viernes, 14 de enero de 2011

Odio, euforia y suerte: ante la ronda divisional

En primer lugar, muchas gracias a todos por los elogios por mi anterior artículo. Ya comenté en Twitter que no me siento especialmente orgulloso de él. El motivo no es falsa modestia, lo digo con sinceridad. Es porque el artículo trata de cuestiones conexas, pero ajenas al tema principal del blog. Y tampoco creo que pueda presumir por un artículo en el que, en resumidas cuentas, vengo a decir de forma más o menos razonada que la prensa deportiva española es una puta mierda, como la liga de fútbol doméstica que se han cargado (y que sobre la NFL tenemos menos pero mejor información). No, no mola, aunque me alegro de ver que mucha gente, de todos los colores, comparte mi opinión.

En cualquier caso, otra vez, muchas gracias a todos. Estoy impresionado por la cantidad de visitas que ha tenido el blog desde la publicación del artículo de marras (el día después se superaron las 1000 páginas vistas, cuando normalmente rondan las 500 en un buen día) y en menos de dos días ya es el artículo más leído del blog en toda su (todavía) corta historia. Me han sorprendido mucho las reacciones de todos. También os digo, como le comenté a mi novia (que censuró un poco --muy poco-- el artículo antes de que lo publicase) que esperaba bastantes reprimendas por mis salidas de tono. Se ve que no soy el único que está hasta los huevos de tanta basura.

Un par de cuestiones finales: aunque tantos estemos tan hartos, hay que ser realistas. Creo que la mierda deportiva, igual que la televisiva, está aquí para quedarse. Creado el monstruo, es muy difícil, si no imposible, acabar con él. No soy periodista, pero me temo que en ese mundillo, que conozco poco (pero algo), los enchufes están al orden del día, y el poder establecido es difícilmente modificable. Por eso, creo que difícilmente nos libraremos de nuestros queridos periodistas de referencia. El otro tema es que no volveré a decir ni escribir "el" Osasuna.

Tema cerrado. Vamos con lo que nos espera este fin de semana, que no es poco. Este fin de semana disfrutaremos de la ronda divisional de los playoffs. Antes de estos partidos, unas reflexiones sobre el odio, la euforia y la suerte que me gustaría compartir con vosotros como previa a los cuatro partidos.

* * *

1.- Odio

(Del lat. odĭum).

1. m. Antipatía y aversión hacia algo o hacia alguien cuyo mal se desea.

Hateful (odio) de The Clash:



Well, I got a friend who's a man
What man?
The man who keeps me from the lovely
He gives me what I need
What you need? What you got?
I need it all so badly

Oh, anything I want, he gives it to me
Anything I want he gives it, but not for free
It's hateful
And it's paid for and I'm so grateful to be nowhere
This year I've lost some friends
Some friends? What friends?
I dunno, I ain't even noticed
You see, I gotta go out again
Again? My friend
I gotta see that mainman

I killed all my nerves
My nerves? What swerves?
And I can't drive so steady
I've lost my memory
My mind? Behind!
I can't see so clearly


El odio, que da todo lo que uno desea. Hay que pagar un precio: se pierden amigos, se pierde la cordura, pero lo da todo. El odio.

¿Tan malo es el odio? Depende de cómo se encauce. Repito lo que escribí, tomado del foro no oficial del Estu, hace unas semanas. Porque yo soy una persona que dicen que odio a mucha gente, pero a mucha gente que no conozco personalmente. "Odiar es sano, si es de ese modo. Es inherente al ser humano, es como el amor. Yo nunca me he pegado con nadie. Conozco a muchos "viva la gentes" y "odiar es malo" que cada dos por tres están a hostias, o de broncas con la novia o los colegas. Por decirlo así, yo odio a gente que no me importa lo más mínimo, para poder así "amar" más a gente que sí me importa. En el fondo es como el pitorrito de una olla a presión, el equilibrio para que los garbanzos estén en condiciones óptimas".

Sin embargo, como es evidente, generalmente el odio no genera más que desgracias. Ya lo decía Yoda, el miedo es el camino hacia el Lado Oscuro: el miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento. El odio es, casi siempre, pernicioso.

La estructura de la NFL, conformada por ocho divisiones, incrementa la rivalidad entre los equipos que comparten división. Cada uno de esos rivales se enfrentan, al menos, dos veces al año entre sí. Pueden también encontrarse en playoffs. Muchos golpes, muchas ganas de vencer al rival, mucha frustración generada en caso de derrota y muchas ganas de venganza. Frecuentemente esa rivalidad se transforma en odio.

En esta "ronda divisional" (así la llaman en la NFL, aunque bien podría denominarse "semifinal de conferencia") tenemos dos enfrentamientos intradivisionales. En ambos el odio ya ha aflorado. En un caso, se trata de un odio relativamente sano, o por lo menos, más noble. En el otro, encontramos un odio ruin y traicionero, que llega al plano personal. En el primer odio, por lo menos se respeta al rival; en el segundo, se pierde todo tipo de respeto.

El primer tipo de odio es el que creo que se profesan Steelers y Ravens. Tampoco nos engañemos, que al fin y al cabo es odio. Ambos equipos se tienen muchas ganas. El odio se viene fraguando en muchos enfrentamientos. A principios del mes de agosto escribía que, de entre los rivales de la AFC Oeste, que históricamente tienen motivos para llevarse mal, los que más ganas se tienen son Pittsburgh y Baltimore. Decía entonces que puede que a día de hoy la rivalidad más violenta y encarnizada sea la de Steelers y Ravens, que aunque carecen de vínculos históricos comunes, han disputado choques plagados de rudeza innecesaria en los últimos años.

Una de las acciones que ha contribuido a construir este odio es este placaje salvaje de Ryan Clark a Willis McGahee.


Digo que ese odio es "sano" porque los rivales descargan sus tensiones en el terreno de juego. Son partidos plagados de violencia, pero la violencia se queda en el propio campo. Aunque se odian, fuera del campo se respetan e incluso últimamente se admiran. Precisamente Ryan Clark, el autor del salvaje placaje anterior, antes del segundo de los enfrentamientos de la pasada temporada regular, manifestaba que no odiaba particularmente a los Ravens, y que, de hecho, como muestra de respeto hacia ellos, si no pudiese jugar en los Steelers, le gustaría hacerlo en los Ravens. "I don't particularly hate them. In fact, the ultimate respect I can give them is if I couldn't play for Pittsburgh, I'd want to play for Baltimore". Eso sí, pedía que no se interpretasen sus declaraciones como que quería jugar en los Ravens.

Con anterioridad, antes del primero de los partidos de la temporada, Ray Lewis y Ben Roethlisberger se intercambiaron mensajes de apoyo. Decía Lewis que quería animar a Roethlisberger, ya que entendía la situación en la que se encontraba, parecida a la que vivió él cuando fue investigado por un caso de homicidio. Pero bueno, no todos son mensajes de paz y amor. Terrell Suggs colgó una foto en Twitter con esta provocativa camiseta:


Vamos, que se odian, pero se respetan. Y la igualdad es máxima. Os lo comenté tras su partido de la decimotercera jornada. Baltimore y Pittsburgh se han enfrentado 4 veces en las últimas 2 temporadas. Igualdad absoluta. Baltimore gana 2 veces, Pittsburgh otras 2. Baltimore consigue un total de 67 puntos, Pittsburgh otros 67. Baltimore anota 7 touchdowns y 6 field goals, Pittsburgh 7 touchdowns y 6 field goals.

Advertidos estáis: en el primer partido de la divisional round habrá mucha sangre e igualdad. La clave, como siempre sucede cuando hablamos de Baltimore y Pittsburgh, estará en las defensas. La que se muestre más firme y oportunista probablemente llevará al éxito a su equipo. Y que nadie se fíe de la ventaja de campo de los Steelers: esta temporada Baltimore venció en Pittsburgh y Pittsburgh en Baltimore.

En el otro enfrentamiento intradivisional de la AFC, el odio es menos sano. El tema viene de lejos. Aunque esta semana el que ha comenzado las hostilidades fue Antonio Cromartie, de los Jets, creo que el que tiró la primera piedra durante la pretemporada fue Tom Brady. Coincidiendo con la emisión de la serie documental Hard Knocks, que mostraba lo que sucedía en el training camp de los Jets, Brady dijo que no la veía porque odiaba a los Jets. A continuación Rex Ryan dijo que no le gustaba Tom Brady, aunque lo respetaba (?).

Esta semana, Cromartie profirió unos cuantos insultos hacia Brady. Dijo que Brady era un capullo (asshole). El insulto vino cuando se le preguntó a Cromartie por un gesto que hizo Brady en el partido que ganaron los Pats por 45-3 a los Jets tras anotar un touchown, cuando habría señalado a la banda de los Jets. Brady negó haber hecho eso, dice que no es su estilo. Y que responderán en el terreno de juego.

Además de las poco elegantes declaraciones de Cromartie, el entrenador más bocazas de la NFL, Rex Ryan, ha dicho que su enfrentamiento con Belichick era algo personal. Lo mismo que dijo antes del partido de primera ronda contra los Colts, aunque en ese caso se refería a Peyton Manning. Como le dio suerte, parece que repite. Un bocazas. El fin no justifica los medios, Rex.

Y para terminar de calentar las cosas, aunque de un modo más sibilino e ingenioso, Wes Welker no paró de hacer referencias a pies o a dedos de los pies durante su rueda de prensa. Recordaréis que Rex Ryan se vio envuelto en un pequeño escándalo hace unas semanas en relación con su supuesto fetichismo por los pies de su esposa. Un poco de maldad por parte de Welker:


En temporada regular, un partido para cada uno. En el primero, se impusieron los Jets en New Jersey. En el segundo, los Patriots humillaron al equipo de Ryan. Tanta provocación, tanto odio, hizo que los Patriots no mostrasen misericordia alguna frente a un rival vencido. No levantaron el pie del acelerador. 45-3.

¿Dónde estará la clave el próximo domingo? Probablemente en la defensa de los Jets. Si consigue contener al mejor ataque de la NFL, que lleva y cuenta con el quarterback más en forma de la competición, además de otros jugadores ansiosos por demostrar lo que pueden hacer, los Jets tendrán alguna opción. Si los Patriots vuelven a pasar de 30 puntos, dudo mucho que el ataque de los Jets pueda estar a la altura.

* * *

2.- Euforia

(Del gr. εὐφορία, fuerza para llevar o soportar).

1. f. Capacidad para soportar el dolor y las adversidades.
2. f. Sensación de bienestar, resultado de una perfecta salud o de la administración de medicamentos o drogas.
3. f. Estado de ánimo propenso al optimismo.


Aficionados de equipos que vencieron en su partido de wild card: sed prudentes. La experiencia nos muestra que en muchas ocasiones la euforia se dispara con respecto de estos equipos. Dado que se enfrentan a rivales que vienen de una semana de descanso y que, frecuentemente, terminan la temporada sin forzar (porque suelen tener asegurado el first-round bye), nos olvidamos de que estos rivales son muy buenos. Y claro, llegan estos equipos vencedores desde la wild card round y el equipo que juega en casa les recuerda que por algo son el cabeza de serie número 1 o 2 de la conferencia.

¿Ejemplos? La temporada pasada encontramos en los playoffs de la NFC un par de ellos. Arizona y Dallas vencieron en sus respectivos partidos de primera ronda. Se enfrentaban frente a los Saints y los Vikings, respectivamente, equipos que habían levantado el pie del acelerador a final de temporada. Muchos pronósticos se alineaban con los red-hot Cardinals y Cowboys. Y llegaron los números 1 y 2 de la NFC y les recordaron que se habían ganado su plaza por algún motivo. Los eufóricos equipos de wild card cayeron con estrépito.

Esto lo comento al hilo del Falcons-Packers. Espero fervientemente que no suceda lo que relato en los anteriores párrafos, pero el hype, las altas expectativas con las que sale Green Bay de la primera ronda, me recuerdan a cómo salieron Arizona y Dallas el pasado año. La mayoría de analistas están dando a los Packers como favoritos para este partido. Se basan, entre otros argumentos, en que el enfrentamiento de regular season fue muy igualado, y entonces los Packers no contaban con un juego de carrera en el que apoyarse. Ahora está Starks, el sorprendente novato que superó las 120 yardas de carrera en Philadelphia. Pero ojo porque, como ya dije, Starks hizo un muy buen partido contra San Francisco en la regular season y la semana siguiente estuvo inoperante contra Detroit. En un partido en el que la línea ofensiva de Green Bay se vio superada por los pass rushers de Detroit. Penetration everywhere, que decían los comentaristas de aquel partido.

La clave, como ya comenté más de una vez, creo que estará en la línea de scrimmage. Si la línea ofensiva de los Falcons, una de las mejores de la NFL, rinde a la altura de la temporada regular y repite el partido que realizó contra los Packers en la 12.ª jornada, probablemente Atlanta volverá a ganar. Turner tendrá espacios para correr y Ryan estará muy cómodo para pasar. Recordemos que en el partido de regular season Ryan completó 24 de sus 28 lanzamientos. Los blitzes (considerando como tales las situaciones en las que cinco o más defensores intentaban presionar al pasador) no funcionaron entonces: Ryan completó 10 de sus 12 pases. Ningún big play pero muchos pases seguros con los que mover las cadenas.

Si el ataque de Atlanta funciona, la esperanza de Green Bay es que su ataque lo haga aún mejor. Un shootout. Para eso, necesitará que su línea ofensiva dé tiempo a Rodgers para pasar y abra huecos al backfield para correr. Si no, Green Bay seguramente recurrirá a las formaciones de 5 receptores utilizadas en el partido de regular season. Formaciones arriesgadas y que apuestan todo al pase, pero que funcionaron entonces. Eso sí, como los receptores de los Packers sigan cometiendo drops (dejar caer pases) lo pagarán caro. En cualquier caso, sospecho que quien domine la línea vencerá. Y no os dejéis llevar por la euforia de la primera ronda. Los Falcons son el primer clasificado de la NFC por algo, juegan en casa, donde solo perdieron un partido en toda la temporada y donde, cuando Matt Ryan es su quarterback titular, presentan un balance de 19-1.

* * *

3.- Suerte

(Del lat. sors, sortis).

1. f. Encadenamiento de los sucesos, considerado como fortuito o casual. Así lo ha querido la suerte.
2. f. Circunstancia de ser, por mera casualidad, favorable o adverso a alguien o algo lo que ocurre o sucede. Juan tiene mala suerte. Libro de buena suerte.
3. f. Suerte favorable. Dios te dé suerte. Juan es hombre de suerte.
4. f. Casualidad a que se fía la resolución de algo. Elegir caudillo por suerte. Decídalo la suerte.
5. f. Sorteo que se hace para elegir los mozos destinados a cubrir el cupo del servicio militar.
6. f. Aquello que ocurre o puede ocurrir para bien o para mal de personas o cosas. Ignoro cuál será mi suerte. Fiar a hombres incapaces la suerte del Estado.
7. f. Estado, condición. Mejorar la suerte del pueblo. Hombre de baja suerte.
8. f. Cada uno de ciertos medios casuales empleados antiguamente para adivinar lo por venir. Son las más célebres las llamadas suertes de Homero, u homéricas; de Virgilio, o virgilianas, o de los santos, las cuales consistían en abrir al acaso las obras de estos poetas o la Sagrada Escritura e interpretar las primeras palabras que se ofrecían a la vista.
9. f. Género o especie de algo. Feria de toda suerte de ganados.
10. f. Manera o modo de hacer algo.
11. f. Como contrapuesto al azar en los dados y otros juegos, puntos con que se gana o acierta.
12. f. En la lidia taurina, cada uno de los lances.
13. f. En la lidia taurina, cada uno de los actos ejecutados por el diestro, especialmente cada uno de los tercios en que se divide la lidia. Suerte de varas.
14. f. Parte de tierra de labor, separada de otra u otras por sus lindes.
15. f. U. con los ordinales primera, segunda, tercera, etc., para designar calidad respectiva de los géneros o de otra cosa.
16. f. Impr. Conjunto de tipos fundidos en una misma matriz.
17. f. Arg., Bol. y Ur. carne.
18. f. Perú. Billete de lotería.
19. f. ant. En el comercio, capital, hacienda, caudal.


Y terminamos con la suerte. Sé que las autocitas son poco elegantes y algo narcisistas, pero, una vez más, os recuerdo lo que comentaba sobre la importancia de la suerte para llegar al triunfo. Sí, suerte, lisa y llanamente. Todo equipo ganador necesita una dosis de suerte, porque raro es que no se vea contra las cuerdas en algún momento de la temporada. Como diría Arsenio Iglesias, qué duda cabe.

Hay ejemplos a patadas de esto, y en todos los deportes. En fútbol, qué sería del Barça del triplete si Iniesta no mete ese gol en Stanford Bridge en el último minuto (o si el árbitro hubiese pitado alguno de los penaltis cometidos por el Barça ese partido, y el Chelsea lo hubiese metido --esta última parte se les olvida a muchos cuando se habla de los partidos robados porque no se pitan penaltis: los penaltis a veces se fallan, que nos lo digan a los del Dépor--); el mismo Barça gana tres ligas consecutivas en la última jornada gracias a que el líder no gana (las dos ligas de Tenerife y la del famoso penalti). La selección española gana la Eurocopa gracias a que Casillas está más inspirado que Buffon en una tanda de penaltis (la lotería futbolística por antonomasia). Coño, que Grecia ganó una Eurocopa, y ese era un equipo infame, cómo iba a ganarla sino de suerte. En baloncesto, la selección española es campeona del mundo gracias a que Andrés Nocioni falla un triple absolutamente solo desde una esquina.

Y en football, pues lo mismo, ejemplos a patadas. (...) Una de las más afortunadas (y polémicas) jugadas de la historia de la NFL, la inmaculada recepción. ¿Recordáis el partido de la Tuck Rule? Tampoco hay que remontarse a tiempos tan pasados. Los últimos tres campeones de la Super Bowl, Saints, Steelers y Giants, han estado alguna vez más fuera que dentro; tanto, que su derrota era casi segura en algún momento de la postemporada. Los Giants ganan la Super Bowl gracias a que David Tyree consigue una increíble recepción apoyándose su casco en una jugada en la que Eli Manning se libra del sack milagrosamente (estos Giants también tuvieron su dosis de suerte en la final de la NFC, donde el amigo Brett lanzó una intercepción en la prórroga que permitió a los de East Rutherford recuperar el balón y chutar el field goal ganador); los Steelers tenían la Super Bowl perdida después del touchdown de Larry Fitzgerald en los últimos minutos del 4.º cuarto de la Super Bowl, y la posición de campo desde la que empiezan el drive ganador era pésima, pegada a su propia end zone. Incluso cometieron un holding que les retrasó 10 yardas en uno de los downs. Los últimos campeones, los Saints, tenían el partido perdido: con empate en el marcador, los Vikings estaban en field goal range, y sucede lo increíble: saltan 12 jugadores al huddle, por lo que se les penaliza con 5 yardas, lo que les saca de field goal range y les obliga a arriesgar algo más en la elección de la jugada. Entonces, Brett hace lo mismo que en su último pase con los Packers y con los Jets: lanza una intercepción más que unir a su récord histórico de la NFL. El partido va a la prórroga, los Saints ganan el cara o cruz y consiguen el field goal ganador. Tres golpes de suerte seguidos.

Suerte, suerte, suerte. Siempre necesitas algo de suerte, porque por bueno que seas, en algún momento te verás jodido.


Bears y Seahawks son, junto con Jets y Falcons (por sus "huidas" en los últimos segundos de partido), los equipos que han tenido más suerte en lo que llevamos de temporada. Lo que les hace especialmente peligrosos, nadie más temible que un equipo aliado con la suerte. Y en playoffs han tenido también la suerte de encontrarse. Están encantados de ello, seguro. Los Bears han tenido la fortuna de conseguir el first-round bye a pesar de que es como poco discutible que sean uno de los mejores dos equipos de la NFC (personalmente, no creo que estén ni entre los cuatro mejores, pero esa es otra discusión). Los Seahawks han tenido la suerte de estar encuadrados en una división barata, en la más barata de la historia, y de depender de sí mismos para ganarla a falta de una jornada cuando presentaban un balance de 6-9. Y de jugar un primer partido en su casa. Y de jugar frente a uno de los pocos rivales que no les ha destrozado fuera de Seattle en temporada regular. No solo eso, sino que los Seahawks ya vencieron en Chicago. Encantados de conocerse, menuda suerte.

Podríamos comentar las virtudes de la defensa de Chicago, la debilidad de su línea ofensiva, el peligro que entrañan los retornos de Devin Hester (por parte de los Bears) y Leon Washington (Seahawks), de lo poco fiables que resultan Hasselbeck y Cutler, de lo irregulares que son Matt Forté y Marshawn Lynch... Pero en un partido en el que se enfrentan los dos equipos más suertudos de la NFL, quién va a ganar, ¡pues el que tenga más suerte!

* * *

Que disfrutéis del fin de semana. Yo ya estoy preparando la fiesta del sábado noche en mi casa. Disfrutad como si lo fueran a prohibir. Y nunca mejor dicho, porque en estos momentos las probabilidades de cierre patronal (es decir, de que no haya NFL el próximo año o por lo menos no se dispute la temporada íntegra) son bastante altas.

Recuerdo los horarios y canales. Ojo porque según acaba de anunciar Mariano Tovar en su blog los partidos del domingo irán por Multideporte en vez de por Sportmanía. Pésima noticia para abonados de Imagenio, Ono y plataformas similares que solo cuentan con Sportmanía. Una putada. Y encima, por culpa de la NBA, ninguno de los partidos del domingo irán en HD. Ea.

Sábado:
22.30 (hora peninsular española): Steelers-Ravens, por Canal+ Deportes y Canal+ Deportes HD.
2.00 (h.p.e.): Falcons-Packers, por Sportmanía y Canal+ Deportes HD.

Domingo:
19.00 (h.p.e.): Bears-Seahawks, por Multipantalla 1 (supongo que dial 180 de Digital+).
22.30 (h.p.e.): Patriots-Jets, por Multipantalla 4 (supongo que dial 183 de Digital+).

4 comentarios:

  1. Gracias, ya veo que has tomado nota de lo de Osasuna ;-) Me he sentido hasta un poco mal, porque para una de las pocas veces que alguien nombra a mi equipo sin soltar pestes...

    ¡¡Qué ganas de football!! Por el bien de vosotros (los Packers) espero confundirme pero a día de hoy no creo que el efecto Starks sea suficiente para que de la noche a la mañana GB tenga juego terrestre como nos han vendido toda la semana. Los Packers siempre me han caído simpáticos y los Falcons me han dado un poco de pena este año porque pese a ser el mejor equipo de la NFC (y de toda la liga) nadie les daba bola, así que cualquiera me vale, que gane el mejor.

    Suerte!!

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  2. Pero que grande es Wes Welker, madre mía!!!! y final de Conferencia!!!!! Ni euforia ni leches, HIDOLOS!!!!!!!!!!!!!!

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  3. Bravo Greeen Bay. 555, enhorabuena por la parte que te toca.

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  4. HIDOLOS! MIS OGOSSS AAAAGHHHH!!

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