martes, 28 de septiembre de 2010

Plácido domingo, jodido lunes: jornada 3

Si después del tercer fin de semana de competición tu equipo aún no ha estrenado su casillero de victorias, tienes motivos para preocuparte. Porque aunque aún quedan 13 jornadas, cuando una franquicia empieza 0-3, el equipo técnico y el quarterback titular empiezan a ser cuestionados; el margen de error es prácticamente nulo; la afición empieza a desaparecer del campo, los que no desaparecen, empiezan a abuchear; y los malos rollos comienzan a brotar. Bajo la amenaza de caer en el pozo del 0-3 comenzaban la jornada unos cuantos equipos, algunos de ellos, entre los teóricos gallitos de la NFL: Vikings, Cowboys y (en menor medida, aunque favoritos claros en su división) 49ers. Dos de ellos toman aire; uno entra en coma.

Under pressure, así andan muchos equipos.



El jueves comienza la ACB. Se enfrentan el Bien contra el Mal, nada menos.
Qué pude ver. Aunque para la mayoría de vosotros el Tampa Bay-Pittsburgh seguramente signifique poco más que el duelo de dos equipos sorprendentemente invictos, en mi casa se vivió como un auténtico derbi. Cuando tu novia es de los Steelers y tus amigos (dos, pronto tres) son de los Buccaneers, es lo que sucede. En la foto de la izquierda podéis ver el aspecto de la estantería (de Ikea) situada encima de la tele del salón. Todo listo para vivir el gran duelo. Ese partido o, mejor dicho, dos cuartos y medio de él (hasta que la diferencia se hizo irremontable) lo vimos en el ordenador, y en la tele el Saints-Falcons (ya, lo lógico sería lo contrario, pero era imposible). Después de dos cuartos y medio de suplicio para la franquicia del norte de Florida, cambiamos al RedZone en el ordenador, aunque la emoción del partido del Superdome fue tal que apenas apartamos la vista de la tele. En la sesión de las 22.15, Broncos-Colts en la tele y, al principio (para que no nos destripase el partido de la tele, que comenzó con un ligero diferido) Redskins-Rams en el ordenador. Cuando el partido de Mile High volvió al directo, pusimos el RedZone. Por cierto, qué bien estuvo ese programa en el final del Cardinals-Raiders y Seahawks-Chargers, saltando de un campo a otro, en directo, sin que te perdieses ningún snap. Del Sunday Night sólo vi el último cuarto. Muy emocionante, por cierto.

El vomitorio. Esta semana tampoco ha dado grandes titulares ni jugadas polémicas de las que discutir hasta el hastío. En ese sentido, ha sido una jornada un poco sosa. Solo en ese sentido, porque no ha faltado ni emoción ni grandes partidos, como comentaré más adelante. La noticia con la que abren los medios estadounidenses más importantes es el alivio que ha supuesto la primera victoria de Cowboys y Vikings en la liga y la alerta roja que se ha encendido en San Francisco por su tercera derrota en otros tantos partidos. Los Chicos Vaca tenían un difícil partido ante los invictos Texans en Houston. Por primera vez, el equipo pequeño del estado era el de Dallas. Pero ganaron los Cowboys, sin dar demasiadas opciones a su rival. En cuanto a los segundos, sufrieron más de lo que creía para batir a los Lions. Gracias a Peterson, fundamentalmente. Preveo otra semana con unos cuantos artículos sobre la conveniencia de que los Vikings basen su ataque en las carreras del 28. Pocos dudan ya de que es lo que les conviene en estos momentos (aunque si quieren ser aspirantes al anillo, más les vale que Favre vuelva a un nivel aceptable).

Esta recepción se produjo a 45 yardas de la línea de scrimmage, nada menos.
Tenemos tendencia a hablar y escribir más de lo malo que de lo bueno, así que supongo que esta semana se hablará mucho de la situación de los 49ers. Ya ha rodado la primera cabeza, la del coordinador ofensivo. La de Alex Smith, si los resultados no mejoran, no tardará en correr grave riesgo (a pesar de que la semana pasada, contra los Saints, me gustó bastante). Favoritos claros de la NFC Oeste, cuentan sus partidos por derrotas. Pero lo peor es que dos de ellas, contra Seahawks y Chiefs, fueron de paliza. Un auténtico desastre. Por 31-10 cayeron ayer en Arrowhead, aunque el marcador no muestra hasta qué punto estuvieron perdidos en el partido. Algunos analistas pronosticaban que los 49ers llegarían a la Super Bowl. Conservan todas sus opciones, desde luego, pero no tienen pinta de aspirante al anillo. En el apartado personal, espero que ganen unos cuantos partidos, al igual que los Broncos, para que el partido que veamos en Londres dentro de poco más de un mes no sea un enfrentamiento de equipos desahuciados. Aunque, por otro lado, no tengo dudas de que nos lo pasaremos de puta madre. Siempre nos quedará encomendarnos al alcohol.

Bueno, también se habló mucho, y se hablará, de Michael Vick. Peter King ahora mismo lo considera como el principal candidato al MVP de la temporada (¿tiene sentido hacer este tipo de predicciones a estas alturas de temporada? evidentemente, no ¿mola leerlas? pues a mí sí). Con las estadísticas en la mano, y aunque solo se han disputado (por Vick) diez cuartos, diez, no es nada descabellado. Ayer estuvo de nuevo estelar. Torturó y aniquiló sin piedad a los Jaguares de Jacksonville.

Premio Ana Blanco (la vida sigue igual). Qué penita dan los Lions (espero que la jornada que viene la sigan dando). No me digáis que no os despiertan algo de ternura los lindos gatitos. En las últimas tres temporadas (cierto es que en esta solo han pasado tres fines de semana) han conseguido, en total, dos victorias. Esta jornada han caído de nuevo. No era fácil, ni mucho menos, pues jugaban en el Metrodome de Minneapolis ante unos Vikings muy necesitados, pero no me digáis que cuando visteis que iban ganando 7-0 no pensasteis que quizás esta vez conseguirían su primera victoria fuera del Ford Field en muchos años. Eso sí, por lo menos este año compiten.

Tres cuartos de lo mismo para Bills y Browns: jugaron como nunca y perdieron como siempre. Estos equipos comparten iniciales, y cambio de titular en la posición de quarterback. Y que no son tan malos como muchos pensábamos antes de empezar la temporada (lo decía ayer mientras ganaban en New England: los Bills no son tan malos; ya han hecho sudar de lo lindo a Dolphins, Packers --bueno, a estos solo durante medio partido-- y Patriots, equipos con expectativas fundadas de postemporada). Algún día, estos equipos ganarán. Y todos nos emocionaremos con ellos.

Premio Armin Tamzarian (la vida cambia). Aparte de la mención a Cowboys y Vikings, que han conseguido noticiosamente la primera victoria de la temporada, creo que es el momento de agachar la cabeza y reconocer que Mark Sanchez tiene algo. Me precipité al augurar que los Jets necesitarían a Brunell. Qué cambio el de Sanchez en los dos últimos partidos: acumula 6 pases de touchdown y ninguna intercepción, contra rivales potentes y divisionales (Patriots y Dolphins). Mucha igualdad en la AFC Este, con triple empate a 2-1.

Este es otro lugar en el que deberíamos meter a Michael Vick. Aquí, en el vomitorio y en The first Ramones album. Lo sé, las secciones de mi entrada de los lunes se solapan. Por eso algunas corren riesgo de extinción. Cómo le ha cambiado la vida al maestro Vick. De apestado delincuente, de eterno suplente, a prematuro candidato a jugador más valioso de la liga. Ayer consiguió 4 touchdowns, 3 de pase, 1 de carrera. Los Eagles mandan en la NFC Este (¿quién dijo que año de transición?). El domingo que viene, partido con mucho morbo: McNabb vuelve a Philadelphia.

Y hablando de McNabb, para sus rivales de ayer también ha cambiado un poco la vida. 14 partidos después, los Rams ganan un partido en su estadio (¿o pabellón?). Y tienen a un quarterback con muy buena pinta. Sam Bradford no parece un novato. Viendo el nivel del resto de la división, no se les puede descartar en la lucha por la plaza de playoffs más barata de la NFL.

Dudas reglamentarias de salón. Esta, como el Premio Javier Sotomayor de la semana pasada, no será una sección fija. Pongo un titulillo a los párrafos que siguen por hacer esto un poco sistemático. Os cuento el par de cuestiones sobre el reglamento (y una tercera terminológica) que comentamos ayer en el salón de casa. La primera era si se podía chutar a palos en medio de una jugada sin haber advertido previamente a los árbitros (vamos, sin que la jugada estuviese preparada para field goal, sino que, espontáneamente, un jugador le diese una patada al oval). Al hilo de esto, también hablamos de la fair catch kick. Por último, se planteó esta cuestión léxica: ¿por qué el deporte se llama football (y el balón también) si apenas se juega con el foot? Por partes.

En cuanto a la primera de las preguntas, yo creía que sí se podía chutar, y el field goal sería válido, si la patada se produjese "a bote pronto" (drop kick) por detrás de la línea de scrimmage. Frente a esto, no sé si es necesario que se avise el intento de field goal para que los árbitros se sitúen en los postes y puedan ver si el balón entra entre los tres palos. He estado investigando por estos mundos de Internet y no he encontrado la solución. Lo mejor que he encontrado es esta página en la que su autor dice que sí vale, aunque depende de las normas de cada liga (no sé si la NFL es una de ellas) ¿Alguno conoce la solución refinitiva a tan dudosa cuestión?

Sobre el fair catch kick. Esta es curiosa. Bastante curiosa, de hecho. Cuando un equipo recibe un punt o un kick y opta por un fair catch (situación bastante frecuente que se suele dar en todos los partidos), el equipo que recibe el balón tiene la opción, en el momento de poner el balón de nuevo en juego de: (i) comenzar un drive ofensivo en el lugar en el que se realizó el fair catch; o (ii) chutar un field goal sin oposición. Esta es una norma poco conocida y la segunda de las opciones casi nunca se utiliza. Este es el único vídeo que he encontrado sobre un intento de estos en la NFL. Sobran las palabras:


Lo último es más una gilipollez que una duda. Por qué le llaman football si no le dan con el foot. Pues por motivos históricos, como muchos de los absurdos que vivimos hoy en día (ah, la tradición como argumento, menuda falacia). Como sabéis (y si no lo miráis en la mayor fuente de saber contemporánea, la Wikipedia) el fútbol americano es una variante del rugby football. Ahí está la explicación: de rugby a american. Paradójico, sin duda. Nombres como pass-ball o run-ball quizá serían más adecuados. ¿Y por qué se le llama touchdown? Pero si no hay que tocar el suelo de la end zone (por lo menos si avanzas corriendo hacia ella)...

The first Ramones album (lo mejor). Ha habido mucho bueno esta jornada. Tomad aire porque la sección va a ser larga. Empezamos.

El Saints-Falcons es el partido del que más he disfrutado en lo que llevamos de temporada. Qué partidazo y qué emoción. Nada como verlo con amigos, con comida y bebida, y con apuestas discrepantes en la quiniela de la semana (es una gilipollez, pero por el simple hecho de que unos habíamos puesto que ganaban los Falcons --no he podido evitar ponerme la medallita, lo siento-- y otros los Saints, menudos gritos que dábamos en cada jugada del último cuarto y de la prórroga). Un colega de los Falcons no estaba con nosotros viendo el partido y, según nos había dicho, tampoco iba a poder verlo en directo por compromisos familiares. Eso sí, nos decía que lo iba a grabar. Pues bien, cuando Garret Hartley iba a chutar su field goal en la prórroga, uno de los que vociferábamos con cada jugada sugirió enviarle un mensaje del tipo "increíble lo que ha pasado en la prórroga, tío, no te lo puedes perder". Lo decía para que el incauto fan de los Falcons pensase que Hartley fallaba la patada. Y lo decía antes de que hubiese chutado, claro, como si se tratase de un imposible. Ya veis. Supongo que conocéis el resto de la historia. Volviendo al tema, PARTIDAZO con mayúsculas. El partido tuvo de todo: jugadas espectaculares, emoción, errores y (relativa) sorpresa en el desenlace. Insisto, lo mejor que he visto esta temporada por el momento.

Por tercera semana consecutiva tengo que situar en esta sección a los Pittsburgh Steelers. 3-0 sin su primer quarterback (Big Ben) ni su suplente (Byron Leftwich) ni el suplente del suplente (Dennis Dixon). De la mano de un Charlie Batch cuyo primer pase fue una horrible intercepción, los Steelers aplastaron a los Buccaneers. ¿Calendario fácil? De eso nada. Sus tres rivales hasta el momento ganaron todos los partidos que no jugaron contra Pittsburgh. Falcons y Titans, además, de manera contundente (vale, los Falcons no, pero a que impresiona verles ganar en Nueva Orleáns). El rendimiento de los Steelers me deja otra reflexión: el imprescindible no es Roethlisberger. El líder de este equipo es Troy Polamalu. Con los números en la mano, y me refiero al balance victorias-derrotas, no cabe duda de ello. La semana que viene se enfrentan a los Ravens en el último partido sin el 7.

Hablando de los Ravens, que en conjunto no merecen estar por aquí (ya que sufrieron mucho más de la cuenta para vencer a los Browns en Baltimore), muy buena actuación, por fin, de Joe Flacco (anoche tuvimos una discusión sobre este antropónimo: a mí Flacco es un nombre que no me mola; a mis contertulios les entusiasmaba). Buen Flacco (22/31, 262 yardas, 3 touchdowns) y excepcional Boldin (8 recepciones, 142 yardas, 3 touchdowns). Como dicen por ahí, la conexión empieza a "pagar dividendos".

El jugador de la jornada tiene que ser Leon Washington. Consiguió dos touchdowns de retorno, el segundo de ellos el que le dio la victoria a sus Seahawks contra unos Chargers que están flojeando lejos de la frontera con México. Mirad, mirad. Peazo colgao y peazo vídeo:


Por cierto, ESPECTACULAR la afición de los Seahawks. Me alegra que les vaya bien a equipos como los Chiefs o los Seahawks por la fidelidad de sus aficionados. Decía una pancarta en Qwest Field "welcome to false start land". No exagera. Los Chargers cometieron innumerables salidas falsas, seguramente en buena medida por culpa del ensordecedor ruido del estadio.

Finalmente, como homenaje a esos Kansas City Chiefs que cuentan sus partidos por victorias, este vídeo. La recepción de la jornada:


Sandinista (regulero). Anda que no cansa hablar de Favre día sí, día también, pero creo que le podemos citar en esta sección. Ganaron sus Vikings, sí, pero no fue precisamente gracias a su gran actuación, con el doble de intercepciones que pases de touchdown. Actuación regulera por definición, la suya.

Las actuaciones de otros dos quarterbacks, Philip Rivers y Kyle Orton, podrían haber estado en el apartado precedente dedicado a lo mejor de la jornada, pero las derrotas de sus equipos hacen que debamos situarles por aquí. Rivers batió el récord de San Diego de yardas de pase en un partido: 29/53, 455 yardas. Parecido el caso de Orton: 476 yardas de pase.

En el apartado colectivo, dignas de mención las actuaciones de los ataques de los Giants y de los Broncos. Dieron un curso práctico de cómo cagarla en los momentos decisivos. Si te dicen que un ataque consigue más de 500 yardas, lo normal es pensar que ha pasado de los 30 puntos. Pues bien, Denver se quedó en 13. Si te dicen que un equipo consiguió 271 yardas y 17 primeros downs y su rival 471 y 26, lo normal es pensar que el segundo ganó con relativa comodidad. Pues bien, los Giants cayeron por 19 puntos frente a los Titans a pesar de esa diferencia. La explicación, en ambos casos, está en la actuación de estos ataques en la red zone. Desastrosa. No lo ponemos en Pignoise porque los números globales de los ataques no son malos, ni mucho menos, pero qué desperdicio.

Pignoise (lo peor). Joder, esta mañana mientras escuchaba la radio emitieron un anuncio del concierto conmemorativo del centenario de la Gran Vía de Madrid (del inicio de sus obras, se entiende, que aún siguen). Toca esta banda de... bueno, dejémoslo en "esta banda". Qué auténtica bazofia, no soy capaz de imaginarme nada peor. Su cantante es la personificación del sonido de la vuvuzela.

Volvamos al football. Ser kicker es una mierda. No tengo ninguna duda. Si haces tu trabajo bien, es algo que se daba por sentado, y si lo haces mal, eres carne de cañón. Son jugadores "de trámite". Una especie de burócratas. No obstante, su trabajo no es sencillo, y están sometidos a una presión enorme. No es para menos, en sus pies está muchas veces la decisión de un partido. Que se lo digan a Garret Hartley, de héroe a villano en poco tiempo, o a Sebastian Janikowski. Janikowski es el kicker mejor pagado de la historia de la NFL. Ayer hizo esto (you gotta be kidding me!):


Apartado colectivo: San Francisco. Qué inicio de mierda. No repito lo que ya dije arriba. Galardón también para los Jacksonville Jaguars: rendimiento acorde con su afición: pésimo. Por segunda semana consecutiva, los Jaguars caen con estrépito y David Garrard recita una oda a la intercepción. ¿Metemos a Carolina también? Creo que debería hacerlo, sobre todo después de haber augurado hace unas semanas que serían el segundo mejor equipo de la NFC Sur. Últimos en solitario; los otros tres, 2-1.

Apartado comentaristas: he de solidarizarme con mis colegas de los Buccaneers (esto no tiene sentido, voy a tener que ponerles nombre, aunque sean pseudónimos, porque es ridículo que esté todo el rato dando rodeos con que si un colega de los Buccaneers, un colega de los Falcons, una colega de los Steelers --bueno, en este caso más que colega--; a partir de ahora los llamaré Gourmet Club, Freedom For Plaxico Burress --estos dos, pronto tres, aficionados de Tampa Bay--, Falcons Fan --el de los Falcons, quién lo diría-- y Terrible Towel --la Steeler--. Si no os gustan los nombres, lo siento, es el nick que se han puesto en la quiniela que tenemos montada --para los demás miembros de la quiniela de los que no he hablado todavía: no os enfadéis, no os cito porque aún no habéis aportado nada reseñable -ahora sí que os vais a enfadar-). Qué cabrón el Moisés Molina diciendo ayer que ahora se les "bajarían los humos" a los Buccaneers. Solo le faltó decir "a ese equipo de mierda que son los Buccaneers". Pobrecillos, qué humos ni qué niño muerto, si no iban con prepotencia alguna. Feo comentario. Eso sí, he de decir que disfrutamos como niños con el comentario de "qué bonito, ha hablado un hombre". Los que hayáis seguido el Saints-Falcons por C+ Deportes sabréis de qué hablo.

Bueno, para despedir la ceremonia de entrega de distinciones, y por incluir también a Vick en esta categoría, debería incluir en este apartado mi artículo sobre Michael Vick del pasado viernes, que ha batido récords de crítica negativa. Una puta mierda con todas las letras, vamos.

* * *

Esta noche, partidazo en el Soldier Field. El enfrentamiento más repetido en la historia del fútbol americano profesional (creo que esto ya lo he escrito unas cuantas veces). Chicago Bears-Green Bay Packers. Despertador puesto a las 4.30, que con ver sólo el último cuarto no me llega. Matthews a por Cutler; Peppers a por Rodgers. Una carnicería en potencia.

* * *

Actualización de madrugada del martes. Finalmente no hubo carnicería. Eso sí, los Packers acaban de dar un curso práctico de cómo complicarse la vida (para acabar perdiéndola). Han conseguido el mayor número de penalizaciones desde 1987 (¡enhorabuena!), algunas de ellas decisivas, como la que invalidaba una intercepción en el drive en el que los Bears empataron el partido a 17; o la que invalidaba la intercepción con la que los Packers recuperaban el balón en el drive en el que Chicago anota el field goal con el que ganan el partido. Además, una serie de decisiones lamentables desde la banda de Green Bay (como la de chutarle un punt centradito y listo para el retorno a Devin Hester, que no desaprovechó; o la de pedir un challenge en una jugada que no ofrecía duda alguna y que te hace perder un tiempo muerto que impide parar el reloj en la última posesión de los Bears) pusieron otro granito de arena para construir la primera derrota de los Packers esta temporada. En fin. Increíble que Chicago haya ganado este partido, porque fue bastante inferior en ataque y en defensa (no así en los equipos especiales, que cuentan y mucho). Bueno, Urlacher estuvo inmenso en la jugada en la que fuerza el fumble con el que Chicago recupera el balón a falta de poco más de dos minutos para el final del partido, pero de no ser por todas estas penalizaciones, no habrían tenido opción. Chicago, tercer equipo invicto de la liga junto a los sorprendentes Chiefs y Steelers. Solo tres. Cómo está la liga.

5 comentarios:

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  2. Gran resumen, como siempre.
    Sabia que lo del bote pronto lo habia leido en algun sitio, esta en la web de Diego Perez, aunque no se si sera la solucion refinitiva:
    http://www.terra.es/personal/dperezg/anecdotas.htm

    El del video de los Seahawks es uno de los usuarios mas activos del foro seahawkblue.com, su nick es psychobabbler. Y si, esta muy colgado y te ries mucho con el, pero ademas sabe de futbol un monton. Suele hacer videos de todos los partidos que juegan los Seahawks en casa y son muy interesantes, porque no solo ves jugadas del partido (como este) sino que tambien te enseña el ambiente previo en los alrededores, las famosas tailgates, la salida de los jugadores, el ambiente postpartido... vamos que te enteras de como se vive un partido en los USA, que por cierto da bastante envidia. Por ejemplo, alli los aficionados rivales se mezclan y echan competiciones de beber cerveza y cosas asi, en vez de darse de ostias como en nuestro futbol.
    Vamos, que aunque no seas fan de los Seahawks merece la pena ver los videos de este tipo. De hecho si alguien sabe de videos del mismo estilo estaria bien saberlo, sean del equipo que sean.

    Un saludo!

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  3. ¡Qué partidazo el de los Saints-Falcons! ¡Qué tensión! ¡Y qué alivio con los dos field goals! Creo que los Saints ya han contratado a un nuevo kicker (de 46 palos).

    De los Falcons se decía en los últimos años que tenían buen equipo pero que les faltaba carácter (y una buena secundaria). La actitud del equipo en el encuentro y el liderazgo de Matt Ryan (increíble como arengaba al equipo en la banda y el big play que intenta en el primer down de la prórroga) demuestran que somos un equipo a tener en cuenta.

    Por cierto, ya sé que cuándo jueguen los Falcons no voy a leer ningún mensaje que me enviéis.

    Abrazos!!

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  4. Bueno, salgo del armario forzadamente. Sí, soy fan de los Bucs y a mucha honra. Creo que este equipo, con tanta juventud, nos va a dar muchas alegrías en los próximos años y que la "inversión" que hicimos el año pasado en Londres, al aficionarnos a Tampa, tendrá su recompensa en breve.

    Doy fe que las tardes footballisticas con 555 y compañía merecen la pena y que los partidos ganan muchísimo si se ven en compañía. Si además consigues tener unos Doritos como Dios manda, entonces ya debe ser la leche.

    Estoy deseando que llegue el día que el vecino de 555 llame a la puerta para quejarse de nuestros gritos y 555 abra la puerta con una camiseta de Rodgers y le diga: "pero hombre de Dios, compréndalo usted, cómo no vamos a gritar, si los Saints han fallado un field goal de 29 yardas en la prórroga!". Ese día confirmará que 555 está completamente loco.

    Saludos y, como se suele decir en estos casos, enhorabuena por el programa!

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  5. Coño,les rezamos a los mismos santos.El altar de mi despacho-caverna esta presidido por la Terrible Towel, la banderita del pasado Patriots-Bucs y- voilà la différence- casco de los Steelers y Raiders.Enfrente, camisetas enmarcadas de Brooks, Rodgers y Big-Ben (mis hijos)y Bettis(mía).
    Un placer leerte.
    P.D:Super Bowl Steelers- Packers.Ojalá.
    Saludos y enhorabuena.

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