Solo quedaban vivos cuatro. Cuatro de treinta y dos. No necesariamente los mejores. Y solo podían quedar dos. El resultado ya lo conoceréis todos.
La canción de esta semana, Beat on the brat. Por dos motivos. El primero, que es una de mis canciones favoritas. Si no es la mejor canción que se ha compuesto jamás, poco le falta. Qué mejor manera de festejar la clasificación de los Packers para la Super Bowl que con esta canción. El segundo motivo, que brat (niñato) es lo que están considerando los aficionados de los Bears a Cutler. Y le están golpeando (beating) de lo lindo. Figuradamente, eso sí. Pues eso, que beat on the brat, beat on the brat, beat on the brat with a baseball bat, oh yeah, oh yeah, o-ooh.
Qué pude ver. Salvo fuerza mayor, uno no puede perderse los partidos de final de conferencia. El primero en casa ajena, con amigos que no sufrían. No solo no sufrían, sino que los muy cabrones querían que Chicago anotase para que "hubiese partido". La madre que los parió, cuando Green Bay ganaba de 14 me decían que "tranquilo", que ya estaba hecho. Ya. Qué sufrimiento. Les agradezco que me aguantaran ayer. Qué mal lo pasé durante la segunda parte del partido. Había comida y bebida abundantes. Sospecho que todo estaba muy bueno. Lo sospecho porque estaba tan nervioso que no probé bocado. Pero qué alegría al terminar el partido. ¡¡Los Packers a la Super Bowl!! El segundo partido ya lo vi en mi casa. Tampoco hay que abusar de la confianza del anfitrión. Llegué a tiempo para ver el himno en Heinz Field. El resultado, que los dos equipos favoritos de mi hogar se disputarán la Super Bowl. Como decía uno de los anfitriones del primero de los partidos, el 6 de febrero en mi casa habrá más tensión que en el bautizo de un Gremlin.
Favre Watch (lo más comentado)
De qué se va a hablar día después de las finales de conferencia. Pues de los dos equipos que disputarán la Super Bowl. Los dos finalistas son los Green Bay Packers y los Pittsburgh Steelers. Haciendo bueno el refrán de offense wins games, defense wins championships, llegan a la Super Bowl las dos mejores defensas de la temporada regular. La defensa de Green Bay ha sido la mejor defensa de la NFL en playoffs en el apartado de puntos permitidos. También ha sido la mejor de la NFC en yardas concedidas. La defensa de los Steelers es la mejor de la NFL en yardas permitidas en postemporada. Y ha sido clave en las dos victorias.
Los dos partidos de ayer se decidieron por un touchdown de diferencia o menos. Y los ganaron los equipos cuyas defensas consiguieron anotar un touchdown. Green Bay con el pick-six de Raji. Pittsburgh con el fumble retornado para touchdown de William Gay. La diferencia fue de 5 puntos y no de 7 porque la defensa de los Jets consiguió 2 (un safety). En definitiva, que los ataques empataron a puntos en ambos partidos. Las diferencias las marcaron las defensas. Y se impusieron las que en principio parecían superiores.
¿Son Packers y Steelers justos finalistas? Creo que sí.
Los Packers son justos campeones de la NFC. Quién si no. Cuando un sexto cabeza de serie llega a la Super Bowl es difícil cuestionar que ha llegado merecidamente, porque para ello ha tenido que eliminar a los cabezas de serie números 3 y 1. Los Packers también han eliminado al 2. Han tenido que jugar todos sus partidos fuera de casa. Y, además, han ganado merecidamente en todos esos enfrentamientos, mostrándose superiores a sus rivales en todos los partidos (aunque en Philadelphia y Chicago el miedo a ganar afloró en los últimos instantes). Cuando un equipo elimina a los cabezas de serie 1, 2 y 3 de su conferencia, difícilmente se puede cuestionar la justicia de su plaza en la Super Bowl. Cuando, además, ese equipo no ha perdido ni un solo partido por más de 4 puntos en toda la temporada, ni ha ido perdiendo por más de 7 puntos en toda la temporada, puede concluirse que nadie, en ningún momento, se ha mostrado claramente superior a él.
Y todo ello pese a ser el equipo con más jugadores y más titulares en la injured reserve list, el listado de jugadores lesionados para toda la temporada. Lesiones de jugadores importantes a los que se ha encontrado recambio válido. Alguno tardío, como es James Starks; otros que implican un cambio de estilo, como es el abandono de los pases a los tight ends ante la baja de Jermichael Finley. Un justo finalista. Sin duda más justo que los Bears. El segundo seed 6 que lo consigue, el primero en la NFC. Pero un seed 6 muy potente, tanto que en ninguno de los partidos sorprendió su victoria. De hecho, partía como favorito en todos (si nos guiamos por las apuestas de los expertos).
¡Un brindis por este equipo!
En la AFC han vencido los Steelers. Ha vencido la mejor defensa de la NFL. Ese dato puede ser suficiente para considerarlos justos finalistas. La mejor defensa y un ataque decente. No han eliminado al mejor de la temporada regular, que además les había superado claramente entonces, los Patriots, pero no se puede decir que New England mereciese más después de su justa derrota en Foxborough ante los Jets. Los Steelers también tuvieron que superar adversidades muy importantes. No solo me refiero a los Ravens y a los Jets, dos equipos muy duros, en playoffs. Durante los cuatro primeros partidos de la regular season estuvieron sin su quarterback titular. Por golfo y mala gente. Una sanción injustificada, pero bueno. En ataque se han visto forzados a utilizar hasta 4 quarterbacks y 7 tackles. Ayer se lesionó el center titular, el novato Maurkice Pouncey, pero su suplente, Doug Ligursky, hizo que la ausencia de Pouncey apenas se notase. Salvo el error en el snap que causó el safety, Ligursky hizo un buen partido, teniendo en cuenta la defensa que tenía delante. Y han sacado petróleo de jugadores como Antonio Brown, 195.ª elección del pasado draft. Defensa dominante y ataque solvente.
Los Jets también habrían sido justos finalistas (eliminaron a Colts y Patriots, cosa fina), pero ayer fueron peores que los Steelers. Mejor dicho, en la mitad en la que fueron superiores a los Steelers, fueron menos superiores que los Steelers en la mitad en la que los Steelers fueron superiores. No puedes empezar una final de conferencia perdiendo 24-0. No puedes conceder más de 100 yardas de carrera en una mitad si quieres llegar a una Super Bowl. La buena segunda parte de los Jets no fue suficiente. El goal line stand de Pittsburgh valió para sellar una victoria por la que no deberían haber sufrido después de conseguir 24 puntos de ventaja.
Este vídeo oficial de la NFL recoge lo mejor de los dos partidos.
A partir de ahora, durante las eternas dos semanas que quedan hasta la Super Bowl, os hartaréis de leer análisis de cada equipo, predicciones y previas. Seguramente por aquí también. Es lo que hay.
La otra historia mediática del domingo fue la lesión de Cutler. En 2007, Philip Rivers jugó la final de la AFC con el ligamento cruzado anterior de su rodilla roto. Para NFL Network esa fue la octava actuación más valiente de la historia. Probablemente, más que valiente, fue temeraria. Pero este es el tipo de cosas que se espera de un jugador de fútbol americano. No sé hasta qué punto debería ser así, pero forma parte de la épica que se exige a los líderes de cada equipo. Se da por sentado. Los jugadores son héroes. Los tipos más duros. O eso, o nenazas, traidores, cobardes. No hay término medio.
No sabemos hasta qué punto Cutler estaba en condiciones de seguir ayer. Hoy comentan que tenía un ligamento cruzado de la rodilla roto. Pero cuando hablo de condiciones de seguir me refiero a que pudiese andar y el riesgo de perder la pierna no fuese muy alto. Seguramente en un partido cualquiera la retirada era la única opción. Seguramente un Cutler mermado era incluso contraproducente para el ataque de los Bears. Pero era la final de conferencia. El partido de su vida, hasta ahora. Uno de los partidos más importantes de la historia de los Bears en los últimos años. Ocasiones como estas se presentan pocas veces.
Y en un deporte de superhombres, vimos al quarterback titular de los Bears de pie en la banda, con cara de indiferencia, sin gestos de gran dolor. Ni siquiera se sabía en qué jugada se había lesionado. De hecho, las únicas señales de daños en su cuerpo eran las manchas de sangre de su codo derecho. Parecía, e insisto en que parecía, haber desertado. El daño a su imagen ya está hecho. Analistas y compañeros de profesión (que no de equipo) lo han puesto a parir. Creo que se han pasado varios pueblos, por mucho que, efectivamente, Cutler no haya mostrado la bravura que se le supone a un superhéroe. Twitter echaba humo anoche. Una selección de tweets sobre el asunto:
Maurice Jones-Drew (running back de los Jaguars): "All I'm saying is that he can finish the game on a hurt knee... I played the whole season on one...". Lo único que digo es que puede terminar el partido con la rodilla lesionada... Yo jugué la temporada completa con una sola rodilla...
Ross Tucker (ex offensive lineman, ahora periodista de la ESPN: "I've hurt my knee playing football 4 times. Never once did I then stand up on sidelines afterwards". Me lesioné la rodilla jugando al football 4 veces. Nunca jamás me quedé de pie en la banda después de la lesión.
Anthony Armstrong (wide receiver de los Redskins): "Knee-gate in Chicago".
Lance Moore (wide receiver de los Saints): "Its hard to know, but it def looked like it. RT @LSUFAN869: @LanceMoore16 Cutler gave up wouldn't you say?". En respuesta a la pregunta de un aficiionado "¿No dirías que Cutler se ha rendido?", Moor dice "Es complicado saberlo, pero definitivamente lo parecía".
Darnell Dockett (defensive tackle de los Cardinals): "If I'm on chicago team jay cutler has to wait till me and the team shower get dressed and leave before he comes in the locker room! Si estuviese en el equipo de Chicago, Jay Cutler tendría que esperar hasta que yo y el resto del equipo nos duchásemos, nos vistiésemos y nos fuésemos antes de entrar al vestuario!
La ira contra Cutler ha llegado a tal punto que varios aficionados de los Bears quemaron camisetas del jugador que creen indigno de vestir sus colores. Los aficionados de los Bears que cometieron actos como los que podéis ver en el siguiente vídeo se merecen sin duda la derrota. Hay que ser imbécil.
Super Bowl III (la sorpresa)
Caleb Hanie era un completo desconocido antes de que se jugasen los partidos de ayer. Si nos dicen que este tipo sería el quarterback con mejor passer rating del Bears-Packers, nos habríamos llevado una buena sorpresa. Seguro que nadie apostó por él. Los ratings de los cuatro quarterbacks que jugaron este domingo en el Soldier Field fueron de 65,2, 55,4, 39,6 y 31,8. Todos esos registros son muy discretos. Pero no deja de sorprender que el mejor sea el de Hanie y el peor el de Cutler. De Collins nadie podía esperar nada bueno. Cuando vi que salía al campo pensé que era el fin para los Bears. No lo hizo tan mal. Pudo ser peor. Consiguió 0 yardas. No completó ningún intento de pase en sus cuatro intentos. Pero por lo menos no fue interceptado. Por eso el rating de Collins fue de 39,6: el que obtiene un QB que lanza todos sus pases incompletos.
He de decir que cuando saltó al campo Hanie me dio miedo. El miedo a lo desconocido. Se lo dije a quienes estaban viendo el partido conmigo. Me daba miedo porque no sabía cómo iba a jugar, pero peor que Collins no lo podía hacer. Salía sin nada que perder. Cutler y Collins habían hecho un partido pésimo. Nadie le podría reprochar nada. Los Bears perdían por 14 puntos. Y en su primer drive, TD. Caleb Hanie, la gran sorpresa del fin de semana.
Recordaba un poco a la historia de Willie Beamen, el quarterback suplente que salta al estrellato en Any given Sunday. Reconozco que yo estaba acojonado. Parecía la típica historia de película del desconocido que contra todo pronóstico consigue el milagro. Por suerte para mis Packers no hubo final feliz para Hanie. Mike Martz tampoco le ayudó, con un playcalling más que cuestionable. Pero sus 153 yardas de pase en una serie de 13/20 y su touchdown en toda una final de NFC no se los quita nadie. ¿Carnaza de one-shot wonder?
Tampoco deja de ser sorprendente que el mejor de los cuatro quarterbacks titulares del domingo fuese Mark Sanchez. Puntualizo: según las estadísticas, el mejor fue Mark Sanchez. 20/33, 233 yardas, 2 touchdowns, ninguna intercepción, 102,2 de passer rating. Ante la mejor defensa de la NFL. Un gran partido. Hacía la matización de que era el mejor QB "según las estadísticas" porque creo que a pesar de su paupérrimo 35,5 de rating el partido de Roethlisberger fue muy bueno. También es sorprendente que podamos decir eso cuando su rating es peor que el que obtiene un quarterback que lanza todos sus pases incompletos. Pero los números engañan, nos sorprenden. Roethlisberger probablemente fue el mejor de los cuatro titulares. Echándole un par para correr con la cabeza por delante cuando hacía falta. Sobreponiéndose al golpe que sufrió en el muslo (no era nada serio, ni mucho menos, pero era lo que le faltaba a Cutler). Y consiguiendo los primeros downs en los momentos calientes. Big Ben va camino de su tercer anillo. Tiene un año más que yo, que no tengo ninguno. ¿Debo plantearme que estoy haciendo con mi vida?
La maldición del anfitrión de la Super Bowl (la vida sigue igual)
Por segundo año consecutivo, los Jets se quedan a las puertas de la Super Bowl. Por segundo año consecutivo, consiguen llegar a la final de la AFC tras quedar en el sexto lugar de su conferencia. Desde que Joe Namath garantizase la victoria en la tercera edición de la Super Bowl, la de la gran sorpresa, no han vuelto a jugar el gran partido. Buen momento para recordar a Broadway Joe, borracho como una cuba, con dificultades para articular palabras, diciéndole a la reportera que le importa una mierda la marcha del equipo, que lo único que quiere darle un beso. Épico.
La vida que sigue igual, pero para bien, es la de los Pittsburgh Steelers. Pocos propietarios pueden estar más contentos que la familia Rooney. Es su octava aparición en una Super Bowl. Igualan a los hasta ahora líderes en solitario, los Dallas Cowboys. Los Steelers no hacen demsiado ruido, no se habla de ellos como una dinastía, pero los Steelers se plantan en su tercera Super Bowl en seis años. Si la ganan, sería su tercer título en ese periodo. Considerando los últimos seis años (ya, es algo arbitrario, ¿por qué seis y no nueve? pues para que me cuadre bien lo que voy a decir) son el único equipo que repite campeonato. E, insisto, nadie habla de la dinastía de los Steelers. Será la tercera Super Bowl para jugadores como Roethlisberger, Hines Ward o Troy Polamalu. Toda una hazaña.
Pero para maldición, y para constante, la del gafe de Sports Illustrated. Increíble. Esta temporada se están superando. Comenté la semana pasada la alegría que me llevé al ver que los Chicago Bears figuraban en la portada de la revista. En otra edición, estaban los Jets. Jets y Bears, cómo no, cayeron eliminados. El gafe de Sports Illustrated es implacable. Ruego a los responsables de la revista que no hagan ninguna portada con los Packers como protagonistas antes de la Super Bowl. Ya lo hicieron una vez esta temporada, ya es suficiente. Es momento de hablar de los Steelers, de la increíble historia de Big Ben, de su renacimiento de villano a héroe, o del pelo de Polamalu. Lo que sea, pero que por favor no saquen a los Packers en portada.
La vida de Kurt Warner (la vida cambia)
En cada una de las dos finales de conferencia vimos dos partidos diferentes. Cada una de las mitades fue dominada con claridad por uno de los equipos. Los Packers se impusieron a los Bears en los dos primeros cuartos. No me gustó nada la poca diferencia que reflejaba el marcador. 14 puntos no son nada. Una diferencia mucho menor de la que se veía en el campo. El partido comenzó en la misma línea que el de la semana pasada en el Georgia Dome. Los Packers movían el balón con facilidad en ataque. Rodgers conectaba con Jennings y con Nelson con relativa facilidad. Todo marchaba como la seda. Primer drive ofensivo, 7 puntos. Los Bears no se mostraban completamente inoperantes en ataque, pero se quedaban siempre a las puertas de field goal range (de hecho, podrían haberse atrevido a chutar alguno de 50 yardas). El juego de carrera también funcionaba. James Starks volvía a rendir a muy buen nivel y conseguía el primer touchdown de su carrera. Un paseo de Green Bay, hasta que un pase de Rodgers se quedó algo corto, el balón pegó en el pie de Donald Driver y la defensa de los Bears lo interceptó. La potra de los Bears. Ese fue el punto de inflexión en el duelo entre el ataque de los Packers y la defensa de Chicago. Desde entonces, se impusieron los de casa.
La segunda parte fue para los Bears. Su defensa dominó y su ataque, mal que bien, dirigido por Hanie y apoyándose en el juego de carrera, comenzó a funcionar. Cuando Green Bay parecía recuperar el ritmo en ataque, Rodgers lanzó una intercepción a Urlacher. Un pésimo pase, un regalo imperdonable, que a punto estuvo de terminar en touchdown de Chicago. Brian Urlacher no es el tipo más hábil del mundo corriendo con el balón, y bastó un regular placaje de Rodgers para que cayese. El ataque de Green Bay no volvió a funcionar, la estrategia, tanto ofensiva como defensiva se volvió demasiado conservadora y el tercer quarterback de Chicago a punto estuvo de forzar el empate con la ayuda de un buen juego de carrera. La defensa de Green Bay estaba para el arrastre. Dos partidos diferentes, un cambio radical.
En Pittsburgh, exactamente lo mismo. Si acaso, un cambio todavía más patente. El partido comenzó con un parcial de 24-0 a favor de los Steelers y concluyó con otro de 19-0 para los Jets. Durante los dos primeros cuartos, los Steelers se comieron el reloj. Su primer drive, que terminó en touchdown, duró casi 9 minutos. Una burrada. Los Jets no respondían en ataque, su carrera chocaba frente al telón de acero. Al otro lado, Mendenhall daba una exhibición. De ese modo, y tras un dudoso fumble retornado por William Gay para touchdown, se llegaba al 24-0. Todo el pescado parecía vendido. Todos pensábamos que teníamos ya Super Bowl. Estábamos equivocados.
Cambio radical en la segunda parte. De repente, la defensa de los Jets reaccionó. Los Steelers no anotaron ni un solo punto más. La carrera de los Jets, sobre todo gracias a Shonn Greene, comenzaba a funcionar. Poco a poco, iban remontando. Y gracias a un detalle, a la heroica resistencia de la Steel Curtain en su goal line, Pittsburgh terminó llevándose el partido.
Los Jets invirtieron casi ocho minutos para no conseguir ningún punto. Luego lograron un safety, y anotaron otro touchdown que les puso a 5 puntos, pero era demasiado tarde. Fin a la racha de escapadas milagrosas de los Jets.
Y como la semana pasada, sucedió lo contrario que en los enfrentamientos de temporada regular. Cuando Green Bay jugó en Chicago, ganaron los Bears. Los Jets ganaron en Pittsburgh. Este domingo cambió el resultado. No hay precedente para el Packers-Steelers. Su último enfrentamiento, en Pittsburgh, lo ganaron los Steelers. ¿Tocará venganza? Esta vez, aunque sea algo simbólico, los Packers juegan en casa.
Hall of Fame (lo mejor)
Los dos grandes triunfadores del fin de semana son Ted Thompson y Rashard Mendenhall. Comenzamos por el jugador, seguimos por el directivo.
Mendenhall fue el MVP de las finales de conferencia. Podríamos haberlo incluido en la sección dedicada a la sorpresa del fin de semana, porque salvo Mariano Tovar, que llevaba dando mucho tiempo la tabarra (¿o tovarra?) para que le diesen más balones, pocos confiaban en él. Al final casi mejor para Pittsburgh, porque cogió a los Jets desprevenidos. En sus últimos seis partidos, Mendenhall acumulaba 357 yardas de carrera, 59,5 por partido y 3,4 por intento. No parecía la principal amenaza del ataque de Pittsburgh. Y qué partidazo hizo ayer. Su primera mitad fue memorable. Ante un equipo como los Jets, que presumían de que ningún equipo podía llegar a las 100 yardas de carrera frente a ellos, casi supera ese registro en solo dos cuartos. Terminó con 121 yardas de carrera y 32 de pase.
Pero bueno, Mendenhall no solo dio por culo a la defensa de los Jets. Mirad, mirad.
Sigo con Ted Thompson. Hasta hace pocos días algunos (ya pocos) aficionados de los Packers seguían pidiendo su despido. Si buscáis "fire Ted Thompson" (despedid a Ted Thompson) en Google, encontraréis muchos resultados. 92 100, aproximadamente. Ted Thompson es el General Manager de los Green Bay Packers. La persona que, junto con Mike McCarthy, pero en primer lugar, toma las decisiones sobre altas y bajas de jugadores. Su decisión más traumática fue la de apostar por Rodgers y mandar a paseo a Favre. Sobre esa historia hay muchos matices. Pero lo que está claro es que Favre quería volver después de anunciar su retirada. Thompson decide mantener el plan Rodgers. Hoy Aaron Rodgers ha ganado tantos partidos, mejor dicho, el equipo en el que Aaron Rodgers es titular ha vencido en tantos partidos de playoffs fuera de casa como el equipo de Brett Favre en toda su carrera. Ya nadie duda de que el movimiento fue el correcto.
Pero no todo se reduce al plan Rodgers. Thompson es el arquitecto de estos Packers. Su estrategia disgusta a algunos. Pasa por no buscar jugadores cotizados ni en la agencia libre ni por medio de traspasos. Eso es lo que han hecho los Bears, fichar a jugadores con experiencia sin contrato en vigor (como Julius Peppers) o acordar traspasos (como el de Cutler por Orton). A Thompson eso no le gusta. Prefiere construir un equipo en el draft o buscar jugadores sin nombre, que ningún equipo ha querido. Del draft, de su primera ronda, proceden jugadores como el propio Rodgers, B.J. Raji o Clay Matthews. De los sin nombre destacan Sam Shields, Tramon Williams o John Kuhn.
Ante la plaga de lesiones, esta temporada se ha criticado a Thompson por no querer buscar sustitutos de garantías en el mercado. Se le criticó por no buscar a un running back ante la probada incapacidad de Brandon Jackson para desempeñar el papel de principal corredor del equipo. Marshawn Lynch estaba a tiro, pero Thompson ofreció casi nada por él. La aparición de James Starks (drafteado en un puesto muy bajo) ha resultado providencial. Tampoco se volvió loco para solucionar la plaga de bajas en la defensa. Jugadores semidesconocidos, como Frank Zombo, Erik Walden o el propio Sam Shields han asumido la responsabilidad. Y con mucho éxito. Recordemos también durante la regular season se renovó a Tramon Williams para 4 temporadas por 8,25 millones anuales. Puede parecer mucho, pero ahora mismo Williams valdría bastante más.
El resultado es una plantilla muy completa, profunda, joven y relativamente barata para todo lo que aporta. Ted Thompson tenía razón. Hay que reconocer su mérito para llegar a conseguir esto:
Otro jugador que fue objeto de duras críticas fue Tim Masthay. Muchos no lo conoceréis. Es el punter de los Packers. Yo lo he puesto a parir más de una vez (no en este blog, creo). Su partido del domingo fue excelente. No es el primer partido brillante que completa. Frente a los Jets en New Meadowlands ya fue clave para la victoria. Entonces fue nombrado jugador de equipos especiales de la jornada en la NFC. Pero ha tenido muchos altibajos, todo hay que decirlo. Después de un partido completo sin chutar un solo punt, Masthay dejó a Devin Hester en ridiculous. Todos sus punts cayeron dentro de la 20 de Chicago. La colocación y bombeo también fueron muy buenos. Gracias a ello sus compañeros pudieron llegar pronto a Hester. Especialmente Jarret Bush, un jugador al que también puse a parir en más de una ocasión (como cornerback no vale, pero como jugador de equipos especiales es muy bueno). Hester se quedó en 16 yardas de retorno totales en 3 intentos. El retornador de punts más peligroso de la historia de la NFL. Gran trabajo del equipo de punt de Green Bay.
Termino la sección con Sam Shields. Su actuación tiene un lunar que comentaremos más adelante, pero ahora tocan los halagos. Shields es un novato no drafteado que jugaba de receptor en los Miami Hurricanes. En su último año universitario, por necesidades del equipo, juega como cornerback. Un año de experiencia previa, pues. Y ayer jugando toda una final de conferencia en la NFL. La temporada de Shields ha sido muy buena, y su partido de ayer excelente. Tiene que ser complicado jugar contra la secundaria de Green Bay. ¿A quién buscas? Collins y Woodson suelen quedar descartados. Son dos Pro Bowlers. Grandes jugadores, pese al cagadón de ayer en el segundo TD de los Bears. Por ese motivo, los rivales buscaban a Tramon Williams o a Sam Shields. Williams lleva 3 intercepciones en postemporada. Shields consiguió 2 ayer (aunque una de las dos no debería haberla conseguido, como veremos).
Además, Shields forzó un fumble en el segundo cuarto. Jugada curiosa, por cierto, en la que se aplicó una norma poco conocida: si dentro de los dos últimos minutos de una mitad el ataque comete un fumble y recupera el balón, no puede avanzar con él. Por eso, cuando Shields forzó el fumble y Forté lo recuperó, los árbitros detuvieron la jugada.
Pro Bowl (lo regulero)
La temporada está a punto de acabarse. Queda el gran partido, pero después comenzará una larga travesía del desierto para los aficionados al fútbol americano. Larga e incierta, porque no sabemos cuánto tiempo estaremos sin NFL. Un sentimiento regulero para el aficionado.
Para regulera, la performance de ayer de Digital+. El fin de semana comenzó muy mal, con el enésimo cambio de programación de última hora. Impresentable, reincidente y lamentable actuación de los responsables de programación de la plataforma. Ya es la segunda semana consecutiva que lo hacen. Se ve que los abonados de otras plataformas que solo disponen de Sportmanía les importan una mierda. Desde el lunes habían anunciado que el Bears-Packers iba por Sportmanía. El viernes anuncian que no irá por ese canal, sino por Canal+ Deportes. El mismo viernes, Zanoni dice en su Facebook que no, que sigue por Sportmanía. Luego rectifica y dice que por Canal+ Deportes. Un esperpento. Un cero de nuevo para los responsables de programación del Plus. Si no saben en qué canal programarán finalmente el partido es mejor que no lo digan hasta que esté confirmado.
El domingo siguió mal con la pésima narración del primer partido. Si se proponen hacerlo peor, no sé si les sale. La semana pasada ya hicieron algo parecido. Que conste que a mí las narraciones distendidas me gustan. No pasa nada porque haya colegueo entre los comentaristas, me parece genial. Y que nos cuenten su vida. Me pareció muy interesante (no lo digo irónicamente) la historia que contó Andrea Zanoni sobre cómo se aficionó al fútbol americano. Me gustó la historia del tío que vive en Nueva York y le habla de Joe Namath. Pero de ahí a conectar con el colega MAC (que, dicho sea de paso, cuando narra partidos de NFL creo que lo hace muy bien), que está en Australia, sin puta idea de cómo va el partido, que no lo está viendo, y contarle lo que ha pasado hasta ese momento, hay un trecho. Y no fue cuestión de un minuto, sino que tuvieron al tío al teléfono durante un cuarto de hora. Ahí superaron, y por mucho, la barrera de la falta de profesionalidad. Si echan de menos a su colega, pues que lo llamen en un descanso y le cuenten lo que está pasando. Pero no en directo. No cuando el partido se pone más interesante. Y lo que ya es el colmo es que se pongan a hablar del puto Open de Australia. ¿De verdad era necesario, o incluso admisible, contarle al espectador la hazaña de Schiavone? ¿En medio de la final de la NFC, en sus momentos decisivos? ¿Pasando olímpicamente del partido? Qué mierda, de verdad. Yo no daba crédito a lo que escuchaba.
Mientras colegueaban con MAC se produjo una jugada que me suscitaba dudas pero a la que no dedicaron apenas atención. Me refiero al punt de Green Bay en el que Jarret Bush evita que el balón entre en la end zone pero que los árbitros dan como touchback. El partido estaba en un momento muy importante y la jugada también lo era. Dependiendo de la decisión arbitral, los Bears saldrían desde casi su propia end zone o desde la yarda 20. Los comentaristas de Digital+ despacharon la jugada con un "fue touchback porque parece que el jugador de Green Bay no se llegó a restablecer dentro del campo". Comentaron eso en un inciso, entre los comentarios del interesantísimo Open de Australia. No era para menos, el cuadro femenino estaba al rojo vivo y sin duda el espectador de NFL demandaba esa información. Creo que la jugada merecía más explicación (es lo que se espera de un comentarista), pero lo que no merecía era la total indiferencia. Y se ponen a hablar del Open de Australia, tócate las pelotas. No estaría de más que los comentaristas del Plus explicasen por qué era un touchback. Por qué Jarret Bush no se había reestablecido. ¿Es porque pisó la línea de la end zone antes de tocar el balón y fue el primer jugador en tocar el balón? Parece que no, que era porque ambos pies debían estar completamente fuera de la end zone antes de tocar el balón. Este son el tipo de cosas que esperaría que Zanoni y Molina comentasen, en vez del puto Open de Australia de tenis. Acabamos viendo el partido en versión original.
Sin embargo, en el siguiente partido la narración del Plus corrigió su rumbo. Por eso están en la sección regulera y no en la mala. Si en el primero tuvimos una conexión que no solo no aportaba nada, sino que restaba, en el segundo partido incorporaron a un comentarista que aportó mucho y bueno. Me refiero a Ponseti. La calidad del sonido con el que llegaba la voz de Ponseti era impecable. El antiguo narrador de la NFL en el Plus aportó mucho. Animó la narración del partido con comentarios pertinentes, sobre el partido en particular y la NFL en general. A algunos les habrá sentado mal que tilde a Roethlisberger de "chulo piscinas" o diga que Mendenhall es un poco nenaza por resbalarse antes de llegar a la end zone ante la presencia de un defensor (en este último caso no era justo lo que decía Ponseti, ya que la repetición mostraba que Mendenhall se había resbalado). Pero Ponseti aportó reflexiones interesantes sobre, por ejemplo, la capacidad de remontada de los Jets, superior a la de Chicago. También comentó algún otro tema interesante, como el de la Pro Bowl (que los propietarios prefieren que no sea en Hawaii, sino, como la temporada pasada, en el mismo escenario que la Super Bowl). Y animó el cotarro insinuando las por otra parte bastante evidentes preferencias de Andrea Zanoni por un equipo en particular.
La verdad es que se echan de menos los comentarios de Ponseti y Guillermo Gómez. Sin querer menospreciar a los actuales comentaristas, creo que eran bastante mejores. Insisto en que no por demérito de los de ahora (salvo cuando se ponen a hablar del puto Open de Australia y a resumirle el partido a un colega que no lo está viendo) sino por lo bien que lo hacían los de antes. Los nostálgicos tendremos la oportunidad de rememorar estos tiempos pasados en la Super Bowl. Ponseti y Guillermo Gómez la comentarán para la Ser. No sé en qué plan, pero el mero hecho de que se siga retransmitiendo es una estupenda noticia para el fútbol americano en España. La ausencia de Paco González, Pepe Domingo Castaño y la demás tropa sin duda restará oyentes con respecto de otros años (no sé si la Cope hará la Super Bowl, lo dudo) pero seguro que más de uno se engancha a este deporte gracias a esa retransmisión.
Ah, los dos partidos en directo y en HD. También debe reconocerse. Canela y veneno por parte de Prisa este fin de semana. El resultado final, pues, regulero.
En este apartado solemos incluir actuaciones brillantes de jugadores de equipos perdedores. No se puede pasar por alto el partido de Brian Urlacher. Todo un Monster of the Midway. Rodgers y Urlacher suelen jugar partidas de ajedrez antes de cada snap. Uno grita una cosa, otro grita otra, sus respectivos compañeros se mueven en función de los gritos, y así sucesivamente. En unas ocasiones, esos gritos no significan nada. Los movimientos están predeterminados. En otras ocasiones, los gritos ordenan ajustes al ataque o a la defensa en función de lo que se ve en el contrario. Durante la primera parte, la partida de ajedrez la ganó Rodgers. Durante la segunda, Urlacher fue el vencedor. Creo que podemos considerarle vencedor global. Limitar al ataque de Green Bay a 14 puntos es toda una victoria. Conseguir que no anote ni uno solo durante los 41 últimos minutos de partido, un éxito. Urlacher fue el principal responsable. En el apartado individual, 10 placajes (9 en solitario), 1 sack y 1 intercepción. Un partidazo de un jugador que venía de perderse casi una temporada completa y que generaba dudas en cuanto a su posible vuelta al alto nivel. Gran temporada la suya.
También debemos hablar de Mark Sanchez. Después de tantos palos, de tantas dudas suscitadas, hay que decir que sus playoffs han sido impecables. Ayer cometió una pérdida de balón que costó 7 puntos, el dudoso fumble que retornó Gay para touchdown, pero su partido, ante una defensa muy dura y en una final de conferencia (la segunda para él) fue muy bueno. No lanzó ninguna intercepción (termina los playoffs con una sola intercepción en tres partidos; es el mejor QB en este aspecto), consiguió 233 yardas de pase y 2 touchdowns. No es mi jugador favorito, ni mucho menos. Pero hay que reconocer su carácter y el mérito que tiene jugar a ese nivel con solo 24 años.
Pick-six en la prórroga (lo peor)
El gran perdedor del fin de semana es Jay Cutler. Su partido fue desastroso y su imagen ha quedado muy dañada. Pero ya hemos hablado bastante de él, así que vamos a por otros.
Se esperaba mucho de Devin Hester. Se esperaba algo, al menos. Y no aportó absolutamente nada. 16 yardas de retorno en 3 intentos. Mal. Ridiculous. Como receptor (esa es su posición, aunque parezca que solo se dedica a retornar) logró una sola recepción para 16 yardas. Una basura de partido.
La jugada sucia de la semana, este golpe criminal de Peppers a la cabeza de Rodgers. No tengo ninguna duda de que iba a hacer daño y que conocía el historial médico de su víctima.
Como esta semana la sección va un poco ligera (creo que no ha habido actuaciones lo suficientemente lamentables para estar aquí, aparte de las ya comentadas), metamos a Mark Sanchez por pegarle un moco a Mark Brunell. Eso no se hace, hombre. Un respeto al suplente, por favor.
Leon Lett, baby! (decisión estúpida de la semana)
Sam Shields hizo un partidazo, pero intentar el retorno en su segunda intercepción fue una decisión estúpida. Muy estúpida. Incluso la propia intercepción podría considerarse como un error. Normalmente, cuando un rival se juega un 4.º down es mejor que el pase termine en incompleto que interceptarlo. Si el pase es profundo, es sin duda mejor el incompleto, porque la posición de campo del equipo que defiende será mejor. En cualquier caso, en el momento del partido en el que se produce la segunda intercepción de Shields, daba igual que el pase fuese incompleto o interceptado, lo que importaba era que Green Bay recuperase la posesión.
Pues bien, Sam Shields, que se marcó un auténtico partidazo, tomó las peores decisiones posibles. Primero la de interceptar. Luego la de intentar retornar. ¡¡AL SUELO!! ¡¡Al suelo, gilipollas!! ¡¡A dónde coño vas?!? Más o menos esto es lo que gritaba ayer cuando veía al 37 de los Packers correr con el balón. A puntito estuvo de cagarla bien. Los Bears casi fuerzan el fumble. Los jugadores cada vez tienen mejores condiciones físicas pero peor materia gris. No sé cuántas veces habremos visto este mismo tipo de decisión estúpida esta misma temporada.
Mención de honor para B.J. Raji, que hizo de Leon Lett. Se salvó por media yarda. De verdad que alucino con cómo se la juegan estos tíos por hacer el imbécil. Raji estuvo a punto de perder el balón antes de entrar en la end zone por hacer el bobo. En fin. La jugada defensiva es cojonuda. Un ejemplo de zone blitz perfecto. El defensive lineman ocupa el lugar del linebacker, que va a por el quarterback en vez de quedarse en cobertura. El QB no se espera que ahí haya un defensor (¿qué hace ahí un jugador de la línea?). Primera intercepción en la carrera profesional de Raji. Primer TD también.
Raji, tan fofo, sonriente, con esa cara de niño, con esos mofletes que se le salen del casco, ¿no os recuerda a este enorme personaje de los Cazafantasmas?
El próximo partido (de verdad)
Puntualizo lo de "de verdad" porque el próximo partido de la NFL es ese simulacro llamado Pro Bowl. Con ese nombre se conoce a la interrupción de las vacaciones en Hawaii de una serie de famosos jugadores de la NFL (famosos, que no mejores), que les obligan a meterse en un estadio durante tres horillas para hacer un paripé.
El 6 de febrero se enfrentarán en Arlington los campeones de la AFC y de la NFC. Dos de los equipos con más historia de la NFL. El que tiene más Super Bowls (Pittsburgh, 6) contra el que tiene más títulos de campeón de la NFL (cuentan los títulos de la era pre-Super Bowl, un total de 12). Los dos equipos con mejor afición. Los Packers parten como ligeros favoritos en las apuestas, aunque es de las Super Bowls más igualadas de la historia en el mundo del juego. Sobre estas cuestiones ya escribiremos en las próximas semanas.
Para abrir boca, un resumen de lo que sucedió en el último enfrentamiento entre estos dos equipos. La temporada pasada en Pittsburgh. Para mí, el mejor partido de la regular season 2009. Si la Super Bowl es parecida a ese partido, será una de las mejores de la historia (bueno, espero que el resultado sea diferente del de 2009). Entonces no estaba Polamalu en la defensa de Pittsburgh y la defensa de los Packers sufría mucho contra el pase. Las cosas han cambiado bastante en ambos equipos, aunque muchos de los protagonistas serán los mismos.
martes, 25 de enero de 2011
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Cojonudo analisis, como siempre.
ResponderEliminarLas decisiones estupidas de la semana. Menudas 2 broncas me pegaron en casa. Soltar un ¡PROTEGE EL BALÓN, GORDO DE MIERDA! al ver a Raji correr con la mano extendida y el ¡TIRATE AL SUELO, GILIPOLLAS! en la intercepción de Shields, creo que provocó una pequeña conmoción familiar. Pero es que mi crio, con 11 años, todavia no entendía muy bien que estaba pasando.
Me declaro admirador de este blog.Lo reconozco. Me gusta tanto o mas que el de Mariano. Análisis muy cojonudos y lecciones y anécdotas sobre la historia de la NFL y de sus jugadores. Creo que es la mejor Superbowl que podíamos ver, teniendo en cuenta los finalistas.
ResponderEliminarDe todas formas, ¿cual es el momento de hacer los análisis? Yo siempre he pensado que cuando cada equipo acaba el curso es cuando debe hacer el análisis, aunque eso muchas veces provoca ser resultadista.Un partido, el ultimo de temporada regular en Chicago es lo que hace que se hable de Ted Thompson como lo haces. Si hubiera caído ese día quizás lo que hoy son alabanzas serian palos...
los playoff del año pasado casi puedo decir que personalmente me decepcionaron, los actuales ni te cuento, creo que chicago, atlanta, que eran equipos por que no favoritos ( por plantilla tambien), a ka hora de la verdad se han diluido como un azucarito, esperaba mucho de ellos, y con cutler apto para la partida, quien sabe si GB hubiera sufrido mas, de todas formas son merecedores de su pase a la SB.
ResponderEliminarBueno que nos quedamos sin football ya casi, por momentos me llega a deprimir, no poder ver mas un partido hasta septiembre, a los que amamos este deporte se nos hace duro perderlo de vista. Al menos podian poner un jornada mas, que luego la espera es eterna. Espero que los steelers pierdan la final, no les aguanto, ni a su QB, ni a su entrenador, en general es un equipo que no TRAGO
Gran análisis, como siempre.
ResponderEliminarPor cierto, que la escena de la melopea de Namath inspiró el inclasificable pero hilarante blog kissingsuzykolber.uproxx.com
Si bien ya lo explicaste, sigo sin entender la bronca que le tenes al 4. En el articulo decis que poco mas que lo hechan de GB elogiando al dirigente que tomo la decision. Que deberia haber hecho Favre? retirarse para que los fans de los packers esten contentos. No lo entiendo, para vos esta mal que un jugador "traicione" a un equipo pero esta perfecto que un equipo no tenga en cuenta a un jugador que dio todo y para colmo no lo deje ir a donde quiera.
ResponderEliminarMas alla del tema Favre (que incomprensiblemente se termina metiendo en casi todos los posts) el blog esta genial.
Pequeña aclaración. Si en los últimos dos minutos un jugador comete un fumble la jugada puede continuar siempre y cuando lo recupere la misma persona que la ha perdido. Regla rarita :-)
ResponderEliminarUn saludo!
Totalmente de acuerdo con lo de los comentaristas del digital+. No son malos pero si que no consiguen animar el partido y muchas veces se pierden buscando un dato absurdo. Me pregunto si es necesario cortar tantas veces las imagenes de la NFL para ponerlos a ellos hablando en el plató. Seria mucho mas interesante que dejaran las imagenes del partido aunque no esté pasando nada, prefiero ver a los jugadores preparandose para una jugada o cambiando de ataque/defensa que verle por enesima vez el careto al zanoni!!
ResponderEliminarUn grande Joe Namath.
ResponderEliminarVeo que no soy el único que "defiende" a Sánchez. No me parece un Qb franquicia, ni dejaría en sus manos todo el ataque de mis chargers, pero es un tío que cuando hay que echarle huevos los echas, no se le arruga el brazo y cumple. A veces parece una ruleta rusa, pero en el último cuarto es muy bueno haciendo lo que tiene que hacer y sin cometer errores.