Por lo menos en temporada regular, creo que los horarios de la NFL son mejores en Europa que en los propios Estados Unidos. Los que acostumbramos a trasnochar los sábados agradecemos mucho no tener ningún compromiso los domingos por la mañana. No tener que madrugar. Y para mí madrugar es levantarse antes de las 12. Podéis llamarme vago tranquilamente. Cuando el Estu juega a las 12.30 de la mañana, o el Dépor a las 12, me hacen una buena putada. Hasta más o menos la 1 no soy persona. A partir de ahí ya soy el mismo cabrón de siempre. El cabrón que agradece que la NFL empiece a las 7 de la tarde. Si es que es un horario de puta madre. Te da tiempo a comer tranquilamente, a echarte una siestecita, y a quedar con tus amigos a ver los partidos mientras disfrutas de un placer adulto (nombre con el que también es conocido un copazo que te tomas durante la tarde). Hay un par de desventajas evidentes, eso sí. Que tienen nombre: Sunday Night y Monday Night Football. Y cuando han transcurrido un par de meses de competición aparece un tercer inconveniente, el Thursday Night. No suelen ser partidos cualquiera, ojo, sino de los mejores. Especialmente el Sunday Night. Pero, con todo, si me dan a elegir, prefiero mi horario, aun con sus desventajas.
De lo que (creo) no cabe duda es de que el horario de la jornada de año nuevo, la última de la temporada regular de la NFL, es más digerible por aquí que allá. Vamos, me ponen un partido a las 12 o a la 1 del 1 de enero, y ya le pueden dar por saco. Pero si me lo ponen a las 7 de la tarde, poco después de comer (sí, el 1 de enero es así), me parece un remedio cojonudo para mi resaca. Bendito football. Bendita NFL. Veamos qué nos tienen preparado para combatir nuestra resaca.
Antes de seguir, la música. Hoy con letra. Un tema navideño. Fairytale of New York, de los Pogues. Viva Shane McGowan, coño.
Creo que para exponer lo que nos espera este domingo debemos ser un poco ordenados. Siguiendo el mismo esquema de la semana pasada, veamos qué objetivos están pendientes de definirse, quiénes aspiran a conseguirlo y qué tienen que hacer. Eso sí, a diferencia de la semana pasada, hablaremos primero de lo más importante. Y lo más importante es determinar qué 3 equipos se unirán a los 9 ya clasificados para seguir jugando después de Reyes.
Segunda plaza de wild card de la AFC
Empezamos por esta cuestión porque es la primera que comenzará a decidirse el próximo domingo. También es la más complicada y a la que más equipos aspiran.
Quiénes se la juegan. Cincinnati Bengals (los únicos que dependen de sí mismos), Tennessee Titans, Oakland Raiders y New York Jets.
Partidos de los implicados. Todo este lío parte de un partido fundamental, el Cincinnati-Baltimore de las 22.15. Si ganan los Bengals, no hay más que hablar. Si palman, se abren todas las demás posibilidades. Por eso, el partido del que debemos estar pendientes en primer término es el que se jugará en Cincinnati (en el que, además, los Ravens se juegan su pase directo a la ronda divisional o, incluso, el primer puesto de la AFC). Estos son los partidos y sus horarios (en todos los casos, horario peninsular español).
19.00: Houston Texans-Tennessee Titans. Este partido lo da Digital+.
19.00: Miami Dolphins-New York Jets.
22.15: Cincinnati Bengals-Baltimore Ravens.
22.15: Oakland Raiders-San Diego Chargers.
22.15: Denver Broncos-Kansas City Chiefs. Ninguno de estos equipos aspira a plaza de wild card, pero el resultado de este partido condiciona qué tercer equipo consigue la clasificación.
Qué tienen que hacer. Voy a explicarlo muy esquemáticamente, porque creo que se entiende mejor. Obviaré qué pasa si algún partido acaba en empate (para que eso suceda, un partido tiene que llegar a la prórroga y ninguno de los equipos anotar ningún punto en los 15 minutos de la prórroga). Llevamos sin ver un empate desde 2008. El anterior lo vimos en 2002. Hasta algún jugador ignora que un partido de temporada regular puede acabar en empate. Es tan improbable, que mejor centrarse en victorias y derrotas, para no complicar innecesariamente las cosas.
Cincinnati Bengals
1) CIN gana; o
2) CIN pierde + NYJ pierde + OAK pierde; o
3) CIN pierde + NYJ pierde + DEN pierde
Tennessee Titans
1) TEN gana + CIN pierde + NYJ gana + OAK pierde; o
2) TEN gana + CIN pierde + NYJ gana + DEN pierde; o
3) TEN gana + CIN pierde + NYJ pierde + OAK gana + DEN gana
Oakland Raiders (ojo, aquí solo indico qué tiene que pasar para que se clasifiquen por wild card; también pueden llegar a playoffs ganando su división)
1) OAK gana + CIN pierde + TEN pierde; o
2) OAK gana + CIN pierde + NYJ gana
New York Jets
1) NYJ gana + CIN pierde + TEN pierde + OAK pierde; o
2) NYJ gana + CIN pierde + TEN pierde + DEN pierde
Mi apuesta. Creo que Cincinnati no va a poder con Baltimore (hasta ahora los Bengals no han vencido a un equipo potente) y que, si eso sucede, quien mejor lo tiene son los Titans. Apuesto por que, por segundo año consecutivo, el equipo de Hasselbeck, cuando todos lo dábamos por desahuciado y pese a la mala imagen dada durante gran parte de la temporada, termina clasificándose.
Campeón de la AFC Oeste
Esto ya es más fácil, porque no tenemos que atender a los resultados de cinco partidos, sino solamente dos. Algo me dice que las portadas del día siguiente abrirán con el resultado de esta batalla. Mucho morbo. ¿Conseguirá el equipo del nuevo chico favorito de los estadounidenses llegar a los playoffs? ¿Vengará Kyle Orton su desprecio ante su sustituto? ¿Honrarán los Raiders la memoria de Al Davis consiguiendo su primer título de división desde 2002? A partir de las 22.15 lo averiguaremos.
Quiénes se la juegan. Los Denver Broncos, que dependen de sí mismos, y los Oakland Raiders.
Partidos de los implicados. Esta será la segunda gran batalla del día. Se dilucidará íntegramente en la segunda sesión de partidos, desde las 22.15.
22.15: Denver Broncos-Kansas City Chiefs. En directo por Digital+ y Sportmanía. Destaco lo de Sportmanía porque los abonados de otras plataformas de televisión de pago (como Imagenio) también podrán verlo.
22.15: Oakland Raiders-San Diego Chargers.
Qué tienen que hacer. Esto es fácil de explicar.
Denver Broncos
1) DEN gana; o
2) DEN pierde + OAK pierde
Oakland Raiders
1) OAK gana + DEN pierde
Mi apuesta. Apuesto por los Broncos. Lo tienen muy fácil. Pese a las ansias de venganza de Orton, los Chiefs no se juegan nada. Y Denver la vida. Y juega en casa. Son condiciones muy favorables. De todos modos, recuerdo que hace un par de temporadas los Broncos también se jugaban la vida ante unos Chiefs que no aspiraban a nada, y fueron arrasados. Pero es que aunque Denver pierda, no tengo mucha confianza en Oakland. Lo más probable es que Darren McFadden no juegue, y desde que su running back titular es baja, el rendimiento ofensivo de los Raiders ha decaído mucho. No me fío de ellos un pelo, y aunque los Chargers no se jueguen nada, creo que son mejor equipo.
Campeón de la NFC Este
Como la temporada pasada, queda reservado para la madrugada del domingo al lunes el único partido en el que los dos equipos dependen de sí mismos. Otra polémica televisiva. Si hace un par de semanas comentábamos la controversia que había suscitado el horario del Broncos-Patriots, que la NBC había solicitado que se moviese a la madrugada para poder emitirlo (sin éxito, para regocijo de la CBS), esta vez es la NBC la favorecida y la FOX la indignada. En la última jornada, la NFL decide qué partido da la NBC. Puede ser cualquiera. Y la intención de la NFL es que sea el mejor. La FOX veía como hace unas jornadas la NBC le "robaba" el Cowboys-Giants, un choque muy atractivo por el amplio mercado que sigue a los equipos implicados y su interés clasificatorio. Primer enfado de la FOX. Enfado que ahora se transforma en indignación cuando ven que la NBC les birla el segundo Giants-Cowboys de la temporada. La FOX pone el grito en el cielo. ¡No es que nos hayan quitado un partido, es que tienen los huevos de dejarnos sin los dos!
Pero realmente no quedaba otra. Si se hubiese movido otro partido, los equipos del partido afectado tendrían ventaja, puesto que conocerían el resultado de los rivales. Por ejemplo, si mueven el Broncos-Chiefs y los Raiders han perdido, el partido carece de interés. Si trasladan el Ravens-Bengals y los Patriots han ganado y Steelers y Texans han perdido, Baltimore no se juega nada y puede dar descanso a sus titulares, lo que supondría una ventaja evidente (e injusta) para los Bengals. Por mucho que le joda a la FOX, no quedaba otra.
Quiénes se la juegan. New York Giants y Dallas Cowboys.
Cuándo se la juegan. A las 2:20 de la madrugada del domingo al lunes, en New Meadowlands, estadio de los Giants, en un enfrentamiento directo entre los dos equipos implicados. Este partido se dará en versión original por Digital+ y Sportmanía, con lo que los abonados de las plataformas que disponen de este canal también lo podrán ver. Aunque para quien no sepa inglés es un inconveniente que no den el partido en español, la narración de Al Michaels y Cris Collinsworth es una delicia. Muy recomendable.
Qué tienen que hacer. Ganar. El que gane, se clasifica. El que palme, eliminado. Así de fácil. Como un partido de playoffs. A los Giants les vale el empate. Quién sabe, igual buscan el cerocerismo.
Mi apuesta. Lo apuntaba la semana pasada. Probablemente suceda lo contrario, como siempre pasa cada vez que apuesto por un equipo de la NFC Este. Pero creo que los Giants tienen las de ganar. Porque juegan en casa, su dinámica es positiva (pese al serio tropezón ante los Redskins de hace un par de jornadas) y el rival llega con muchas dudas, con su quarterback algo tocado. Y ya sabéis, prime time, último cuarto, Tony Romo en el campo...
El número 1 del draft
Esta batalla no es menor. No recuerdo ningún año en el que hubiese suscitado tanto interés. En juego, el derecho a elegir a Andrew Luck o a comerciar con ese derecho. No es poca cosa. El futuro de alguna franquicia está en juego (sí, todos estamos pensando en los Colts). Advierto de que los criterios para determinar quién elige primero en el draft no son los mismos que para clasificar a los equipos de "mejor a peor" en la NFL. Por ese motivo, ahora mismo los Rams aparecen como los últimos clasificados de toda la NFL, pero eso sucede porque los criterios para confeccionar esa clasificación son los que se usan para dilucidar qué equipos van a los playoffs y en qué orden. Básicamente, la diferencia sustancial consiste en que para decidir quién va a playoffs tiene prioridad el "strength of victory" (porcentaje de victorias de los equipos a los que has vencido) sobre el "strength of schedule" (porcentaje de victorias de todos los equipos contra los que has jugado, hayas ganado o perdido). Sin embargo, para definir quién elige antes en el draft prima el "stregth of schedule". Ahí los Colts llevan las de ganar. Como el calendario de los Colts ha sido más fácil, se considera a efectos de draft que fueron peores y eligen antes. Veamos qué puede pasar.
Quiénes se la juegan. Indianapolis Colts y St. Louis Rams. Los Vikings podrían terminar con las mismas victorias que los otros dos, pero su "strength of schedule" es mayor que el de los Colts, por lo que no aspiran al 1.
Cuándo se la juegan. Aunque hay más partidos que influyen en el tema (el "strength of schedule" de cada equipo cambiará en función de cómo terminen sus rivales esta temporada), la diferencia es lo suficientemente importante como para concluir que esto se ventilará solamente en dos encuentros.
19.00: Jacksonville Jaguars-Indianapolis Colts
19.00: St. Louis Rams-San Francisco 49ers
Qué tienen que hacer. Con hacer lo mismo que los Rams, los Colts están dentro.
Indianapolis Colts
1) IND pierde
2) IND gana + STL gana
St. Louis Rams
1) IND gana + STL pierde
Mi apuesta. Tragedia en Indianápolis. Sus Colts ganan, los Rams palman ante unos Niners que se juegan el pase directo a la ronda divisional, y el 1 es para St. Louis. Seguro que Peyton Manning ha instruido convenientemente a sus tropas. Hay que ganar en Jacksonville. Pero es que, además, a los propios Jaguars no les favorece nada ganar. Si ganan, tendrán al "nuevo Peyton Manning" en su división. Y si pierden podrían llegar al número 3 del draft. Todo son ventajas.
Otras batallitas
Ahora, vamos con lo demás. No tan importante como lo anterior, por lo que le dedicaremos menos tiempo.
Ventaja de campo en la AFC (primer puesto de la conferencia). Es de los Patriots si ganan a Buffalo. Si no, Steelers y Ravens aspiran al trono. Baltimore es primero si pierde New England y los Ravens ganan a los Bengals. Pittsburgh necesita ganar a Cleveland y que pierdan New England y Baltimore
Pase directo a ronda divisional en AFC (segundo puesto de la conferencia). Patriots y Ravens dependen de sí mismos, Pittsburgh aspira a conseguirlo si alguno de estos dos cae los Ravens caen. Para ello, necesitan ganar y una derrota de Baltimore, porque en caso de triple empate los Steelers son los primeros eliminados. Editado, Injuryreserve lleva razón en su comentario, los Patriots tienen asegurada la segunda plaza de la AFC; el segundo de la AFC Norte, Pittsburgh o Baltimore, será el quinto cabeza de serie.
Pase directo a ronda divisional en NFC (segundo puesto de la conferencia). San Francisco depende de sí mismo. Si gana, pasa directamente a segunda ronda. Si pierde y los Saints ganan a los Panthers, será Nueva Orleáns quien lo consiga.
Quinto lugar en NFC. Esta batallita podría denominarse también "evitar a los Saints en primera ronda". Como probablemente los Saints serán terceros, jugarán contra el sexto cabeza de serie en el Superdome. Ahora mismo, los Lions son quintos y los Falcons sextos. Detroit lleva un partido de ventaja a Atlanta, pero en caso de empate Atlanta queda por encima. Los Lions juegan en Green Bay y los Falcons contra los Buccaneers.
* * *
Feliz año a todos, y que la resaca sea leve. Si nadie lo remedia, el año que viene me podréis seguir sufriendo por aquí.
Durante toda esta temporada, esta serie de artículos suele hacer poco honor a su nombre. Nunca se publica los lunes, siempre (como pronto) los martes. Esta semana, además de no ser lunes, el grueso de la jornada no se disputó en domingo. Doble sinsentido en el título.
Penúltima jornada, en día atípico, no solo para nosotros, sino también para ellos. Nosotros estamos acostumbrados a que la actividad deportiva (y no deportiva) se pare en Nochebuena y Navidad. Ellos, en Estados Unidos, suelen ver la NFL el domingo, no el sábado. Lío para todos. Porque, además, no nos lo podíamos perder. Demasiado en juego. Veamos qué sucedió.
Música. En estas fechas tan señaladas, qué mejor que escuchar de nuevo a los Sex Pistols y sus clásicos, ¿verdad? Esto es EMI.
Lo más comentado
Drew Brees bate el récord de Dan Marino. No fue su mejor partido. Lanzó dos intercepciones y pudo cometer alguna más si a los defensores de Atlanta no se les hubiesen caído balones que tenían en sus manos. No estuvo tan preciso como suele. Arriesgó más de la cuenta. Su equipo, con el partido ya decidido, optó por forzar un poco la situación (running up the score) para que Brees lograra el mítico récord. Pero todo esto da igual. De esto nadie se acordará. Lo que todos recordaremos es que Drew Brees batió esta temporada uno de los récords más importantes de la NFL. El legendario récord de yardas de pase de Dan Marino.
5087 yardas de pase acumula Brees esta temporada. Tres más que las que consiguió Marino en 1984. Hace tres temporadas, Brees ya había rozado este récord. En una temporada en la que los Saints ni llegaron a playoffs, su quarterback casi bate el mítico registro. Este año, con un equipo mucho mejor que aquel, lo ha conseguido.
El récord se consigue con un pase a Darren Sproles. Uno de los quarterbacks más bajitos de la NFL, del que se dudó en su momento por su baja estatura (y posteriormente por la grave lesión que hizo a los Chargers apostar por Rivers, y a otros equipos −señaladamente, los Miami Dolphins− no atreverse a apostar por Brees), completa el pase al jugador más bajo de la liga (curiosamente, otro exjugador de San Diego). En la NFL, los bajitos también se la lían a los grandes. El talento no entiende de estatura.
Drew Brees lidera un ataque estelar. El más completo de la actual NFL: con una línea ofensiva eficaz, unos receptores letales y unos corredores de lujo. Que no es solo el ataque aéreo, es que por tierra, Sproles, Thomas, Ingram e Ivory forman un backfield de lujo. Un ataque que consigue más de 450 yardas por partido (el primero de la liga), ante el que casi lo único que puede hacer la defensa rival es forzar alguna pérdida de balón. Ese es el único punto débil de este ataque, con el de los Packers y el de los Patriots (estos más orientados al pase), los mejores de la liga.
Un récord legendario para un jugador legendario. Y, además, un tipo de puta madre.
El derbi de New Jersey termina calentito. Aunque comparten estadio (New Meadowlands), ciudad (East Rutherford, New Jersey) y falso nombre (New York, que queda más glamuroso), Giants y Jets raramente comparten partido. No suelen jugar más que una vez cada cuatro años. Eso hace que la rivalidad entre estos equipos no sea tan enconada como suele entre equipos de la misma ciudad. Sí, no se caen bien, pero no son el eterno rival porque no coinciden. Seguro que los fans de los Giants tienen más tirria a los Cowboys o a los Eagles y que los Jets se la tienen a los Patriots.
Pero es evidente que comparten mercado, compiten por conseguir aficionados en un mismo territorio, algo extraño en la NFL y, claro, cuando se enfrentan el odio aflora. Sobre todo cuando entre los implicados en el choque está Rex Ryan, que no duda en proclamar que su equipo es el mejor de la tierra, y otro grupo de jugadores que no dudan en chulearse frente al contrario. Y más aún cuando ambos equipos se juegan la vida.
Los Jets comenzaron mejor. Era un partido igualado, dominado por las defensas, como les gusta a los Jets, que ganaban por 4 puntos casi al descanso y que buscaban ampliar esa ventaja antes de concluir la primera mitad. A falta de 2:40, con los Giants acorralados, en su propia yarda 1, y en 3.ª y 10, parecía casi seguro que los Jets recuperarían el balón en buena posición o, en el mejor de los casos, lograrían un safety. Uno podría pensar que si Ryan ordena un blitz salvaje podía llegar el desastre, pero no fue el caso. Solo 4 fueron a por Eli Manning, que tuvo que lanzar su pase a un receptor con dos defensores a su lado. Y sucedió lo increíble. Víctor Cruz, tal y como hizo en la pretemporada 2010, revolucionó el derbi.
A partir de ahí, el partido cambió. Los Jets no supieron jugar en desventaja, porque eso requiere normalmente abusar del pase, y de Mark Sanchez uno no debe esperar maravillas. El caso es que las defensas continuaron dominando el choque en el inicio del tercer cuarto, pero en cuanto los Giants encadenaron un buen drive, con el que ampliaron su ventaja a 17-7, se disparó la ansiedad en los de Ryan y los (graves) errores llegaron. Una intercepción en la propia 23, que permitió a los Giants sumar tres puntos más (20-7) y un fumble tras un drive de 73 yardas terminaron por decantar el partido por los Giants. A pesar de la reacción final, abortada por un safety tras intentional grounding de Sanchez en su propia end zone, los Jets se dejaron la victoria y gran parte de sus opciones de llegar a playoffs. Ahora dependen de una improbable carambola: necesitan ganar en Miami y que pierdan Bengals, Titans y Raiders o Broncos.
Sin embargo, este partido no fue solo portada por su importancia para los dos equipos de la capital que no es ni capital de su propio estado. Lo fue por el incidente que protagonizaron Rex Ryan y Brandon Jacobs al terminar el partido. No es el primero que se produce tras un partido tenso. Que conste que el estilo bocazas de Rex Ryan no me gusta nada. Lo he dicho muchas veces. Pero eso no justifica el lamentable comportamiento de Jacobs. Qué miserable. Al terminar el partido, el elegante jugador del equipo que había ganado le dijo al entrenador del que había palmado estas bonitas palabras, que revelan la altura formativa del tipo que las vomita:
"It's time to shut up, fat boy".
Es momento de callarse, tipo gordo, es lo que le dice Jacobs a Ryan. La imagen de la jornada. Sorprendentemente, Ryan no ha contestado y ha asumido las culpas. Bien hecho
Jerome Simpson, esta vez protagonista por una acción positiva. La capacidad de salto del receptor de los Bengals ya fue noticia hace unas jornadas. Entonces, usó sus muelles para humillarse un poquito a cambio de un mísero pañuelo amarillo.
Esta semana, los usó para un fin mejor. Para conseguir uno de los touchdowns más espectaculares de la temporada, noticia no solo en medios estadounidenses, sino también en las secciones de deportes de los telediarios españoles. En todos los telediarios sale el touchdown, aunque en más de uno son incapaces de nombrar correctamente al autor de la jugada (Jerome "Robinson" para la Sexta) o a su equipo rival (según me comenta Carlos Blanco, @crlitus20, en Twitter, en Antena 3 decían que jugaba contra los "Cardigans"). De estos errores me doy cuenta porque conozco de qué hablan, pero qué errores no cometerán cuando los telediarios hablan de cuestiones que no controlo. En fin.
Volviendo al tema, una jugada espectacular, una acrobacia propia de un gimnasta profesional.
¿El mejor touchdown de la temporada? Ni de coña, vamos. Diferenciemos estética, estilo y espectacularidad (que en esa jugada vemos en su mayor grado) de otras variables que hay que tener en cuenta para otorgar esa distinción: momento en el que se produce (no era una jugada decisiva), utilidad de la acrobacia (no era totalmente necesaria) o dificultad de consecución del objetivo (por dificultad del objetivo me refiero a, una vez llegado al lugar en el que está Simpson, dificultad para conseguir un touchdown, es decir, para evitar en carrera a un defensor que está en la 1 cuando tú estás en la 2). Ni era la jugada decisiva (aunque Cincinnati acabe ganando por 7), ni era necesaria la acrobacia, ni era tan complicado conseguir el touchdown para un receptor que llega en esa situación a la 2 rival.
Coño, que tampoco quiero hacer de Grinch ahora que estamos en Navidad, que la jugada de Simpson me parece la hostia, pero creo que se está exagerando mucho. Leo en algunos sitios que se trata del mejor touchdown en años y creo que no es ni el mejor de esta temporada. Comparándolo con alguno de los que consiguió Calvin Johnson en Dallas contra triples coberturas, por ejemplo, me quedo con el de Megatron. Y muchas veces me parecerá más meritorio (mejor) un touchdown en los últimos segundos para ganar un partido. Muy exagerados algunos. Me recuerda a lo que escuché la semana pasada, de que cierto quarterback iba a cambiar la forma de jugar al fútbol americano. No nos pasemos.
La sorpresa
Houston pierde ante los Colts. Uno de los aspirantes al primer puesto de la AFC y el peor equipo de la liga se enfrentaban el jueves. Ambos equipos forman parte de la peor división de la NFL esta temporada, la AFC Sur, la que menos victorias consigue frente a rivales de otras divisiones, pero ni siquiera las dudas que generaba T.J. Yates en su partido ante Carolina o las señales de vida que dieron los Colts en su primera victoria ante Tennessee permitían anticipar un desenlace como el que vimos el jueves. Joder, si es que siempre fallo mis apuestas de los jueves. Salvo en el Steelers-Browns, siempre la cago. ¿Cómo íbamos a esperarnos que un equipo que se juega la ventaja de campo en playoffs o, al menos, el pase directo a la ronda divisional, va a perder con el que solo juega por perder el número 1 del draft?
Sorprendente y preocupante partido. Preocupante para los aficionados de los Texans, que ven cómo su equipo, tras conseguir clasificarse por primera vez en la historia para playoffs, cae ante rivales teóricamente débiles. Houston necesita que vuelva André Johnson y reactive el juego de pase. La carrera sigue funcionando, Foster vuelve a superar las 150 yardas terrestres, pero en la era del pase con esto no basta. Houston se enfrenta la semana que viene a unos Titans que se juegan la vida (y contra los que, si pierden, podrían volver a enfrentarse en la ronda de wild card). Si vuelven a palmar, llegarán al partido más importante de su historia en una dinámica muy negativa. Algo que no significa demasiado, como probaron Colts y Saints en 2010, o los Cardinals en 2009, pero también tenemos ejemplos que muestran que llegar en estado depresivo a playoffs no es en absoluto recomendable (me refiero a los Bengals de 2010). Los playoffs pueden llegar en el peor momentum de la temporada.
Preocupante victoria también para la afición de los Colts. Si Indianápolis pierde en Jacksonville, tendrá el número 1 del draft (es decir, el derecho a elegir a Andrew Luck o a obtener un jugosísimo traspaso por ese derecho). Pero como gane (no descartable, sobre todo viendo el nivel de estos Jaguars), probablemente será otro el que elija en primer lugar. Una catástrofe. Y oye, si soy aficionado de Jacksonville, prefiero que Andrew Luck caiga en una división diferente, no vaya a ser que los Colts ejerzan una tiranía similar a la de la era Peyton Manning. Estoy seguro de que la mayoría de aficionados de los Colts desea que su equipo palme la semana que viene; el problema es que sus jugadores no van a estar tan comprometidos con el suck for Luck, puesto que en muchos casos su puesto de trabajo (en Indianápolis o en otra parte) estará en juego.
Quien mucho corre (por una vez), poco gana. Suelo hablar de vez en cuando de que los equipos de los jugadores que más yardas terrestres consiguen cada jornada ganan, algo que no suele suceder con los equipos de los pasadores más prolíficos. En otras palabras, los equipos de los mejores corredores ganan, mientras que los de los pasadores con más yardas palman. Esto tiene una explicación: cuando un equipo va ganando recurre a la carrera, un método más conservador de ataque y que consume más tiempo. En cambio, el que va perdiendo necesita avanzar lo más rápido posible, por lo que recurre al método de ataque más arriesgado y rápido, el pase.
Sorprendentemente, esta jornada se ha invertido la regla. Los tres corredores más productivos, Arian Foster (158 yardas), Evan Royster (132) y Kahlil Bell (121), juegan para equipos derrotados, Houston, Washington y Chicago, respectivamente. Las explicaciones son diversas, aunque los tres casos comparten denominador común: su quarterback no es un titular asentado (Foster y Bell jugaban con el tercer quarterback; Royster con la tercera opción, porque aunque Grossman comenzó de titular, luego fue sustituido por John Beck) y jugaban frente a defensas contra la carrera porosas.
Por su parte, de entre los cinco quarterbacks con más yardas de pase solo uno ha visto cómo su equipo caía: Matt Ryan. Los otros cuatro, Stafford, Hasselbeck, Brees y Brady, ayudaron a su equipo a ganar.
Todo cambia
Detroit Lions: fin a los años de miseria. Antes, cuando los Lions se enfrentaban a los Chargers, lo normal es que les ocurriese alguna desgracia, como que te claven un hail mary a pesar de alinear a 12 defensores en el campo.
Ya no.
Avancemos un poco en el tiempo. Varios de los jugadores de estos Lions, que tras 11 años de sequía llegan por fin a los playoffs, formaban parte de la plantilla que completó la peor temporada (por lo menos en cuanto a resultados) de la historia de la NFL. La del 0-16. Ningún equipo ha cosechado jamás tantas derrotas como los Lions de 2008. Jugadores como Calvin Johnson, Jeff Backus, Cliff Avril o Jason Hanson formaban parte de aquel grupo. También son parte de los actuales Lions, que con su (en ocasiones excesiva) agresividad atemorizan a media liga.
Lo dije el año pasado de los Bucs y puede que me hubiese equivocado, pero lo tengo que repetir con estos Lions. Detroit cuenta con uno de los equipos más jóvenes y con mayor talento de toda la NFL. Tiene jóvenes jugones en ataque y en defensa. Si todo sigue como se espera, su futuro es brillante. Matthew Stafford, Calvin Johnson y Ndamukong Suh, estrellas ya hoy de este deporte.
El sábado, Detroit aseguró su clasificación para los playoffs venciendo en un shootout a uno de los equipos especialistas en vencer por agotamiento al rival. Los Lions derrotaron a un equipo sin miedo a los duelos al sol, a jugar al atrévete a seguir mi ritmo. Los Chargers solían aplastar a sus rivales a base de golpes, de un bombardeo incesante que el rival era incapaz de aguantar. Jugando a eso, pero mejor, ganó Detroit. Los Lions fueron los pistoleros más precisos, hicieron pagar a San Diego sus errores y ya están en la postemporada.
Como todo equipo joven e inexperto en estos mundos de enero, pero con mucho talento y agresividad, los Detroit Lions son una incógnita. ¿Veremos al equipo arrollador de esta jornada o estallará en pedazos a la primera adversidad que venga? ¿Sabrán encauzar su agresividad? Benditas incógnitas, pensarán los fans de Detroit, que no se veían en una así desde una época en la que por aquí pagábamos en pesetas y en la que si nos dicen que la esposa del entonces presidente del Gobierno iba a ser alcaldesa de Madrid por no elección democrática, nos da un mal. Bueno, que pensar que esta tipa haya llegado a donde ha llegado también es para que nos dé un mal. El tema es que el panorama político es tan lamentable que esta no es más que otra más.
Buffalo rompe su racha de derrotas. No pagábamos en pesetas, pero aún no nos habíamos puesto un abrigo y nuestras calefacciones estaban apagadas. Me refiero a la fecha en la que los Bills habían conseguido su último triunfo. A finales de octubre. Entonces aspiraban a ganar la AFC Este. Desde entonces, encadenaron una racha de siete derrotas consecutivas, a la que pusieron fin el pasado sábado. Lo hicieron además a lo grande, humillando a un aspirante a los playoffs como los Denver Broncos.
¿Por qué? Pues porque los Broncos perpetraron un partido desastroso en ataque y en equipos especiales. El ataque de Buffalo no estuvo especialmente inspirado, aunque C.J. Spiller por fin hizo un partido digno de su lugar de elección en el draft. Fitzpatrick tampoco hizo nada de otro mundo. Su defensa y su unidad de retorno sí. En las recuperaciones de balón de Buffalo y en sus retornos estuvo la clave.
Cuando uno ve que a Denver le han cascado 40 puntos, puede pensar que la defensa ha estado fatal. Y es verdad que la defensa de Denver estuvo mal, pero no tan mal. 21 de los 40 puntos encajados por los Broncos fueron concedidos por su ataque y sus equipos especiales. Dos intercepciones retornadas para touchdown y un touchdown de retorno de punt. Además, otros 3 puntos se debieron a un punt que Buffalo retornó hasta field goal range. No, la defensa de Denver no fue la de otros días, pero 24 puntos son imputables a ataque y equipos especiales. Y así es imposible que un equipo con una capacidad anotadora tan baja gane.
No creo que haga falta repetirlo: para ganar con ese ataque tan flojo, Denver no puede conceder más de 20 puntos. Si no, que se den por jodidos. En no cometer errores en ataque y equipos especiales se basó la racha de triunfos del principio de la era Tebow. En eso y en una defensa excelente. Otros prefieren atribuirlo a la divina providencia, allá ellos. Con todo, la derrota es casi inocua para los Broncos: les basta con vencer en su estadio a un equipo que no se juega nada (salvo el orgullo de su quarterback) o con que los Raiders no ganen a San Diego para llegar a playoffs. Eso sí, si quieren hacer algo importante en enero, más les vale no cometer más errores en ataque y equipos especiales. En ello les va la vida.
Ryan Succop. Vamos con un tópico: en la NFL, como en el deporte en general, la línea que separa el éxito y el fracaso es muy muy fina. Una jugada, unas pulgadas, marcan la diferencia entre la supervivencia o la eliminación. El héroe puede convertirse en villano en cuestión de días. Un poco de todo esto les sucedió a los Kansas City Chiefs.
La jornada pasada, los Chiefs se convertían en el primer equipo en derrotar a los Green Bay Packers desde diciembre del año pasado. Además, un equipo que parecía desahuciado cobraba vida. Si se daban una serie de sucesos esta jornada (que se dieron), dependerían de sí mismos para conseguir el campeonato de división. Si los Chiefs hubiesen ganado a los Raiders, con una victoria en Denver les habría bastado para ser primeros de la AFC Oeste por segundo año consecutivo. Pero, aunque todos los demás hicieron lo que ellos necesitaban, los Chiefs fueron incapaces de cumplir con su parte. Los errores de la unidad de field goal contribuyeron decisivamente al fracaso.
La semana pasada Ryan Succop convirtió los cuatro field goals que intentó. Gracias a ellos, entre otras aportaciones, vencieron a los Packers. Esta jornada, Succop falló dos field goals. Mejor dicho, se los bloquearon. Y los Chiefs acabaron palmando en la prórroga.
En un partido tan abundante en errores (intercepciones, penalizaciones, etc.), resulta injusto culpar a un jugador o a una unidad determinada del fracaso de un equipo. Pero cuando con empate a 13 en el marcador y segundos para terminar el partido, Succop se dispone a chutar el field goal que daría la victoria a su equipo, resulta inevitable acordarse de las madres del kicker y de sus compañeros de field goal unit. Ese intento de field goal fue bloqueado, igual que el que realizó al final del 2.º cuarto, y las opciones de playoffs de los Chiefs se esfumaron en la prórroga.
Todo sigue igual
Los Patriots se aseguran el pase directo a la ronda divisional: ¿fin de ciclo? Anticipo que las ironías y los chistes no deben explicarse. No me gusta, pero no me queda más remedio que apuntarlo en vista de algún comentario realizado la semana pasada. El caso es que New England confirma los temores de muchos augures, que anunciaban la caducidad del sistema Brady-Belichick a principios de noviembre. Los Patriots perdían contra Steelers y Giants, y el sistema parecía ya agotado, viejo, caduco. Ya te digo. Así, New England vuelve a asegurarse el pase directo a la ronda divisional de la AFC. Igual que la temporada pasada. De 2003 a 2011, los Patriots han sido campeones de su división en todas las temporadas salvo en la de la lesión de Brady, en la que terminaron con un miserable 11-5. No está mal. Dicho esto, desde que cayeron en la Super Bowl de la 2007-2008, los Patriots no ganan un partido de playoffs. A ver si comienzan un ciclo nuevo ganando un partido de postemporada.
Los Chargers siguen siendo el mejor equipo de la AFC Oeste, y vuelven a fracasar. Muchos, con argumentos de peso, me diréis que no. Que San Diego no es el mejor de la AFC Oeste, porque las sensaciones se demuestran en el terreno de juego y un equipo que la caga tanto (tantísimo) no merece tal consideración, pero sinceramente creo que los Chargers, igual que el año pasado, eran el mejor equipo de su división. Su talento solo es comparable a su capacidad para cometer cósmicas cagadas. Es el sino de esa franquicia, tan fiel a su historia. Todo sigue igual por San Diego. Con uno de los ataques con mayor potencial de la NFL (también para cometer errores), con una buena defensa (aunque con un jugador maldito, Takeo Spikes) y con mejor plantilla que sus rivales de división, los Chargers están ya eliminados a falta de una jornada. Aunque nada cambie por el sur de California, quizá su entrenador sí lo haga. Son ya muchos años de frustrantes fracasos de la mano de Norv Turner, a quien seguro que no le falta trabajo (probablemente de coordinador ofensivo) en otras franquicias de la NFL.
Lo mejor
Matthew Stafford. Este chaval de 23 añitos aceptó el desafío del pistolero Rivers y le mostró que está listo para duelos como el del sábado. De hecho, hoy por hoy, más que Rivers. En el partido más importante de su franquicia en la última década (hasta dentro de un par de fines de semana), Stafford completó su mejor partido como profesional. Estuvo casi perfecto. Completó 29 de los 36 pases que intentó (más de un 80%), 3 de ellos de touchdown, sin cometer ninguna intercepción y para un total de 373 yardas de pase. Qué miedito.
Aaron Rodgers y su línea ofensiva. Las dudas sobre quién es el MVP de esta temporada duraron una sola semana. Tampoco hubo muchas dudas, todo hay que decirlo, pero el pasado lunes comentábamos que cabría una discusión legítima sobre la identidad del mejor jugador de la temporada regular. Ya no. Aaron Rodgers está a punto de completar la mejor temporada que, desde un punto de vista estadístico, jamás haya realizado un pasador. Tras su partido ante los Bears, en el que batió su récord personal de pases de touchdown en un partido, con 5 (cuando estaba en el instituto una vez lanzó 6, pero creo que lanzar 5 en la NFL es algo más complicado), Rodgers tiene casi asegurado el récord histórico de passer rating. Como comentamos anteriormente, el passer rating es el criterio por el que se evalúa en la NFL el rendimiento de un pasador. Ojo, que hablamos de pasador, no de quarterback. Hay otros quarterbacks que destacan en otras labores distintas del pase y que también son muy importantes, pero noes el caso del segundo en discordia en esta carrera por el MVP, Drew Brees, cuyo mérito principal es el pase. Si acaso, habría que añadir que Rodgers, a diferencia de Brees, también sabe correr con el balón. Una muestra de este sábado:
Vuelvo a lo que estaba contando, que me voy demasiado por las ramas. Venía a decir que si nada extraño sucede, Rodgers batirá el récord de passer rating en una temporada. Ese récord estaba en posesión de Peyton Manning desde 2004, año en el que terminaba la temporada regular con un increíble 121,1. A falta de una jornada, en la que lo más probable es que Rodgers no juegue, el quarterback de los Packers está en 122,5. Por si alguien está tentado en menospreciar el récord de Rodgers si no juega la jornada que viene (que espero que sea así, porque ahora mismo lo que tienen que hacer los Packers es preservar la salud de sus jugadores más importantes, y ante el furioso front seven de los Lions no se deben hacer tonterías), que sepa que ese 122,5 de Rodgers incluye más yardas de pase que las de Manning en un partido menos (4643 por 4557) y 5 intentos de pase más (y, por tanto, 5 ocasiones más en las que la podría haber cagado). Un hecho histórico.
También es verdad que Brees ha batido otro récord legendario (véase más arriba), pero ese registro no tiene en cuenta los errores. Y creo que los errores han de considerarse para elegir al MVP, ¿no? Brees ha fallado más, ha lanzado más del doble de intercepciones que Rodgers (13 a 6) y menos touchdowns de pase (41 a 45). En ningún partido esta temporada ha lanzado Rodgers más de una intercepción. Drew Brees ha terminado 5 partidos con varias intercepciones (el último, el de este lunes). Es más, Rodgers consigue una yarda más que Brees por cada pase que intenta (9,2 por 8,2). Lo que pasa es que Brees realiza 8 pases más que Rodgers en cada partido. Lleva 120 pases intentados más. De ahí la diferencia.
Y, tampoco hay que olvidarlo, el valor creado es menor, dado que su equipo no es el mejor de la NFL. Ese es el de Rodgers, el mejor jugador del mejor equipo de la temporada regular. Para mí, no hay discusión posible sobre quién es el MVP de esta temporada regular.
Esta semana, hay que destacar también el trabajo de la línea ofensiva de Green Bay, a la que tantos palos caen (justamente, creo yo) por su deficiente protección del jugador franquicia del equipo. Por primera vez en lo que va de temporada, Rodgers termina un partido sin recibir un solo sack. Ni sacks ni golpes. Quién iba a decir que esto iba a suceder con una línea ofensiva muy mermada, con muchas bajas importantes (Clifton y Bulaga, las más importantes) y frente a algunos de los pass rushers con más nombre de la NFL como Julius Peppers e Israel Idonije.
Lo regulero
Philadelphia Eagles. Ahora mismo, los Eagles son uno de los equipos más en forma de la NFC. Una pena que ya no les valga para más que empeorar su lugar de elección en el próximo draft.
Los Ravens ante rivales débiles. Por suerte para Baltimore, a partir de enero se las verá con rivales de alto nivel. Porque cómo sufre ante rivales teóricamente inferiores. Palmaron en Jacksonville y Seattle, y a punto estuvieron de cagarla ante Arizona y, este sábado, Cleveland. Los Ravens han vencido en sus últimos ocho partidos frente a los Browns. No es extraño, son mucho mejores. Pero carajas como la del sábado pasado, en el que los Browns estuvieron a punto de remontar (perdían por 6 y tenían la posesión a falta de 3 minutos) siembran serias dudas sobre este equipo. Si terminan jugando ante los Broncos (si pierden en Cincinnati el próximo domingo es probable que eso suceda), pueden tener problemas. A Denver les van los equipos con ataques poco explosivos. Baltimore es uno de ellos.
Ser aficionado de los Bengals. Pocas cosas me disgustan más de un equipo que ver sus gradas vacías. Joder, si ni a sus propios aficionados les importa, que pierdan. Eso suelo pensar cuando veo las gradas del estadio del Getafe o las del pabellón de San Pablo de Sevilla Palau Blaugrana [editado en vista del comentario de Josemanuel, San Pablo es de los pabellones más llenos de la ACB]. Los Bengals son uno de los clásicos en estos temas en la NFL. Junto con Buccaneers, Jaguars y Dolphins (cómo gusta el football en Florida, eh), un equipo abonado a los blackouts (bloqueos de la señal televisiva en su ciudad por falta de venta de entradas). Ni el equipo joven y vistoso de esta temporada consigue captar aficionados en su estadio. Esta jornada, con una plaza de wild card en juego, abundaron los asientos vacíos. La situación es tan preocupante que la franquicia ha pedido públicamente a su afición que acuda al vital partido que les enfrentará a los Ravens el próximo domingo. Triste. Motivo de vergüenza para los aficionados de verdad de los Bengals.
Con Batch no se vive tan mal. Vale que eran los Rams, pero si fuese aficionado de los Steelers no sé cómo habría reaccionado al resultado de esta semana en vista del desastre de la pasada. La anterior jornada, forzaron la titularidad de un Roethlisberger muy mermado, que fue uno de los principales culpables de la derrota de Pittsburgh en San Francisco. Cómo estará Batch, podíamos pensar. Pues no tan mal. Dale margen a Mendenhall, que como demostró a principios de la pasada temporada, con él y con Batch la cosa no va tan mal. Los Steelers perdieron una gran oportunidad la semana pasada en San Francisco. Quién sabe qué habría sucedido si juegan con un quarterback sano.
Jugadón anulado por tontería de la jornada. Los reyes de la penalización se superan jornada a jornada. Esta vez ganaron, pero de nuevo recibieron más pañuelos que nadie. En tres ocasiones consecutivas les penalizaron por illegal motion. Tres veces seguidas. Tiene mérito. Pero nada como esta jugada. Jugadón anulado por una infracción tan evitable como un delay of game. Te cagas.
Lo peor
La lesión de Adrian Peterson. Los Vikings terminan la temporada haciendo lo posible por empeorar su lugar de elección en el draft y viendo cómo su jugador franquicia se lesiona de gravedad. Difícil terminar peor. La victoria en Landover y las buenas maneras que empieza a mostrar Joe Webb (quarterback físico que corre y no la pasa nada mal, ¿por qué a este no se le da bola y a otro sí?) no compensan esta terrible lesión. Rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda, cuya recuperación tarda entre 8 y 9 meses. No es seguro que llegue en condiciones al inicio de la temporada 2012, en septiembre. Una putada muy gorda.
Tampa Bay Buccaneers. Todas las semanas hacen méritos por aparecer por aquí. Son un puto desastre. Por tercera vez en lo que va de temporada encajan más de 40 puntos. 48, como en San Francisco. En sus dos enfrentamientos de esta temporada, Carolina les ha cascado 86 puntos. Ochenta y seis. Raheem dice que él nunca se despediría. Quizá otros deberían hacerlo.
No hay nada peor a que te denieguen un choque. Bueno, quizá sí hay cosas peores, pero ni todo el dinero del mundo asegura que no vayas a ser ignorado cuando quieras un choque.
Cómo está la clasificación para playoffs y cómo creo que terminará
Casi todo el pescado está vendido. Solo desconocemos la identidad de 3 de los 12 equipos que seguirán jugando a partir del 7 de enero: el campeón de la NFC Este, el de la AFC Oeste y la segunda plaza de wild card de la AFC. Para saber qué piensa el ciberpueblo he abierto encuesta. De los resultados iniciales, me sorprenden los resultados de la wild card. Mucha confianza en los Bengals. Para meterse, deben ganar a Baltimore. Y Cincinnati aún no ha ganado a ningún equipo que esté en posición de playoffs. Recuerdo también que si los Ravens palman, pierden casi con seguridad el pase directo a ronda divisional. Por si alguien no tenía esto en cuenta. Veo también que los Jets son los segundos en esa encuesta. Recuerdo también que los Jets necesitan una carambola cojonuda. Aparte de ganar en Miami, necesitan que pierda Cincinatti, Tennessee y Denver u Oakland. También por si alguien lo ignoraba al realizar la encuesta.
Así va la NFC:
Y así creo que termina:
1.- Green Bay Packers. Se aseguraron la primera posición el domingo con su victoria ante Chicago. Contra Detroit, prudencia, por favor.
2.- San Francisco 49ers. Deberían ganar a los Rams.
3.- New Orleans Saints. Si los Niners no palman en St. Louis, están abocados al tercer puesto.
4.- New York Giants. Malditos quedan. Juegan en casa, vienen en dinámica positiva y el quarterback rival no está al 100%. Sinceramente pienso que ganan, por lo que perderán.
5.- Detroit Lions. Creo que no reservarán efectivos en Green Bay y eso les dará la victoria. En juego está evitar a los Saints. No es poco.
6.- Atlanta Falcons. En un par de semanas podrán vengarse de los Saints por inflar el resultado en busca del récord de Marino.
Así está la AFC:
Y así creo que acaba:
1.- New England Patriots. A una victoria en casa frente a Buffalo de asegurar la ventaja de campo en playoffs.
2.- Baltimore Ravens. Porque creo que ganarán en Cincinnati.
3.- Houston Texans. Ni ganando se aseguran mejorar su lugar en la clasificación.
4.- Denver Broncos. Lo tienen a huevo.
5.- Pittsburgh Steelers. Si Baltimore no palma, no aspiran a más.
6.- Tennessee Titans. No, no creo que sean el sexto mejor equipo de la AFC, pero los astros se han alineado de forma tan favorable para ellos que creo que si ganan en Houston este domingo (lo creo), repiten partido en Houston el siguiente domingo.
* * *
El próximo resacón de año nuevo será más llevadero gracias a la NFL. No soy nada fan de salir en fin de año. Copas más caras, sitios atestados, niñatos disfrazados de pingüinos. Gilipollismo everywhere. Pero es casi inevitable mamarse como si no hubiera un mañana. Este año, el 1 de enero, toca levantarse antes de las 19.00, sentarse delante de la tele o el ordenador, y disfrutar de la emoción de la última jornada. Plan cojonudo.
Una lechera llevaba en la cabeza un cubo de leche recién ordeñada y caminaba hacia su casa soñando despierta. "Como esta leche es muy buena", se decía, "dará mucha nata. Batiré muy bien la nata hasta que se convierta en una mantequilla blanca y sabrosa, que me pagarán muy bien en el mercado. Con el dinero, me compraré un canasto de huevos y, en cuatro días, tendré la granja llena de pollitos, que se pasarán el verano piando en el corral. Cuando empiecen a crecer, los venderé a buen precio, y con el dinero que saque me compraré un vestido nuevo de color verde, con tiras bordadas y un gran lazo en la cintura. Cuando lo vean, todas las chicas del pueblo se morirán de envidia. Me lo pondré el día de la fiesta mayor, y seguro que el hijo del molinero querrá bailar conmigo al verme tan guapa. Pero no voy a decirle que sí de buenas a primeras. Esperaré a que me lo pida varias veces y, al principio, le diré que no con la cabeza. Eso es, le diré que no: "¡así!".
La lechera comenzó a menear la cabeza para decir que no, y entonces el cubo de leche cayó al suelo, y la tierra se tiñó de blanco. Así que la lechera se quedó sin nada: sin vestido, sin pollitos, sin huevos, sin mantequilla, sin nata y, sobre todo, sin leche: sin la blanca leche que le había incitado a soñar.
A dos semanas del fin de la temporada regular, es inevitable ponerse a hacer cuentas. ¿Qué tiene que hacer mi equipo para conseguir el objetivo? Pues tiene que perder este equipo, ganar este otro, y cuando nosotros hayamos ganado lo que nos queda, llegamos a playoffs y campeones. Sí, pero cuidado, porque lo primero es que tu equipo haga "lo suyo". Que no es fácil. A ver si de tanto hacer cuentas uno deja de cumplir con sus propios deberes y se va todo a tomar por culo.
Música. A algunos se les va a pasar el tren. Aprovechemos la circunstancia para recordar esta canción que hizo furor en los noventa al hilo de un anuncio de Pepsi. Tiene su gracia. Train, de Undrop.
Definamos objetivos. A falta de dos jornadas, esto es lo que está en juego: (1) la ventaja de de campo en playoffs, que se asegura el primer clasificado de cada conferencia; (2) el pase directo a la ronda divisional (first-round bye), que obtienen los dos primeros de cada conferencia; (3) la clasificación para playoffs como campeón de división, que permite al campeón en cuestión jugar el primer partido de playoffs en su estadio; y (4) la clasificación para playoffs como equipo de wild card, que obtienen los dos mejores no campeones de división de cada conferencia.
Ninguno de esos objetivos está ahora mismo definido en ninguna de las dos conferencias. Vayamos por partes.
1.- Ventaja de campo en playoffs
El primero de cada conferencia jugará siempre en casa hasta la Super Bowl. ¿Asegura esto el éxito? Está claro que no. La temporada pasada, los números 1 de las respectivas conferencias cayeron a las primeras de cambio: los Falcons fueron desplumados, despiezados y cocinados vilmente en su hogar por los Packers, mientras que los Patriots vieron cómo los Jets vengaban su humillante derrota de la temporada regular. Sin embargo, todos los equipos prefieren jugársela en casa. La temporada anterior, en 2010, los dos números 1, Colts y Saints, llegaron a la Super Bowl. Puede que para un equipo de dome sea más importante asegurarse jugar en casa. Sobre todo si tienen que jugársela en condiciones meteorológicas a las que no están acostumbrados.
NFC
Quiénes se la juegan. Green Bay Packers (13-1) y San Francisco 49ers (11-3). Los Saints, a pesar de ir 11-3, están fuera de la batalla por haber perdido contra Green Bay, lo que les perjudica en caso de empate a victorias con los Packers.
Qué tienen que hacer. A los Packers les vale con ganar un partido o que San Francisco pierda uno. Los Niners, pues, necesitan ganar sus dos partidos y que Green Bay palme ambos.
Partidos en los que se decidirá. El sábado a las 22.15, Seattle-San Francisco. Los Packers juegan en la madrugada del domingo al lunes contra Chicago. Si los 49ers han perdido, Green Bay ya no se jugará nada el domingo. Además, si Detroit y Atlanta han ganado el sábado, Chicago no se jugará tampoco nada. Todo son ventajas para Green Bay.
Si gana San Francisco y pierde Green Bay, todo quedará para la última jornada, en la que los Packers reciben a los Lions y los Niners viajan a St. Louis.
AFC
Quiénes se la juegan. New England Patriots (11-3), Baltimore Ravens (10-4), Houston Texans (10-4) y Pittsburgh Steelers (10-4). Actualización: los Texans han palmado en Indianápolis, así que están 10-5, con lo que se complica seriamente su primer puesto en la AFC y su first-round bye.
Qué tienen que hacer. Los Patriots se aseguran el número 1 ganando los dos partidos que le quedan. Si palman alguno y sus rivales no, lío de cojones. Si empatan solo con Baltimore, como no han jugado entre sí y tendrán el mismo récord en su conferencia, habrá que comparar el récord en partidos comunes, siempre que sean al menos 4. Como no los hay, habría que acudir al criterio de "strength-of-victory", en el que ahora mismo gana Baltimore. Si empatan solo con Houston, ganarán los Texans porque tendrán mejor récord en la conferencia. Y si empatan solo con Pittsburgh, ganan los Steelers porque Pittsburgh ganó el partido en el que se enfrentaron.
Si hay triples empates con los Patriots de por medio, me temo que habrá que acudir al strength-of-victory. Ahora mismo, por este criterio ganan los Ravens (50,7%) y les siguen Steelers (45,0%), Patriots (44,8%) y Texans (40,0%). Un carajal de la hostia.
Los demás necesitan, obviamente, que los Patriots palmen alguno de sus partidos y que el equipo contra el que empaten haya perdido con ellos; si no han jugado, tengan un balance peor en la misma conferencia; y si tienen el mismo balance, tengan menos strength-of-victory.
Estos son los resultados de los equipos implicados esta temporada: los Steelers han ganado a los Patriots, los Ravens han ganado (dos veces) a los Steelers y a los Texans. Los Texans no han ganado a nadie han ganado a los Steelers [corregido, gracias al tercer comentario], pero tienen el mejor balance "intraconferencia".
Partidos en los que se decidirá. El sábado a las 7, los Patriots reciben a los Dolphins y en la última jornada recibirán a los Bills. Baltimore recibe a Cleveland el sábado a las 7 y viaja a Cincinnati en la última jornada. Houston juega hoy jueves en Indianápolis y recibe a los Titans el 1 de enero. Y Pittsburgh recibe a St. Louis y viaja a Cleveland para cerrar la temporada. Vamos, que todos deberían ganar todo, porque se enfrentan a equipos teóricamente inferiores. Probablemente los rivales más peligrosos son los Dolphins (para New England) y los Bengals (para los Ravens).
2.- Pase directo a ronda divisional
Anda que no viene bien una semanita más para recuperar lesionados. Aunque también existe el peligro de "oxidación", de que los jugadores pierdan la forma. En las últimas temporadas siempre cae alguno de los equipos que pasan directamente a la divisional. Patriots y Falcons la temporada pasada; los Chargers en la 2009-2010; Titans, Giants y Panthers en al 2008-2009; Cowboys y Colts en la 2007-2008...
NFC
Quienes se la juegan. Los Packers ya lo tienen asegurado, la otra plaza se la juegan 49ers (11-3) y Saints (11-3). Los Falcons podrían ganar la NFC Sur y terminar con el mismo balance que San Francisco, pero creo que por strength-of-victory siempre saldrían perdiendo y los Niners se llevarían el bye.
Qué tienen que hacer. Los Niners que hacer lo mismo que los Saints. Con eso se aseguran el pase directo a la divisional, porque en caso de empate su balance dentro de la NFC es mejor. Los Saints tienen que ganar un partido más que San Francisco.
Partidos en los que se decidirá. De los de San Francisco ya hemos hablado. Los Saints tienen un primer partido muy complicado, el Monday Night ante los Falcons, y otro "trampa", contra Carolina. Los dos en Nueva Orleáns.
AFC
Quiénes se la juegan. Los mismos que el primer puesto de la conferencia: Patriots, Ravens, Steelers y Texans.
Qué tienen que hacer. En este caso hay dos plazas, por lo que hay dos equipos que dependen de sí mismos, Patriots y Ravens. Si ambos ganan sus dos partidos, los dos se ahorran la primera ronda. Baltimore, aunque con las mismas victorias que Texans y Steelers, los supera al haberles vencido en sus duelos de temporada regular. Sobre los triples empates en los que los Patriots estén involucrados, véase lo dicho antes. Lío de cojones.
Partidos en los que se decidirá. Están dichos en el punto anterior.
3.- Campeonato de división
Recordemos que bajo el sistema de competición de la NFL, todo campeón de división, con independencia de su balance global, tiene garantizada una plaza en postemporada. Esta temporada no creo que se produzca ningún caso polémico. La pasada, menuda se montó por la clasificación de los Seahawks. Eran el cuarto cabeza de serie de la NFC a pesar de que su balance era un paupérrimo 7-9, peor que el de varios de los equipos que se quedaron fuera (en particular, que el de Bucs y Giants, que terminaron 10-6). No solo eso, sino que su posición en playoffs era mejor que la de otros clasificados con más victorias (Saints y Packers). Gracias a ello, Seattle acogió un partido de wild card en su propio estadio, en el que eliminó a los Saints (con todo merecimiento, por otro lado). Así pues, veamos qué divisiones no están aún decididas.
NFC
Quiénes se la juegan. El Norte y el Oeste ya está decidido. Packers y 49ers son los vencedores. En el Sur los Falcons conservan esperanzas, aunque lo tienen complicado, puesto que los Saints tienen dos partidos de ventaja a falta de otros tantos. El Este está muy abierto: Cowboys (8-6), Giants (7-7) y Eagles (6-8) tienen opciones.
Qué tienen que hacer. En el Sur, con una victoria propia o una derrota de los Falcons, los Saints ganan la división. Atlanta debería ganar los dos partidos que le faltan (el primero contra los Saints) y esperar que Nueva Orleáns palme ante Carolina.
En el Este, lío. Dallas se clasificaría esta misma jornada si gana su partido ante los Eagles y los Giants palman frente a los Jets. Si no, deben esperar a la última jornada, en la que juegan contra los Giants. Los Giants no pueden asegurarse nada esta jornada, pero dependen de sí mismos. Si ganan los dos partidos que les quedan, están dentro. Eso sí, como pierdan este domingo frente a los Jets, dependerán de terceros. Finalmente, los Eagles son los que lo tienen tan complicado, aunque que lleguen con opciones en estos momentos ya es todo un éxito. La combinación, de todos modos, no es tan descabellada: necesitan que los Jets ganen a los Giants, vencer a los Cowboys esta jornada (en Dallas), que los Giants derroten a los Cowboys en la siguiente jornada y ganar ellos también a los Redskins.
Partidos en los que se decidirá. La división Sur puede quedar decidida el Monday Night si los Saints vencen en su estadio a los Falcons. Si no, habrá que esperar a la última jornada.
En cuanto al Este, las hostilidades comienzan el sábado a las 7 con el derbi de New Meadowlands, Jets-Giants (que llega calentito, con Cruz diciendo que ya nadie teme a Revis, con Plaxico prometiendo múltiples touchdowns frente a su exequipo y con Rex Ryan sacando la bocaza a paseo); a continuación, a las 22.15, seguirá el lío. Dependiendo del resultado del primer partido, los Eagles se jugarán algo o no. Si los Giants han vencido, Philadelphia ya no se jugará nada, y Dallas tendrá más presión, porque los Giants les habrán empatado a victorias. Si los Giants han perdido, los Eagles saldrán más motivados y los Cowboys verían una oportunidad de oro para cerrar su clasificación. De todos modos, a Dallas le quedaría la bala de la última jornada.
AFC
Quiénes se la juegan. Los campeones del Sur y del Este ya están decididos. Houston, por primera vez, y New England, como siempre. Queda por definir el campeón de la AFC Norte, Baltimore o Pittsburgh, y el de la AFC Oeste, cualquiera (Broncos, Raiders, Chargers y Chiefs).
A favor de Denver juega un factor fundamental: todas las temporadas, un equipo que ha sido último de división en la temporada anterior termina como campeón. La temporada pasada, los últimos clasificados fueron Minnesota, Washington, Carolina, Arizona, Buffalo, Cincinnati, Tennessee y Denver. Solo Denver tiene opciones de ser primero. Siempre sucede.
Qué tienen que hacer. En el Norte, ya lo hemos comentado. A Baltimore le basta con hacer lo mismo que Pittsburgh y Pittsburgh debe ganar un partido más que Baltimore.
En el Oeste, tremendo lío. Quien mejor lo lleva son los Broncos. Lideran la división con un partido de ventaja sobre Oakland y San Diego y dos sobre Kansas City. Si ganan y Oakland no lo hace, la división es suya. Si no, a esperar a la última jornada. Oakland y San Diego necesitan una derrota de Denver en el partido contra Kansas City. Si Denver pierde en Buffalo, la derrota no les hace apenas daño a los Broncos, porque no es contra un rival divisional y cuenta menos en caso de desempate. Denver seguiría estando dentro si gana a los Chiefs en Mile High.
Oakland, pues, necesita ganar sus dos partidos y que Denver pierda el último partido en su estadio ante Kansas City.
San Diego necesita que, además de perder contra Kansas City, los Broncos pierdan en Buffalo. Aparte de esto, los Chargers deben ganar sus dos partidos.
Los terceros en discordia son los Chiefs. Su opción puede parecer muy remota, pero no lo es tanto. Necesitan que San Diego pierda en Seattle, que Denver pierda en Buffalo y ganar sus dos partidos. Porque sus dos partidos son frente a Oakland y Denver. De hecho, si en los partidos de la AFC Oeste de esta jornada ganan todos los equipos de casa, el Broncos-Chiefs de la última jornada será una final: el que gane, a playoffs. ¿Se os ocurre un escenario más morboso para la vuelta de Kyle Orton a Mile High?
Partidos en los que se decidirá. De los de la AFC Norte ya hemos hablado. En la AFC Oeste, este es el calendario: el sábado a las 7, Kansas City-Oakland y Buffalo-Denver; a las 10.05 (hora de la cena de Nochebuena), Detroit-San Diego (un partidazo que podría perder atractivo si Denver ha ganado en Buffalo). La última jornada, Oakland-San Diego y Denver-Kansas City.
4.- Clasificación por wild card
El último carro a la postemporada, el de la wild card. Los dos mejores equipos que no han vencido en sus divisiones. En la última década, dostres equipos han logrado el anillo viniendo de la wild card: los Steelers de la 2005-2006, los Giants en la 2007-2008 y los Packers del año pasado [corregido, gracias a Josemanuel]. Que un equipo de wild card llegue a la Super Bowl ya no sorprende tanto. Y esta temporada tiene pinta de que todos los equipos que se clasifiquen por esta vía tendrán más peligro que un alto cargo de Lehman Brothers de Ministro de Economía o un directivo de una empresa de armamento como Ministro de Defensa (...un momento...).
NFC
Quiénes se la juegan. Atlanta (9-5) y Detroit (9-5) lo tienen casi hecho. Seahawks, Bears, y Cardinals (todos con 7-7) tienen opciones, más teóricas que reales. No incluyo aquí a los Giants, porque si llegan a las 9 victorias habrán vencido a los Cowboys y serán los campeones de su división, por lo que dejarán libre la plaza de wild card.
Qué tienen que hacer. A Falcons y Lions les basta con ganar un partido. Los otros cuatro necesitan que alguno de los dos primeros pierdan sus dos partidos y ellos los ganen para empezar a hacer cuentas. El galimatías es demasiado complejo como para entrar en detalles. No obstante, si Atlanta o Detroit fallan en sus dos partidos, que los aficionados de los equipos con 7-7 no pierdan las esperanzas.
Partidos en los que se decidirá. Detroit juega el sábado a las 10.15 contra San Diego. Si Denver ha palmado, los Chargers saldrán a por todas; si no, los Lions lo tendrán más fácil. Atlanta juega el Monday Night el lunes en Nueva Orleáns. La última jornada, Detroit viaja a Lambeau Field y Atlanta recibe a Tampa. En cuanto a los demás, Seattle se enfrentará a San Francisco y Arizona; Chicago a Green Bay y Minnesota; y Arizona a Cincinnati y Seattle.
AFC
Quiénes se la juegan. El segundo de la AFC Norte (Steelers o Ravens) tiene asegurada una de las dos plazas. La otra se la juegan Jets (8-6), Bengals (8-6), Broncos (8-6) y, aunque a una victoria, Titans (7-7), Chargers (7-7) y Raiders (7-7).
Si los Ravens son segundos de la AFC Norte, hay quien considera que los Jets serán sus acompañantes en la wild card. Porque exactamente eso ha sucedido en las dos últimas temporadas.
Qué tienen que hacer. Me centro en la sexta plaza, la vacante. Los Jets lo tienen en la mano. Si ganan sus dos partidos, están dentro. Pero mucho ojo con el partido del sábado contra los Giants, porque como palmen, están prácticamente fuera. Porque caen en casi todos los desempates.
Cincinnati necesita ganar sus dos partidos y que los Jets palmen uno. Y los demás, que Jets y Bengals pierdan alguno. Los desempates entre ellos son maquiavélicos. Los que lo tienen peor son los Titans.
* * *
Menudo rollo que os acabo de contar. No sé si he aclarado o complicado más las cosas. Quizá lo más fácil es que vosotros mismos hagáis las cuentas dándole a la maquinita que te hace el cuento de la lechera.
Termino con la clasificación de los equipos que llevan más años sin conseguir ninguno de los anteriores objetivos. Es decir, las franquicias que acumulan más temporadas consecutivas sin pisar los playoffs. Así están las cosas:
La clasificación anterior es un poco tramposa, porque cuenta a los equipos con plaza asegurada en los próximos playoffs como "fuera de sequía". En particular, aunque ahí aparezca que 49ers y Texans están libres de sequía, esos equipos llevaban la tira de años sin jugar postemporada. Desde 2002. Otros que están a punto de terminar con la mala racha son los Lions, que probablemente dejarán a los Bills como líderes en solitario de este deprimente ranking.
¡Feliz Navidad y esas mierdas que se dicen! Y que vuestros equipos logren sus objetivos. Si es en una última jornada de infarto, mejor. Más disfrutaremos todos, aunque más sufriréis vosotros.
Uno de los principales atractivos de la NFL es su impredecibilidad. La paridad es una constante, y los campeones que repiten son excepción. Nunca ganan los mismos. Y eso es una virtud, porque hace el deporte más emocionante, más interesante. Pero nadie esperaba que las sorpresas llegasen a las cotas de esta semana. Vamos con ello que hay mucho que comentar.
Música. No soy nada de los Smiths. Creo que están hipersobrevalorados, pero queda muy de guay decir que te molan. De lo esencial para todo alternapijo. Muy cacas. Pero como homenaje a los Smiths de los San Francisco 49ers, que hicieron un partidazo este lunes, que suene The boy with the thorn in his side.
Lo más comentado
No todos los días son fiesta. Era el partido del siglo. Qué digo del siglo, del milenio. Ningún partido había despertado tanta expectación esta temporada, tanto aquí como en Estados Unidos. Por aquí, hasta el Marca le dedicaba una página en su edición impresa, que luego estaba entre las noticias más leídas en su versión digital. También la prensa española de información general hablaba de Tebow. El ABC comentaba sus supuestos milagros. Un seguimiento sin precedentes en España, debido sin duda a los méritos deportivos de Tebow.
En Estados Unidos, el revuelo no ha sido menor. El mítico Saturday Night Live dedicaba un sketch al pospartido de la pasada jornada entre Broncos y Bears. Descojonante:
Y no veáis el lío que se montó entre NBC y CBS para emitir el partido entre Broncos y Patriots. El partido estaba inicialmente programado en la CBS. Pero la NBC, que emite el Sunday Night, tiene derecho en las últimas jornadas a cambiar el partido elegido inicialmente si este no tiene interés. Esta jornada, la NBC tenía programado el Chargers-Ravens. La NBC puede sustituir su partido por cualquier otro menos los "bloqueados" por CBS y FOX en octubre y el Monday Night. En octubre, la CBS no había bloqueado el Broncos-Patriots (se había reservado el Eagles-Jets). Y ahora le iba la vida en conservar el choque de Mile High. Tras todo tipo de presiones, la NFL decidió que la NBC no podía cambiar su partido, puesto que el Chargers-Ravens sí tenía interés, dado que ambos equipos siguen teniendo opciones de playoffs. Polémica decisión, porque la NBC paga una pasta por poder elegir el mejor partido de la jornada.
Estábamos ante el partido más esperado de la temporada regular. Sin duda. Tebow contra Brady.
El fenómeno Tebow, un fenómeno sin precedentes, con el que el fenómeno fan ha llegado a la NFL. Un fenómeno que levanta pasiones, a favor y en contra. Yo, aunque sus locazas se ofendan, me descojono. Sí, me descojono y no dejaré de decir lo que pienso sobre ello. Como de cualquier otro jugador o equipo. Este blog se llama Rudeza necesaria y mientras exista intentará hacer honor a su nombre. Los ofendidos, que se vayan a tomar por culo.
¿Qué pienso de lo sucedido el domingo? Pues que Tebow hizo un partido decente en ataque, pero tanto sus errores como los de sus compañeros fueron muy graves y acabaron costándole el partido a Denver.
El choque comenzó inusualmente bien para el ataque de los Broncos. Anotaron en sus dos primeros drives ofensivos. Territorio desconocido para el ataque dirigido por Tebow. ¿Cómo sorprendieron a los Patriots? Corriendo una vez tras otra. Quién lo iba a decir, ¿verdad? Los bloqueadores de Denver abrían túneles que ni el doctor Flammond.
Sin embargo, Tebow no rindió en defensa y en equipos especiales tan bien como las semanas pasadas. Y sin defensa, estos Broncos están abocados a la derrota (salvo que jueguen contra los todopoderosos Minnesota Vikings). Brady y compañía destrozaron a la defensa de Denver. Demasiadas armas tiene ese ataque aéreo.
La baja de Brian Dawkins se notó. Fijaos que en su día defendí la alocada teoría de que la mejoría defensiva de los Broncos se debía a la recuperación de jugadores clave que estaban lesionados (Bailey, Dumervil y Dawkins), que durante la era Orton habían sido baja o habían jugado tocados. A eso y a que, en general, las defensas han ido ajustándose a medida que avanzaba la temporada. Sé que esa explicación es disparatada, porque la mejoría tiene que deberse a la presencia de Tebow, que ejerce una presión virtuosa en las psiques de sus compañeros (y negativa en la de sus rivales, léase Marion Barber). Pero no está de más destacar que cuando falta una de las piezas claves de la defensa, el equipo se resiente. Y claro, cuando te topas con un ataque como el de los Patriots, una baja así resulta devastadora.
Más aún cuando el ataque y los equipos especiales la lían. Una de las mayores virtudes de este ataque cavernícola (aclaro que no uso la palabra cavernícola en sentido despectivo, sino para describir su primitiva estrategia; primitiva tanto desde un punto de vista histórico --el playbook de los Broncos parece sacado de los años 30-- como actual --la estrategia ofensiva es más propia de equipos universitarios o de instituto--) era que no cometía errores. No perdía el balón. Esa es una virtud muy importante. La carrera es menos arriesgada que el pase. Pero este domingo, en el segundo cuarto, el ataque de los Broncos perdió dos balones. Sendos fumbles de Lance Ball y Tim Tebow.
Una tercera pérdida, en un retorno de punt, terminó por condenar a los Broncos. A pesar de que en el 4.º cuarto Denver se puso a 11, esta vez no hubo milagro. El ataque de los Patriots no cometió el mismo error de otros rivales de Denver, que en vez de usar sus ataques para atacar los usaron para defender. Los ataques suelen estar diseñados para atacar en vez de para defender, por lo que resulta contraproducente utilizarlos para aguantar un resultado y no para ampliarlo. Belichick ordenó usar la no huddle, que New England ejecuta con maestría, y ahí se acabó el partido del siglo.
Bueno, por pura coherencia, los que achacaban el excepcional rendimiento defensivo y de equipos especiales de Denver a Tebow deberían responsabilizar al quarterback de la derrota de ayer. La verdad es que no tengo muchas esperanzas de que las locazas sean coherentes. Me temo que de lo bueno sí tiene culpa Tebow, pero no de lo malo. Mi opinión personal, ya en serio, es que ni fue tan culpable de las últimas victorias (sobre todo la última, que tócate las pelotas qué potra) ni lo es de esta derrota. Cuando un ataque tiene una capacidad anotadora tan limitada, el éxito depende de la defensa. Si la defensa consigue parar al rival y anotar, los Broncos pueden ganar. Si no, es muy complicado.
Por mucho que algunos analistas consideren que este estilo de ataque va a revolucionar el football, yo sigo sin verlo. ¿Anota mucho? No. ¿Consigue muchas yardas? Tampoco. ¿Monopoliza la posesión del balón? Por mucho que algunos (supongo que sin contrastar los datos) lo defiendan, es mentira. Pues qué queréis que os diga, que no veo argumentos, más allá del ruido mediático, para prever una revolución estratégica. Quizá suceda como con la moda wildcat popularizada con los Dolphins hace tres temporadas, pero no termino de verlo.
Eso sí, comentaba este lunes con un colega que a mí me divierte mucho ver atacar a los Broncos. Es una propuesta diferente y bastante alocada. Ver al quarterback correr como un pollo sin cabeza por el backfield, rebotando cual bola de pinball contra bloqueadores y defensores es divertido. Algunas veces consigue progresar.
Otras, no.
No lo querría para mi equipo, pero como los aficionados de los Broncos están a gusto con este estilo, supongo que seguirán con él. Dicho lo cual, como decía a principio de temporada, creo que Tebow puede ser un jugador muy aprovechable, para el que su equipo debe tener preparado un pack de jugadas, pero al que sigo sin ver como every-down-quarterback.
Adiós a la perfección de los Packers. El resultado final del partido de Arrowhead es muy engañoso. Green Bay perdió por solamente 5 puntos, aunque la diferencia de juego fue muy superior. Los Chiefs hicieron casi todo bien y los Packers casi todo mal. ¿Cómo es posible que uno de los peores equipos de la NFL hasta el momento, con entrenador y quarterback nuevos, ganase a los hasta ahora invictos Packers? Lo explicamos a continuación, línea por línea.
Comenzamos por el enfrentamiento entre el ataque de Green Bay y la defensa de Kansas City. Los Chiefs son el primer equipo que deja a los Packers por debajo de 20 puntos. El mínimo anterior eran 24. Por primera vez esta temporada, Aaron Rodgers obtiene un passer rating inferior a 100 (80,1). Por primera vez desde 2009, el passer rating de Rodgers es inferior al del quarterback rival (entonces fue frente a los Steelers de Roethlisberger, en un partidazo de ambos pasadores). ¿Cómo consiguieron parar los Chiefs a este ataque hasta ahora imparable? Asfixiando a Rodgers y agobiando a sus receptores.
La presión de la línea defensiva de Kansas City fue brutal. Los protectores de Rodgers eran incapaces de contener a los pass rushers de los Chiefs, especialmente Tamba Hali. La protección venía fallando demasiado las últimas semanas, pero esta jornada simplemente no existió. Era uno de los puntos débiles de Green Bay, y este domingo se agravó. Cayeron dos jugadores de línea ofensiva más. Primero cayó Bryan Bulaga, el jugador de segundo año que venía completando una excepcional temporada (aunque ya es la segunda lesión que sufre). Después, el novato Derrek Sherrod, que se va a perder lo que queda de temporada. Sherrod, elegido en primera ronda, venía siendo un auténtico desastre. Jugaba porque no había otra alternativa. O Bulaga y Clifton se recuperan, o los Packers tendrán graves problemas en enero.
Los Chiefs también supieron anular a los receptores de los Packers. Y algunos se anularon ellos mismos. La cobertura comenzaba con empujones dentro de las cinco yardas en las que se permiten. Esto retrasaba y dificultaba las rutas. A partir de ahí, los receptores no conseguían desmarcarse. Y cuando lo conseguían, se les caía el balón. Hablo de Jermichael Finley, cuyo futuro en Green Bay no está nada claro. Finley dejó caer los cuatro primeros pases que Rodgers le envió. Todos ellos atrapables. No creo que Green Bay dé a Finley mucho por renovar. Seguro que otros equipos sí. Y Finley no fue el único que cometió drops imperdonables. También Donald Driver. Jordy Nelson estuvo muy bien cubierto. Solo Randall Cobb resultaba fiable. ¿Jenningsdependencia? No diría tanto, pero su vuelta seguro que ayuda mucho.
Aaron Rodgers tampoco estuvo al nivel que acostumbra. Falló pases que no suele errar, estuvo menos preciso de lo habitual y forzó otros difíciles de atrapar. ¿El juego de carrera? Escaso. Solo 18 intentos, que no fueron del todo mal (5,7 yardas por intento), pero solo un running back puro, Ryan Grant, estaba disponible. Los Packers también necesitan la vuelta de Starks o Saine, los otros dos corredores.
El choque entre defensa de Green Bay y ataque de Kansas City también se lo llevaron los Chiefs, que aplastaron a los Packers en el 95% del campo. Hubo un 5%, entre la yarda 5 de Green Bay y la goal line, donde la defensa de Green Bay se impuso casi siempre. 438 yardas, nada menos, consiguió el ataque de Kansas City. Lo de siempre. La defensa de Green Bay es un puto desastre. Bueno, en las últimas pulgadas del campo sí que rindió. Cuatro veces llegaron los Chiefs hasta dentro de la 5 de los Packers. Tres field goals y un turnover on downs. A la quinta, anotaron su único touchdown. De ahí la igualdad en el marcador. Los Chiefs fueron incapaces de capitalizar sus llegadas a la red zone.
Pero esta vez, la defensa de los Packers no recuperó ningún balón vía fumble o intercepción. Y McCarthy está 0-9 cuando la defensa no consigue forzar ninguna pérdida de este tipo.
Peter King tuiteaba hoy un dato estremecedor. Los Packers, con uno de los ataques más productivos de la historia de la NFL, han conseguido el mismo número de yardas ofensivas que las que han concedido en defensa. 5569. Que este equipo esté 13-1 con esos números, un milagro.
Párrafo aparte para Kyle Orton. El causante de los males defensivos de los Broncos no perjudicó mucho a la defensa de los Chiefs en su debut de titular. Podría decirse hasta que ayudó a su defensa. Kansas City acaparó el balón durante 36 minutos y 11 segundos, casi 13 minutos más que los Packers, con drives muy largos y equilibrados, que permitían a la unidad defensiva reponer fuerzas para su enfrentamiento con Rodgers y compañía.
También fallaron (aunque menos) los equipos especiales de Green Bay. Mason Crosby falló dos veces un field goal, que chutó exactamente igual de mal. Era lejano, pero en un partido como este, esencial.
Finalmente, en la banda tampoco anduvieron muy hábiles. No supieron manejar los elementos. En una jugada que termina en la 1 de Green Bay, un jugador de los Chiefs comete un fumble que termina saliendo fuera del campo por la end zone. Los árbitros no lo ven, con lo que el drive de los Chiefs se reanuda en la 1, pero la repetición muestra lo anterior. Eso es touchback y balón para Green Bay. McCarthy no pide el challenge y el drive termina con tres puntos para Kansas City. Ni los elementos.
¿Vendrá bien esta derrota a los Packers? No son pocos los que lo dicen. Puede ser. Lo que nunca viene bien son las lesiones. Los Packers hicieron todo lo posible por ganar este partido, que nadie lo dude. Todo. Simplemente, los Chiefs fueron mucho mejores.
La sorpresa
El domingo de las sorpresas. Qué desastre de quinielas. Green Bay palmando en Kansas City; los Colts consiguiendo su primera victoria ante los Titans; los hasta ahora primeros de la AFC cayendo estrepitosamente ante los Panthers; Seattle ganando en Soldier Field; los teóricamente desahuciados Eagles destrozando a los Jets, que parecían en forma; y los líderes de la AFC Norte perdiendo de paliza ante los últimos del Oeste.
¿Qué hizo el ataque más anotador, el de Green Bay? Quedarse en 14 en Kansas City. ¿Y la defensa más fiable, la de Baltimore? Encajar 34 puntos y más de 400 yardas. Locura total.
De Elite ¿a Eliminación? Dejo para comentario aparte el desastre de los Giants ante los Redskins. Sé que la derrota bien puede deberse a mi implacable gafe. Cada vez que apuesto por un equipo de la NFC Este para llevarse la división, palma. Siempre. Y claro, esta semana les tocaba a los Giants. Aún así, perder de esta manera ante Washington es muy sorprendente y decepcionante.
Tras la derrota ante los Seahawks en su estadio en la quinta jornada (también sorprendente) Bill Simmons transcribía el e-mail de un lector suyo en el que aseguraba que la apuesta por Seattle en ese partido estaba cantada. Recordemos que Seattle ganó con un combo de quarterbacks estelar. Primero Tarvaris Jackson y luego Charlie Whitehurst. Pero la principal causa de la derrota de los Giants fue Eli Manning y sus pérdidas. El lector de Simmons comentaba que cada vez que la gente cree que Eli es muy bueno, este nos recuerda en su siguiente partido que no lo es. Después de que Simmons hubiese apostado por los Giants en aquel partido, esto le decía el lector:
"I honestly can't believe you would take Eli in an obvious 'people think I am good again so I will show them how bad I can be' game. It seems like he has a couple of these every year. If not for the Victor Cruz tip catch TD and Seattle fumbling on the 3, this game would have gotten out of hand. I actually took the Seattle moneyline on this game I felt so strongly Eli would have one of his trademark games. I love seeing that mopey face after a pick 6. It brightens my whole day".
Pues eso, que cuando creíamos que lo había superado, Eli hizo un partido "la gente cree que soy bueno otra vez, así que voy a mostrarles lo malo que puedo llegar a ser". Tres intercepciones, ningún pase de touchdown y uno de los principales responsables de la inmensa cagada que cometieron el domingo. El partido se resume en la siguiente secuencia: Eli Manning completa lo que parece un pase de touchdown a D.J. Ware, con nueve minutos por jugarse. En la revisión, el touchdown se anula y la jugada siguiente (tercer down) comienza en la 2 de Washington. Ese tercer down concluye con otro touchdown anulado por holding, y en el cuarto down Manning sufre un sack.
Aunque no deba sorprendernos, cagadas como esta de los Giants nos dejan de piedra.
Extrañas apariciones estudiantiles. Un par de sorpresas relacionadas con el Estu. Ambas al hilo de y durante el Broncos-Patriots. Primero, tras este espectacular sack de Dumervil (en la repetición se aprecia cómo Tebow infunde fuerzas al defensor de los Broncos)...
...desde la cuenta oficial de Twitter del Estu tuitean "Brady come un poco de Dumervil". El tweet lo borraron poco después de publicarlo, y aclararon a varias personas que preguntaban de qué coño hablaban que era un error. Pero me sorprendió mucho (y positivamente) que el que lleva esa cuenta sea aficionado a la NFL.
Y después, durante la retransmisión del Plus, Daimiel le pregunta a Andrea Zanoni de qué equipo es. Dice Daimiel que cree que de Pittsburgh. Zanoni lo niega, dice que no es de ningún equipo y que si lo fuese lo diría. Revela que, realmente, solo es de dos equipos. De la Sampdoria de fútbol y... del Estu. ¿Cómo? ¿Ha dicho "del Estu"? Pasan unos minutos y me quedo dudando. Pero vuelve al tema y lo confirma. Que sí, que sí, que dice que es del Estu, que no lo sigue intensamente (da la sensación de que muy poco), pero se declara seguidor del equipo de baloncessto correcto.
Evidentemente (que diría él) esto le hace ganar muchos puntos a Andrea Zanoni. Muchos.
Todo sigue igual
Los Bills siguen en caída libre. Desde la lesión de Fred Jackson (incluso antes), los Buffalo Bills se han convertido en una caricatura del equipo que lideró la AFC Este al principio de la temporada. Séptima derrota consecutiva para un equipo que no vence desde octubre (estaban 5-2), cuando los Dolphins, contra los que palmaron, marchaban 0-7. Ahora ambos están 5-9. Sobre esta poco sólida base, algunos pretenden defender a Fred Jackson como MVP. Maldita la hora en la que se lesionó Peyton Manning y se puso de moda la gilipollez de querer defender que un jugador ausente debe ser MVP. La tuvimos con Manning, que como coña no está mal, la volvimos a tener con Jay Cutler y ahora con Fred Jackson. Ya vale. Pero qué bien habían empezado los Bills la temporada y cómo la terminan. Como siempre, instalados en la mediocridad. La semana que viene reciben a los Broncos de Tim Tebow. Que nadie dude que una nueva derrota de Buffalo se vendería como un milagro. Encima en Nochebuena. La hostia. Por cierto, tras haber firmado una muy jugosa renovación de contrato, se especula ahora con la posible resolución del acuerdo entre Fitzpatrick y los Bills. La verdad es que su rendimiento ha empeorado significativamente desde que renovó, pero tampoco creo que esté a un nivel "desconocido" para Buffalo.
John Skelton y Patrick Peterson, garantía de remontada y éxito en la prórroga. Supongo que habrá que empezar a hablar de la leyenda de John Skelton. Si los partidos los ganan los quarterbacks (NO), este tiene mejor balance que todos menos Aaron Rodgers. 5-1. Si los quarterbacks son los que deciden los partidos en los últimos cuartos (TAMPOCO), este lleva mejor registro que Tim Tebow. No fue una estrella universitaria, no atribuye sus resultados a la divinidad y es feo, pero con él a los mandos los Cardinals han vuelto a ganar in extremis. Otra vez en la prórroga, y otra vez tras un retorno de punt de Patrick Peterson (cuándo coño van a dejar de lanzarle punts, me pregunto), Arizona vence y se pone 7-7. Con probabilidades (no digo "posibilidades" porque lo que se mide es la "probabilidad", no la "posibilidad") matemáticas no nulas [corregido, gracias a Eduardo por su comentario] de entrar en playoffs, aunque lo tienen chunguérrimo (la victoria de Detroit hizo mucho daño a todos los perseguidores de los Lions).
Todo cambia
Indianápolis gana casi un año después; Green Bay pierde un año después. De los Packers ya hemos hablado y mucho, así que ahorrémonos más líneas sobre ellos. Este domingo se cumplía un año menos un día desde su última derrota. Desde que ganaron los Colts por última vez también hacía. Fue precisamente ante Tennessee, el 2 de enero. Puede que la era Matt Hasselbeck, que tan bien había comenzado, haya llegado a su fin. Jake Locker ha mostrado buenas maneras en lo poco que ha jugado, por lo que cabe prever que su oportunidad llegue en breve. Pero lo que realmente necesitan los Titans es que Chris Johnson honre un poquito su contrato. De nuevo, la exestrella de la NFL se queda en la cincuentena de yardas. Tiene delito perder contra unos Colts en los que su quarterback titular, Dan Orlovsky, consigue 82 yardas de pase. No, no me he comido ningún número, ochenta y dos.
Peligrosa victoria de los Colts que, por cierto, no tienen asegurado el número 1 del draft. Anda que como hagan la gracia de vencer algún partido más, veréis qué risa.
Estos Eagles y estos Chargers son otros. A buenas horas, sí, pero como los resultados de terceros se porten bien con ellos (no es tan complicado) veréis qué risa si se meten en playoffs. Tras la depresiva imagen que dieron en Seattle, los Eagles acumulan dos victorias consecutivas. Su defensa, por fin, tiene la pinta que se suponía en agosto. Las cuatro pérdidas provocadas a los Jets fueron decisivas. Jason Babin tiene el récord de sacks en una temporada a tiro. En ataque, LeSean McCoy está a un nivel estelar y Michael Vick de vuelta. Un peligro. Ante los Jets cambiaron radicalmente su triste cara y mostraron lo que prometían. El que cambió su buena cara de las últimas semanas también fue el amigo Mark Sanchez, aunque este volvió a la más habitual.
San Diego parece también confirmar su cambio positivo. Ojo porque no sería la primera vez que se meten de milagro en playoffs. Insisto, en 2008 los Chargers llegaban a diciembre con 4-8 y los Broncos con 8-4. Una sola victoria de Denver o una sola derrota de San Diego daba a los Broncos el campeonato de división. Y los Chargers se la llevaron. 8-8. Este año es menos difícil. San Diego es el mejor equipo de esa división y por fin está jugando como tal. Por fin Rivers no la caga. Por fin Ryan Mathews responde a lo esperado cuando lo eligieron en la primera ronda del pasado draft. Su defensa también responde. Eso sí, cuentan con Takeo Spikes, un jugador que está maldito. A pesar de que es un buen jugador y ha militado en buenos equipos, jamás ha pisado unos playoffs. No soy yo el único gafe.
Lo mejor
Tamba Hali. El principal culpable de la primera derrota de los Packers. La temporada de Hali es excepcional. También lo fue la pasada. Pocos jugadores atormentan a offensive linemen y quarterbacks como él. Tres sacks, un fumble forzado y constantes agobios a Aaron Rodgers. Su aportación debió ser incluso mayor, puesto que en esta jugada Marshall Newhouse comete un holding en la end zone, es decir, que debió señalarse un safety.
Drew Brees. Tras semanas pensando que la carrera por el MVP carecía de sentido, porque estaba más que adjudicado a Aaron Rodgers, el pequeño bajón de este y el subidón de Brees hacen que tengamos debate. Sí, creo que la temporada de Rodgers sigue siendo mejor que la de Brees, pero ya no tanto. No está tan claro. Tras destrozar a la débil defensa de Minnesota, Brees se queda a unas trescientas yardas del histórico récord de Dan Marino. Le va a sobrar tiempo. Lleva más yardas que Rodgers, un porcentaje de pases completados mejor que el de Rodgers... Y ya. Porque Brees lleva menos pases de touchdown (37 a 40), más intercepciones (casi el doble, 11 a 6), menos yardas por intento de pase (8,20 a 9,22) y un passer rating sensiblemente peor (109,1 a 120,1). Ah, y su equipo lleva dos derrotas más, hecho que siempre influye al decidir el MVP. En cualquier caso, la segunda mitad de temporada del quarterback de los Saints está siendo brillante. En Minnesota, hizo añicos a la débil defensa de los Vikings en tres cuartos. 32/40 (barbaridad), 412 yardas (barbaridad), 5 pases de touchdown (barbaridad) y 149,2 de passer rating (barbaridad). El jugador más en forma del equipo más en forma.
LeSean McCoy. McCoy se convirtió este domingo en el jugador con más touchdowns totales (20) y de carrera (17) de la historia de los Eagles en una temporada. Anotó 3 y superó otra vez las 100 yardas de carrera. Es el segundo máximo corredor de la NFL, solo por detrás de Maurice Jones-Drew (que juega en un equipo en el que el ataque aéreo simplemente no existe). Shady McCoy, la mejor noticia del ataque de los Eagles. También es la mejor arma ofensiva para los dos partidos que le restan a Philadelphia, aunque a Andy Reid le guste tan poco tirar del ataque por tierra.
Calvin Johnson. Tiene delito lo de los Raiders, que Calvin Johnson te pille la espalda cuando lo único que tienes que evitar es que te anoten un touchdown. En fin. Que qué partido de Megatron. En el momento más importante de la temporada apareció de nuevo Calvin Johnson. 9 recepciones, la barbaridad de 214 yardas y 2 touchdowns.
Jugada de engaño de la semana. Todos creen que la lleva Newton, pero no es así.
Ron Rivera reveló al terminar el partido que diseño esta jugada inspirándose en esta otra de la película Little Giants (si el vídeo no reproduce automáticamente la jugada en el momento adecuado, saltad al minuto 7:42):
Lo regulero
Los Dolphins, los menos malos de Florida. Es el estado con más franquicias de la NFL. También el que acumula más derrotas y asientos vacíos en sus estadios. Florida football, baby. Jaguars, Buccaneers y Dolphins. Vaya tres. Los dos primeros están completando una temporada indigna. Miami no tanto. Tras un inicio pésimo, es hoy un equipo competitivo. Y hay que reconocer que Reggie Bush, al que le había dado bastantes palos por lo mucho que cobraba y lo poco que aportaba, está contribuyendo a ello. 203 yardas de carrera para Bush. Números tan brillantes como inútiles en estos momentos. Los Dolphins son el mejor equipo de Florida. O el menos malo. Poco consuelo para un equipo que aspiraba a más.
Cardinals y Seahawks, ¿demasiado tarde? La temporada pasada, el campeón de la NFC Oeste se quedó en 7 victorias. Más derrotas (9) que victorias. Esta temporada, ya hay tres equipos que han igualado o superado ese registro. San Francisco, con 11-3, es campeón de división. Arizona y Seattle, tras un inicio mediocre, están 7-7. Jugar contra ellos ha dejado de ser un chollo. Los Cardinals llevan cuatro victorias seguidas. Los Seahawks han ganado 5 de los últimos 6. Solo los Rams decepcionan. Sin embargo, los buenos resultados que el último mes acumulan Arizona y Seattle serán seguramente insuficientes para conseguir plaza de playoffs. Si Detroit hubiese perdido en Oakland habrían tenido serias opciones. Ahora, necesitan que los Lions palmen ante San Diego y en Green Bay y ganar sus dos partidos.
Lo peor
Caleb Hanie. Queda claro que no se puede juzgar a un quarterback por su rendimiento durante un par de cuartos en un partido en el que no tiene nada que perder. La experiencia Hanie es un puto desastre. Igual que digo que los quarterbacks no ganan ni pierden solos, digo que varias derrotas de Chicago son consecuencia de graves errores de Hanie. No la semana pasada, cuando Marion Barber decidió ser el protagonista principal del Tebow Time. Pero en Oakland, ante Kansas City y este domingo ante Seattle sí. Con 14-14 y muy presionado, Hanie lanza una intercepción decisiva e imperdonable. ¿Cutler MVP? ¿Forté MVP? Por seguir con la tontería, digo.
Tampa Bay Buccaneers. Nadie está jugando peor que ellos. Nadie. Lo del sábado fue de vergüenza ajena. En un partido en prime time, ante una audiencia masiva y jugando en casa, los Bucs fueron humillados por Dallas. El partido duró menos de dos cuartos. El ataque de Tampa, desastroso. La defensa, inexistente. En ataque, un turnover y sendos punts tras tres y fuera. En defensa, los Cowboys siempre anotaban. Qué desastre.
La AFC Norte sufre por el oeste. Escaldados salieron Steelers y Ravens de sus visitas a la costa oeste. Baltimore nos recordó otra vez (y van...) que de un ataque guiado por Joe Flacco no te puedes fiar. Algo que sí hacen, y en exceso, los Ravens, y por eso les suceden cosas como las del domingo. Ray Rice es el jugador que más yardas ofensivas acumula de toda la NFL (incluyendo carrera y recepción). En San Diego, le dejaron correr solamente 10 veces. ¿Creéis que es casualidad que las cuatro derrotas de Baltimore hayan llegado en los cuatro partidos en los que menos intentos de carrera ha realizado Ray Rice?
Tras las derrotas de Ravens y Texans, a los Steelers se les presentaba una oportunidad de oro para conseguir el primer puesto de su división y de su conferencia. Los 49ers, que venían de perder dos de los últimos tres partidos, eran su último obstáculo serio. Quizá por eso forzaron a Roethlisberger. Y cuando un quarterback juega mermado ante una defensa potente, se nota. Una cuota importante de responsabilidad de la derrota la tienen las tres intercepciones y el fumble perdido de Ben Roethlisberger. Siempre superado por el front four Niner, con unos Smiths estelares. Los dos de la defensa, Aldon y Justin, y también el quarterback, Alex. Todos ellos apagaron las luces de los Steelers.
Ah, los Browns también palmaron en su partido en el oeste. Pero esto no es noticia.
La lesión de Johnny Knox. Os ahorro el vídeo. Si os va el morbo, las imágenes están en YouTube. Uf. Para haberse matado. Y no exagero. Esto sí que es un milagro.
Cómo está la clasificación para playoffs y cómo creo que quedará
Aquí estoy, para ejercer de gafe. He recibido un par de sugerencias por Twitter. Porque la verdad es que soy implacable: equipo por el que apuesto en la NFC Este, equipo que palma. Damián, aficionado de los Eagles, me pide que por favor no apueste por Philadelphia. Javier Orcali McFly, de los Packers y que teme a los Eagles en enero, me pide que lo haga. Pero esto no va así. La apuesta tiene que ser sincera. Y, sinceramente, apostaré por Dallas. Es quien mejor lo tiene y quien menos mal está jugando. Malditos quedan los Cowboys.
La cosa así va en la NFC:
Y así creo (sinceramente) que termina:
1.- Green Bay Packers. Una victoria propia o derrota de San Francisco asegura el primer puesto de la NFC. Los Hanie Bears llegan por Navidad.
2.- San Francisco 49ers. No esperaba su victoria frente a los Steelers. Hecho lo teóricamente más complicado, les queda lo teóricamente más fácil: Seattle y St. Louis. Si ganan esos dos, como poco, segundos de la NFC.
3.- New Orleans Saints. Insisto, el equipo más en forma de la NFL. Jugarán contra Atlanta el próximo lunes y, quizá, también en la ronda de wild card.
4.- Dallas Cowboys. Gafados quedan. Pero es un gafe sincero. Son los que mejor lo tienen para llevarse la NFC Este.
5.- Atlanta Falcons. En caso de empate con Detroit, ganan los Falcons. A Detroit le quedan dos partidos complicados (San Diego y Green Bay en Lambeau); Atlanta tiene uno asequible en la última jornada (Tampa) y otro complicado (Saints).
6.- Detroit Lions. Su remontada en Oakland los deja a una victoria de asegurarse los playoffs por primera vez en el nuevo milenio.
En la AFC la clasificación así marcha.
Y así creo (también sinceramente) que termina:
1.- New England Patriots. Si ganan a Miami y Buffalo, el primer puesto de la AFC es suyo. Fin de ciclo.
2.- Baltimore Ravens. Cleveland y Cincinatti, lo que les queda para ser campeones de la AFC Norte y conseguir librar en primera ronda de playoffs.
3.- Houston Texans. Uf, qué mala pinta la de estos Texans el domingo.
4.- Denver Broncos. En una AFC Oeste que cualquiera puede ganar, el calendario más sencillo es el suyo.
5.- Pittsburgh Steelers. Qué ocasión dejaron pasar esta jornada.
6.- New York Jets. No lo tienen fácil. El calendario de los Bengals es más sencillo. Esta semana, derbi entre los dos equipos de New Jersey.
* * *
Recuerdo de nuevo que la próxima jornada se disputa casi íntegramente el sábado 24 de diciembre. Solo el Detroit-San Diego, el Dallas-Philadelphia y el Seattle-San Francisco serán a la hora de cenar. Que no es poca cosa, por otra parte. Algunos tendremos que verlos en diferido. Llega esa época que cuando te encuentras con alguien tienes que decirle feliz Navidad o feliz año. Qué puta mierda, lo odio.