 5.00 para ver el final.

Actualización de madrugada del martes. Insistía Andrea Zanoni cuando los Niners empataban a falta de un minuto para el final del partido en que quizá habían logrado igualar el marcador demasiado pronto. Casi 30 segundos les sobraron a los actuales campeones para entrar en field goal range. Hartley hoy no falló, a pesar de que los Niners estuvieron a punto de bloquear su patada, y los Saints se llevaron la victoria con el segundero a cero. Muy mala suerte para San Francisco, cuya imagen fue mucho mejor que la de la semana pasada. Las pérdidas de balón, cuatro, les condenaron. A pesar del 0-2, creo que siguen siendo los principales favoritos para llevarse la NFC Oeste. Por parte de los Saints, Brees a lo suyo: 28/38, 254 yardas y 2 touchdowns, incluido un drive final perfecto para ganar el partido. Segunda victoria sufrida de New Orleans. Mereció la pena levantarse para ver el último cuarto. Me vuelvo a la cama que aún me quedan un par de horas para dormir.

3 comentarios:

  1. Fantastico resumen!!!

    Joder, a mi me cuesta prestarle atencion ya a un partido en la tele y otro en el ordenador y tu miras de a 4... (ventajas de buenas conexiones a internet que aun no llegaron a Argentina donde la maxima es de solo 3megas...)

    Bueno, con vick ya confirmado al ataque y sabiendo que Peyton es el verdadero Manning esperaremos la prox jornada.

    Abrazo

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  2. Jaja, no hay semana que no te metas con Favre. Lástima que Rodgers no me dé motivos para hacer lo mismo.
    Buen artículo!

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  3. No te había dicho nada la semana pasada, pero esta ya mi conciencia no me deja tranquilo si no te lo digo tus resúmenes semanales son los mejores, realmente brillantes, bueno para que no se te suba a la cabeza, los nombres de los premios excepto el de Armin Tamzarian son horrorosos, es que no me pega Ana Blanco con el fútbol americano, ni sandinista, etc. vamos pero eso es cuestión de gustos, ya sabes que a mi me gusta mear en el tiesto correspondiente.

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