martes, 3 de enero de 2012

Plácido domingo, jodido lunes: jornada 17

Se acabó la temporada regular. Solo doce de los treinta y dos equipos de la NFL siguen vivos. Para la mayoría de equipos de la NFL, la del domingo fue su Last nite.



Lo más comentado

La foto de postemporada. El resultado de diecisiete semanas de competición es este. Tal y como predecían las respuestas mayoritarias de las encuestas de este blog, las tres últimas plazas fueron para Bengals, Broncos y Giants. Así queda la foto.


Tiempo habrá para comentar lo que nos espera las próximas semanas. Yo alucino con la rapidez de algunos para hacer previas. El mismo domingo ya se podían leer previas de los enfrentamientos de wild card en algunas webs americanas. ¡Esperaos por lo menos a que sepamos cómo evolucionan los lesionados! Como de eso hablaré (espero) en los próximos días, no comento más sobre el tema. Enhorabuena a los premiados y ánimo a los desgraciados.

Lunes negro. Al lunes siguiente al fin de la temporada regular se le llama Black Monday. Porque es un día negro para los entrenadores que son despedidos ese mismo día, una vez consumado el fracaso de los equipos que dirigen. En el momento en que escribo esto, se han producido dos despidos de head coaches.


El primero fue Steve Spagnuolo. Incapaz de conseguir que los Rams consiguiesen récord positivo en las tres temporadas que dirigió al equipo de St. Louis, acumula las mismas derrotas en tres años que Bill Belichick en diez. Tras su primer año, los Rams fueron el peor equipo de la NFL. En el segundo, el equipo prometía, pero fue incapaz de vencer en la división más floja de la historia de la liga, al caer ante los Seahawks de Charlie Whitehurst en el partido decisivo. En su tercera y última temporada, sus Rams regresaron al nivel de la primera. Ni él ha conseguido que esa defensa sea sólida ni McDaniels ha aportado nada bueno a Sam Bradford (o, por lo menos, si lo ha hecho no se nota). Si tenemos en cuenta los criterios para clasificar los equipos de "mejor a peor" (el que se aplica para confeccionar la clasificación global de la liga), los Rams son los peores. Pero hasta eso han hecho mal, porque siguiendo el criterio para ordenar los equipos en el draft son segundos. Ni ese consuelo les queda.

Caso parecido el de Raheem Morris. Entrenador de equipo joven que supera las expectativas la temporada pasada y que decepciona (mucho) esta. Los jóvenes Bucs fueron una de las sensaciones de la temporada 2010-2011. El equipo más joven de la liga, por el que nadie daba un duro, que terminó 10-6, el mismo registro que el equipo que finalmente ganaría el anillo. El futuro era suyo. Solo les faltaba ganar partidos a equipos fuertes. Y esta temporada comenzaron haciéndolo. Vencieron a Saints y Falcons, los gallitos de su división. Se plantaron en Wembley con 4-2, como primeros de la NFC Sur. Pero a partir de ahí, la nada absoluta. Lesiones de jugadores clave (Blount) y graves bajones de rendimiento de sus jóvenes promesas (Freeman y Mike Williams) explican en parte el desastre. Los intentos de corregir la situación solo la agravaron: desde que Albert Haynesworth fue traspasado de New England a Tampa, los Patriots ganaron todos sus partidos (8-0) y los Buccaneers los perdieron (0-8). Paliza tras paliza, hasta la derrota final. El equipo que más puntos ha recibido esta temporada. Una imagen penosa. El futuro, que parecía brillante hace un año, ahora parece muy oscuro: los Bucs, cuyo nivel de juego es pésimo, juegan en una de las divisiones más duras de la NFL. Con dos equipos fuertes y consolidados (Saints y Falcons) y otro con pinta de serlo en el futuro próximo (unos Panthers que recuerdan en 2011 a los Lions de 2010, y ya veis qué temporada han hecho los Lions en 2011). Complicada tarea de reconstrucción.

Después se produjeron también otros despidos importantes, aunque no de un entrenador sino de un padre y un hijo que mandaban mucho en los Colts. Los Polian. Vicepresidente y general manager. Bill y Chris. Bill Polian llevaba en los Colts desde 1998. Su hijo Chris era general manager desde noviembre de 2009. La desastrosa temporada de Indianápolis, que ha puesto en evidencia las terribles deficiencias de una plantilla dependiente de un solo jugador, han llevado a la calle a los responsables de su confección. Jim Caldwell podría y debería ser el siguiente. Este despido puede interpretarse como una señal que anuncia el fin de la era Manning en Indianápolis. La noticia no ha gustado a Peyton Manning, que decía estar "en shock y sorprendido" al enterarse del despido del hombre de cuya mano llegó a la NFL.


El año del quarterback. Así titulaba la ESPN esta temporada antes de que comenzase. De hecho, su web tiene una sección específica con esta denominación. Visto lo visto, no iban mal encaminados. No pocos artículos afloran poniendo el grito en el cielo por las masacres aéreas que vemos semana tras semana. Los nostálgicos de tiempos pasados ven cómo muchas de sus referencias caen. Este fin de semana, más motivos para su furia.

No uno, sino dos quarterbacks superan el récord de yardas de pase Dan Marino. Brees, el líder histórico, con 5476. Casi 400 yardas más. El segundo es Tom Brady, que ha llegado a 5235, casi 150 más. Y un tercer quarterback ha estado a punto de superarlo. Matthew Stafford, en su primera temporada en la NFL sin lesiones, ha llegado a 5038. Stafford se convierte en el cuarto quarterback en superar la marca de 5000 yardas de pase. Se une a Brees (que lo ha hecho dos veces), Brady y Marino.

También se han batido otros récords de eficiencia pasadora. Brees ha superado su propio récord de porcentaje de pases completados y Aaron Rodgers ha batido el récord de passer rating, el criterio que usa la NFL para medir el rendimiento de un pasador.

Hemos asistido a bombardeos incesantes. En dos partidos, esta misma temporada, se ha batido el récord de yardas de pase totales. En la primera jornada, los Dolphins de Henne y los Patriots de Brady fijaron un récord que los Packers de Matt Flynn (sí) y los Lions de Stafford batieron en la última jornada. 1000 yardas de pase entre los dos equipos, algo nunca antes visto. Número redondo. 480 de Green Bay, 520 de Detroit.

No cabe duda, la discusión sobre las supuestas injustas ventajas que se dan a los pasadores y a los atacantes en general seguirá. Como viene sucediendo desde tiempos inmemoriales, se acusará a la NFL de querer acabar con las defensas, de convertir al fútbol americano en un deporte de nenazas. Nada nuevo bajo el sol.

Mientras tanto, en Denver, un partido acabó con el resultado de 7-3. De los cuatro equipos que acceden directamente a la ronda divisional, dos basan su juego en una defensa dominante y un ataque de carrera sólido; sus quarterbacks no están entre la elite de la liga. Esta temporada se han anotado 22,2 puntos ofensivos por partido. Menos que en 1965, 1962, 1952, 1950, 1949 y 1948. Ah, entonces sí que atacaban en condiciones, y no ahora. ¿Que si las penalizaciones tienen más incidencia que nunca? Bueno, sí, cada equipo obtiene 1,7 primeros downs por partido gracias a las penalizaciones... como en 2004, 1998, 1987 y 1947.

Sí, ha sido el año del quarterback. O, más bien, del buen quarterback. ¿Por qué se baten ahora récords y no antes? Por el mismo motivo que la selección española gana competiciones futbolísticas que antes perdía. Porque ahora coinciden jugadores de un talento muy superior al de sus rivales y antes no. O tempora, o mores.


Y el año del tight end. En un brillante artículo (como casi todos los que escribe), Andy Benoit enumeraba la semana pasada las diez tendencias o modas más importantes de la NFL en 2011. En el primer puesto de esa clasificación particular figuraba el "alzamiento" de los tight ends. Creo que merece la pena leer su opinión (la traducción es mía).

"Sabíamos que los híbridos entre wide receiver y tight end iban a convertirse en norma un día – pero no sabíamos que ese día iba a llegar tan pronto. O que la norma sería inadecuada tan rápido. Observemos: los mejores ataques no solo tienen buenos y atléticos tight ends – tienen tight ends atléticos con un físico de otro mundo. Jimmy Graham ha redefinido el ataque de unos Saints que ya estaba muy por encima de la media. Rob Gronkowski ha hecho lo mismo en New England. Otros jugadores en eclosión son Aaron Hernandez (otro Patriot, no es justo) y Jermichael Finley (Packers).

Antonio Gates creó problemas de marcaje nunca vistos antes en San Diego hace unos años, pero no dio a su ataque la misma versatilidad de formaciones que los mejores tight ends de hoy aportan. Con un Graham o un Gronkowski, el ataque puede tomar formas desde "heavy run formation" (muy orientada a la carrera) a otras agresivas formaciones de pase como 3 x 2, backfield vacío. La única manera en que una defensa no es algo vulnerable a estos problemas de emparejamientos es la que tiene cinco jugadores capaces de realizar un marcaje al hombre presionante Y parar la carrera.

Conclusión final: la mayor parte de la evolución reciente de la NFL está de algún modo relacionada con la posición de tight end
".

Estoy muy de acuerdo con la anterior reflexión. En vez de buscar explicaciones conspiratorias o ajenas al propio juego, debería prestarse más atención a este tipo de factores "naturales" para intentar explicar por qué se están batiendo tantos registros de pase. Los dos quarterbacks que han batido la marca de Marino cuentan en sus plantillas con los dos mejores tight ends de la NFL, Graham y Gronkowski. Aaron Rodgers ha mejorado sustancialmente su rendimiento esta temporada regular en comparación con la anterior. La presencia de Jermichael Finley (y de la unidad de tight ends más numerosa de la NFL), con quien no pudo contar durante la mayor parte de la temporada pasada, puede haber ayudado mucho a ello. Finley no solo contribuye recibiendo (o dejando caer balones, como sucede más veces de las que debería), sino centrando la atención de defensores rivales, dando mayor libertad a otros receptores.

Este domingo, Graham y Gronkowski batieron sucesivamente los récords de recepción de la posición. Ambos superaron los registros vigentes hasta esta temporada, como hicieron sus respectivos quarterbacks con el de Marino. Al final Rob Gronkowski se lleva los récords, 1327 yardas de recepción y 17 touchdowns. Pero la recepción de la jornada fue de Graham.


¿Lo que más asusta de estos jugadores? Que acaban de llegar. Lo mejor de ellos está todavía por venir.

La sorpresa

Que los políticos nos mientan y nos tomen por gilipollas no debería sorprendernos. Pocas promesas son menos fiables que las de un político en campaña. Tampoco debe extrañarnos que sigan haciendo lo que les salga de los huevos, porque la gente sigue votando en masa (enfurecida) a los mismos de siempre, a pesar de los numerosos casos de corrupción e ineptitud que se producen constantemente en los partidos más votados. Y aunque no sorprenda que encima de querer joder al personal se rían de él, sí sorprende positivamente que alguna vez se les conteste destapando sus vergüenzas.


Cambio de tema, que se me va.

Los suplentes de los Packers destrozan a los Lions. Me refiero al ataque de Green Bay y a la defensa de los Lions. Ayer por la tarde seguía dudando qué apostar en el partido entre Green Bay y Detroit. En principio había apostado por mis Packers. Una hora antes del comienzo de ese partido, Green Bay anunciaba la lista de bajas: el líder del ataque (Aaron Rodgers), el running back más productivo (James Starks), uno de los jugadores claves de la línea ofensiva (Bryan Bulaga), el receptor estrella del equipo (Greg Jennings), uno de los receptores más fiables en las últimas semanas, que es también el retornador (Randall Cobb) y los dos líderes de la defensa (Woodson y Matthews). Joder, qué panorama. Mi novia, que estaba sin Interné, me había dicho sus apuestas y yo se las había metido en el sistema. Vi que apostaba también por los Packers, y cuando se anunciaron todas estas bajas la llamé y le conté cómo estaba el tema. Los dos cambiamos nuestra apuesta. Apostamos por los Lions. Unos Lions que venían a Lambeau Field con todo y jugándose evitar en primera ronda al equipo más en forma de la NFL en estos momentos (los Saints). Si con Matthews y Woodson la defensa es mala, sin ellos es una putísima mierda, pensaba. En eso no me equivoqué. Pero también pensaba que con ese ataque era imposible seguir el ritmo a los Lions.


No fue así. El ataque de los Packers, dirigido por un quarterback que solamente había jugado un partido como titular en la NFL (ante la floja defensa de los Patriots) destrozó a una defensa de los Lions que contaba con sus jugadores más importantes. Los Suh, Tulloch, Vanden Bosch y Avril fueron incapaces de detener al ataque de Green Bay. Flynn y (especialmente) Jordy Nelson quemaron una y otra vez a la secundaria de Detroit. Ni un mal inicio (0-9) ni la reacción final de Detroit detuvieron a los Packers, que completaron una remontada épica liderada por un suplente (del que hablaremos más adelante). El equipo con la peor defensa contra el pase de la historia de la NFL termina la temporada con un balance de 15-1.

Por qué coño cambiaría mi apuesta.

Todo sigue igual

Los últimos serán los primeros. Por enésima temporada consecutiva, un equipo que había sido último de división el año anterior termina como campeón en la siguiente. Esta temporada les ha correspondido ese honor a los Denver Broncos, con un discreto registro de 8-8, el mismo que Chargers y Raiders, pero con mejor balance en partidos comunes. Esperanza para los aficionados de Redskins, Vikings, Buccaneers, Rams, Bills, Browns, Colts y Chiefs. Uno de estos ocho ganará su división el año que viene. Para mí, una señal de que la NFL conserva una de sus virtudes más importantes: la paridad, que incrementa el interés de la competición.


Tampoco ha cambiado otra de las tendencias, en este caso de los protagonistas de la hazaña este año: la de perder. Tercera derrota consecutiva de Denver, aunque inocua. Y el modo de perder ha sido similar al de anteriores ocasiones: con la ineptitud ofensiva por bandera. Es curioso, porque hace tan solo dos jornadas escuchaba a un conocido comentarista televisivo decir que ese ataque iba a revolucionar el fútbol americano.

A ver, que no: que el tight end es muy útil jugando como híbrido entre receptor y bloqueador. Si es un híbrido entre corredor y pasador, su eficacia es mucho menor. Eso sí, mientras la defensa deje al rival en 7 puntos, a poquito que consiga el ataque, Denver ganará.

Enésimo fiasco de los Dallas Cowboys. Una temporada más, los Cowboys rinden muy por debajo de lo esperado. 8-8. Ese es su balance final. Como la temporada pasada, se quedan fuera de los playoffs. Pese a ser un grupo con bastantes nombres ilustres, les falta mucho para ser un equipo de verdad. Como siempre, son peores de lo que pensamos. Aunque esta temporada se habían deshecho de parte del lastre al que sobrepagaban (léase Roy Williams o Marion Barber), aún quedan algunos tipos cuyo rendimiento no se corresponde con su fama y sueldo. Sí, hablo de Terence Newman. Los Cowboys salieron completamente alelados en la primera mitad del partido decisivo que disputaban ante los Giants. Un desastre. 21-0 al descanso. El ataque, impotente. La defensa, superada. Especialmente la secundaria, "liderada" por Newman. Y el front era incapaz de generar el más mínimo pass rush. Justo lo contrario que hacían los Giants, que con sus monstruosos jugadores de línea defensiva campaban a sus anchas por el backfield de Tony Romo. Un Romo que, por cierto, no fue responsable de este fracaso. Pese a que esta temporada ha hecho de las suyas (contra Jets y Lions), en términos generales su año ha sido muy bueno.

La reacción de la segunda mitad no fue suficiente. Aunque llegaron a ponerse a solo 7 puntos, los Giants reaccionaron a tiempo para impedir la remontada y mandar a los de Jerry Jones de vacaciones. Algo que tampoco cambia: la cara de contrariedad de Jerry Jones en prime time. Ni mi implacable gafe contra los equipos de la NFC Este por los que apuesto pudo evitar el nuevo desastre del America's team.

Los Patriots dan veinte minutos de ventaja a sus rivales y ganan. Déjà vu en Foxborough. New England recibía a unos desahuciados Dolphins y Bills en su estadio en las dos últimas jornadas. Partidos en principio sosos para su afición. Para que no fuese así, los Patriots decidieron darle un poquito de emoción: no empezarían a jugar hasta que el rival hubiese anotado tres veces. Contra Miami empezaron 0-17. Ante Buffalo, 0-21. A partir de ahí, su ataque devolvió a la dura realidad a sus rivales. Este domingo, en menos de tres cuartos, los Patriots anotaron 49 puntos ante los Bills. ¿Cómo? Como siempre, gracias a su excepcional juego de pase y con su pareja de tight ends de protagonista. Y con aportación de la carrera. En los tres últimos partidos Stevan Ridley ha sido el running back principal de los Patriots. Sin ser estelares, sus números son buenos (promedia más de 5 yardas por intento de carrera) y compone, junto con Green-Ellis y Woodhead, un backfield interesante. En cualquier caso, no sé si deben seguir repitiendo este tipo de performances.

Arizona gana en la prórroga. Sí, otra vez. La mitad de los partidos que han disputado los Cardinals en su estadio han terminado con victoria local en la prórroga. No podían despedir la temporada de otro modo. Arizona y Seattle no se jugaban más que el honor. No terminar con balance negativo y ser segundos en su división. Nada más. Pero jugaron como si les fuera la vida en ello y la celebración fue mayor que la de algunos equipos que aseguraron su pase a playoffs esta jornada. El gran protagonista fue esta vez Larry Fitzgerald, que firmó un auténtico partidazo. Fitzgerald terminó escupiendo sangre por un golpe en sus pulmones. Y mostró por qué es el receptor mejor pagado de la historia de la NFL. Por jugadas como esta.


Qué pena que este jugador no esté en un equipo competitivo. Le echamos de menos por los playoffs.

Todo cambia

Baltimore acogerá, por fin, un partido de playoffs. Los Ravens llevaban tres temporadas seguidas llegando a playoffs. No solo llegando, sino ganando algún partido. Sin embargo, en ninguna de esas tres temporadas se habían proclamado campeones de la AFC Norte. Siempre llegaban vía wild card, lo que les obligaba a buscarse la vida lejos de su estadio. A la cuarta fue la vencida. Los Ravens se han proclamado muy justamente campeones de la AFC Norte. No cabe otra conclusión en vista de su balance divisional: 6-0. Han barrido a Steelers, Bengals y Browns, algo que tiene mucho mérito, puesto que la AFC Norte es una división de mucho nivel. Como prueba de ello, es la única división que cuenta con tres equipos en playoffs (el máximo posible: el campeón y las dos plazas de wild card).

No obstante, este campeonato no supone una muy buena noticia si nos atenemos a los antecedentes. Siempre que Baltimore ha llegado a playoffs por wild card ha ganado algún partido de postemporada. Así ganaron su único anillo, el de la 2000-2001. En cambio, en las dos ocasiones en las que fueron campeones de la AFC Norte, cayeron en su primer partido. Esa será otra racha que querrán cambiar en un par de semanas. Houston, Denver o Pittsburgh serán sus rivales entonces.

El quarterback de los Houston Texans. Primer fue Matt Schaub; después, aunque por muy poco tiempo, Matt Leinart; y a continuación el novato T.J. Yates. El tercero también cayó, y los aficionados de los Texans asistieron al emocionante show de Jake Delhomme. Aunque no lanzó ninguna intercepción y sus números fueron buenos (sobre todo para un quarterback de estreno esta temporada y que casi acaba de llegar a su equipo), Delhomme lanzó varios pases que a punto estuvieron de acabar en manos de defensores. Pero no falló en el drive decisivo, en el que lideró como solo él sabe al ataque de los Texans hasta el touchdown que podía darles el empate o la victoria. Perdiendo por 7 y habiendo anotado 6, Houston decidió ir a por la conversión de 2 puntos. La decisión correcta, puesto que los Texans no se jugaban nada y, vista su fortuna con las lesiones, no les convenía nada jugar una prórroga. Si bien la decisión fue correcta, la ejecución no pudo ser peor. Primero, salida falsa de Joel Dreesen. 5 yardas de penalización. Después, pésimo snap del center que Delhome es incapaz de atrapar. De risa.


Parece que la lesión de Yates no es grave y que estará disponible para el partido de wild card ante Cincinnati (equipo contra el que los Texans de Yates jugaron hace poco y ganaron). Salvo nueva lesión (nada descartable en ese equipo) nos quedaremos sin una nueva ración de las emociones que Delhomme nos aporta. Pero, ya puestos, una petición a los Texans: ¡queremos ver a Jeff Garcia!

Lo mejor

Matt Flynn. Los Green Bay Packers son la franquicia con más títulos de la historia del fútbol americano profesional. Por sus filas pasaron jugadores legendarios. En la posición de quarterback, leyendas como Bart Starr y Brett Favre, y otro jugador que seguro que lo será dentro de unos años como Aaron Rodgers. Tres de los mejores pasadores de la historia. De los más prolíficos. Pero ninguno de ellos ha conseguido hacer avanzar a su equipo tanto en un partido con sus pases como Matt Flynn este domingo.

No, el récord de yardas de pase en un partido y de pases de touchdown de la franquicia de Green Bay no pertenece ni a Starr, ni a Favre, ni a Rodgers. Pertenece a un suplente que disputaba este domingo el segundo partido como titular de su carrera. Y para ese partido no disponía de algunas de las armas más importantes del ataque aéreo de Green Bay. Menos receptores, menos protectores y menos corredores.

El resultado: 480 yardas y 6 touchdowns de pase, incluido uno decisivo con el que los Packers completan la remontada final a falta de poco más de un minuto para el final.


Su partido ante los Patriots de la temporada pasada (3 touchdowns de pase y 1 intercepción, moviendo siempre con soltura el ataque de Green Bay) ya le había valido para obtener el título oficioso de mejor quarterback suplente de la NFL. Con un solo partido, muchos analistas se aventuraban a decir que Matt Flynn sería titular en alguna otra franquicia la temporada que viene. Porque Flynn termina contrato cuando acabe esta temporada. Esto ya se decía antes del domingo.

Después de lo visto el domingo, es prácticamente seguro no solo que Flynn será titular en alguna franquicia de la NFL, sino también que cobrará más que Aaron Rodgers. Algo que no es difícil, porque Rodgers es el jugador más barato de la NFL. Cobra muy por debajo de su rendimiento (aunque nunca se ha quejado). 7,75 millones de dólares en 2011. Sam Bradford cobra 18,4; Brady 18 y Vick 15,9. Rodgers es el 12.º quarterback de la NFL en salario base. Y me sorprendería mucho que Flynn cobrase menos de 10 el año que viene.

Tuiteaba Peter King cuando no llevábamos ni medio partido que los tres quarterbacks sin equipo más interesantes para la próxima temporada eran Andrew Luck (no hace falta presentación), Robert Griffin III (Heisman Trophy de esta temporada universitaria por delante del propio Luck) y Matt Flynn. Y decía King que "no necesariamente en ese orden". Es decir, que uno de los periodistas más influyentes sobre temas de NFL insinuaba que Flynn podía ser mejor que los anteriores.

También es seguro que Flynn no se quedará en Green Bay. No tiene ningún sentido. Flynn vale ahora mismo mucho dinero, y pagarlo para tenerlo en el banquillo es una estupidez. La única posibilidad de que los Packers obtengan algo a cambio de Flynn es que hagan lo mismo que los Patriots hicieron con Matt Cassel: renovarlo unilateralmente aplicando el "franchise tag" y después traspasarlo a otro equipo. Solo se puede aplicar el "franchise tag" a un jugador, y conforme a este sistema el salario del jugador se fija en función del máximo pagado en su posición en los cinco años anteriores (el sistema de fijación del salario ha cambiado con el nuevo convenio colectivo; antes era más sencillo, y también más caro para los equipos). Para un quarterback, se estima que el "franchise tag" estaría en 2012 en torno a 14,4 millones de dólares. Mucho dinero. Si los Packers luego no encuentran a nadie que quiera comerse un contrato de esa magnitud, se lo tienen que tragar ellos. Y todo ese salario es garantizado. ¿Se expondrán los Packers al riesgo de tener que pagar a un suplente más que al titular, al jugador franquicia? Salvo que lleguen a un acuerdo anticipado a ese precio con otra franquicia (difícil, porque esa franquicia preferirá ficharlo sin pagar nada a cambio), no lo creo. Además, los Packers podrían necesitar usar el "franchise tag" para renovar a otro jugador, Jermichael Finley, y el sueldo que correspondería a un tight end es mucho menor, de 5,4 millones de dólares.

Muchos pensaréis que todo esto es una locura. Y es verdad. No sabemos cómo puede funcionar Flynn en un sistema distinto del de Green Bay, sin jugadores como Jordy Nelson, Donald Driver o Jermichael Finley a su lado. Y apenas lo hemos visto: solo un par de partidos completos, ante dos defensas flojas como las de New England y Detroit. Sí, es verdad, pero hay varias franquicias muy necesitadas que no podrán elegir a Luck ni a Griffin III. Se habla ya de Washington y Seattle. ¿Miami, Jacksonville? Y Arizona porque ya ha tenido una mala experiencia con este tipo de jugadores poco contrastados (Kevin Kolb), que si no seguro que también pelearía por Flynn. ¿Y Denver?

No diga clin, clin; diga Flynn, Flynn.

Víctor Cruz. ¿La omisión más injusta de la Pro Bowl? Seguramente. Pero es difícil ser elegido cuando tu nombre no sale en el formulario de votación. Su compañero Jason Pierre-Paul lo consiguió a pesar de no estar entre los sugeridos, pero Cruz no. Sin embargo, cómo no va a estar entre los receptores elegidos el líder de la liga en yardas por recepción. Cruz ha quedado en segundo lugar de la NFC en yardas de recepción totales, solo por detrás de Calvin Johnson. Si me preguntáis si Cruz es mejor que Greg Jennings o Larry Fitzgerald, no tengo dudas. No lo es. Hoy. Pero también creo que su temporada ha sido mejor que la de los dos anteriores. Ha sido clave para que su equipo haya llegado a playoffs. Cuando los Giants están en aprietos, Cruz aparece. Ya sea en forma de espectacular tochdown de tropecientas yardas después de recepción, como la semana pasada ante los Jets o esta ante los Cowboys...


...o con alguna recepción que recordaba a la mítica de David Tyree en la Super Bowl. Sin llegar a esos extremos (ni de dificultad ni de importancia), una gran recepción de Cruz en el 4.º cuarto del partido resulta decisiva para frenar a los Cowboys, que tras un pésimo inicio (21-0), estaban a solo un touchdown de empatar el partido (21-14) y con toda la inercia a su favor. Hasta que Eli Manning lanzó un "madre mía, que sea lo que Dios quiera" y Cruz lo atrapó. Con 178 yardas de recepción en el partido decisivo se despidió este jugador de la temporada regular. Enorme.

Jared Allen. Aunque su equipo ha sido un auténtico desastre, hay que reconocer el temporadón de Jared Allen. El terror de los pasadores aprovechó la poca resistencia que suele oponer la línea ofensiva de los Chicago Bears para sumar 3,5 sacks, con los que termina la temporada como líder de la liga con 22. A tan solo 0,5 sacks del récord histórico de Michael Strahan. Un récord histórico que siempre ha estado un poco bajo sospecha por la forma en que se produjo. ¿Cómo? Pues con un colega suyo, un tal Brett Favre, que sospechosamente corre hacia él (en vez de huir de él) y que no opone absolutamente ninguna resistencia. De hecho, para ahorrar el esfuerzo a Strahan, él mismo se tiró al suelo.


No son pocos los que dicen que el auténtico recordman de sacks es Jared Allen. De lo mejor de la NFL esta jornada y toda la temporada, aunque sus compañeros no le hayan acompañado.

Lo regulero

Matthew Stafford y Calvin Johnson. El partido de estos dos jugadores es un ejemplo más de por qué no se debe decir que quarterbacks  o jugadores de cualquier posición individualmente considerados ganan o pierden partidos. ¿Qué más podían hacer, salir a defender? Sí, si defendiesen y atacasen podríamos decir que en algún caso que ganaron o perdieron un partido, pero salvo casos excepcionales, esa dualidad de tareas lleva muchos años sin darse en la NFL. El fútbol americano, más que ningún otro, es un deporte de equipo.


Stafford y Johnson completaron el mejor partido de sus carreras. Stafford se unió al selecto club de quarterbacks con más de 500 yardas de pase en un partido. Logró 520, con 5 touchdowns (que deberían haber sido 6, ya que por un terrible error arbitral se les birló un claro touchdown a los Lions). No fue perfecto, porque terminó con 2 intercepciones (la última en el desesperado drive definitivo) y su porcentaje de pases completados, aunque bueno, no fue brillante (61%). Y también hay que decir que tuvo todo el tiempo y la comodidad posibles para lanzar, porque sin Matthews y Woodson el pass rush de Green Bay fue casi nulo. Como también es cierto que sus receptores cometieron errores impropios de su categoría (hasta Calvin Johnson). Un auténtico partidazo, en cualquier caso, con final infeliz.

Megatrón fue imparable. Tramon Williams presumía después del partido en Detroit de saber contener al receptor estrella de los Lions. En esta ocasión, sin embargo, Calvin Johnson hizo lo que quiso. Batió su récord personal de yardas de recepción con 244, una auténtica burrada. Hasta en once ocasiones atrapó el balón. Tremendo. Otro motivo de preocupación para Dom Capers.

Cincinnati Bengals: el único equipo que llega a playoffs sin haber ganado a un solo equipo de playoffs. Los aficionados de los Buccaneers tienen motivos para estar aún más jodidos. La réplica de su equipo la temporada pasada ha conseguido llegar a playoffs logrando una victoria menos que ellos. Aquellos Bucs terminaron 10-6; estos Bengals, 9-7. Cuestión de suerte, de factores ajenos al propio equipo. La NFC contaba la temporada pasada con más equipos de nivel que la AFC esta temporada.

De todos modos, la alegría no puede ser completa en Cincinnati. Se clasificaron perdiendo en su estadio, gracias a que los demás aspirantes fueron incapaces de ayudarse a sí mismos. Aunque en postemporada hemos visto cosas increíbles, cuesta creer que un equipo que ha perdido todos los partidos que ha disputado contra equipos que han llegado a playoffs (sus siete derrotas se producen ante estos equipos) vaya a ser capaz de hacer algo importante a partir de ahora, y menos ganar cuatro partidos seguidos. Para ello necesitarán que su juego de pase funcione mucho mejor. No bastará con que Dalton no cometa errores, hará falta algo más. En cualquier caso, creo que han tenido suerte en el emparejamiento.

Jugada de engaño de la semana (empañada por la excesiva ineptitud del equipo rival). Esta jugada no figura en la sección dedicada a lo mejor de la jornada porque la actuación del equipo engañado es penosa. ¡Cómo no se dan cuenta de que hay un receptor abierto absolutamente solo en la banda! Por eso se queda en regulero. Enhorabuena a los equipos especiales de San Francisco por la jugada. Es lo que le faltaba a David Akers en su histórica temporada, lanzar un pase de touchdown.


Lo peor

New York Jets. Cuanto mayores son las expectativas, más dura es la caída. Pero aunque las expectativas sean altas, hay maneras de caer. La de los Jets no ha podido ser más desagradable. Ni el otro gran fracaso verde, los Philadelphia Eagles, el dream team de la pretemporada, ha caído de forma tan triste. Curiosamente los dos han terminado con el mismo balance, 8-8. Pero mientras en los Eagles se entrevé un  futuro prometedor, de los Jets no surgen más que dudas.

El espectáculo ofrecido por los Jets el domingo en Miami, deportiva y extradeportivamente, fue penoso. Muy triste. Y eso que el día empezó de cara para sus intereses. Ellos ganaban, los Titans perdían y la derrota de los Patriots daba más motivos a los Ravens para hacer lo posible por vencer en Cincinnati. En la segunda parte, todo se torció. Tennessee ganaba, lo que eliminaba a los Jets, y los propios Jets veían como los Dolphins remontaban su partido.

Y cómo. La incapacidad de Mark Sanchez para liderar un ataque fiable se puso de nuevo de manifiesto. 3 intercepciones. Pero eso no justifica la actitud de su compañero (es un decir) Santonio Holmes. Durante la semana anterior al partido Sanchez organizó un par de reuniones con sus receptores. Holmes estuvo pasota y desafiante. Actitud que no cambió durante el partido del domingo. Por primera vez en su carrera, Holmes no consiguió ni una recepción. Schottenheimer lo sentó en los últimos minutos de partido, que Holmes vivió solo y apartado en el banquillo. Los medios indican que un jugador anónimo de los Jets dijo al terminar el partido que Santonio Holmes era "un cáncer" para el equipo.


Esto no fue lo único. Bart Scott mandando a la mierda a periodistas, corte de mangas incluido (lo mismo harán probablemente los Jets con él en unos días), Darrelle Revis, generalmente muy educado con la prensa, se negaba a hablar, y Rex Ryan llorando ante sus jugadores, pidiéndoles que se comporten como un equipo. Triste, muy triste.

¿Hora de hacer borrón y cuenta nueva? Ese ataque necesita un serio lavado de cara. La defensa, volver a ser la de temporadas anteriores.

Indianapolis Colts. Objetivo cumplido. A pesar de jugar en la división más floja de la liga, los Colts obtienen el preciado número 1 del draft. Nada pudieron hacer ante los poderosos Jacksonville Jaguars. Ningún equipo ha apestado tanto desde septiembre como ellos. Ya lo avisábamos, sin Manning, son una mierda. Lo que no sabíamos es que la mierda era de un tamaño tan grande. La vasta cabeza de Manning nos la tapaba. Pero sí que es grande, sí.

Los Buccaneers, fieles a su cita semanal con la humillación. Tras un cuarto y medio de partido, Tampa perdía por 42-0 en Atlanta. Cuarto y medio. 42-0. Se han superado.

Celebraciones estúpidas. Que conste que prohibir las celebraciones me parece una gilipollez. Lo natural cuando alguien consigue un éxito en un partido es alegrarse y celebrarlo. No hay nada de malo. Pero si un jugador sabe que una determinada celebración está prohibida, lo lógico es que no la haga. Especialmente idiota es el reincidente. Tonto perdido. Es el caso de Stevie Johnson, el receptor de los Buffalo Bills. Ya fue sancionado en su día por mostrar mensajitos en camisetas interiores. También por hacer burla del incidente discotequero de Plaxico Burress. En New England, este domingo, Johnson volvió a actuar como un tonto del culo. Mensajito en camiseta. Penalización para su equipo en el kickoff siguiente y multa a la vista.

Caso distinto es el de Ndamukong Suh. El controvertido defensor de los Lions celebró un sack a Matt Flynn haciendo el gesto del championship belt, el que suele hacer Aaron Rodgers para festejar sus touchdowns de carrera (también conocido como discount double check). Este tipo de provocaciones me parecen especialmente estúpidas, porque lo único que consiguen es motivar al rival. Lo hizo John Abraham en el partido de playoffs de los Packers en Atlanta. Lo hizo a pesar de que los Packers estaban destrozando a la defensa de los Falcons. Y el drive en el que realizó esa celebración terminó con otro championship belt. Pero de Rodgers. Y aquí tenéis la celebración de Suh este domingo:


¿Pero te has dado cuenta de que el jugador al que has derribado no es Rodgers? ¿Te has dado cuenta de que ese jugador, su suplente, con otros suplentes, ha cascado a la defensa de la que formas parte nada menos que 31 puntos en solo tres cuartos? Quizá al terminar el partido se da cuenta de que él y sus compañeros de defensa han recibido nada menos que 45 puntos. Cuarenta y cinco. Como castigo, los Lions viajarán al Superdome el sábado que viene. Puto karma, qué cabrón.

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En los próximos días, otorgaremos los premios de la temporada regular. También habrá previa de la wild card. Ambiciosos planes, a ver si los cumplo.

8 comentarios:

  1. Como siempre, muy buen análisis.
    Solamente quería hacer un comentario sobre el caso de los Colts. Ya he leído de varias fuentes que quizá el despido de los Pollian sea una señal del apoyo de Irsay a Manning y un indicio de que el equipo no iría por Luck en el Draft, a quien precisamente los despedidos habían demostrado querer con muchas ansias, aprovechando que las modificaciones a los salarios de los novatos les permitirían darse el lujo de tener a los dos mariscales.

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  2. Llevo varios minutos descojonándome de risa con lo de Suh. Tremendo.

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  3. Cuando las barbas de tus vecinos veas pelar pon las tuyas a remojar.Me quedo con la temporada de Jared, aunque hay q llegar todos y a tiempo, una lástima q la racha no acompañe. Lo de metro de madrid informa, tenemos lo q nos merecemos....

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  4. Me alegro por los Bengals, y por su acierto en el draft.

    Ha sido penoso recordar el sack de Strahan a Favre. Creo que el mismo Strahan dijo algo al respecto al acabar el partido, en el sentido de que no se sentía muy orgulloso de como había sido conseguido el record.

    Esta claro que Luck, o cualquier jugador universitario es una incógnita hasta que no llega a la NFL. Pero con todo lo que se espera de él, me parecería un error que los Colts no lo escogieran. Seguramente Manning nunca volverá a su nivel, y si vuelve no para más de dos años. dejar escapar el mejor proyecto de QB desde Peyton Mannig sería un error.

    Los Bears tambien han despedido a su GM, por lo que Lovie Smith corre peligro. Creo que Chicago habría estado en playoffs sin la lesión de Cutler o Forté.

    Dado que BigBen está cojo, yo le dejaría descansar esta semana visto que Batch lo hizo bastante bien, y que para ganar a los Broncos tampoco hace falta mucho (lo digo en serio).

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  5. Hola Rudeza necesaria,

    Mi nombre es Dolwin, llevo unos 6 meses siguiendo tu blog y sólo quería decirte que es una auténtica maravilla como escribes y lo divertido que es. Ya me gustaría que mi blog fuera como el tuyo. Sigue así, aunque te metas tanto con los del Madrid, tu blog es 100% recomendable.

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  6. Sobre Matt Flynn. A parte de estos dos partidos (New England la temporada pasada y Detroit esta), ¿también se le conocerá por su etapa universitaria no?

    Muchos dicen que de Flynn no se sabe prácticamente nada, pero el equipo que lo fiche sabrá cómo jugaba en college y que se puede esperar de él.

    Parece que si se puede gastar un pick en el draft para un Quarterback titular que venga de la NCAA (con 0 experiencia en NFL), y en Matt Flynn no se puede confiar (se gaste alguna ronda o no) porque ha jugado sólo dos partidos y es poca experiencia. Por lo menos tiene dos años detrás de Rodgers (que algo se aprenderá) y dos partidos que no son muestra de nada, pero algo es algo.

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  7. Soy nuevo en esto de la NFL desde los playoffs del año pasado, pero la verdad es que da gusto leer tus entradas de blog. Las espero con entusiasmo cada día.

    Sigue así y que sepas que hay gente que te lo agradece un montón.

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  8. Me encanta el anuncio del discount bouble check. Buena mención

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