viernes, 6 de enero de 2012

Lo hecho hasta ahora no vale para (casi) nada

En primer lugar, quiero felicitar a Enrique Cantón por su cumpleaños. Me han comentado que Enrique es un fiel seguidor de este blog y que el 7 de enero cumple unos cuantos (pocos), así que desde aquí le deseo feliz cumpleaños. También sé que ha tomado el camino correcto en cuanto a baloncesto y fútbol americano, las sendas azul (en basket) y verde y oro (en football). Lo dicho, muchas felicidades.


(lo de vete al infierno, carroza no va por ti)

Llegan los playoffs. Lo importante. Como no tengo tiempo y además desde otros blogs se ha venido analizando en detalle cada enfrentamiento (en Zona Roja) y cada aspirante (en Illegal Return), os remito a lo que dice en ellos gente que sabe más. Aquí me limitaré a apuntar una serie de cuestiones que creo que conviene tener presentes este fin de semana.

I predict a riot, como predicen los Kaiser Chiefs, este fin de semana.



Por si alguien anda despistado, recuerdo los horarios antes de comentar unas cuantas cosas:

Sábado, 22.30: Houston Texans - Cincinnati Bengals. Por Digital+.
Madrugada del sábado al domingo, 2.00: New Orleans Saints - Detroit Lions. Por Digital+ y Sportmanía.
Domingo, 19.00: New York Giants - Atlanta Falcons. Por Digital+.
Domingo, 22.30: Denver Broncos - Pittsburgh Steelers. Por Digital+ y Sportmanía.

1.- Lo hecho hasta ahora no vale para (casi) nada

¿Cómo recordáis la temporada pasada, como el año de los Packers, o como la temporada que dominaron Patriots y Falcons? Seguro que muchos hasta habréis olvidado que New England y Atlanta fueron los mejores de la temporada regular. Al final, lo que todos recordamos de una temporada de NFL es lo que sucede en enero y febrero. Lo anterior apenas vale para nada, aunque recién terminada la regular season, con la avalancha de información y análisis de que disponemos nos parezca que lo sucedido hasta ahora vale para mucho.

No. Apenas vale para nada. Vale para sobrevivir. Que sí, es bastante, pero ahora los doce equipos parten con opciones. La temporada pasada fue la de los Packers. Y lo fue porque ganaron cuatro partidos entre enero y febrero. Del MVP de la temporada regular, Tom Brady, pocos se acuerdan. Todos se acuerdan del MVP de la Super Bowl. Hace tres temporadas, fueron los Cardinals los que enamoraron a medio mundo con su juego. Poco importó que su temporada regular fuese, siendo generosos, mediocre. En playoffs, Warner, Fitzgerald y compañía convencieron a medio mundo para que se pusiese de su lado. Todos están aún a tiempo de lograr eso mismo (aunque nadie tiene a Warner ni a Fitzgerald).

Los aficionados de los equipos dominantes en regular season, que no se relajen. Los dos números 1 cayeron a las primeras de cambio, en ronda divisional, la temporada pasada. Y todo el esfuerzo de la temporada regular se fue a la mierda. Los aficionados de los equipos que parten como cenicientas, que conserven sus esperanzas. Todo puede pasar.

2.- El factor "nobody believes in us"

Citaba antes a los Cardinals de Warner y Fiztgerald. Un ejemplo de tantos. Tantos y tantos equipos con los que nadie cuenta cuando van a comenzar los playoffs, y que terminan dando serios disgustos a los teóricos favoritos. Aquel mismo año, unos Chargers que llegaban 8-8 como campeones de la AFC Oeste, eliminaron a los Colts de Peyton Manning. Recordemos a los Giants de la 2007-2008 (lo haremos otra vez más adelante).

Más recientemente, el caso de los intrusos. Con ese nombre se aludió a los Seattle Seahawks de la pasada temporada, que fueron campeones de la NFC Oeste con 7-9. Un balance paupérrimo e indigno de un campeón. Recuerdo que antes de empezar los playoffs se decía que era mejor ser 5.º cabeza de serie (lo que implicaba viajar a Seattle) que ser 3.º (lo fueron los Eagles, campeones de la NFC Este, que recibieron a los Packers). Se decía que ser 5.º en la NFC prácticamente equivalía al pase a la ronda divisional. Jugar contra el campeón de la NFC Oeste era un premio, un trámite. El desenlace de ese trámite todos lo conocemos. En uno de los mejores partidos de los playoffs de la pasada temporada, los Seahawks aplastaron a los Saints.

De cara al próximo fin de semana, hay varios equipos que cuentan con el factor nobody believes in us de su lado. En el primer enfrentamiento de la jornada, entre Texans y Bengals, los dos equipos pueden invocar la frasecilla. Más los Bengals, aunque tampoco creo que todavía puedan ondear esa bandera. Varios analistas han apostado ya por ellos.

En el segundo partido, encontramos un nobody believes in us como una casa. A pesar de la gran temporada de los Lions, el estado de forma de los Saints resulta tan intimidante, que ya muchos han emitido las palabras malditas (para los teóricos favoritos): que el partido es un trámite y que la ventaja de Nueva Orleáns será probablemente superior a los 20 puntos. Algo así decía el bocazas de Skip Bayless. De hecho, el spread de las apuestas para ese partido es el más alto de los últimos años: +10,5 para los Saints. Ya me imagino a Jim Schwartz arengando a sus furiosos pupilos: nobody believes in us!!

En situación parecida, aunque no tan exagerada, están los Falcons. Nadie cuenta con ellos y se enfrentan a otro de los equipos de moda. Bastante sorprendente, puesto que el récord de Atlanta en temporada regular es de 10-6 y el de los Giants de 9-7. Sobre los Giants volveremos a hablar más adelante, porque hay otro factor que puede gafarles este finde. Aunque para gafe, como también hablaremos más adelante, Tony Gonzalez.

La primera ronda de playoffs terminará con otro nobody believes in us de manual. Lo cual resulta paradójico, puesto que el equipo en el que nadie cree es precisamente el que basa sus triunfos en la fe, en believing. A pesar de que juegan en casa, de que a los Steelers se les viene dando mal jugar contra equipos contra defensas rocosas (véase más adelante) y de que Pittsburgh cuenta con bajas muy importantes (Mendenhall y Ryan Clark) y con jugadores seriamente tocados (Roethlisberger), todos dan por descontada la victoria de los Steelers. Ahora todos nos reímos de los Denver Broncos. Parece que no hace falta ni que se juegue el partido. Otra vez, un trámite. Pues mucho ojo, porque si la defensa de Denver está tan inspirada como suele, a los Broncos puede bastarles con un par de anotaciones para llevarse la victoria. Y si los temibles pass rushers de Denver se llevan por delante a Roethlisberger, a ver qué hacen los Steelers. Otro partido en el que el nobody believes in us estará muy presente.

3.- El peligro del novato

Los equipos novatos en playoffs son siempre una incógnita. Pueden ser una bomba de relojería, como los aquellos Cardinals o los Jets de hace un par de temporadas, o una víctima propicia para equipos con más experiencia (como algunos de los equipos a los que solían pillar los Ravens en wild card: los Dolphins de hace tres años o los Chiefs del año pasado).

El caso es que este año llega mucho novato. Los Lions llevan 11 años sin llegar a los playoffs. Pero entonces no consiguieron ganar ni un partido. Su última victoria en postemporada data de 1991. Claro que esa victoria fue en casa. Su última victoria fuera de casa se produjo en 1957. Mil novecientos cincuenta y siete, repito. Un equipo en territorio desconocido, sin duda.

Otros que llevan una eternidad sin ganar un partido de playoffs son los Cincinnati Bengals. Un equipo novato que aún es más novato en enero. Aunque hace un par de años fueron campeones de la AFC Norte, fueron humillados en primera ronda por los Jets. Los Bengals, que juegan ante Houston, consiguieron su última victoria en playoffs contra Houston... en 1990. Contra los Houston OILERS, no Texans, que ni siquiera existían. Los Bengals son el equipo que lleva más años sin ganar un solo partido de playoffs.

Sin embargo, su rival no es más experto. Los Texans no es que no hayan ganado un solo partido de playoffs jamás, es que no habían llegado nunca antes a los playoffs desde la fundación de la franquicia. Será su primera vez. Ellos o los Bengals pondrán fin a su larga sequía.

4.- Si hay precedente en temporada regular, el resultado puede ser el contrario

Cuando un partido de playoffs ha tenido ya un precedente en temporada regular, inevitablemente lo recordamos y de manera más o menos consciente podemos pensar que su desarrollo será parecido. Cuidado, porque no tiene por qué. Los equipos aprenden de sus errores. Tanto, que en los pasados playoffs el resultado de la mayoría de los partidos con precedente fue el contrario al de la temporada regular. Salvo el Eagles-Packers, donde el resultado fue el mismo, en todos los demás el resultado cambió: los Patriots habían arrasado a los Jets en Foxboro, pero cuando se enfrentaron ahí en playoffs los Jets vengaron su humillación; los Packers habían perdido en Atlanta, pero en enero aplastaron a los Falcons; Seattle había ganado en Chicago, pero en enero los Bears no se dejaron sorprender de nuevo; los Ravens habían vencido en Heinz Field, pero en la ronda divisional ganaron los Steelers; Green Bay había perdido en Soldier Field, pero en la final de la NFC se llevó la victoria; y los Jets habían ganado en Pittsburgh en su duelo de la regular season, pero en la final de la AFC vencieron los Steelers. Cuidado con creer que la historia se repite.

En temporada regular, encontramos dos precedentes a los duelos de este fin de semana. Bastante recientes, además.

En la 13.ª jornada, los Saints vencieron con facilidad a los Lions en el Superdome. Pero ese partido contaba con ingredientes diferentes a los de este sábado, como explica en detalle Peter King. No estaban Ndamukong Suh, ni Louis Delmas. Ahora sí. Además, los Lions deberían haber aprendido de los estúpidos errores de entonces. Demasiadas infracciones que no deberían repetir.


El otro precedente, aunque en este caso no es exacto, es el del Texans-Bengals. No es exacto porque ahora jugarán en Houston, y en la jornada 14.ª jugaron en Cincinnati. Entonces, en un partido muy igualado, el quarterback novato T.J. Yates supo dirigir un épico drive final que terminó en un touchdown con el que su equipo se imponía por 20-19. Aparte del estadio, hay otras diferencias. Se espera que esté André Johnson, lo que beneficia a Houston, pero Yates no está tan fresco como entonces. Aparte de su bajón de juego, su estado físico no es el mejor. Parece complicado que vuelva a hacer algo así:


¿Se repetirá la historia? No tiene por qué, como la propia historia nos muestra.

5.- El año pasado, el que llegó con mejor diferencia de puntos terminó llevándose el anillo

A pesar de que los Packers partían la temporada pasada en la última posición de la AFC, apostar por ellos como campeones no era descabellado. Pese a su discreto balance de 10-6, daban sensación de mucho peligro. Y viendo cómo llegaron a ese 10-6 entendíamos por qué. Porque compitieron en todos y cada uno de sus partidos, en los que jamás, en ningún momento, fueron perdiendo por más de 7 puntos. Todas las derrotas fueron prácticamente por la mínima; varias, en la prórroga. Y Green Bay presentaba mejor diferencia entre puntos anotados y encajados de toda la NFL. Esto llevó a algunos apostar por ellos desde el principio.

Esta temporada, el equipo que presenta mejor diferencial entre puntos anotados y recibidos son los New Orleans Saints (+208). Como aquellos Packers, tendrán que disputar todas las rondas de playoffs para conseguir el anillo. Como aquellos Packers, llegan a enero en el mejor momento de forma posible. Eso sí, a diferencia de aquellos Packers, algunos resultados de los Saints están un poco inflados por afán estadístico. Running up the score. Y el segundo mejor equipo en cuanto a balance de anotados y encajados son, precisamente, los Green Bay Packers (+201).

6.- Cuando se creen guays, los Giants la suelen cagar

Muchos apuntan las similitudes entre esta temporada y la 2007-2008, en la que contra todo pronóstico los New York Giants se llevaron la Super Bowl ante unos Patriots hasta entonces perfectos. Se habla de que los Giants han encontrado su mejor estado de forma en el momento final de la temporada, como aquel año; se apunta que, también como aquel año, a finales de la regular season los Giants estuvieron a punto de vencer al equipo dominante (entonces los Patriots, ahora los Packers), y que posteriormente en vez de casi vencerlos, los vencieron; y se dice también que como entonces los Giants basan su juego en la fortaleza defensiva y en la inspiración en los momentos calientes de Eli Manning. Víctor Cruz sería el nuevo Plaxico Burress.

Sin embargo, yo veo una diferencia muy importante entre esta temporada y aquella: entonces, nadie creía en los Giants; hoy, muchos apuestan por ellos. Los Giants no disputaron aquel año ningún partido en su estadio. Obtuvieron su clasificación para playoffs por wild card. En todos los partidos de aquella postemporada, el favorito era su rival: en Tampa, las apuestas daban un spread de +3 para los Bucs; en Dallas, +7 para los Cowboys; en Green Bay, +8 para los Packers; y en la Super Bowl, +12,5 para los Patriots. Cada partido que pasaba, los Giants eran menos favoritos. Y ganaban.

El contexto ahora es muy diferente. Los Giants son el favorito casi unánime para el partido de este sábado. Son favoritos para las casas de apuestas con un spread  de +3. Muchos consideran que son el equipo que podría hacer más daño a Green Bay en la ronda divisional. Y si algo nos han mostrado los Giants durante toda la temporada regular, es que cuando van de favoritos, se pegan una buena hostia. ¿Hace falta recordar las derrotas en su estadio ante Seattle y Washington?

Mientras, por el rival de los Giants, los Atlanta Falcons, nadie da un duro. Ya sabéis, novody believes in us.

7.- Tony Gonzalez, maldito en postemporada

Tony Gonzalez es uno de los mejores tight ends de la historia. Un seguro hall of famer. Él y Antonio Gates marcaron el inicio de la evolución en esta posición, ahora tan importante. Pese a su veteranía, sigue siendo un objetivo seguro para el pasador. Pero en playoffs está gafado. Cuatro veces ha llegado con su equipo a los playoffs. En todas ellas, su equipo ha perdido. Y no es que su equipo llegue "por los pelos", sino que en tres de las cuatro ocasiones su equipo llega directamente a la ronda divisional tras conseguir un balance de 13-3. La última vez, la temporada pasada. ¿Seguirá siendo gafe?

8.- Los Steelers sufren ante defensas rocosas

Los que consideran el partido de Mile High un trámite quizá deberían revisar lo que han hecho estos Steelers frente a equipos de estilo parecido a los Broncos. Las cuatro derrotas de los Steelers en temporada regular han llegado contra equipos con defensas rocosas y juegos de carrera potentes: Baltimore (dos veces), Houston y San Francisco. Sin contar a los Steelers, las tres mejores defensas de la NFL. Sin embargo, contra equipos más explosivos, como los Patriots, no han sufrido tanto.

Además, otros equipos que les han planteado partidos pegajosos, duros e incómodos, en los que los Steelers las pasaron, dicho finamente, putas. Recuerdo los dos partidos ante los Cleveland Browns. Un equipo teóricamente flojo que puso contra las cuerdas a Pittsburgh. Y los Browns son peores que los Broncos.

Denver tiene armas para plantear un partido de ese tipo. Su defensa no es tan brillante como la de Baltimore, Houston y San Francisco, pero en la segunda mitad de temporada ha demostrado que es capaz de dominar partidos. Del juego de carrera de Denver no hace falta decir demasiado. Además, Pittsburgh llega con bajas importantes y con Roethlisberger medio cojo. Si Pouncey tampoco puede jugar, puede ser un día complicado para el orondo pasador. Y la clave puede estar en las pérdidas de balón: quien sea incapaz de cuidar de su posesión, tendrá muchos boletos para irse de vacaciones el lunes. Y a todo esto, nobody believes in us.

Por cierto, noticias de última hora indican que los Broncos podrían jugar con un quarterback pasador, lo que puede pillar a los Steelers totalmente desprevenidos.

9.- ¿Veremos la primera prórroga con nuevas reglas? Por si acaso las recuerdo

Uno de los principales cambios de normas para la temporada anterior, y de los más polémicos, no tuvo trascendencia práctica. Hablo de las reglas de decisión del vencedor de un partido en la prórroga. Después de la indignación suscitada por la eliminación de los Minnesota Vikings en la final de la NFC, en una prórroga en la que ni siquiera tuvieron oportunidad de tocar el balón, se dijo que el finalista se había decidido tirando una moneda al aire. ¡Vergüenza! ¡Oprobio!


¡Mis cojones!, añadiría yo, bien que tuvieron su oportunidad los Vikings al final del partido cuando el amigo Favre lanzó una lamentable intercepción. Igual que la defensa de Minnesota tuvo la oportunidad de parar al ataque de los Saints en la prórroga. Da igual, eso hay que cambiarlo. Sin embargo, no vimos ni una sola prórroga durante la postemporada pasada. ¿Llegará ahora? Si llega, las normas de determinación del vencedor son diferentes de las que se aplican durante la temporada regular. No es tan fácil como que el que anota primero, gana. Ahora, no siempre. Los dos equipos tienen que haber tenido posesión del balón o "haber tenido la oportunidad de tener posesión". Esto se plasma en que:

- Si el equipo que ataca en primer lugar anota un touchdown en ese primer drive, gana el partido sin que quepa respuesta del rival. Si sucede esto, veréis como alguien dice que "la moneda al aire decidió el vencedor".

- Si el equipo que ataca en primer lugar anota un field goal en ese drive, el rival tiene la posibilidad de empatar anotando otro field goal o de ganar con un touchdown. En el primer caso, el partido continúa, y el primer equipo en anotar gana. Da igual que sea un nuevo field goal en el siguiente drive.

Situaciones especiales:

- Se considera que el equipo que recibe el kick en primer lugar ha "tenido oportunidad de tener posesión" aunque nunca haya tenido el balón. Si, por cualquier motivo, el equipo que recibe el balón lo pierde, el otro equipo anotando un field goal gana el partido. Por ejemplo, si el equipo A ejecuta un onside kick y recupera el balón, a los efectos de las nuevas normas se considera que el equipo B ya tuvo su oportunidad, por lo que si el equipo A anota un field goal, gana el partido. Sucede lo mismo si por cualquier motivo (fumble o muff) el retornador pierde el balón.

- Si en el primer drive ofensivo el ataque concede un safety, se termina el partido con victoria del equipo que defendía.

* * *

Disfruten de la programación. Lo del sábado yo lo veré en diferido el domingo. Es mi última noche de minivacaciones navideñas en Coruña, toca ir a Riazor y por la noche salir un rato. Si alguien me envía algún mensaje por Twitter, lo siento, pero a partir de las 10 de la noche desconectaré y no me volveré a enganchar hasta el domingo por la tarde, cuando haya podido ver lo sucedido el sábado. Lo dicho, que lo pasen bien y su equipo gane.

2 comentarios:

  1. Muchas gracias!!!!! Ha sido una emboscada de mi cuñada y mi mujer. La verdad es que da gusto leerte y me identifico en casi todo lo que escribes. Soy fiel seguidor de oro y verde desde hace muchos años y mas todavía del azul y sufriendo con mi hermano en ambos casos.

    Al menos este finde solo nos toca sufrir por uno de ellos.
    Te seguiré leyendo y descojonándome, en muchas ocasiones, con tu blog.

    Un fuerte abrazo,


    Enrique Cantón

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  2. Skip Bayless es un gilipollas integral... Es el subnormal que dijo que él se quedaba con Tebow antes que con Rodgers y Brady para su equipo...

    Un puto oportunista que hace lo que hace para estar en el candelero, un periodista deportivo al más puro estilo Marca, suelo ponerme en contra de lo que diga ese impresentable. Yo ya iba con los Lions en ese duelo, me parece un equipo más asequible para sus oponentes que los Saints, y sería algo menos difícil para los Packers renovar el Lombardi con NO fuera a las primeras de cambio, pero ahora iré aún más con Detroit solo por ver a ese boca quedarse con cara de lo que es...

    Por cierto, uno de los argumentos por los que decía que se quedaba con Tebow en vez de con Rodgers era porque el bueno de Aaron no había demostrado todavía que podía ganar en los últimos minutos y no le veía capaz de ello, el siguiente partido de Green Bay fue contra los Giants y en los últimos 57 segundos de partido al #12 de verde y oro le sobraron 30 segundos para meter a su equipo en FG range desde su propia yarda 20, osea que a ver si su predicción vuelve a ser tan acertada en esta ocasión...

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