martes, 18 de enero de 2011

Plácido domingo, jodido lunes: ronda divisional

Para muchos, el fin de semana divisional es el mejor del año en términos footballísticos. En ningún otro debería de haber tantos partidos y de tanta calidad. Cuatro partidos entre ocho de los mejores equipos de la NFL, disputados en los estadios de los dos mejores clasificados de cada una de las conferencias. El odio, la euforia y la suerte.

Toda la temporada estamos esperando que lleguen estos momentos, Times like these.



Qué pude ver. Esta semana, todo en directo. El sábado, con invitados en casa y abundante comida y bebida. Y por el Plus en alta defiinición. Un lujo. El domingo, sin invitados y sin alta definición, pero también por el Plus, en sus canales semiclandestinos. Que den prioridad a la NBA sobre la NFL lo puedo entender hasta cierto punto (porque entiendo que tendrá bastante más audiencia, por mucho que se trate de un intrascendente partido de temporada regular como el Clippers-Lakers) pero que se la den a la primera ronda del Open de Australia, no. Además, no es serio que cambien los canales en los que se emiten los partidos a 48 horas de que se disputen. Muy mal. Para terminar de rizar el rizo el Patriots-Jets figuraba en la guía de programación en el dial 183. Aunque es cierto que en la retransmisión anterior Moisés Molina anunció que iba por el 185, la guía seguía mal. Encontrar ese partido, una aventura. Un pequeño aunque merecido palo para los responsables de programación de la plataforma.

Favre Watch (lo más comentado)

¡Ay, el Favre Watch! ¿Os parece poco adecuado para dar nombre a lo más comentado? Seguro que no. Este lunes precisamente se informaba de que Favre acaba de presentar en la NFL la documentación para certificar su retirada. ¿Definitivo? Por supuesto que no. Como si no lo hubiera hecho también en 2008. Buen momento para intentar robar protagonismo al quarterback que está destrozando los récords que tenía el 4 en la franquicia de Wisconsin.

En un fin de semana como este con tantos partidos tan importantes los comentarios no pueden centrarse en otra cosa que el análisis de estos partidos. Como supongo que todos ya sabéis que ganaron Steelers, Packers, Bears y Jets, dedicaremos la sección a otras cuestiones.

Un nombre ha destacado sobre los demás: el de Aaron Rodgers. Pero dado que su épico partido encaja bien en la sección dedicada a lo mejor de la jornada, me centraré en otros temas. En primer lugar, una frase muy repetida desde hace mucho tiempo. Un refrán que se viene repitiendo desde tiempos inmemoriales, y que cobra plena vigencia en lo que llevamos de playoffs:

Offense wins games, defense wins championships

El ataque gana partidos, la defensa gana campeonatos. Lo que viene sucediendo en estos playoffs confirma plenamente esta máxima. Tanto, que ahora mismo siguen vivos los equipos con mejor defensa de la NFC y de la AFC. Estas eran las mejores defensas de la NFL en temporada regular en cuanto a puntos permitidos (también se indican las yardas concedidas en la columna de la derecha):


La mejor defensa de la AFC (y de toda la liga) era la de Pittsburgh. Los Steelers siguen vivos. La mejor defensa de la NFC era la de Green Bay. Los Packers siguen vivos. La tercera mejor defensa de la NFL era la de Baltimore, pero al enfrentarse contra los Steelers, cayeron eliminados. Por estar encuadrados en la misma división que los Steelers, los Ravens solo podían ser seed 5 en la AFC y, por tanto, al pasar también el 6, tenían que enfrentarse a los Steelers (seed 2). En esa colisión de grandes defensas, venció la mejor. El siguiente clasificado es Chicago: en la final de la NFC. A continuación estaban los Falcons (por increíble que parezca en vista de lo sucedido este sábado, Atlanta era la tercera defensa de la NFC), que cayeron ante la mejor defensa de la conferencia. Y los siguientes eran los Jets. También ganaron.

¿Alguien se atreve a cuestionar la validez del refrán? El ataque gana partidos; la defensa, campeonatos. ¿Pittsburgh-Green Bay en la Super Bowl?

Por cierto, este fin de semana sirve para reafirmar lo que comentábamos el pasado lunes: los quarterbacks ni ganan ni pierden los partidos ellos solos. Y lo digo a pesar de la exhibición de Rodgers (y de su equipo de receptores) del pasado sábado. Los quarterbacks son una pieza más de la máquina que gana y pierde los partidos. Seguramente la más importante del ataque, pero no la única responsable de los resultados. Con todo, seguro que alguno ha escrito tonterías como "Sanchez vence a Brady". Pero si hasta en el partido de Atlanta las dos jugadas más importantes del partido, las que supusieron el punto de inflexión, las protagonizó un cornerback. Asi que sí, Rodgers hizo un partido excepcional, pero si Tramon Williams no hace lo que hizo al final del segundo cuarto, quién sabe si no hubiésemos visto en Atlanta una repetición de lo sucedido en Arizona hace un año. Entonces, los titulares habrían sido del tipo "Rodgers pierde" o "Rodgers se caga en los playoffs". Tonterías como un piano.

El nobody believes in us factor sufrió un golpe con la eliminación de los Seahawks, pero vemos que muchos siguen apelando a él para motivar a su tropa. ¿Qué dijo Rex Ryan al terminar el partido en Foxborough? Maybe everybody else never believed, but we believed. Mientras sus chicos crean que nadie cree en ellos, funcionará. Tampoco creo que nadie creyese en ellos, pero es cierto que no eran los favoritos.

Terminamos la sección con otro tema polémico y que aunque no está directamente relacionado con los partidos de la ronda divisional, sí afectaba a uno de ellos. El tema de las zancadillas en los retornos. Recordaréis que un ayudante de los Jets fue sancionado por zancadillear a un jugador de equipos especiales de los Dolphins. Entonces la NFL recordó la norma de que está prohibido hacer murallas de jugadores en las bandas para intentar entorpecer las carreras de los rivales. Los Jets dijeron que los Patriots también lo hacían. Y les cayó una multa por eso. Pues bien, parece que las acusaciones no eran infundadas.


Jay Glazer, de la Fox, encontró la prueba. Los Jets sabían que los Patriots lo hacían porque ficharon a un jugador del practice squad de los Patriots. Ese fue el chivato. Los Jets son unos bocazas, no cabe duda. Su actitud macarra les hace más sospechosos, pero no hay que olvidar que Belichick ya se ha visto envuelto en otros incidentes que prueban que su ética profesional no es, o por lo menos no fue, inmaculada.

Super Bowl III (la sorpresa)

Creo que ninguno de los cuatro resultados de este fin de semana puede considerarse una sorpresa. Lo sorprendente es que diga esto después de que los números 1 de cada una de las conferencias hayan caído derrotados por los respectivos números 6. Teóricamente* (con asterisco), los peores de cada conferencia contra los mejores. El asterisco viene por la distorsión introducida por el hecho de que el campeón de cada división obtenga un seed del 1 al 4 aunque su balance sea peor que el de los wild cards. Por eso el peor de los seis clasificados puede ser el seed 4 en vez del 6. Pero por lo general el 1 es mejor que el 6 (por lo general porque el calendario es distinto).

Bueno, forzando un poco podríamos decir que la derrota de los Patriots es una sorpresa. Es una sorpresa porque habían sido, con diferencia, el mejor equipo de la NFL en temporada regular y porque jugaban en su estadio frente a un rival al que habían vencido por 42 puntos de diferencia hace un mes escaso. Sí, quizá ese era el resultado más sorprendente de los cuatro. Es sorprendente que de repente a Brady se le apaguen las luces y a las primeras de cambio lance una intercepción, algo que no hacía desde octubre (en un hail mary, además). Es sorprendente que el único equipo que no cometa errores (aparte del field goal fallado) sean los Jets, cuando los Patriots se habían caracterizado por hacer bueno el consejo de take care of the football. Sorprende que el quarterback que no la cague sea Mark Sanchez y no Brady, y sorprende que un entrenador gane la batalla táctica a Bill Belichick.

La otra eliminación del número 1 por el 6, la de Atlanta a manos de Green Bay, no ha sorprendido a muchos. De hecho, el 73% de los expertos de la ESPN apostaba por los Packers. Por eso también escribía el pasado viernes que demasiado favoritismo veía yo, que los Falcons por algo eran los primeros de la NFC. Sin embargo, quizá sí haya sorpresa. No tanto por el qué sino por el cómo. Creo que ni los más optimistas seguidores de los Packers apostaban por una victoria tan cómoda. Hasta 10 segundos antes del descanso el partido parecía un shootout. A ver quién mete más. Ya Tramon Williams había salvado un touchdown con una intercepción en la end zone. El domingo anterior a Vick, este a Ryan. Pero la jugada del partido fue esta. Sorprende que los Falcons arriesguen tanto; también que fallen.


La maldición del anfitrión de la Super Bowl (la vida sigue igual)

Tony Gonzalez es para algunos el mejor tight end de la historia. Bueno, solo por detrás de Mike Ditka. Ningún otro tight end se le acerca en número de recepciones. Y a pesar de estar ya muy mayor, sigue siendo un excelente jugador, como ha demostrado esta temporada. Sin duda, un futuro Hall of Famer. Palabras mayores.

Sin embargo, este fin de semana a Tony Gonzalez le ha sucedido lo de siempre en postemporada. Su equipo ha vuelto a perder. Como siempre. Por cuarta ocasión, el equipo de Gonzalez llega a playoffs y cae a las primeras de cambio. Y por tercera vez, eso sucede habiendo terminado su equipo con un registro de 13-3 en temporada regular, jugando en casa y tras disfrutar de una semana de descanso. Una lástima por él.

Otra maldición: si vuestro equipo anota un touchdown de retorno en playoffs, cuidado. Los Falcons son el quinto equipo en caer de forma consecutiva tras retornar un kick para touchdown. Los anteriores fueron los Bears en la Super Bowl en la que Devin Hester anotó en la primera jugada del partido. Y desde 1970, el registro acumulado de quienes consiguen esta hazaña en postemporada es de 7-15.

Santonio Holmes, otra vez. Otra vez con un touchdown decisivo en playoffs. A todos nos ha recordado a otra jugada espectacular. La vida sigue igual para el 10 de los Jets.


Por cierto, tercera derrota consecutiva en playoffs para Tom Brady. ¡Mierda, si defiendo que no se debe decir que un quarterback gana o pierde un partido, por qué escribo esto! Bueno, me entendéis: que tercera derrota consecutiva del equipo del que Brady es QB titular. Tendencia de moda.

Otra tendencia de moda es la de las derrotas de números 1 de conferencia a manos de números 6. Con las 2 de este fin de semana, en 6 de los últimos 7 enfrentamientos entre 1 y 6 gana el 6.

La vida de Kurt Warner (la vida cambia)

Todos los partidos disputados este fin de semana divisional tenían su precedente en temporada regular. Los Ravens ya habían jugado en Pittsburgh: victoria de Baltimore; los Packers en Atlanta: victoria de los Falcons; los Seahawks en Chicago: victoria de Seattle; y los Jets en Foxborough: victoria, de paliza, de los Patriots. Este fin de semana ha sucedido exactamente lo contrario. Los equipos que salieron derrotados en la temporada regular salen victoriosos en playoffs. Cambio de signo en todos los partidos.

Los partidos del próximo domingo también tienen precedente regular: Green Bay perdió en Chicago y los Jets ganaron en Pittsburgh. ¿Otro cambio de signo, quizá? Personalmente, espero que así sea, aunque en mi casa la Super Bowl se viviría con más tensión que un tío comiendo naranjas en El Padrino (teníais que ver la cara de mi chica en el descanso del Steelers-Ravens, ni cuando pierden el Atleti o el Estu... aunque dice que estaba muy cabreada por el touchdown que consigue Baltimore en el fumble que solo un jugador --de los Ravens-- supo interpretar).

Si la postemporada de 2010 se caracterizaba por el dominio de los domes y la nieve no era más que un lejano recuerdo de tiempos pasados, en 2011 hemos vuelto al clásico football de enero: el que se disputa con un frío que te cagas y entre blancos copitos. En 2010, tres de los cuatro partidos de la ronda divisional se disputaron a cubierto, y el cuarto en tierra cálida, en San Diego. Las finales de conferencia se disputaron en sendos domes, y la Super Bowl a descubierto pero en zona calurosa. Comenté varias veces lo poco que me gustaba. El fútbol americano no es un deporte que se deba practicar bajo techo. Es un deporte que se disputa en los elementos. Da igual que llueva, truene o nieve. Por suerte, esta temporada todo ha cambiado: de los cuatro partidos de la divisional round, solo uno se disputó en dome. Esta temporada domes are doomed. Los domes están malditos. Ya no queda ni uno. Los otros tres partidos, en territorio helado: Pittsburgh, Foxborough y Chicago.

Curiosamente, los más felices por jugar en un dome el pasado fin de semana eran los jugadores del ataque de los Packers. Y no lo digo por lo que finalmente pasó, sino que antes del partido ya mostraban su felicidad por jugar en condiciones, decían ellos, óptimas para el desarrollo de su juego. Decían que la temperatura era ideal para los receptores, a los que no se les agarrotaban las manos para completar esos pases que en otras circunstancias se pueden caer (que le pregunten a James Jones, qué cambio de Philadelphia a Atlanta) y que el terreno de juego, muy rápido, favorecía sus rutas. Además, la ausencia de viento reduce la dificultad para enviar pases precisos y, finalmente, el propio Rodgers decía que en el turf del Georgia Dome podía llevar su calzado más cómodo. Pues nada, la semana que viene a Windy City a jugar contra la defensa de los Bears y los elementos. Y, en cualquier caso, no me olvido de lo que pasó en el dome de Detroit. En el Ford Field el ataque de Green Bay logró 3 puntos. Aaron Rodgers se perdió la primera mitad por conmoción cerebral, pero durante los dos cuartos que jugó el resultado fue de 0 puntos.

Más cambios: el del partido de Pittsburgh de la primera parte a la segunda. 7-21 al descanso, con dominio de la defensa de los Ravens, 31-24 al final (parcial de 24-3). Voy a ser oportunista y ventajista. En el descanso del partido comenté (también para animar a cierta persona que andaba un poco triste) que era imposible que la defensa de los Steelers no forzase alguna pérdida de balón más. Eso fue lo que sucedió. La defensa de Pittsburgh dio un paso adelante y los Ravens un par de pasos atrás (errores de cobertura en la secundaria y drops de sus bien pagados receptores). En el duelo de las mejores defensas de la AFC, ganó la defensa que forzó más pérdidas. El resultado del partido podría expresarse en términos diferentes al 31-24 con que terminó. El resultado real fue de 3-2 a favor de los Steelers. El número de recuperaciones marcó la diferencia.

Tanto, que ni los Ravens echaron mano de la excusa arbitral para excusarse de la derrota (hecho que les honra, y mucho). Terrell Suggs (enorme durante todo el partido) dijo que cuando vas ganando por 21-7 no puedes echarle la culpa de la derrota a los árbitros: "We've got nobody to blame but ourselves". Hasta John Harbaugh, siempre protestón, dijo que no podía evaluar la actuación de los árbitros.

Los honra, porque la excusa fácil es la decisión arbitral que les priva de 4 puntos por este dudosísimo holding (digo 4 puntos porque el drive terminaría en field goal):


Comentario no footballístico que no quiero dejar pasar

Esto no tiene que ver con el football, pero me parece lo suficientemente interesante como para destacarlo. No me había dado cuenta, pero tras leer el mensaje del autor del Lazarillo de Tormes y de otras muchas obras célebres, he visto la luz. Recordaréis que en el artículo de reparto de premios de la temporada regular comentaba que el año 0 no existió porque antes no existía el concepto matemático de 0. Pues bien, gracias a Anónimo he comprendido que ni siquiera hoy habría habido año cero. Copio su comentario:

Lo de no introducir un año cero no es nigún error. El error hubiera sido hacerlo. No tiene ningún sentido que haya año -1, luego año 0 y luego año 1. Los años no son momentos sino periodos de tiempo, lo que se tenía que haber hecho es que el teórico día del nacimiento fuese el primero del año en lugar del uno de enero. El año anterior sería el -1 y el posterior el 1, de tal forma que al comenzar el primero quedase exactamente un año hasta el evento de referencia y al terminar el segundo hubiera pasado exactamente un año desde el mismo.
No tiene ningún sentido hablar de "año 0".
O acaso los meses tienen "día 0"??


Lo dicho, gran comentario y muy ilustrativo. Gracias, Anónimo.

Hall of Fame (lo mejor)

La estadística no hace justicia a la actuación de Aaron Rodgers en el Georgia Dome. Y la estadística es asombrosa: 30/36, 366 yardas de pase (10,2 por intento de pase), 3 TD de pase, 0 intercepciones, 136,8 de rating, 1 TD de carrera.

En esos números no se ve que completó pases de todos los colores: en el pocket y saliendo de él; en carrera y en estático; pases cortos y pases profundos; frente al blitz y frente a coberturas plagadas de defensores. Imparable, imperial. La estadística no refleja su excelente movimiento de pies, cómo evitó la presión de los pass rushers de Atlanta, ni su capacidad para correr sin poner en peligro su integridad física. Una exhibición casi inigualable. Solo recuerdo haber visto a ese nivel a otro quarterback que precisamente se enfrentaba a Rodgers (también excelente): Kurt Warner en la wild card round de la temporada pasada.

Rodgers dirigió drives de 81, 92, 80, 80 y 50 yardas, todos ellos con el mismo final: touchdown. Torturaba sin piedad a la defensa rival. Llegaban los terceros downs, pero siempre terminaban por convertirse en primeros. Salvo el primer drive, en el que conseguido el primer down Jennings cometió un fumble, un tercer down con pase de Rodgers no se convirtió en primero.

Jamás ningún quarterback de los Packers realizó un partido así de bueno en playoffs. En dos de sus tres partidos en postemporada, Rodgers llegó a números que su predecesor no pudo conseguir en toda su carrera. El 4 nunca había llegado a 366 yardas en postemporada, no digamos al registro que logró Rodgers en Arizona (423).

De paso, Rodgers batió algún que otro récord en playoffs. El de touchdowns de pase en sus 3 primeros partidos de postemporada (10). Es el primer QB que consigue un passer rating superior a 120 (¡120!) en todos y cada uno de sus tres primeros partidos de playoff. Con él a la cabeza, Green Bay batió su récord de puntos en postemporada: 48. El anterior récord también se consiguió con Rodgers al frente del ataque: en Arizona, 45 puntos que no valieron para ganar (para algunos, Rodgers perdió ese partido, tócate las pelotas). Solo unos pocos elegidos consiguieron un porcentaje de pases completados superior al de Rodgers en Atlanta.


Y recuerdo que todos los partidos de Rodgers en postemporada los disputó fuera de casa. Sí, sí, durante esta temporada muchos dudaban de la aptitud de Rodgers con base en que nunca había ganado un partido de playoffs. Tras dirigir un ataque que logra anotar 45 puntos en Arizona, tenía delito.

¿Hartos de leer sobre el partido de Rodgers? Bueno, os dejo que veáis y escuchéis.


Otros jugadores completaron excelentes partidos este fin de semana, pero el de Rodgers fue tan bueno, que (con todos mis respetos) ninguno de ellos merece compartir lugar con aquel en la sección dedicada a lo mejor de la jornada.

Pro Bowl (lo regulero)

Cada vez me parece más adecuado el nombre de Pro Bowl para designar lo regulero del fin de semana. Sobre todo si tenemos en cuenta que ni Aaron Rodgers ni Tramon Williams fueron seleccionados para acudir a tan magno evento. Con los números en la mano, era difícil defender que la temporada de Ryan y de Brees fuese mejor que la de Rodgers. Pero los aficionados, entrenadores y jugadores entendieron que así debía ser. Por suerte para la Pro Bowl, la mayoría de estrellas estarán disponibles (o por lo menos no tendrán la excusa de tener que jugar la Super Bowl) para ese partidazo en Hawaii. Todos los quarterbacks seleccionados están ya de vacaciones. En la NFC, Vick, Ryan y Brady ya están eliminados. En la AFC, Brady, Rivers y Manning, también.

De hecho (atención al dato), de los 11 titulares del ataque de la AFC, solo el center Nick Mangold (Jets) sigue compitiendo. En la NFC, el ataque titular al completo está eliminado. En cuanto a las defensas, en la AFC siguen vivos dos (James Harrison y Polamalu) y en la NFC, cuatro (Peppers, Matthews, Woodson y Collins). Peazo Pro Bowl que nos espera, señores.

Vamos con lo regulero. Los Jets son los protagonistas. En el campo y estando el balón en juego, su partido fue excelente. Se cargaron a los temibles Patriots. Un diez para ellos. Fuera del campo, se comportaron como unos macarras barriobajeros, como unos auténticos gilipollas. Hay que saber perder, pero también hay que saber ganar. Entiendo que en playoffs las ganas de ganar están por las nubes, y que vencer al enemigo más odiado tiene que provocar un estallido de euforia casi incontenible. Lo entiendo.

Y no quiero defender posturas absurdas. No quiero defender que cuando se gana hay que poner cara mustia y contenerse al máximo en la celebración. De eso nada. Eso es cinismo y no me gusta nada. Por supuesto que hay que celebrar los éxitos. Pero cuando las celebraciones consisten casi exclusivamente en faltarle el respeto al rival, en burlarte de él, en reírte en su cara, merecen el mayor de los desprecios. Los Jets no saben comportarse fuera del campo. No saben ganar. Son una panda de provocadores encabezadas por su head coach, que tiene una bocaza mayor que su panza. Y son un pésimo ejemplo para mucha gente que los idolatra. Yo soy muy crítico con el comportamiento de los deportistas profesionales. Aunque no deberían serlo en ningún caso, la gente los toma como modelos. Creo que deberían hacerse campañas de no imitéis lo que hace un deportista fuera del campo: absolutamente nada. Ni lo que dice, ni lo que hace, ni cómo viste, absolutamente nada. Suelen ser unos cafres. E insisto: no me gustan los sensibleros ni los mojigatos, pero de ahí a comportarse como un pandillero de mierda hay un trecho.

Volviendo al tema de los Jets, ¿a qué me refiero? Pues a la celebración en el touchdown de Greene (que debía haberse arrodillado en la 1, pero ese es otro tema), en primer lugar. La que montan sus compañeros y su impresentable entrenador.


Aceptamos la celebración de Braylon Edwards, aunque está en el límite de la provocación. Cuando los jugadores se dan la mano, él hace piruetas.


Y el que se pasó catorce pueblos fue Bart Scott. Una lección de clase (la traducción de todo lo que dice este sujeto en la entrevista la tenéis en Zona Roja, Dani Hidalgo es su autor).


¿Grandes actuaciones con derrota de su equipo? Las de Terrell Suggs para los Ravens y Eric Weems (en este caso, en su labor de retornador). Suggs, como pasó en el anterior partido contra los Steelers disputado en Baltimore, hizo todo lo que estaba en su mano para conseguir la victoria. El pasado fin de semana consiguió 3 sacks, forzó 2 fumbles y realizó 6 placajes. Pocos jugadores defensivos estuvieron a su nivel esta temporada, sobre todo al final. Pero el esfuerzo fue inútil, por eso lo incluimos en la sección sobre lo regulero. Weems está aquí por esto, la jugada más larga de la historia de los playoffs. 102 yardas. Tampoco sirvió de mucho.


Pick-six en la prórroga (lo peor)

El Bears-Seahawks fue una puta mierda. Así de claro. Un partido aburrido, de los que se ven con frecuencia en playoffs, pero que habíamos perdido la costumbre de sufrir. El Chiefs-Ravens de la semana pasada duró dos cuartos y pico; el de Soldier Field, un suspiro. Si es que estamos mal acostumbrados.

Siguiendo con lo peor del fin de semana, premio para la defensa de los Falcons. Concedió 41 puntos (descuento los 7 derivados del pick-six de Tramon Williams). Fue objeto de una lenta pero exhaustiva digestión por parte del ataque de Green Bay, que empezaba desde muy lejos e iba avanzando, sin prisa pero sin pausa, hasta llegar a la end zone rival. Para mayor escarnio, al empezar la segunda parte, con 28-14 en el marcador, a John Abraham le pareció oportuno celebrar un sack conseguido en el primer down del drive ofensivo de los Packers haciendo burla de Rodgers. Imitó el gesto con el que el 12 celebra sus TD: el del cinturón de campeón.


El drive no terminó en esa jugada, evidentemente (que diría Zanoni). Siguió. Y siguió. Y siguió. Y siguió. Y siguió. Y así acabó:


Moraleja: si estás perdiendo por 14 puntos, si el ataque rival te está destrozando, si todavía ese drive no está muerto, no intentes ridiculizar al jugador que está protagonizando una noche épica.

Del primero de los partidos, cómo olvidarnos de Anquan Boldin y T.J. Houshmandzadeh. Receptores de primera categoría, por lo menos salarial, que en Heinz Field mostraron poco y lo poco que mostraron fue penoso. Ese drop de Houshmandzadeh para terminar la temporada es un final que la defensa de los Ravens no merecía.

No incluiré a ningún jugador ni unidad del partido de Foxborough. No creo que nadie de los Patriots lo merezca y menos aún de los Jets. Alguno podría argumentar que el ataque de New England no estuvo a la altura. Que Brady no respondió cuando más se le necesitaba. Es verdad que Brady no estuvo al nivel de MVP que nos tenía acostumbrado. Pero también lo es que la defensa de los Jets estuvo espectacular. Una planificación y ejecución defensiva brillante. Hay que darles crédito por ello en vez de poner a parir a los Pats.

Decisión estúpida de la semana

Podríamos hablar de que Shonn Greene no se arrodilló en la yarda 1 a falta de minuto y medio para terminar el Pats-Jets, cuando de haberlo hecho los Jets se habrían asegurado la victoria y no habrían dado opción al milagro de los Patriots, pero eso habría sido una decisión muy inteligente. Lo no muy inteligente no puede ser calificado como estúpido, así que buscaré otra jugada.

¿El fake punt fallido de los Patriots? No, también me parecería injusto. Me gustan las decisiones valientes, y aunque la ejecución fuese pésima, la decisión en sí no me parece estúpida.

Sí es estúpido dejar de disputar un balón que está en el suelo cuando los árbitros no han señalado nada. Si no pitan, la jugada no se ha terminado. Es estúpido por parte de quienes se quedan quietos y muy inteligente por parte del jugador que está cuco para aprovecharse de ello. Un cero para todos (sobre todo para Foster y Ngata) y un once para Cory Redding.


Segundo clasificado, Pete Carroll, por su decisión de chutar un field goal cuando su equipo perdía por 28 puntos en a falta de 1:28 para terminar el tercer cuarto. Un field goal en esos momentos no sirve para absolutamente nada. Bueno, sirve para anunciar a los cuatro vientos que das el partido por perdido y que prefieres no ver cómo tu marcador se queda en cero. ¿Que los Seahawks eran claramente inferiores? Por supuesto. ¿Que el cuarto down probablemente habría terminado en turnover? También. Pero tenían que haberlo intentado. Cobardes.

Ah, mención de honor a Mike Martz por la jugada del pase de Matt Forté.


Marcar esa jugada con el partido casi asegurado es de sobrado. Demasiado sobrado, creo yo. Y una manera de intentar resucitar un partido que estaba muerto.

El próximo fin de semana: finales de conferencia

Ya se empiezan a escuchar las voces de protesta. Las denominaciones son importantes. No deben ser arbitrarias. Cuidemos la corrección léxica. ¿Por qué la llaman ronda divisional si no tiene nada que ver con enfrentamientos divisionales? Que las llamen semifinales de conferencia. Lo dice Peter King en su MMQB y tiene toda la razón. El próximo fin de semana, enfrentamiento divisional. Pero no es la ronda divisional, sino la final de conferencia. El choque más importante de entre los más repetidos.

Sí, tenemos ya el menú del próximo domingo. Malos horarios para España. Mi plan es dormir toda la tarde, cuanto sea posible, para poder ver íntegramente y en directo las dos finales. Qué dos finales.

A las 21.00 del domingo (hora peninsular española), Chicago Bears-Green Bay Packers. El partido más repetido en toda la historia del fútbol americano profesional. En 181 ocasiones se han enfrentado. Desde 1921. Pero, muy sorprendentemente, solo en 1 de las 181 veces que jugaron Bears y Packers el partido era de playoff. Fue en 1941. En Chicago. Ganaron los Bears. Brett Favre hizo un buen partido, pero una terrible intercepción en el último drive del 4.º cuarto, con el partido empatado, terminó en touchdown y partido para Chicago...

A las 00.30 ya del lunes en la península ibérica (bueno, en Portugal todavía domingo), Pittsburgh Steelers-New York Jets. Revancha del partido de temporada regular que ganaron los Jets. Pero entonces cierto jugador que tiene asegurado su pelo en un millón de dólares no estaba.

Qué larga se va a hacer la espera. Pero me despido con buenas noticias para los abonados a Digital+: ambos partidos irán en HD. El primero también por Sportmanía (o al menos eso dicen hoy, a saber qué dirán mañana o pasado), así que los abonados a otras plataformas también estáis de enhorabuena (insisto, por ahora).

8 comentarios:

  1. No entiendo lo de Brett Favre en 1941

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  2. Lo que no se entiende es como ese comentario no esta la seccion "Decisión estúpida de la semana"...

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  3. Gran artículo una semana más. Y gran decisión la de no comentar nada del Chicago-Seattle, partido infumable donde los haya.

    Sobre los Jets y sus reacciones a la victoria en Foxboro. Creo que hay que ponerlas en contexto. Toda la semana, en todos los medios americanos, se había puesto a los Patriots por las nubes y a los Jets como una mera comparsa en el camino hacia el nuevo título de Brady. Si ya de por sí, Patriots y Jets se tienen bastantes ganas esto no hizo más que azuzar mucho más a los de Ryan. Por eso es espectáculo a final de partido, ¿algo exagerado? Sí, sin duda; pero pienso que hay que contextualizarlo un poco.

    Mucha suerte este fin de semana y que ganen los Packers y los Jets ;)

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  4. Let's go Bucs (Clubdelgourmet)18 de enero de 2011, 10:38

    Gran artículos 555, y gracias por el esfuerzo de tenerlo preparado a tiempo para que tus incondicionales fans nos hayamos podido desayunar con él.

    Como casi siempre, en lugar de comentar todo con lo que se está de acuerdo, yo comentaré con lo que no estoy de acuerdo: el tema de la celebración de los Jets.

    Sí, se sobraron. Pero ya me gustaría a mí que mis equipos y sus entrenadores (especialmente el que tú y yo sabemos) tuviera motivados a sus jugadores de forma que uno de ellos diga que quiere (metafóricamente, al menos) atravesar al contrario con su casco o que salgan al campo con la rabia de demostrar que son mejores de los que todo el mundo piensa.

    Seamos sinceros y no políticamente correctos: si un jugador de mi equipo (pongamos Pancho Jasen del Estu) tras ganar al equipo que no debe ser nombrado en playoffs en su campo dice que "salí con ganas de arrancarle el brazo a Felipe Reyes en un tapón y demostrarle a todos los estúpidos periodistas del Marca que estaban equivocados y que el Estu es un gran equipo" se convierte en nuestro ídolo de por vida.

    Por último, el partido de Rodgers es para mí la mayor demostración que he visto en NFL en el (poco) tiempo que la llevo siguiendo de forma más o menos habitual ¿cómo puede lanzar esos pases en carrera tras escaparse de la presión y con esa potencia y precisión?

    Saludos

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  5. Buen resumen tio, llevas una temporada que te sales, con estos artículos que escribes y con tu particular estilo, das lecciones a más de un pseudoperiodista. Aunque soy fan de los Patriots, me temía algo así. La defensa me generaba muchas dudas, las estadísticas estan ahí por algo y esa defensa solo se mantenía por los turnovers. Como apunte en mi comentario en zona roja, creo que ha bastado un equipo cuidadoso con el balón, y una gran defensa, eso sí, poniendo presión a Brady y el equipo ha colapsado.No se si sera por la edad, pero a Brady le he visto demasiado estático en el pocket. Hay partidos que cuando te llega la presión te tienes que mover más, como Rodgers, que se infló a realizar rollouts para encontrar a receptores abiertos. En cuanto a Rodgers, impresionante, no se porque razón no me acababa de convencer, lo veía como un quarterback con buenos números pero un poco frío y propenso a los fumble, una especie de Flacco pero con más calidad, pero el otro día vi al quarterback perfecto. Madre mía que manera tiene de lanzar en carrera, es perfecto, y como evitaba la presión, solo le valía un paso y esquivaba a los jugadores de Atlanta que le llegaban, dejandolos en ridículo. Me quede alucinado. Para mí es una de la mejores actuaciones que he visto nunca y ante una defensa que no tendrá muchas figuras pero que es bastante dificil. Los números durante toda la temporada lo indican. El de Chicago-Seattle ni lo ví. Me temía lo que paso. Y el de Pittsburgh-Baltimore me gustaría verlo otra vez, para degustarlo mejor. Fue, para mí, el mejor partido del fin de semana. Lo tuvo todo, todo, todo, por tener tuvo hasta puntos, cosa de la que dudaba mucho. Bueno, lo dicho, un saludo y enhorabuena por tu trabajo, espero que continues como hasta ahora y no es peloteo.

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  6. "En 181 ocasiones se han enfrentado. Desde 1921. Pero, muy sorprendentemente, solo en 1 de las 181 veces que jugaron Bears y Packers el partido era de playoff. Fue en 1941. En Chicago. Ganaron los Bears. Brett Favre hizo un buen partido..."

    Te ha salido así y el resultado es muy bueno...
    Te deseo suerte con los tuyos (que no son los míos pero creo en Rodgers)

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  7. Genial como siempre, pero solo una cosa: a football se puede jugar lluviendo, con huracanes incluso (en la sección pijaditas de zona roja, ya pusieron una que eran los 10 partidos con clima más desfavorable, y una, en Tampa si no recuerdo mal, con un huracán), nevando (los partidos más bonitos del football, y los que se nos dan mejor a los Pats, ya decía yo que que no hiciera mucho frio nos iba a ir mal), pero eres un poco animal, ¡como pones con tormenta! No te culpo, porque a priori no se piensa, pero hay que darse cuenta que las máscaras de los cascos son metálicas, así que se puede decir que un campo de football se convierte en una porción de terreno con casi 100 pararrayos.

    Y decir también que escribí una predicción (en un foro) que la Super Bowl iba a ser un Jets-Packers, y que iba a ganar Green Bay. Espero que se cumpla, porque quiero que pasen los Jets a la SB (sevenburgh no quiero, por favor), pero ese equipo no merece ganarla, hay que tener un poco más de clase.

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  8. Yo también, aunque soy fan de los Patriots, estaba mosqueado con nuestra defensa (takeaways aparte). Estoy bien jodido: nos ganan los Jets, nos ganan en Foxboro y además no tenemos ni excusas. La peor derrota que recuerdo desde que sigo a los Pats. ¡Qué sensación de impotencia! No me vale la cantinela de que somos un equipo en construcción: un equipo con un récord de 14-2 no puede hacer el ridículo de esta forma. Para esto mejor no haber jugado los playoffs.

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