Ah, los tiempos pasados. Cómo los añoramos. Entonces sí que se hacían las cosas en condiciones. No como ahora. Entonces, la gente se ganaba el pan esforzadamente, con el sudor de su frente. Las nuevas generaciones se están echando a perder. Ahora lo dan todo hecho. Ah, si los jóvenes de ahora viviesen las condiciones que nosotros sufrimos en su momento. Aquello sí que era trabajar. Los jóvenes de ahora se quejan de vicio. Qué bien lo explican los Monty Python.
Sí, según envejecemos nos entran las añoranzas de los tiempos pasados. Cualquier tiempo pasado fue mejor. Aunque no es una película que me haya gustado mucho, en Midnight in Paris reflejan muy bien esta idea tan frecuente en el ser humano: la de idealizar el pasado y rechazar el presente. Michael Sheen, que interpreta a un pedante y odioso intelectualoide, explica con mucha claridad la idea a Owen Wilson: vive anclado en el pasado, lo idealiza, suprime toda connotación negativa y potencia las positivas. No nos acordamos de lo malo, nuestra memoria solo retiene lo bueno. Quien vive hoy desea vivir ayer; mientras quien vive ayer quiere vivir antes de ayer. Y así sucesivamente.
¿A qué viene todo esto?
Esto viene a una discusión, en la que cometí alguna infracción por unsportsmanlike conduct, que mantenía con Mariano Tovar en su entrada de Zona Roja del jueves. Quizá también hubo rudeza innecesaria por mi parte. Lo siguiente trata un tema conexo con el de esa entrada, pero ninguna de las cuestiones que trato aquí se las atribuyo a ese autor, que puede o no estar de acuerdo con la visión nostálgica de la NFL. Por si acaso, lo aclaro.
Ayer.
Algunos añoran tiempos pasados en el fútbol americano. Desde jugadores a analistas, escuchamos lamentaciones por el derrotero amariconado que parece estar tomando la NFL. Alguno ha propuesto añadir una F al acrónimo: NFFL. National Flag Football League. El legislador se está cargando la esencia del fútbol americano. Esto es un puto circo. Cualquier día prohíben el contacto.
Ah, qué tiempos, aquellos del run to daylight. Correr hasta ver la luz. Si Lombardi levantase la cabeza, aparte de darse una buena hostia contra la tapia, no reconocería este como su deporte. Aquel sí que era un deporte de hombres. Un deporte no de contacto, sino de colisión. Power football. Aplastar al contrario.
Lo de ahora se ha convertido en un circo. Ver a estos Packers 12-0, y con un anillo, sin apenas juego de carrera. Qué perversión: es la carrera la que debe "establecerse", en primer lugar, para luego recurrir al pase. No al revés. Qué es eso de que el pase primero, para luego recurrir a la carrera. Cómo puede ir un equipo 12-0, habiendo permitido tantas yardas al rival. Tanto ellos como los Patriots llevan ritmo de encajar más yardas de pase que las que Dan Marino consiguió en 1984. ¡Y ganan! Joder, si es que hay tres tipos que pueden batir el récord de Marino.
Qué tiempos aquellos, ¿verdad? Tiempos en los que el objetivo era cazar al quarterback, en los que se podía cazar al quarterback y este asumía que ser golpeado formaba parte de su sueldo. Tiempos en los que el receptor sabía que la recepción le iba a costar una fuerte contusión. Ah, esos Raiders de los setenta, que acosaban al atacante, esos sí que eran hombres. Aquellos partidos sí podían recibir la consideración de batallas. Sus contendientes eran héroes que abandonaban el estadio con el uniforme embarrado y el cuerpo magullado.
Lo de ahora se parece tanto al fútbol americano como lo que hacen los Harlem Globetrotters al baloncesto.
¿Por qué hemos cambiado tanto? En primer lugar debemos cuestionarnos si hemos cambiado tanto. Creo que sí que hemos cambiado, aunque no tanto como parece. Es cierto que se puede triunfar sin correr. El viejo refrán de que en playoffs es capital imponer la carrera resulta cuestionable. El ataque de Green Bay no triunfó la temporada pasada por su solidez terrestre. Sin embargo, el papel de James Starks en enero fue muy importante para conseguir el anillo. Mendenhall también lo fue en los Steelers. Pierre Thomas lo fue en los Saints de 2009. No son los tiempos en los que un Terrell Davis te gana un anillo, pero la carrera sigue resultando muy útil.
¿Y la defensa? ¿Ha desaparecido? ¿Ha decaído su importancia? Yo no lo creo. Sinceramente. Ni siquera hoy. Tres de los cuatro equipos que dominan la AFC lideran la NFL en defensa. Texans, Steelers y Ravens basan gran parte de su éxito en su solidez defensiva. Los Packers fueron la temporada pasada el equipo que menos puntos permitió en la NFC. En la Super Bowl, su defensa forzó dos pérdidas de balón; ninguna la defensa de los Steelers. Los Jets de Mark Sanchez (de Mark Sanchez) han llegado en dos temporadas consecutivas a la final de conferencia. ¿Hace falta recordar cómo están ganando los Broncos? La defensa no ha dejado de ser importante. La brillantez defensiva no ha dejado de ser una fórmula para llegar al éxito. Los Giants que sorprendieron a los imperfectos Patriots dejaron a esta superpotencia ofensiva en 14 puntos, dos anotaciones en 60 minutos. Solo dos anotaciones. Los brillantes Saints de Drew Brees consigen el anillo gracias a dos jugadas defensivas providenciales: una intercepción en la final de conferencia y un pick-six en la Super Bowl. Sin defensa nadie ha ganado. Ganar es ganar en enero.
¿Que cada vez un defensor puede hacer menos cosas para parar al atacante? De eso no cabe duda. Es una tendencia que viene produciéndose en la NFL desde hace muchos años. Hay que preguntarse por qué.
Por qué han cambiado las cosas. Ahí entramos al tema Roger Goodell. Un tipo que no es santo de mi devoción. Creo que las críticas que hacía sobre él hace un año siguen vigentes hoy. Este pavo sanciona al personal sin ton ni son, sin atenerse a unas normas claras de qué conductas resultan sancionables ni qué consecuencias debe acarrear cada infracción. Esto es así. La arbitrariedad sigue instaurada en la NFL.
Pero no creo que quiera cargarse el deporte, o modificarlo de tal modo que no lo reconozca ni la madre que lo parió, convertirlo en un circo aéreo, ni creo que desee terminar con las defensas. Obviamente la NFL es un negocio, que vive del espectáculo. No podemos engañarnos, uno de los objetivos de Goodell será proteger ese espectáculo. Y al público le resulta más digerible un partido de muchos puntos que un LSU-Alabama que termina 9-6. Pero no creo que Goodell quiera "cargarse las defensas". No creo que ese sea el objetivo de las tan criticadas recientes reformas normativas. Aunque sí lo fue la reforma de 1978. Si veis el vídeo colgado YouTube en el que se explican estos importantes cambios, la descripción del que cuelga el vídeo es "the abomination 1978 rule changes that ruined football forever. They had to go and sabotage a thing of beauty for the sake of hype and ratings". Es decir, los abominables cambios de normas de 1978 que arruinaron el fútbol americano para siempre. Tenían que hacerlo y sabotear una preciosidad para aumentar la expectación y las audiencias. Tal y como describían en Midnight in Paris.
Creo, más bien, el propósito principal de estas recientes reformas es la mera apariencia. El postureo. El populismo. Fingir que preocupa la salud de los jugadores. En Estados Unidos están bastante sensibilizados con el tema de las secuelas que deja el fútbol americano. Las conmociones cerebrales preocupan. Easterbrook, semana a semana, da la vara con las concussions. Peter King analizaba esta semana los efectos a largo plazo del football profesional, estudiando el caso de los Bengals de 1986. El principal motivo para vetar la temporada regular de dieciocho partidos es el riesgo para la salud del jugador. Hay una preocupación por el tema. O por lo menos, se dice que existe en medios de gran difusión.
Goodell no puede quedarse de brazos cruzados. Si no, lo crucifican. Todas las reformas reglamentarias suelen venir provocadas por casos llamativos. Son una reacción a casos mediáticos. En los comentarios al artículo de Zona Roja se citaba la defensa de los Patriots a los Colts de Manning en la segunda derrota de Indianápolis en Foxboro en playoffs como detonante de la sensibilidad con el pass interference. La grave lesión de Brady ante los Chiefs en 2008 trajo consigo una ilegalización de los placajes como los que destrozaron su rodilla. Creo que las imágenes de Austin Collie, inconsciente tras un par de duros placajes la temporada pasada, contribuyeron a la implantación esta temporada de la penalización por golpeo violento a un receptor indefenso. Las conmociones sufridas por varios jugadores notables la temporada pasada han contribuido a la implantación de un protocolo para este tipo de situaciones esta temporada.
¿Por qué ahora? Además de los casos que hacen saltar la liebre, citados en el párrafo anterior, creo que, igual que han evolucionado las estrategias ofensivas, cada vez más indefendibles, han evolucionado las técnicas de placaje, cada vez más devastadoras. Creo que la evolución física en el deporte es un hecho. En algunos deportes resulta más fácilmente mensurable, como en el atletismo: los récords van cayendo año a año, cada vez se corre más rápido, cada vez se salta más alto y más lejos. En otros deportes no es tan sencilla la comparación. Pero la preparación física evoluciona, y creo que también la capacidad de hacer daño. Por ejemplo, el casco se concibe como instrumento de protección, pero hoy se emplea como arma de ataque. Ahí tenéis a James Harrison. Por eso hoy son necesarias algunas medidas que ayer no lo eran.
Además, hoy se ve todo. La evolución tecnológica no ha ayudado al defensor. Antes se televisaban menos partidos y se captaban menos acciones. Hoy somos testigos de todo lo que sucede en el campo. Antes, no. Decía Gentile que hoy no podría repetir el marcaje que hizo a Maradona en el Mundial de 1982. Claro que no. Hoy te ven. Los medios para perseguir el delito son más avanzados. Eso creo que también influye. La tecnología ha acabado con la impunidad de los que pegan.
No, no creo que sea intención de Goodell que la NFL se convierta en un circo aéreo ni hacer la vida imposible a las defensas. Su principal propósito es proteger su reputación y su trabajo. Y que para ello necesita hacer ver que le preocupa la salud del jugador, sea esta una preocupación real o no. Evidentemente, los perjudicados por las reformas son los jugadores que salen al campo a pegar. Los defensores.
Cada cual es libre de elegir el estilo de partido que más le place. Faltaría más. A unos les gustará más un estilo old school tipo Baltimore Ravens o New York Jets, donde la defensa y la carrera sostienen al equipo; a otros les gustará más un estilo más "circense" en el que la defensa es menos importante, como el de los Packers de esta temporada o el de los Patriots; otros preferirán fórmulas más equilibradas, como la de los Steelers, donde tanto ataque como defensa tienen un peso muy relevante en el juego. Para gustos, los colores.
Pero creo que la evolución del juego no obedece principalmente a cambios reglamentarios ni a un empeoramiento del nivel arbitral. Por lo menos, no a cambios recientes. Creo que se debe, más bien, a la aparición de pasadores prodigiosos y receptores letales, y a su aprovechamiento por entrenadores que apuestan por una fórmula más arriesgada. Se suele decir que de los posibles tres resultados de un pase, dos son malos (incompleto o intercepción), y que en una carrera el riesgo es menor. Pero la rentabilidad conseguida si el resultado del pase es bueno es mucho mayor. Por eso no es extraño que algunos equipos, que cuentan con los ingredientes adecuados, hayan perfeccionado su ataque hasta convertirlo en una fórmula casi imparable para los rivales. ¿Sería tan imparable si el quarterback no fuese tan intocable o si las pass interferences no se señalasen con tanta alegría? Personalmente, creo que sí. Lo creo, no lo sé. El deporte-ficción no es lo mío. Creo que sigue ganando quien juega mejor.
¿Se juega como antes? No. El juego evoluciona. Todos los deportes lo hacen. A algunos les gustará más el estilo anterior, a otros el actual. De lo que no tengo duda, es de que cualquier tiempo pasado fue anterior. ¿Mejor? Eso depende de la opinión de cada uno.
viernes, 9 de diciembre de 2011
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Al fin un artículo que hace un poco de hincapié al menos, en las diferencias físicas que hay entre los jugadores de ahora y los de antes para explicar los porqués de los cambios en las reglas.
ResponderEliminarEl otro día me puse a curiosear cuál era el peso medio de los "Hogs", aquella línea ofensiva de los Skins que destacaba por su tamaño. Ahora no recuerdo exactamente el número, pero el promedio que daba equivalía a lo que hoy es considerado un liniero "pequeño".
El tema de la salud de los jugadores es muy importante y yo estoy de acuerdo con el control de los helmet to helmet y todo eso. Pero lo que no tiene nada que ver con la protección de los jugadores es la estúpida regla del pass interference, que anula totalmente al defensor. Prácticamente basta con colgar la pelota y dejar que se produzca la penalización. Un CB es por definición más pequeño que un WR, si encima no puede NI ROZARLO, es casi imposible que defienda el pase, salvo que sea un verdadero fenómeno.
ResponderEliminarY luego está lo de que algunos QBs son intocables y otros no, pero eso ya no es tanto una cuestión de reglamento sino de favoritismos.
Lo del pique con Mariano Tovar fue con buen rollito, hombre. No todos pueden tener la misma opinión. Fue gracioso que los autores de los mejores blogs sobre NFL en España se "retaran" en una discusión interesante.
ResponderEliminarY lo de la pass interference es un cachondeo, hay receptores que con el mínimo contacto empiezan a hacer aspavientos y a pedir pañuelos a los arbitros, vale que con un toque en el aire te puedan impedir atrapar un balón, pero hay veces que notan una mano y se paran a pedir la interferencia.
Gran artículo, muy bien argumentado y muy de acuerdo en todo lo que dices.
ResponderEliminarDeberias tener un poco mas de respeto por Tim Tebow, por los Broncos y por sus aficionados aqui en España. Si no te gusta, te jodes. Eres tan cobarde que ni siquiera dices abiertamente lo que piensas, pero ironizas con una mierda de blog... PATETICO
ResponderEliminarMuy bueno lo de los Monty Python, me echao un ratito riendo.
ResponderEliminarMuy cierto lo que dices de que siempre añoramos tiempos pasados, las cosas cambian y no es tan fácil comparar los deportes ahora y antes. Tenemos mitos en el deporte como Brasil del 70 y la Argentina de Maradona, y ves esos partidos ahora y lo primero que piensas es que juegan muy lento y que se los mearían hoy en día.
Para alguien que no haya jugado a un deporte de contacto es muy fácil desear placajes brutales y espectaculares, pero os lo puedo asegurar, cuando estás allí no es tan bonito. Sabes a qué atenerte y donde te metes, pero cierto golpes te pueden dejar muy mal. A mí me gustan mucho los partidos con defensas agresivas, pero agresivo no es meterle el casco a un tío que está parado y que no te ve, éso es violencia pura y dura.
También antes jugaban sin casco y haciendo formaciones en cuña para proteger al corredor, y casi que era un éxito si alguién no quedaba paralítico una temporada, hay que evolucionar.
Pero también este hombre mete cosas que me parecen bastante absurdas. El adelantar el kickoff es absurdo, para hacer éso, directamente que empiecen los ataques en la 20. Siguen retornando, siguen llevándose hostias y al final salvo raras excepciones de la 20 no pasan. En lo del pass interference, me parece, primero que se pita muy arbitrariamente, algunas veces hay contactos que valen y otras no, éso es una chapuza. Luego que la sanción es absolutamente excesiva, creo que mejor sería aplicar la de college. Y estoy de acuerdo con lo que dicen en algún comentario que hay QB intocables y otros no, si eres Roethlisberger date por jodido, aparte de que su forma de jugar no ayuda. Las defensas siguen ganando campeonatos, sólo hay que ver los últimos años, qué equipos triunfan en playoffs.
Decir que el ataque de los Packers de hoy en día domina debido a las nuevas reglas me parece bastante fácil, es un caso excepcional con un QB excepcional, tendrían un ataque tan dominador hoy como si estuviéramos en el 90.
Por último, viendo el último comentario, ten cuidado que entre tu "amor" al equipo al que todos tenemos que amar, o si no somos unos envidiosos y unos paletos y lo de Tebow, vas al infierno fijo.
Lo primero que quiero decir es que después de casi un año disfrutando de este blog y de las OPINIONES aquí vertidas por su autor, voy a escribir por primera vez y lo hago para decir que es la polla, señor 555 nunca cambies.
ResponderEliminarTambién quiero decir que soy seguidor del "equipo-que-no-debe-ser-nombrado" en soccer y basketball desde pequeño y tus opiniones son bastante cercanas a lo que pienso de la mayoría de aspectos del club, como los tejemanejes de su presidente mafioso, la chulería de su entrenador y jugadores, la manipulación por parte de la "prensa deportiva", el asco hacia esa supuesta "verdadera" afición del club que canta de pié todo el partido y luego intenta partir alguna cara, y un largo etc.
Bueno al lío, sigo el football desde el año pasado, no soy fan de ningún equipo en particular, pero he cogido cariño al equipo de una minúscula ciudad de Wisconsin y curiosamente también al equipo con el que se enfrentó en la pasada SuperBowl, en parte gracias a este estupendo articulo: http://rudezanecesaria.blogspot.com/2011/01/equiseleuve-con-quien-ir.html
No puedo ver muchos partidos, no me se demasiadas reglas, no sabía que coño había pasado con un abuelete canoso medio retirado que vestía de morado y que muchos querían y otros tantos odiaban, no había oído en mi vida la palabra "shotgun" fuera del counter strike, peeeeero...
Gracias, MIL GRACIAS a todos los que propagáis este veneno y a la vez néctar de los dioses por nuestra piel de toro y más allá.
Y mucho mejor si lo hacéis con humor y buen Rock de fondo ;)