viernes, 13 de enero de 2012

Ante la ronda divisional (que no es divisional)

Llegamos a la ronda divisional. ¿Por qué divisional? No lo sé. Tiene poco sentido. Esta temporada no veremos ni un solo duelo divisional (entre equipos de la misma división). La pasada semana se impusieron los dos peores campeones de división de cada conferencia, y ahora entran los otros dos, por lo que habrá un representante de cada una de las ocho divisiones de la NFL. Pero es que aunque algún no campeón de división dé la sorpresa, en esta ronda no tienen por qué producirse duelos divisionales. Por ejemplo, la postemporada pasada, en la NFC, venció un no campeón en la wild card round: los Packers. Pero los Packers no se enfrentaron en la ronda divisional al campeón de su división, Chicago, sino a los Falcons. Y en la final de conferencia, Bears-Packers. Una ronda divisional después de la divisional. Un sinsentido.

Revisen ese nombre, por favor. Semifinales de conferencia y a tomar por saco.

Dejémonos de gilipolleces nominales y vamos al lío. Como la semana pasada, no analizaré en detalle cada partido. Esos análisis los podéis leer en Zona Roja y, si sabéis inglés, os recomiendo el de Andy Benoit en Fifth Down Blog.

La ambientación musical, de la mano de Stiff Little Fingers. Esto es Gotta get away. Temazo



Como siempre, empezamos con el menú, en horario peninsular español:

Sábado
22.30: San Francisco 49ers – New Orleans Saints. Canal+ Deportes y Canal+ Deportes HD.
2.00: New England Patriots – Denver Broncos. Sportmanía y Canal+ Deportes HD.

Domingo
19.00: Baltimore Ravens – Houston Texans. Canal+ Deportes y Canal+ Deportes HD.
22.30: Green Bay Packers – New York Giants. Sportmanía y Canal+ Deportes 2 HD.

Y seguimos con unos cuantos comentarios sobre esos partidos.


1.- ¿Ventaja de campo?

En la wild card round ganaron todos los equipos de casa. La conclusión inmediata podría ser que la ventaja de campo es importante en estos playoffs. Puede ser. Aunque la realidad es que en todos los partidos, menos en el de Denver, se impuso el favorito y en "condiciones neutrales" era el resultado lógico.

Los que la semana pasada jugaban en casa ahora lo harán fuera. Y en vista de los precedentes (en algunos casos) y del estilo de juego (en otros) no parece tan claro que los locales tengan tanta ventaja.

En el primer partido del fin de semana, el favorito indiscutible es el visitante. Por mucho que San Francisco sea el segundo de la NFC, el estado de forma de los Saints (que llevan nueve victorias consecutivas) hace que todos apostemos pore ellos. Pero aunque los Saints sean favoritos, no cabe duda de que jugar en San Francisco beneficia a los Niners. Candlestick Park atronará cuando ataque Nueva Orleáns. No es un dome ni es Seattle, pero el ruido dificultará la coordinación del ataque de los Saints antes de los snaps, mientras que cuando ataque San Francisco se guardará silencio para que los Niners puedan comunicarse correctamente. Si el partido fuese en el Superdoome, sucedería lo contrario. Y los Saints están invictos en su casa: nueve partidos, nueve victorias. Las tres derrotas llegaron fuera.

Además, el partido es a descubierto. Los Saints han jugado casi toda la temporada bajo techo. Ocho partidos de temporada regular y uno de playoffs en el Superdome y otros tres más en macropabellones. Hay quien considera que el récord de Brees tiene menos mérito que el de Marino, entre otros motivos, porque el quarterback de los Saints ha disputado once de sus dieciséis partidos en condiciones meteorológicas óptimas, mientras que Marino ha jugado en los elementos. Por ese motivo, también, creen que es más meritorio el registro de Brady, que ha disputado todos sus partidos a la intemperie. Como ya comenté, creo que cada uno juega donde le toca, sin más. No obstante, no deja de ser verdad que las estadísticas de Brees a techo descubierto son significativamente peores que a cubierto.


Y dentro de lo que cabe los Saints han tenido suerte. En plazas mucho peores (meteorológicamente) les podría haber tocado torear. La previsión para el sábado es de máximas de 18 ºC y mínimas de 6 ºC. Un frío soportable, sobre todo comparándolo con el de otros lares.

En los dos partidos siguientes podemos poner más en duda la ventaja de campo local. Por motivos históricos, esencialmente. Los Patriots, que se han venido mostrando intratables en los últimos años en Foxborough durante la temporada regular, acumulan una racha de dos derrotas consecutivas en playoffs. Hace dos temporadas los barrió Baltimore; la pasada temporada, en la que eran los grandes favoritos de la AFC, los batieron unos Jets que habían sido apalizados en ese mismo escenario en temporada regular. Mal fario de campo.

Para el día del partido frente a Denver se prevén máximas de 1 ºC y mínimas de -9 ºC. No nevará. Malo para los Patriots. Recordemos que los de New England son los abominables hombres de las nieves. Nadie se maneja tan bien como ellos sobre la nieve. Belichick maneja con maestría esas situaciones: su balance es de 10-0. Pero si no nieva, el juego de pase no se verá beneficiado, sino perjudicado. El frío agarrota los músculos de pasadores y receptores. Más rígidos, menos precisos y sin las ventajas que aporta la nieve (véase el artículo enlazado antes). Creo que la imprecisión beneficia a Denver, aunque las armas ofensivas de los Patriots siguen siendo muy importantes y ese equipo entrena al aire libre, por lo que debería estar preparado para lo que le espera este sábado.

En cuanto al partido de Baltimore, lo comentaba hace un par de semanas: a los Ravens no se les da bien jugar en su estadio en playoffs. Solamente la temporada en la que ganaron la Super Bowl lograron vencer en su estadio (y fue en wild card). En 2001. Ha llovido. A pesar de que Baltimore es un habitual de los playoffs y de que ha protagonizado notables postemporadas en los últimos años, sus éxitos siempre han llegado on the road.

Con todo, en el caso de los Ravens la posible desventaja de campo es una cuestión de pura superstición. Por supuesto que les conviene a los Ravens jugar en Baltimore. Con la presión del público, el novato T.J. Yates lo tendrá aún más complicado. Los Texans son un equipo de dome, y les costará adaptarse al frío de la ciudad de The Wire. Además, la principal virtud del ataque de Baltimore no descansa en el pase, sino en un pequeño corredor llamado Ray Rice.

La jornada termina en Lambeau Field. He aludido a este vídeo ya un par de veces, pero nunca está de más volver a verlo. En uno de sus estupendos Top Ten, NFL Network consideraba hace unos años que el lugar que otorgaba mayor ventaja al equipo local era Lambeau Field.


Como digo, este reportaje tiene unos años. Es anterior a la llegada de Aaron Rodgers a la titularidad. Quienes consideraban que Lambeau Field era el campo más hostil al forastero no sabían lo que iba a suceder en las dos últimas temporadas y, en particular, el pasado mes de enero.

Los Green Bay Packers se proclamaron campeones el año pasado jugando toda la postemporada fuera de casa. Y, según algunos, afortunadamente. Porque consideran que al explosivo ataque aéreo de Green Bay lo que más le beneficia es un dome, donde Rodgers puede usar su "calzado cómodo" y no se ve afectado por viento, lluvia, nieve o calor y donde los receptores pueden explotar su velocidad porque la superficie de juego es menos pegajosa y la tracción perfecta. Los mejores partidos del ataque de Green Bay se produjeron en domes: en el Georgia Dome y en el Cowboys Stadium. El más flojo, en el paupérrimo terreno de juego del frío y ventoso Soldier Field de Chicago.

¿Cómo les irá en Lambeau Field? Pues la verdad es que no lo sabemos. Aunque Rodgers y compañía tienen un anillo, el quarterback de los Packers aún no se ha estrenado en playoffs como local. En temporada regular han arrasado, pero las condiciones meteorológicas en noviembre y diciembre no son tan desfavorables, en principio, como en enero.

Además, el rival de Green Bay vive en un clima parecido. El tiempo en Nueva York no llega a los extremos del noreste de Wisconsin, pero también se las trae. Los Giants son otro equipo criado en los elementos, duro y que no se achanta. Y ya hablaremos de los precedentes. A uno en particular se remiten los Giants, aunque hay otros menos halagüeños.

Eso sí, parece que el clima no será tan frío como podía temerse (las temperaturas estarán en torno a los -5 ºC) y no se espera que se produzcan precipitaciones en forma de lluvia o nieve. Menos épico.

Visto lo visto, la ventaja de campo no parece tan importante. Y un último dato histórico: en las rondas divisionales de los últimos seis años, al menos un visitante se ha llevado la victoria. Y en cinco de los seis últimos años, al menos dos locales han caído.

2.- Los precedentes

Ya, de los precedentes no te puedes terminar de fiar. Si la semana pasada comentaba que en los playoffs de 2011 casi siempre ganaba el que había perdido el precedente, en la wild card de 2012 en se ha repetido el resultado del precedente. Saints y Texans ganaron a Lions y Bengals, respectivamente, como en la temporada regular.

Es complicado definir qué valor tiene un precedente. Yo creo que los equipos aprenden de los errores. Cuando te ganan usando una determinada estrategia, te entrenas para neutralizarla (si puedes). Cuando ganas usando una estrategia, intentas tener preparadas otras para sorprender al contrario. Y te pueden salir mejor o peor. O no preparas una estrategia, intentas repetir lo que sabes hacer bien, y el contrario te caza. En todo esto reside parte de la grandeza del fútbol americano, el deporte más estratégico que conozco. Una partida de ajedrez a hostia limpia.

Del único partido del que no tenemos precedentes esta temporada es del primero. El San Francisco - Nueva Orleáns es una incógnita. Jugaron en el primer partido de la pretemporada en Nueva Orleáns, donde los Saints se impusieron por 24-3, pero de ese partido no se pueden sacar conclusiones porque fueron los suplentes de cada equipo los que jugaron casi el partido completo. Sin embargo, ese partido se está usando para meter un poco de cizaña. Se dice que Payton consideraba que Harbaugh debía haberle llamado antes del partido para consensuar el game plan (cuánto tiempo iban a jugar los titulares de cada equipo, qué tipo de estrategias iban a usar, etc.). Una charla de cortesía para evitar sorpresas desagradables. Una charla, por cierto, prohibida por las normas, pero que algunos entrenadores reconocen abiertamente que hacen. Dicen que en respuesta a esta supuesta falta de educación Payton ordenó blitzear como un loco. Es decir, que la defensa de los Saints mandaba a todo dios a por el quarterback. Ambos entrenadores han desmentido esta teoría. Payton dice que los partidos de pretemporada se usan para hacer pruebas, y que ese día tocaba blitz. Que como además no habían tenido entrenamientos de offseason, necesitaban trabajarlos mucho. Pero que ningún problema con Harbaugh. Harbaugh dice, por su parte, que él no sabía que hubiera que llamar al rival para comentar cómo plantearían el partido. De hecho, comenta que su hermano le dijo que no se llama. Y que además los blitzes constantes de los Saints les ayudaron a trabajar problemas de protección de su línea.

Pues eso, que no hay precedente. La temporada pasada los Saints ganaron en San Francisco, pero estos Niners poco tienen que ver con aquellos, aunque no hayan cambiado tantos nombres. El del entrenador sí ha cambiado, y con él sus jugadores parecen otros. Estos Saints también son mejores. En Candlestick perdieron precisamente a Reggie Bush por lesión. Ahora tampoco lo tienen, pero tienen un backfield temible. Los dos son mucho mejores que entonces. Para lo que valga, entonces ganaron los Saints, aunque San Francisco jugó un buen partido. Los Niners empataron a falta de 1:19, suficiente para que Brees dirija un drive que llega a field goal range y llevarse la victoria.


Como digo, ese partido vale para poco. Ambos han cambiado, sobre todo San Francisco. Busquemos partidos parecidos esta temporada para ver qué podemos esperar. Por partidos parecidos me refiero a un partido entre los Niners y un ataque explosivo (con defensa correcta o floja) o a un partido entre los Saints y una defensa rocosa con ataque correcto basado en la carrera.

El equipo más parecido a los Saints contra el que los 49ers han jugado son los Lions. Sí, los Lions son peores que los Saints, como ha quedado probado, pero no hay nada mejor con lo que comparar. En aquel partido, que todos recordaréis, los 49ers se impusieron en el Ford Field. En la sexta jornada vencieron a unos Lions hasta entonces invictos. Los dejaron en 19 puntos y consiguieron anotar 25. Fue un partido memorable. Sin embargo, estos Saints son mejores que aquellos Lions. Pero aquellos Lions jugaban en casa. ¿Responderá tan bien San Francisco como entonces? El precedente es alentador.

Hasta que observamos lo que han hecho los Saints contra defensas rocosas. A Houston le cascaron 40 puntazos. A Chicago, 30. Y a los Giants, que ahora están tan de moda con su imparable front four, 49. Si es que les da igual. Parece complicado que los Saints se marchen de la bahía habiendo anotado menos de 30. De hecho, parece complicado que se vayan de vacaciones después del partido. Pero habrá que verlo, porque en el único partido que han disputado contra un rival de la NFC Oeste, cayeron en St. Louis por 31-21.

Cambiamos de partido. Tenemos precedente del de Foxborough. Y bastante reciente. Pero en el otro campo. Broncos y Patriots jugaron hace un mes en Mile High. Denver estaba en racha y se dio una buena hostia. Aunque empezó bien el partido, con 14 puntos en sus dos primeros drives ofensivos, los Patriots respondieron a cada golpe con otro similar, y en cuanto los Broncos cometieron un par de errores graves el partido se terminó. Con lo justo en defensa y el martillo de siempre en ataque, los Patriots se llevaron una victoria fácil de Mile High.

¿Será esta vez diferente? No lo sé. Dudo que Denver pueda hacer algo distinto en ataque. Dudo aún más que los Patriots caigan en la misma trampa que Pittsburgh. Pero también dudo que los Broncos cometan tantos errores graves como en el partido de Mile High. Sus opciones pasan por no cometer ni una cagada en ataque y equipos especiales y anotar algo

Ah, en el duelo entre el ataque de New England y la defensa de Denver puede haber una novedad importante. Esta vez puede que esté Brian Dawkins (aunque es duda por lesión). Sé que mi teoría es alocada, pero yo achaco el buen o mal rendimiento de la defensa de los Broncos a la defensa de los Broncos y no a Tebow, que ahí no juega. Lo sé, esto no tiene ni pies ni cabeza. El caso es que as principios de temporada, con bajas y con pocos entrenamientos, esa defensa defendía peor que sin bajas y bien entrenada. Un disparate, soy consciente de ello. Lo correcto es decir que con Tebow defiende mejor que con Orton. En descargo de Orton, hay que decir que él defendió como nadie a los Packers, cuando los derrotó en Arrowhead.

Lo que tampoco vendría mal a Denver es que New England sufra una caraja como la de sus últimos dos partidos en Foxborough (0-17 y 0-21, recordemos). Claro que tampoco fue suficiente como para que los Patriots perdiesen.

El único precedente (casi) exacto es el del Baltimore-Houston. Es el único duelo divisional que se jugó entre los mismos equipos en el mismo estadio durante la temporada regular. Digo casi porque entonces estaba Matt Schaub under center en vez de T.J. Yates y el problema de los Texans era la baja de Andre Johnson. Aquel partido no tuvo mucha historia, fue el típico partido en el que los Ravens parecen hombres jugando contra niños. En muchas ocasiones Baltimore me causa esta impresión. No es que avasalle al rival metiéndole una paliza de impresión, pero controla el partido de tal modo que todo el mundo sabe que los Ravens lo tienen en su mano.

El domingo no estará Schaub en los Texans, pero sí Andre Johnson, aunque no en su mejor momento de forma. Es un duelo de equipos casi clónicos: dos defensas sólidas y ataques con un quarterback poco fiable (sí, Flacco es de poco fiar) y excelentes corredores. Arian Foster y Ray Rice. Con todo, los Ravens me siguen pareciendo el "hermano mayor".

Terminamos con otro partido con precedente. Precedentes, mejor dicho. Los Giants se agarran al más remoto. Al de la temporada 2007-2008. A aquel partido de muy triste recuerdo para los aficionados de los Packers. La final de la NFC. Joder, duele verlo de nuevo, pero fue un partido épico.


Lambeau Field, enero, clima extremo, unos Packers favoritos y unos Giants que llegan como víctimas. Unos Giants que, como esta temporada, tras una temporada regular con luces y sombras, llegan a los playoffs en su mejor momento de forma y con una defensa imponente vencen a todos los rivales que se les ponen de por medio. Y unos Giants que, tras perder por 38-35 en su estadio en temporada regular contra el mejor equipo de la temporada regular, repiten enfrentamiento en playoffs y entonces vencen. En 2007 perdieron por 38-35 contra los Patriots en el Giants Stadium. En 2011 perdieron por 38-35 contra los Packers en el New Meadowlands Stadium.

El precedente de la temporada 2007-2008 sirve para motivar a ambos bandos. Esto tuiteaba Greg Jennings el domingo en cuanto se confirmaba la victoria de los Giants sobre Atlanta:

The team that kept us from our potential Super Bowl in 08 is back on OUR turf now. Trust me, we haven’t forgotten. Here we ... GoPackGo! #BeGreat

El equipo que nos apartó de la Super Bowl en 2008 vuelve a nuestro campo. Creedme, no nos hemos olvidado.

Pero estos Giants son diferentes de aquellos. Lo comentaba la semana pasada. Hay demasiadas diferencias entre este y aquel equipo. Aquel equipo siempre iba de cenicienta a todos sus partidos. No hay más que echar un vistazo a las betting lines de las casas de apuestas. Y cada partido que pasaba era menos favorito. Ahora no. Ahora muchos advierten de su peligro y no pocos apuestan por ellos.

Ah, y una diferencia importante: el quarterback de los Packers no es Brett Favre.

Probablemente los precedentes más valiosos son los más recientes. Digo yo. El de esta temporada lo conocemos todos. 38-35.


La temporada anterior, en una situación parecida (un partido a vida o muerte) los Packers barrieron a los Giants. Eso sí, aquel Eli Manning era mucho peor que este.


(qué tiempos, cuando los Packers defendían)

¿Qué precedente se parecerá más a lo que veamos el domingo?

Por cierto, desde 2005, el vigente campeón no gana un partido de playoffs. ¿Podrán los Packers superar este gafe?

3.- Las garantías de la victoria

Siempre he pensado que las fanfarronadas acaban perjudicando al bocazas que las emite. Qué mejor manera de motivar al rival que anunciar a los cuatro vientos que le vas a vencer. Sin embargo, en ocasiones estos alardes de chulería no pasan factura.

El más célebre de la historia de la NFL es probablemente el de Joe Namath antes de la tercera edición de la Super Bowl. Entonces, nadie daba un duro (ni un dólar) por sus Jets. 19 puntos de diferencia de spread en las casas de apuestas. El equipo de la liga de chiste, la AFL, nada podía hacer frente a los temibles Baltimore Colts. La Super Bowl no era el partido de los partidos, sino un mero trámite para que el equipo de la NFL certificase oficialmente su título de campeón. Simple burocracia.

Sin embargo, Joe Namath, el mediático quarterback de los New York Jets, garantizó antes del partido que los Jets iban a ganar. Buen chiste. Pero ganaron.


Otra célebre garantía de victoria, la que hizo el head coach de los Cowboys Jimmy Johnson antes de la final de conferencia entre Dallas y San Francisco de la temporada 1993-1994. En un calentón, no tuvo mejor ocurrencia que llamar a una radio en la que se debatía quién ganaría ese partido para decir rotundamente "we will win the ballgame". Ganaremos el partido. Y añadía que podían escribirlo en portada a triple columna en los periódicos, que su equipo iba a ganar a los Niners, sus archirrivales de la época. Enorme pollo el que se montó, pero los Cowboys ganaron. En el estupendo America's Game de la temporada recuerdan la historia.


Pero no siempre estas garantías funcionan. A veces el servicio posventa no cumple con sus obligaciones. Rex Ryan garantizó, en repetidas ocasiones, que los Jets ganarían la Super Bowl esta temporada. Me da que no. Y anda que no se lo recordaron al orondo entrenador cuando sus Jets cayeron en Miami hace unas semanas. Levantar este tipo de expectativas puede volverse en tu contra. Si te fijas objetivos demasiado ambiciosos y te quedas demasiado corto, tu puesto de trabajo puede estar en peligro. Más vale ser más prudente.

El último en garantizar una victoria es el defensive end de los New York Giants Jason Pierre-Paul, que dijo esta semana que los Giants van a ganar en Green Bay con total seguridad. "100% seguro que vamos a ganar porque somos mejor equipo". Oh, gracias por la dosis gratuita de motivación.

Sin embargo, por parte de Green Bay, otro habitual en labores de bocacismo también ha hablado más de la cuenta. Dice B.J. Raji que la línea ofensiva de los Giants no es de las más duras de la NFL. Está Raji como para hablar. Vaya temporadita que lleva. Sí, los Packers han terminado con un balance de 15-1, pero su defensa es la que más yardas ha concedido de toda la NFL. Pues menos mal que los Giants tienen una línea blandita. En diciembre, cascaron 35 puntos a esa defensa. Con una línea dura, no me puedo imaginar cuántos habrían sido.

4.- La influencia de la tragedia de la semana

La noticia más triste de la semana fue la muerte del hijo de Joe Philbin, coordinador ofensivo de los Packers. El domingo por la noche denunciaban la desaparición del Michael Philbin, y el lunes se encontraba su cadáver en un río Fox. La noticia ha desolado al vestuario de los Packers. La prensa desplazada esta semana a Green Bay comentaba la impresión que causaba el grado de unión de esa plantilla, que la reacción a esta tragedia ponía de manifiesto. Aunque nunca he estado allí, me parece que en Green Bay hay pocas cosas que hacer aparte de seguir a los Packers, y cuando formas parte de los propios Packers supongo que tu vida se reduce prácticamente a los Packers, de ahí tanto compañerismo. Son una familia, quizá en parte porque en ese pueblo no hay muchas alternativas de ocio.

Dejando de lado el punto de vista realmente importante de la tragedia, el personal, y centrándonos en la prosaica vertiende deportiva, resulta complicado estimar cómo afectará esto a los Packers el domingo. Durante la semana previa al partido, como no podía ser de otro modo, Philbin ha estado ausente de los entrenamientos y McCarthy se ha encargado de las responsabilidades ofensivas. Dentro de lo que cabe, los Packers han tenido la suerte de que su head coach tiene un perfil ofensivo, por lo que la ausencia de Philbin no es tan relevante. McCarthy se encarga del playcalling. Pero no cabe duda de que no es el mejor modo de preparar un partido tan importante como el del domingo.

En la vertiente anímica, tampoco es fácil saber cómo afectará la tragedia. La desolación inicial no ayuda a preparar el partido, pero por otro lado la plantilla estará más motivada para dedicar la victoria a la familia Philbin. Complicada y triste situación, en todo caso.

* * *

Aunque mantendré informado al personal por Twitter, por si acaso aviso: se me presenta una semana infernal de curro a partir del lunes que viene. Por ese motivo, no sé si podré escribir el Plácido domingo, jodido lunes correspondiente. Que disfrutéis de la jornada.

7 comentarios:

  1. Fíjate la que se nos viene encima este fin de semana... http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=BqoQ3rwHZuU#!

    @marcos_cancelas

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  2. Como siempre no pierdes oportunidad de lanzar tu puyita contra Favre. Eres penoso joder, Brett Favre se merece un poco de respeto y más de un auténtico seguidor de los Packers. Tu odio por él es casi tan enfermizo y vomitivo como tu antimadridismo. A ver si eres un poco más objetivo, que se te ve mucho el plumero...

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  3. Muy bueno el vídeo de Sports Science, aunque ahí cada jugador que sale parece imparable.

    En cuanto al segundo comentario, qué quieres que te diga, ¿que se me ve el plumero? No me jodas, si es que exhibo el plumero, y obviamente me la suda que te parezca mal. También estás en tu derecho de decir que te parece penoso, vomitivo y enfermizo, por supuesto.

    En cuanto a la puya a Favre, aunque reconozco que tiene parte de puya (sobre todo si recordamos el desenlace de ese partido), creo que era muy pertinente recordarlo para analizar las diferencias entre el partido de este domingo y el de 2008. El cambio de quarterback me parece una diferencia muy relevante, no sé a ti. Y quién sabe, igual Rodgers completa un partido penoso, peor que el de Favre aquel día.

    Saludos.

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  4. Yo también recuerdo ese partido y si los Packers perdieron no fue precisamente culpa de Favre, por mucho que le interceptaran ese pase final. Aquel día Lambeau era el auténtico infierno.No he visto circunstancias más adversas en un terreno de juego y encima el juego terrestre de los Packers era más inoperante e inexistente que nunca, lo cual ya es decir... La única forma de anotar era con el pase y bastante hizo Favre con llegar a la prórroga. Green Bay corrió para... 28 YARDAS.

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  5. Y como buen Packer yo también adoro a Rodgers, faltaría más, pero ya me hubiera gustado verle en aquellas circunstancias y sin Nelson, Finley o Jones como le pasó a Favre. Un tipo que ha sido parte de la historia de tu equipo y que ha conseguido tanto durante más de 15 años formando parte de él se merece un poquito de respeto,¿o es que durante aquellos años eras de los Bears o de los Vikings?

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  6. El nombrecito de "ronda divisional" tiene delito. Ni siquiera cuando se acuñó (en la postemporada 1969 de la AFL) tenía mucho sentido, porque se enfrentaba el primero de una división contra el segundo de la otra...

    Lo siento por tus Packers, pero si se dejan caer tantos balones es imposible ganar

    Saludos

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  7. Es correcto mostrar el antecedente del 2008, y esta frase tambien es correcta "Ah, y una diferencia importante: el quarterback de los Packers no es Brett Favre."
    Quizas si estaba el bueno de Brett ganaban en OT (por el cambio de reglas digo...).
    Otra cosa, si los elementos afectan tanto porque en vez de agrandar el estadio no le ponen un techo?

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