lunes, 30 de enero de 2012

#PreviaSB: con quién ir

Es hora de decidir por quién tomar partido en la Super Bowl. Como vamos a hablar de amores y odios, Between love and hate, de los Strokes.



Aclaro en primer lugar que no siento afinidad por ninguno de los dos equipos. Por primera vez en mucho tiempo, ninguno de los dos contrincantes del gran partido me generan simpatía. No voy con ninguno, y me disgusta. Aunque esto creo que me lo vais a escuchar muy pronto de palabra en cierto podcast (salvo que su autor meta la tijera, que creo que va a hacer falta, porque hablando me enrollo tanto como escribiendo), tengo que decir que es la primera vez en mucho tiempo que no me alegraría de la victoria de ninguno de los dos equipos que disputan la Super Bowl. Los dos ganaron hace relativamente poco. Y no una vez, sino varias. Son habituales del gran partido en los últimos años. A diferencia del duelo de 2008, en el que había una clara cenicienta (los Giants), este año el partido se presenta muy abierto. Los Patriots son ligeros favoritos, pero no mucho. A diferencia de 2008, ninguno de los dos equipos cuenta con algún jugador veterano que está casi ante su última oportunidad de conseguir un anillo. En 2008 estaban Michael Strahan y Randy Moss. Este año tenemos a Wes Welker (30 años y sin anillo), pero creo que aún le queda bastante carrera. No es comparable.

Además, creo que ninguna de las ciudades vivirá por este partido como lo harían otras. Están mal acostumbradas. Nada que ver con cómo vivió Nueva Orleáns la Super Bowl de los Saints, cómo vivió Green Bay la de los Packers o, si me apuras, cómo vive Pittsburgh cada éxito de sus Steelers (pese a que se repiten con frecuencia). En Boston ganan demasiado, y los Patriots han venido ganando demasiado; en Nueva York no viven por los Giants, y no solo porque las pasiones se dividen entre Giants y Jets, sino porque la ciudad no se paraliza por la NFL. Imaginemos qué pasaría en Minnesota, Buffalo, Detroit o Kansas City. Sería increíble. O en otros sitios menos acostumbrados a ganar. Si es que me paro a pensar y me cuesta imaginar ciudades menos ilusionadas por una Super Bowl. Incluso las que hoy dan la espalda a sus equipos (Jacksonville, Tampa, Cincinnati) me da la sensación de que se movilizarían en caso de Super Bowl.

Con todo, siempre hay argumentos para ir a favor o en contra de ambos equipos. Vamos a buscarlos. Son argumentos para el aficionado neutral, claro, porque entiendo que los fans de Patriots y Giants ya están plenamente entregados a sus respectivas causas.

New England Patriots


A favor

1.-Belichick y Brady, dúo legendario. Antes de que esta pareja de entrenador y quarterback coincidiesen en Foxborough, los Patriots eran una franquicia perdedora. Desde su fundación en 1960, no habían ganado ni un solo anillo. Lo mejor que habían hecho es llegar a dos Super Bowls que perdieron ante Bears y Packers. Pero en la temporada 2001-2002, en la que un tal Tom Brady, un jugador elegido en sexta ronda, tuvo que hacerse con los mandos del ataque del equipo por lesión de Drew Bledsoe, el rumbo de la franquicia cambió radicalmente. Esos Patriots llegaron como víctimas a esa Super Bowl, que disputaron contra el Greatest Show on Turf, los Rams de Warner, Holt y Faulk. Las casas de apuestas daban como favorito a St. Louis por 14 puntos de diferencia. Ganó New England con un field goal en el último instante de Adam Vinatieri. Era el principio del dominio de la NFL por el equipo de Nueva Inglaterra. Con Belichick y Brady, ganaron tres anillos, perdieron otra Super Bowl, y ahora pueden lograr la cuarta. Si ganan este próximo domingo, se convertirían en el dúo head coach-quarterback con más anillos (igualados con Chuck Noll y Terry Bradshaw, de los Steelers, que vencieron en las cuatro Super Bowls que disputaron). Son muy buenos. Estrategas y ejecutores brillantes. Y merecen ocupar su lugar en la historia. Un argumento para ir con New England en la Super Bowl.

2.- Tío Karl, digo, Vince Wilfork. Quién no disfruta viendo a este entrañable y aparentemente bonachón defensor. Cada día se parece más al tío Karl de Cosas de casa.


Wilfork fue lanzador de peso y de disco en la universidad. Supongo que no sorprende. También ha constituido su propia fundación, que se dedica a promover la investigación contra la diabetes. Mola. Quién no ha disfrutado con sus cómicas intercepciones (menos el equipo que las sufre), eh.


3.- Wes Welker merece un anillo. Que sí, que aún le quedan bastantes años de carrera, pero quién sabe. Cuesta mucho llegar a la Super Bowl. De los desanillados, Welker es probablemente el más ilustre. Merece un campeonato. Seguro que Randy Moss no pensaba que la de 2008 sería su última gran oportunidad. Welker es un jugador hecho a sí mismo, varias veces despreciado. A pesar de su buen papel en el instituto, ninguna gran universidad lo quería. Lo consideraban demasiado menudo para el football universitario de elite. Por suerte para él y para Texas Tech, en el último minuto uno de los receptores inicialmente reclutados por esa universidad renunciaba a su beca, que ofrecieron a Welker. Ahí Welker hizo un muy buen papel y recibió varios premios por su labor como receptor y jugador de equipos especiales. Pero volvieron a considerarlo físicamente inepto para el siguiente nivel de football. No fue ni invitado al scouting combine. Por supuesto, no fue elegido en el draft. Tras ser contratado y despedido por San Diego, llegó a los Dolphins, donde jugó tres temporadas. Su última temporada fue bastante buena y le valió una buena oferta de los Patriots adonde llegó en 2007.

Desde su llegada a New England, Welker ha conseguido más recepciones que ningún otro jugador de la NFL. Es el quinto en yardas totales. Ha recibido al menos un pase en todos y cada uno de los partidos que ha jugado con los Patriots. Es el slot receiver por excelencia de la NFL (que no se alinea en el extremo de la formación). Y, pese a todo, sigue sin recibir todo el reconocimiento que merece. Es bajito, blanquito, no muy guapo, tampoco muy espectacular. Poco vistoso, poco agraciado. Pero merece un anillo como el que más.

4.- La vanguardia ofensiva. Los Patriots representan como nadie la nueva tendencia ofensiva de la NFL. Comentábamos hace unas semanas que probablemente la mayor revolución de la liga, que marca la evolución estratégica tanto en ataque como en defensa, es la aparición de tight ends superdotados físicamente, no solo capaces de bloquear y ocasionalmente salir a recibir, sino directamente ser una amenaza receptiva de primer nivel. Eso condicionaba no solo la estrategia ofensiva, sino también la defensiva, puesto que la defensa tiene que amoldarse de alguna manera a esos receptores tan difíciles de cubrir. Esos tight ends crean auténticas pesadillas a las defensas. No busquemos explicaciones conspirativas, es la evolución natural del deporte la que nos ha llevado aquí. Y los Patriots lo han visto mejor que nadie. En particular, en su draft de 2010 eligieron a dos tight ends excepcionales: Rob Gronkowski, en segunda ronda, y Aaron Hernandez, en la cuarta. Gronkowski no fue ni siquiera el primer tight end elegido en ese draft (antes los Bengals eligieron a Gresham, un muy buen jugador, aunque todavía algo lejos del nivel de los dos de los Patriots); antes que a Hernandez seleccionaron a muchos otros. Todo un acierto. El resultado, que hoy New England tiene a dos de los tres mejores tight ends de la NFL (el otro es Jimmy Graham, también elegido en ese draft). New England ha sabido crearse su ventaja competitiva, y merece un premio por ello. Los pioneros siempre deben ser recompensados.

5.- La revancha. La última vez perdieron. Resulta inevitable sentir un poquito de pena por ellos, ¿no? Si los otros ganaron en 2008, que estos ganen en 2012. La revancha les corresponde.

6.- Un equipo que sabe reinventarse. New England es un ejemplo de reinvención. Hablábamos antes del dúo Belichick-Brady, una constante en estos años de éxitos, pero aparte de ellos muchas cosas han cambiado. Los Patriots son un equipo que no teme arriesgar. Son poco conservadores. Su aversión al riesgo es escasa. Por ejemplo, si Randy Moss se pone tontito, a la puta calle. Tonterías las justas. Moss fue traspasado cuando aún era considerado un receptor de primera categoría. Tampoco se andan con miramientos si se les presenta la oportunidad de reclutar talento, aunque sea conflictivo. Chad Ochocinco y Albert Haynesworth se pusieron a tiro y los contrataron. Sí, luego ambos fichajes fueron un desastre, pero tampoco tienen problema en traspasar a uno (Haynesworth) y mandar chupar banquillo al otro hasta que espabile.

Los Patriots también son ejemplares en el aprovechamiento de jugadores con poco nombre. Dan oportunidades a su personal en función del rendimiento, no del renombre o el salario. Danny Woodhead llegó ahí tras ser despreciado por los Jets. Hablábamos antes del ejemplo de Welker. Hasta uno de sus héroes más recientes, el defensive back Sterling Moore, cuya zarpa arrebató el balón de la mano de Lee Evans, es un humilde jugador no drafteado.

Tercer ejemplo de la continua y casi temeraria adaptación a las circunstancias: el uso de no defensores como defensores. En 2004, ante la epidemia de bajas en defensa, Belichick ya alineó a un receptor como defensive back. Entonces fue Troy Brown, que incluso llegó a conseguir una intercepción ante los Bills. Esta temporada, en parte por las bajas, en parte por la ineptitud, Belichick ha vuelto a utilizar a un atacante como defensor. Ahora le ha tocado a Julian Edelman. Ahí lo veis en un blitz frente a los Eagles.


Que conste que la táctica me parece demasiado temeraria. Ver a Edelman cubriendo a Boldin en el drive decisivo de la final de conferencia daba escalofríos. Su cobertura no era ni mucho menos perfecta. Pero revela que esta gente no tiene ningún miedo a probar cosas diferentes. Ya hemos visto a Wes Welker chutar algún extra point.


E incluso a Doug Flutie chutando un drop.


Un equipo en constante reinvención. Mola.

7.- Es el equipo de Peter Griffin. Probablemente, el argumento de mayor peso para ir con los Patriots este domingo. Y hablo en serio.


8.- Son de la tierra de los Pixies y de los Dropkick Murphys. Dos grupazos de la hostia. Que no ocultan en sus temas su pertenencia al estado de Massachusets.

UMass (la universidad de Massachusets), de los Pixies:



La mítica I'm shipping up to Boston, de los Murphys:



9.- Myra H. Kraft. A ver, que tampoco quiero ser meapilas. A mí esto como que tampoco me motiva demasiado para ir con este equipo, pero bueno. El caso es que el pasado verano murió Myra H. Kraft, la mujer del propietario de los Patriots. También presidía una fundación benéfica del equipo de New England y estaba (dicen) muy unida al equipo. Por eso los Patriots llevan esta temporada un parche con las iniciales "MHK" en su uniforme. Y sería un bonito homenaje que ganasen el anillo. No sé, ya os digo que hasta el último momento estuve dudando si meter esto como argumento o no. Lo dejo por si a alguien le motiva.

10.- El peinado de Tiquan Underwood. Pues eso:


11.- Los (supuestos) valores de Boston. Decía Mark Twain que "in New York they ask 'how much money does he have?' In Philadelphia, they ask, 'who were his parents?' In Boston they ask, 'how much does he know?'". En Nueva York preguntan por el dinero que tiene, en Filadelfia por quiénes eran sus padres y en Boston por cuánto sabe. No sé hasta qué punto esa reflexión se correspondía con la realidad, y menos aún si hoy en día sigue estando en vigor (probablemente no), pero mola.


En contra

1.- Ya han ganado demasiado. Esta franquicia ha vivido demasiados éxitos en los últimos tiempos. Tantos, que parece que no aprecian de verdad el valor de un anillo. Es normal, inevitable. Creo que llevo un tiempo sin dar la brasa con el tema: la teoría de la satisfacción marginal decreciente de la victoria. La alegría global generada por un triunfo se compone de las alegrías experimentadas por cada aficionado. La alegría de cada aficionado tiende a decrecer cuando otros triunfos de su equipo están cercanos en el tiempo. Si hace poco su equipo cosechó éxitos, la alegría no será tan grande. Y al revés. Esta teoría trata de expresar en términos pedantes y grandielocuentes una obviedad: que nos malacostumbramos. Valoramos más lo que tenemos cuando no lo tenemos. Es lo que sucede por la tierra de los Patriots.

Y aquí abro un inciso para agradecer los comentarios en la anterior entrada que puntualizaban que igual que los Giants no son de Nueva York, los Patriots no son de Boston. Es verdad. Foxborough está 35 km al suroeste de Boston. Pero en este caso hay una diferencia: cuando Giants (y Jets) se mudaron de Nueva York a Nueva Jersey, mantuvieron su nombre original. Una mentira. Sin embargo, los Patriots lo cambiaron. El equipo se llamaba originalmente Boston Patriots. Cuando se trasladaron a Foxborough, a pesar de que Foxborough forma parte de lo que denominan Greater Boston, modificaron su denominación. Los Patriots ya no eran de Boston, sino de Nueva Inglaterra. Eso es verdad. En cambio, que Giants y Jets son de Nueva York es mentira. Decíais que ese cambio a Nueva Inglaterra suponía la asunción de una representación que no les correspondía: la de seis estados (no solo Massachusetts, también Connecticut, Maine, New Hampshire y Vermont). Hombre, en realidad todo equipo que lleva el nombre de su estado y no el de su ciudad se arroga ya una representación que no le ha sido concedida. Los Cardinals son de Glendale, no de toda Arizona; los Vikings son de Minneapolis, no de toda Minnesota; los Panthers son de Charlotte, no de toda Carolina... Y así. Además, Nueva Inglaterra es la única región reconocida por el gobierno federal en los Estados Unidos que no es un estado. Se considera que tiene una identidad cultural propia. Y Peter Griffin, que es de Quahog, Rhode Island, es de los Patriots. Que sí, que se atribuyen una representación que nadie les ha otorgado. Puro marketing. Es verdad. Pero creo que su identificación con Boston y Nueva Inglaterra en general es fuerte.

En lo que sin duda lleváis razón es en que si suelto una parrafada sobre la aceptación de los Giants como equipo de Nueva York, debería hacerlo también sobre la consideración de los Patriots como equipo de Boston. Toda la razón.

Tras este excurso, sigo. Las gentes de Boston, las gentes de Nueva Inglaterra, están empachadas de triunfos. Cierto, los Patriots no ganan un anillo desde 2005. Siete años ha. Pero comentaba en la anterior entrada que los demás equipos de la zona lo han hecho recientemente. Y se nota. Solo 15.000 personas asistieron a la despedida del equipo este domingo. Era gratis. Sí, creo que eran muy pocos. Hasta Brady dijo que esperaba que hubiese mucha más gente en la eventual celebración del anillo una semana después.


El contraargumento a este motivo para ir en contra de los Patriots, que los Giants han ganado el anillo hace aún menos tiempo.

2.- Su dirección técnica ha hecho trampas y sigue comportándose al límite del reglamento. Supongo que todos recordáis el Spygate. Está probado que Belichick y su gente hizo trampas. Grabaron las señas que entrenadores de equipos rivales realizaban desde la banda a sus jugadores. Algo que la NFL prohibía. A Belichick le impusieron la máxima multa que la NFL contemplaba entonces y le quitaron una primera ronda del draft a su equipo. Otros reclamaban un castigo mayor. Tramposos.



Su eventual anillo de la 2007-2008 (que no llegó) estaría manchado por este escándalo. En South Park dedicaron un capítulo a este episodio. Se llamó Eek, a penis! Aquí lo comentan sus autores:


La sombra de la duda persigue desde entonces a los Patriots. Son muy listos, sí, pero quizá demasiado listos. No ayuda a lavar su manchada imagen operaciones de dudosa ética como la contratación de Josh McDaniels un minuto después de que se conozca que los Patriots se enfrentarán al exequipo de Daniels en la ronda divisional. Lo permitía el reglamento, de eso no cabe duda, pero está en la frontera de la deslealtad competitiva.

3.- Sus aficionados son unos engreídos. Esto es una impresión personal, probablemente equivocada. Es mi sensación tras el partido que vi en Wembley entre Patriots y Buccaneers. Qué sobrados iban. Cómo despreciaban al rival. No solo al rival de ese día, sino a cualquier otro equipo de la NFL. Me repito, lo sé, pero recuerdo comentarios del tipo "el único equipo que nos puede plantar cara son los Colts". Se olvidaron de los Ravens, que eliminarían luego a los Patriots en Foxborough. Muy muy sobradetes, y no solo uno. Varios. Una victoria este domingo solo contribuiría a agrandar todavía más su ego.

4.- Brady te da envidia/te cae mal. Tu chica dice que es muy guapo. Él juega como los ángeles. Está casado con una supermodelo. Menudo cabrón. Y qué cabrón es, que dejó a su anterior novia embarazada de tres meses y se fue con la Bündchen. Anda y que le den al Brady este. Que sufra un poquito. Ah, y desde que está con la Bündchen no gana un anillo. Le ha succionado el mojo, que diría Austin Powers.

5.- Ochocinco no merece un anillo. A hacer el imbécil no le gana nadie, sin duda. Y ha completado muy buenas temporadas en Cincinnati, tampoco cabe duda. Pero este año, precisamente este año, no merece más que palos. ¿Se pasa una temporada tocándose las pelotas, y de premio un anillo? Ni de coña. Que después, además, hay que sufrir sus estupideces en Twitter y el eco mediático correspondiente.

6.- Un equipo sin defensa no debe ganar. Si eres un amante de la ortodoxia footballera no puedes ir con los Patriots. Ese equipo ha sido el segundo que más yardas ha concedido al contrario. Ha batido récords de ineptitud defensiva, que solo otro grupo de infames defensores ha superado. La victoria de New England significaría que con una defensa pésima se puede ganar un anillo. Terrible. El acabose. La victoria del circo aéreo frente al fútbol americano de toda la vida, el de verdad. La victoria de los acróbatas, de los globetrotters frente a los rudos jugadores de verdad. Un pésimo ejemplo para las jóvenes generaciones. un ejemplo de perversión.

Contra este argumento cabría decir que en playoffs sí han sabido defender. A los Broncos los anularon, y a los Ravens los contuvieron lo necesario para ganar. Sí, los ataques de ambos equipos son flojos, pero en el momento más importante la defensa ha respondido. Lo que tampoco quita que sea una defensa bien porosa, como dicen por los Estados Unidos.

7.- Crees que han tenido demasiada suerte para llegar a la Super Bowl. Lo comentaba Mariano Tovar. No comparto esta visión, pero no deja de ser verdad: los Patriots terminan la temporada regular sin ganar a un solo equipo con un récord superior al 50% de victorias. Y se plantan en la ronda divisional, donde tienen la suerte de enfrentarse a los Denver Broncos, un equipo flojérrimo. Sin ganar a nadie, se plantan en la final de la AFC, en su propio estadio. Ahí sí, vencen a los Ravens, pero sin alardes, con mucha fortuna. Si a Lee Evans no se le escapa el balón de las manos, probablemente habrían perdido. Si Cundiff no falla un sencillísimo field goal, el partido se habría decidido en la incierta prórroga. Mucha, mucha suerte.

Que conste que discrepo en lo de la sencillez de su calendario. No nos quedemos con el mero dato del 50%. Es una pequeña falacia. Y pongo un ejemplo: si los Patriots hubiesen perdido uno de los dos partidos que ganaron a los Jets, habrían ganado a un equipo con más de un 50% de victorias. Los Jets habrían terminado 9-7 y New England, al haber ganado el otro enfrentamiento, contaría con su victoria de calidad. Pero hay que ir más allá de los números. Los Patriots, insisto, tuvieron un calendario muy exigente y superaron a buenos equipos: Jets, Cowboys, Eagles, Chargers, e incluso los Dolphins de final de temporada. Equipos que, personalmente, me parecen mejores que otros que terminaron la temporada con más victorias como Titans o Bengals.

8.- Mandaron a Peter Griffin a las Niñeras Tontas de Londres. También conocidos como London Sillynannies. Las envidias de Tom Brady provocaron el traspaso de Peter a este británico y amanerado equipo. Cabronazo.


9.- Eres de Jets, Dolphins o Bills. Si eres fan de alguno de los rivales divisionales de los Patriots, probablemente les tengas ojeriza. Aquí no hay más que hablar.

New York Football Giants


A favor

1.- Te gusta el football ortodoxo y tradicional. Los Giants de Tom Coughlin son un ejemplo de ortodoxia. Aplican las fórmulas de toda la vida, sin complicarse. En ataque, equilibrio entre pase y carrera (siempre que la salud de sus corredores y la situación del partido lo permita). En defensa, una 4-3 con un front four potente, que no abusa del blitz. Nada de formaciones exóticas, estrategias sorprendentes o innovaciones arriesgadas. Lo de siempre. Si te gusta lo de siempre, los Giants son tu equipo.

2.- Son un ejemplo de estabilidad. A pesar de que están obligados a lidiar con uno de los entornos más inestables para el deporte profesional, el de la ciudad de Nueva York, los Giants han sabido ser pacientes y confiar en sus proyectos a largo plazo. Fueron pacientes en 2007, cuando se pedía la cabeza de Tom Coughlin durante una irregular temporada regular. Fueron pacientes durante la pasada offseason, cuando algunas voces pedían la destitución de Coughlin tras el descalabro en los últimos partidos de la anterior temporada regular. Y fueron pacientes esta misma temporada regular, cuando el culo de Coughlin volvía a calentarse tras una racha de cuatro derrotas consecutivas, alguna de ellas particularmente bochornosa. Hasta el propio Coughlin cuestionó la motivación de sus jugadores tras caer estrepitosamente en Nueva Orleáns. Pero la paciencia y la perseverancia da sus frutos. Los dio en 2008 y los está dando en 2012. Los ejecutivos de los Giants mantuvieron la confianza en el proyecto. Un anillo sería un merecido premio a esa confianza y un ejemplo para los trituradores de entrenadores. El cambio constante no es la solución.

3.- Disfrutas viéndolos defender. En muchos deporte, la buena defensa es casi sinónimo de tedio y el espectáculo viene casi exclusivamente de acciones ofensivas. Difícilmente consideraremos que un equipo de fútbol caracterizado por su solidez defensiva y nulidad ofensiva es espectacular. Ahí es complicado brillar desde la defensa. En baloncesto sucede algo parecido, aunque no tanto: los tapones son acciones muy vistosas. Pero, en general, lo que vende es el ataque. No nos engañemos, en el fútbol americano lo que vende (por lo menos para las grandes masas) también es el ataque. En particular, el ataque aéreo. Pero, a diferencia de otros deportes, las acciones defensivas sí pueden ser muy espectaculares. El fútbol americano es un deporte de colisión (no de contacto, eso es una mariconada), y las colisiones entre defensores y portadores del balón a veces son tremendas. Desde un punto de vista estético, un buen placaje es una jugada excelente. Se puede disfrutar, y mucho, viendo cómo juegan las buenas defensas.

Y la de los Giants, en el último mes, lo es. No lo fue durante buena parte de la temporada regular, pero de un tiempo a esta parte, con sus pilares fundamentales sanos, lo está siendo. Su front four está rindiendo a un nivel excelente. Da gusto verlos jugar.


Amantes de la defensa, los Giants son vuestro equipo en esta Super Bowl. Esa defensa no es la de San Francisco ni la de Baltimore, pero en enero no tiene nada que envidiarles.

4.- Víctor Cruz. Quién nos iba a decir cuando hablábamos de él en agosto de 2010 que iba a convertirse en el jugador en que se ha convertido esta temporada. Quién les iba a decir a los Jets que la vergüenza que sentían en aquel partido de pretemporada por el roto que les estaba haciendo ese desconocido la iban a volver a sentir las defensas más reputadas de la NFL esta temporada.

El de Cruz es un caso admirable. Se crió a pocos kilómetros del estadio de los Giants. En la ciudad de Paterson, que es una de las cien más peligrosas de los Estados Unidos. Su tasa de delincuencia más que triplica la media del estado de New Jersey. Tal es su fama que el lugar aparece en la primera temporada de Los Soprano. No se puede decir que creciese en un entorno ideal. Luego jugó en UMass (la universidad a la que cantaban los Pixies) y nadie lo quiso seleccionar en el draft. Un partido de pretemporada en el que consiguió 6 recepciones para 143 yardas y 3 touchdowns le valió un contrato. Quién no diría entonces que ese iba a ser el partido de su vida. Lo fue en cierto modo, porque ese partido es una muestra representativa de su posterior carrera. Tras una temporada 2010 en la que las lesiones y la competencia lo dejaron inédito, en 2011 llegó la oportunidad de este jugador de origen puertorriqueño. La baja de Steve Smith y las lesiones de Manningham y Hixon le dieron un papel protagonista. Y vaya si lo aprovechó.


En su primera temporada como titular en la NFL, Cruz ha batido el récord de yardas de recepción de esta histórica franquicia. En sus primeros partidos podría haberse beneficiado del factor sorpresa, de los descuidos o menosprecios de las defensas rivales a este jugador anónimo. Pero aun cuando era conocido y el público coreaba su nombre siguió destrozando a los rivales.

Cruz además es un tipo centrado. Que no os engañen sus bailecillos. Por ellos recibió una invitación para participar en el Mira quién baila estadounidense y dijo que no. Que él se debe a los Giants. Bien hecho.

5.- Eli Manning obtendrá el reconocimiento que merece. Eli Manning es un personaje polémico. Genera amores y odios bastante viscerales. Su cara de empanao y su pertenencia a una familia noble (en el ámbito del fútbol americano) crea adhesiones y desprecios. ¡Pero mira qué pintas de alelao lleva! ¡Ay, si no fuera hermano de quien es, dónde estaría! Esa es la postura de sus detractores. Pero también tiene seguidores que consideran que su carrera se ha visto ensombrecida y menospreciada por su pertenencia al clan Manning. Su rendimiento en los momentos más importantes de la temporada ha sido excepcional. Intachable. ¿Tienes un hermano mayor con el que te comparan y te da por saco? Eres de Eli.

6.- Los saltos de Bradshaw en la end zone son cojonudos. Tremendos sus saltos para celebrar un touchdown. Véase el minuto 2:25 del siguiente vídeo. Bueno, no, véase el vídeo entero, que aunque algo desfasado, es cojonudo.


7.- Su uniforme mola. Desde un punto de vista estético, la ventaja es de los Giants. Habría sido de los Patriots si hubiesen sido fieles a su uniforme histórico, que usan muy de vez en cuando, y si hubiesen mantenido a Pat the Patriot como mascota. Pero no es así. Hoy por hoy, el uniforme de los Giants mola más que el de los Patriots.


Aunque el uniforme blanco, que probablemente lucirán en la Super Bowl, me gusta mucho menos que el azul. A partir del próximo 1 de abril, cuando Nike asuma el diseño de todos los uniformes de la NFL, la cosa puede cambiar.

8.- Ellos sí han tenido que vencer a los mejores para llegar al gran partido. Los Giants están en modo playoffs desde una semana antes de comenzar la postemporada. Es una situación parecida a la de Green Bay el año pasado. Y como aquellos Packers, llegan a la Super Bowl tras eliminar fuera de su estadio a los dos primeros cabezas de serie de la conferencia. Vencieron en Lambeau Field al mejor equipo de la NFL en temporada regular y vencieron en Candlestick Park al segundo de la NFC. Su camino no ha sido nada fácil. Tampoco podemos decir que su temporada regular estuviese repleta de victorias de calidad (de hecho, el único equipo por encima del 50% al que han vencido son los propios Patriots), pero su carrera reciente es tortuosa. Si ganan el próximo domingo, habrán vencido a los tres primeros equipos de la NFL de la temporada regular.

9.- Son los tapados. No tanto (ni mucho menos) como en 2008, pero sí un poquito. Los Giants no eran los favoritos de la NFC para llegar a este partido. Packers y Saints estaban por delante. Quizá también San Francisco, aunque sea por el mero hecho de disputar la final de la NFC en su estadio. Y, por lo menos en las apuestas, los Patriots parten como favoritos. Si os va el rollo equipo pequeño, probablemente deberíais ir con los de Nueva Jersey.

10.- Son de la ciudad de los Ramones, los Dictators y tantos otros. Ahí estaba el CBGB (aunque ya no, hijos de puta); Nueva York es la cuna de varias de las mejores bandas de música de la historia. Lo es de la mejor (los Ramones) y de otra banda cojonuda de parecidos orígenes como los Dictators.

New York City, N.Y.C., pretty mean when it wants to be... (esta canción es de Motörhead, pero la versión ramoniana cantada por C.J. me mola más)



También los Dictators cantaban a New York, New York.



En contra

1.- Un equipo de 9-7 no es el mejor (o no debe serlo). Si te gusta que gane el mejor, hay argumentos para considerar que este equipo no lo es. Porque se supone que el anillo debe coronar al mejor equipo de la NFL, ¿no? Bueno, realmente no. Corona al mejor equipo de enero. Es así. Pero puedes querer que venza el mejor equipo considerada toda la temporada, y entre Patriots y Giants probablemente el equipo de Nueva Inglaterra merezca tal distinción. Coño, que los Giants terminaron la temporada regular 9-7. Estuvieron un mes sin ganar, cayeron ante 49ers, Packers, Saints, Eagles, Redskins (dos veces) y Seahawks. Demasiadas derrotas para un campeón. Un campeón no puede haber sido barrido por los Washington Redskins, no por estos Washington Redskins. No puede caer de forma tan lastimosa en el Superdome. No puede caer ante los Seahawks de Tarvaris Jackson y Charlie Whitehurst. Los Patriots han perdido partidos, es cierto, y entre esas derrotas figura una ante los Giants, pero siempre dieron la cara, y de 9-7 a 13-3 hay un buen trecho.

2.- La soberbia neoyorquina (en particular, del New York Post). Supongo que al ser la capital del mundo, resulta un poco inevitable que miren un poco por encima del hombro a los demás. Pero se pasan. Van demasiado de guays. En este sentido, el New York giliPost resulta especialmente vomitivo. Se trata de un panfleto que hace periodismo al estilo español. Es decir, forofista y despectivo con el rival. Os resultará familiar porque estamos hartos de ver esa mierda en Marca, As, Sport, El Mundo Deportivo, etc.

El último ejemplo es bien reciente. De hoy mismo. Esta es la manipuladora portada deportiva del día:


La chulería de Tom, dicen. Tergiversan y exageran el sentido de sus palabras. Brady realizó unas declaraciones de lo más normales: que espera volver a Foxborough dentro de una semana a celebrar la victoria. Guau, qué cabrón. Sorprende que en un periódico que abría con esta portada hace poco más de una semana, antes del partido de San Francisco, pongan el grito en el cielo por unas declaraciones así de blanditas.


3.- No aguantas a la familia Manning. No me extraña. Siempre dando la tabarra con la misma peña.


4.- También han ganado mucho. De hecho, llevan menos tiempo sin ganar que los Patriots. Fueron campeones en 2008, hace cuatro años. Desde 1980, esta es su cuarta aparición en la Super Bowl. Que pierdan para que aprendan a valorarlo, hombre.

5.- Jacobs y Pierre-Paul son unos bocazas. El respeto y la prudencia no son virtudes de las que Brandon Jacobs y Jason Pierre-Paul puedan presumir. Ambos frecuentan el mundo de la fanfarronería. Recordemos el incidente de Jacobs con Rex Ryan después de vencer a los Jets. Hay que saber ganar. Por mucho que Ryan sea otro bocazas, no puedes mandarlo a callar llamándole gordo. Está feo. Es propio de imbéciles. Pierre-Paul es otro que no duda en presumir de la dureza de su equipo. El jugador de segundo año es un habitual del trash talk. Su respeto por los contrarios, al menos en declaraciones públicas, no es muy patente. No dudó en garantizar una victoria en Green Bay porque ellos eran mejores ni en San Francisco porque solo Dios es más duro que nosotros. Una buena hostia para rebajar su pecho henchido no les vendría mal.

6.- Son sucios y fingen lesiones (como Pepe). Supongo que para algunos lo de dar hostias a traición y fingir lesiones (la nueva tendencia de moda en el jugador más desequilibrado de la liga española) es motivo de admiración. Si es así, interprétenlo como un argumento a favor de los Giants.

El asunto de los golpes sucios se destapó tras el partido en San Francisco. Y no es tanto una realidad como una estrategia. Tras ese partido algunos jugadores de los Giants reconocieron que uno de sus objetivos era provocar una conmoción cerebral a Kyle Williams, el receptor y retornador de los 49ers. Había que darle bien duro, porque con el historial de lesiones cerebrales de ese jugador, unos buenos golpes podían dejarlo fuera de juego. Tremendo. Qué hijos de puta.

Al fingimiento de lesiones recurrieron en su partido contra los Rams. La no huddle cansaba a su defensa, que quería parar el partido de cualquier manera.


7.- No te gusta cómo se comportaron con Plaxico Burress. Conozco a fans de Plaxico (Plaxico Antonio, su nombre completo) a los (realmente las) que no ha gustado nada el trato que ha recibido el delincuente receptor por parte de los Giants. Él mismo lo decía. Con todo lo que habían vivido juntos Coughlin, Manning y Burress, qué menos que una pequeña muestra de interés o de preocupación. Nada de nada. Que sí, que Plax cometió un grave error, pero tampoco (por suerte) hirió a nadie más que a sí mismo. Qué menos que un poquito de humanidad, aunque solo sea por los viejos tiempos.

8.- Te revienta lo de "Cruuuuuz" y el bailecito de marras. Cruz es un jugador admirable, pero el puto baile y el "Cruuuuz" que acompaña cada recepción de este jugador ya carga.

9.- Aún los odias por cómo ganaron a los Bills en 1991. En enero de 1991, como en enero de 2012, los Giants llegaron a la Super Bowl tras vencer en San Francisco con un field goal en la última jugada del partido. Se enfrentaban, como ahora, a un ataque potente. Probablemente más potente y en forma que el de los actuales Patriots, ya que Buffalo venía de anotar 44 y 51 puntos en los partidos de postemporada que le dieron acceso a la Super Bowl. Cierto es que esas anotaciones tan altas no se debían solo al poder ofensivo de los Bills, sino también a las pérdidas de balón que forzaron. Los Giants habían jugado ya anteriormente contra los Bills y habían perdido. En el Giants Stadium, además. Pero tenían clara la estrategia: llevar el partido a la trinchera, dejar al ataque de Buffalo el mayor tiempo posible pensando en la banda, impacientándose por lograr la posesión, y hacer que el partido se convirtiese en un duelo de tanteador bajo en el que cualquier error fuera decisivo.

Esas ideas las ejecutaron con un game plan ofensivo basado en una carrera tras otra y en pases tras jugadas de play action, es decir, en las que la apariencia inicial de la jugada es de carrera. Avances pequeños, pero constantes, que agotaban el tiempo e incrementaban la impaciencia del ataque rival. Para ejecutar ese plan no basta con ordenar jugadas de carrera una y otra vez. Es necesario que la carrera funcione. Si no, tres y fuera y a otra cosa. La clave es que los Giants tenían los ingredientes indispensables: una línea ofensiva potente y eficaces corredores. Además, la línea defensiva de los Bills era vulnerable. Por eso el plan tuvo éxito. En este excelente post del Fifth Down Blog lo explican en detalle. Los Giants ganaron por 19-17. Los Bills tuvieron la victoria en sus pies, en los de su kicker Scott Norwood, que no pudo convertir un field goal de 47 yardas cuando el tiempo expiraba.

Aquí tenéis el resumen de esa temporada. Como es muy largo, he configurado el vídeo para que se inicie en el resumen de aquella Super Bowl. Si queréis ver lo demás, no tenéis más que desplazar la barra de avance hasta el inicio.


Hay quien ve ese partido como un ejemplo de magnífica estrategia. Bueno, dudo que haya alguien que pueda considerar lo contrario. El plan de los Giants fue perfecto. Pero hay quien no perdona a los Giants aquella victoria. Esa victoria, lograda de un modo tan brillante como embarrado, y en la que la suerte también jugó un papel muy importante con el wide right final, hizo que los Giants se ganasen la antipatía de muchos. El juego feo se impone al bello. Para algunos, los Giants son ese monstruo feo y deforme, esa morcilla apestosa en palabras de Mariano Tovar, que agua la fiesta de brillantes escuadras que merecían un lugar en la historia, como aquellos Bills o los Patriots de la 2007-2008. En cierto modo, estos Giants son fieles a su historia: han sabido enfrentarse a un equipo comparable a aquellos, como los Packers, y les queda superar a otro, estos Patriots, para llegar a la meta final. Pero si te va

En homenaje a aquellos Bills, que no solo perdieron la Super Bowl de 1991, sino también las tres siguientes (te cagas, cuatro Super Bowls seguidas perdidas, y es una franquicia que no ha ganado un solo anillo todavía) se rodó este America's Game.


¿Creéis que aquellos Bills deben ser vengados, aunque sea un poquito? Vuestro equipo son los Patriots.

10.- Su ciudad no vive por ellos. Ni Nueva York ni Nueva Jersey viven o se desviven por los Giants. Son uno más de sus pasatiempos. La ciudad no se paraliza por ellos. Es demasiado grande como para ello. Demasiadas alternativas de ocio, también varios éxitos recientes que hacen que esta ocasión no sea la más especial. Aunque Boston esté bastante empachada, seguro que su grado de devoción a los Patriots es superior al de la Gran Manzana por los Giants. Lejos del que siente Green Bay por sus Packers, Nueva Orleáns por sus Saints o Pittsburgh por sus Steelers, si hablamos de los campeones más recientes.

11.- Eres de Cowboys, Eagles o Redskins. Lo mismo que decíamos respecto de los fans de Jets, Dolphins y Bills en el caso de los Patriots, mutatis mutandis.

* * *
Tres previas quedan: la mediática, la musical y la deportiva. Sigan atentos, que llegarán.

11 comentarios:

  1. Ochocinco no tiene anillo y es veterano...

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  2. 12-Eli no puede tener 2 anillos. Fin.
    PD: Peter Griffin se mereció ir a Londres, vendía Hyundai y Subaru.

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  3. Lo del spygate es un tema q levanta polvareda pero me parece bastante ridiculo. Despues del caso han tenido temporadas 16-0, 11-5 con el qb suplente, 14-2 y 13-3. No parece q ganasen por espiar a los contrarios... Y el hecho de q los demas hagan algo mal no justifica el q tu mismo lo hagas tb,pero no me creo q NE fuese el unico eqipo q grabase las señas. Es como si me dices q festina era el unico eqipo q dopaba a sus ciclistas
    Y aunq la defensa de NE se ha llevado muchos palos merecidos ha sufrido una baja (Chung) q es clave. Aun asi es la 13º q menos puntos concedio, la unica q no ha encajado nosecuantos puntos y solo ha recibido 30 puntos en PO. Y la de NYG en temporada regular ha sido tan penosa como la de NE

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  4. Podcast? En qué podcast vas a salir?

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  5. También hay que recordar que Ochocinco vino a Madrid el año pasado o hace un par y se fue a la ciudad deportiva del innombrable. Nos hizo saber que era fan del equipo del cual no se puede decir el nombre. No chicos, no voy a animar a uno de ese equipo.

    Muchacho

    P.D: pregunta: ¿los Manning se dedican a vender biblias por los portales? Con esa pinta que tienen les costaría bien poco.

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  6. Hola!!

    Buen artículo, yo todavía no he decidido con quien ir, de momento me tiran más los Patriots, me molan Gronk y Hernández.
    Y sólo por comentar, como yo fui el que puso que se apropian la representación de 6 estados, aunque la palabra lo parezca, tampoco me parece negativo ni que no tengan el derecho a hacerlo. Al contrario, era por remarcar que representan a más que sólo una ciudad, pero por supuesto hacen bien en ponerse New England si piensan que ese es su público/mercado.

    Saludos.

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  7. Yo iré con New York. No sé por qué pero los Patriots siempre me han caído bastante mal. Bueno, últimamente si sé por qué: tu motivo número 3, el engreimiento de sus seguidores. Solo hay que pasarse por Zona Roja y ver lo pesaditos que se ponen cuando alguien osa criticar algo a Brady...
    Y para mí aquella victoria de los Giants frente a los Bills es un motivo para ir con ellos!!
    Igual que la de la SB XLII, épica.
    Eso sí, mi pronóstico es que ganará New England

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  8. Pues yo soy de los Dallas y nos dejaron fuera, así que espero que les duela mucho a los Giants, perdiendo por un falso fumble retornado en el último segundo...

    Además lo dice Mishka http://www.youtube.com/watch?v=gQ5CPV7Etj8&feature=youtu.be

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  9. Si has seguido la NFL en los últimos 10 años, ¿quién te ha regalado más momentos de gran football? ¿Belichick/Brady o Coughlin/Manning? No hay color. NE debe ganar este partido por justicia deportiva, eso que no existe. Además, como seguidor de los Packers, ya van dos eliminaciones en postemporada :P

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  10. No estoy de acuerdo contigo, Oraculador. Yo soy fan de los Patriots y me he hartado, por ejemplo, de decir en Zona Roja que a Brady tendrían que haberlo colgado después del pase a Slater que resultó interceptado cuando sólo quedaban 7'22" para el final del partido contra los Ravens.
    En cuanto a los nativos, yo he visto en directo dos partidos de los Patriots y hay de todo, como en botica. Los hay cansos de cojones y los hay que critican a su equipo (a la defensa, sobre todo).

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  11. Soy de los Bills...existe la posibilidad de que pierdan los dos?
    Pero si tengo que elegir quienes me tocan las pelotas más, la respuesta es los Patriots, que al fin y al cabo a los Giants sólo los tengo que sufrir cada 4 años y cuando nos cruzamos en la Superbowl...algo que no veo en el futuro más cercano (y el más lejano si me apuras) de los Bills.

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